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JUNJOU REBEL -EN EDICION- por ravenK

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Notas del capitulo:

Cielossssssss he tenido una semana superr fulll!!! Y es que ya va a terminar el semestre... a todos los profes se les ocurre sobrecargarte de tareas y proyectos finales :S everybody going crazy!!! - okeey ya se me cruzó una cancion jejejeje.

 

Cualquier duda, sugerencia, comentario, aclaración, queja, ¿tomates? favor de dejarla en un comment :D

Ahora, yo si tengo una duda... o mejor dicho, aclarenme algo... ¿salió algo nuevo del manga de junjou?? Es que en turmblr sonó eso... pero como no le entiendo a la pagina no se si sea algo nuevo o viejo T_T.

CAPITULO59: NUEVO COMIENZO

 

Después de tan singulares vacaciones, la vida de nuestros protagonistas volvía a ser un completo ir y venir sin descanso; agosto empezó con el comienzo de cosas nuevas para “iniciar” la segunda mitad del año.

Por un lado, los profesores de literatura en Mitsuhashi, Miyagi este año comenzaría una nueva investigación en letras extranjeras, pues tenía el tiempo y capacidad para eso, Hiroki, no quiso quedarse atrás pues también iniciaría los trámites para su especialización en literatura inglesa; de la cual ya tenía un vasto conocimiento; y aunque sus horarios eran apretados, no era impedimento para su propósito.

 

También, era una nueva experiencia para algunos otros:

Sabes, no era necesario que me escoltaras hasta la entrada, Yuusei… ni mis padres lo hicieron cuando entré a la preparatoria de aquí…- dijo cruzado de brazos, haciendo un puchero, Yuusei alzó su barbilla depositando un beso en sus labios, causando que algunas miradas cercanas se sorprendieran un poco.

 

Pero quería hacerlo, además es una suerte que nuestras facultades estén una al lado de la otra-

Aja… - miró una gran cancha que dividía a los edificios, Yuusei lo admitió:

De acuerdo, no tanto… pero no es molestia regresar un par de pasos-

Pudimos entrar por el otro lado…-

Mi padre tiene su estacionamiento aquí… además me da algo de flojera cruzar el campo de ingeniería- era un gran conglomerado de secciones; pero varios campos rodeaban esas dos especialidades.

Como sea… vendré por ti cuando salgas-

¿Te quedarás a esperar una hora?- Kaori no podía creerlo.

Sip… también es suerte de que tengamos horarios parecidos, excepto los viernes, ahí si me tendrás que esperar-

¿Y si no quiero?-

Lo harás… además podremos salir…- a estas alturas Yuusei ya lo tenía encerrado en un abrazo, los enamorados se olvidaron un poco de todo el mundo a su alrededor... Kaori le sonreía, todo eso sonaba tan bien…

Sin embargo, su vista se dirigió a una especie de reloj digital a las afueras de su edificio, suspiró, ya se le hacia un poco tarde y aún tenía que encontrar el salón.

Yuusei, me tengo que ir- aún sin quererlo soltar, lo tuvo que hacer, sin embargo antes de despedirse volvió a besarlo, de ser más irresponsable se dejaría convencer saltarse la primera clase, pero no era así.

Nos vemos- se despidió finalmente, evitando que Yuusei volviera a encerrarlo, pues seguramente no lo dejaría ir. El mayor le despidió con una sonrisa y se marchó cuando lo vio subir unas escaleras.

 

Si para este par ya era difícil separarse en el primer día de clases, para el estudiante de arquitectura era una gran prueba.

 

Hiroki se estacionó al costado del edificio, pues tendría que rodear una avenida para ir al otro extremo pero no le importó mucho dejar a su hijo primero:

¿Estás bien?- le preguntó al verlo tan callado durante el trayecto, Ren asintió quitando el seguro:

Hoy salgo a las tres…creo…- en realidad no había visto su horario aún, Hiroki asintió sin sospecharlo

¿Crees volver a casa solo? Por ser el primer día seguro regresaré tarde…-

No importa…- se despidieron con una sonrisa y finalmente Ren salió del auto, Hiroki espero hasta que llegó a la plaza para ponerse en marcha.

Ren comenzó a andar por el conocido edificio, este semestre no serían los mismos salones a los que asistió antes, sino de una planta inferior, en parte se alegraba por no tener que subir escaleras más que para una clase solamente, eso no quitaba su mal humor general.

Toshi no le había hablado en la mañana.

Sabía que era algo tonto molestarse por eso, y como el joven le había comentado en la semana, tendría demasiadas juntas por su “tarde” cuando el apenas despertara al día siguiente, así que por eso no había armado un drama.

Pero era el primer día de clases… desde que tenía memoria siempre habían asistido juntos… y aún en la universidad, el lo había acompañado.

Aunque sea un mensaje de “que tengas un buen día” le hubiera consolado.

 

Se ajustó su mochila al hombro y decidió ponerle fin a su enfado, no quería ponerse a llorar en medio de la plaza.

 

 

Muy a parte de la vida estudiantil, nuevos proyectos surgían para sus padres; pues Kaoru y Ryouichirou dirigían a la editorial mano a mano como una asociación con prospectos de exportación de sus materiales, que en consecuencia, llevarían más trabajo a sus departamentos, uno de los cuales era el manga shojo y shonen, sus pilares, donde Misaki quien desde hacía un tiempo era subjefe del área, se le veía próximamente como el jefe de esta, así que también el prospecto era bueno.

Akihiko por su parte y tras muchas discusiones anunciaría su retiro del mundo literario con una última obra, la cual espera lanzar a principios de enero del próximo año.

 

Y, finalmente, para no quedarse atrás de su esposo Shinobu había decidido renunciar al buffet para el que trabajaba y establecer el suyo propio, esta decisión ya la había tomado desde inicios de año ahora solo faltaba poner todo por escrito y establecerse.

 

Agosto era un mes para un nuevo comienzo, de nuevos inicios o finales; para bien… para mal o para cambiar…

Un nuevo giro, un nuevo comienzo…

 

Y para el que estaba lejos, lo veía como una oportunidad… el que volvía ahora… se había marchado con apenas tiempo para despedirse hace apenas un mes, dejando a su pareja en medio de una transición difícil…

Solo hasta hacia unos días, después de una reunión donde se discutirían algunas futuras prácticas docentes, llegó a su límite.

Se excusó de esta y salió, una llamada y ya tenía un boleto de regreso a casa. Con él.

 

Después de recoger su maleta de equipaje tomó un taxi, sin importarle el cambio de horario no dejó que los mareos y el cansancio le derrumbaran; estaba en su límite y solo quería ver a una persona:

¿A dónde te llevo, amigo?- preguntó el conductor por el retrovisor, este le contestó:

A Tokio por favor, Universidad Mitsuhashi- no había marcado por una razón, no había siquiera planeado en que decir cuando lo viera…

Tampoco había pensado en que algo sorprendente estaba a punto de descubrirse…

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Tiró su saco encima del sofá y restregó su mano en la cara, con evidente cansancio; había sido una mañana agotadora y francamente, pensó en recapacitar sobre su decisión.

Ya lo había hablado con su esposo años atrás, después de que su último libro le ocasionara un cuadro de estrés bastante complejo, resultando en una leve-alta tensión. Cosa controlada, por supuesto. Pero si Misaki aún no le habia quitado el habito del cigarrillo, sin embargo, al menos había disminuido su consumo diario, era un avance.

 

Retirarse de la literatura era algo que había estado en sus planes desde que terminó Junai Romantica, hace más de diez años y no era por falta de inspiración, sino porque su inspiración le había pedido un alto a ello.

“Es nuestra historia Akihiko… debemos hacerla juntos y para nosotros, por favor”- fue su petición en su 10 aniversario de bodas. Akihiko lo hizo.

Fue triste pero el escritor podría decir que desde que lo hizo, su vida intima marital tuvo más “intensidad”. Irónico.

Ahora, finalmente decidió dar el gran paso hacia el retiro, en verdad estaba algo cansado de las presiones de Aikawa y el propio Misaki; además si seguía estresándose se ganaría una alta tensión definitiva. El no quería eso.

 

Pero no pensó que, por el mismo cuidado que quería mantener, todo esto le generaba un creciente estrés.

 

Akihiko nunca tomo en cuenta la opinión de la gente para sus obras oficiales y las “no oficiales”- BL- pero esta vez, quería algo contundente, algo con lo que lo recordaran siempre. Después de todo el afamado escritor tenía su ego.

 

Y por eso, no daba queja alguna.

 

Demonios…- la cabeza comenzaba a palpitarle, se dirigió al baño en busca de algún medicamento; abrió el botiquín y sonrió cuando encontró los fármacos para su enfermedad, con naturalidad abrió el botecito e ingirió una; se quedó mirando el frasco en su mano algunos instantes; leyendo las indicaciones.

“¿Podría tomar dos?”- se preguntó, quizás así se pasaría más rápido el dolor y tomó una segunda píldora. Cerró el frasco y lo metió de nuevo en el botiquín, acto seguido salió hacia su habitación.

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Dos o tres de sus antiguos compañeros de preparatoria estaban con él en el mismo salón, esto le alegró un poco, pues no tendría que molestarse en conseguir más amigos ya que sin quererlo, los demás lo juntaban y así se habia creado su popularidad. No era muy afecto a eso y dudaba que en la universidad lo fuera.

Dos de ellos, geek boys para no citar sus características, eran buenas personas, Yuusei les tenía estima… sin embargo después de las tres primeras horas de clase en una hora muerta que tenían pensaba seriamente en cambiar de amistades; simplemente porque no estaba de acuerdo en algunos puntos en que ellos querían “reinventarse”:

 

Te lo decimos Yoh-kun… esto te hará más popular y quién sabe, tal vez te consigas una buena chica- instó uno de ellos; Yuusei resopló pasando la hoja del libro que leía.

Bah pero Yoh no necesita nada para ganarse el apego de las chicas, el ya tiene ese aire de chico popular…-

Hum… el sí pero nosotros no, Tetsuo-

Pero de cualquier manera, no creo que lo necesite Kazuo-

Oigan ¿entienden este pedazo?- les interrumpió poniendo el libro en medio de su discusión; los chicos se miraron entre sí:

Porque te adelantas en los temas? Eso lo veremos casi al final-

Pero no está de más…-

¡Oh Yuusei! No quieras zafarte del tema- le contestó el que se hacía llamar Kazuo- mejor acompáñanos al gimnasio antes de la siguiente clase- Yuusei chasqueó los dientes, aún no era muy tarde para conseguir nuevos amigos…

Eso es una tontería… además ustedes en su vida han practicado algún deporte…-

Pero nunca es tarde para empezar ¿y que mejor que iniciando el curso? Así lograríamos otra fama diferente a la de la preparatoria…-

¿Te olvidas en que especialidad estas?- le espetó- los químicos no vamos muy bien con los deportes… o al menos es lo que he visto-

Aja… pero por algo he sabido que llevamos tres campeonatos consecutivos en boxeo-

¿En serio? ¿Y donde lo viste?- preguntó incrédulo, Kazuo bufó:

¿No pusiste atención en la bienvenida?- Yuusei pareció recordarlo, efectivamente y no era como lo planteaban los estereotipos; sin embargo para él no era importante. Retomó de nuevo su libro, pero apenas leyó las primeras dos palabras antes de que Kazuo se lo arrebatara y Tetsuo lo alzara de la banca donde descansaba, así los tres se dirigieron a la coordinación de deportes.

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No admitiré faltas salvo con justificante médico o compromiso familiar. Tienen un margen de cinco minutos para llegar al salón, esto lo hago porque la mayoría de ustedes tienen clase con Miyagi-sensei en el piso superior así les dará tiempo de llegar, pero no se relajen en eso. Sobre los exámenes, serán tres en el transcurso del semestre y uno final; los porcentajes de estos sumados llegan a ser un 70% de la calificación; el resto es participación, tareas y exposiciones, varía de acuerdo a cada alumno. El plan de estudio es el que ven en la pantalla- señaló a un punto en el pizarrón- No quiero celulares y si los traen apáguenlos, a menos que sea una emergencia familiar pueden contestar…- Hiroki establecía las reglas de trabajo para el tercer grupo que tenía ese día, era un poco cansado pero tenía que hacerlo si quería imponer respeto y orden desde un principio, el primer día de clases, contrario a los demás salones siempre era el más pesado para él –junto con el último- donde los estudiantes; a pesar de las instrucciones claras tenían dudas al finalizar y con respecto al segundo… había que ver como los alumnos suplicaban por que Hiroki revisara de nuevo sus calificaciones finales.

 

Después de un breve ejercicio de presentación y una pequeña lectura compartida, los alumnos despejaron el aula; algo diferente esta vez, pues Hiroki se abstuvo de lanzar un solo libro.

Era un avance, no había lanzado ninguno en todo el día. Aunque ganas no le faltaban.

 

Como era típico dos o tres alumnos se quedaron a expresarle algunos motivos por los cuales no podrían asistir a veces a clases –ya sea por estar en un equipo o porque su trabajo se lo impedía sin previo aviso- Hiroki entendía hasta cierto punto, esas justificaciones.

Finalmente, el salón se quedó solo y tras recoger su material de estudio, regresó a su oficina.

 

 

 

Nada más entró a la oficina, el murmullo de los estudiantes por los pasillos, las animaciones del equipo de porristas –que practicaban en el área frente a su oficina- el constante piteo de un celular y algunos chicos gritando por alguna tontería… todo dejó de escucharse, decir que el tiempo se detuvo sería una buena comparación.

 

¿Nowaki?- su primer reacción aparte de la estupefacción; era ir a golpearlo, pero su mano se quedó quieta en la perilla de la puerta; completamente inmóvil.

Nowaki fue el primero en acercarse, lentamente y midiendo su distancia; Hiroki era muy volátil y él no quería encender la mecha para hacerlo estallar.

Hiro-san…- su voz sonaba quebrada, sus ojos comenzaban a nublarse de lagrimas, su rostro cansado y demacrado por tantas noches en vela, aparte de su aspecto general debido al jetlag… Nowaki se veía lamentable.

Solo por eso, Hiroki se quedó quieto aceptando el abrazo que su esposo le había dado y en parte fue algo bueno, pues los segundos que duraron abrazados bastaron para colmar las fuerzas del médico, quien exhausto se dejó caer abatido sobre los brazos de Hiroki.

 

¡Hey Nowaki, hey!- lo colocó con torpeza en una silla, dándole ligeros golpes en su mejilla para hacerle reaccionar; estaba a punto de salir a buscar ayuda cuando el pelinegro le sujetó la mano:

Fui un idiota, Hiro-san…no debí irme así, tú me necesitabas y yo… yo…-

Ahórrate las disculpas… ¿Cuándo comiste por última vez? –

Hiro…-

Después podré golpearte si quieres… pero espera ahora… iré por algo de comer ¿quieres algo?- Nowaki no respondió al instante y Hiroki se auto respondió:

Te traeré un jugo-

 

 

Nowaki sentía su cabeza palpitar y todo daba vueltas; el efecto del vuelo le causó más estragos que la primera vez; quizás porque hasta ahora no creía realidad el estar de vuelta…Antes de que pudiera pensar algo más, Hiroki entró con unas galletas y un jugo conseguidos de la máquina expendedora:

Te dará energías… ahora come- Nowaki se dejo cuidar; poco a poco el vacio de dos días en su estómago fue llenándose y el mareo también fue aplacándose, aún así seguía en la silla temiendo que al pararse devolviera todo.

 

Será mejor que reposes un rato…tengo que atender una clase más, luego veré la manera de salir temprano-

Pero Hiro-san… tu trabajo…-

Solo me quedaré para preparar el material de mañana… será suficiente con que mañana llegue temprano y lo haga, por ahora eres mi prioridad- su corazón latió aceleradamente, como no lo había hecho años atrás, buscó los ojos de Hiroki queriendo encontrar algo… y sonrió al ver como el profesor tenía un intenso sonrojo bajando la mirada, Nowaki llevó su mano hacia su rostro alzando su cara y poder mirarse fijamente:

 

¿Me perdonas por ser un idiota?-

 

Si no soportara tus idioteces, no me hubiera casado contigo… estúpido- busco sus labios y los tomó con dulzura, Hiroki cerró los ojos disfrutando el momento, aún tenía que arreglar ciertos puntos sobre el tema, pero todo seria a su tiempo lo importante ahora es que había vuelto. Su familia estaba completa.

Por ahora…


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