Parte 1
¿Quién iba a pensar que en un simple ascensor, encontraría al amor de su vida?, ¿nadie verdad? Pues obviamente él tampoco…
Cansado de ser víctima de Bullying en su colegio decidió dejarlo y ponerse a trabajar… él se consideraba muy afortunado de poder trabajar en lo que le gustaba… y agradecía a sus padres que le pudieron dar aquello que más amaba, el baile, este chico de 15 años respondía al nombre de LEE TaeMin, el principal motivo de que fuera víctima de Bullying era por esta causa, por tener una gran fascinación por el baile, y por su rostro con leves facciones afeminadas.
Un día como cualquier otro decidió ir a varias empresas de entretenimiento para probar suerte ejerciendo su profesión, luego de ser rechazado en varias una decidió darle una oportunidad, él estaba eufórico por su aceptación, su vida laboral comenzaba al día siguiente, le dieron el puesto de bailarín de apoyo de una celebridad, ¿que más quería? Estaba demasiado emocionado.
25 de Febrero de 2007;
“Hoy fue mi primer día de trabajo, realmente fue fascinante pude conocer a BoA, es una persona agradable, si bien no hablé directamente con ella, pude observar como trataba a sus bailarines de mayor experiencia a la mía, por suerte no cometí muchos errores, y conocí a un chico en el ascensor que comenzaba su trabajo allí también ese día y su trabajo era el mismo que el mío!, Su nombre si mal no lo recuerdo creo que era CHOI MinHo, también una persona agradable o por lo menos para mí, su personalidad se veía un poco fría y déspota, pero me animé a hablarle y resultó ser muy agradable ^.^, Mi día terminó de lo más normal.”
Y así TaeMin comenzó a escribir su experiencia “laboral” día a día en su diario.
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Un mes ya había transcurrido, y él había mejorado mucho en su labor, tanto así que lo pusieron de bailarín principal.
26 de Marzo de 2007;
“Hoy no fue un día tan normal como los anteriores, ¡hoy fue grandioso!, logré tomar el puesto de bailarín profesional debido a mi calidad de baile, finalmente pude ser el acompañante principal de BoA, finalmente pude ejercer contacto con su persona, lo mejor de todo que ella al finalizar con la práctica me felicitó por el trabajo, eso fue lo mejor indudablemente, MinHo también lo hizo pero de una manera un poco más frívola, si bien éramos un poco más cercanos aún no éramos amigos de verdad u.u, pero realmente quiero poder llegar a él, realmente quiero ser su amigo y no porque sea rico, sino porque su compañía me resulta interesante.”
Terminó de relatar su día en su diario de una manera muy resumida y se fue a dormir. Al otro día como de costumbre, se levantó temprano y se fue a su trabajo, tomó el ascensor de la empresa y como de costumbre también se encontró con MinHo, eso se había vuelto una rutina, ya un poco aburrida debido a que su “cercanía” con MinHo no avanzaba, por lo tanto decidió dar otro paso a lo brusco.
-MinHo, quiero ser tu amigo, pero no me lo permites, siento que te encargas de mantener una barrera entre tú y las demás personas, ¿se puede saber por qué?-
El mayor se veía algo sorprendido por la actitud que había tomado el menor, pero de todas maneras optó por contestarle de una manera fría y seria.
-Es simple, es lo típico siempre. Estoy cansado de que todos se acerquen a mí solo por interés, una vez tuve un supuestamente amigo, en el cual yo confiaba ciegamente, en una ocasión necesité de su ayuda, pero solo me ignoró, me traicionó, se fue… me abandonó y nunca más volví a saber de él, dejándome con el corazón destrozado, jamás creí que J… él sería capaz de hacerme eso, y ahora no se por qué te cuento todo esto a ti, tsk! Olvídalo…-
El pelinegro le cortó el rostro a TaeMin y salieron del ascensor hacia las prácticas, y así como iniciaron terminaron… nuevamente TaeMin volvía a su casa…
2 de Abril de 2007;
“Hmm, que puedo decir?, hoy si que fue un día extremadamente extraño, una vez que me animé a preguntarle a MinHo la razón por la cual era distante, decidió contarme, me sentí feliz porque sentí que se había desahogado, pero luego de eso, me evitó durante todo el día :s, sinceramente nunca pensé que me costara tanto entender a una persona, pero tampoco sé porqué insisto en ser su amigo aún no lo comprendo. Mejor me iré a dormir.”
2 Semanas habían pasado desde que MinHo contó aquella triste experiencia, y 2 semanas eran que el más alto ignoraba al menor, lo cual desesperaba a este último, aún no entendía que era esa obsesión que sentía hacia el mayor. Se encontraban en la hora del descanso, refunfuñando se acercó hacia donde estaba el pelinegro comiendo de lo más tranquilo.
-¡CHOI MinHo! ¡Me cansé! ¿¡Me quieres decir por qué demonios no me das una oportunidad!? ¿¿Sabes!? Tu dinero no me importa en lo absoluto, ¿oíste? ¡NO MEE IMPORTA!, acá lo que me importa es poder disfrutar de tu compañía y de tu amistad-
Tranquilizándose un poco ahora, pasando de estar gritando a hablar con dificultad por el llanto que amenazaba con salir
–So…solo quiero tener aunque sea un amigo en este lugar… si bien es lo que quise… ahora me…me siento ¡muy solo!, y tu…tu eres una per…persona interesante-
El pelinegro, se quedó mirando sin expresión alguna al menor, mientras escuchaba todo lo que decía, de cierta manera se sintió conmovido, pero aquella experiencia anterior, había hecho que cerrara su corazón a nuevas amistades, nuevos sentimientos, por lo tanto inevitablemente actuaba de manera frívola y déspota, era su manera de protegerse al ocasionar rechazo con aquella actitud, pero este chico, parecía inmune a esa actitud, es más pareciera que su actitud atrajera al menor como un imán…
-¿Oportunidad? ¿Te sientes solo? ¿Yo interesante?, escúchame una cosa TaeMin, francamente me siento un poco agobiado por tu constante “acoso” e insistencia, porqué no te buscas a otro para molestar, hay muchos aquí en esta empre-
El mayor fue interrumpido por un quebrado TaeMin, sus lágrimas, habían logrado emerger.
-¡No me interesan los demás! ¡Solo piénsalo!, te ofrezco mi más sincera amistad.-
Disponiéndose a salir corriendo de aquel lugar, lamentando que aquella situación hiciera, que su “objetivo” lo viera en tan deplorables condiciones.
Luego de que el descanso terminara, ambos se encontraron en el salón de prácticas, ambos se miraron a los ojos por unos segundos pero no dijeron nada.
Una vez más se encontraban en el ascensor y esta vez el alegre y brillante TaeMin, se encontraba serio y opacado, logrando que un silencio incómodo se percibiera en el pequeño ambiente.
-Dijiste que me ofrecías tu más sincera amistad ¿verdad?-
Se dispuso a romper el hielo el mayor, comenzando a hablarle sin mirarle al rostro
–Pues… dame unos días para que lo piense…-
Dijo finalmente rascándose la nuca por los nervios de la situación.
El menor ante estas palabras no pudo evitar levantar el rostro y dirigirlo al pelinegro el cual le daba la espalda, sonrío inevitablemente pero no dijo nada, solo un
–De acuerdo MinHo hyung-
Nuevamente aquel silencio incomodo gobernó la situación, el ascensor se detuvo ambos salieron de él y se fueron cada cual por su lado sin decirse palabra, ni siquiera el matutino “-¡Hasta mañana! Que descanses-” por parte del menor.
16 de Abril de 2007;
“YAYY!!por fínnn, por fín logré, que MinHo intente cambiar de opinión, y deje de ¡cerrarse a la sociedad!, en verdad estoy muy contento, por fin ya casi 3 meses de insistencia ¡valieron la pena!, 3 meses… sin duda es mucho tiempo, aún me sorprendo como es que soy tan perseverante cuando de “MinHo” se trata.”
Finalmente el plazo de “unos días” había caducado, y esto lo supo, porque el mayor con mucha dificultad, lo citó fuera del horario laboral, sin duda el castaño estaba ansioso ante aquella respuesta, cualquiera que fuera.
Pareciese adrede que cuando más rápido quería que se pasase el tiempo, más lento lo hacía, el castaño miró su reloj.
-Típico, cuando quiero que se pase rápido, sucede todo lo contrario ¡aish!-
Seguía rezongando, y en cada oportunidad que tenía vía su reloj, y finalmente la hora llegó.
–¡Bien!, por fin la hora esperada llegó, solo ruego porque su respuesta sea positiva, no creo que pueda lidiar con una respuesta negativa luego de tanto esperar-
Decía este mientras se dirigía al ascensor para salir del edificio.
El ascensor se detuvo en el 5to piso, todas las personas que se encontraban en él salieron y entró MinHo, una situación particular, era la primera vez que se encontraban a solas en el ascensor, y ¡qué día para hacerlo! MinHo miro a los ojos por unos segundos al más bajo y carraspeo su garganta, dándole la espalda ordenándole al ascensor que terminara de descender.
-Estuve… pensando en tu “propuesta”-
-¿Ah sí?, y pues… ¿cuál es tu respuesta?-
Preguntó el castaño en un tono lo más serio que podía, pero la ansiedad lo dominaba.
-¿Estás dispuesto a pasar por un “periodo de prueba”? comprende que aquella experiencia pasada me afectó mucho y hace tiempo que no mantengo una conversación con alguien, esto es como si hubiera estado inválido unos años y quisiera volver a caminar-
Decía este aún dándole la espalda al menor. Y la siguiente acción por parte del menor lo sacó de lugar.
-¡Claro que sí! ¡todo sea por hacerte volver a confiar! ¡Déjame que te ayude!-
Dijo éste abrazándolo por detrás por efecto de la emoción.
El pelinegro anonadado por aquel abrazo giró velozmente quedando cara a cara con el menor, provocando un intercambio de intensas miradas.
Hacía mucho que el mayor no veía a la cara a alguien por tanto tiempo, aquel rostro levemente afeminado por su piel suave y pálida, sonriente, y con ojos brillantes hicieron que MinHo se acercase levemente a sus labios, el castaño se vio un poco intimidado por este repentino acercamiento, pero no hizo nada para evitarlo, milésimas antes de que el beso se efectuara, el ascensor llegó a su destino.
Provocando que el ruido de las puertas abriéndose, alertaran a un concentrado MinHo, separándose bruscamente de aquellos labios del pecado.
-¡Yo…yo lo…lo siento!-
Dándole nuevamente la espalda al menor y salir corriendo.
-Bueno, por lo menos es un avance, aunque un poco brusco creo...-
Dijo nuestro castaño mientras salía de aquel ascensor observando cómo se alejaba el bien formado cuerpo del pelinegro.
21 de Abril de 2007;
¡Oh por dios! ¡Oh por dios! Tras que estoy feliz de que MinHo haya decidido abrirse un poco a mí, lo cual me tiene eufórico, por poco y ¡casi me besa!, sus labios, sus gruesos labios estuvieron a milímetros de los míos es más sentí un pequeño roce, nuestras respiraciones se mezclaban o más bien yo sentía aquel cálido y húmedo aire que él desprendía… ¡Oh DIOS! ¡Mi miembro palpita al ponerme a pensar en esa situación! ¿¡Será que me gusta!? ¡No! ¡No lo creo! Quiero ser su amigo porque quiero ayudarlo a que deje de desconfiar de todas las personas, no todas son iguales a ese maldito que lo traicionó, pero… ¿porqué le dolió tano su traición?... acaso tal vez… ¿él le quería más que como un amigo?... ¡No! Imposible MinHo no se ve como una persona de carácter homosexual… pero eso que pasó hace unas horas dice lo contrario…, mejor se lo preguntaré directamente mañana, de todos modos será parte del pasado.
El otro día finalmente llegó y su “periodo de prueba” daba comienzo hoy, sabiendo que MinHo no se mostraría tal cual era verdaderamente de un día para el otro, por lo que decidió ir por pasos, y darle espacio al pelinegro, para que vuelva a tomar confianza, sabía que sería un largo camino de recorrer, pero estaba dispuesto a hacerlo, todo sea por ayudar a su “amigo”.
-Buenos Días MinHo sshi-
Saludó este con una sonrisa. El pelinegro se veía algo incómodo, pero intentando cambiar su aptitud lo saluda también
–Buenos Dias TaeMin… oye con respecto a lo de ayer, lo del bueno ya sabes en el ascensor…-
Se veía un poco nervioso, el menor sonrió y lo interrumpió
–No te preocupes MinHo sshi, no ha pasado nada, haré con ese recuerdo lo que tú quieras, si quieres que olvide de acuerdo ¡olvidado!, y si quieres que lo conserve perfecto ya está en mi mente. No tengo problema con eso, solo quiero ayudarte a que puedas volver a otorgar aquel sentimiento tan importante como lo es la confianza.-
El menor mantenía su sonrisa resplandeciente, mientras miraba a un interesante y atontado MinHo
–De...de acuerdo, por el momento… solo olvídalo y discúlpame-
Miró su reloj y se dio cuenta que ya era hora de entrar y que si no se apuraban llegarían tarde y los sancionarían
–Oye Minnie apúrate o llegaremos tarde!-
Salió corriendo hacia el ascensor TaeMin quedó extrañado ante esa manera de llamarlo tan familiarmente le quedó mirando pero reaccionó si llegaban tarde serían sancionados.
–Hey esperame MinHo Shhi!-
Se dispuso a correr detrás del pelinegro, el cual se detuvo a esperar al menor, ambos entraron apurados al ascensor y quedaron trabados en la puerta, se miraron a los ojos y luego desviaron su mirada, MinHo presionó el botón del 8vo piso para dirigirse allí, en cada piso personas subían, la empresa estaba demás activa, a medida que gente se iba incorporando al ascensor, nuestra pareja de “amigos” iban retrocediendo para dar lugar a la gente nueva.
En el 4to piso el ascensor se encontraba lleno y ambos estaban apretujados en una esquina al fondo de frente, TaeMin contra la pared y el más alto frente a él con sus brazos alrededor de la cabeza del castaño, dado que no quería que la “multitud” apretase a su nuevo, especial y único amigo.
Comenzaba a hacer calor ahí dentro, comenzaba a resultar sofocante para estos jóvenes, en el 5to piso al parecer subió alguien más logrando agarrar desprevenido al mayor empujándolo contra TaeMin, el cual al tener sus manos unidas en su parte delantera tocó la intimidad del mayor.
El castaño lo miró tal vez asustado y sus ojos nuevamente se compenetraron, provocando que MinHo dirigiese sus labios a los tentadores del menor, sentía que una inercia lo llevaba a besar aquellos labios, esta vez no hubo nada que interrumpiese aquel momento todos estaban dándole la espalda y no había nada que hiciere que MinHo reaccionara, TaeMin, sentía esa misma inercia hacia los gruesos labios del pelinegro, efectuando al fin su primer beso.
Fue torpe, corto, tierno, pero a nuestro protagonista le pareció el más maravilloso de todos, era su primer beso, su primer beso el cual obtenía a los 15 años de edad.
Con un increíble brillo en los ojos del castaño, este mismo decidió sonreírle y no decir absolutamente nada, finalmente habían llegado a su destino, al igual que toda aquella sofocante multitud.
-TaeMin lo siento nuevamente, me dejé llevar, es que tu… tu, no sé lo que me pasa contigo… siempre que te tengo cerca, quiero abrazarte, besarte, ¡yo… yo lo siento!-
Estaba a punto d salir corriendo cuando el menor logró sujetarlo del brazo gracias a sus reflejos.
–Sshh MinHo hyung, no tienes porque disculparte, ¿te rechacé? Pues yo creo que no, no tienes de que preocuparte, ya te lo he dicho está todo bien, ahora vamos a trabajar o si no, ¡nos sancionarán!-
Salió corriendo luego de sonreírle una vez más.
–Tú… tu no comprendes Minnie, cre…creo que me he enamorado de ti…-
Dijo éste en un susurro, el cual el castaño fue incapaz de oir, para luego dirigirse rápidamente al salón de práctica, en unas semanas tenían su primera presentación, por primera vez se subirían a un escenario, era el Comeback de BoA… TaeMin sostuvo todo ese día aquella brillante sonrisa, y MinHo cada vez que lo veía, se sentía de cierta forma aliviado, no quería perder al único chico quien se había acercado a él con intención de ayudarle en su “problema”.
El día finalmente terminó y nuevamente se encontraban ambos chicos en aquel ascensor, había gente así que susurraban todo lo que decían, MinHo seguía “arrepentido” por lo que había hecho, así que pidió nuevamente disculpas, pero el castaño le dijo algo que lo dejó una vez más desorientado…
-Deja de pedirme disculpas… si no quisiera perdonarte o si no quisiera volver a verte nunca más no lo haría, desistiría y hasta desaparecería de tu vida, pero como puedes ver… cada vez que lo haces me vuelvo más insistente ¿Por qué?, simple porque creo que me gustas MinHo-
Sonrío una vez más pero esta vez tímidamente, MinHo ante aquella inesperada “confesión” no pudo controlarse y dijo con todo.
–¿QUÉ?-
Las personas lo miraron bruscamente ante la sorpresa y nuestro pelinegro agachando la cabeza pidió disculpas.
Llegaron al primer piso y salieron de aquel ascensor, el mayor presentaba un pequeño carmesí en sus mejillas, aún estaba shockeado por las palabras de “Minnie”
–No…nos vemos ma…mañana Mi…Minnie!-
Le dio un beso fugaz en la mejilla del castaño y una vez más se dispuso a salir corriendo ahora apenado…
-Nos vemos MinHo-
Sonrió este, y se dirigió a su casa, desesperado por contar esta experiencia a su “diario”.
22 de Abril de 2007;
“Bueno querido diario, ¡al fin llegué a casa! ¿Sabes?, ¡hoy MinHo me besó! Y fue en de ascensor cuando entrabamos al trabajo, ¡estoy súper feliz!, la otra vez que casi lo hace me daba vergüenza admitirlo pero me dejó con la ganas de probar sus labios, solo por curiosidad, pero ahora que he sido capaz de probarlos estoy ¡realmente en las nubes! Aún siento el cosquilleo que dejaron aquellas mariposas en mi estómago, sus labios fueron los que me dieron mi primer beso, y a pesar de que fue el primero, siento que ¡fue perfecto!, ahora que he satisfecho mi curiosidad he sido capaz de comprender que es lo que era esa “obsesión” que tenía hacia MinHo… era amor, estaba enamorado, me enamoré de MinHo, pero solo por ahora somos amigos es una lástima pero obviamente lo prefiero 10mil veces como amigo que como un simple conocido. Bueno eso fue todo lo interesante hoy, me voy a dormir estoy cansado y aparte quiero soñar con “alguien” jeje.”
Nuestro castaño protagonista se fue a dormir esperando poder soñar que aquel de gruesos labios, no lo logró pero de todas maneras pasó una buena noche.
Las semanas pasaban y aquella relación de amigos se iba haciendo cada vez más importante, el día del comeback de su artista BoA a la que asistian llegó, y ellos ahora eran amigos con derechos, y demasiados diría yo.
Ambos chicos estaban nerviosos, era la primera vez que subían a un escenario, y sentían la presión de todas aquellas personas que iban a ver a su idol los estarían viendo a ellos, pero el menor daba fuerza a ambos diciendo que todo iba a salir bien, pues para eso habían practicado tantos meses y tan duro.
MinHo quería creer en esas palabras de aliento pero no se sentía tan seguro como su compañero, ahora amigovio.
El comeback fue todo un éxito, y gracias a dios ellos no había cometido ningún error, así que una vez que finalizó todo, BoA había invitado a todo sus bailarines de apoyo y a todos lo que se encargaban del show para festejar su éxito, pero estos dos chicos, protagonista de esta historia se negaron, a decir verdad el mayor se negó por los 2, el castaño lo vio algo confundido no entendía el porqué de esa actitud pero decidió callarse y no decir nada, era tarde en la noche y los pasillos estaban en un absoluto silencio estaba todo muerto, pues todos se encontraban en aquella celebración. Camino al ascensor el castaño decidió preguntar el porqué de aquella actitud.
-¿MinHo porque has dicho que no? ¿Acaso no quieres festejar nuestro éxito o no quieres estar en contacto con los demás?-
Preguntaba el menor mientras erra llevado de la mano por un serio y callado pelinegro. Éste se dispuso a contestar.
-No, no es eso… es solo que quiero celebrar de otra manera…-
Entraron al ascensor y presionó para que fuera al primer piso pero en el tercero lo detuvo con aquel botón de emergencia.
-Quiero celebrar de esta manera, espero no te moleste-
Le dijo dándose vuelta y colocando al castaño bruscamente contra la pared y debajo del cámara de seguridad, comenzó a devorar sus labios vorazmente y un sorprendido TaeMin correspondió a tales enredando sus brazos alrededor del cuello de su “atacante”, el sonido de desesperadas respiraciones se oian…
El mayor no satisfecho con aquellos hambrientos besos, comenzó a colar una mano por debajo de las prendas de próximamente SU Minnie, el menor al sentir este contacto se estremeció levemente…
-¿¡Pi…piensas hacer eso aquí!?-
Preguntó un poco asustado y agitado en aquella interrupción por falta de aire.
-Sí, no creo poder aguantar llegar a tu casa o a la mía, me gustas mucho y en estas semanas que hemos estado juntos descubrí que te amo-
Volviendo a besar los colorados e hinchados labios del castaño.
-Te…tengo miedo MinHo, será mi primera vez… aparte, ¿¡en verdad piensas hacerlo en un ascensor!? ¿¡y si…si nos interrumpen!?-
Preguntaba avergonzado el menor.
-No, no nos interrumpirán Minnie, he deshabilitado este ascensor, esta “fuera de uso”, no tienes de que preocuparte, aparte ¿no te causa adrenalina esto?-
Sonrió por primera vez en tanto tiempo el pelinegro.
-¿Mi…MinHo? ¡Has sonreído! ¡Oh por dios! ¡Eso me hace tan feliz! ¡He logrado que vuelvas a sonreír!-
Un eufórico TaeMin ahora, comenzó a besar pasionalmente al pelinegro. Su beso se interrumpió por falta de aire y volvió a hablar el castaño
–Y si, esto inevitablemente me causa adrenalina pero más ahora tu sonrisa, es hermosa, y creo que con eso ya puedo decirte que también ¡te amo!-
El pelinegro sonrió una vez más pero de una manera dulce y dio inicio a un suave, delicado y tierno beso, mientras sus manos cuidadosa y lentamente acariciaban la piel del menor por debajo de aquella ropa.
Aquellos besos y caricias cada vez se hacían más largos y destilaban más lujuria, el primero en deshacerse de una prenda fue el pelinegro se saco su remera lentamente.
TaeMin quedó hipnotizado con aquel perfecto y bien formado torso del mayor, por inercia comenzó a acariciar aquel cuerpo con deseo, luego él fue el que se deshizo de una prenda, el mayor le había quitado también su remera, y se sentía avergonzado de su pálido y liso torso, pero de igual manera, su pálido y delicado torso hacía contraste con aquel bronceado y torneado perteneciente al pelinegro, se miraron a los ojos por un largo tiempo y culminaron en un pasional beso una vez más.
Las manos de TaeMin abarcaban toda aquella bronceada espalda, mientras que MinHo comenzaba a acercarse de a poco al miembro medio erecto del menor.
Una vez que llegó a él lo acarició y el castaño tubo un pequeño espasmo, aquella situación lo estaba elevando a las nubes, un calor incontrolable comenzaba a emanar de ambos cuerpos y el aire comenzaba a desaparecer muy de a poco.
El mayor finalmente desprendió el pantalón de su compañero quitándoselo y dejándole solo en ropa interior, comenzando a acariciar una vez más aquel “bulto” que comenzaba a ponerse cada vez más duro, mientras sus labios recorrían todo su cuello.
El miembro del pelinegro también comenzaba a reaccionar, comenzaba a hacer presión en sus pantalones, finalmente este mismo decidió desabrocharse su pantalón y quitárselos también, quedando ahora ambos en ropa interior, y así comenzó a refregarse en el menor suavemente a lo que este último suelta un pequeño gemido…
-Aam, la…la cámara no ca…capta el sonido ¿verdad?-