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Recuerdame por Hikaru_yuna

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Capitulo 3


 


La idea se habia formado en su mente y estaba siendo aceptada. Jamas volveria a caer nuevamente en sus brazos ni le importaria lo que hiciera. El tenia sus propios planes.


 


Se volteo con la idea de volver a la cabaña de la anciana Kaede cuando percibio en el aire nocturno el conocido aroma de su hermano. Alli estaba, detras de el, observandolo de manera burlona, como si intentase medir con sus ojos la intensidad de la reaccion que provocaba su presencia. Furioso, Inuyasha le ignoro deliberadamente pero cuando avanzo colina abajo con intencion de dejarlo atrás un feroz latigazo le devolvio de un agil salto a su posicion original no sin antes morder dolorosamente la carne de su pecho.


 


-Maldito – susurro entre dientes.


 


Sesshomaru se limito unicamente a sonreir pero Inuyasha se percato rapidamente de el feroz sadismo y la violencia descontrolada que irradiaba de sus ojos. No alcanzo a moverse a tiempo antes de que otro latigazo golpeara ferozmente su pecho, imprevistamente, cayo al suelo. Rapidamente se levanto y le observo lleno de furia reflejada practicamente en cada posicion de su cuerpo.


 


Inuyasha comenzaba a creer que sus sentimientos negativos con respecto al encuentro se veian definitivamente confirmados. Comenzaba a tener verdadero miedo de ser aniquilado por su hermano pero la verdad es que no pensaba demostrarle sus sentimientos. Pelearia hasta el final, como siempre lo habia hecho.


 


-Te matare, desgraciado – el miedo no le impedia manifestar que estaba enfadado y se arrojo sobre el demonio con sus garras deseosas de penetrar en su carne.


 


Estaba actuando de manera impulsiva y lo sabia a la perfeccion. Estaba cegado por la furia, la desilucion, entre muchas otras emociones que llenaban su mente, consumiendola en un peligroso agujero de odio y rencor. Atacaba de forma poco conveniente para el oponente magnifico que poseia frente a el pero realmente, en ese momento el hanyou no le importaba ni vivir ni morir. Solo destruir a su desgraciado hermano mayor.


 


Sesshomaru, con una facilidad enviable, lo esquivo. Inuyasha se volteo con rapidez para localizar nuevamente al enemigo cuando el joven Daiyoukai, sin darle tiempo de ello, le tomo del cuello, elevandolo a varios metros del suelo.


 


-Un perro mestizo como tu, jamas podra matarme – le dijo, esbozando un gesto de indignacion que por un momento, ensombrecio la diabolica sonrisa que anteriormente relucia en su rostro.


 


El joven hibrido pronto de percato de la dificil situacion en la que se encontraba. No podia moverse en la situacion que lo aquejaba y por mas que hiriese el brazo de Sesshomaru para que lo soltase, este no soltaria su agarre ya que habia sido entrenado para soportar el dolor durante casi toda su vida. Recordo la manera tan tolerante en que habia aceptado cuando el le corto un brazo.


 


-Sessho...maru, maldito, ¿como pudiste hacerme esto? - el hanyou pensaba que si iba a morir alli al menos valdria la pena echarle en cara todas aquellas promesas que jamas le habia cumplido. Se sentiria mejor saber que recordase por siempre el maldito traidor que era.


 


-¿Hacerte que? - su tono era calmado y tenia vestigios de sorpresa esparcidos equitativamente en cada palabra. Parecia no entender su verdadero accionar negativo - ¿Esto? - sin piedad alguna estrujo con violencia el cuello de Inuyasha. Este, desesperado en busca de aire y sin pensar en mas que el natural instinto de supervivencia presente en cada ser que valorara su vida, undio sus uñas en la carne del antebrazo de Sesshomaru. El unico gesto del demonio ante esto fue una mueca que parecia reflejar disgusto mas que dolor genuino. Aflojo de a poco la presion que estaba ejerciendo sobre el cuello de su prisionero hasta simplemente sujetarlo con la mano. No obstante, sin apretarlo, clavo las uñas en la carne como si procurara que no se le resbalara de las manos. El joven medio demonio dejo escapar un quejido al sentir las largas y mortiferas garras de Sesshomaru en su cuello, sujetandolo con una fuerza mayor sin llegar a asfixiarlo.


 


Aprovecho la disminucion de la presion para respirar grandes corrientes de aire. Se sentia enfermo. Deseo no haber ido alli jamas pero seguiria con lo que habia decidido expresar antes de ser muerto de una forma terriblemente indigna por su propio hermano mayor.


 


-¿Me convocas aquí solo para matarme? ¿Acaso no querias que nadie viera nuestra pelea? ¿O solo intentas proteger a Rin para que no logre darse cuenta del gran bastardo que eres? - su voz sonaba especialmente filosa en la oscuridad violenta de la noche. Sango habia tenido razon, no era un clima propicio para salir ya que a estas alturas el cielo delataba una potencial lluvia proxima a llegar a la aldea.


 


-¿Como dices? - parecia bastante enfadado. Aun sujentando al hanyou, lo acerco a el de forma precavida hasta que sus rostros quedaron a la misma altura. Sus labios se rozaron con suavidad e Inuyasha, quien sentia que el deseo que hacia bastante que habia enterrado en los abismos del olvido volvia a surgir. Se sintio desepcionado cuando fue apartado con rapidez y bastante molesto cuando fue estrellado con excesiva violencia contra el suelo.


 


-Estupido... - le gruño desde su nueva posicion. Se acariciaba suavemente la cara, con intencion de usar su dolor como localizador de heridas producidas por el impacto. Al no hallar ninguna notable, se levanto cautelosamente del suelo.


 


-No tienes derecho a quejarte porque te estoy golpeando – pronuncio Sesshomaru tranquilamente. Se giro con tranquilidad, como anunciando la finalizacion de la pelea. Estaba evidentemente incomodo.


 


-¿Que? ¿Porque no tengo derecho? ¿Desde cuando me puedes golpear sin que yo tenga la mas minima intencion de insultarte? ¿Eh? ¿Responde? - su condicion de hanyou molesto cambio. Ahora estaba furioso. Le costaba creer que el mismo hombre que lo abrazaba y le decia que le importaba ahora le estuviese tratando de la manera en lo estaba haciendo. Sin duda alguna, tenia que haberle mentido.


 


Sesshomaru freno secamente al escuchar la tormentosamente numerosas preguntas del joven que se hallaba atrás de el. El silencio reino en forma temporal el ambiente hasta el Daiyoukai se volteo.


 


Inuyasha noto que sus ojos ya no irradiaban la misma cantidad de sentimientos violentos que habia leido en ellos hasta hace unos minutos. Las emociones que ahora bañaban la sensibilidad expresiva de los mismos era una profunda descepcion y tristeza. Por un momento, se pregunto que habia hecho para que su hermano estuviera tan adolorido con el.


 


-Sabes, si yo te digo que deseo verte a determinada hora aquí. Espero que seas puntual.


 


El joven hanyou, literalmente, cayo a un lado del pasto, asombrado de que un motivo tan tonto pudiera desencadenar semejante reaccion violenta en un demonio. ¿Acaso ellos intesificaban aun mas las emociones que en los humanos eran minimas?


Realmente le costaba creer que la falta de puntualidad pudiera hacer eso. Habia recibido un castigo bastante excesivo para el que verdaderamente las circunstancias requeria.


 


-Debes estar bromeando. ¿Casi me matas porque no llegue a la hora convenida? - Inuyasha giro suavemente la cabeza hacia ambos lados en un gesto de asfixiada resignacion ante una persona que ya no puede cambiar.


 


La manera aireada en que su hermano menor condeno su propia falta frente a el le indigno aun mas. Quiza, no se percataba de que no tenia todo el tiempo necesario como para perderlo en su mala percepcion horaria.


 


Habia estado alli esperandolo durante casi toda la noche. Se habia sentido muy dolorido, pocas veces habia tenido una ocasión en la que esta emocion surgiera como algo emocional y no fisico. Sintio un alivio incalculable cuando lo vio llegar. Al menos no se habria olvidado de el, de lo contrario se hubiera sentido realmente patetico.


 


No sentia deseos de seguir hablando del tema asi que volvio a retomar su camino. Tomo una importante nota mental acerca de jamas volver a hablarle a su hermano menor, nota exagerada pero bastante razonable para el estado de humor en el que se sentia en ese momento.


 


Inuyasha observo como el demonio se retiraba, sin dignarse siquiera a contestarle. Inconcientemente, se acerco velozmente hacia el, tenia intenciones firmes de detenerlo. Con la naturalidad para la que habia sido entrenado, Sesshomaru se volteo con intencion de detener el imaginario ataque pero en ese momento, sintio como el joven hanyou le abrazaba por la cintura, enterrando con suavidad la cabeza en su pecho. Comenzo a relajarse lentamente pero no le correspondio el abrazo. Desesperado por una reaccion de aquel hombre tan frio que alguna vez habia amado, acerco sus labios con suavidad hacia el rostro del asombrado demonio. Inuyasha sentia grandes deseos de robar un beso de los labios de su hermano, deseos que el pequeño roze no habian podido satisfacer correctamente.


 


Asombrado por el accionar de su joven hermano menor, le abrazo por la cintura y abrio la boca, permitiendole profundizar el beso.


 


Percatandose de su accionar, se apresuro a apartarse de el. Vergonzosamente ruborizado, pero bastante entusiasmado, Sesshomaru beso con suavidad la frente de su hermano antes de proseguir su camino.


 


-Mañana aquí. A la misma hora si es que eso te facilita la escapada.


 


Inuyasha no contesto ante esa replica aunque ambos sabian que asistiria de todos modos. Observo la espalda del Daiyoukai hasta que este se freno en seco y le advirtio.


 


-No llegues tarde.


 


Dicho esto, desaparecio colina abajo, entre la devoradora oscuridad nocturna.


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