El sobre seguía cerrado.
Es hora de levantarse- con sus labios cepilló la mejilla de su esposo, quien ya estaba despierto.
En un momento- fue todo lo que dijo y luego le dio la espalda, Nowaki suspiro y se levantó.
Cuando Hiroki escuchó la puerta cerrarse tomó el libro que reposaba en la mesita de noche, abriéndolo por la cubierta que servía para guardar algunos papeles, ahí sacó de nuevo el sobre membretado lo alzó contra la ventana pero no pudo ver alguna letra, seguramente era opalina.
Escuchó la puerta abrirse de nuevo, pero antes de que pudiera guardar el sobre, Nowaki ya estaba ahí.
¿Qué es eso?- preguntó extrañado, Hiroki lo guardo en el libro.
Nada-
Hiro-san…- el castaño comenzaba a enfadarse sin ninguna razón, Nowaki se acercó a Hiroki cuando este se levantó llevándose el libro.
Debe ser algo importante si lo ocultas así, dime que es-
No seas obstinado y vete-
¡No!- con fuerza le quitó el libro, Hiroki se quedó estático; no podía hacer nada ya.
Nowaki lo abrió revelando la carta en la cubierta interior, se extraño al percibir el logo membretado del hospital y aún más al saber que el sobre no ha sido abierto.
Hiro…-
No lo abras…-
Así que por eso se “tardaron tanto”- señaló en tono acusador- ¿Por qué no me lo dijiste?-
No importa ya…-
Importa mucho si sigues tomando las pastillas- al saberse descubierto Nowaki confirmo sus sospechas; pues presentía que Hiroki seguía el tratamiento a escondidas – ¡Sabes el riesgo en que te pones si esto no está prescrito!-
¡No me grites, mocoso!- Nowaki respiro hondo, devolviendo la vista al sobre y hacer lo que Hiroki no había hecho.
Se dio la vuelta, no quería ver el rostro de Nowaki por algo que él, ya sabía.
La vista del galeno se paseó por la hoja, deteniéndose en un par de líneas:
Daño irreversible… Capacidad disminuida a un 0.3% con riesgo… Infertil…
Nowaki dejó caer la hoja de los análisis y se llevó una mano a la cabeza; el ya estaba preparado mentalmente para esto, pero Hiroki…
Hiro-san…-
No digas nada… ya lo sé-
¿Entonces porque te sigues medicando?-
…- Kamijou no respondió, solo se sentó en la cama mirando fijamente el suelo. Kusama se sintió terriblemente mal al saber lo mucho que esto afectaba a Hiroki y el no haberlo apoyado más…
Lo abrazó con la más pura intención, pero esto fue tomado como una condolencia para Hiroki, quien se removió furioso:
¡No hagas eso! ¡No quiero tu lástima!-
¿Qué?-
E-esto ya era obvio… fui un estúpido por creer en que… quizás…- rompió a llorar, tantos días cargándose esa incertidumbre colmaban ya su paciencia, la rabia y frustración… el miedo, no sabía cómo apoyarse en Nowaki, no podía mostrarse más débil de lo que ya se creía.
Hiro-san… por favor, no digas eso… no te tortures con esto- Nowaki lo miraba con profundo amor, tratando de llegar a su conciencia, Hiroki apartó la mirada- ¿Cómo no torturarme? Nowaki tu no lo sabes… no sabes cuanta ilusión me daba esto… volver a tener un bebé en brazos, ver tu sonrisa como cuando ves a la hija de Akihiko… me hace sentir celos e impotencia el saber que ya no puedo darte esa felicidad…- Nowaki se sorprendió por lo que había escuchado, ¿Hiroki creía eso? ¿En qué momento le había dado razones?
Hiro-san, eso no es verdad… cierto que me gustan los niños, pero no tenías que verte forzado a embarazarte para darme la felicidad de otro niño- Hiroki no respondió; solo siguió sintiéndose más miserable e infeliz, Nowaki armándose de paciencia para ser el sostén de ambos lo abrazó… esta vez Hiroki no lo ahuyento.
-.-.-.-.-.-.-.-
Domingo por la tarde. Ren estaba en la cocina preparando la comida.
Nowaki desgraciadamente tenía guardia en la noche-madrugada de ese día, así que regresaría cuando el ya no estuviera, Hiroki había salido a la librería, que sorprendentemente abría a el día de hoy, se marchó desde temprano.
Esto le trajo algunos recuerdos de la última semana, donde apenas los tres coincidían en el día, esto no era del todo extraño para Ren por las guardias de Nowaki, sin embargo el que Hiroki estuviera tanto tiempo fuera no era normal.
Además de eso, el presentía que ambos estaban tensos o muy ocupados mentalmente, pues ninguno había hecho la cena durante la semana.
Ren tuvo que ingeniárselas para pedir comida decente en casa de su novio o cuando no podía, comprar latas de conserva, pues lo único más o menos comestible que podía hacer era un huevo.
¿Qué les sucede?- se preguntó en voz alta, pero no pudo dar una respuesta.
SU celular comenzó a timbrar para sacarlo de sus pensamientos:
¿Hola?-
Good morning!- la vocecita de Kaori al otro lado de la línea le hizo sonreir- Ohaiyo Gozaimasu… ¿Cómo has estado?-
Bien… solo un poco atareado con la graduación, tú sabes-
Cierto… ¿cuándo es? ¿Puedo ir? Extraño mi vieja escuela-
Jaja… es entrando junio; siempre no nos la botaron hasta julio, por supuesto que puedes, solo deja te consigo un lugar… ¿Toshi también irá?- el mayor se quedó pensativo algunos minutos, hace algunas semanas que no sabía nada de sus amigos, pues estos salieron de excursión final a las afueras de la ciudad y apenas regresaron se tuvieron que preparar para el examen de admisión y la graduación al mismo tiempo… además estaba el asunto de amistad-odio que aún había entre Toshi y Yuusei- No lo sé… deja le pregunto y te lo confirmo más tarde-
Ok… entonces nos vemos luego, ya te haré llegar las invitaciones en la semana, es formal-
Si, Gracias-
Cuídate-
Colgó dando un suspiro; le provocaba algo de nostalgia el hecho de que hacía tiempo no se reunían, pero el asunto de los Usami al igual que sus estudios apenas les daba tiempo a él y Toshi de salir y relajarse.
Hablando de este…
Me pregunto si ese flojo ya se despertó…- murmuró buscando su número y marcándole.
Momentos después de colgar el teléfono, los llamados de su padre resonaron en el hogar:
Kaori, Yuusei está aquí- el menor sonrió contestándole que en un momento estaría listo; recogió su billetera y abandonó su alcoba.
Al bajar encontró al mayor sentado en la sala jugueteando con su móvil; al percatarse de su presencia se levantó al mismo tiempo que lo veía extrañado:
¿Qué?-
Nada…- murmuró sin quitarle la vista de encima, Ryouichirou salió del estudio donde había estado recogiendo algunas cosas en ese momento:
Vaya, hace mucho que no te veía con eso puesto…- dijo con una leve sonrisa, Kaori termino de acomodarse los anteojos:
La encontré mientras arreglaba, pensé que la había extraviado- señalo la gorra blanca con el logo de una estrella y algunas letras que Yuusei no alcanzó al comprender del todo bien; y no quería quedarse con la duda:
Kaori… ¿Qué significa A-S-T-R-O-S? deletreó letra por letra señalando su gorra, el menor respondió con naturalidad- Es un equipo de baseball de la liga nacional en Houston- Yuusei lo veía como si tuviera dos cabezas; al ver el poco entendimiento entre ambos, Ryouichirou palmeó la espalda de su hijo:
Seguramente no le has dicho que te gusta el baseball, verdad-
¿Baseball? ¿Te gusta?- preguntó ligeramente sorprendido, sabía algo de ese deporte, pero no pensó que el menor estuviera interesado en ellos; Kaori asintió sonrojándose-
Si… es mi deporte favorito… lo practicaba de niño antes de usar anteojos-
¿No puedes seguir jugando?-
No…- suspiró- o tal vez, pero ahora no me interesa demasiado la practica; yo solo lo seguía por televisión o alguna veces íbamos al estadio ¿te acuerdas papa?- Ryouichirou afirmó con la cabeza- Si, lo recuerdo; incluso una vez te perdiste, por alguna razón llegaste a los vestidores de los jugadores, incluso te dieron una pelota autografiada- Kaori rió con ganas ante esa anécdota.
Mientras tanto Yuusei no dejaba de mirarlo con curiosidad, se preguntaba si acaso la universidad tenía un equipo oficial…
Aunque creo que mejor me cambio… no creo que sea muy normal ver a alguien con una gorra, ¿o sí?-
Pues… es que… te ves diferente, pero…te ves muy bien- admitió, sonrojándose levemente, Kaori un poco más.
Bueno, bueno… ya márchense que te quiero temprano oíste?- empujaba a los chicos afuera de la casa, a estas alturas aún se sentía un poco incómodo con la situación, no podía evitar proteger a su “pequeño” después de todo.
Si, papa…-
Con su permiso, Ryouichirou-sama- se inclinó Yuusei respetuosamente, Kaori lo tomó del brazo saliendo de la casa.
Entraron en un establecimiento de comida rápida a petición del menor, Kaori se sentó en una mesa que acababan de desocupar mientras Yuusei iba a pedir la orden, al estar de vuelta se sentó poniendo el numerito de su orden en esta.
Entonces… ¿te gusta el baseball?- preguntó todavía sorprendido, Kaori asintió:
Si, es un deporte muy popular en Estados Unidos; ese junto con el Futbol Americano, que también me gusta…- al ver el rostro estupefacto de Yuusei agregó con rapidez- aclaro, me gusta verlo… practicarlo sería un muerte dolorosa jaja… ¿y a ti te gusta algún deporte en especial?- preguntó acercándose un poco le encantaba cuando este tipo de platicas surgían entre ellos pues hace ya unas semanas no se habían sentado a charlar cómodamente debido a los preparativos.
Emm… pues… en realidad no… no soy muy atlético…ni aficionado a algún deporte-
Ahh…-
Pero… si se algo, es decir… cuando tenía diez años mi papa me regaló un balón de soccer; pero… Ren terminó aventándolo encima del techo de la casa de sus abuelos… creo que todavía sigue ahí- Kaori soltó una carcajada Yuusei se sonrió por lo bajo recordando aquella anécdota; en ese momento un mesero trajo su orden y mientras comían Yuusei preguntó:
Mhm… Kaori…-
Yeah…-
Este… te gustaría ir a…- suspiró- ¿ser mi acompañante en la graduación?- Kaori lo miró extrañado, era de lo más obvio:
Sure! Pensé que ya habíamos quedado en eso…-
Si… pero no, es decir… yo necesitaba pedírtelo, no que fuera algo obvio… es decir…- Kaori acalló sus protestas poniendo una papa frita en su boca y acto seguido acercarse a comerla del otro extremo terminando en un beso casto.
Tonto… no iría con nadie más que contigo… pero, si necesitas oírlo entonces te lo diré… me encantaría- Yuusei carraspeó un poco, sonrojado levemente, Kaori emitió una risita y se dispuso a tomar su refresco.