El sueño que había tenido hace meses regresó. Estaba ahí frente a mi, la cama con flores, las cortinas rojas, la alfombra verde... todo se había tornado real. El sueño del día de mi muerte estaba frente a mis ojos. Yo, repentinamente caí. Había perdido todas mis fuerzas, me habían separado de él. Y el estar lejos de el me hacía mal, me ponía debil. Vidrios, vidros por todos lados, en mi muñeca, en mi pecho, en todo mi cuerpo. Allí estaba yo, otra vez, como en el sueño, tirado en el piso rogando por vida. Vida que se escapada de mi ser cada que intentaba luchar contra los cristales sobre mi cuerpo. "Tengo que salir de aquí y buscarte Kyungsoo.. tengo que contarte que encontre la habitación que intentabamos evadir.. ¿já, no es gracioso? la encontré sin ti, se supone que deberías estar a mi lado.." al terminar de pensar en eso, lagrimas brotaron de mis ojos. El simple hecho de pensar en Kyungsoo me ponía mal. Si yo moría aquí el se quedaría la eternidad sin mi, tendría que vivir miserablemente como una persona sin pasado, tendría que cargar con la culpa de no poder haberme salvado.. de haber fallado como mi guardían.
sonó en mi cabeza.. aquella canción que nos encantaba.
¿Donde estás Kyungsoo? te necesito ahora mismo, no quiero que sufras una eternidad por mi.. ¿No lo recuerdas? necesitas estar cerca de mi.. como yo de ti. Somo uno, estamos hechos como uno solo.. ¿No te acuerdas? regresa.. mi madre no sabe nada de lo que dice, debiste ignorarla.. ¿Por que Kyungsoo? regresa a mi..''
-¿Kai, me escuchas? ¡KAI! Regresa a mi, ¿escuchas? estoy aquí, sigo aquí.. llegue Kai, lo logre. -Sonaba exactamente como el, era su voz, pero ¿Que acaso sucedió algun milagro? -Kai, todo estará bien.. -Lo ví, abrí mis ojos y ahí estaba el, sacando un pañuelo de su bolsillo, rompiendo la camisa que traía bajo el abrigo.. me bendó mi muñeca, bendó mis heridas y me cuidó..
-¿Kyungsoo? -parecía tan irreal el estaba justo ahí frente a mi, curando mis heridas.. -Llegaste. ¿Como llegaste?
-Suho, me dijo que estabas aquí, me contó que te habían traído hasta acá y tu madrastra, ella también me dijo, así fue como llegue.. -sonrió y se inclinó hacia mi, besó mi frente -Lo logré Kai. Tengo que volver...
-¡NO! -me exalté, la idea de que se fuera, perderlo, no podía..
-He hecho lo que tenía que hacer Kai, te he salvado.. te protegí. Ahora tengo que regresar a donde pertenezco -señaló mi pecho puso su palma blanca sobre el. -Debo volver aquí, tengo que cuidarte desde aquí.. -el seguía diciendome lo mismo y yo me negaba a todo eso.. no podía, no podía separarme de él. -¿Que tal si nos vamos Kai? vamonos, lentamente... -asentí y me recargué en su hombro. Estabamos los dos en la cama, calmados, siendo uno parte del otro. Como siempre. Salimos de la habitación y llegamos al lago de los sapos, nadamos, subimos a un barco. Así pasaron días, noches, semanas, meces, pasaron años y el seguía conmigo, riendo, abrazandome, acariciandome, todo era hermoso, estabamos juntos, por fin. Por fin, juntos sin nadie que nos dijera que hacer, sin nadie que nos prohibiera nada. Nos sumergimos de nuevo en el lago, nadamos un rato, también empezamos a jugar bajo el agua, justo como nos gustaba. Regresé al barco, y Kyungsoo seguía en el agua... me sonrió. "Kai, no te olvides de mi" lo vi fijamente, supe que era el momento de dejarlo ir, que ya era hora. Se dio la vuelta y entre el agua se perdió. Vi como el sol se ocultaba desde el punto en donde se fue, navegué de regreso, pasaron tal vez dos semanas y estaba en la orilla. Yo estaba en la orilla del lago de los sapos, me senté en la orilla, lloré, sonreí y volví.
-¿¡KAI!? Dime que estas bien, corazón. Te encuentras bien... gracias al cielo, pensé que te había pasado algo peor.. -me decía mi madre quien lloraba sin parar frente a mi en aquel hospital. -¿Fue Kyungsoo, verdad? perdón por no haberles creído.. el en verdad.. era algo así como tu angel. ¡El te salvó la vida! ¿Donde está? necesito decirle que estas bien, que no se preocupe.. -no puedo negar que me hacía feliz verla de nuevo. -¿Kai, donde está Kyungsoo? ¿Porqué se fue? -tomé su mano entre las mias.
-Mamá, Kyungsoo no se ha ido a ningun lado. El está aquí conmigo.