CAPITULO 66: SOLO QUIERO QUE SEPAS QUIEN SOY
Cerró los ojos por un momento, sintiendo el suave arrullo del viento soplando sobre su cara, a pesar de estar en el suelo podía percibirlo, sonrió en completa paz, relajándose… hasta que un leve murmullo le hizo abrir los ojos girando un poco su rostro hacia la otra persona que le acompañaba.
Se ve tan genial…-
¿Qué cosa?-aquellos ojos azules se encontraron con los verdes que poseía, Ren le miró con una mueca de reproche:
No me pusiste atención… mira- señaló con la mirada hacia el cielo, aunque solo percibió las ramas y hojas de los arboles filtrando la luz del sol.
¿Lo ves? Se ve como un túnel- Toshi se esforzó un poco en tratar de ver lo que su compañero había visto, cuando al fin lo percibió agregó:
Tienes razón... es como si fuera una mezcla de colores- contemplaron el curioso paisaje durante algunos segundos, hasta que Ren hablo de nuevo:
¿Por qué estamos aquí? ¿No deberíamos estar en tu fiesta?- Toshi suspiro su respuesta:
No es lo mismo…-
Pero tu abuelo te la preparó especialmente para ti…-
Pero no me agrada del todo… es decir, tú también cumples años y me sentí muy mal cuando decidió hacerla, yo celebro con fiesta y tu no…- Ren bufó con molestia:
No seas aguafiestas… está bien, tu abuelo no lo hizo de mala fe… además fue genial que invitara a todo el salón con transporte- Toshi se encogió de hombros con cierta incomodidad; ese día cumplía diez años y su abuelo había decidido organizarle una fiesta en la mansión Usami… y los peros de su padre no se habían hecho esperar, pero Misaki había sabido convencerlo de que aceptar aquel gesto amable; pero por lo que Toshi no se sentía bien, era porque precisamente, Ren también cumplía años y se sentía culpable por no celebrarlo en igualdad.
¿En verdad no te molesta?- preguntó después de otro momento de silencio, Ren negó con la cabeza explicando:
Mis padres me harán una cena el fin de semana, contigo y Yuusei y mis tios… así que estará bien… porque solo seremos nosotros-
Lo siento…- a pesar de la modestia y humildad de Kusama, Toshi aún se sentía un poco culpable, Kusama sonrió levantándose e instando al otro a ponerse de pie.
Ya deja de disculparte o no te daré tu regalo de cumpleaños-
¿Qué es?-
¿Te dejarás de disculpar?-
Lo prometo- aseguró el mayor, Ren sonrió satisfecho y alzó su mano derecha extendiéndosela a Usami:
Aquí…-
¿Qué?-
Esta mi regalo… es una promesa-
¿Promesa?-
Si, te prometo que cuando sea grande, te daré el regalo más maravilloso que pudieras recibir- Toshi le miró entrecerrando los ojos, Ren solo estaba jugnado con él:
Muy gracioso-
No, es verdad…- la mirada sincera y transparente hizo que Toshi confiara en sus palabras y le tomó de la mano, apretándola con firmeza:
Está bien, te creeré… pero define “grande”-
Cuando crezca, tonto-
Define bien-
No se… veinte años pues…-
¿Tanto tiempo?-
Solo súmale diez a los que tienes, así que si, te prometo que a los veinte te daré el mejor regalo del mundo-
¿Y cuál es ese dichoso regalo?-
No lo sé…-
No deberías prometer lo que no puedes cumplir…-
Si digo que te daré algo te lo daré y te hará feliz, ahora mejor cállate y regresemos que tengo hambre-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Abrió los ojos al sentir algo frio en su mejilla, miro el cielo y estaba gris, parpadeó un poco y se incorporó; entonces pudo notar que comenzaba a llover. Con parsimonia se levantó del suelo y sacudió sus pantalones, cuando finalmente se incorporó y se disponía a salir, no sabía a dónde ir.
Los acontecimientos del día volvían a su memoria de forma rápida; entonces al recordar el porqué estaba ahí y su mejilla dolía era por el golpe que había recibido por Yuusei debido a la situación en que estaba metido.
Alzo la vista al cielo exhalando un suspiro y comenzó a caminar… no le importaba empaparse pues nada parecía tener sentido, al menos no para él, la gente caminaba chocándolo y extrañándose de porque no se cubría, Toshi no les prestó atención, seguía inmerso en su interior, pensando en todo y nada a la vez, buscando una respuesta que no quería darse ni admitirse, la culpa y el miedo le bloqueaban los sentidos, tanto así que se encontró en la zona residencial… sintió un escalofrío al saber que “si tenía un lugar donde llegar”.
Caminó con un poco mas de conciencia por las anchas calles colmadas de arboles debido a los grandes terrenos de las mansiones que se construyeron ahí y finalmente se detuvo frente a una de estas, Toshi la contemplo por fuera durante unos momentos y después de que un rayo se vislumbrara en el firmamento decidió tocar el interruptor de llamada, el mayordomo le contestó:
¿Toshizo-sama?-
Tanaka-san ¿puede abrir por favor?- no reconoció su propia voz, sonaba algo ronca , como si estuviese reprimiendo un llanto, Toshizo no se dio cuenta hasta entonces del nudo que tenía en su garganta.
En un instante- el conmutador se apagó y enseguida, las grandes rejas de la entrada se abrieron, Toshizo camino hasta la entrada de la casa donde Tanaka le recibía con una toalla seca, una vez de frente no hizo preguntas, solo le extendió la pieza:
Le prepararé un baño, su habitación estará acomodada en breve, mientras puede irse secando con esto- a duras penas le sonrió con agradecimiento, siguió al mayordomo hasta el hall y después se condujo solo hasta la que fuese su alcoba; ya que anteriormente había dormido ahí en ocasiones.
Aun no esta lista, Toshizo-sama… necesita limpiarse-
Así está bien… quiero descansar un rato-
Como desee- Tanaka se retiró por un pasillo, Toshi subió las escaleras y después de algunos cuantos pasos por los corredores de la segunda planta, finalmente encontró la pieza, al entrar no percibió nada personal, solo una cama y algunas cajas, seguramente con libros o ropa; en lo que buscaba el cambio Tanaka le avisó que el baño estaba listo y fue a ducharse.
El agua caliente se sentía bien corriendo por su piel a raudales; se permitió relajarse en esta; cuando terminó no quería salirse pero debía hacerlo si quería evitar un resfrío, finalmente salió y se devolvió hasta el final de las escaleras, donde divisó a Tanaka acomodando un jarrón:
Tanaka-san… ¿alguien habló para ver si estaba aquí?- aunque eran remotas, solo era una posibilidad, Tanaka asintió:
Misaki-sama hablo diez minutos antes de que llegase, Toshizo-sama… le comuniqué que no estaba efectivamente-
Entiendo…- un segundo de silencio- Si vuelve a llamar quien sea, no les digas que estoy aquí, solo dormiré una noche y mañana me marcharé…-
Como desee, Toshizo-sama… pero déjeme insistirle en que puede estar todo el tiempo que quiera, esta es su casa-
Lo sé, así está bien… gracias por todo- Tanaka asintió en silencio y Toshizo devolvió sus pasos hasta la su habitación.
Y no quiero que el mundo me vea, porque no creo que ellos entiendan…
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Sintió el gentil tacto de una mano acariciando su rostro, abrió los ojos con pesar topándose con la cara de Misaki, el ojiverde sonrió cansadamente y lo saludó con un beso en la mejilla:
¿Cómo estás?-
Bien… supongo… ¿Qué sucedió?- no recordaba el haberse dormido; de hecho, lo ultimo registrado en su memoria era el haber estado escribiendo algo en su computadora, luego nada.
Pero el suspiro de Misaki, le auguró que no se trataba de nada bueno; con paciencia y tratando de no sucumbir al llanto; le platicó lo que había pasado incluido la llegada inesperada de su hijo, al terminar, Akihiko estaba tan confundido y se sentía tan culpable por todo lo que había causado, al ver el rostro demacrado de su esposo, solo pudo acariciar su mejilla susurrando:
Lo siento tanto Misaki… no sé que me pasó… lamento ocasionarte tantos problemas…- Misaki sonrió dejando una pequeña lagrima correr pos su mejilla.
Está bien Akihiko… lo importante es que estas bien… por favor, solo te pido no lo hagas de nuevo… no quiero verte como ayer… nunca más… me dio tanto miedo, usagi… tanto…- sin poderlo evitar, comenzó a llorar quedamente, el escritor le atrajo a sus brazos besando sus cabellos:
Lo prometo… jamás lo haré de nuevo, lo siento- su arrepentimiento era sincero, Misaki lo sabía y solo se aferró más a su pecho, dejando salir toda la frustración que sentía en esos momentos, Akihiko con un nudo en la garganta le susurraba aquella disculpa hasta que el más joven alzó su rostro y lo miró fijamente, con una mirada entre amorosa y suplicante:
Yo también lo siento… por no haber sabido ver que estabas mal… -
Misaki…- el escritor le besó efímeramente en los labios y lo volvió a abrazar; Misaki ya no lloraba solo respiraba quedamente, eran una pareja; con sus altibajos y siempre habían sabido salir bien a pesar de todo, este problema no sería más que una enseñanza una reafirmación que les indicara que, mientras se amaran, nada les sería muy grande o difícil; esa había sido su promesa desde que se comprometieron y en sus votos de matrimonio.
Misaki… te amo…-
Yo también te amo, Usagi-san- Akihiko sonrió satisfecho, cerró los ojos suavemente y se entregó a un nuevo sueño al igual que el castaño que protegía entre sus brazos.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Akihiko, por favor debes descansar… yo intentaré buscarlo, le pediré ayuda a Nowaki y Yuusei, tú aún tienes que reposar- el escritor cogió sus llaves de la mesita cerca a la entrada respondiéndole a Misaki:
Es mi hijo y tengo que hacerlo entrar en razón… además estoy seguro que se donde esta-
¿Dónde?-
En la mansión-
Hablé ayer ahí y…-
Yo lo sé, es el único lugar donde puede esconderse… revisé su tarjeta y no la ha usado, además no ha pisado el hotel donde se hospedó; con Haruhiko no está y tampoco en la casa de Yuusei...-
Misaki hizo una mueca y trató de detenerlo- Iré contigo- el escritor le sostuvo de los hombros, besando su frente- Ya hiciste demasiado Misaki… ahora me toca a mi… déjame sentir parte de la culpa en esto, se que ocultárselo estuvo mal pero conozco a mi hijo y estoy seguro que lograré que recapacite… tu cuida de nuestra princesa, ¿sí?- Misaki asintió suspirando, no podía ganarle a Akihiko en ello estando tan decidido, después de un corto beso, el escritor salió del departamento.
Dio una calada a su cigarrillo cerrando los ojos; el humo del cigarrillo salía por sus fosas nasales lentamente; no le gustaba para nada el haber encontrado cierta “tranquilidad” al respirar ese toxico pero la situación lo ameritaba…
Abrió los ojos liberando el pitillo y respondió a quien tocaba la puerta – Pase-
Enarco una ceja pero mantuvo en seño fruncido al ver a Akihiko; sin moverse de su posición en la cama le espetó:
¿A que vienes? ¿Acaso tendré otro hermano?- Akihiko le miró severamente, claramente molesto pero no podía culparlo, el tenía tanto que ver como con todos, suspiro y se sentó en la orilla de la cama, miró a su hijo con reproche:
¿Desde cuando fumas?-
¿Acaso importa?-
Importa porque eso le hará daño al bebé-
Tranquilo, no estaré cerca, es mas, ahora mismo me iré- se levantó de la cama y comenzó a recoger lasp ocas pertenencias que venía trayendo consigo desde el aeropuerto, Akihiko se levantó sosteniéndolo del brazo:
No irás a ningun lado hasta que escuches-
Ya me cansé de escuchar-
Pues no has escuchado nada, Misaki no terminó de contarte ni bien saliste de la casa y por lo que sé, no dejaste a Ren hablar-
…- Akihiko notó el silencio de su hijo, al saber que tenía razón y continuó diciendo:
Se que… estuvo mal lo que te hicimos, pero fue por tu bien y el de Ren, el quería contarte… cuando fuera el momento-
¿Contarme?- repitió con ironía, sintiendo un nudo en su garganta- Cuando era el momento? ¿Después de que diera a luz? Te das cuenta de lo egoísta que ha sido todo este tiempo?-
Toshizo, basta, no te permitiré que te refieras asi de él…- se produjo un breve momento de silencio, Akihiko sentía unas inmensas ganas de abrazarlo como cuando era pequeño, se veía tan confundido… el menor dijo con la voz entrecortada:
Papa… yo lo amo… lo amo más que nada en el mundo… siempre lo he amado, pero esto… esto… no sé si podré con esto… todo paso tan rápido… estoy enojado con él, enojado conmigo mismo…porque si no me hubiera ido estoy seguro que ahora estaríamos bien… esperándolo felices… pero… pero… soy un idiota…- unas pequeñas lagrimas surcaron su rostro, Akihiko se permitió el abrazarlo y confortarlo durante algunos segundos; todo esto había sido demasiado para él.
No sé que tantas tonterías dijiste ayer… pero cuando te sientas mejor, deben hablar bien, por ustedes y su relación así como el bebé que esperan… ambos son responsables y de mas esta decir que contarán con nuestro apoyo-
G-gracias…- murmuró recargado en su hombro.
Todo esta hecho para romperse, solo quiero que sepas quien soy yo…
Hiroki abrió la puerta; se había pasado la mitad de la noche en vela por lo que tenía marcas de desvelo en su rostro, sin embargo, pudo componer un rostro severo al ver quien era:
Hiroki-chichi…-
¿Viniste a gritarle o insultarlo más?-
Vine a hablar con él- la firmeza en su voz le recordó a su amigo de la infancia; se cruzo de brazos permitiéndole el paso- ha estado un poco delicado desde anoche… no quiero que se altere más de lo que ya hizo… si solo vienes a hablar te sugiero que sea rápido-
Eso no depende de mí, hiroki-chichi…-
… escucha… sé que es difícil todo esto, pero… el no lo hizo de mala intención-
Lo se…- el chico no le miraba, solo mantenía su vista fija en el corredor por donde daba la habitación de Ren, Hiroki no pudo descifrar si había arrepentimiento o enfado en ella “tan inexpresivo”- recordó vagamente a su progenitor.
Al no decirse nada más, Toshi avanzó con paso firme hasta la recamara, Hiroki decidió esperar en la sala.
Entró a la habitación; se extrañó debido a los cambios que había sufrido, el cuarto estaba ordenado, la ropa en su lugar y los libros apilados uniformemente, el estante lucía algunos discos y diversos objetos que tenían historia de cómo los había ido adquiriendo, pero lo que más le llamó la atención fue el descubrir que la mayoría de sus posters habían desaparecido.
No hizo comentario alguno, ya preguntará luego, se acercó hasta la cama donde el otro dormía y suspiró lamentándose el tener que despertarlo.
Ren…- lo removió un poco pero al parecer, este no se despertaba, suspiró sabiendo que era en vano, ya que el chico dormía como piedra.
Se permitió contemplarlo algunos instantes, como no lo había hecho durante tanto tiempo… sintió un nudo en el corazón al recordar eso y reprimiendo las ganas de llorar acarició su rostro con dulzura, sonrió con tristeza… nunca podría estar demasiado enfadado con él…
¿Cómo pasaron tantas cosas, amor?- pregunto al aire; pues el chico no respondió, el coraje que tuviera ayer, ahora solo era un leve arrepentimiento por haber gritado verdades que hubiera preferido no saber… Toshi negó con la cabeza, apartando aquellos pensamientos y evitar enfadarse por la nada, el tenía que escuchar las razones de boca de su amor, solo así sabría que hacer, o al menos, eso esperaba.
Toshi siguió acariciando su rostro; el cual lucia algo cansado y en su rostro figuraban leves ojeras, frunció el seño, no le agradaba aquello y no hizo falta indagar, pues el sabía que gran parte de la causa fue él… siguió recorriéndolo con la mirada hasta toparse con su vientre; antes plano ahora luciendo un prominente abdomen; no era tan grande pero si resaltaba si solo traía una ligera camiseta gris para dormir.
Toshi dejó de acariciar su rostro y llevó su mano un tanto temeroso hasta el lugar, sin embargo a pocos centímetros de tocarlo, el chico murmuró algo a la vez que acariciaba su vientre en un costado.
…-chan…-no entendió lo primero, pero Toshi abrió los ojos desmesuradamente; sin detenerse a razonar algo más o siquiera procurar ser cuidadoso, posó la mano en el lugar donde Ren había tocado; en cuestión de segundos un movimiento leve se produjo, solo duró un instante… pero marco a Usami Toshizo para el resto de su vida.
Y no quiero que el mundo me vea, porque no creo que lo entiendan…
No encontraba palabras para describir lo que sintió, como si una corriente le recorriera la columna y terminase en alguna parte de su cerebro; provocando una sensación de adrenalina… una risa dejó escapar de sus labios y ahogo una exclamación al sentir otro movimiento.
Su mente trataba de descifrar que es lo que había sentido, pero era virtualmente imposible ya que el movimiento no cesaba, llenándole de gozo indescriptible.
Entonces, una voz soñolienta y algo confundida le trajo de aquel trance de emociones.
¿Toshi? ¿Qué haces aquí?- el chico no podía dejar de sonreír y sus ojos comenzaban a empañarse de lagrimas al ver el rostro de su novio despierto; sus ojos estaban algo rojos quizás por haber llorado también, Toshizo no reparó en nada más y solo se abalanzó sobre él, abrazándolo lo más fuerte y a la vez, cuidadosamente que pudo.
Fui un idiota… lo siento, lo siento Ren… te amo, por favor… perdóname…-
Todo esta hecho para romperse, solo quiero que sepas quien soy…
Ren estaba estático… aún tenía fresco el recuerdo de la pelea de ayer, sin embargo el tenerlo ahora, tan cerca entre sus brazos hizo que un sentimiento nostálgico surgiera; dando paso al cariño que siempre estaba ahí, tan fuerte como el primer día en que supo que lo amaba…
Toshi…-
Lo lamento, de haber sido más fuerte, de haber comprendido que tú eras más importante que cualquier cosa…-
Yo nunca te dije nada… soy yo quien tiene que disculparse…- Toshi alzó su rostro, besándolo con calidez; oh dulce sensación que volvía a sentir en su corazón el cual retumbaba como loco; ¿en qué momento había iniciado toda esta locura? No sabría decir con exactitud; pero lo que si sabía, era que no volvería a cometer los mismos errores, su amor era mucho más importante que cualquier cosa, y ahora…
Ambos nos equivocamos Ren…- murmuró modulando su voz, aún un poco ronca- pero podemos retomar las cosas… yo… yo ya no sé quien soy en realidad, porque allá fue tan diferente… estar sin ti me causa más daño del que imaginaba… no puedo siquiera pensar en una vida sin ti...-
¿Cambiar? ¿A qué te refieres?- Toshizo lo separó de si para explicarle a grandes rasgos el comportamiento que había decidido tomar y las decisiones que había hecho en base a eso, al terminar, Ren solo negó con la cabeza y dijo a modo conciliador:
Solo cambia las cosas de tu vida que no quieres contigo… Toshi, tu eres una buena persona que le ha tocado vivir muchas cosas… ambos lo somos…- tomó su mano clocándola en su abdomen, Toshi sonrió- Pero si son cambios para bien, no hay porqué negarlos… yo te amo por quien eres o quien quiera que seas Toshi, la pregunta es ¿estás bien contigo mismo?- el ojiverde se quedó unos segundos en silencio hasta que le contestó con una sonrisa culpable:
En realidad no lo sé… como te lo dije, estoy perdido sin ti…- Ren rió bajito y agachando la cabeza, se metió entre sus brazos, Toshi lo arrulló durante varios minutos, finalmente, Ren habló:
¿Qué haremos?-
Bueno… creo que va siendo hora de vivir juntos… casarnos, tal vez… ¿o prefieres primero casarnos y luego vivir juntos? Yo estoy bien con cualquier cosa... con tal de estar contigo- Ren se despegó un poco, limpiando algunas lagrimas que aún no terminaban de salir, tantas emociones juntas y en su estado le jugaban una subida y bajada de sensaciones; pero lo importante era que Toshi estaba ahí con él.
¿Ves?- pregunto luego de que finalmente Toshi terminara de hablar.
¿Qué?- Ren besó su mejilla susurrando en su oído:
Eres el mismo, Toshi… no lo puedes evitar…- Usami sonrió satisfecho por aquellas palabras, Ren provocaba un sinfín de emociones en su mente y corazón; asintió derrotado, pues ahí estaba su respuesta, Ren era su centro, su mundo entero, no podía dejarlo, no después de todo lo que había pasado, juntos o separados, su historia no terminaría, pues esto apenas comenzaba…
Ren se movió un poco para hacerle lugar a Toshi en la cama, pues aún era muy temprano y era sábado, sin embargo un leve quejido alertó al recién enterado y futuro papa:
¿Te duele algo?-
Esta bien… solo se ha movido… y es por tu culpa-
¿Mía?-
Si, ella se despertó cuando la acariciaste, no se ha dejado de mover en este rato…- la sonrisa en el rostro de Toshizo era épica; Ren deseo haber tenido una cámara para inmortalizar su gesto:
¿E-ella? ¿Es una niña? ¿Vamos a tener una niña?-
“Vamos a tener una niña”- Ren no sabía si quería llorar o reír de felicidad por escuchar esas palabras que tanto había anhelado… en verdad había sido un egoísta al ocultárselo… pero Toshizo ya estaba con él… ya podrían disfrutar las ultimas delicias del proceso juntos, como debe ser, como siempre debió ser.
En realidad no se que sea… de hecho, el lunes tengo la cita con el doctor Harada… pero yo pienso que es una niña…-
¿En serio?- Toshi le miró intrigado, su amigo nunca hacía suposiciones ni probabilidades ni de una quiniela, así que ¿Por qué estaba tan seguro? Ren respondió su pregunta.
Solo lo sé-
Y ya le escogiste un nombre, supongo yo- Kusama asintió rascándose la cabeza:
Tengo uno en mente… pero ¿te gustaría ponérselo tu?- Toshi se lo pensó algunos momentos, ¿ponerle el nombre a su hija? Sería maravilloso, pero no creía ser atinado y seguramente Ren ya lo había meditado bastante; negó con la cabeza, pero le propuso un trato:
Yo le daré el nombre al siguiente hijo que tengamos…- Ren abrió los ojos desmesuradamente- ¿Qué? Pero si apenas… ahh cielos…- ¿2? En realidad o se imaginaba otro niño, pero extrañamente, la idea no le desagrado del todo, incluso sonrió por la misma; con una sonrisa derrotada, asintió:
Está bien, es un trato…-pasados unos segundos, Toshi no pudo evitar formular la ansiada pregunta:
¿Y?-
¿Qué?- Que Ren no pareció entender.
¿Cómo se llamara nuestra niña?-
Ah… no te lo diré-
¡Oye!- hizo una mueca, pero en seguida suspiró sonriéndole de lado, seguramente será un nombre hermoso, así como ella… Ren hizo un esfuerzo sobrehumano para no llorar ni gemir al sentir la mano extrañamente cálida de Toshizo acariciando su vientre, Toshizo se acercó al entrañable lugar y depositó un tierno beso. ¿Finalmente había encontrado la felicidad después de tantas inseguridades y desaciertos? ¿Por fin podría ser feliz sin ataduras? Ahora no tenía cabeza para responder esas preguntas, solamente se limitó a musitar contra el vientre del castaño un suave “te amo” lleno del sentimiento más puro… el cual solamente había sentido por el chico que guardaba aquel tesoro.
Toshi alzo la mirada, encontrándose con los ojos llorosos que tanto amaba, susurró un “te amo” tan sincero y entrañable que fue imposible seguir soportándolo, Ren asintió y lo atrajo hacia sí, Toshi lo rodeó encerrándolo entre sus brazos, dejándolo ser; confortándolo como siempre, siendo su apoyo a la vez que el también lo era, yendo de la mano como iguales…
Siguió susurrando aquellas palabras que encerraban el sentimiento que tanto le había ayudado a sobrellevar aquella situación y ahora serían su base para continuar con el nuevo reto que les habían impuesto, las respiraciones se hicieron acompasadas y pronto Kusama cayó dormido, Toshi lo acomodó mejor en la cama y el sonrió al verlo tan tranquilo, tan feliz…
Eres todo para mi…- acarició su mejilla suavemente, sintió los parpados pesarle y sin poder evitar comenzó a pestañear, el sueño también le había abordado y no pudo evitar dormirse, introduciéndose a un sueño tranquilo, uno que no tenía desde hace tanto tiempo...
Solo quiero que sepas quien soy…