CAPITULO 36: DESEOS
Ha pasado ya casi un mes desde el juicio, Takumi fue procesado y condenado a diez años de prisión por diversos cargos entre ellos el intento de violación y robo por otros más; incluyendo el atraco a Toshi tiempo atrás, mientras Sumi Satou solo fue condenado a seis meses en un reformatorio en Tokio, esto debido a que no había alcanzado la mayoría de edad para ser procesado por un delito de esa magnitud, Akihiko y Nowaki no estaban conformes, pero Ren decidió dejarlo así, seguramente no volvería a saber de él nunca más, Toshizo pareció pensar lo mismo; Keiichi había movido algunos cuantos de sus abogados para disminuir su sentencia; puesto que originalmente fue estipulada a dieciocho meses; sin embargo Ren decidió que no valía la pena; lo único que quería era encarcelar a Takumi todo el tiempo que pudiera y efectivamente; tras los múltiples cargos, aun luego de salir, sería bajo libertad condicional.
Decidieron dejar ese acontecimiento encerrado bajo llave; puesto que ahora su relación era mejor que antes, vivían en una especie de luna de miel; pues ellos se habían amoldado perfectamente a sus horarios de clases, y Hiroki había levantado el castigo mientras esté con Toshi, así que, serían un par de horas más para salir juntos.
La actitud de ambos también cambió, Ren dejó de pelear por todo y la terquedad para hacer las cosas se emblandeció; mientras Toshizo avanzaba poco a poco al rechazar por su cuenta diversas invitaciones de su abuelo a “charlar”; debía ponerle un margen y evitar a toda costa que lo cruzara.
Nada podría opacar su felicidad, o al menos, como pareja, pues cierta mañana; Misaki recibió una llamada, Toshizo leía en esos momentos por lo que alcanzo a escuchar:
¿Y cómo se encuentra Miyagi-san?... Oh… vaya, es una buena noticia… pero pensé que extenderían su estancia el mes… oh si, los exámenes… entiendo, ¿y cómo está Yuusei?- Toshi no pasaba de la hoja que leía, agudizó su oído y apretó los nudillos- Entiendo… ¿tú crees que?... Oh…- el silencio se produjo algunos segundos, Toshi no se podía imaginar que tanto le estaría comunicando Shinobu- Fue hace como dos meses, Shinobu… creo que es definitivo… ¿Yo? Ah… yo estoy bien, estoy por cumplir los seis meses y ya siento que voy a rodar en cualquier momento…- pasaron algunos minutos antes de que, Misaki diera señas que estaba pronto a colgar, cuando lo hizo Toshi preguntó:
¿Qué pasa?-
Escuchaste todo, ¿no?-
Lo siento… pero…-
Entiendo, solo… no quiero que hagas una escena, pero quedamos de vernos todos cuando regresaran-
¡Papa!-
Silencio Toshizo… así que, aprovecharás esa oportunidad para quedar en buenos términos con Yuusei…-
¡Pero el!-
Pero nada…- replicó dirigiéndose a él y tomando sus manos- Es tu amigo de toda la vida; montaban la bicicleta juntos, se desvelaban con el play, fuimos todos juntos a la playa alguna vez… por favor, Toshi… si no lo haces por él, hazlo por mí… no quiero que pierdas a un gran amigo por esto, estoy seguro que… el ya lo habrá superado- Toshi le miró un poco molesto, finalmente suspiró:
Está bien… pero si se te insinúa…-
¡Toshi!-
Ya, ya… entiendo, trataré de no golpearlo ¿feliz?-
Algo es algo…- Misaki dio un ligero beso en su frente y se dirigió a la cocina; Toshi siguió leyendo tratando de no pensar en la situación.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Me alegra verlo bien, Miyagi-sensei- dijo Misaki con una sonrisa sincera luego de saludarlo, instó a la pareja dentro de la casa, era ya caída la tarde y la reunión se tenía prevista en esa hora, mientras los Yoh terminaban de pasar, Misaki quedo observando fuera de su hogar:
¿Vas a pasar?-
Usami…- Misaki se extraño un poco por la formalidad; pero no dijo nada, solo extendió sus brazos y lo abrazó con cariño- Todo estará bien, vamos… no preocupemos a tus padres…-
S-si… con permiso- Yuusei no veía a Misaki a los ojos y este lo notó; el joven se sentó al lado de Miyagi; en un momento dado cruzó miradas con Toshi; quien no quitaba su expresión parca, antes de que se dijeran nada, voces se escucharon de nuevo en la entrada y Toshi suavizó su rostro, dirigiéndose también a recibir a los demás:
Hola-
Hola ¿Cómo estás?- preguntó con dulzura; besando a Ren fugazmente, importándole poco el público presente; Nowaki se hacia la vista gorda y Hiroki conversaba con Misaki, no era molesto, solo tardarían un poco en acostumbrarse, mientras tanto Akihiko sonreía internamente al ver a su hijo tomar la iniciativa últimamente.
Una vez todos acomodados en la sala; Yuusei paseó su mirada por la sala; no se sentía cómodo en ese lugar que, antes consideraba un segundo hogar; Ren lo percibió y le preguntó:
Yuusei, ¿Te sientes mal?- las miradas preocupadas de sus padres se alzaron interrogantes:
Estoy bien… solo un poco cansado por el viaje-
En ese caso, iré a preparar un té que seguro te relajará… ¿me acompañas?- Yuusei quedó un poco cohibido; no quería saber la mirada incrédula que Toshizo le dirigía y como Ren observaba su actitud extrañado, titubeante asintió y le siguió a la cocina, una vez ahí, Misaki se dedicó a preparar el agua en la cafetera; mientras esta escurría; se cruzó de brazos frente al joven quien mantenía la mirada gacha.
Sé que no es fácil para ti, y no te pido que olvides todo porque… quizás sea difícil, no lo sé, así que no puedo opinar… pero quiero que entiendas algo.. yo te veo como un hijo, Yuusei, nunca te vería de otra manera y créeme que me duele decírtelo tan fríamente, pero… es la verdad… ahora, lamento en verdad el comportamiento de Toshi ese día, y, quizás el tarde un poco en poder verte sin resentimiento, yo no… Yuusei, eres un gran chico con un gran corazón; yo lamento si te hice daño alguna vez por, quizás lastimarte al no corresponderte cómo quieres; pero… esto no puede ser…-
Usami-san… yo soy el que lo lamenta, no debí propasarme con usted… lo respeto mucho y por eso, quería seguir callando mis sentimientos… pero… no fue fácil, sobre todo porque… yo empecé a dejar de sentirlos- Misaki se extrañó un poco, ante la mirada del mayor, Yuusei prosiguió:
F-fue Kaori… o eso creo… no sé en qué momento comencé a sentir algo por él, su mirada, su bondad, su inocencia, todo es perfecto en él y este sentimiento… no se compara a ninguno que haya sentido, me duele saberlo lejos, cuando mi padre me lo comentó solo asentí y me encerré en mi habitación lloré como un niño; no creía lo que había pasado y seguramente en parte es mi culpa… Misaki-san… cuando vine ese día, lo último que pensaba era confesarme a usted, pero fue por un motivo…-
Misaki lo instó a acomodarse en una silla y le pasó una servilleta por sus mejillas; Yuusei no siguió hablando y Misaki decidió terminar por él:
Querías dejar tu corazón libre, ¿verdad?- Yuusei alzó la mirada asombrado y confundido; “¿Por qué?”
Te conozco bien, Yuusei… eres incapaz de guardarte el rencor o el dolor; es natural lo que quisiste hacer… eres un joven muy maduro aunque, un poco impulsivo… tú querías limpiar tu corazón para que Kaori lo tuviera en su estado más puro… eso lo entiendo perfectamente… eres un buen chico, Yuusei, que estos sentimientos que guardaste no sean en vano, que te ayuden a crecer y poder saber el significado del verdadero amor; porque, hijo, lo que tú sientes por mí no lo es, ¿o me equivoco?- Yuusei quedó meditativo algunos instantes, comparó las risas, caricias, gestos, tacto y carácter de cada uno; y entonces lo supo, lo que sentía por Misaki solo era un afectuoso cariño y gratitud, pero Kaori le hacía sentir emociones y dolencias que, solo habían sido descritas en las obras de grandes autores, algo llamado, amor, en su más pura extensión.
Yo… lo amo… amo a Kaori- musitó pausadamente, sonriendo a pesar de las gruesas lagrimas que empañaban su rostro; por haberlo descubierto tan tarde.
Y lo perdí…- Misaki negó con la cabeza- No lo perdiste… aun puedes recuperarlo-
¿Cómo? ¿Vendrá pronto?- el mayor negó con la cabeza, estaba a punto de hablar cuando escuchó la voz de Akihiko llamarle, solo se limitó a sonreírle cálidamente a Yuusei- Tu irás a buscarlo-
¿Eh?- Misaki se marchó antes de que Yuusei pudiera hacer nada, este quedó en la cocina meditando lo dicho, buscándole alguna coherencia; pero estaba en blanco, la cafetera comenzó a drenar con más volumen y se distrajo para preparar el té; desviando un poco sus pensamientos.
¡Miyagi!- se escandalizó y retiró abruptamente la copa que el profesor sostenía, mirándole con reproche- No debes de tomar y menos en tu estado-
Oh, Shinobu-chin, solo será una copita… además no estoy embarazado como para compartir el jugo de Misaki- el aludido quedó estático a punto de tomar su bebida; mirando interrogante a la pareja, Shinobu replicó:
¡Esa no es excusa! No puedes beber y punto- de un solo trago se tomó lo que había en la copa, ahogándose un poco, Miyagi en son de burla le palmeó la espalda.
Ren se acomodó mejor en el hombro de su compañero, estaba un poco cansado y no compartía mucho sobre las platicas que sus padres y los de los demás hablaban, así que decidió solo observar; pero el sueño comenzaba a dominarlo.
Hey…- Toshi se removió un poco al sentir como la cabeza de su novio perdía equilibrio, Nowaki preguntó extrañado:
¿Bebiste?-
N-no…- musitó el joven ocultando un bostezo- ¿Olvidas que no puedo beber?- Hiroki entonces entró en la conversación:
Eso… te lo buscaste jovencito… y no olvides que aún me debes el ensayo-
¡Papa! No estudio literatura! No sé de eso!-
Puedes pedirle ayuda a tu novio ¿no? De algo le servirá que sea su maestro- Ren enrojeció un poco al percatarse de la posible situación, Toshi solo rió por lo bajo, Nowaki no fue tan discreto.
Hiro-san… creo que bebiste demasiado-
Ehh? Si apenas llevo dos… no, tres copas… Akihiko tu vino es muy bueno- el autor agradeció las palabras y le sirvió otra ante la mirada reprochable de Nowaki, Misaki suspiró cansadamente bebiendo su jugo, contaba los segundos antes de que Hiroki comenzara a pedir el juego de cartas o algo así, miró a los chicos quienes estaban cayendo un poco por el sueño, pues no habían tomado un sorbo al igual que él.
Extraño un poco comer algunas cosas…- comentó tratando de aligerar el ambiente- Aunque los antojos son aun más raros que cuando tenía a Toshi-
¿Qué se te antoja, Misaki?- preguntó Shinobu con interés, todos parecieron prestar atención:
Una crepa dulce con queso amargo…- algunos gestos de asco fueron mostrados, Miyagi rió sonoramente:
Oh… si, los antojos ¿cómo olvidarlo? Akihiko, dime que Misaki no te ha mandado a las tres de la mañana por un bote de helado de nuez-
¡Miyagi!- Shinobu enrojeció un poco y luego declaró ofendido:
Solo tuve un único antojo, ¿y te andas quejando?-
Pero que dices! Casi estabas al borde de la histeria por tu bendito cubo!-
Yuusei trataba de mantenerse al margen y se metía mas en el asiento para evitar ser objeto de burla o reclamo, dependiendo de cada parte; Nowaki sonrió un poco distraído, Akihiko preguntó con interés:
¿Qué antojo tenía Hiroki, Nowaki?- el aludido alzó la vista y sonrió:
Pues… si tuvo varios, camarones sobre todo… aunque lo más raro fue que un día me obligo a prepararle una pizza casera-
¿Pizza? – preguntaron Ren y Toshi, quienes a estas horas, estaban metidos en la conversación:
Oh… si, la pizza…- recordó Hiroki también, luego hizo una mueca de asco- Demonios, Nowaki… como rayos me pude comer eso-
¿Qué tenía la dichosa comida?- preguntó con interés Miyagi, como una forma de molestar al castaño, este se cruzó de brazos siendo Nowaki quien respondiera.
Salami, champiñones, piña, jamón y mozzarella... el chocolate fue el ingrediente “especial”- una mueca de asco por los más jóvenes fue ejecutada a la perfección, Akihiko quedó meditativo algunos instantes.
¿Qué pasa, Usagi-san?- preguntó Misaki con interés, el autor le miró con seriedad:
No esta tan mal… quizás un paquete de ositos de goma puedan darle un mejor sabor- todos quedaron mudos al ver que, Akihiko planteaba seriamente aquella monstruosidad; para evitar que el autor en su arranque de locura hiciera esa barbaridad, Misaki se levantó para traer el juego de cartas, no vaya a ser que el autor los pusiera a cocinar eso.
Muchas gracias por la velada, Usami-san- Shinobu se despedía cortésmente de Akihiko; Misaki lo abrazó afectuosamente:
Me alegra que hayan venido sanos y salvos… cualquier cosa aquí estamos-
Muchas gracias…- sin que se los demás se dieran cuenta, Misaki colocó un sobre en las manos de Shinobu, este al comprender asintió sonreído, con un gesto hizo el ademán de agradecimiento y luego se dirigió a Miyagi.
Anda vamos Miyagi… Yuusei- se encaminó un poco delante de aquellos, Yuusei hizo una reverencia cortés a la pareja, Misaki despeinó sus cabellos con ternura.
Cuídate-
Nos vemos…- cuando desaparecieron tras el elevador, Misaki suspiró, aun le faltaba mucho a Yuusei para poder verlo nuevamente sin temor, Akihiko lo abrazó al tiempo que besaba su mejilla- ¿Estas cansado?- Un poco… solo eso- cuando estos se dirigían de nuevo a su hogar, Nowaki y Hiroki salían de este:
Nosotros también nos retiramos- Misaki vio con un dejo de preocupación el hecho de que Nowaki cargara con Ren dormido- Esta bien, Misaki- dijo Hiroki- Solo se durmió durante el juego, tiene el sueño pesado-
Me pregunto porque…- comentó Usami de lo más casual palmeando su hombro y el de Kusama- Buenas noches, gracias por venir- Nowaki se despidió apenas, Hiroki refunfuñó:
Idiota-
Pero, ¿seguro no quieren quedarse esta noche?-
No, Misaki… no queremos importunarlos, además no me siento cómodo en otras camas-
Oh… bueno, en ese caso nos vemos luego, cuidado en el camino-
Si, nos vemos- Hiroki se despidió con un ademán de mano y ayudó a Nowaki llamando al elevador, una vez despedidos, el editor regresó a su hogar.
Hey… Ren, despierta- el joven farfullo somnoliento, Hiroki paseó una mano por sus cabellos y logró despertarlo.
¿Eh?- se sorprendió un poco al saberse dentro de un taxi; Hiroki le advirtió-
Llegamos a casa, anda despierta que no creo que Nowaki pueda cargarte hasta nuestro piso-
Ren se removió un poco y, ayudado por Hiroki, se apeó del taxi, en silencio llegaron a su departamento, el joven se fue directo a la cama, pues estaba exhausto, Hiroki fue directo a la cocina y Nowaki recogía un poco la sala.
Pasaron algunos minutos y entonces algo de ruido se escuchó en la cocina, luego Hiroki se dejó ver con un par de copas y una botella de vino en su mano.
¿Hiro-san?-
Me quedaron ganas… el vino de Akihiko se acabo pronto y no me sentía cómodo con Misaki así; me dio un poco de pena-
¿Estás seguro? Yo mañana descanso pero…-
Está bien, además Miyagi ya volvió, puede hacerse cargo si yo no voy- dicho esto, destapó el corto de la botella sentándose en el sofá sirviendo ambas copas.
De acuerdo-
Jajajaja, ¿en serio, Hiro-san?- Nowaki reía sonoramente, pero fue callado de un manotazo por Hiroki:
¡Despertarás a Ren! Y si, ¿Por qué crees que no come pimientos?-
Pero… ¿hospitalizado? A lo mucho sería de un día o dos…-
Pero no eran comestibles, esa clase de biología nos dejó una gran enseñanza…-
Y Misaki ahora tiene que cocinar aparte- comentó Kusama con una ligera sonrisa, Hiroki asintió sintiendo un poco de pena porque Takahashi cumpliera los caprichos y traumas escondidos de su esposo.
Akihiko dice que será niña…- comentó luego de un par de segundos, Nowaki asintió sorbiendo su copa sin pensar nada en concreto, observando algún punto en la pared, que, no observó cuando Hiroki cambió de semblante y ahora le miraba entre ansioso y dolido; Kusama no sintió cuando Hiroki se acercó un poco más, sino hasta que este le rozaba la entrepierna sobresaltándolo.
H-Hiro…-
Shh…- el mayor se sentó a horcajas sobre él besándolo lentamente, importándole poco el lugar o el vino que se derramó en sus ropas, llevado por su instinto, levantó la camisa de Nowaki besando su pecho con avidez, el galeno se dejaba hacer.
Oh…ah…- Hiroki disfrutaba cada gemido y cuando finalmente logró erizar sus pezones, regresó a su boca, Kusama aprovechó para quitarle el mismo la camisa y darle atenciones.
Quedó con su pantalón abierto hasta las rodillas igualmente los interiores, Hiroki aun estaba sobre Nowaki, solo que ahora el doctor se dedicaba a excitarlo de diversas maneras, el profesor solo podía gemir levemente, recordando a veces que cierto castaño podría despertar.
Nowaki no tardó mucho en prepararlo y con lentitud comenzó a penetrarlo, las estocadas eran precisas y sensuales, Hiroki movía su cuerpo lentamente, disfrutando; entonces el galeno no pudo más al tener a Hiroki en esa faceta, se corrió vigorosamente y aún estaba agitado cuando sintió la esencia de su esposo en su vientre; así, exhaustos se sonrieron pícaramente.
Eres increíble… Hiro-san- murmuró el pediatra besando sus labios, Hiroki acarició su rostro y un poco aturdido ya sea por la pasión o la embriaguez comentó:
¿Crees que… podríamos hacerlo?- el pediatra se descolocó un poco y preguntó besando su cuello, teniendo una ligera idea.
¿Qué cosa, Hiro-san?-
Un bebé…sería lindo, quizás una niña…- Kusama detuvo su erótica caricia de pronto, Hiroki no se inmuto ante el gesto, sino que parpadeó un poco y bostezo; el cansancio y plenitud que había sentido luego de hacer el amor, pudieron más y quedó dormido en los brazos de su pareja, quien se había quedado anonado sin saber exactamente que pensar o decir.