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JUNJOU REBEL -EN EDICION- por ravenK

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CAPITULO 26: CELOS DE PADRES

 

Misaki terminaba de envolver el trigésimo pastel que había preparado ese día, cuando termino de ponerle el lazo exclamó:

En verdad me pase…-

Tranquilo, Misaki-chichi… seguro son deliciosos-

Pero eso no significa haber preparado más de setenta- Yuusei dejó el pastel treinta y uno en la mesa; hace un par de horas había ayudado a  Misaki a degustar algunos, sin embargo no pensó que fueran tantos por lo que acordaron en llevarles unos cuantos a sus amistades y ahora los envolvían.

Lamento pedirte ayuda para todo, Yuusei… yo solo quería que degustaras los pasteles-

Al contrario, me hace feliz estar con usted, Misaki-chichi- el castaño sonrió enternecido y se acercó al muchacho que con cuidado envolvía el trigésimo tercer pastel, revolvió sus cabellos con dulzura:

Aun no me cuentas… ¿Cómo te fue en Kyoto? ¿Vieron muchos templos?- Yuusei suspiró, era verdad aun no se había puesto en contacto con Misaki después de su llegada; evitando su mirada le comentó con tono casual:

Bastante bien… estuvimos en todos lados de arriba abajo…-

Hnn… ¿que mas?-

Nada… solo que Kaori no paraba de tomar fotos… dijo que quería un ofuro en su casa…-

Jaja… que lindo… me alegra que también la haya pasado bien… no ha de ser fácil acostumbrarse a vivir en otra ciudad…-

Supongo…-

Cuando viajamos a Londres…-siguió Misaki- Toshi tenía siete años… solo fue un viaje de gira de Akihiko; pero se nos escapaba con facilidad… justo el día de la conferencia más importante desapareció… entre en pánico y Akihiko movilizó a toda fuerza policial para buscarlo… resulta que se encontraba en las cercanías del palacio de Westminster porque quería subir al “Big Ben”… -

Que gracioso…- Yuusei sonrió imaginando al pequeño con su habitual gesto diciendo eso, inmediatamente comentó:

En el paseo por los templos… Kaori también se nos perdió… solo fueron cinco minutos pero lo suficientes como para que fuera hasta el último que subía una colina; según esto decían que si subía podría ver el gran lago al otro lado… nada extraordinario, pero eso súmele ver luces titilantes mágicas, lo convencerá… finalmente terminamos encontrándolo y las luces eran luciérnagas, pero a el pareció no importarle, se puso tan feliz como un niño de diez años… me dijo que no conocía esos animales; intento cazar algunos pero no funciono…- Misaki miraba con detenimiento y con una sonrisa como Yuusei se expresaba sobre el castaño; cuando Yuusei lo advirtió le preguntó con duda:

¿Qué sucede?-

Nada… solo me parece lindo como te refieres a Kaori-

¿R-referirme?-

Si… cuando hablas de él sonríes mucho…- Misaki tanteaba terreno; pero a leguas se notaba lo mucho que Yuusei quería al muchacho.

E-eso…-

No trates de explicármelo… yo lo entiendo… me alegra que seas feliz, Yuusei… eres un buen muchacho-

Misaki-chichi…- quedaron en silencio, mirándose a los ojos; Misaki se sentía feliz por él, pero Yuusei sentía pena por ocasionar una reacción así, que lo alejara de él.

Misaki…yo…- Yuusei bajó la mirada; sus labios temblaban y el no podía controlarse, el castaño salió de su trance y preguntó con preocupación:

¿Qué sucede?, Te duele algo-

N-no…estoy bien… solo… necesito marcharme… es tarde-

A-adelante- Misaki trato de seguirle el paso, pero el joven era veloz, finalmente lo despidió en la puerta confundido.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

“Mi padre abrió una panadería”- imitó el tono de Toshi gravemente y finalmente estalló en carcajadas; Toshi frunció el seño cruzándose de brazos.

Bueno… estaba nervioso, ¡no te burles!-

Pero… en verdad… ajajaja- Toshi acalló sus risas con un beso lánguido lamiendo las comisuras de sus labios donde tenía leves restos de crema.

Fue tu culpa… no esperaba verte tan… escaso de ropa-

¿Eh? Si es mi casa, puedo estar como quiera… además como iba a saber que pensamientos tenías, pervertido- lo empujó levemente y Toshi suspiró robando una fresa del pastelito que degustaban; habían pasado horas hablando de todo, lo bueno y lo malo, sin embargo siempre predominó la buena disposición y las miradas enamoradas de ahora.

Pronto escucharon las llaves de la puerta, haciéndoles recobrar la seriedad; Hiroki y Nowaki entraron cargando un par de bolsas de mandado.

Bienvenidos- saludaron los jóvenes, los adultos asintieron y colocaron las cosas en la cocina; Nowaki besó la frente de su hijo –costumbre tan suya- y saludó a Toshi:

¿Cómo estas, Toshi? ¿Y tus padres?-

Bastante bien, Kusama-chichi…-

¿Oye, eso es pastel?- preguntó al ver el plato de su hijo o lo que quedaba de él.

Ahh… si, deje un pedazo en el refrigerador-

Oh… que rico, después de cenar lo comeremos… ¿Toshi te quedarás a cenar? Haremos estofado con verduras- Toshi miro a Ren y este a él; sin embargo no resolvieron decir nada pues Hiroki salía de la cocina con un empaque de carne en sus manos:

Nowaki, ¿Qué debo lavar primero, la carne o?-

No gracias, Kusama-san, ya he comido y no sería correcto-

No es molestia, Toshi, al contrario-

Quizás en otra ocasión… - miró de reojo a Ren, con cierta picardía y este no entendió el porqué.

Sera mejor que me retire; quiero saber si mi casa finalmente fue una pastelería o no… nos vemos- se despidió de los adultos con un ademán de la mano y miró a Ren traviesamente; este quedó en su sitio tratando de comprender, sin embargo no pudo reaccionar ante nada más que corresponder.

Pues Toshi lo beso dulcemente pasando una mano por su cintura y Ren solo pudo abrazarle torpemente, sonrojado a más no poder, pues no quería imaginar la cara que tenían sus padres en ese momento.

Hiroki abrió la boca y los ojos sorprendido, Nowaki solo quedó pasmado; fugazmente pensó en apartar a Usami de él, sin embargo su cuerpo no se movió.

 

Buenas noches…- se despidió contra sus labios, de forma exquisita, el otro solo atinó a decir:

Idiota- queriéndose morir en ese momento.

Con permiso, Kusama-chichi- y finalmente, salió por la puerta.

 

Ren se abrazo a sí mismo; Toshi lo había metido en un aprieto enorme, pero en cierta forma era reconfortante, así no tendrían que ocultar su relación a nadie, su padre sabía que era gay y le gustaba Toshi… pero Nowaki…

“Oh…”- no pensó en aquella posibilidad; anteriormente Nowaki se había comportado celoso por el acercamiento de Takumi… pero si era Toshi estaba bien, ¿verdad?

H-hace frio… iré a ponerme algo mejor-

¿A donde crees que vas?, jovencito- para su sorpresa, no fue la voz de Hiroki la que habló.

“Maldito Toshi”-

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

No podía abstenerse de mirar cada cinco segundos por encima de su hombro ya en el camino a casa; internamente se regocijaba del dilema en que lo había metido; fue una pequeña venganza a todos los dolores de cabeza que le ha ocasionado- salidas tarde, echarse la culpa por algo que no hizo…en fin, cosas que se hacen por los seres queridos- Pero Toshi temía que el “demonio Kamijou” o peor, Kusama-sensei fueran persiguiéndolo por “propasarse” con su querido muchacho… muy sobreprotegido, quizás a eso también se debía su rebeldía.

 

Bueno, seguramente Ren debe estar furioso…- intentó marcarle, pero por alguna razón sonaba ocupado; el sabia el motivo.

Lo siento, amor… - sonrió torpemente y dobló la esquina.

 

 

Sentía las miradas penetrantes de sus mayores; empezaba a hacer cada vez más frío “demonios, no me permitieron ni cambiarme” farfullaba en su mente, pero no se atrevía a levantar la mirada- “Maldito Toshi, cobarde, imbécil”- para tratar de controlarse maldecía internamente a su ahora “novio” por abandonarlo en un momento así.

Paseó sus manos por sus piernas cruzadas al estilo loto; estaba en un sofá individual frente al de dos piezas donde sus padres seguían mirándole.

¿Pero cómo eran sus miradas?

Hiroki le observaba mortalmente serio y Kusama…mejor no decirlo.

Fue Kamijou quien comenzó:

Eh…Ren, sé que es lo más obvio del mundo pero… explícanos que fue eso- el silencio se produjo de nuevo; Ren solo podía escuchar los latidos de su corazón y las maldiciones a su amado.

Este… papa… Toshi y yo…-

¡No lo acepto!- interrumpió de pronto, pasmando a los dos; Hiroki se volteó a mirarlo con una sonrisa incrédula:

¿Qué?-

No, Ren no puede salir con Toshizo- había usado su nombre de pila; Ren le miró contrariado; Nowaki estaba molesto.

P-papa…-

Estas castigado jovencito, no saldrás con Toshizo ni con nadie…-

O-oye, Nowaki… cálmate, ¿sí? Esto…-

Hiro-san, ¿Qué dices de esto?- Hiroki observó con infinito asombro el rostro entre molesto y angustiado de su esposo; tartamudeó un poco, pues no sabía que decir.

¿CUAL ES EL PROBLEMA? ¿PORQUÉ NO PUEDO SALIR CON TOSHI?- replicó el castaño levantándose de su asiento; Nowaki se volvió a mirarle nervioso:

T-Toshi no es… no es ese el problema…-

¿Entonces? ¡Papa! Ya no soy un niño, puedo salir con quien quiera-

Ren, no lo harás…porque…-

¿Por qué?-

Porque no quiero, y ya, fin de la discusión… vete a tu cuarto-

¿Papa?- como último recurso, se giró a su castaño padre, quien igual de impactado no asimilaba la situación; en cuanto se dio por aludido le indicó que lo hiciera; luego hablaría con él.

Permanecieron de pie- pues la acalorada discusión se prestó para ello- hasta que un portazo de sobra conocido les hizo bajar la guardia.

Nowaki se dejó caer en el sillón y llevó las manos a la cabeza; Hiroki se cruzó de brazos frente a él.

Dime, ¿que no te agrada de Toshi?-

Hiro-san… no quiero hablar de eso-

Pero yo si- jaló un poco los cabellos de Nowaki, levantando su rostro- Tarde o temprano, Nowaki y no importara si lo metes de moje o lo que sea-

Pero… es… no es correcto-

¿Por qué?-

Son dos chicos…bueno… tu sabes a lo que me refiero- Hiroki emitió una risilla burlona y negó con la cabeza- Tampoco estoy muy de acuerdo, pero no podemos cortarle las alas… además conocemos a Toshi de toda la vida, sabemos quién es-

Nowaki no respondió, sino que siguió enfurruñado en el asiento; para Hiroki fue una faceta rara, no nueva, pero si extraña.

Se sentó a su lado y palmeo su hombro:

Tiene 19… en sus ojos veo que lo quiere…- se atragantó un poco, no estaba acostumbrado a expresarse así- y Toshi también… ahora que lo pienso-

¿A qué te refieres? ¿Tu sabias algo, Hiro-san? En que momento cambiamos los papeles- ahora el reproche era para él; sin embargo Hiroki no iba a soportarle alguna protesta.

Antes de que digas nada, me acabo de enterar hace poco… de hecho, fue anteayer… me pidió consejo tras un…- miró a Nowaki, y suspiró- un desengaño amoroso… ¡y no digas nada!, para no hacerte la historia larga, Ren ama a Toshi y este a él; solo que son muy despistados para decir o hacer nada…-

Porque será que me recuerda a alguien…- murmuró Nowaki; Hiroki le lanzó una almohadilla- Y lo de hoy… bueno, supongo que se aclararon…-

Hiro-san… no creerás que…- Hiroki se puso rojo cual grana, al escuchar el tono y comentario de Nowaki, pero lo acalló con un ademán:

No lo creo… espero y ruego, eso ya es más de lo que puedo soportar…-

Pero Hiro-san, recuerda que así nosotros…-

¡Cállate! Nosotros éramos más grandes que ellos- le estampo de lleno otra almohada y al poco tiempo escuchó sus risas burlonas.

 

Pasaron un par de minutos en lo que ambos esclarecían los últimos detalles; se dirigieron a la habitación de su hijo y abrieron la puerta.

Lo encontraron en su típica posición; cruzado de piernas sobre la cama y los auriculares encendidos; cuando los sintió llegar se los quitó y miró con reproche:

¿Qué?-

Seis meses…-

¿Eh?-

Tu castigo será de seis meses, lavarás y cocinarás la cena en ese tiempo; pero el fin de semana lo tendrás libre… no saldrás de noche, a menos que llegues a las diez, leerás la “introducción al psicoanálisis” aunque no quieras y me harás un ensayo de treinta hojas sobre su aplicación en la sociedad…

¡O-oye espera! ¡Esos son trabajos para universitarios!-

Y lo serás… por eso será mejor instruirte… además así te tendré ocupado-

¡NO es justo!-

Es un castigo jovencito, y será mejor que no reniegues si no quieres analizar poemas del siglo XIX- Ren se quedó callado; Hiroki sonrió satisfecho y se giró a Nowaki:

Iré a dormir- el otro le asintió y cuando los ojiazules quedaron solos; Nowaki se dirigió a su muchacho quien aun le miraba con reproche; Kusama sonrió enternecido, ese gesto era tan propio de su Hiro-san; no pudo evitar acariciar una mejilla al tiempo que se sentaba en la orilla de la cama y comenzó:

 

Lo siento… por ser así, pero… es algo que no puedo evitar; aun te veo como un niño, mi niño… - Ren se enterneció por un momento, sin embargo disimuló con enojo:

Pero ya no soy un niño-

Lo sé…-

Entonces, ¿Qué harás?-

Si por mi fuera, te metería en un templo; pero eres muy ruidoso como para eso, así que… te apoyaré… pero si Toshi se atreve a…-

¡Papa!- Ren se sonrojó entre avergonzado y molesto; Nowaki despeinó sus cabellos:

Solo cuídate, confió en ustedes…-

¡Gracias!- Ren se abrazó a Nowaki inesperadamente y Kusama le correspondió con un suspiro.

¿Crees que podrías convencer a papa de quitarme el castigo?-

Mhm… no… también va por mi parte, jovencito-

Uff…- bufó resignado.

Notas finales:

:D


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