Ya hace mucho que estoy en Japón, y me parece que todos aquí son unos "raros". Me miran como si fuera una estrella de cine; si bien se que todos aquí son pelo negro y ojos negros, pero no es que yo sea un fenómeno para que me traten así. Bien empezare, me llamo Edward tengo 15 años, soy de Inglaterra llegue a parar a Japón por necesidades personales. En respecto a mi aspecto físico, y la razón por la que me tratan tan bien, es que soy un pura sangre Europeo, lo mas sexy que hay; me prostituiría si no fuera ilegal para menores. mentira, ya me estoy pasando un poco. Tengo ojos azul cielo, cabello rubio, piel pálida y buen físico, estoy en forma pero esto en mi país es tan normal como el sexo casual. Así que por eso no entiendo el fetiche que tienen los japoneses conmigo. Aunque es obvio que destaco bastante en un grupo de ellos. Bien, por otro lado mi japonés no es muy bueno, se lo básico. Y que bien que el ingles es un idioma mundial porque no podría haberme comunicado con nadie si no fuera así. Me siento el hombre con mas suerte en el mundo en estos momentos, acabo de encontrar sin esforzarme un empleo, y con hospedaje, comida incluido. Ahora estoy dirigiéndome hacia el lugar del letrero, al parecer solo piden que sea menor de 20 años y de buena presencia; cumplo con los dos pero, espero que me acepten así porque no tengo un currículo hecho. Bien, ya llegue y para mi sorpresa no es una simple casita , es una ENORME mansión, ya me siento de nuevo en Inglaterra. Me hallo parado en la puerta de entrada pero donde estará el timbre? Tal vez sea como en las películas y me estén viendo en este preciso momento, esperando que consiga algún timbre, este a punto de presionarlo para que me hablen de repente de un altavoz preguntando mi nombre para luego decir "te estábamos esperando".
Ah, aquí hay un timbre! - pensé en presionarlo. Inconscientemente creí que el altavoz sonaría.
Suena el timbre y nada pasa. -Tal vez si lo toco de nuevo…- pensé.
Que desea, joven? - se escucha de repente detrás de mi.
Vengo por el anuncio - le respondí al bien vestido sujeto.
Bien, sígame, le escoltare - dijo abriendo el gran portón de entrada. Pasamos por un gran jardín hasta llegar al fin a la mansión y al entrar me llevo a un pasillo.
Desde que se publico ese anuncio han venido muchos jóvenes queriendo el puesto. -dijo antes de abrir una puerta donde se podía ver dentro a muchos chicos y chicas jóvenes. -Espere aquí, pronto conocerá a el amo y le hará la entrevista- se marcho tras cerrar la puerta.
Ni siquiera pude agradecerle.- pensé. Vi a mi alrededor , en esta habitación hay muchos japoneses.
Kyyyya! Es él! .- se escucho en el fondo. Se empezaron a acercar algunos de ellos a mi.
Amo, será un placer trabajar con usted. - dijo un chico reverenciándome.
Eh? Amo? .- dije confundido. -Yo no soy amo de nadie, te equivocas.- Le dije serio.
No eres el dueño de esta casa? .- me miraron todos los demás confundidos también.
No, yo vengo por el empleo como ustedes.- dije sin esperar mas nada.
Pero si e- no logro terminar la frase porque entro de nuevo el tipo bien vestido que me escolto, anunciando que nos pusiéramos en fila que iremos pasando a la entrevista.
Todos en fila, en dirección a una puerta. Al parecer había otra habitación continua a esta.
Iban llamando poco a poco a cada uno pero, por extraña razón no duraban mucho en la habitación. Algunos chicos salían llorando o algo sonrojados. Que rayos pasaba allí dentro.
Una continua espera hasta que llego mi turno. Entre en esa amplia habitación y aunque tenia un gran tamaño solo contenía una gran alfombra roja por el piso, unas cortinas que combinaban, en las grandes ventanas y un escritorio amplio con su gran sillón de juego en medio. Vi un chico mirando a la ventana distraído de lo que pasaba a su alrededor, tal vez todavía no notaba mi presencia.
Disculpe, señor.- dije para hacerme notar. Al fin y a cuentas el debe ser el que me dará el empleo. Tengo que parecer que lo merezco. Lo necesito!
El chico volteo con los ojos cerrados t la mano tocándose la sien.
Bien empecemos, ¿Qué quisieras lograr con este trabajo? ¿Cuáles son tus mejores cualidades? ¿tus logros? ¿estas de acuerdo en vivir aquí? .. .- y seguía diciendo un sinfín de preguntas y repito que mi japonés no es muy bueno.
Emmm… Por favor contráteme! .- La única frase que me salió responder fue esa lamentable suplica con mi destacable acento ingles.
El abrió los ojos mostrando una repentina expresión de sorpresa, solo se podía ver que en sus ojos había una especie de sonrisa.
¿Qué edad tienes? .- fue lo único que salió de sus labios para luego acercarse a mi. Empezó a detallarme, dando vueltas a mi alrededor.
15,señor. - dije con cortesía, la entrevista empezó.
No me digas señor. ¿Estas dispuesto a esforzarte al máximo? .- Eso ultimo lo dijo con una sonrisa leve en sus labios.
Si, hare todo lo que sea posible por hacer bien mi trabajo , s… .- dije bien seguro de mi mismo pero, como debo decirle si no se su nombre.
"Amo" .- dijo completando mi oración.- Dime amo.
Si, amo. - Al parecer todos le tratan así aquí, o tiene un trastorno de superioridad. Admito que parece no me esperaba que el que me contrataría fuera ingles, y si no lo es ,entonces tiene muy buenos genes. Es alto, corpulento, ojos verde, cabello rubio un poco mas debajo de las orejas con un corte moderno y una presencia un tanto intimidante, tiene como un aire de grandeza. Tal vez sea el resultado de estar pudriéndose en dinero.
What's your name? .- Me pregunta. La conversación toma otro idioma.
Edward Bontier .- respondí.
My name is Alexander Von Panthamvie IX and now I'm your boss. you're hired (Mi nombre es Alexander Von Panthamvie IX y desde ahora soy tu jefe. Estas contratado).- Me dijo dirigiéndose a su escritorio para coger un teléfono y llamar .- Sebastián, retira a los otros y cuando termines ven a guiar al chico- Dijo en japonés.
Wait here. Feel at home. - Me dijo antes de retirarse del lugar. Me pregunto como será vivir aquí.