Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

JUNJOU REBEL -EN EDICION- por ravenK

[Reviews - 531]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

THE TIME IT HAS COME TO DESTROY YOUR SUPREMACYYYYYYYY!!!


Ando en las nubes con esta noticia!! Una de mis bandas favoritas (MUSE) viene a mi ciudad en octubre!!!!! -llora de felicidad- Cuando lo supe quería gritar!! ya ando actualizandome con su nuevo repertorio!! Ya esta mas que remarcado en mi calendario XDDD WIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII


Jajajaja, bueno, dejando toda mi algarabia (a alguien mas le gusta muse? para no sentirme tan solita XD), ya les dejo el capitulo y muchas gracias a todos por sus comentarios, me dan mas tranquilidad yconfianzap oder seguir esta historia como la tenia planeada, muchas gracias :D

 

 

CAPITULO 64: CULPA

Aquella mañana no quería levantarse de la cama; no solo por el triste ambiente que se vislumbraba en la ventana.

Unas visibles ojeras surcaban sus ojos, no había dormido bien en esta semana, pues con su estomago de cinco meses ya no podía moverse libremente por la cama, a pesar de que aún no era tan visible, gracias a la ropa holgada que había conseguido; eso sumado al hecho de esperar una llamada que no había recibido desde hace una semana.

Todas las noches en ese periodo había hecho lo mismo, esperaba hasta entrada la madrugada, alerta del teléfono.

Tomó el móvil de donde lo había dejado y lo revisó, nada, ni un mensaje ni una llamada perdida.

 

Las ganas de llorar volvieron pero no se permitió hacerlo,  suspiro convenciéndose firmemente:

Debe estar cansado…- ya se lo había comentado anteriormente, y a pesar de que su voz sonaba algo más fría decidió atribuirlo a la paranoia que sentía; Toshi le había pedido solo comunicarse en cierto tiempo ya que estaba muy ocupado con la concesión que muy pronto daría inicio; Ren aceptó sintiéndose aliviado en parte por tenerlo de vuelta y porque podría dormir sin ser despertado a mitad de la noche… pero las llamadas se fueron haciendo espaciadas, y ahora, pasó una semana desde la última vez que habían hablado.

 

Su móvil comenzó a sonar y por breves instantes pensó que sería él, pero suspiró desilusionado cuando vio el nombre del que llamaba:

 

Hola-

Hola Ren, ¿Cómo amaneciste?- la voz alegre contrastaba bastante con su estado de ánimo; Kusama suspiró:

Con mucha flojera…- al otro lado de la línea Mahiro emitió una carcajada.

Pues más vale que se te vaya quitando… ¿me acompañas a la facultad? Tengo que entregarle al maestro de estadística un reporte, ayer no tuvimos su clase y nos cito hoy…- Ren chasqueó la lengua, no le apetecía para nada ir hasta la universidad de Mahiro; trató de negarse pero el otro no se la iba a dejar tan fácil:

Anda, vamos y te invito a comer… ¿sí?- Ren negó sonreído, su humor comenzaba a disiparse ante la perspectiva de una suave y lluviosa tarde con su amigo; pensó en que tendría un poco de tranquilidad para no pensar de más en otras cosas; sin ponerse más peros aceptó.

 

 

Mientras tomaba una ducha recordó que el lunes sería la cita con el doctor Harada; recordó que le había dicho que con una gran seguridad podrían saber el sexo del bebé, Ren sonrió acariciando su vientre y quedando con su mano estática en un solo punto mirándolo con cariño:

¿Estás ahí verdad? Eres un bebé muy tranquilo…- suspiró; Harada le había comentado que en este mes ya podía sentir a su bebe moverse, pero él no había sentido nada contundente; o solo era muy distraído- Me gustaría que al menos respondieras- ya sea una pequeña patada o algo así como lo sentía en el vientre de Misaki cuando Kosuzu se movía; le platicó acerca de su inquietud en un momento dado y el ojiverde le reiteró que no tenía que preocuparse, que era normal.

Sin embargo Ren no se preocupaba por eso; era más que nada para saber que aún había alguien por quien seguir adelante y sostener todo esto mientras llegaba el momento adecuado; quería sentirlo con él como lo viera en el primer eco; aquella sensación de que no estaba solo a pesar de todas las personas que lo han apoyado, incluso sus padres quienes comenzaba a acondicionar su habitación para el pequeño ser… le hacía falta el apoyo de la persona más importante, la otra mitad de su alma; que con terror comenzaba a sentir más y más lejano…

 

Al vestirse se topaba con uno de sus enemigos diarios todos los días: los pantalones, debido al embarazo, era obvio que necesitaba tallas un poco mas grandes sin llegar al a exageración pues apenas sería una o dos tallas más; pero Ren quería morirse de vergüenza cuando Nowaki le compró aquellas prendas y después de todo un drama logró aceptarlo a regañadientes.

Eran unos buenos pantalones, pero el extrañaba los viejos, solo esperaba que cuando terminara esto regresar a su talla normal.

Se sentó con cuidado a la mesa, pues un dolor en su espalda le impedía moverse con rapidez; Nowaki preparaba el desayuno le notó aquello:

¿Te pasa algo?-

Es que me duele la espalda… no he dormido bien-

Se te nota…- dejó un plato lleno al frente y alzó su rostro- Estas muy cansado… ¿tienes que salir a algún lado?-

Mahiro me invitó a comer…- el gesto de preocupación de Nowaki se hizo notar:

Sería mejor que descansaras… ya estás en tu quinto mes y debes de poner más cuidado en esto…- Ren asintió restándole importancia- Estoy bien, no tienes que preocuparte…- suspiró derrotado, en vista de que no lograría convencerlo le advirtió:

Pero te quiero temprano, ¿oíste?-

Si, si…-

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Al llegar a la universidad encontró un área techada con bancas y llamó a Mahiro:

“Estoy en tu campus… más vale que vayamos por algo rico que muero de hambre”- envió ese mensaje con una sonrisa en su rostro; limpió su frente empapada y sacudió sus cabellos, en ese momento recibió la contestación:

Ya entregué el trabajo, voy por el frente-

Te espero-

 

 

Pasaron cerca de diez minutos, la lluvia se había detenido momentáneamente pero amenazaba con volver en cualquier minuto; cuando divisó a Mahiro se levantó del asiento sosteniendo su espalda; pues una pequeña punzada muscular le había recordado que estaba algo delicado; el otro lo alertó en seguida:

Hey, ¿estás bien?-

Solo cansado…- Mahiro examinó su rostro, encontrando unas notables ojeras y dijo con pena:

Siento haberte hecho venir hasta acá… pero es que quería salir contigo hoy… en la semana fui a un restaurant que quiero que conozcas…-la preocupación en sus palabras era obvia, Ren sonrió enternecido:

Está bien… ¿no iremos muy lejos, verdad?-

No, es aquí por el centro comercial…- Ren asintió recuperándose y con Mahiro muy al pendiente de sus pasos se encaminaron al lugar.

 

 

Mientras revisaba el menú se sintió observado alzó la vista momentáneamente y sonrió extrañado:

¿Qué pasa? ¿Por qué me ves?- preguntó al chico que tenía su mejilla apoyada en la mano, contemplándolo de una forma un tanto rara, Mahiro espabiló de inmediato:

Nada… solo me quede pensando…- Ren no le pregunto nada más, pues Mahiro cambió rápidamente de tema:

¿Qué vas a pedir?-

Eh… ah… mhm…- miró el menú una vez más- el combo 2- Mahiro asintió y mando a llamar a un mesero para levantar el pedido.

 

Comieron y charlaron con tal armonía, eso era lo especial de sus pláticas donde Ren podía olvidar todo el pesar que traía en su corazón tras la ausencia de aquel ser tan importante… y Mahiro… encontraba en Ren a una persona comprensiva, amable y muy, muy especial…

 

...- se había quedado en silencio, solo escuchando como el otro relataba algo que había pasado en sus clases, Ren lo notó enseguida y le miró extrañado una vez más:

Estas distraído, ¿cierto?- le preguntó con ironía, pues se notaba que Mahiro estaba en las nubes, el joven espabiló recuperándose:

Lo siento… creo que si…- miró su plato vacio y se preguntó en qué momento habían terminado, Ren también lo hizo y reflexionó:

Creo que es momento de irnos… sino creerán que tomamos el lugar como buffette- rio por su propio comentario y se levantó, sin embargo Mahiro no pasó por alto el gesto de incomodidad que había hecho al momento de alzarse.

¿Estás bien?- Ren asintió entrecerrando los ojos; en ese preciso momento había sentido una punzada en la parte baja de su estómago, sin embargo justo como la había sentido, había desaparecido.

 

Ren?-reaccionó al llamado del otro y con cierta turbación respondió:

Estoy bien… vamos…-

 

 

 

En el trayecto de regreso el sonido de un trueno lejano les hizo detenerse, no hablaban de nada en específico pues Ren se habia inmerso en anotar mentalmente ese pequeño dolor para la próxima revisión y Mahiro se había inmerso en sus pensamientos; algo en su cerebro se había dado cuenta de lo que el corazón comenzaba a sentir… y no era nada bueno… al menos, no en estas circunstancias.

En ese momento, recordó; los breves momentos que habían estado juntos en días anteriores pasaron por su mente; los juegos que habían compartido; las tardes donde Ren lo había visitado y se habían quedado horas platicando, el cine y su melodiosa risa resonando en la sala, confundiéndose entre los demás asistentes cuando se tratara de una comedia… como arrugaba la nariz cuando en sus salidas a algún restaurante comía algo agrio; cuando lo vio la primera vez, le causó risa, pero conforme pasaba el tiempo, le parecía… adorable.

Verle comer un pastel era más dulce que el mismo; con los hoyuelos en sus mejillas contrayéndose para degustar mejor el sabor… Mahiro se perdía en la contemplación de estos hasta que notaba como la mano traviesa del más chico osaba robarle un pedazo… entonces todo era risas y peleas de nuevo.

Sin embargo, el tiempo pasó y estos gestos; antes adorables y tiernos, eran dulces e incomparables; únicos para él, comenzaba a apreciarlos como algo delicado y precioso.

Y lo que más le fascinaba… eran aquellos ojos azules, tan sinceros y transparentes; Ren tenía esa particularidad de atraparte con una simple mirada… y sin que se hubiera dado cuenta, Mahiro ya estaba absorto desde hacia tanto…

Entonces… justo cuando su corazón quería tomar el dominio de su ser, la razón le detenía… no podía hacerlo, era fiel y noble a su primo, considerado y respetuoso con el amor de este, no podía tocarlo.

Lo sabía perfectamente, sin embargo, también era humano y tenía defectos y debilidades… tarde se dio cuenta que una de las debilidades era precisamente, ese ser tan exquisito, con el cual había compartido tantos días y tardes en un ambiente completamente utópico.

Se dio cuenta en algún momento del camino, el cual no importaba ahora, lo único que importaba era que el otro no lo supiera… no podía alejarlo de su lado a pesar de lo mucho que se lastimaba, solo hasta que Toshizo volviera, podría el retirarse sin ser herido más que por el “hubiera”.

 

Sin embargo, el instinto engaña y hace cometer locuras, más aún cuando el corazón rebosante de sentimientos y adrenalina se combina con un momento como el de ahora; tan cerca de él que podía percibir su aroma, dulce, suave de un ligero olor a fresas, mezclado con el olor de la lluvia que con ese potente trueno seguido de un cegador relámpago les paralizó justo en el momento en que un torrencial de lluvia azotaba en la tierra.

¡Demonios! No traje una sombrilla- Ren trató de cubrirse con sus antebrazos, pero comenzaba a empaparse rápidamente, Mahiro le tomó del brazo y caminando velozmente se refugiaron en el techo exterior de una tienda de conveniencia.

Uff… si que fue repentino…-

NI tanto, ya suponía que iba a llover…-

¿En serio?- Ren arqueó una ceja- y supongo no trajiste sombrilla…-

Jeje… de hecho si la traigo…-

Entonces ¿porque no la abriste? Ahora estamos empapados, tonto- se enfurruñó con él y se cruzó de brazos, Mahiro solo rió a carcajada limpia y despeino sus propios cabellos:

Me gusta mojarme en la lluvia… ¿a ti no?- Ren se quedó meditando un momento, mas luego sonrió:

Si… es divertido… pero ahora debo de cuidarme de eso…- dijo lo último sin pensar; Mahiro un tanto extrañado le preguntó:

¿Por qué? ¿Tienes bronquitis o algo?- se preocupó un poco al saberse provocador de un mal mayor, Ren negó desviando la mirada, rojo por el nerviosismo de haber sido tan despistado; sin embargo, dicho enrojecimiento tuvo un efecto contrario en Mahiro, quien lo atribuyó a otra causa.

Estas rojo…-

Eh?- se tocó la mejilla, la sentía un poco tibia- Ah… bueno…- no encontraba algún argumento, debido a la preocupación inconsciente por una posible enfermedad, ya se imaginaba a sus padres reprochándole el no cuidarse; sin embargo otro trueno retumbó en el cielo, causando un apagón en la tienda y algunos locales alrededor, así como los gritos sorprendidos y enfadados de la gente:

Vaya que esta fuerte eh…-

Y-ya lo creo…-

¿No te asustan los truenos?- preguntó, pues desde hace rato ya lo notaba extraño, Ren negó con la cabeza- Me gustan… las tormentas y eso… no se, siempre me han gustado…- Mahiro sonrió tímidamente quedándose quieto mirándolo fijamente, su corazón comenzaba a latir velozmente, ese chico era único en su tipo, siempre lo ha sabido pero hasta entonces lo había comprobado, temerario, fuerte, vivaz, inteligente, aguerrido, terco… todo de él le atraía de forma inimaginable…

Ren…- el chico se había distraído un poco mirando al cielo nublado, cuando un rayo se vislumbró en el manto gris, cuando se dio por llamado, volteo… sin embargo, al mismo tiempo que un trueno tronaba en algún lugar dos suaves, húmedos y calientes labios tomaron los suyos, fundiéndolos en un beso con sabor a lluvia; un beso delicado y sutil como una gota de las que corrían miles por sus cabezas, un beso… un beso extraño, ora confuso, ora temerario…

Su cuerpo reaccionó cuando las dos manos que habían sostenido sus hombros para impedirle marchar, recorrieron su espalda; se pegó al calor que ese ser emanaba y permitió que lo abrazara, aquellos labios le tomaban con tanta dulzura y temeridad que le fue imposible huir… necesitaba tanto este contacto, que cometió el error de confundirlo, de trasladarse a otro tiempo, donde otras manos más frías que estas y unos labios más demandantes que estos le habían recorrido palmo a palmo…

Los sentidos engañan, la añoranza es mal consejera, el suspiró contra sus labios y solo fueron dos segundos en los que sus miradas se cruzaron, una tenía un dejo de añoranza y la otra de confusión; que poco a poco se torna extrañada y luego… solo muestra tristeza…

 

Comienza a llorar, confunde sus lágrimas con la lluvia que a pesar de su refugio, no puede evitar filtrarse; haciéndole sentir más frío ahora que ese calor se ha esfumado.

Lo siento…- Mahiro comprende y lo abraza, Ren se deja consolar y saca todo lo que trae dentro; frases como “no puedo con esto solo” “porque me abandonaste” “te quiero devuelta” las murmuraba contra su pecho; Mahiro sabía exactamente a quien se refería y no pudo sino estrechar al chico; como medio para evitar que se derrumbara y a la vez, sentirlo aunque sea de esa manera.

Pero escucha algo que le deja atónito: “te necesitamos”- a quien se refería? Comprende que Ren lo ocupe, es su novio, su mejor amigo de toda la vida, pero… ¿Quién más necesita tan fervientemente de él? Antes de que pueda preguntar, una voz se escucha a sus espaldas:

 

¿Qué se supone que haces?- percibía que estaba molesto, no solo la mirada tan filosa como una navaja y de este mismo color le hizo proteger al chico detrás de su espalda:

Hey, no malinterpretes… nosotros…-

Le estoy hablando a él… luego ajustaré cuentas contigo- venía de la casa de Kaori; sin embargo la lluvia le había sorprendido a mitad de camino, por lo cual ya estaba más que empapado y al buscar refugio en algún techado que se asomara, un par de figuras conocidas llamaron su atención, al verlos abrazados le hizo suponer lo peor…

Yuusei… no es lo que crees… yo solo…-

Piensas que es divertido ¿no? Claro, anda y diviértete con él mientras Toshizo no está aquí- sus palabras fueron como estacas para su corazón, pero antes de ponerse a llorar por eso, tenía dignidad y no iba a permitir que alguien que no supiera todo el infierno que llevaba soportando le viniera a reprochar nada:

Cierra la boca Yuusei, tú no sabes nada…- salió de donde el otro le tenía protegido y avanzó un par de pasos limpiándose el agua que escurría de su cara, Yuusei le miró impasible:

¿No sé nada? Pues lo único que sé es lo que vi, que estabas abrazado a este, ¿Qué se siente engañar a tu novio con su primo? No creí que fueras así, Ren… que poco te conozco la verdad- no le iba a soportar aquella calamidad, así que con toda la fuerza y furia que pudo reunir, que no era poca ya que aún tenía que liberarse, alzo su mano y la cerró con fuerza, soltándole un puñetazo que lo mandó directamente al suelo; después de todo tenía la fuerza de su padre, la cual era de temer… y Yuusei lo sabía bien.

Demonios…- vio como algo rojo pintaba el agua entre las baldosas y se tocó la nariz; esta sangraba a borbotones y no pudo sino enfadarse y levantarse tambaleante, para ese entonces Mahiro se había interpuesto sujetando a Ren el cual se sujetaba el estomago con fuerza:

Hey, Ren… ¡Ren!-

Demonios… d-duele…argh…- trataba de sostenerse en sus piernas pero era imposible; las punzadas que había sentido anteriormente se intensificaron en el bajo vientre; haciéndole temer lo peor; Mahiro miró iracundo al pelinegro:

Ayúdame a conseguir un maldito taxi- el otro, a pesar de su enfado y antipatía hacia el sujeto; sabía que era lo correcto; no tardó demasiado y en menos de dos minutos ya estaban camino al hospital.

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

 

 

¡EN VERDAD ERES UN IDIOTA!- una sonora bofetada se plantó en su rostro, de por si magullado; el chico no se defendió debido al shock en que aún estaba; Kaori no escatimó en disculpas ni enmendaciones; después de que Mahiro le había contado en breve lo qué había pasado y el como Yuusei confirmaba lo dicho tras vagos asentimientos la rabia por saber a su amigo herido pudo más que el cariño que sentía por su novio.

 

Sin embargo, fue Mahiro quien de nuevo, le salvó de otra tanda de golpes.

Kaori-kun… debes dejar de golpearlo que harás que le sangre la nariz de nuevo- el aludido se tocó el rostro, donde tenía un tabique; por suerte la bofetada no le había movió de su lugar.

No hace falta que me defiendas…- a pesar de la situación su arrogancia estaba intacta; en el momento en que Kaori iba a regañarlo de nuevo Nowaki se acercó a los tres:

Chicos, necesito que se queden tranquilos o de lo contrario seguridad los sacará…-

Kusama-san, ¿Cómo está Ren?- preguntó el más bajo de todos, Nowaki suspiró con un dejo de alivio:

Está bien… solo fue un susto leve…- la preocupación se notaba en su rostro, los chicos lo sabían, al igual que la impotencia por no poder hacer algo más para aliviar su dolor como padre y medico.

Harada-sensei está con él… confió en que estará bien… lo mejor es que regresen a casa muchachos, y Yuusei…- miró al chico con reproche- cuídate esa nariz…-

S-si…-

Kusama-san… Ren se había quejado antes de su estomago, ¿seguro que está bien?- Nowaki miró levemente a Kaori, este negó sutilmente y compuso un gesto sereno- Esta bien… por favor, déjenlo a mi cargo… lo llevaré a casa en cuanto Harada lo considere apto- los chicos asintieron y se levantaron de la sala de espera, un poco preocupados por la salud de su amigo, acto seguido, abandonaron el hospital.

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Síndrome de los ligamentos redondos- Harada suspiró mientras anotaba algo en el expediente; Ren le miró entre asustado y culpable- ¿Está bien?- el doctor alzó la mirada, mirándole comprensivamente:

Vaya susto que te diste, ¿verdad?... ni siquiera te percataste que te habías magullado la mano…- señaló a la extremidad vendada, por el golpe que le había dado a Yuusei el mismo se había lastimado- Si así quedó tu mano, no quiero saber cómo quedo ese chico- Ren se retrajo un poco, al recordar el porqué había llegado ahí, se sentía mal por lo que Yuusei le había dicho y lo que había provocado en Mahiro sin quererlo… no sabía cómo enmendar las cosas.

Harada colocó una mano en su hombro, de manera afectiva- ¿Quieres hablar de lo que pasó?- sabía la situación solo superficialmente; Ren negó con la cabeza- Esta bien… ya pasó…- el hombre suspiró resignado- No debes guardarte todo para ti, Ren… sé que esto ha sido difícil para ti, mira… a partir de ahora, las cosas van a cambiar mucho, necesitarás toda la ayuda posible, te lo he repetido infinidad de veces pero escucha… - adoptó un aire serio- si dejas pasar el tiempo más de lo necesario ocasionarás dolor a todos los que te rodean y te han apoyado… especialmente en él- Ren no dijo nada, solo se quedó pensativo; en el momento en que Harada cerraba sus apuntes, Nowaki entró por la puerta:

Los chicos se marcharon…-

¿Les dijiste la verdad?- Nowaki negó con el semblante abatido; Ren sintió una punzada de culpa por obligar a sus padres también, pues ellos tenían que reservar sus comentarios sobre el asunto; solo con Akihiko y Misaki entablaban conversación, misma que era censurada al hablar del padre del bebé… también podía ver el rostro de inconformidad y tristeza en el rostro de los padres de Toshi, ellos también tenían derecho a disfrutar.

En su corazón comenzaba a sentir culpabilidad por ocasionar estos pesares.

Harada, ¿Cómo esta? ¿Qué fue lo que le pasó?-

Es lo que los ginecólogos llamamos “síndrome de ligamentos redondos” es un padecimiento común en esta etapa del embarazo, son solo los músculos que se están estirando… las embarazadas lo sufren sobre todo al ser delgadas, en el caso de los hombres es notable incluso en los primeros meses, debido obviamente a la estrechez de su cintura…-

 

Es verdad…- meditó Nowaki razonándolo y luego sonrió- Bueno, supongo que podremos irnos a casa…- Harada asintió agregando:

Recomendaría una semana de reposo, camina un poco por tu casa en lo que tu cuerpo comienza a amoldarse…- Ren se quedó sin habla, ¿una semana sin asistir a clases? Suspiró levantando sus cabellos, apenas iniciaba el semestre y ya tenía  su primer ausencia… tenía que presentar un argumento muy convincente para que no le expulsaran.

Como le haré con la universidad, demonios- se enfurruñó en su sitio, Harada le miró con reproche, pero Nowaki comenzó a reír, el Kusama menor le recriminó:

¿De qué te ríes papa?- Nowaki poco a poco recuperaba su aplomo y tras un suspiro nostálgico, le contestó:

Tu padre dijo lo mismo cuando tuvo este problema… en este momento me sentí como aquella vez… incluso cruzaste los brazos al igual que él…- Kusama en lugar de reclamarle como usualmente lo haría, solo se quedó en silencio, sorprendido por aquel que Nowaki aludía como un dejavú.

 

De cualquier manera; puedes marcharte a casa cuando gustes, solo con calma y guarda reposo al menos dos días, luego podrás caminar como te dije…- Ren asintió a las recomendaciones del médico y se marchó despidiéndose de ambos, Nowaki le miró con preocupación:

¿Estás bien?-

Si… solo vámonos a casa…-

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Se encontraba en su habitación, las gotas de lluvia golpeaban su ventana, esta les había sorprendido saliendo del hospital por suerte Nowaki había llamado a Hiroki y este los esperaba en la entrada.

El trayecto a casa fue en un silencio absoluto; Ren suponía que Hiroki ya se había enterado, pero lo que le sorprendía era no recibir algún regaño… o quizás solo estaba esperando el momento propicio.

Hiro-san?- se estacionaron en su lugar, sin embargo Hiroki no se movió:

Adelántate…- Kusama entendió la indirecta y asintió sin decir más, una vez que cerró la puerta Hiroki suspiró.

¿Puedes pasarte al frente?- preguntó por el espejo retrovisor, Ren asintió vacilante y lo hizo cuidando de donde pisaba; cuando finalmente se acomodó Hiroki apagó el auto.

 

Un día lluvioso como hoy… hace doce años, tuvimos un accidente… ¿recuerdas?- Ren asintió sin meditarlo demasiado, aún expectante a lo que diría:

 

Hubo lesiones físicas… Misaki tuvo que ir a rehabilitación… Akihiko se lastimó la muñeca… tu y Toshi salieron ilesos gracias al cielo…- se tomó un respiro- Pero perdimos a alguien muy especial en ese día…- Ren se extraño, que el recordara no hubo muertos; ¿o si?

 

¿Qué dices?-Hiroki lo miró breves segundos antes de decir- Ibas a tener un hermano- la lluvia dejó de oírse, el frío del auto le caló en los brazos, los cuales se encrisparon por un escalofrío… Ren no podía creerlo, Hiroki siguió diciendo:

Tenía poco tiempo, de haberlo sabido y no te lo dijimos… con Nowaki aún no encontrábamos el momento preciso para hacerlo, sin embargo… no hizo falta…-

¿Cómo no me lo dijeron?-

No queríamos crearte una ilusión y luego romperla por algo así… además es algo demasiado doloroso de recordar- Hiroki respiró hondo, llevando su dedo índice y pulgar al puente de su nariz.

 

Logramos “superarlo” con el paso del tiempo… Nowaki se antepuso a todo para sacarme de la depresión en que me sumi… ¿Por qué crees que no fui a tus festivales dos años seguidos? Incluso un tiempo viviste en casa de Akihiko, ¿lo recuerdas?- Ren asintió rememorando, pues un par de meses recién cumplidos los siete Nowaki le había dicho que se quedaría un tiempo con sus padrinos, pero no le preocupó ni nada por el estilo, ya que así podría jugar con su mejor amigo más tiempo.

 

Todo fue por eso… porque atravesamos una crisis en la que prometimos no volver a caer…-

 

¿Por qué me cuentas esto ahora, papa? ¿Qué gano con saberlo si solo…?- no terminó, su corazón estaba confundido entre sus propios pesares y ahora, con esta nueva revelación no sabía que pensar ni que sentir, si enfado por haberle negado este hecho o consideración por Hiroki.

 

Porque hoy… pensé que te perdería… cuando Nowaki me llamó todo la angustia de ese tiempo se concentró en el hecho de que… quizás, estuvieras padeciendo lo mismo que yo... y eso me aterró…-

Estoy bien, papa...- Hiroki asintió y limpiando una invisible lágrima le contestó negando con la cabeza- Ya lo sé… estas bien, siempre estás bien… pero ¿crees que no me doy cuenta? Ren… por favor, no naci ayer… ¿crees que no noto las noches que te desvelas esperando por él? ¿Cómo cada que Akihiko o Misaki te visitan la culpa se nota en tu mirada? ¿Crees que no te escucho cuando finalmente duermes, como lo llamas en sueños? Ren… yo te conozco desde siempre… sé que no estás bien y no lo estarás hasta que digas la verdad… porque esta es una etapa maravillosa que debes vivirla con el… se que parece raro viniendo de mí pero así es… yo no me imagino el haber enfrentado todo esto solo sin Nowaki, y te admiro por como lo estás haciendo pero… tú te guías por el miedo, ya no es la promesa que deseas mantener… yo sé que no es así… pero escucha…Mientras más lejos se huya de un miedo, este se acrecentará más en los corazones de quien teme… Ren, a partir de ahora tendrás más complicaciones y a pesar de que estemos aquí, a tu lado… tú necesitas el apoyo más importante… por eso, solo te lo diré una vez más… si decides hacer caso te ayudaremos en lo posible, si no… estaremos contigo a cada paso… debes decir la verdad- después de aquel discurso motivador Ren quedó en silencio, incapaz de decir algo con lo cual argumentar; había llegado al tope de su resistencia y así lo comprobó Hiroki al verle sollozar; Kamijou respiro hondamente y buscó acercarse a él, sosteniéndole entre sus brazos, dejándole desahogar todas sus penas y temores, lo comprendía, lo entendía perfectamente.

 

Su vista estaba enfocada en algún punto en el techo, en la pieza solo se escuchaba la suave respiración subir y bajar; y como un sonido incesante las gotas golpeando el vidrio; no era molesto, al contrario, le relajaban, no se escuchaban más los truenos, seguramente se detendría pronto…

Cinco meses… te lo he ocultado tres… desde que te fuiste…- no se sentía orgulloso por haber soportado tanto tiempo aquella verdad, pues esta solo le pesaba más y más con el transcurso de los días, y será peor en lo que reste… ni que decir cuando regrese.

 

Hoy su corazón tuvo una confusión que jurará no volver a cometer, la inconsciencia de sus actos le costó la estima de un amigo, la cual quería recuperar pronto… su mano se enfrentó a su rostro; antes se habían peleado, pero no de esa manera…

Ocultar su secreto le había costado caro y cuando llegara el momento de pagar los intereses terminaran por derrumbarle, sabía que a la mañana siguiente Akihiko o Misaki llamaran preocupados por su estado, así como tendría a su amigo marcándole para saber cómo estaba…

 

Solo ocasionaba molestias con aquella decisión…

Mas que cumplir una promesa, más que su propio bienestar, veía por el de Toshizo, quería ganar tiempo para sabe qué hacer, la excusa perfecta era esperar como lo había prometido antes… sin embargo este se agotaba; los días difíciles se acercaban y el no tenía a su escudo más importante; Hiroki lo había descubierto y le había alertado a tiempo.

 

Mientras más huya de un miedo… este crecerá más en mi corazón…- susurró aquellas palabras que su padre le dijo al finalizar su discurso; Ren suspiró cerrando los ojos y pasando una mano por sus cabellos; su mente era un caos pero logró reponerse cuando una llamada entró:

¿Hola?-

Ren, ¿estás bien?- como lo había predicho, aunque con bastante tiempo adelantado, Kaori le había llamado preocupado por él:

 

Estoy bien… solo fue un padecimiento común en estos tiempos… ¿Cómo estas tu? Escuché que te peleaste con Yuusei por mi culpa…- se notaba arrepentimiento en sus palabras, Kaori suspiró:

Fue un tonto por gritarte todas esas estupideces… no se qué le pasa cada vez que ve a Mahiro contigo…-

El tenía razón…-

¿Cómo? ¿Tienes algo con Mahiro?-

No… no me refiero a eso, Yuusei tiene todo el derecho de enojarse, el no conoce la verdad y pues… yo tuve un momento de debilidad, el llego en mal momento…-

Oh… pero aún así… no debió faltarte al respeto… mira que por su culpa terminaste en el hospital…-

Y el también, si te recuerdo… espero que no le haya lastimado mucho- miró su palma vendada, Kaori al otro lado de la línea negó agregando:

Tenías todo el derecho de defenderte… él también se quedó preocupado pero no te llamará… así que le haré saber que estas bien y si pregunta le diré que solo fue estrés…- Ren detuvo su oración, mostrando una tenue sonrisa:

Ya es tiempo… Kaori, ¿puedo confiar en que le dirás la verdad?- al otro lado de la línea, el chico se quedó mudo, en pocos segundos se recobró exclamando:

¿Qué? ¿Estás seguro? Ren…-

Estoy seguro… no puedo seguir siendo egoísta con esto… ¿le dirás?-

C-claro… ya mismo le marco pero ¿Y Toshi?-

De él me encargo yo…- suspiró- nos hablamos luego, te lo encargo-

S-si… tu también, cuídate y no te alteres…-

Ya, ya… adiós- después de despedirse quedó con el móvil entre las manos, jugando con él; había dado un paso importante tras un arranque de valentía, ahora faltaba uno.

 

Después de marcar el numero y que lo conectaran con la operadora, esperó en la línea... uno, dos, tres, cuatro…  Toshizo nunca dejaba el celular sonar más de cuatro veces, seguramente estaría ocupado:

Habla Uasmi Toshizo, de momento no puedo contestar si gusta dejar un mensaje después del tono- Ren suspiró frustrado; sintiendo sus fuerzas drenarse por la adrenalina de la acción; pensó en colgar pero luego recapacitó en que, sería más fácil decírselo así… Ren comenzó a grabar su mensaje:

 

Hola Toshi… hace tanto que no nos hablamos… se que debes estar ocupado pero…hay algo importante que debo decirte…y no puede esperar… me conectaré por webcam a tus ocho de la noche… por favor tardes… te amo…- sintió un cosquilleo al decir aquellas palabras… seguido de una pequeña molestia en su bajo vientre… la cual se volvió a repetir en su costado dos veces más.

Pero que… - colgó al percatarse de aquello y dirigió sus manos al lugar, no sentía dolor pero si algo extraño, como si…

¿Quieres cenar?- Hiroki se asomó sin avisar a la habitación, encontró a su hijo sentado en la cama tocando su vientre con una ligera mueca de extrañeza y temor.

¿Qué sucede?- de inmediato se acercó a él tomándole por los hombros con suavidad, Ren se sobresaltó:

Ahí está…-

¿Qué?-

No se… sentí algo… no sé porque si no hice nada…- hiroki llevo su mano al pequeño estomago del chico, después de un par de segundos sintió lo mismo.

¿Qué fue eso? ¿No le estará pasando nada malo?- Hiroki quería reírse por la situación; pero se contuvo solo dando un ligero suspiro, mirándole sonreído- Se está moviendo- Ren no pudo evitar sorprenderse y llevar sus manos justo en el momento en que otro movimiento se hacía presente:

Wow… esto es…-

Es tu hijo… y por lo que veo, creo que tiene hambre… ¿vendrás a cenar?- Hiroki se enterneció ante la turbación y alegría de su muchacho, sabía lo especial que este momento llegaba a ser…

En veinte minutos… te dejo, ahora el problema será mantenerlo quieto-

No quiero que este quieto, quiero que se mueva-

Jaja eso dices… solo espera a que llegue la hora de dormir…- tras decir esto se marchó del cuarto, Ren no prestó atención a aquello, pues el solo estaba concentrado en el próximo movimiento del bebé.

Toshi…-suspiró cerrando los ojos, ahora lo sabía y estaba más que convencido, Toshi tenía que saberlo, estos movimientos solo eran la confirmación de que su niño estaba creciendo, que el tiempo corría y pronto todo terminaría, Ren quería otorgarle los últimos meses de gestación a su amado, era su derecho y el no era nadie para impedírselo, solo esperaba que lo disculpara por su egoísmo.

 

Pronto estaremos juntos, hijo… pronto-

 

Y ese pronto estaba por confirmarse, a las ocho de la noche, Ren se encontraba ajustando los últimos detalles en la cámara, se había puesto una playera blanca algo justa a su cuerpo, con el fin de resaltar el pequeño bulto que se veía en su bajo vientre; se puso unos bóxers cómodos y su cabello, aún húmedo por el baño se lo cepillaba con una mano, cuando finalmente estuvo listo encendió la webcam…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).