Requiem
Me desperté, como cualquier otro día, fijé mi vista en la ventana, se veía un maravilloso paisaje del cielo y las nubes. Se veía desde mi ventana como las demás personas seguían haciendo su vida cotidiana, sonreían, hablaban, eran felices. Todo esto hizo que un vacío volviera a mi pecho… ¿Acaso a nadie le importaba? Él les había salvado la vida a todos para que siguieran sus vidas…Todo terminó en ese día que tanto odio.
Siempre pensé que tú estarías en los momentos más críticos de mi vida, que iluso fui al pensar eso… De un momento a otro traicionaste a todos solo para conseguir tu tan anhelada venganza, al final todo salió al revés. Conseguiste tu venganza, pero… ¿No salió como deseabas, cierto? Te enteraste de muchas cosas en aquella batalla; y al final caíste como cualquier otro shinobi.
El Mundo que creaste es tan hermoso
Y a la vez demasiado brillante y triste para mí
No sé cuándo deposite
Toda mi confianza en ti
Pero no eres una persona tan fuerte como imagine
Me hubiera gustado que siguieras aquí, con nosotros, con tus amigos que siempre te buscaron en todos los lados posibles. Poco a poco sentía como si las pocas fuerzas que tenia encima, se terminaban de desvanecer. Cerré mis ojos otra vez y me lancé de nuevo a la cama, pensé en aquel sueño que había tenido…Soñé contigo, que me abrazabas, y que secabas mis lagrimas con tus manos. Tus manos se sentían frías y sin vida, como si desaparecieras poco a poco, así fue como me di cuenta que no eras tú, sino uno de los malditos juegos que me jugaba mi propia mente.
Volví a abrir mis ojos y me levante de aquella cama, la única testigo de que en las noches llorara en silencio, y fui directo a comer o hacer algo. No tenía muy seguro que cosa haría pero tenía que respirar aire puro, ya que tenía varios días sin salir de mi casa. Al caminar me di cuenta de que mi cuerpo pesaba y me dolían mucho las piernas por el efecto de no haber entrenado nada desde hace días. Recuerdo cuando me ayudabas a entrenar, supongo que esos fueron mis recuerdos más preciados y que aun guardo en mi memoria, solo me ayudabas a entrenar para que algún día me convirtiera en Hokage. Más lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas ¿Es que acaso esto no iba a parar nunca?
-¡¿Por qué?! –Grité con toda la fuerza que pude pero luego mi voz se quebró- …Me gustaría que siguieras aquí…-suspiré y me sequé mis lágrimas con la manga de mi camisa-
No desearía nada en absoluto
Si tan solo estuvieras conmigo
Tus cálidas manos se hacían más y más frías
Sé que sientes como si llevaras
El mundo sobre tus hombros
Aun no puedo devolverte tanta ternura
Sé que mis gritos no llegaran a ti, pero...
Todavía quiero enviarte un requiem
Me vestí y salí de mi casa corriendo sin ver hacia delante ni hacia atrás, solo quería correr…Intentaba huir de aquella prisión que había en mi mente.
-“Necesito distraerme con algo…espero que Sakura pueda ayudarme” –pensé y fui corriendo en dirección a la casa de Sakura; mi ahora, mejor amiga, la única que sabe lo que siento por él.
Corría a todo lo que mis fuerzas me daban y toque la puerta con algo de desesperación. Tocaba y tocaba, pero nadie abría.
-No puede ser…-dije y cerré mis manos en un puño, estaba molesto.
Empecé a correr otra vez en busca de alguno de mis amigos, debía de haber al menos alguien que me ayudase a parar esas hastiosas lágrimas. Busque y busque, pero no encontré a nadie, así que me di por vencido.
-A lo mejor busqué mal…-dije mientras me sentaba en una banca de un parque.
-Q-quizás yo pueda ayudarte, N-naruto-kun –dijo Hinata sacándome de mis pensamientos.
-¡Hinata! –grite un poco, pero con alegría, y me levante de la banca a abrazarle -¿Puedo contarte algo?
-C-claro –dice Hinata sonriendo
Le conté todo, me sentía mucho más libre al contarle todo lo que sentía por él, aun así las lagrimas no paraban de bajar por mis mejillas. Ella me las secó dulcemente y me dio un consejo que nunca olvidare
-Tranquilo, Naruto-kun, el está ahora en un mejor lugar, debe ser feliz allá…Él debe de estar viéndote ahora mismo, y no debe de estar muy contento de verte llorando así. Sonríe y piensa que a él le gustaría que tu estuvieras feliz aunque no esté contigo.-dije Hinata mientras me abrazaba- etto…se hizo tarde, debo irme –me dio un beso en la mejilla y dispuesta a salir corriendo no sin antes decirme algo, para dejarme pensando- ¡Sonríe, Naruto-kun, Sonríe!
-Lo intentaré –baje la mirada, aun no sonreía como lo hacía antes, todas mis sonrisas se volvieron falsas desde que tu nos dejaste a todos. Hinata había dicho que debería seguir mi vida… ¿Cómo lo haría si tú, la persona que tanto amé, no está? Me gustaría sonreír de verdad para que al menos estuvieras feliz allá donde estés.
El mundo en el que estoy, es como una jaula de aves
Seguramente no puedo salir de aquí
Alguien, alguien, me ayudaría por favor...
Las lágrimas no paran de nadar encima de mis ojos
Sé que ya no estarás más aquí
¿Y aun así me obligan a vivir?
Yo no necesitaría nada si estuvieras aquí
Pero aun no puedo sonreír si no estas
Aunque quisiera regalarte una sonrisa...
Aun no creo que pueda perdonarte por haber dado la vida por todos nosotros. Pudiste haber usado otra técnica, o habernos salvado de otra manera. Aun así, creo que puedo perdonarte…se que con el tiempo lo haré.
¿Sabías que te amaba? Siempre me repetía que te buscaría y te traería a Konoha por una promesa a Sakura…pero al final, ya muy tarde, me di cuenta que te amaba. Al verte morir…sentí como si me quitasen a mí también la vida, así fue como me di cuenta que te amaba. Nunca te dije “te amo” pero me gustaría poder hacerlo algún día.
“¿Estarías escuchando mis pensamientos en estos momentos?” Me pregunté mentalmente antes de volver a mi casa. Esa jaula que, al parecer, me hizo distanciar de mis amigos. Ellos que tanto se preocupan por mí, yo les pagué de esa manera. Siento como si a todos les hubiera fallado, soy un completo egoísta por haber hecho eso. Mañana los volvería a buscar y me disculparía con todos.
Tu, dulce embustero, te perdono
Eso es lo único que puedo hacer por ti
"te amare para siempre..." las últimas palabras
Siempre quise decírtelas ¿sabías acaso eso?
Yo te amaba, dulce embustero
Tal vez recibas mis palabras por casualidad
Por eso quiero enviarte un requiem...
Después de unas semanas, ya estoy mucho mejor, volví a entrenar, y mis amigos perdonaron mi estúpido comportamiento, hasta volví a sonreír como antes. Desde ese día sigo mi vida con más fuerzas, esperando que algún día vuelvas. Siempre te voy a visitar todos los días, te dejo flores nuevas, justo como lo estoy haciendo ahora. Toqué la lapida frente a mí, era fría, sonreí ligeramente. En la lapida decía “Uchiha Sasuke, gracias por salvarnos”.
-Te amo…-dije y un gran ventarrón paso por donde yo estaba elevando algunos pétalos de las flores que había traído y mis palabras, dirigidas a ti, también las elevaba.
~Fin~