La tormenta presagiaba un mal clima en aquella mañana; hace mucho que no habían tenido una amenaza de tifón y a destiempo; pues estaba iniciando noviembre, eso no era normal y solo pudo pensar con cierto grado de culpa social que era debido al calentamiento global.
Recargó su frente en el vidrio frio meditativo, llenando de vaho el cristal; era sábado por la tarde y por fin descansaría como se merecía; luego de una ardua semana de inicio de clases –y de que los nuevos ingresados conocieran al terrible demonio Kamijou- pudo afirmar que había sido un exitosa semana.
Y terminaría de ser perfecta al encontrarse en casa siendo “consentido” por su esposo; pero estos planes se vieron frustrados tras la imprevista guardia de 72 horas consecutivas que tenía que cubrir debido a cierto sempai desobligado.
Pensar en eso le frustraba más; aun seguía tratando con Tsumori, solo que ya había cierto grado de tolerancia; los celos habían desparecido y solo veía a alguien molesto; Hiroki a veces no entendía como Nowaki era amigo de ese sujeto; al principio pensó que él era el único que lo veía con malos ojos de no ser por la apatía de Ren hacia este sujeto; debido a ello Nowaki casi no lo invitaba a casa, haciendo que ambos castaños estuvieran tranquilos.
Hiroki espabiló su frustración al escuchar la llave de la entrada y el característico grito de su muchacho.
Ya regresé-
Bienvenido- le contestó Hiroki sin cambiar de posición; Ren cruzó la sala y se dirigió a la cocina, luego de sacar una manzana se sentó en el sofá y miró a Hiroki extrañado.
¿Qué te pasa?-
Solo veo afuera… ¿está lloviendo ya?-
No aun no, solo hace viento pero seguro lloverá… ¿dónde estabas?-
Con Kaori…-
Ah…- dijo Hiroki brevemente; pero luego volvió su cabeza extrañado; según el permiso de la noche anterior; Ren quedó con Toshi para salir.
¿No estabas con…-
Ah… no, es que, tenía tarea…- comentó de manera casual; pero se percibió el tono de decepción en su voz, Hiroki rememoró si acaso había dejado tarea demasiado pesada en este fin; pero luego espabiló sus pensamientos, no se permitiría ser indulgente; ¡en que estaba pensando!
Oh… ya veo… - no dijo ni preguntó nada más; devolvió su vista a la ventana y observo como los arboles se movían con mayor fuerza; negó con la cabeza.
Iré a trabajar un rato- se dirigió al estudio; Ren hizo un ademan con la cabeza y siguió comiendo pensativo.
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Habían pasado dos semanas enteras y Akihiko estaba en su fecha límite para entregar su trabajo; Aikawa había venido a su casa casi diario a presionar y Misaki no ayudaba mucho al ponerse de su lado; en parte por venganza o por simple sentido común; aunque consideraba más la primera opción…
El hecho de que lo “obligara” a hablar del acontecimiento con su padre de formas poco ortodoxas le puso furioso, pero Akihiko había tenido ganancia por todos lados, al conseguir su dosis de “Misaki” además había alejado al viejo lo suficiente como para que no apareciera de nuevo en el plazo de esos días.
Sin embargo la situación lejos de mejorar, empeoró; pues ahora el tema había pasado a ser un asunto tabú y cualquier mención era acallada por uno u otro; así que ninguno había decidido que hacer al respecto si llegase a oídos de su hijo; quien parecía estar más ausente cada día…
Ese era otro problema y un motivo más para no trabajar, por excusarse en algo; Toshi también se había mostrado un poco apático esos días; por lo poco que había percibido Akihiko; incluso pensó que tenía problemas con Ren pero estos pensamientos fueron olvidados con un “no te preocupes, solo es estrés” cada vez que quería abordar el tema, Akihiko no era tonto y se dio cuenta de sus evasiones; pero no había podido confrontarlo.
¡Listo!- exclamó con voz gruesa y tallando con las palmas de sus manos los ojos en señal de cansancio; pulsó control g y guardó el documento; al hacerlo un potente trueno retumbó en el cielo, por suerte no se había ido la luz; de ser así el autor estaría a un paso del suicidio.
Se levantó de la silla y caminó a la ventana para ver como los rayos alumbraban distintos sectores de la ciudad; ahora que lo recordaba en las noticias habían anunciado un tifón fuera de temporada; sorprendiéndole un poco.
¿Misaki habrá quitado la ropa?- se preguntó en voz alta, e instintivamente salió de la habitación.
Al llegar al balcón observo al menor metiendo las sabanas rápidamente; Akihiko presto comenzó a ayudarle sin decir nada y una vez la ropa en el cesto el mayor cerró la puerta.
Se miraron brevemente y sonrieron con torpeza, en su afán por meter la ropa se habían mojado un poco; pero Akihiko detuvo sus risas al observar los brazos de Misaki los cuales estaban escamados por el frio.
Vamos, será mejor que te bañes…-
Así estoy bien… me pondré algo caliente-
Te puede hacer daño… vamos- Misaki bufó molesto y se dejo llevar al tocador, una vez ahí Akihiko comenzó a quitarle la ropa.
A-Akihiko, yo puedo bañarme solo… por favor sal-
Mhm… creo que también me haría bien un baño, Misaki…- fue empujando levemente al menor quien a regañadientes accedió a la ducha; cuando la temperatura del agua estuvo aceptable, el escritor se metió en ella y ayudó a Misaki a sentarse entre sus piernas, el menor se relajó enteramente por el calor tan confortante del vapor; Akihiko tomaba un poco de agua entre sus manos y la vaciaba en la espalda del ojiverde con amabilidad; Misaki se removió un poco.
Tus manos son frías…-
Pero te gustan- dijo Akihiko al tiempo que se inclinaba y besaba su omoplato; Misaki suspiro hondamente al contacto y cerró los ojos; Akihiko continuó acariciando su espalda con sus labios y manos, disfrutando de su cuerpo, dándole amor; Misaki se dejaba llevar poco a poco y cuando el autor bajó sus magistrales dedos a aquella zona de su anatomía toda relajación se esfumó.
A-aquí no… Akihiko-
Pero… porque… ya lo hemos hecho antes…-
No… porque…- cuando trató de sacarse las manos del escritor; algo le detuvo, Akihiko extrañado por aquel detenimiento se preocupó.
¿Misaki?-
Shh… espera…- abrió un poco los brazos y miró hacia abajo en su estomago; pasaron unos segundos antes de sonreír con alegría.
Oh…vaya…- exclamó sorprendido, Akihiko aun le miró interrogante pero Misaki no dijo nada, sino que tomó una de sus manos y la colocó sobre su vientre.
Siente…-
Otros segundos más pasaron hasta que un muy leve golpe le hizo saber la alegría de Misaki.
Guau… que… increíble…- Akihiko ahora poso sus dos manos y Misaki instintivamente las colocó sobre las de él; conteniendo la respiración esperando otro movimiento que se produjo casi de inmediato.
Normalmente es al segundo trimestre cuando se siente… pero supongo que ya quiere reclamar atención- dijo Misaki sonreído y Akihiko le dio la razón.
Es una princesa que quiere ser mimada, ¿verdad hermosa?- la habló por sobre el hombro de Misaki haciendo que este le mirara incrédulo.
Usagi-san, no otra vez…-
Estoy completamente seguro, Misaki- tal entereza del autor solo era digna de él y Misaki suspiró frustrado, pero luego de otro movimiento desvió su enfado.
Pues yo digo que será un niño, soy quien lo lleva después de todo-
Una niña, mi hija será una niña-
Y una nueva pelea estaba por presentarse, pero fue detenida por las risas y jugueteos de emoción.
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Toshi dejó de lado el libro que estudiaba y estiró sus brazos cansado, decidió salir finalmente de la biblioteca e ir a comer algo a la cafetería; pues había estado toda la mañana encerrado en ella aunque fuese sábado; se sentía culpable y sabía que no era lo correcto; pero no había podido esclarecer sus pensamientos aún; después de que fueron seleccionados y ahora empezaban los cursos propedéuticos se distanciaron un poco; pero eso no ameritaba el excusarse con tarea pendiente que acabaría en un segundo o no contestar sus llamadas.
Finalmente llegó a la cafetería de la universidad y noto que no había mas que diez personas distribuidas por el lugar; Toshi se formó y rápidamente pidió su comida; en lo que buscaba un lugar para sentarse, alguien le llamó.
¡Hey! Usami… por aquí- Toshi se giró un poco desorientado; no pensaba que nadie conocería su nombre aún pues tampoco se había molestado en hacer amigos; pero algo en el rostro de ese sujeto se le hizo familiar; sin embargo lo dejo pasar y le sonrió dirigiéndose a él.
Hola… mhm… tú eres…- esperó respuesta y el otro joven; de cabello castaño opaco y ojos almendrados le devolvió una sonrisa despreocupada.
No me conoces pero yo a ti sí; soy Satou, Sumi Satou, mucho gusto- extendió su mano a modo de saludo y Toshi dejó la bandeja para corresponderle, el joven era de complexión delgada pero casi de la misma altura, Toshi respondió:
Soy Usami Toshizo… mucho gusto-
Vaya, así que eres el nieto de Sumi-sensei… mi padre lo conoce- afirmó Toshi sorprendido; Satou le miró un poco apenado
Si, normalmente no lo comento con nadie; pero como estamos en situaciones parecidas, supongo que no tendría nada de malo- dijo lo ultimo con una pizca de picardía pasándole desapercibida a Toshi; este terminó su jugo y exclamo:
Cierto… pero sabes nunca he tenido mucho problema por el nombre de mi padre; eso o que casi no presto atención a esos detalles…-
Puede ser… oye Toshi; ¿qué harás? Yo estaba de paso en la biblioteca y vine a comer… ¿vamos al mall? Hay un nuevo videojuego que quiero probar- habían hablado durante casi una hora y Toshi encontró agradable la compañía de ese joven; por primera vez sintió que empezaba a hacer amigos por su cuenta, sin que estuvieran Ren o Yuusei a un lado.
Ese pensamiento le recordó algo importante; y ya sea por simple absorción o la insistencia del mozo acepto la invitación.
Sin percatarse de la mirada que el joven tenía puesta sobre él.
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Rasgueó las cuerdas sin pensar en algo concreto; solo quería ocupar sus manos en algo en lo que el otro terminaba sus compras; admiró los bellos colores de la guitarra al frente suyo; un gris platino con atisbos marrones hacían un juego excelente… Kaori suspiró nostálgico y negó con la cabeza.
“Aterriza ya, Kaori”- se regañó mentalmente; pues su estado anímico preocupó a más de uno y luego de varias evasivas a sus padres sobre si “estas bien” “podemos hablar si quieres” se le acaban los argumentos y escondites para refugiarse.
¡Kaori!- el llamado de quien esperaba le hizo volver sus pasos en su dirección, luego de que ambos salieran de la tienda siguieron andando por los locales sin hablar mucho, a pesar de que el otro le había invitado a acompañarlo.
Kaori salió brevemente de sus pensamientos al casi tropezar contra un árbol artificial; no hubo daños, pero eso le dio oportunidad de contemplar al joven que andaba a pocos pasos suyos; se veía un poco desanimado y esto le hizo preguntar con preocupación:
¿Ren? te sientes bien?- el aludido se giró brevemente y le sonrió.
Sí, claro… ¿Por qué preguntas?-
Te ves… triste… ¿estás seguro?- Kusama le miró breves segundos y luego giró la cabeza.
Estoy bien… no te preocupes por mi… mejor vamos a comprar otra cosa, me habías dicho que necesitabas un par de acuarelas… ¿vamos por ellas?-
S-si… claro…- siguieron andando por las tiendas siguiendo el mismo patrón; hasta que algo les detuvo; o más bien, al ojiazul.
Frente a ellos, saliendo de un local de ropa iban dos jóvenes hablando animadamente sobre lo próximo que harían, Ren lo conocía, o al menos a uno de ellos; tomó a Kaori por el brazo quien también había visto la situación y se escondieron tras un escaparate a un costado y vigilaron que aquellos se marcharan; Kaori no entendía por qué, pero no dijo nada, mientras Ren comenzaba a armar mil suposiciones en su mente.
Ehh… Kaori…-
¿Sí?-
Creo que… regresaré a casa…-
… está bien- contestó con suavidad y palmeó su hombro; Ren se despidió silenciosamente.