CAPITULO 44: DOS MESES DESPUÉS…
Era la una de la madrugada, acababa de dormir hace menos de media hora debido a un ensayo que su profesor de literatura –y futuro suegro- encargó, bastante pesado, pero el logró terminarlo.
Se removió un poco quedando boca abajo y abrazando la almohada; se sentía tan descansado… tranquilo… relajado…
Hasta que alguien comenzó a gritar despertándole de su letargo.
¡Usagi-san! ¡No es necesario que grites! Toshi se despertó del todo al escuchar el grito de Misaki, salió descalzo y a zancadas asomándose en el marco de la puerta, para ver como Akihiko llevaba en brazos a Misaki, inmediatamente acudió en su auxilio:
Papa, ¿Qué sucede?-
Misaki se siente mal-
¡¿Eh?! ¿Ya va a nacer?- cierto, el joven ya contaba con ocho meses y una semana, en cualquier momento podría suceder, sin embargo el ojiverde no presentaba molestia alguna hasta estos momentos.
¡Voy a prender el auto!-
Los minutos pasaron rápido; y ahora, en la sala de espera dos angustiados hombres aguardaban ansiosos el momento, prácticamente Akihiko había volado al hospital mientras en la parte trasera, Toshi no dejaba de mirar a Misaki; este no se habia quejado en el camino pero seguramente pensaba que había sido una exageración, no le dolía demasiado; cabía decir que aún estaban en pijamas aunque poco importaba en estos momentos.
Llegaron y al instante los atendieron.
El doctor que los recibió caminaba directo a ellos, Akihiko se levantó del asiento con rapidez; antes de preguntar el otro estaba respondiendo:
Señor Usami, si gusta acompañarme para que asista a su esposo-
Akihiko ni tardo ni perezoso asintió sintiéndose entre turbado y feliz; Toshi quedó en el asiento, seguía esperando, al cabo de unos minutos tomó el celular que Akihiko había dejado olvidado en su silla y llamó a la única persona que quería ver en estos momentos.
¿Usami-chichi?- le respondieron al otro lado, Toshi sintió que algo en su interior se calmaba al escuchar la voz soñolienta de su novio; el mozo le respondió:
Ren… ¿puedes venir?-
En menos de media hora, un joven castaño acompañado de uno de sus padres entraba al hospital; Nowaki señaló en una dirección y Ren se adelantó, al divisarlo Toshi se levantó abrazándolo con ternura:
¿Cómo esta Misaki-chichi?-
No lo sé, mi padre entró hace media hora con él… estoy asustado-Ren lo miró con dulzura y acarició su rostro:
Tranquilo, todo estará bien…- se dirigió a Nowaki- Papa, dame la mochila, por favor- Nowaki le entregó el paquete, Ren se la dio a Toshi, este un poco extrañado preguntó:
¿Qué es?-
Ropa de mi papa, deduje que la necesitarías, ve a cambiarte nosotros te esperamos- Toshi sonrió tranquilo por primera vez en esas horas y se dirigió al baño, Ren entre tanto se sentó en una silla libre, Nowaki a su lado llamaba a Hiroki y una vez que se vio libre, fue a sentarse con él.
¿Estás bien?-
Si, papa… no es necesario que te quedes, tienes que ir a trabajar temprano-
No importa, me quedaré con ustedes y si puedo ayudar en algo a Akihiko-
Ren no respondió; solo se limitó a asentir y esperar en silencio.
Pasó otra media hora; Toshi se había cambiado a algo más abrigador y ahora no dejaba de dar vueltas en la sala de espera; donde aparte de ellos un puñado de personas también esperaba noticias de sus seres queridos, finalmente un médico que Toshi reconoció hizo que volcara toda su atención en él.
Doctor, ¿cómo esta mi padre?-
Vienes con el señor Usami; verdad-
Así es… por favor, dígame como está…- había suplica y temor en su petición; el galeno suspiró, habló:
En estos momentos está tranquilo en la cama, sin embargo…- el tono y la frase calaron frío en Toshi; con temor miró al médico buscando algún signo o pista que le indicara más; Nowaki intervino por primera vez:
¿Tiene alguna complicación?-
Así es… el parto del señor Usami estaba programado dentro de dos semanas… si el bebé estuviese mal acomodado en seguida lo veremos…-
P-pero ellos estarán bien, verdad…-
Haremos todo lo posible- esta respuesta en cierto modo reconfortó a Toshi; sin embargo Nowaki sabía que algo no estaba del todo bien, no insistió para que el joven a lado suyo se mostrara desesperado; Ren percibió la seriedad de Nowaki pero no dijo nada, solo se limitó a reconfortar a Toshizo; el médico se despidió aduciendo que tenía que revisar algunos detalles; los tres personajes quedaron de nuevo en la sala de espera.
Akihiko…- Misaki le hablaba con suavidad; tratando de soportar una nueva punzada de dolor en su parte baja, de un momento a otro la situación se había agravado, apenas esta madrugada había despertado por una similar; trató de no darle importancia debido a que aún faltaba tiempo; sin embargo a los pocos minutos la molestia comenzó a intensificarse.
En esos momentos había llamado a Akihiko; que en cuanto lo vio acomplejado inmediatamente se despertó y lo socorrió; antes de que se diera cuenta o lo razonara ya estaba en el área de reconocimiento.
¿Qué sucede Misaki? ¿Te duele algo?- Misaki asintió tratando de incorporarse; pero Akihiko se lo impidió:
No te muevas, en seguida traeré al médico-
Aki…-
Shhh…- besó su frente como un gesto de protección y marchó; el castaño recostado en su cama acarició su vientre con preocupación, así lo encontró de nuevo Akihiko quien venía acompañado del galeno.
¿Qué sucede, señor Usami?-
Es que… siento dolor ahí abajo- señaló con pena el lugar, a pesar de los años- ¿hoy lo daré a luz? ¿No es muy pronto?- Akihiko también miró al doctor con duda, este respondió con solemnidad:
Su embarazo se había estado llevando de forma saludable hasta esta madrugada; según la ecografía que le hemos aplicado la bebé está en una posición adecuada para poder nacer, tal parece que ya quiere ver el mundo- Misaki sonrió con dulzura, Akihiko apretó su mano.
Vuelvo en seguida; empezaré con los preparativos-
S-si… gracias…- Akihiko un poco más calmado le sonrió con ternura acariciando sus cabellos.
¿Estás bien?-
Si… solo es incómodo… en verdad no tenías que hacer tanto alboroto por esto-
Pero estaba preocupado… Toshi también- esto recordó a Misaki:
Toshi está aquí… oh cielos, Akihiko ve y dile que se marche a casa, no quiero que se malpase por esto-
Shh tranquilo… iré pero no te aseguro que logre sacarlo de aquí… tu sabes bien lo terco que es a veces, sobre todo contigo- Misaki bufó con una sonrisa y negó con la cabeza, el escritor besó sus labios y se marchó.
Al verlo en la sala de emergencia; su hijo dejó el surco que hacía y lo miró con entera preocupación; Akihiko inmediatamente le informó:
Tu padre está bien, los médicos dicen que puede dar a luz hoy, pues tu hermana está lista para nacer… me encargó que te dijera que marcharas a casa…- Toshi mostró una sonrisa de alivio, Nowaki palmeó su espalda y habló al escritor:
¿Necesitan algo?-
No, Nowaki… gracias por su preocupación…-
En ese caso, Ren… ¿nos vamos?-
Este… ¿Toshi?-
Yo me quedo… no quiero ir a casa-
Entonces yo también, Usami-chichi- Akihiko sonrió, ya se esperaba una respuesta así de este par y asintió entregándole a Toshi una tarjeta de crédito:
Si tienen hambre o algo coman con esto… yo regresaré con Misaki; creo que no puede recibir visitas ahora…-
Entiendo papa… nos vemos- se despidió con un ademán de Nowaki, al perderse por los pasillos Ren se dirigió a este:
Papa, yo me quedaré con Toshi; tu ve y descansa…- por mucho que quisiera llevarse a Ren también, sabía que no podía hacerlo, suspiró asintiendo y el también darle algo de efectivo e insistiendo repetidas veces en que llamara, luego de que se marchara también, Toshi se sentó en la sala de espera después de tanto tiempo dando vueltas, Ren silencioso se colocó a su lado recargando su cabeza en el hombro del joven.
La tranquilidad de la pareja era solemne; Misaki estaba siendo preparado para el parto, no había ningún impedimento para poder traer a su pequeña normalmente, Akihiko estaba con él enteramente emocionado por participar de aquello por primera vez, en cierta forma, estaba ansioso.
Un pequeño quejido llamó su atención, el escritor inmediato estuvo a su lado:
¿Qué sucede?-
Contracción…- desde hace dos horas las tenía, debido a lo espaciadas que eran decidieron seguir esperando; Akihiko daba vueltas a los jóvenes quienes ya habían almorzado y vuelto a su lugar; informándoles de lo sucedido. Cuando las contracciones se hicieron menos espaciadas, lo subieron a piso.
Muy bien, estamos listos; señor Usami, por favor abra las piernas- Misaki asintió y con un poco de dolor lo hizo, el doctor revisó constatando que todo estaba en orden; impartió algunas instrucciones, Akihiko siempre a su lado, le tomaba la mano con firmeza, susurrándole palabras consoladoras que aliviaban de cuando en cuando los espasmos.
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Y ya era el medio día, Misaki desde que había llegado incluyendo cuando lo subieron a piso llevaba casi doce horas en labor de parto, al principio pensaron que era solo una leve complicación; pero conforme el bebé seguía empujando para salir, era insoportable para Misaki.
Akihiko desesperado, pedía al médico al punto de ser irracional que hiciera algo; el doctor hacia lo que podía, pero el cuerpo de Misaki se negaba a cooperar, el castaño ya estaba agotado y la anestesia no ayudaba mucho.
Para complicar más las cosas, un alarmante piteo capturó la atención del médico; el ritmo del corazón del bebé estaba bajando, Akihiko al darse por entendido tomó el rostro del castaño en sus manos hablándole con infinita dulzura y desesperación:
Hey Misaki, vamos tu puedes…-
E-estoy cansado Akihiko… n-no puedo… duele demasiado…- el castaño se sentía cada vez más aterrado, pensar que estaba dañando a su bebé lo alarmaba de sobremanera, comenzó a respirar entrecortadamente y el escritor lo advirtió:
¡Doctor! ¡Haga algo!- el galeno con toda la entereza que requiere su profesión dio rápidas instrucciones:
Tiene taquicardia, necesitamos regular su corazón y luego proceder a la cesárea, no hay tiempo que perder… señor Usami, necesito que me ayude a mantener a su esposo quieto- Akihiko vacilante se movía mecánicamente, observó como el doctor aplicaba primero un medicamento y como el ritmo cardiaco se regularizaba en segundos, acto seguido y con asistencia logró mover a Misaki de lado descubriendo un poco su espalda:
Sosténgalo y no permita que se mueva…- el escritor asintió turbado, el galeno insertó una aguja en medio de su espalda; Misaki apenas si notó eso.
Sigamos, enfermera necesito saber el ritmo del bebé, presenta una bradicardia…- el doctor seguía hablando, dando instrucciones, el escritor apenas lo oía y no entendía nada, solo veía a Misaki, como este luchaba constantemente por estar consciente, en un momento dado, lo llamó:
U-Usagi…- sollozando, Akihiko sostuvo su mano besando su frente- Aquí estoy… vamos Misaki, seamos fuertes… pronto Kosuzu estará con nosotros…- Misaki registró esto último y mostró una débil sonrisa:
Qué hermoso nombre… Kosuzu… e-es…- de un momento a otro, Misaki cerró los ojos, alarmado Akihiko alzó la mirada buscando auxilio, pero notó que una enfermera era quien lo había dormido, solo eso.
Pero que…-
Necesitamos que esté tranquilo; realizaremos una cesárea de emergencia…- el escritor asintió vacilante, observando todo con asombro y miedo, miedo de que algo malo sucediera, mas todavía…
Akihiko solo atinó a sostener su mano y tras intercambiar un par de miradas decisivas entre él y el médico comenzó la cirugía.
Las tres de la tarde, Toshi volvía a dar vueltas por la sala de espera.
¡Es demasiado, casi quince horas!- Ren movía su pierna inquietamente, mirando a Toshi con abnegación y luego de otras tres vueltas frente a él, se levantó deteniéndolo:
Toshi, por favor detente… seguro todo estará bien, ya verás…-
Pero… no ha salido mi papa a decirnos nada, y el enfermero que salió hace poco dijo lo mismo…-
Por algo es… si dijo que todo estaba marchando a buen ritmo debe estarlo…-
Pero ella iba a nacer de forma normal… no entiendo como…-
Complicaciones tal vez, pero no sirve de nada que te estreses por eso, recuerda que Misaki-chichi es muy valiente…- Toshi en medio de su frustración y miedo, fijó su mirada en el joven que lo tomaba con suavidad de las manos, aquellas orbes azules como el mar le inspiraban tanta paz, Ren sin saberlo lograba calmar a la fiera con solo este gesto, Toshi suspiró abrazándolo enterrando su cara en su cuello respirando hondamente, Ren le daba palmadas en su espalda.
Un llanto que tanto tiempo anheló escuchar lo sacó de su letargo y angustia; con pesadez logró distinguir un pequeño envoltorio que el médico cubría con una manta un grupo de enfermeras lo limpiaron y checaron sus signos vitales, y, en una fracción de segundo una de ellas le entregó el preciado paquete a Akihiko; quien lo recibió anhelante, la pequeña aún lloraba con fuerza sin embargo el escritor la mecía logrando calmarla, abrió lentamente los ojos mirando de forma extrañada al hombre que le sonreía entre nervioso y feliz.
Kosuzu… bienvenida…- la sorpresa del color de estos, al igual que su cabello apenas le permitieron modular algunas palabras, era tan parecida a Misaki…
Al recordarlo, el escritor volteó la vista a la cama, donde el médico cerraba la herida en su vientre, con un ademan le indicó que todo estaba bien, una enfermera le pidió a su pequeña para llevarla a los cuneros, un enfermero le indicó que tendría que salir se despidió de Misaki con un beso en la frente y así lo hizo, pasó a un cuarto donde se deshizo de sus ropas para entrar y muy pronto salió del quirófano.
Es hermosa…- dijo Ren colocando su mano sobre el vitral, hasta hace unos momentos dos enfermeras acomodaban a la pequeña en un cunero junto a otros bebes; ellos la podían ver desde esa distancia.
¿Cómo estará mi papa?- musitó Toshi con preocupación, Ren lo advirtió y recargó su cabeza en su hombro suspirando, pasaron algunos minutos observaron que la pequeña comenzaba a dormirse, rieron por lo bajo por la escena, segundos después el mayor escuchó ser llamado.
Era Akihiko, se notaba cansado pero muy feliz, Toshi le sonrió dándole una seña para acercarse, el escritor lo hizo y pronto también veía a la niña, con una mano palmeó el hombro de su hijo, en señal de alegría, Toshi preguntó:
¿Cómo esta papa?-
El está bien… ya lo están instalando en su cuarto…- termino de decir esto, cuando un enfermero de los que habían asistido en el parto, se acercó a los tres:
Usami-san; su esposo acaba de despertar... llama por usted- el escritor no perdió tiempo y seguido de los otros dos fueron al lugar.
Misaki había despertado un tanto desconcertado; palmeo un poco su vientre produciéndole una punzada de dolor, entonces supo que ya no estaba embarazado…
Un enfermero que no había notado, le dio la bienvenida y el paciente inmediatamente preguntó:
¿Qué pasó? ¿Y mi bebe? ¿Ya nació? ¿Dónde está Akihiko?-
Su bebé ya está en los cuneros, es una niña fuerte y sana, su esposo debe estar en ese lugar... iré por él y también mandaré que le traigan a su niña- Misaki sonrió asintiendo; pasaron cerca de cinco minutos antes de que escuchara algunos pasos y ver al escritor abriendo la puerta.
Misaki alzó una mano instándolo a acercarse, Akihiko lo hizo y tomó esta entre las suyas besándola con devoción, con su otra mano Misaki acarició su rostro suavemente, con una ligera sonrisa:
Ya nació…-
Si… es hermosa…-
Toshi y Ren los observaron con ternura, una parte de ellos sentía que sobraban ahí, sin embargo Misaki les llamó la atención:
Muchachos, no se queden en la puerta, vengan…- Toshi tomó de la mano a Ren y se acercaron; algunos minutos pasaron charlando antes de que el mismo enfermero acompañado del doctor que había atendido su parto, trajeran a su pequeña.
Los ojos le brillaron a Misaki; instintivamente alzó los brazos pidiéndola, el joven la entregó y en lo que los cuatro la admiraban curiosos; el médico carraspeó llamando su atención:
Muchas felicidades, Usami-san… tienen una niña hermosa y fuerte…-
Doctor… ¿porque se complicó el parto?- preguntó Misaki con duda, el galeno respondió:
Es algo con lo que ya contábamos y lo tratamos en consultas pasadas; sobre todo al enterarle de su estado… este pudo ser un parto normal o complicado debido a que su cuerpo pudo resentir los daños del accidente… por eso, por mucho esfuerzo que hiciera; no podía expulsar a la bebé… el daño a su cuerpo sería demasiado para resistirlo, no hubiéramos podido saberlo a tiempo sino hasta la práctica… así que por eso se le realizó una cesárea de emergencia, señor Usami, ahora quiero que presten atención… debido a la situación el aparato reproductivo de usted quedó irreversiblemente dañado, un nuevo embarazo sería fatal…-
Eso lo entiendo doctor, siempre lo he tenido claro…- dijo Misaki sonriendo tranquilizadoramente- Ya tengo dos preciosos hijos y no puedo pedir más a la vida que salud para estar con ellos- el doctor sonrió, y tras algunas recomendaciones más se despidió diciendo que todavía tenía que estar una semana más por observaciones, cuando estuvieron solos, Toshi preguntó:
¿Cómo se llamará? ¿O aun no tienen un nombre?- Akihiko y Misaki se miraron sonreídos:
Kosuzu… Usami Kosuzu-
Kosuzu-chan eh…- dijo Ren acariciando su mejilla, provocando que la pequeña abriera sus ojos, el joven sonrió enternecido – Felicidades Misaki-chichi, se parece mucho a usted…-
Akihiko le dio un beso a su esposo, reafirmando lo dicho; Misaki se mantenía en silencio, disfrutando el cariño de sus seres queridos.