Kusama Ren:
Bueno… te parecerá algo absurdo que rotule la carta, pero tú sabes cómo soy en estos asuntos… estoy escribiendo esto en el estudio; después de oírte y luego de que tu padre viniera… es la única manera de poner en orden mis ideas; no le he dicho nada y me he excusado con trabajo pendiente; en estos momentos el hace la cena.
Del castigo no te librarás, tenlo por seguro… sin embargo, respecto a Toshi-kun… aun no sé qué decirte; solo… si tu lo quieres, ve por delante, Ren… ¿piensas que me volví loco? Pues no, solo te hablo con la experiencia…
Años antes de conocer a Nowaki… yo amaba a una persona… no te diré quien; no es correcto, pero esto no afecta ahora… sin embargo, en un tiempo me deprimí por eso, sabia que mi amor no sería correspondido jamás; toque fondo y no sabía cómo salir; estaba perdido y desorientado, no tenía a nadie con quien hablar y el mismo orgullo que me cargo me lo impedía…
Sin embargo, un día, cometí una estupidez de la que me arrepentí mucho tiempo… y gracias al amor de tu padre, he sabido perdonar y olvidar…
Después de eso, me encontré en un parque llorando por esa estupidez… y ahí conocí a Nowaki… quien fue mi salvación.
Es curioso; recuerdo que hace años preguntaste como nos habíamos conocido, pues aquí la respuesta.
El casi estrella un cohete en mi cabeza; estaba en una reunión con un par de amigos y me invitó con ellos al verme tan “solo” según sus palabras… luego de eso, no pude sacármelo de encima, insistía en que quería a alguien que fuera su tutor para el examen de secundaria… y así nos tratamos.
Duramos así un par de meses; hasta que por obra del destino “esa” persona se presentó preocupado por mí, pues no sabía nada desde aquello… tu padre estaba en ese momento y yo supongo que se puso celoso; pues vergonzosamente le cerró la puerta en la cara y luego se me confesó.
Yo estaba aturdido, confundido y enojado, muy enojado, pero en ese momento el me abrazó y yo… finalmente me di cuenta que había sido absorbido por él…
Nos iniciamos como pareja, a pesar del poco tiempo que teníamos para vernos; con el paso del tiempo yo aprendí a encarar a esa persona; quien también había salido de su problema, pues tenía un amor no correspondido igual… que ironía.
Sin embargo, la historia de tu padre y mía dio mil y un vueltas; el viaje de él, mi promoción, el asunto de tus abuelos, cuando nuestra vida ya estaba en buen rumbo y despuntando; llegaste tu y terminaste por hacerla perfecta… a pesar de todo, tu sabes que te amamos y aunque no lo reconozca… o no lo diga tan abierto, que te quede claro.
Ahora… ¿porque te platico la historia de nuestra vida? Por la simple razón de que debes de saberla y alguna vez preguntaste… somos muy similares Ren; te pareces mucho a mi, pero también tienes mucho de él… por eso he decidido apoyarte… en lo que decidas; me pediste ayuda como hace tanto no lo hacías y ahora te la ofrezco; quiero ser tu apoyo pues para eso estoy aquí.
Esto es difícil de decírtelo de frente; por eso te escribí; si tú quieres a Toshi y crees que este te corresponde, adelante; solo por favor… no te guardes todo.
Será mejor que lo deje hasta aquí; aun queda pendiente el castigo jovencito; Nowaki me avisa que la cena esta lista; supongo que verás esto cuando despiertes, recuerda la próxima vez apagar tu Discman, se puede descomponer.
Kamijou-Kusama Hiroki.
Definitivamente, esa noche no podría dormir de nuevo.
Hiroki se movió perezosamente entre las sábanas tratando de sacarse los brazos de Nowaki alrededor de su pecho pues la alarma ya tenía cinco minutos sonando y para colmo estaba en el lado de Nowaki.
¿Cómo había llegado hasta ahí?
Hiroki se sonrojó de golpe al descubrir la respuesta.
Nowaki idiota, apaga la alarma…- Kusama solo se removió un poco y Hiroki aprovechó para zafarse y pasar por encima de él, pero no contó con que Nowaki se movería de nuevo ocasionando que cayera con todo su peso sobre él.
Ahh… Hiro- Nowaki se levantó al sentir el peso y Hiroki trató de levantarse.
Lo siento… es que te moviste- Nowaki espabiló un poco al ver la ventajosa posición y pegó el cuerpo del castaño mas al suyo.
H-hey…-
Hiro-san… ¿tan ansioso tan temprano?- preguntó con voz traviesa; Hiroki se sonrojó mas todavía y con cierto enfado trató de sacárselo.
No es lo que crees mocoso pervertido-
No soy mocoso, tengo 45 años…-
Entonces viejo pervertido-
Hiro-san…- acalló sus protestas con un beso cargado de deseo a pesar de las horas del día; hiroki poco pudo hacer para resistirse y pronto se encontró mas relajado sobre él y correspondiéndole.
Por cierto… buenos días- saludó Nowaki perezosamente; el otro emitió una risilla irónica.
Buenos días…- en vista de que aun seguía sobre él; trató de quitarse, sin embargo el otro se lo impidió abrazándole la espalda.
¿Cómo amaneciste?-
Bien… Nowaki, ¿podrías soltarme? Tengo trabajo que hacer-
Pero ya saliste de vacaciones...-
La otra semana tengo que volver antes…-
Dejalo pendiente… por favor- Hiroki estaba a punto de darle un golpe, pero solo se limitó a suspirar – Esta bien…-
Nowaki sonrió y alargó una de sus manos para acallar la dichosa alarma que sonaba de nuevo; y pronto volvió a abrazar al demonio quien ya se había rendido ante él.
Kusama besó sus labios de nuevo y paseo sus manos por su espalda baja y glúteos ocasionando que el profesor se pusiera rojo y flaquear los brazos.
Estarás mas cómodo así- lo volteó de espaldas contra el colchón a la vez que comenzaba a besarle; Hiroki se dejaba hacer sin oposición alguna; en el fondo le agradaban estos amaneceres.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Eran casi las nueve cuando volvió a despertarse, pero esta vez no fue una alarma, ni caricias sugestivas, sino el olor a huevos fritos.
Su estomago gruñó pidiendo alimento y él se levantó, vio que Nowaki no estaba, cuando se preguntó donde pudiera estar escuchó el sonido de la ducha; así que se levantó y encaminó a la cocina, ahora sabia quien preparaba los huevos.
¡Buenos días!- escuchó la voz de su hijo llamarle y al momento de girarse para verlo ambos cruzaron la mirada; el silencio les abordó unos segundos, sin embargo el de ojos azules se acercó despacio y le miró dulcemente.
Gracias…- lo abrazó de improvisto y Hiroki torpemente le correspondió un poco cohibido; duraron así un par de segundos hasta que el menor se separó y dijo en voz modulada:
Iré con Toshi…- Hiroki asintió con una sonrisa leve, Ren le indicó que el desayuno estaba listo y salió de la cocina.
En cuanto la puerta de la entrada se cerró la voz de Nowaki resonó con un dejo de incredulidad y felicidad entremezcladas.
¿Qué paso?- Hiroki movió los hombros negando saberlo y sonrió enigmáticamente; Nowaki se moría de ganas de preguntar, sin embargo lo dejó pasar pues recordó que tenían la casa para ellos solos.
Solo que, Hiroki no había caído en cuenta de ese pequeño detalle.
Acarició el marco con un dejo de nostalgia y bordeó la imagen que mostraba dos niños sonrientes tomados de la mano en su primer día de clases, la voz de su padre le sacó de sus pensamientos:
¡Es hora de desayunar!- Toshi le respondió que iría en un momento y volvió a contemplar el cuadro con la tristeza impregnada en su mirada.
Ren…- besó la imagen dulcemente y se levantó; acomodó su cabello y ropa; su cara lucia un poco demacrada pero solo hacía falta un remojón para pasar desapercibido de momento.
¿Cómo amaneciste, papa?- preguntó ayudando a Misaki a colocar los platos en la mesa; este le respondió acariciando su vientre con dulzura:
Bastante cansado… me dieron nauseas a mitad de la noche y no pude dormir a gusto…- suspiró Toshi sonrió enternecido y se arrodillo frente a él:
Hermano, no canses a papa… mira que luego se vuelve insoportable cuando no duerme y nosotros tenemos que soportarlo- un ligero coscorrón en su cabeza le hizo reír alegremente; besó el lugar donde su hermano se refugiaba y se levantó; en eso Akihiko avistaba en los últimos peldaños de las gradas.
¿Cómo están?-
Bien papa…-
¿Estás bien Misaki?-
Si, Akihiko… solo dormiré un poco luego de desayunar…- el escritor asintió besándole dulcemente y luego sentarse a comer; los ojiverdes hicieron lo propio.
Al terminar el Usami menor se levantó abruptamente de la mesa al reparar en la hora.
¡Es tarde!- exclamó sacudiendo los restos de migaja y tomando su mochila; Misaki le reprendió:
Hey si no te has cambiado, ¿A dónde vas?-
Voy a la universidad… se supone que hoy me dan mi folio para el examen-
¿Y Ren no irá contigo?- pregunto Akihiko; Toshi quien se colocaba los zapatos tardó unos segundos en responder.
No se… no lo creo, el es Kusama y yo soy Usami asi que a el le tocará en otro horario… me voy- sin oportunidad de decir nada; se marchó, Misaki y Akihiko se miraron extrañados, sin embargo siguieron en su labor.
Sabía que había dicho una mentira; ambos se habían puesto de acuerdo en ir por los folios, solo quería evitarlo.
Lo siento Ren… pero te amo tanto que temo hacerte daño…- dijo con cierto dolor en su corazón y continuó avanzando hasta descender por el subterráneo, recordó entonces que tenía un par de vueltas por el centro, así que estaría los suficientemente distraído para no encontrárselo; igualmente tenía que planear algo mejor que evitar.
Ren no quiso esperar el elevador, así que subió de dos en dos las escaleras, era cansado y un poco tonto subir hasta el pent-house pero su ansiedad podía más que eso, esa mañana se había levantado con el firme propósito de ir a hablar con Toshi, quiera o no.
“¿Qué debería decirle?”- tan impetuoso como su padre; como ambos habia que decir, ahora se encontraba frente a la puerta de los Usami sin saber exactamente qué hacer.
Así que, mecánicamente toco el timbre, siendo Akihiko quien le abriera.
¿Ren?-
H-hola Usami-chichi… esta Toshi? Tengo que hablar con él urgente-
No… acaba de salir hace no menos de quince minutos… debieron cruzarse en el camino- dijo Akihiko un poco confundido; Ren le miró interrogante- ¿A donde pudo haber ido?-
Dijo que iría a la universidad por los folios del examen… le preguntamos si iría contigo pero la concordancia de apellidos no se los permitía-
Pero si nosotros…- en ese instante calló, se dio cuenta de la mirada interrogante de Usami y su propia confusión; ¿lo estaba evitando? Se preguntó.
Entiendo… bueno, le llamaré más tarde… disculpe-
Nos vemos- Akihiko cerró la puerta un poco confundido, pero no quiso indagar más en el asunto.
¿Me está evitando? Toshi… ¿Qué debería hacer?... Acaso tu… ¿me odias?- estos pensamientos le abordaban ya de camino a casa y la tristeza comenzaba a sofocarlo, estaba a punto de romper a llorar en medio de la calle cuando el sonido de su celular le distrae:
[¿Hola? Ren… ¿Cómo estás?]-
Ah… Kaori… bien ¿y tú? ¿Qué se te ofrece?-
[Solo quería saber a qué hora es tu presentación, lo tenía apuntado pero se me olvidó]-
Es a las cinco de la tarde en la explanada de la preparatoria-
[Ah… ok, ahí nos vemos… suerte]-
Gracias- colgó suspirando; con todo esto casi había olvidado el concierto y eso le trajo otra asunto que había dejado pendiente; pues aun no tenia las canciones que tocaría.
Una idea le cruzó la mente sorprendiéndolo demasiado y una sonrisa enmarco su rostro; se sentía orgulloso por conocerlo tan bien.
“Él nunca se lo perdería… el no me va a fallar con esto”- se dijo; tenía mucha confianza pero era verdad, por encima de todo Toshi siempre le había impulsado a la música, así que esto no se lo perdería.
Te veré mañana- resolvió finalmente y sintiéndose por primera vez confiado en su posible éxito regresó con mil ideas y canciones en su cabeza, sería difícil escoger alguna a estas alturas.