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JUNJOU REBEL -EN EDICION- por ravenK

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Notas del capitulo:

Finalmente aqui la segunda parte del epilogo; me quedó largo pero no queria dividirlo :D Espero que les guste y en serio, muchas gracias por todo su apoyo en este fic! See you latter!!!

CAPITULO 73 FRAGMENTOS DE VIDA

Era un departamento sencillo; no muy pequeño, pero no muy grande; lo suficientemente acogedor para albergar una familia de tres.

Contaba con una sala con amueblado sencillo, comedor, cocina… tres habitaciones y una de ellas dedicada a ser un estudio compartido; las habitaciones también se distinguían, pues mientras una mantenía un color azul sobrio la otra era de un alegre rosa pastel; eso si, con diversos juguetes y libros infantiles regados por el suelo, cosa que, cierto castaño, se encargaba de imponer orden a la pequeña revoltosa que tanto adoraba.

 

Debido a que Toshi había ocupado diversos papeles para su sesión de pintura y los mismos materiales, estaban aún regados por el suelo de la sala, al igual que algunos apuntes de Ren para ultimar los detalles de su presentación en la semana, en sí se veía algo desordenada pero tenía solución.

 

Kusama suspiró y moviendo el mando del remoto puso ambiente al lugar, pronto la música de su banda favorita entre otras comenzó a resonar en su departamento.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Había pasado cerca de cuarenta y cinco minutos cuando Ren se topó con una caja que había pensado, estaba guardada en casa de sus padres.

¿En qué momento llegó aquí?- se preguntó en voz alta, abriéndola y develando su contenido; una sonrisa nostálgica se formo en sus labios ¿hace cuanto había guardado eso? Tres… no, cuatro años…

 

Una caja negra llamó su atención entre el montón de cosas; adornos, osos... un diario, posters y discos que había decidido conservar.

Abrió la caja y con una sonrisa decidió poner el dvd que guardaba; después de todo era lo único que estaba fuera de lugar y jamás había visto el video entero, era una buena oportunidad.

 

Apagó la música y después de preparar el equipo, la película inició.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

 

 

La primera escena que vio fueron las figuras de dos jóvenes frente a lo que parecía un gran espejo, descifrando el funcionamiento de una cámara en las manos del más alto; ambos estaban elegantemente vestidos con un traje de gala negro; lo único diferente en ambos eran las corbatas, la de Kaori era azul mientras la de Yuusei era gris.

¿Dónde está el botón de grabar?-

Es el rojo Yuusei, ya te lo dije, el rojo es grabar y el gris es para poner pausa…-

Ahh… ups, creo que ya estaba grabando-

Tonto, no gastes película… córtale-

Si, si…- la cámara se movió un poco y luego se apagó; al instante la escena pasó hasta lo que parecía una oficina gubernamental; en estos momentos, Ren ya recordaba el alboroto que había causado antes, durante y después de la ceremonia.

 

Cielos, solo espero que…- cortó la película al escuchar ruido en la entrada, pensó que su esposo y su hija habían regresado, pero se topó solamente con el primero.

¿Y Hiroko?-

Esta con tus padres… dicen que la quieren llevar al acuario y creo que ella quería ver pingüinos… tiene una manía con ellos- comentó lo ultimo algo extrañado- ¿Qué haces?- lo besó efímeramente en los labios, Ren suspiró regresando a la sala.

Terminé de limpiar y estaba viendo el video de nuestra boda…-

¿Eh?-

Si, lo encontré con esa caja- señalo el empaque abierto- Pensé que estaba con mis papas-

Ah, si… es que tu padre me envió varias cosas; libros que me podían servir para enseñar y eso… pero creo que envió esa por error y ya no la devolví-

Oh…- se sentó en el sofá instando a Toshi a sentarse- ¿Quieres seguir viéndola o cenamos?-

No tengo tanta hambre…-

Bueno, entonces sigamos- Ren tomó el mando de nuevo y dejó que la película siguiera; en algún momento se había acomodado lo suficientemente cerca de Toshi para ser abrazado, y este no dio muestras de querer soltarlo.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Qué gran idea Kusama Ren, casarte tres meses después de dar a luz… cielos… argh no cierra…- dejó el intento número cinco de abotonarse el pantalón y se lo quitó tirándolos con odio sobre la cama, quedando solo en bóxer, eran los pantalones que había comprado para su graduación y ya no le quedaban como antes, después de dar a luz, había tenido una descompensación en su masa abdominal; que, Harada-sensei le había dicho, desaparecería en un par de meses, sin embargo no contaba con que la ropa que había planeado usar ese día, no le quedara bien.

 

Alguien tocó la puerta y en seguida entró; ambos cruzaron miradas un par de segundos antes de comprender la situación, Hiroki suspiró:

Debiste pensar en eso, Ren... ¿Qué vas a ponerte?-

No lo sé… un jeans y una playera-

Es formal, no puedes ir con eso puesto-

¿Entonces? Los únicos pantalones de vestir que tengo fueron los de la graduación y hasta que no baje esta cosa- señaló una muy leve acumulación de grasa en su esbelto cuerpo- no me quedarán…-

Mi ropa te viene grande y Nowaki no se diga… ¿ya le pediste a Misaki?-

Sí, pero tampoco me queda…-

Cielos…- removió un poco entre el closet; efectivamente, su hijo solo contaba con un par de pantalones adecuados, los cuales aún estaban tirados en el suelo.

 

No queda de otra… vamos a comprar-

¿Bromeas verdad? El registro es en menos de tres horas…- Hiroki tenía ganas de gritar que no fuera tan… Ren, pero… solo respiró profundo y negó con la cabeza, cerrando los ojos.

 

Espero que aprendas que siempre es bueno, tener un traje para la ocasión… ahora vamos, que necesitamos conseguirte ropa- Ren se colocó un par de pantalones cualquiera y lo siguió hasta la entrada de la casa; pero fueron interceptados por el llanto de un bebé y un angustiado Nowaki.

 

Ren… te quiere a ti- Kusama se encontraba un poco cansado y Hiroki no pudo parecerle más tierno, en verdad Nowaki amaba a los bebés pero cuidarlos ya era demasiado para él; Ren sonrió enternecido y tomó a su hija en brazos.

Ya Hiroko… shh no molestes a tu abuelo…-

¿A dónde van, Hiro-san?-

A comprar ropa, tu hijo no previno ese detalle-

Oh, los acompañaré…-

No, tu quédate cuidando a Hiroko… ya volvemos- Ren hizo el ademan de devolverla, pero la pequeña volvió a llorar, los tres se rindieron, sabían que no podían separarla de su padre una vez que se le prendía.

Iremos los cuatro- declaró Nowaki con una sonrisa y tomando las llaves de su auto.

 

 

 

Caminaron un poco hasta llegar a la entrada del centro comercial; sin embargo cada vez que Ren quería probarse algunos pantalones su hija no dejaba de llorar hasta que salían, por muy loco que sonara, Kusama comenzaba a pensar que a su nieta no le gustaba el estilo que llevaba su padre; y así lo comentó en son de broma.

Papa, eso es ridículo… además soy hombre y tengo que usar traje… ni en sueños entraré a una tienda de novias- estaba algo rojo por la sugerencia de su propio padre; pero eso, pareció encender un foco en la cabeza del médico:

Novias no, pero…- alzó la vista señalando una tienda en particular… Hiroki y Ren voltearon simultáneamente y no creían lo que el más alto sugería:

Es una locura-

¡No lo haré!-

 

Declararon al unísono.

 

 

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Toshi se va a burlar de mi… demonios, creo que mejor no voy…-

No me provoques muchacho- escuchó la clara advertencia de Hiroki; Kusama se encogió de hombro mirando lo que lucía, se sentía en verdad avergonzado… en ese momento Kusama había tocado la puerta del vestidor y al abrirla una sonrisa adornó su rostro:

 

Te ves adorable, hijo…-

¡No soy adorable!- frunció el seño y sus mejillas se tiñeron un poco mas, Kusama se acercó a él despeinando sus cabellos:

¿Estas listo?-

No con esto puesto… ¿podemos comprar otra cosa?-

Oh vamos Ren… ¿al menos ya te viste en el espejo?- el mohín que hizo le contestó por si solo- Anda, vamos- lo llevó por los hombros y lo plantó frente al vidrio… no podía creer como se veía.

El kimono era varonil; pero debido a su cuerpo tan exquisito le sentaba a la perfección; como si de un joven príncipe se tratase, o si fuera en el día del tanabata se hubiese arreglado, no dudaría que se había esmerado mucho en eso… era de un color azul satinado en totalidad, con los bordes del frente y mangas dorados, un obi azul marino ciñendo su cintura, su piel algo perlada lucia incluso más blanca de lo normal, sus ojos azules resaltaban por el perfecto matiz de los tres tonos, en sí, el traje había sido hecho para él.

 

Wow…- no pudo evitar que esa pequeña exclamación saliera de su boca, Nowaki sonrió a  través del espejo y asintió:

Era obvio que serías hermoso, Ren…-

¿Por qué lo dices papa?- preguntó extrañando la mirada; Kusama se giro levemente hacia el castaño, que cuidaba a la pequeña que se había levantado.

La belleza se hereda…- al parecer Kamijou no lo había escuchado, y eso era bueno, de lo contrario le hubiera aventado el oso con el que entretenía a su nieta, Ren solo se sonrió un tanto alagado, un tanto avergonzado; suspiró resignado y asintió:

Lo llevaré…-

 

-.-.-.-.-.-.-

 

Ya todos los invitados estaban reunidos en la pequeña estancia que se había reservado para la ocasión especial, era un pequeño conglomerado de personas, solo los amigos y familiares más cercanos.

En un pequeño balcón que tenía, dos jóvenes vestidos galantemente conversaban, o al menos, uno daba vueltas en círculos mientras otro tenía los brazos cruzados:

Toshi, vas a hacer un zurco…-

Pero ya se retraso cinco minutos…-

¿Olvidas con quien estas casándote? Es la impuntualidad en persona…-

Bueno si… pero es nuestra boda, no creo que…- alguien llegó a interrumpir lo que iba a decir, Toshizo tuvo ganas de golpear el rostro sonriente de su padre; solamente por desquitar sus nervios.

Al parecer Akihiko leyó su expresión y le extendió un pequeño cigarrillo:

Pensé que lo habías dejado- comentó Yuusei un tanto extrañado- ambos-recalcó:

Yo solo fumo de vez en cuando… pero ya lo estoy dejando, poco a poco…- se defendió el escritor, Yuusei miró a su amigo con reproche:

Bueno, estoy nervioso y estoy en mi derecho- tomó el cigarro que le ofreció su padre; lo encendió y en lo que daba la primera calada se ahogó con su propio mecanismo; pues Kaori se acercaba a ellos rápidamente:

Deprisa, pónganse al frente y dame eso- le quito el cigarro y lo aventó al suelo mirándole con reproche, Usami no se atrevió a reprocharle nada y se marcho con rapidez a su posición al igual que los demás.

 

 

Kaori tenía la cámara fija en la puerta de entrada, se encargaría de grabar la ceremonia así como entre él y Yuusei la posterior celebración y un especial de saludos y comentarios; en seguida la puerta se abrió y todos se quedaron en su sitio al contemplar al joven que venía alado de su padre:

 

“Oh cielos…”- sintió las miradas de todos y algunos murmullos y sonrisas, miró alternativamente; eran pocas personas pero bastante cercanas y por lo tanto, mas vergüenza tenía; alterno la mirada, ubico primero a su amigo Kaori, el cual grababa con una sonrisa su reacción y la de los presentes, luego paso la vista hacia los padres de sus amigos y luego a sus futuros suegros, quienes lo miraban entre felices y extrañados; después ubicó a su padre cargando a Hiroko, sonriéndole con tranquilidad, paso la mirada hasta Hiroki, de quien venía alado, movió un poco su brazo y Hiroki lo afirmó más, pensando que tal vez quería huir, y no se equivocaba, pues en seguida alzó la mirada, no le quedaba más que seguir avanzando…entonces los vio:

Yuusei a un lado de su novio y futuro esposo, mirándolo sorprendido y fascinado; y finalmente, el rostro de Toshi, jamás olvidaría la expresión que adquirió en ese momento, cuando sus miradas se cruzaron; un par de vistas que reflejaban amor y confianza; felicidad y por sobre todo, una esperanza de una felicidad duradera…

Compuso una sonrisa suave, sutil e inocente, justo las que sabía, encantaban al mayor; asintieron leve y mutuamente y continúo avanzando.

 

Al estar uno al lado de otro, Hiroki apretó un poco el brazo de su niño, con una de sus manos y miró significativamente a Toshi, no era una ceremonia normal, solo era una firma de documentos y oficialía; pero no dejaba de sentir que “algo” era arrebatado de sí.

Solamente asintió y se retiró junto a Nowaki; sin decir nada pero diciéndolo todo.

Toshi tomó su mano y entrelazando los dedos, escucharon al oficiador.

 

El tiempo pasó y cuando llegó el momento más esperado; el hombre se dirigió al más alto pronunciando aquellos votos y Usami asintió mirándolo con abnegación; sus manos entrelazadas y sus miradas enamoradas, Toshizo sentía que no cabía en sí de felicidad y así se lo hizo saber:

 

Ren… había preparado un discurso… lo recité días y noches pero, ahora, lo olvidé- confesó, lo miró fijamente y suspiró- pero creo que… lo que siento ahora es lo que debo decir así que… Kusama Ren…te amo, siempre te he amado… desde el día en que vine a este mundo siempre hemos estado juntos… pasamos por tantas cosas pero finalmente, este día… este día serás completamente mío... finalmente podré tenerte a mi lado, cuidarte ser tu guardián y protegerte… me diste dos regalos maravillosos, que la vida me costará cuidarlos y no me importará… porque lo valen… ese regalo es mi hija y es el amor que me das…- tomó su mano y la besó sobre la argolla, sin apartar la mirada jamás: Mi vida te pertenece- cuando Toshi terminó de hablar, Ren estaba sin palabras; no había preparado nada pues no creyó hacerlo, cuando el oficiador dirigió el mismo voto hacia él Kusama estaba anonado; pero se las arregló para asentir:

 

Acepto… Toshi… yo… yo…- no encontraba como avanzar, que más decir; Toshizo le miraba con ternura y comprensión: No tienes que decirme nada, amor… con solo aceptar me has dicho todo- tanta amabilidad y amor destilaban aquellas palabras… que Ren no lo soportó más y se arrojó a sus brazos, aferrándolo un par de segundos y luego separarse, sin siquiera esperar la orden del oficiador Kusama lo atrajo del cuello y le plantó un profundo beso, sellando asi, su compromiso oficial.

 

Los vítores no tardaron en oírse, todos sus allegados aplaudían por el feliz acontecimiento; la cámara se movió un poco y finalmente la escena se cortó justo en el momento en que Toshizo afianzó a Ren en brazos y lo volvió a besar en primer plano.

 

 

 

Otra vez la cámara se volvió a encender y la imagen de Yuusei se mostró en pantalla; tenían un ruido de fondo, era música del gusto de la pareja, a juzgar por el área ellos recordaban que así lucia la recepción del salón que Akihiko había contratado.

 

Ya está grabando-

¿Ya? Ah… ejem…- carraspeó un poco, saludando a la cámara:

 

Hola chicos…pues… es bastante raro hablarle a una cámara… me siento un tonto-

Yuusei, no divagues- se escuchó el regaño de Kaori en el fondo, el ojigris asintió tomando cierta seriedad:

 

Chicos, los conozco desde que usaba pañales, han sido mis mejores amigos, mis hermanos… pasamos muchas cosas juntos, tristes, felices, dolorosas y alegres… pero siempre juntos… este día es especial porque han decidido unir sus vidas para siempre… yo siempre supe que ustedes estarían juntos… si había de ver la manera en que ambos se tratan… son una hermosa pareja muchachos y tienen una preciosa niña que cuidar… - Yuusei alzó la copa que sostenía con una sonrisa agradable y un tanto nerviosa, no era del tipo sentimental pero en estos momentos sentía que podría derramar un par de lagrimas- Eso es todo, no me verán llorar en el video… Kaori, es tu turno-

La cámara se movió un poco y entonces la cámara enfocó ahora al muchacho castaño, quien con una sonrisa natural se dirigió a la cámara.

 

Felicidades chicos, en verdad me siento muy feliz por ustedes… se que yo tengo poco de conocerlos pero quiero que sepan que han sido los primeros y los mejores amigos que tengo, los quiero mucho y les deseo lo mejor en su nueva vida… que sepan que cuentan con nosotros para lo que sea…- tras un asentimiento la cámara se apagó, para casi al instante cambiar de escena y mostrar a Misaki, quien cargaba a Kosuzu en sus piernas; el fondo que lo acompañaba era un balcón al aire libre, Kaori le indicó que ya estaba grabando:

Chicos…- suspiró- hoy en verdad fue un día especial… en estos momentos ustedes estarán saludando a algunos invitados… están por partir el pastel así que debería decir esto pronto… - sonrió nostálgico- recuerdo cuando eran apenas unos niños… corriendo y jugando en la departamento, como una vez convirtieron el cuarto de osos de Akihiko en una zona de guerra, con los osos como fuerte… Akihiko estaba tan enfadado… pero de algún modo lograron convencerlo de unírseles… esa tarde había tenido un mal día, la publicación de la revista se retrasó una semana y todo era un caos… solamente quería llegar a casa y dormir hasta el día siguiente, pero al escuchar sus risas, y su alegría de alguna manera todo el estrés se desvaneció… y yo también me les uní al juego… comimos galletas y vimos una película, después los llevamos a dormir… esa noche me di cuenta que quería que nunca crecieran, que siguieran siendo esos niños traviesos que tanto amaba… pero sabía que era egoísta pensar en ello, y solamente podía dar lo mejor de mi para disfrutar el verlos crecer… se convirtieron en unos hombres de bien, estoy orgulloso de ambos, a pesar de todo lo que ha sucedido supieron seguir adelante y este día celebramos eso… mis niños, saben que siempre contarán con nosotros… muchas felicidades- Kaori cortó la escena a la señal de Misaki, quien tenía unas cuantas gotitas corriendo por su mejilla.

 

En el sofá, Toshi apretaba los hombros de Ren en un abrazo, el castaño le sonrió acomodándose mejor y poder ser abrazado con mayor libertad, recordaban que con Misaki siempre habían sido muy unidos, más que un padre él fue un amigo con quien podían hablar tranquilamente a la vez de pedirles consejos y servirles de guía…

La película siguió corriendo; estaba editada pues intercalaban los mensajes de amigos y familiares entre momentos de la fiesta; la siguiente escena se desarrolló en la mesa donde sus padres se habían sentado, Akihiko, sentado con su porte elegante, totalmente acostumbrado a las cámaras no titubeo en su mensaje:

De alguna manera sabía que quedarían juntos, lo que siempre me pregunté fue quien sería la novia…- se escuchó una risilla d fondo, seguramente alguno de los chicos, Toshi dio un resoplido y Ren enrojeció un poco:

Por favor sea serio, Usami-san- alegó Kaori sin poder evitar la risa entre su petición, Akihiko asintió sorbiendo un poco de vino- Bueno… Toshizo, se que no soy el mejor padre del mundo y que por mi culpa o de manera indirecta tuviste muchos problemas… yo… lo siento por eso… debí actuar de forma madura y sensata… pero quiero que sepas que tuve una razón para hacerlo, eres mi hijo y te amo tanto que temía perderte… ahora se que no hubiera pasado… ¿irónico no? Pues ahora definitivamente te vas de nuestro lado… Toshi, nunca olvides que a pesar de nuestras diferencias y aún de nuestras similitudes siempre estaré ahí para lo que necesites… y Ren…- sonrió a la cámara, de manera fraterna- cuídalo mucho-

 

 

Hace mucho que no veía este video…- comentó Ren después de un rato, donde algunas amistades mandaban saludos y bienaventuranzas a la pareja, Toshi sin dejar de ver el video le contestó- Lo que me parece más increíble de todo es que prácticamente todo el mundo sabía que terminaríamos juntos…- Kusama enarcó una ceja inquisitiva, Toshi se rio por su reacción- Bueno… siempre estuvimos tan unidos y pues las cosas pasaron…-

Lo dices como si fuera algo hecho… ¿Qué si no hubiera sucedido nada?-

Bromeas, ¿verdad? Ren, yo en realidad estaba a punto de reventar… si tú no hubieras dado el primer paso yo lo hubiera hecho- Kusama le dio un golpecito:

Tu nunca hubieses dado el primer paso… a veces eres tan lento en algunas cosas Toshizo-

Y tu demasiado impulsivo-

¿Punto ideal, no crees?- Toshizo asintió atrayéndolo a su pecho, sabía que en cierta forma tenía razón, pero lo que Toshi no diría a Ren era que la resolución de confesarse ya estaba tomada desde antes de ese momento, era lento sí, pero hacía lo necesario en el momento justo…

Y Ren era tan predecible… y por eso le parecía mil veces mejor el no haberlo hecho.

Pues creía que su amor no sería lo suficientemente apasionado de no ser por la iniciativa del otro; a quien trataba cual cristal cuando era acero indestructible.

¿En qué tanto piensas?- regreso de sus pensamientos al llamado de su esposo, le dirigió una sonrisa enigmática respondiendo:

Nada, sigamos viendo-

 

 

Ahora la escena en pantalla mostraba a los recién casados jugando cual niños con el pastel, pues Ren se lo embarraba a Toshi en la mejilla mientras este trataba de detenerlo, las risas entre los allegados ambientaron el sonido, Kaori en la cámara retrocedía previniendo un ataque de betún y pan, lo siguiente de ahí fueron pequeños momentos entre bailes y saludos; la película finalizó con una toma general al recinto y luego enfocarse en el par quien totalmente ajenos a que eran grabados se besaban en el balcón, totalmente ausentes en su propio mundo.

 

Toshi estaba a punto de ir a retirar el dvd cuando apareció una opción en el menú de pantalla, mostrando que había otro video.

 

¿Grabaron algo más?- preguntó Ren dándole clic para abrirlo, Toshi alzo los hombros desinformado.

El video comenzó en donde Ren conocía era su cuarto, no pasaron demasiados segundos antes de que la persona que grababa se colocara frente a su espejo. Era Hiroki.

 

Quizás te preguntes porqué no aparecí en el video… ya sabes que no soy muy afecto a estas cosas, las cámaras nunca me han gustado…- Ren lo sabía, incluso no se extraño cuando en el mensaje que había dejado Nowaki, justo al salir de la recepción fue captado; Hiroki no estaba con él. Ya esperaba que no dijera nada.

 

Por eso decidí esperar hasta ahora, acabamos de llegar, ahora mismo debes estar… em…- enrojeció un poco, pero prosiguió- no estas aquí… es lo primero que dije cuando entramos en la casa… todo es tan silencioso…- Hiroki miró hacia ambos lados de la habitación, en su rostro se mostraba el cansancio normal sin embargo había un aura de nostalgia en él.

Creo que ya comienzo a extrañarte… ahora que estoy viendo tu habitación me doy cuenta de lo mucho que me hará falta llegar y escuchar tus risas e incluso tus gritos… cielos, si ya extraño ese aparato del demonio que retumbaba por la casa…- hizo una pausa, alzando la cabeza hacia arriba riendo un poco:

Creo que bebí demasiado… mejor iré al grano… tu padre se puso melancólico en su video, estaba cerca de él pero lo suficientemente lejos para no ser captado por la cámara… como decía “extrañaré a mi niño” y las amenazas a Toshizo “cuidalo o iré por ti”… nunca cambiará… trataré de hacerle entender que estarán bien… pero yo- suspiró- eso debería decirlo yo, no crees… Ren, siento que te he dicho todo estos ultimso meses, todas las cosas que siempre debí decirte, pero a la vez siento que no es suficiente… eres un joven, un hombre maravilloso, inteligente, tenaz y muy fuerte… eres mi mayor orgullo y lo que más amo en esta vida… te prometo que siempre estaré ahí para ti… para Hiroko y para Toshizo… cuídense y… te amo… nunca lo olvides- la cámara se apago tras un breve movimiento, en la sala, Toshi y Ren se quedaron sin habla, nunca habían visto esa parte del video, lentamente comenzaron a reaccionar, Toshi volteó hacia su esposo y se conmovió al ver que retenía un par de lágrimas y una sonrisa se dibujaba en su rostro.

 

Ni siquiera tomó alcohol esa noche- comento con gracia descubriendo la mentira que su padre intentaba culparla a unos tragos de más; Toshi rió un poco y besó su frente.

 

¿Quieres cenar?- preguntó para aligerar el ambiente después de ese conmovedor video, Ren asintió y después de apagar la película fue llevado de la mano hasta la cocina; ahí Toshizo comenzó a relatarle algunos acontecimientos del día y pronto el sentimiento de nostalgia fue cambiado por amenidad, mientras hablaban Ren no dejaba de pensar todos tenían razón, ellos estaban destinados a estar juntos; Toshi, al percibir el cambio de actitud de su esposo interrumpió su relato:

¿Qué sucede?-

Nada… solo pensaba que han pasado cinco años desde que nos casamos…-

¿Y ya te cansaste?- comentó el otro en son de burla, Ren negó molesto:

No tonto… es solo que… hay días en que aún me parece increíble… es todo-

A mí también, cada día despierto y agradezco el tenerte a mi lado…- Toshi colocó un plato de sopa miso en frente de Ren y se inclinó a besarlo dulcemente- te amo…- Ren cerró los ojos disfrutando el momento, cuando de pronto sintió las manos de Toshi recorriendo su espalda y torso con inusitada pasión.

T-Toshi…- el ojiverde sonrió en medio del beso, separándose le dijo:

Vamos a aprovechar que Hiroko está con tus padres…-

Pero… la cena…-

Shhh, ahora tengo antojo de otra cosa…- Ren se dejó llevar, después de todo habían pasado algunas semanas desde la última vez que tuvieron este tipo de oportunidades, con premura Toshi llevó a Ren desvistiéndose en el proceso, al estar en la cama el castaño se dejó caer sobre esta con Toshizo encima suyo besando y marcando su cuello:

Hey, estas muy ansioso…- rió Kusama en medio de un gemido; Toshi atrapó sus labios, enredando sus lenguas hasta quedarse sin aire- Tu me haces estar así- lo que siguió después de ese pequeño dialogo fueron suspiros y respiraciones entrecortadas; sin hablar, solo sintiendo y dejando que la pasión y el deseo transmitieran lo que sentían; en un momento cuando Ren sentía que estaba a punto del orgasmo Toshizo fue aminorando la velocidad del sexo oral que le proporcionaba y llegó hasta sus labios besándolo una vez más, de forma húmeda, Ren le sonrió con pereza:

Eres un tramposo…-

No quiero que termines antes de tiempo…-

A ti tampoco te falta mucho…- Usami tuvo que reprimir un pequeño gemido al sentir un ligero apretón a su miembro el cual ya clamaba por atención, Toshi asintió estirando su mano para alcanzar el cajoncito al lado de la cabecera y sacar una cajita con un par de bolsitas…

 

Estaba tan ocupado en la tarea de rasgar el empaque sin romper el contenido que no se dio cuenta cuando Ren se incorporó y lo miraba pensativo.

Cuando consiguió sacar el condón, una mano le detuvo de ponérselo, alzó la mirada encontrándose con la sonrisa enigmática de su esposo.

¿Qué pasa?-

Déjalo así…-

¿Qué?-

…- Ren bajó la mirada, con un ligero sonrojo en su rostro- No lo uses ahora… ni en un par de semanas más… quiero…- no encontraba las palabras adecuadas para comentar la loca idea que acababa de cruzar por su mente, sin embargo, como siempre, Toshi sabía lo que quería decir y no pudo evitar sonreír tontamente.

¿Estás seguro?-

Solo si tu quieres… en realidad he pensado en eso desde hace dos años pero hasta ahora te lo dije…-

Nada me haría más feliz Ren… por supuesto que estoy de acuerdo, solo eso nos falta para estar completos- Kusama dejó salir el aire que retenía y le sonrió con amor, Toshi besó sus labios y en poco tiempo volvieron a recostarse, el ojiverde disfrutaba cada parte de su cuerpo, lamía y besaba dejando un rastro de calor electrizante a su paso; Ren comenzaba a excitarse de nuevo al mismo tiempo que el peli plata; llegado el momento Toshi se introdujo no sin cierto dolor el cual fue convirtiéndose en placer al empezar una serie de movimientos donde ambos se acoplaban perfectamente, duraron así un par de minutos, subiendo el ritmo hasta que sintieron llegar el clímax del momento, Ren se vino el pecho de su esposo y Toshi dentro de él; en ese breve intermedio ambos se miraron, cómplices, con amor, con travesura, ¿Qué si agrandaban su familia un poco? ¿Si fue un pensamiento loco del momento? No importaba, pues lo impredecible siempre era parte de sus vidas diarias; pero sabían en el fondo de sus corazones que todo estaría bien, era el anhelo de ambos y esperaban que se hiciera realidad.

¿Crees que ya haya pasado?- preguntó Toshi, besándole el cuello lentamente, ahora ambos estaban recostados tranquilos en la cama desarreglada, Toshi detrás de él acariciando su vientre, Ren se rió un poco:

No lo sé, ¿quieres asegurarte?- una sugerencia bastante directa, a la cual el joven no tardó en responder pues lo giró completamente reiniciando la sesión de besos y caricias; después de todo tenían toda la noche y el resto de ellas para intentarlo.

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Un par de meses después…

El día pronosticaba ser soleado en su totalidad, al menos hasta hace cinco minutos…

 

En serio, que clima tan loco…- comentó Ren a esposo, el cual lo abrazaba por detrás acariciando su abdomen y besando su cuello.

O las personas que dan las noticias sobre el clima- Ren cerro los ojos sonriendo tranquilo; Toshi comenzaba a pasear su mano por el estomago y respirar contra su cuello un poco más firme, con advertencia pronunció su nombre.

Solo cinco minutos, Ren… es que te ves irresistible… el yukata te sienta tan bien…te ves sexy- metió una de sus manos por la abertura de este comenzando a acariciar su pecho; Ren trató de reprimir un gemido y le contestó:

Si ganara cien yens por cada cosa que me pongo dijeras que me veo sexy sería millonario…-

Y yo me quedaría pobre por darte todo eso… pero es que en serio te ves realmente…- se acercó a su oído, murmurando algo que ocasionó que el rojo volara a sus mejillas.

Eres un pervertido, Usami Toshizo… déjame tranquilo que el doctor dijo que no podías hacer nada hasta…-

Si, si… no tendremos sexo hasta el cuarto mes… pero no dijo nada de no hacerte sentir bien…- y dicho esto volvió a tomarlo entre sus brazos, repartiendo delicados besos por su cuello, Ren estaba a punto de ceder cuando escuchó la tierna vocecita de su niña.

Papi no puedo ponerme esta cosa- murmuró la pequeña sujetando el obi de su kimono rosado, Ren se apartó aún agitado de su esposo y se arrodilló para vestir a su niña y al terminar de hacerlo le miró orgulloso:

Te ves hermosa Hiro-chan- la niña besó su mejilla- ¿Nos iremos pronto?- Ren asintió- Ya casi, recoge tus cosas y espera en la sala ¿de acuerdo?- Si papi.

 

Ren la observó marcharse dando un suspiro, su niña crecía tan rápido y eso que apenas acababa de cumplir los cinco años… Toshizo le besó la frente posando su mano en el vientre de este.

¿Le dijiste a tus padres?- Ren negó con la cabeza mirándole sonreído- Les diré el día de hoy, ayer estuve ocupado con la renovación del permiso en la propiedad- Toshi le dirigió una mueca de preocupación- Estas seguro que quieres seguir ¿trabajando? ¿No es muy peligroso?- su amado convivía casi a diario con bloques y tierra, si bien no hacia trabajo de campo a él le gustaba involucrarse en todos los procesos, Ren besó sus labios diciendo- Estaré bien, Toshi… no haré algo tonto como poner en peligro mi salud y la de nuestro hijo-

Toshi asintió un tanto dudoso, pero se resigno a dejarlo ser y porque tenía razón, Ren nunca dejaría que algo malo les suceda, no si podía evitarlo.

 

¿Nos vamos, señor Usami?- preguntó Kusama, al percatarse que Toshizo no lo soltaba- No quiero llegar tarde a la boda de mi mejor amigo, no si soy su padrino-

Cierto, hay que evitar que el novio huya- Ren se rio a carcajada limpia, dándole a Toshi la razón, pues si había alguien claramente nervioso –y paranoico con respecto a esta ocasión- era Yuusei.

 

Y luego dices que yo soy cruel… mira que eres un mal amigo al darle esa “despedida de soltero”- Toshizo se rio dándole la razón.

Vamos, no es tan malo, hasta fue divertido; sobre todo la de novia fugitiva* me encantaría ver a Yuusei en una situación así…-

No creo que Kaori tenga miedo al compromiso… cielos Toshi , solo a ti se te ocurre poner a ver películas de novias la noche antes de que tu amigo se case… fue muy cruel y peor que cuando vimos destino final antes de viajar a Europa-

Me gusta gastarles estas bromas ¿qué puedo decir?- Ren bufó rodando los ojos y salió de la habitación- vámonos ya antes de que comience a llover- Toshi tomó su cartera y le siguió sonriente.

 

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Estúpido Toshi…- un hombre joven, vestido galantemente caminaba nervioso por el cuarto y con unas visibles ojeras, consecuencia de la noche de terror que paso junto a su amigo.

Toshi no solía bromear con ellos y mucho menos gastarles bromas, pero cuando lo hacía, estas eran para tomarse en serio, Toshizo no hacía algo de lo que no dejara traumas mentales… si ya recordaba bastante bien la vez en que viajaron a Europa; cuando él tenía ocho años, pues Akihiko había ganado un premio internacional y unas vacaciones familiares pagadas… tanto él como Ren estaban emocionados por el viaje que no notaron la mirada maliciosa de Toshizo cuando les comentó que quería ver una película llamada “Destino Final”… ellos tan inocentes accedieron… sobra decir que el ataque de pánico les valió retrasar su vuelo de vacaciones un par de días en los que Misaki les convencía calmadamente que no pasaría nada.

 

Estúpido Toshizo…- y con la pila de películas, palomitas, soda, dulces y cervezas no han de faltar, empezó su “despedida de soltero”.

¿Por qué no me llevo a un bar o algo así? Seguro Kaori la pasó mejor con Ren…- bufó molesto deteniéndose frente al espejo, tocando una de sus ojeras- Ellos solo cenaron en un buffette y vieron películas de terror, ¿que mi despedida no pudo ser normal?-

 

Al menos todas las películas que vio –ora novia fugitiva, ora 27 bodas- terminaban con un final feliz, claro, después del desastre y medio que planteaba la trama, solo esperaba que ese no fuera su caso.

Hey, ¿ya estás listo?- una voz le llamo desde la entrada, Shinobu vestía una yukata café con vistas doradas haciéndolo lucir quizás veinte años más joven, su boda sería temática y como Kaori comenzaba a amar sus raíces niponas lo mejor era hacerla al estilo tradicional, solamente Yuusei vestiría un traje de etiqueta aquella tarde.

 

Ahh, ya… ya estoy…- bostezó, Shinobu se acercó a él acariciando su mejilla- ¿Nervioso?- Yuusei asintió- No deberías, ese chico te ama, solamente hay que dar el sí frente al juez, es todo…-

Lo dices tan fácil, papa…-

Cuando dos personas se aman es fácil, pues sus corazones ya traen esa promesa sellada desde el momento del compromiso… lo demás son simples formalidades- Yuusei encontró un poco de sosiego en esas palabras y su corazón se tranquilizó- Tienes razón-

Miyagi les llamó distrayéndolos de su conversación, la mayoría de los invitados habían llegado incluido el juez, Shinobu tomó su mano al notarlo tensarse dirigiéndole una sonrisa tranquilizadora, cual niño, lo lelvó de la mano hasta su lugar.

 

 

 

 

Miraba el bordado de las mangas de su Kimono blanco, una versión más simple de un uchikake tradicional; un poco menos voluminosa y más casual; el bordado era una enredadera entre dorada y azul que contrastaban perfectamente con su tono de piel y el kimono en sí, en realidad no había batallado en conseguirlo, puesto que ni siquiera vio tiendas, sino que el mismo lo diseñó, solamente dio el patrón a una modista y todo quedó arreglado.

 

Un potente trueno le sacó de sus pensamientos, su rostro se contrajo en una mueca de disgusto, según esto no llovería el día de hoy.

Que impredecible es el clima… solo espero que no nos mojemos mucho-

Ya mandé a que colocaran una carpa en el jardín, con suerte la tierra solo estará un poco húmeda en algunos pedazos- sus padres charlaban al frente, ambos vestían Yutakas muy elegantes, pero no tanto como para opacar la suya, Ryouichirou miró por el retrovisor el rostro compungido de su hijo.

Aún no es tarde para renunciar, Kaori- Kaoru le advirtió con un poco de molestia en su voz, Kaori se sonrojó levemente.

No papa, me voy a casar…-

Y yo te voy a entregar, por favor no me lo hagas mas difícil- contrario a lo que Kaori hubiese hecho, solo sonrió tímidamente, sus padres, o mejor dicho, Kaori aceptó muy bien el compromiso cuando lo anunciaron, sin embargo Ryouichirou tardó un poco en hacerse a la idea, pero cuando lo hizo, puso una condición:

Yo te voy a entregar a ese tipo, si algo sale mal al menos será mi culpa-

Papa…-

He dicho- Kaori suspiró resignado y dándole un beso en la mejilla susurró- Gracias-

Justo acaban de llegar a la entrada del lugar, era una antigua casa del periodo Edo que los centros sociales utilizaban para eventos formales, incluye fiestas, graduaciones y bodas, la tranquilidad de esta parte de la ciudad fue lo que hizo que Kaori se decidiera a realizar su boda aquí…

Apenas bajaron del auto Kaoru ayudo a su hijo, pues el Kimono dificultaba sus pasos, sin embargo dio un mal paso sobre una baldosa y, den o haber sido por sus rápidos reflejos se hubiera caído.

¿Estás bien?- preguntó Ryouichirou alarmado, Kaori asintió incorporándose y revisando su pie:

Demonios-

¿Te lastimaste?-

No, es que rompí la sandalia…- efectivamente, su zori se rompió de la correa; Kaoru lo cargó para devolverse al coche y revisar la indumentaria.

¿Se puede arreglar?- preguntó Ryouichoru, Kaoru negó con la cabeza- ¿No tendremos unos zapatos extras?- Kaori miró su sandalia con una mueca de preocupación, entonces recordó algo:

Papa, dejé mi maletín de entrenamiento en la cajuela-

¿Aún no lo has sacado? Kaori, te dije que…-

Si, si… pero ahí están mis tenis, ¿ves? Fue por algo que no saqué el maletín- su argumento era convincente, Ryouichirou resoplo dirigiéndose a la cajuela, Kaori se quito las sandalias y Ryouichirou ya los traía en la mano.

Están muy sucios… bueno, no importa, culparemos al clima- Kaoru le ayudó a colocárselos y una vez listo se incorporó.

Vaya, se siente más cómodo…-

No te queda para nada, pero no importa… es la premura del momento, ahora mejor entremos antes de que la lluvia nos alcance- Kaori se levantó y caminó seguido de sus padres hacia la entrada.

 

 

Ya se tardaron… ¿y si se arrepintió, Toshizo? Si acaso le sucedió como en  la película de…- Toshi intentaba no reír de los nervios, a la vez que sentía la mirada de advertencia que su esposo le mandaba, de acuerdo, no había sido una buena idea mirar películas de bodas, pues era el equivalente a una película de terror en estos momentos… Ren se acercó tomándolo del brazo.

Está por llegar, seguro la lluvia los retrasó…-

¿La lluvia?- al instante se escuchó un trueno retumbar en la estancia, los invitados –mayoría amigos de la universidad- comenzaron a murmurar, Yuusei, normalmente estoico y sereno se encontraba nervioso y desesperado.

 

Shinobu estaba a punto de ir a calmarlo, sin embargo escuchó como la puerta del otro extremo se abría y Kaori ingresaba sosegadamente, asintió en dirección al novio, dándole un poco de tranquilidad que Yuusei agradeció infinitamente.

 

Volteó en dirección hacia la puerta, donde en pocos segundos apareció su futuro suegro vestido en una Yutaka muy elegante, sin embargo, nada, absolutamente nada, se podía comparar con la persona a la cual estaba esperando.

 

El Kimono blanco le hacía lucir sublime, su cabello castaño lucia más suave que nunca y sus ojos sonreían con un brillo tan especial… era imposible darle una definición menos de un ángel…

Los destellos dorados de las mangas y azules en la abertura, el Kimono no era ostentoso, al contrario era sencillo, pero en él todo lucía magnifico…

Siguió bajando la mirada, admirándose de su belleza y no era para menos, pues los asistentes no dejaban de hacer exclamaciones por ello…

Entonces, se topó con algo inusual… a su vez que el corazón comenzaba a latirle desaforadamente ¿Por qué traía un par de tenis?

 

El argumento de cierta película, donde la novia lleva puestos tenis para correr en cuanto pisa el altar llega a su mente, el pánico se apodera de él… Kaori le mira extrañado, pues su rostro se ha vuelto pálido.

Tenis… - murmura con los ojos muy abiertos, Toshi le escucha y baja la mirada, una sonrisa no puede ocultarse de sus labios.

Tranquilo, respira…- le susurra al notar la incomodidad de la situación; son breves segundos donde Kaori no sabe si avanzar o quedarse ahí, sin embargo con eso solo pone a Yuusei mas nervioso, temiendo que pueda huir.

¿Listo- la voz de su padre le saca de sus pensamientos, el chico asiente mirando al frente y, sintiendo la necesidad de sonreírle a su amado, lo hace.

 

Con eso, las dudas y temores de Yuusei se despejan, Shinobu tenía razón, esto solo es una mera formalidad, pues en su compromiso sellaron la promesa de sus almas.

 

Ryouichirou miró a su hijo con amor antes de soltar su brazo y entregarlo al hombre que ahora estaría con él, regresó a su lugar junto a Kaoru después de susurrarle un “cuídalo” que fue respondido con un asentimiento de cabeza, los novios llegaron a sus lugares y la ceremonia dio inicio.

 

 

Sus vidas se sellaron, luego de firmar el papel en que ambos se pertenecían el uno con el otro, Yuusei lo alzó en brazos dándole una vuelta, y otra… y finalmente detenerse a besarlo, entonces la multitud rompió en aplausos y vitores para los recién casados.

 

Salieron al jardín a disfrutar el resto de la fiesta solo para darse cuenta que la lluvia no había amainado y pese a la carpa que los protegía, todo estaba mojado; los organizadores y sus padres estaban a punto de hacer que la comida se sirviera adentro cuando Kaori tomó a Yuusei de la mano y corrieron bajo la lluvia.

 

¿Qué haces?-

 

¡Vamos a jugar! ¡Vamos a celebrar!- su risa, su voz, su alegría… se contagio de todo eso y más aún, lo disfrutó… si con Kaori iba a tener momentos así bendita la hora en que lo conoció… lo tomo en sus brazos alzándolo y besando sus labios, dejando que las gotas de lluvia se colaran por sus bocas y mezclasen con su saliva; no escucharon las protestas de Ryouichirou ni Shinobu diciéndoles que se enfermarían y que Kaori arruinaría el traje, el cual ya estaba enlodado a media pantorrilla.

 

Vamos, no sean aguafiestas… vamos a divertirnos- para la sorpresa de todos, no fue Kaori quien dijo eso, sino Yuusei.

 

Toshi asintió regresando adentro y volver con su nena de la mano- ¿Quieres jugar con papi?- la niña, como era de esperarse, asintió, Ren y Hiroki le detuvieron.

No mojarás a mi nieta en la lluvia-

¡Toshi, se va a enfermar!-

Vamos, será divertido ¿o no?- se apoyo en su suegro, quien tomó en un abrazo a Hiroki y lo encaminó hacia afuera.

¡Idiota! ¡Me voy a resfriar!-

Yo te cuidaré Hiro-san-

Estamos demasiado viejos para esto, Nowaki tonto-

Será divertido- la niña, animada por la voz cantarina de su abuelo salió a divertirse también; después de unos segundos fue seguida por Kozusu, quien vestía un kimono igual pero en verde.

No se alejen mucho y no jueguen en el lod…- muy tarde, las niñas fueron directamente ahí.

 

En eso, sintió algo golpear su espalda, al descubrir que era un poco de tierra volteó a varios lados, viendo al culpable sacudirse las manos en su yutaka.

¡Toshizo imbécil!-

Vamos, no te alteres… recuerda que no es bueno en tu estado- estaba a punto de reclamarle por ensuciarlo cuando escuchó la voz de su padre a sus espaldas.

¿Estado? ¿Qué tienes?- preguntó Hiroki con preocupación, Akihiko, quien estaba cerca le dijo tomando su hombro en un saludo fraterno- Que seremos abuelos… otra vez- y se marchó detrás de las niñas.

 

Misaki, quien se abstuvo de mojarse escuchó la revelación, bastante sorprendido porque su marido lo supiera antes que él y no decirle, miró a Toshi con reproche y este sonrió culpable.

 

Bueno, estaba con él cuando me enteré, Ren tuvo un ligero mareo en el trabajo y pues me acompañó… de eso hace dos meses…-

¿Tienes dos meses? ¿Por qué no lo dijiste?- espetó Hiroki un poco molesto, Ren miró fulminante a su esposo.

Quería hacerlo hoy, en la cena… no en medio de la lluvia lleno de lodo… si me enfermo será por tu culpa, Toshizo, no puedo hacer estas cosas y tú tendrás que vigilar que la niña no se lastime-

La cuidaré, lo prometo… pero si puedes divertirte un rato, a Murasame le gustará, estoy seguro…-

¿Murasame?- interrogaron los tres castaños al unísono, no sabiendo a que se refería, Toshizo les explicó:

Va a ser niño y se llamará Murasame… Ren dijo que me dejaría ponerle nombre a nuestro segundo hijo- Ren no podía objetar contra eso, pero ¿Por qué ese nombre? Su suegro preguntó aquello, un tanto extrañado, y también como estaba tan seguro de que era un niño.

 

Lo segundo, porque lo sé… lo presiento, y lo primero… quería algo diferente y parecido a Nowaki chichi-

¿Una espada se parece a Nowaki?- preguntó Hiroki, recordando algún dato histórico literario miró a su esposo, quien no sabía que decir, Ren murmuraba los kanjis.

¿Lluvias provinciales?-

Si, Nowaki significa tifón, no quería ponerle Arashi así que me fui a algo menos común pero fuerte- Ren le miró incrédulo, sin embargo no podía refutarle nada, a fin de cuentas era el nombre que había escogido Toshizo, sonrió.

 

Vaya, me siento honrado… gracias Toshi- le sonrió Nowaki, mirándolo significativamente.

De nada, Nowaki-chichi… es lo menos que puedo hacer-

¿Pero Akihiko no se sentirá desolado con eso? ¿O tu Misaki?- preguntó Hiroki al recordar que su nieta llevaba su nombre.

Misaki negó con la cabeza- Si es niño no me gustaría que le pusieras Misaki o algún otro nombre de niña, y por Akihiko no te preocupes…-

Si tenemos otro hijo llevará un nombre de ustedes, papa- afirmó Toshizo sonriendo despreocupadamente, ganándose un golpe en el costado- cuida tus palabras Toshizo o ya mismo te pido el divorcio, ¡dame un respiro!- Todos rieron ante su reacción, Toshi negó con la cabeza y aprovechando su oportunidad, pese a las protestas del castaño, lo arrastro a la lluvia.

 

 

 

Era un cuadro muy curioso, en el que todos estaban visualizados, en algún momento los compañeros de sus ex – equipos habían sacado guantes, pelotas y bates, seguramente tenían planeado jugar una última vez, y así, en medio de la lluvia empezaron a hacerlo, los gritos y risas no tardaron en escucharse; a pesar del momento y del lugar el sincero amor de la camarería y felicidad compartida era bien recibido…

Los recién casados los veían divertirse desde cierta distancia, Yuusei vio el anhelo de ir a jugar en los ojos de su esposo y lo guio suavemente para mezclarse, sin embargo Kaori se mantuvo quieto.

 

¿Qué sucede?- preguntó Yuusei con una sonrisa enmarcando su rostro mojado, Kaori le besó en los labios.

 

No puedo lastimarme… y con esto espero no enfermarme-

¿A qué te refieres?- lo miró extrañado, sin embargo el castaño solo lo abrazó susurrándole al oído algo… que hizo que toda la felicidad que lo inundaba, se multiplicara y temer ahogarse en ella.

 

Abrió y cerró la boca varias veces antes de poder exclamar a voz de grito:

¡VOY A SER PAPÁ!- Kaori no supo en qué momento estaba volando en los brazos de su esposo y tampoco se enteró de las exclamaciones de los presentes… creía que había oído a Ryouichirou gritar, pero no le prestó importancia.

 

¡Yuusei, bájame!- sus compañeros dejaron el juego un momento y fueron a felicitarlos, cuando el camino estuvo despejado, Toshi y Ren se acercaron a ellos para también felicitarlos.

 

Entonces Murasame tendrá una linda novia…- alegó Toshi sintiendo el golpe de su esposo en el brazo, Ren negó con la cabeza por la poca falta de tacto al decirlo, Yuusei los miró sorprendido:

¿Estas…?- Ren asintió suspirando- Y ya le dio por ponerle genero y nombre… solo espero que no se lleve una decepción si resulta ser niña-

Ya te lo dije, yo lo sé… además no será decepción, sino algo maravilloso- besó su frente con amor ante la sonrisa de sus amigos, quienes un poco contagiados por su cariño hicieron lo propio.

 

 

Mientras tanto, en la distancia y resguardados por la lluvia los padres de los cuatro muchachos comentaban entre sí mirándolos divertirse cual niños fueran:

 

Parece que volveremos a la terrible época de los pañales- murmuró Ryouichirou con un dejo de nostalgia, Kaoru asintió con una sonrisa afable.

Me siento viejo, tu sabes, ya que seremos abuelos- Akihiko le dijo a su supervisor con autosuficiencia:

Es adorable, además me hace lucir encantador según Misaki- el aludido se sonrojó fuertemente dándole un coscorrón, todos rieron por su reacción y Ryouichirou volvió a tomar la palabra con algún alegato sobre su egolatría en eso y que no por gastar ante el más mínimo capricho era motivo de orgullo…

 

Pero alguien en ese grupo se mantenía ausente de la charla, incluso su mismo esposo no había notado aún que no participaba de ella desde hacía unos minutos…

Su vista estaba fija al frente, observando a los invitados lanzarse la pelota y luego vio a cuatro que conocía, jugar en un charco, sin importarles si acaso se enfermaban o se ensuciaban sus finos trajes.

 

Hiroki sonrió, eran unos niños, siempre los vería así. Y se alegraba, pues de esa manera disfrutarían más su vida, su amistad y su amor.

Soltó una risilla leve al ver a su hijo darle a Toshi con algo de tierra en la espalda, ensuciando su blanca camisa; esa risa entre burla y autosuficiencia le era tan familiar puesto que era suya, en las contadas ocasiones que sonreía, Toshi por su parte le dirigió una mirada molesta, pero luego la cambió por una más traviesa y lo amenazó con algo de lodo, Ren no podía correr para huir así que se protegió, sin embargo Toshi solo le colocó un poco en la frente…

Y luego se besaron.

 

Hiroki no podía pedir nada más en esta vida, que salud y bienestar para disfrutar de más momentos como estos.

 

Él llegó cuando su corazón estaba confundido, fue una luz central capaz de mover su mundo de pies a cabeza y provocar en su persona la necesidad de vivir, de disfrutar y de amar cuando antes solo era cálculo frívolo y hermético.

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Ese chico le abrió las puertas a un nuevo mundo… literalmente, pues era un extranjero en la tierra de sus ancestros, las costumbres y modales de su patria nunca desaparecieron, sin embargo logró complementar ambos mundos… Lo conoció cuando su vida dio un giro de 180° fue y es su eje para encontrar el equilibrio que necesitaba, encontrar el amor que solo había pintado en sus dibujos y creando historias.

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Aquel que siempre fue su mejor amigo y un día descubrió que lo amaba.

El que siempre lo había amado, desde que tiene uso de razón.

Paciencia.

Impaciencia.

Sumiso.

Orgulloso.

No.

Si.

 

Tan distintos, pero tan iguales… era su carisma, era su don de siempre tener la razón, era… en fin, eran el uno para el otro. Era la compañía del otro lo que hacía que sus mundos no colapsaran y terminaran por sumirlos en sus más grandes temores y fallos: la sumisión a la que era sometido y el descontrol que comenzaba a atraerlo.

 

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En la niñez el amor apenas es una palabra, o un sentimiento al que tienes cuando ves a tus padres después del colegio…

En la adolescencia es el padecimiento de todo muchacho, una mera atracción.

Pero en la juventud, es la época de errores o aciertos, amor verdadero o amor frustrado; donde caes más veces de las que te levantas, sin embargo es la época en donde maduras y aprendes a seguir adelante, sin importar las adversidades.

Y hay distintos tipos de amor, el suyo: una bella inocencia rebelde.

 

 

FIN.

 
Notas finales:

La historia de "Universidad de Le Vert" también esta actualizada; perdonen la demora pero este fic requería terminarse primero y poder dedicarme de lleno a la otra.

 

Au revoir!!!!!!!!!!!


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