CAPITULO 46: DE CONSEJOS Y SITUACIONES EMBARAZOSAS
Cada quien se marchó por su lado, Akihiko fue a recoger a Misaki a la estación de tren, Toshi quería ir también, pero se arriesgaba a que el escritor siguiera indagando en sus asuntos, así que mejor decidió marcharse.
Caminaba por las calles de la ciudad hasta llegar al mall analizó si acaso necesitaba algo; cuando una playera llamó su atención en un escaparate del segundo piso, con ánimos se aventuró a ir; al llegar analizo la prenda, el color azul serigrafiada con una marca conocida y el precio no estaba nada mal, decidió comprarla.
Acto seguido, siguió recorriendo los pasillos y se detuvo en un local deportivo; lejos de los balones y tachones fosforescentes, acudió a los tenis convencionales; pidió al un joven encargado una talla y color específico; analizando el arco, soporte y textura; revisó tres pares mas antes de decidirse por los primeros, tomó un par de calcetines y pagó en caja, al salir subió a un tercer piso, pues había recordado que había varios locales de regalo, una vez en esa sección fue al primero que encontró; entregó sus cosas a la encargada mientras él se entretenía con los adornos en los escaparates; había osos y corazones en todos los rincones, pues el día de san Valentín y el White day casi acababan de pasar, un pequeño patito de felfa con un corazón recitando “i love you” llamó su atención, pidió a la encargada colocarlo también ahí, esta sonrió siguiendo en su labor, cuando estuvo listo lo entregó y Toshi pagó el encargo.
Salió de la tienda con una gran bolsa con vistas azules de regalo; tenia una sonrisa fantasiosa conforme bajaba las escaleras eléctricas.
Hiroki lo había acompañado hasta cierta estación del metro, pues Nowaki lo había citado en el restaurante de siempre, no queriendo admitirlo o emocionarse, se excusó sutilmente, Ren solo sonrió con dulzura pareciéndole adorable el gesto que su padre hacia, pero no podía evitar seguir preocupado por su salud; sin embargo, para no malograr su cita, decidió dejarlo pasar.
Directo a la casa, jovencito-
Si, papa…- las puertas del metro se cerraron y Ren se recargó en un tubo mirando al frente, cuando su celular comenzó a vibrar.
¿Hola?-
Ren, soy Toshi…-
Ah, Toshi- sonrió- Como estas?-
Bien… estoy en camino a tu casa, ¿estás ahí?-
Eh? Ah… no, estoy en el metro, me dirijo ahí, por donde estas?-
También en el metro…-
¿En serio?- Ren observó en varias direcciones, no estaba muy lleno así que podría ver al otro extremo, sonrió al divisar su alta figura intentando buscarlo en el lado equivocado:
Mas a tu derecha…- el otro se volteó y cruzaron miradas, Ren avanzó unos cuantos pasos al igual que Toshi, al tenerse frente a frente el mayor intentó besarlo, pero un par de niños comenzaron a gritar, peleándose por sentarse en un lugar, así que, solo se sonrieron amenos.
¿Y eso?- preguntó Ren al ver la gran bolsa, Toshi la alzó entregándosela:
Es para ti…- Ren lo miró totalmente sorprendido, abrió la bolsa encontrándose con el patito de felfa, interrogo a Toshi con la mirada y este solo movió los hombros como diciendo “es adorable, ¿apoco no?”- antes de seguir viendo lo demás, llegaron a la estación, ambos bajaron.
En el camino, conversaban sobre las calificaciones, el resentimiento de Toshi causó gracia a Ren, quien no paraba de recriminarle que tenía razón y celebrar también su victoria, pues era de los pocos que habían pasado su materia en una.
Muy gracioso Ren Kusama…- el aludido hizo un mohín cuando el otro apretó su nariz juguetonamente; entre charlas diversas –Toshi omitiendo su plática con Akihiko, por supuesto- llegaron al departamento del menor, este abrió la puerta y entraron.
¿Quieres hacer algo?- preguntó dejando el regalo en la mesa; Toshi se sentó en un sofá:
No realmente, solo quería verte- Ren lo miró sonrojado; y acto seguido, se sentó junto a él, el menor encendió la televisión, después de todo podrían ver una película…
Pasaron cinco minutos, antes de que ambos comenzaran a sentirse ansiosos. Toshi se las ingenió para abrazar a Ren y este se recargaba en su hombro, no prestaba atención a la película pues la mano de Toshizo acariciaba su brazo como un suave arrullo, la función se interrumpió por los anuncios y Toshi aprovechó ese momento para apagar la televisión, Ren se apartó extrañado:
¿No quieres ver…- no terminó de hablar, pues sus labios fueron apresados, Toshi lo besó con dulzura, con su lengua acariciándolo haciendo que este los abriera y correspondiera, al separarse, Toshi pasó una mano por su mejilla:
Ren… podríamos…- el corazón comenzó a latir aceleradamente, no habían tenido contacto físico desde navidad del año pasado, ciertamente no les afectaba demasiado, pues cada quien estaba inmerso en sus tareas y el tiempo que tenían disponible lo usaban para salir al cine o como calidad; el sexo todavía no se había vuelto parte de sus rutinas del diario.
Sin embargo, ahora…
V-vamos…- musitó sonrojado, tomando su mano y ambos encaminarse a la habitación.
Lo guió suavemente a la cama recostándolo sobre su espalda, Ren suspiró cuando sintió el cuerpo de Toshi sobre él; el sonido de la cama solo le hacía sentir más ansioso.
El resto de la casa estaba silenciosa y tal parecía que el mueble se empeñaba en demostrar las acciones que se llevarían a cabo.
Shhh tranquilo…- susurró de forma ronca y seductora; en realidad debió de haber estado ciego para no ver al increíble hombre que se desvivía por él.
Toshi…-Ren se acomodó mejor en la cama y apartó una almohada tirándola al suelo, el ojiverde sonrió mientras le besaba la clavícula sobre la ropa y su mano viajaba al interior de la playera.
Ahhgm…- gimió al sentir el contacto de la fría mano sobre su piel; era tan exquisitamente excitante y no pudo sino suspirar placenteramente con el dulce masaje que Toshi le dedicaba a sus pezones; y este sonrió al sentirlo duro, sacó su mano y con la otra levantó la camisa y contemplarlo mejor.
Toshi le besó en la boca con dulzura paseando su lengua de forma fiera y vivaz por todos los rincones-
Los besos sabían a amor y Ren los recibió gustoso; se sentía plenamente feliz y consciente de lo que hacía, estaba infinitamente agradecido por tener a Toshi a su lado, en las buenas y en las malas, quizás era demasiado joven para saberlo, pero estaba seguro que él era el indicado.
Pronto los dulces y delicados gestos fueron cambiados por otros más demandantes como la situación cambiaba; pues Toshi se había deshecho de su camisa y ahora su perfecto torax era expuesto a su joven ojiazul.
Quien se sonrojo por la vista y bajo la mirada; sin embargo, Toshi sonrió negando con la cabeza.
Como si nunca me hubieras visto así…-
P-pero es diferente- renegó un poco molesto y sonrojándose; el ojiverde solo le acarició el cabello:
Bueno…tendrás que acostumbrarte…-
¿Ehh?- pronto no fueron solo sus camisas las que estaban en el suelo y a orilla de la cama; sino sus pantalones y bóxers; ambos totalmente desnudos ante el otro.
El pudor y la vergüenza le hicieron buscar una sabana y enrollarse en ella; Toshi lo apartaba suavemente.
No hay de que avergonzarse, Ren… eres maravilloso- su piel tersa y dorada a la luz de la cortina que filtraba el sol, daban una iluminación cálida y amena; Toshi apartó las sabanas y posicionándose de nuevo sobre Ren, comenzó a besarle el cuello y el pecho.
Ahhh… Toshi…- sentía que se quemaba ante el toque de las manos frías, bastante irónico pero era verdad; sus sensaciones a flor de piel y sintiéndose presa de la excitación del momento; se dejó llevar por las deseosas manos del que paso de mejor amigo a amante.
Ren…- llegó a su virilidad y la contemplo orgulloso; sabía que el lo había provocado y le daba tal placer el hecho; pronto rodeó con la lengua el palpitante miembro y besó la punta; Ren arrugaba las sábanas y apretaba los dientes.
No te contengas-
Hmmm…- pronto sintió ser envuelto por la boca de mayor y su cadera empujó un poco por tal placer; sentía morir y revivir con cada caricia a su miembro y entrada; pues Toshi se ocupaba hábilmente de las dos; cuando llegó a su límite grito su nombre en un gran gemido y se vino dentro de su boca.
Cerró los ojos tratando de serenarse y a su agitado corazón quien latía desaforado; cuando los volvió a abrir; vio a Toshi sobre él tensionando los brazos y mirándole sonreído; sus esmeraldas brillaban como una radiante gema y le miraban deseoso.
¿Estas bien?- asintió desorientado y suspiró:
Toshi…- los labios del más alto le besaron deseoso una vez mas y cuando consideró que el otro estaba listo para el siguiente paso, se ubicó entre sus piernas, elevándolo suavemente, lo cual le alerto sin embargo este le sonrió con dulzura:
No te haré daño- confiar en sus palabras; era lo que Ren se decía a sí mismo; cuando sintió el largo dedo de su mayor; gimió con algo de molestia, sin embargo pronto acompañó el suave y lento movimiento con sus caderas y una sonrisa apacible se formó en su rostro.
Su corazón ya no tenía salida; se había entregado tal como su cuerpo en este momento al hombre que lo estaba poseyendo como ya era suyo.
Confió en ello y pronto el mismo retiró la mano del otro; solo una mirada bastó para hacerle saber a Toshi que estaba listo y este amoldarse mejor.
Primero metió la punta y ocasionando un gemido en ambos siguió introduciéndose hasta quedar totalmente dentro.
Pronto las embestidas, suaves y rítmicas se transformaron en vigorosas y demandantes; Toshi tomaba con fuerza pero a la vez tratando de no lastimar el cuerpo de Ren; otorgándole un placer inimaginable; mientras este se dejaba hacer, totalmente vulnerable ante el vigoroso hombre que lo poseía como si no hubiera mañana.
Entonces llegaron a un punto en que, sus cuerpos estaban en el límite y Toshi afirmando en un agarre la delgada cintura de su querido Ren se vino dentro de este provocando que el otro lo hiciera sobre sus vientres.
Permanecieron abrazados, mirándose con amor y delicadeza; Toshi jadeante le retiraba los cabellos castaños de su rostro perlado en sudor, el otro le besó superficialmente en los labios.
Te amo…- Toshi abrió los ojos como plato al escucharle decir aquello y solo le sonrió mientras le devolvía el gesto.
Yo también te amo… gracias por hacerme feliz- se abrazaron una vez más reforzando el vínculo que los unía desde siempre, estaban destinados a ello.
-.-.-.-.-.-.-.-
La tarde fue cayendo y sus fuerzas disminuyendo; se habían amado durante horas sin tomar en cuenta el lugar ni el tiempo; solo estaban ellos dos.
Sin embargo, pronto la nube de la pasión se fue despejando dando paso a lo que realmente había sucedido.
Y no, no estaban arrepentidos; todo lo contrario; pues seguían besándose dulcemente ahora, pues solo tenían fuerza para eso; sin embargo las miradas profundas y traviesas no les habían abandonado.
Toshi lo afirmó entre sus brazos de nuevo; dándole un protector y cálido beso en su frente; tanta paz y tranquilidad le transmitía aquel joven que Ren cayó dormido finalmente.
Solo entonces Toshizo se separó con pesar; pues de quedarse ahí tendrían un serio problema.
Y recogiendo las ropas regadas por la habitación del joven se vistió y vistió a su querido novio. Cuando finalmente se encargó que todo estuviera en “relativo” orden, se despidió con un tierno beso en los labios; apenas un roce que no logró despertarlo, para luego salir del lugar; no sin antes dejar una nota traviesa.
Te amo…- suspiró cuando cerró la puerta de la habitación y una sonrisa enamorada enmarcó su rostro.
Despertó al escuchar un murmullo en la sala; parecían sus padres hablando de algo trivial; pero lo suficientemente audible para Ren.
Entonces todo vino a su mente de golpe y sonrojándose en el acto vio su habitación y se vio a sí mismo; respiró aliviado al ver que tenía su ropa puesta.
Eso de inmediato le alertó, ¿fue un sueño?
Sin embargo una nota a un lado de su cama le hizo sonreír y sonrojarse:
“Mi querido Ren; tuve que marcharme, no quiero que tu padre me corte la cabeza al saber que te quité la inocencia, pero no temas, pues para mi sigues siendo tan puro como siempre… esta tarde estuviste increíble y quiero que se repita; fue maravilloso.
Te amo demasiado, descansa pues lo necesitarás”
Si Ren conociera las formas de ser tan directo de Usami; ahora entendería el parecido con su padre; sin embargo, lejos del pervertido conejo; ese joven era un pervertido romántico.
Más dulce que nada y sus comentarios directos solo le hacían gracia.
Y hacerlo reír era lo que Toshi en verdad buscaba; escuchar y ver su sonrisa junto con el brillo de sus ojos; tan especial…
Ren despierta ya casi esta la comida- los toques en la puerta le aceleraron el corazón; pero logró responder entre risas.
Voy en un momento- y dicho esto guardó la nota en su cajón y fue a darse una ducha.
El agua se sentía tan bien; hacía calor y después de lo que había hecho necesitaba una ducha para ocultar cualquier sospecha, vio las pequeñas marcas en su cuerpo y sobre todo en su pecho sonrojándose al instante y sintiéndose en verdad dichoso; sin embargo pronto pensó que tendría que ocultarlas, así que luego de bañarse se puso una camisa holgada; hacía calor y no llevaría de mangas, sería sospechoso.
Entró al comedor, Nowaki preparaba salmón salteado y Hiroki se servía un vaso de agua, el mayor llamó su atención:
Vas a tener problemas de insomnio si te duermes por las tardes…-
Estaba cansado- le sonrió tratando de parecer indiferente; cruzó miradas con Hiroki preocupado por su salud, el castaño al advertirlo desvió su mirada, Nowaki se dio la vuelta poniendo los platos servidos sobre la mesa.
La plática en la cena corrió a cargo del ojiazul, recordando que, durante su cita con Hiroki no le habia comentado cierto detalle; y era el hecho de que Tsumori-sensei pronto se casaría, Hiroki no pudo evitar comentar con cierto desdén:
Vaya, pensé que ese tipo no quería ninguna atadura… ¿a la esposa de quien fastidió?-
Hiro-san- Nowaki le miró con reproche, pero era comprensible: Es una enfermera del la unidad de terapia intensiva; al parecer ya llevan varios años saliendo y sempai decidió formalizarse la semana pasada, me pidió que fuera su padrino de bodas…-
¿Y aceptarás?-
Si, no tengo inconveniente…- Hiroki asintió sin muchos ánimos, pero se encontraba un tanto más tranquilo porque así quizás ese tipo aprendería a comportarse; Nowaki tomó su mano con dulzura, intercambiando un par de miradas amorosas; Hiroki desvió la suya breves instantes a su comida; aunque en realidad no tuviera mucha hambre, lo mismo había sucedido en la cafetería momentos antes; por suerte Nowaki no lo había percibido entonces; Hiroki decidió comenzar a comer para no levantar sospechas, el ojiazul paseó su vista por la mesa deteniéndose donde su hijo, quien comía en una especie de trance, pues no había emitido palabra desde que se sentaron a la mesa, noto que llevaba una playera de manga larga extrañándolo; pues si llevaba una se ponía otra de manga corta encima, Nowaki sonrió un poco, recordando algo que Hiroki le había comentado:
Ren, felicidades por tus calificaciones-
…-pero no obtuvo respuesta, solo un suspiro, el menor tomó algunas verduras picadas del centro de la mesa y las echó a su plato, todo esto con una serenidad en su rostro que, comenzaba a asustar a Nowaki.
Ren ¿estás bien?- preguntó con cierto tono extrañado; el pequeño Kusama le miró distraído:
¿Eh?-
Que si estás bien, parece como si estuvieras en las nubes- y eso era, pues Ren estaba ido en toda la cena, así que tranquilamente le sonrió a Nowaki:
Estoy muy bien papa… solo feliz- la sonrisa que se plasmó en su rostro sorprendió a Nowaki, ¿Dónde había visto eso? Pero tan pronto como la cuestión le asaltó también la respuesta:
“Es la misma que…”- se vio reflejado en eso y se atoró con el vaso de agua; Hiroki le dio unas cuantas palmadas:
¡Hey! ¿Estás bien?-
S-si Hiro-san… mhm…- carraspeó sin dejar de ver a su hijo preocupado; pero este solo se mantenía ajeno a todos sonriendo misteriosamente; o no tan misterioso como Nowaki supone.
Ya en la noche, Hiroki se fue a dormir, con esfuerzo había logrado comer la mitad de su plato, Nowaki pensó que quizás era el estrés así que lo dejó ser, además otras cosas ocupaban su mente…
Con parsimonia se dirigió al cuarto de Ren, encontrando a este limpiando su guitarra acústica:
Hola papa… ¿Qué se te ofrece?-
Ren…- llevó una mano a la nuca rascándose, pensando en que palabras decir, el menor extrañado dejó el instrumento de lado, Nowaki suspiró:
Hoy… te he notado extraño… ¿está todo bien?-
¿Extraño? Yo estoy normal…-
Si… es decir… no tienes problemas ¿o algo así?-
Papa…- Ren se sintió un poco ofendido, ya hace un buen de tiempo no tenía ningún lio y su padre se preocupaba exactamente por eso, ¿realmente no podía solo portarse bien?
No… lo siento, yo me expliqué mal…-
No entiendo…-
Nowaki quedó algunos segundos con la boca abierta, intentando decir algo, pero al momento de querer hacerlo volvía a callarse, Ren un poco hastiado le dijo en son de paz:
No te preocupes, estoy bien… solo estas siendo paranoico papa…-
Es que…- lo miró directo a los ojos, descubriendo de nuevo aquel brillo extraño, negó con la cabeza; reprendiéndose a sí mismo por no poder ir de frente, Nowaki se sentó a su lado sin quitar la mirada de encima, Ren comenzó a preocuparse:
Papa… ¿qué pasa? ¿Hice algo malo?- Nowaki llevó una mano a su hombro, dándole suaves palmadas y diciendo con voz conciliadora- No… solo quiero que me digas algo… pero no te vayas a molestar o gritar, entiendes?- él conocía su carácter, después de todo su lado demonio podría despertar armando tal alboroto que seguro Hiroki no podría pasarlo desapercibido.
¿Qué sucede?-
Tu y Toshi… ya…-
¿Ya… que?- no tenía idea, o no podía sospechar de Nowaki, mucho menos cuando este trataba de evitar el tema de su noviazgo al máximo, el que Ren no captara le suponía un gran esfuerzo a Nowaki por decirlo:
Ustedes… ya hicieron… “eso”- preguntó de manera pausada, cuando Ren captó la idea, estaba a punto de gritar, pero recordó su promesa y el mismo se tapó la boca, mirando furico a Nowaki, o más bien, avergonzado, este había compuesto un rostro serio que solo se mostraba cuando estaba molesto o preocupado.
Papa… como se te ocurre preguntarme esas cosas…-
Solo contéstame… no estoy enojado contigo, solo quiero saber…-
Bueno…-
Ren…- ante el silencio Ren no podía encontrar alguna respuesta, negarlo le haría sentir culpable, pero afirmarlo todo lo contrario, llegando al grado de avergonzarle o a Nowaki descargar su ira en su novio, arriesgándose a ser honesto, solo suspiró hondamente:
Si…-
Oh…- fue todo lo que dijo, manteniéndose callado y cerrado en su mente, Ren intentó componer un poco la “falta” o decepción de su padre.
Papa… este… lo siento, es decir…yo no quiero que… no… cielos… ¿Cómo te enteraste?- no encontraba manera de disculparse, o justificarse, Nowaki al escuchar su parafraseo alzó la mirada del suelo donde la tenía clavada, respiró hondamente, respondiendo su pregunta:
Es que… tienes una mirada que me hizo saberlo…-
¿Eh?-
Te conozco bien, eres mi hijo y hoy seguro pasó algo… ¿no es así?-
Papa… en serio me asustas… ¿tiene cámaras en la casa?- Nowaki rió por lo bajo:
No… pero el instinto de un padre nunca falla… entonces…- retomó la seriedad- ¿Son frecuentes?- Ren se tiró en la cama, llevándose una almohada a la cara negándose a responder, Nowaki rió un poco diciendo: -creo que es un no…-
Papa… por favor vete, ya me has avergonzado mucho…-
Si, lo siento… solo quería estar seguro…-
Si, si…- un extraño ruido proveniente del bolsillo de Nowaki les sacó de su plática:
Mejor vete, te necesitan…-
Sí, nos vemos Ren…- se levantó, dándole un beso en la frente a su muchacho, al llegar a la puerta, el menor le llamó:
Eso significa… ¿que tengo permiso o algo así?- Nowaki se tuvo que morder la lengua para no responder intempestivamente: Solo cuídate… confió en que no te hará mucho daño…- el sonrojo apareció en ambos, Ren siguió- Por favor no le digas a papa, no quiero que arme una escena…-
Si Hiro-san se enterara, no será por mí, solo que si lo van a hacer en la casa tengan cuidado- un consejo, algo extraño, hizo que Ren sonriera un poco divertido; y como si la divina providencia se hubiese apiadado de su dilema, el localizador volvió a sonar, Nowaki se despidió torpemente encaminándose a la sala y tomar sus cosas, Ren se acostó en su cama pensativo y en cierto grado, aliviado, al menos Hiroki no podría enterarse por medio de Nowaki.