Despertó al sentir cierta incomodidad en el estómago, intentó darse la vuelta pero esto le hizo sentirse más incómodo, aún no despertaba del todo cuando una voz le regañó:
¿Qué haces acostado así?-Ren se sentó aun adormilado, su espalda le dolía mucho, como si hubiera estado cargando algo pesado, estaba a punto de hablar cuando notó ese “algo”.
Sus ojos se abrieron con mesura y miró a la persona que le había hablado, inmediatamente entro en pánico y se cubrió con una sábana, pero era muy tarde pues el otro con una ligera sonrisa se acercó a él y lo abrazó con cariño:
Esta más grande, verdad-
No entiendo…- no dijo nada más, pues algo el joven ojiverde se apartó visiblemente emocionado:
¿Lo sentiste?-
¿Qué cosa?- señaló su vientre y el mismo colocó su mano, Ren esperó por algo pero no ocurrió nada.
Otra vez-
¿Qué?- de nuevo Toshi lo había sentido pero el no, comenzaba a pensar que quizás lo estuviera imaginando, después de todo aún era demasiado pronto para sentir nada aunque su vientre lucía mucho más avanzado.
Esto hay que celebrarlo, vamos a comprar un helado, ¿te parece campeón?- habló hacia abajo, Ren se extrañó- ¿campeón?-
Oh cierto, o una princesa…-
Pero…- Ren de nuevo no pudo protestar, pues sus labios fueron capturados por el otro- ¿O quieres un pastel?-
Toshi espera… esto…- todo a su alrededor comenzaba a desborrarse, hasta solo poder enfocar el rostro sonriente de Toshi y luego nada más.
Despertó.
La luz del sol le llegaba directo a la cara, pero eso no fue lo que le hizo despertar sino un antojo terrible de un helado, de fresas para ser precisos.
¿Por qué tengo ganas de helado?- se preguntó en voz alta- quizás estuviese soñando o algo así... también Toshi… y…- su mano se posó en su vientre, el cual estaba descubierto pues la camisa se le había subido, inmediatamente recordó lo que había “soñado”.
Demonios… pensé que…- miró la hora en su celular, era cerca de las diez de la mañana; como no creyéndolo sacó su cartera y, efectivamente, era real pues estaba ahí la cita con el ginecólogo.
Entonces es verdad… yo estoy…- no se atrevía a decirlo, pronto, todos los problemas por los cuales se había dormido, lo bombardearon sin piedad.
Cuando las angustias se hicieron más pesimistas con cada escenario que imaginaba, decidió ponerse un alto:
¡Basta! Primero lo primero…- miró el calendario al lado de su cama- Papa vuelve en dos semanas… mi cita con el…g-ginecólogo es en una semana… Kaori lo sabe… y también Usami-chichi…- llevó su mano a la frente- No creo que digan nada…espero… ahora, primero debo saber como estoy… así que lo mejor es esperar la cita y luego decírselo a mis padres… sencillo… ¿verdad?- se cuestionaba a sí mismo, pero no estaba del todo seguro de la respuesta, a su mente vino una imagen de Toshi, suspiró una vez más tumbándose en la cama- No… no es sencillo-
Se hubiese quedado dormido, pues pasaron algunos minutos en lo que decidía si levantarse de la cama era esencial, si no fuera porque un olor fuerte se percibía en el aire:
Demonios, huele horrible- dijo mientras se levantaba y salía del cuarto; llegó hasta la cocina, Hiroki estaba despierto y cocinando algo para variar.
Ahh ya te levantaste, buenos días- saludo un tanto meditativo, Ren le respondió:
B-buen día…-
Hice huevos con tocino…-
Lo note-
Hiroki sirvió dos platos y mientras servía el jugo vio como la cara de Ren se contraía en una mueca de asco e inmediatamente salía disparado rumbo al baño; el castaño le siguió algo preocupado y solo alcanzó a ver como azotaba la puerta del baño, pasaron algunos minutos hasta que salió de nuevo, con un semblante horrible.
¿Qué tienes? ¿Estás enfermo?- Ren no le respondió solo se dirigió a su cuarto, Hiroki un poco molesto le siguió-Hey, te estoy hablando-
Si, si papa… solo debí comer algo mal ayer, es todo-
Pero aún así no has desayunado… te prepararé algo que puedas comer-
No es necesario- Hiroki hizo un mohín pero no estaba dispuesto a ignorarlo, así que se fue e hizo una sopa; cuando volvió Ren estaba de nuevo en su cama con sus audífonos y al parecer dormitando.
Despierta, flojo… come algo-
Papa…-
He dicho- con un mohín previniendo el nuevo asco, Ren miró la sopa y no sintió molestia alguna; así que la comió de buen grado, Hiroki le dejó el plato:
Si sigues enfermo iremos a consulta- Ren asintió un poco turbado, pero pensó que, si no había vomitado con esto, ya se le pasaría; había escuchado que las embarazadas se mareaban y les daba asco muchas cosas, por algún tiempo, el problema es que no sabía que tanto tiempo era y poder disimularlo.
E-está bien- Hiroki se despidió cuando el joven se terminó la comida; dejando recado que volvería tarde, al parecer ya estaba haciéndose costumbre, Ren, con tal de no tener que mostrar algún comprometedor ataque lo dejó marchar sin preguntarle más.
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Cerca de las tres de la tarde, decidió salir a dar una vuelta por el centro comercial; su objetivo era comprar un helado pues lo que quedaba de su casa ya se lo había terminado, se alistó con una playera negra y unos jeans, pero al intentar ponérselos le quedaban un poco justos:
Genial…- chasqueo los dientes, no podía ser posible que, apenas llevando un mes ya estuviera engordando… ¿o sí?
Como sea- dijo escuetamente, tomó su cartera, celular y llaves y salió.
Directamente llegó al local de los helados, pidió un cono doble y comenzó a recorrer las tiendas, su siguiente parada fue en el de música, hace un buen rato que no se paraba ahí y pensó que ya debería haber algo bueno; entró y se dirigió a la zona que tenía su música favorita, cogió uno y otro cd y fue al lugar donde podía escucharlos, estaba tan inmerso en su música que apenas noto como alguien le tapaba los ojos por detrás:
¿Quién es?-
Adivina- Ren se quitó los audífonos y luego las manos de ese sujeto, se giro un poco extrañado y cuando supo quien había sido, le espetó con molestia:
No deberías asustar a las personas así…- el joven, que vestía una playera blanca y pantalones de mezclilla, con una sonrisa socarrona le respondió:
Oh vamos, solo era un juego-
Si, si…-
Ohh de mal humor ehh- señaló el joven un poco ofendido, Ren cayó en cuenta de eso y supo la razón, inmediatamente se disculpó- Lo siento, no era mi intención-
Descuida… oye, ¿y qué haces por aquí?-
Solo vine a pasear…- entonces reparó en un minúsculo detalle- ¿Y tú qué haces aquí, Mahiro?- el aludido alzó los brazos estirándose- Estoy en proceso de mudarme aquí en Tokio; cambiaré de universidad-
¿Qué?- claramente estaba sorprendido; pues lo último que supo referente a los estudios del primo de Toshi era que estudiaba en la universidad de Osaka y le iba bien, no entendía como pudo cambiar de decisión.
¿Te sorprende, verdad? He estado revalidando materias en la universidad de Tokio-
¿Tokio ¿y porque…?-
Me resulta más atractiva, además quería entrar ahí en un principio, pero mi padre no me quería dejar ir… supongo que ya que tengo 22 puedo al menos terminarla en donde quiero, ¿no crees?-
Supongo que sí- señaló Ren dándole algo de razón- Pero aún así, ¿Qué haces aquí en el centro?-
Consiguiendo algunas cosas para el departamento- dijo en tono animado- Quiero tener todo listo cuando ingrese y no estar apurado consiguiendo una estufa o algo así-
Ohh…-
¿Me ayudas?- preguntó con ánimo, pues no le venían mal un par de manos, Ren se mostró titubeante al principio, pero luego decidió que no tenía nada más importante que hacer, a decir verdad, en parte quería despejar su mente un rato- Esta bien-
Recorrieron las tiendas conversando animadamente, Mahiro era un joven agradable y gracioso, pues Ren no había dejado de reír cuando este le comentaba como era que había logrado convencer a su padre de dejarlo ir, Takahiro era muy sobreprotector así que debió haberle costado bastante.
¿Y cómo fue que conseguiste el departamento? ¿No están caros?-
Un amigo me lo pasó, el se mudó a Hokkaido el semestre pasado, esto ya lo vengo planeando desde noviembre así que prácticamente estoy en mis últimos detalles… ¿y tú? ¿Planeas vivir con tus padres hasta que te gradúes?-
La verdad…- Ren suspiró- Con Toshi… pensamos en alquilar un departamento pero…-
Ohh…- se produjo un momento de silencio, al percibir la incomodidad, Mahiro le distrajo- Hey, ¿sabes que necesito? Un par de plantas… creo que vi unas en el tercer piso, vamos- lo llevó del brazo, a pesar de que cargaba con cinco bolsas aún tenía ánimos y fuerza para ir por más, Ren, quien cargaba dos le seguía muy apenas.
Se dirigieron a las escaleras eléctricas; cuando terminaron de subirlas Mahiro lo guió de nuevo hasta dar con el local de plantas, Ren se quedó unos cuantos metros antes:
¿Por qué te detienes?-
Entra tu, yo me sentaré un rato, estoy cansado- en parte era verdad; pero el olor de yerbabuena le picaba en la nariz, no era el asco esta vez, solo era simple molestia habitual.
Como quieras, ya vengo-
Si- con un ademán le despidió, se dirigió a unos banquillos unos cuantos locales atrás a esperarlo, sin embargo un local llamó su atención.
En los escaparates lucían peluches de diversos tamaños, formas y colores sobre todo pasteles, juguetes didácticos y un montón de utensilios.
Para bebes.
Dirigió sus pasos hacia la entrada, deteniéndose entre sí ingresar o no:
¿Qué demonios hago aquí?- rezongó en su mente, regresando a sus pensamientos confusos y las decisiones que habría que tomar, entonces escuchó la voz del otro joven.
Mahiro lo buscaba afuera del local de plantas, cuando lo diviso corrió hacia él con una sonrisa torpe, Ren se acercó también hasta llegar al principio de las escaleras eléctricas.
¿Dónde estabas?-
Ahh curioseando por ahí… ¿te falta algo más?-
No, de momento no ¿vamos a mi casa?
De acuerdo- Mahiro se adelantó, Ren echó un último vistazo a la tienda, suspiró y siguió a su amigo, no quería pensar más en ello por hoy.
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Estaba escogiendo un par de dulces en la máquina expendedora cuando un pequeño llanto le hizo voltear a la personita que estaba cuidando, tomó el dulce y se devolvió:
¿Qué pasa, Kosuzu-chan?- preguntó con un tono dulce, la pequeña comenzó a llorar más fuerte tornándose roja, Yuusei la meció suavemente pero parecía que no funcionaría:
Ya viene tu papa, pequeña… shhh- la arrullaba pero sabía que eso no funcionaría, la niña estaba encaprichada con Misaki y solo el podía calmarla; no se desespero los primeros dos minutos de llanto, sino hasta que fueron cinco mas, justo cuando iba a correr a entregársela a Misaki este venia en su dirección sonriendo alegremente:
¿No me digas que ha estado llorando todo este tiempo? Es una pequeña mimada- tomo a su pequeña, quien inmediatamente dejo de llorar, Yuusei se disculpó-
Lo siento, Misaki-chichi no soy muy bueno con los niños-
No importa, además ella es la llorona… de nuevo gracias por esperar este tiempo- Misaki había invitado a salir a Yuusei pues extrañaba sus conversaciones, pero una emergencia de última hora en el departamento de ventas lo entretuvo, siendo Yuusei quien cuidara por algunos minutos a la pequeña Kosuzu.
Gracias a usted por invitarme, Misaki-chichi-
¿Nos vamos? Antes de que Yokozawa-san comience a recapacitar sobre el tiraje final-
Yuusei asintió ayudándolo con sus cosas; más valía salir ahí de inmediato.
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Llegaron a una cafetería en el centro comercial, mientras degustaban sus bebidas Yuusei pregunto: ¿Cómo has estado, Misaki-chichi?- refiriéndose implícitamente sobre Toshi, el ojiverde suspiró respondiendo:
Lo extraño desde el momento que cruzó por la puerta… - rió un poco- sabes, los primeros días seguía preparando comida de mas, cuando acordaba ya su plato estaba puesto-
Yuusei permaneció en silencio algunos minutos, seguía pensando que Toshi estaba cometiendo un grave error por haberse ido asi, Misaki lo advirtió:
Toshi sabe lo que hace, no le cuestionaré nada-
Pero… no creo que haya sido la mejor opción… creo que fue algo muy precipitado-
Yo también, pero sus razones tendrá- sonrió mientras daba de comer papilla a la bebe- El tiene un objetivo claro y se necesita de su persona para estabilizar las cosas por allá… Toshi volverá cuando pueda hacerlo y todos aquí lo esperaremos, ¿verdad Kosuzu?- mimó tiernamente a su pequeña, quien reía moviendo sus manos, Yuusei sonrió al verlo tan feliz.
Paso cerca de media hora, hasta que Kosuzu comenzó a cabecear, al parecer ya tenía sueño.
Creo que mejor volvemos a casa porque… ohh cierto- al parecer recordó algo- ¿Como pude olvidarlo?-
¿Qué cosa, Misaki-chichi?-
Mahiro esta instalándose aquí en Tokio- explicó- prometí visitarle esta tarde-
¿Irán?- Misaki lo pensó algunos minutos, pues Kosuzu ya debería estar cansada, pero por otra parte no tendría otro día hasta como dos semanas más, negó con la cabeza- Solo unos cuantos minutos, nada más para ver como esta-
Yuusei en vista de que no tenía nada más importante que hacer –Kaori estaba con su padre y no quería interrumpirles- se ofreció a acompañarlo y Misaki aceptó de buen grado.
Caminaron un par de cuadras, deteniéndose momentáneamente en algun edificio y luego ir al siguiente; Yuusei cargaba con la pesada pañalara de Kosuzu, un poco cansado le dijo a Misaki:
¿Seguro que es aquí, Misaki-chichi?-
Ah… si… creo… Nii-chan me dio la dirección; pero creo que no especificó en que edificio porque todos son iguales, solo me dio la calle-
Mejor márcale o lo visitamos otro día- dijo razonablemente, Misaki asintió tomando su celular, pero no hizo falta realizar la llamada pues observó como su sobrino venia por el costado de la calle con muchas bolsas.
¡Hey Mahiro!- el aludido dejó de platicar con su acompañante y compuso un rostro sorprendido por ver a su tío ahí:
Hola Oji-san ¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí?-
Tu padre me comentó que te estabas mudando, vine a ver como ibas- Mahiro no se lo creyó del todo:
Adivinaré, te encargó vigilar que todo estuviera en orden, ¿verdad?- la sonrisa inocente de Misaki le hizo saber que estaba en lo correcto, pronto notó al otro joven que lo acompañaba:
Ren, vaya que sorpresa verte por aquí también- Kusama asintió un poco nervioso, recordó que Akihiko pudo haber dicho o no su situación, pero a juzgar por el semblante amable de Takahashi dedujo que no lo había hecho.
Oh pero porque no pasamos todos, vamos mi departamento es arriba- comamos algo y luego me ayudan todos a limpiar-
¡Oye!- regañó Misaki al verlo tan confiado, pero con gracia, se aseguraría de que su sobrino tuviera al menos alimento para sobrevivir esta semana o lo que se ofreciera.
Entraron y los tres visitantes se dirigieron al elevador, inmediatamente Mahiro les detuvo:
No funciona, tendremos que subir las escaleras-
¿Eh?- Ren hizo una mueca de disgusto, pero no podía hacer nada, así que caminando se dirigió al inicio de la escalera, pero al pisar el primer peldaño tropezó debido a un desnivel:
¡Cuidado!- con sus rápidos reflejos, Mahiro le sostuvo por un brazo- ¿Estás bien?- Ren asintió un poco asustado, en acto reflejo llevó su mano a su estómago cerciorándose- Si… gracias-
¿Yuusei?- la voz de Misaki desvió la pequeña charla de los otros dos, pues Misaki le estaba pidiendo abrir la pañalera, sin embargo el joven tenía su mirada fija al frente.
AHh lo siento…- hizo lo que le pedían, pero aun así no dejo de ver con cierto recelo como Mahiro le sonreía a su amigo.
Entraron en el poco amueblado departamento del joven recién llegado, quien solo contaba con un sofá, una mesa con tres sillas, una mesa de trabajo con su laptop y una lámpara, además de tres maletas de ropa y cinco cajas de cartón, seguramente era vajilla sin desempacar.
Perdonen el desorden, pero llegue apenas anteayer, no he tenido oportunidad de acomodar-
No te preocupes- dijo Ren dejando las cosas en la mesa- ¿En qué te puedo ayudar?- Misaki acomodó a Kosuzu en su porta bebes, pues se había quedado dormida y al ver el estado de la habitación de su sobrino, no quería dejarlo solo tan pronto.
Yuusei, creo que me quedaré un poco más… si gustas puedes irte a casa y gracias por acompañarme- el ojigris lo miró amablemente y declinó:
Creo que yo también me quedaré, se ve que les hace falta una mano- muy lejos de ser solidario con el primo de su amigo, algo no le terminaba de agradar en cuanto los vio tan amigables.
Ya estaba anocheciendo cuando los cuatro estaban sentados sobre el sofá y un futón donde habían acomodado a la pequeña, exhaustos de la gran labor que habían emprendido aunque Ren no se podía quejar tanto, pues Mahiro apenas si lo dejó acomodar las plantitas que había traído, el joven estaba completamente emocionado con arreglar su casa que fue muy difícil convencerlo de que los dejara encargarse de algo especifico.
Ahora charlaban animadamente tomando un poco de limonada mientras esperaban la pizza que habían ordenado, pues la cocina necesitaba conectarse al gas y eso estaba fuera de sus límites; Misaki regañaba levemente a su sobrino por esta decisión:
Por lo menos terminaste bien el semestre anterior, pero el revalidar materias va a ser un poco duro-
Lo sé, ya he juntado para eso y lo tengo cubierto-
Por si necesitas algo no dudes en llamarme, ¿oíste?-
Si ojisan…- sonrió y luego agregó- entonces Ren, ¿Qué dices? ¿Te buscamos un departamento?- Yuusei los miró fijamente, Kusama no lo advirtió pues la pregunta le sorprendió:
Por ahora no Mahiro, pero gracias de todos modos…-
Creo que es buena idea, Ren- Yuusei observó a Misaki con asombro- Quiero decir, así podrías comenzar tu vida independiente y todo eso, si mal no recuerdo tu mismo dijiste hace unos años que querías mudarte cuando iniciaras la universidad- Ren sonrió, era el tiempo en que se rebelaba a sus padres cuando lo dijo:
Sí, pero creo que no es el mejor momento… por supuesto siempre y cuando mis padres aún me quieran en su casa- rió levemente- Además, como ya te había dicho… esperare a que regrese Toshi para ver que hacemos…-
Ohh que romántico… ¿planean vivir juntos, entonces ehh?- el aludido se sonrojo levemente, Misaki se rio de su reacción, le recordaba a sus años de juventud:
¿Es cierto eso, Ren? ¿No me digas que Toshi piensa secuestrarte?-
¡Misaki-chichi!-
Ya, ya… era broma, pero la idea no es tan mala…- pareció pensarlo seriamente, un balbuceo de Kosuzu le distrajo de agregar algo más, así como darse cuenta de la hora:
Cielos, ya es tarde, lo mejor es que regresemos antes de que el señor histérico comience a buscarnos- dijo con burla, Yuusei se levanto inmediatamente para asistirle, los otros dos también se pusieron de pie y se encaminaron a la salida:
¿Estará bien que regreses solo, tío?- preguntó con preocupación, pero fue Yuusei quien le contestó:
Yo lo acompañaré, así que no estará solo- Ren lo miró extrañamente, pues su amigo lucía un poco molesto durante la tarde, pero al parecer esto no fue percibido por los otros dos.
Cierto, no te preocupes Mahiro, regresaré el fin de semana y le diré a tu padre que todo está en orden-
Gracias, entonces nos vemos-
Adiós-
Yo también me retiro, Mahiro, seguramente mi padre ya ha de estar en casa- no quería regresarse aún pero tendría que hacerlo, además estaba algo cansado- Nos vemos luego- cuando estaba a punto de despedirse Mahiro le tomó del brazo-
Esto es para ti-
¿Qué?- de su bolsillo saco un llavero cuadrado, Ren lo recibió claramente sorprendido, pues era de una de sus bandas favoritas:
Wow… gracias Mahiro-
A ti por el día de hoy… me agradó tenerte como compañía… aunque no sabía cuál era tu banda favorita y creo que alguna vez vi que te gustaba este grupo y lo conseguí- en efecto, no era la banda preferida de Ren, pero también le gustaba, negó con la cabeza- Es perfecto, muchas gracias- le sonrió con amabilidad.
Yuusei desde el inicio de las escaleras le grito- ¡Ren! Ya vámonos-
Nos vemos- se despidió de nuevo y el joven solo asintió despidiéndose con la mano.
¿Qué tanto hacías?- le espetó con reproche, Ren lo miró confundido- solo me daba algo... no es necesario que te irrites por eso- le adelantó el paso ayudando a Misaki quien ya llegaba al rellano del piso inferior, Yuusei lo miró primero con duda y luego negó con la cabeza, tal vez todo eran ideas suyas.