Era Domingo al mediodía y Sawada Tunayoshi seguía acostado en su cama. No tenía ganas de levantarse ya que al ser fin de semana le dejaban dormir hasta tarde. Pero ese domingo ,por alguna razón ,se había despertado temprano a causa de que su súper intuición le que algo malo iba a pasarle. Por eso se pasó parte de la mañana en la cama con miedo a levantarse hasta que.....
-¡Dame-Tsuna levántate de una vez!-se giró para ver a un bebe moreno de extrañas patillas que vestía un traje negro con un sombrero y un camaleón sobre él.
-¡Reborn!-No le dio tiempo a decir más ya que el bebe lo sacó de una patada de la cama.-¡Ay! ¡Eso duele Reborn!-El pelicastaño hizo un puchero que, la mayoría de la gente encontraría adorable en en el lindo ojimiel, pero que su tutor ignoró por completo propinándole una nueva patada.
-Si ya estabas despierto haberte levantado...¿o es que querías que yo te levantase a patadas?-Reborn le dedicó a su pupilo una sonrisa sádica que provocó que a Tsuna le subiese un escalofio por la espalda.
-¡No! Es solo que...-el ojimiel se quedó callado viendo inseguro a su tutor sin saber si decirselo o no.
-¡Habla dame-tsuna!-Inquirio el moreno apuntando al ojimiel con su camaleón recientemente convertudo en pistola.
-¡HIIIIIIII! Es...Es que desde esta mañana he tenido el presentimiento de que algo malo iba a pasarme.-El ojimiel miró a Reborn preocupado por su presentimiento, ya que su súper intuición pocas veces fallaba.
El moreno se quedó mirando unos minutos la cara de su pupilo analizando las expresiones de este en búsqueda de algún signo que le indicase que mentía. Al no encontrarla se giró y le dio la espalda al ojimiel mientras marcaba un número en su móvil.
-Llamaré al Noveno para asegurarme de si pasa alga mientras tú alístate, mamá te espara con el desayuno.
Tsuna se cambio y se dirigió al salón donde se encontraba su madre junto con los niños. Su madre al verlo le dedico una sonrisa dulce.
-Buenos días Tsu-kun.-dijo mientras le acercaba un plato con comida.
-Buenos dias mama.-Le dedicó otra sonrisa igual de dulce a su madre mientras comenzaba a coger los cubiertos y comer.
Al poco tiempo de comenzar a desayunar Reborn bajó por las escaleras lanzandole una mirada a su alumno. Este la tomo como un “tenemos que hablar”. Acto seguido tras el desayuno Tsuna se levantó de la silla y siguió el camino por el que se había ido hace un rato Reborn.
-¿Qué te dijo el noveno Reborn?-pregunto el ojimiel con el semblante serio.
-Me dijo que...-Se quedó pensativo unos momentos y después prosiguió-Me dijo que no ocurría nada, que por allí todo era como siempre.
-Pero yo sentí que algo malo iba a pasar...me-el ojimiel se veía confundido ante la declaración de su tutor. El moreno se quedo mirando a su pupilo mientras analizaba las palabras de este hasta que se dio cuenta de algo que había pasado por alto.
-Tsuna has dicho que algo malo iba a pasar, pero no has hablado en general has dicho que algo malo iba pasarte a ti.-Ante las palabras de su tutor el ojimiel se sorprendió ya que este tenia razón y había estado todo el tiempo diciendo inconscientemente que algo malo le iba a pasar a ÉL.
-Pe...pero....-El ojimiel parecía muy confundido con la situación en la que estaba.
-Al parecer tu súper intuición incluye también un súper instinto de protección.-El moreno comenzo a reírse pero paro en seco para mirar con semblante serio a su alumno.-Hasta que sepamos que tipo de amenaza hay sobre ti estate alerta.
-De acuerdo.-El ojimiel se giro para volver al salón cuando Reborn lo detuvo y le propinó un golpe en la cabeza.-¡Ay! ¿¡A qué ha venido eso!?
-Era para probar si estabas alerta dame-tuna pero ya veo que no.-el ojimiel hizo un puchero y se dispuso a salir de la habitación cuando el moreno lo volvió a detener. Este, por miedo más que por otra cosa, se cubrió la cabeza esperando un nuevo golpe que nunca llegó.
-Je,buena reacción pero con eso no será suficiente.-Reborn le dio una patada en el estomago provocando que el ojimiel callera al suelo.-Dame-tsuna te falta mucho para conseguir parar un golpe mio.-Se dio la vuelta y empezó a caminar hacia al salón pero volvió unos pasos y agregó.-Por cierto Tsuna esta noche tendremos una fiesta de Halloween.
-¿Eh? ¿Pero si estamos en Septiembre?-decía confundido su alumno.
-Pero yo quiero celebrarlo ahora, ¿tienes algo en contra dame-tsuna?-lo miró con ojos de asesino despiadado lo que probocó en Tsuna un temblor.
-HIIIIIIII, no nada, no tengo nada en contra.-Decia mientras miraba como su tutor sonreía maleficamente y se marchaba de la habitación. Tsuna tembló ya que sabía que el moreno tramaba algo.
El día pasó tranquilo pero para Tsuna las horas pasaban demasiado lentas y no se le pasaba ese sentimiento de inseguridad que le seguía desde que se había despertado esa mañana. Al llegar la noche todos cenaron el deliciosa comida de Nana Sawada, que ya era conocida por casi todos los guardianes de Tuna excepto por un lobo solitario y un ilusionista. Durante la cena Reborn le explico a la mamá de Tsuna que esa noche iban a hacer una fiesta de Halloween y esta solo sonrió y aceptó. Tras la cena Tuna y Reborn subieron a la habitación.
-Dame-tsuna no te vayas a quedar dormido que Gokudera y Yamamoto estarán aquí dentro de poco para recogernos.-Tsuna solo asintió guardándose las ganas de tirarse a su cama y dormir.-Tsuna sobre la silla esta tu disfraz, comienza a cambiarte.
-¿Disfraz?-Tuna miro confundido a Reborn sin entenderlo.
-¿Creías qué íbamos a hacer una fiesta de Halloween sin disfrazarnos?-El moreno miro divertido al ojimiel mientras presenciaba como su alumno tomaba el disfraz que había preparado especialmente para él.-Jejeje.-Reía malvado.-¿Te gusta?
-¡No! ¡Ni loco me pongo esto!
Continuara