Una sonrisa cansada curva sus hermosos labios mientras con los ojos cerrados, disfruta de aquellas suaves caricias. El cuerpo cálido a su lado, lo cobija con suavidad. La dureza y la firmeza de los músculos bajo la tela de la ropa que puede dar a entender la fuerza con la que la persona cuenta, pero que en este momento solamente lo utiliza para la protección de las dos cosas que más ama en este mundo.
El delicado joven tomó una bocanada de aire cuando el dolor volvió a atravesarle con fuerza, sintiendo que su cuerpo se estremecía ante la sensación de ardor y de desgarramiento que nacía de su vientre y apretó con toda su fuerza la mano morena que sostenía la suya.
- Respira, Boo… respira… estamos muy cerca, no falta mucho.- rezaba la voz masculina a su lado, que a pesar de querer aparentar tranquilidad, no podía ocultar la angustia que le recorría por completo al ver al amor de su vida en ese estado de dolor continuo.- ¡Maldita sea, ChangMin! ¡Apúrate, con un demonio!- apresuró al chico pelinegro que guiaba la camioneta.
- Ya voy, Hyung, ya voy, pero no puedo avanzar mucho. Hay demasiado tráfico, son las dos de la tarde de un lunes y siendo hora pico, dudo que lleguemos al hospital antes de una hora.- aclaró el menor concentrándose en su camino.- no es mi culpa que a su hija le diera por llegar al mundo una semana antes de la fecha programada para la cesárea y en plena fiesta de cumpleaños de sus Appas.- se quejó el menor.
- ChangMin-ah…- por el tono de su voz, todos sabían que YunHo estaba a punto de empezar una regañiza a su “hijo”.
- Yunnie… Yunnie…- la voz de su novio le hizo regresar su atención a él, olvidándose de la reprimenda que estaba por darle a su DongSaeng.- tranquilo, estamos bien… llegaremos a tiempo al hospital, ya verás.- dijo el pelicastaño con confianza, mientras sonreía.
YunHo asintió y limpió el sudor de la frente de su novio con un pañuelo para luego besar su frente.
- JiYool ya casi está aquí.- dijo con emoción contenida el moreno arrancando una pequeña risa de su novio.
- Pronto la tendremos con nosotros, Yunnie… muy pronto.- soltó un suspiro mientras apretaba de nuevo la mano de su novio.
YunHo entrelazó sus dedos con fuerza jalándole hacia él acomodándolo entre sus piernas y sobre su pecho. El moreno rogaba que ChangMin pudiera encontrar pronto una ruta rápida y segura con rumbo al hospital, porque no quería que su niña naciera en el asiento trasero de su camioneta.
- Inhala… Exhala…- murmuraba el moreno en el oído de JaeJoong, haciendo que llevara el ritmo de su respiración como se los habían enseñado en el curso psicoprofiláctico, cosa que YunHo había visto como innecesario pero que JaeJoong le obligó a tomar por “si sucedía cualquier cosa”... aunque al moreno le pareció inútil al principio, ahora daba gracias que lo habían tomado, porque esas técnicas de relajación, aunque obvias, no hubiera podido tenerlas en cuenta justo al momento… ya que en realidad no lo decía para JaeJoong, sino para él mismo, tratando de controlar su propio nerviosismo.
-Ya casi llegamos.- La voz de MinHo, el novio de ChangMin, quien iba en la parte delantera de la camioneta junto a su novio se escuchó con suavidad.- Aguanta un poco más, JaeJoong-Hyung.
JaeJoong asintió con leve movimiento de cabeza y se apoyó por completo en su novio, sintiendo que sus fuerzas eran pocas, pero por su bebita él haría lo que fuera, y soportar ese dolor no era nada si podía sostenerla entre sus brazos para poder besarla como había soñado desde el mismo momento en que supo que crecía en su interior.
ChangMin cruzaba una avenida transitada, delante de él venían varios vehículos. Les faltaba realmente un largo tramo hasta el nosocomio y el joven tenía la mente en blanco sobre qué ruta llevar para el hospital. Y su novio no ayudaba, tratando de darle explicaciones.
- El que conduce soy yo, MinHo…- le dijo con tono fastidiado de voz.
- Sí, pero si me hubieras hecho caso y hubieras dado vuelta donde te dije…- MinHo insistía en que la ruta que él sabía era más corta.
ChangMin le miró por unos segundos con un poco de molestia.
- Donde me dijiste también había demasiado…
La discusión se interrumpió cuando ChangMin metió el freno con fuerza, haciendo que todos los que estaban dentro se hicieran hacia adelante con fuerza.
- ¡ChangMin! ¡Qué demonios estás pensando!- se quejó YunHo con un grito.
- Yunnie-ah…- la voz asustada de JaeJoong le impidió seguir gritando a su DongSaeng.
- Lo siento, Hyung, pero un idiota se cruzó en mi camino.- el joven empezó a tocar el claxon para que el vehículo de adelante se moviera, pero…- ¡¡idiota, mueve tu armatroste!!- gritó ya desesperado, porque tenía miedo de que con el enfrenón que hizo, hubiera podido dañar a su Hyung y a su “hermanita” próxima a nacer.
La persona que iba delante de la camioneta se bajó y fue directo hacia ellos. Lo que ChangMin no se había dado cuenta, era que el automóvil era un auto patrulla de la policía.
- ¡Maldita sea!- exclamó entre dientes al ver al oficial mostrar su placa y acercándose al lado del conductor.
- ¿Mucha prisa, jovencito? Bájese y enséñeme sus documentos.- pidió el oficial con un gesto serio.
- Señor por favor. No haga caso del mal genio de mi novio, es que tenemos una emergencia…
- MinHo, por favor no lo empeores.- dijo el pelinegro frunciendo el ceño.
MinHo se encogió de hombros, cruzándose de brazos sumamente molesto y ya sin intervenir. ChangMin salió del vehículo y hablaba con el oficial, para ver si podía hacer que los dejara ir.
- ¿Qué demonios hace ese niño?- preguntaba YunHo.
- Ni idea… yo mejor ya no me meto.- dijo MinHo mirando por la ventanilla al lado contrario de donde ChangMin se hallaba discutiendo con el policía.
- Yunnie… Yunnie… ¡ahhh!- El grito de JaeJoong alertó a los que estaban afuera.
- ¿Qué está pasando ahí?- preguntó el oficial.
- ¡¿Hyung?!- Gritó ChangMin con angustia.
El oficial asomó la cabeza por la puerta del conductor y vio a los dos jóvenes en la parte de atrás.
- Oficial, lo sentimos, pero… sólo tratamos de llegar al hospital… mi Boo tiene contracciones, creemos que nuestro bebé ya va a nacer.- explicó YunHo lo más rápido que pudo.
- Me lo hubieran dicho antes. Yo les escoltaré al hospital, así llegarán más rápido…- ofreció el oficial, a lo que los demás respiraron aliviados.- solamente una pregunta… ¿Por qué no llamaron a una ambulancia para hacer el traslado de la Señora?
El oficial salió del vehículo dejando a los cuatro ocupantes pensando en lo obvio de la pregunta.
- Cuando yo esté mejor, buscaré a ese policía y le daré una patada justo en medio de las piernas.- gritó JaeJoong con enojo.- ¿Cómo demonios se atrevió a decirme “señora”?
- Tranquilo, Boo. Después vemos eso, al menos ya vamos al hospital. Espero que nuestros padres, YooChun y JunSu no hayan quedado atrapados en el tráfico como nosotros.
La sirena del auto patrulla empezó a sonar y ChangMin se sentó de nuevo al volante siguiendo al vehículo que les iba abriendo paso. Durante todo el camino, MinHo no había dicho una sola palabra, y ChangMin le miró un par de veces de reojo. El menor miraba hacia atrás y sostenía la mano de JaeJoong Hyung, sonriendo y calmándolo dándole un par de palmadas en el dorso de la mano, mientras YunHo seguía ayudándolo con la respiración y el mayor sonreía a pesar del intenso dolor que sentía.
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- ¿Dónde demonios están? Salieron antes que nosotros del restaurante, se supone que ya debieron de haber llegado desde hace mucho.
YooChun se desesperaba y JunSu le tomó la mano para tranquilizarlo. Habían llegado hacía unos veinte minutos, se suponía que ellos ya debieron haber llegado desde había más de media hora, pues ellos habían decidido ir a casa de JaeJoong por las cosas para él y la bebé, para después avisar a los padres de ambos. Sin embargo, incluso los señores Jung y los señores Kim ya se encontraban en la sala de espera y ellos que no aparecían.
Estaban en la puerta del área de emergencias, junto a un enfermero que llevaba una silla de ruedas, para ayudar al futuro “Umma” a entrar al hospital. El sonido de la sirena los alertó y el auto patrulla entró primero al estacionamiento, dando paso a la camioneta de YunHo que ChangMin conducía.
Una vez estacionada, ayudaron a YunHo a sacar a JaeJoong y acomodarlo en la silla, para llevarlo dentro y hacia la habitación donde ya lo esperaba el médico.
- ¿Por qué tardaron tanto?- preguntó JunSu con curiosidad mientras veían a YunHo ir tras de su Boo, sin dejarlo ni un momento solo.
- Había demasiado tráfico en la avenida…
- ¿Agarraste la avenida?- Interrumpió YooChun.- Debiste haber tomado la desviación antes de llegar a ella.
- Estaba llena de tráfico también.- Se quejó ChangMin, por que era la misma calle que MinHo le había señalado.
- Sí, pero no estaba congestionada, “genio”. Pudiste después haber salido por otra desviación y hubieras llegado hace más de media hora. A nosotros nos dio tiempo de ir al departamento de YunHo y JaeJoong, llegar aquí y aun así esperarlos.- Explicó YooChun con algo de desesperación YooChun.
- Tranquilo, lo que cuenta es que están aquí y a salvo.- JunSu jaló a su novio y le tomó la mano para entrar a la clínica a esperar por el nacimiento de la pequeña bebé.
MinHo seguía sin decir gran cosa, para luego empezar a caminar detrás de sus Hyungs, dejando a ChangMin atrás sin hablarle y el moreno decidió dejar de lado el hablar con él, al menos hasta que se calme y él moviera la camioneta para dejar libre el paso a las ambulancias.
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Después de haber sido auscultado por el médico, le fue aplicada a JaeJoong su inyección epidural para ser sometido a la cesárea. El joven ya no sentía dolor, pues había hecho efecto, sin embargo, aun estaba ansioso y lo único que podía calmarlo era la presencia de su novio a su lado, por lo que YunHo había decidido entrar al quirófano junto con él.
Después de recibir todas las instrucciones del doctor y ponerse la bata de cirugía, YunHo estuvo listo para acompañarlo.
JaeJoong le sonrió al verlo entrar, llamándolo para que le tome la mano, lo cual el moreno hizo sin demorar, preparándose para ver llegar al mundo a ese pequeño ser que los ha venido a unir más que antes.
Después de hacer unas pequeñas pruebas para comprobar que la anestesia hizo efecto, el médico empezó con la cirugía, abriendo capa por capa de piel.
La pareja estaba con las manos muy unidas, YunHo miraba a JaeJoong, única y exclusivamente a él, mientras acariciaba su rostro.
- ¿Y si no estamos listos?- fue la pregunta que salió de los labios del pelicastaño con angustia.- ¿Y si no soy un buen Umma, YunHo? ¿Y si ella llega a avergonzarse de nosotros?
YunHo besó su frente con ternura y le miró directo a los ojos.
- Lo serás… serás el mejor Umma de este mundo, Boo. Yo lo sé… lo sé porque desde que supiste que vendría al mundo te cuidaste y la cuidaste. Porque cuando supiste que era una niña, no pudiste aguantar la emoción y le elegiste nombre, compraste su primer vestido y me lo dijiste llenando el departamento de globos rosas y flores… serás… eres ya, el mejor Umma del mundo.- besó los labios de su niño con ternura y acarició su cabello.
- Tranquilo, Señor Kim.- habló el doctor.- ya falta poco para que conozcamos a esta pequeña.
JaeJoong asintió con un movimiento de cabeza, sin dejar de mirar a los ojos a su novio.
- Te amo, Yunnie.- murmuro suavemente.
- Y yo te adoro, mi Boo… my Sexy Boo.- respondió el moreno antes de darle un beso en los labios que se vio interrumpido por el llanto de un bebé.
Al separarse no pudieron evitar sonreír. Los ojos negros de JaeJoong se llenaron de lágrimas de emoción al escuchar por fin el llanto de su bebita. Ese pequeño ser que se movía en su interior causándole las más raras y hermosas sensaciones jamás antes sentidas, ese pequeño ser que pateaba al acomodarse y que le hacía desear comer duraznos y estar en brazos de su novio todo el día si era posible… esa era su bebé, su JiYool.
- Sr, Jung… ¿Quiere cortar el cordón?- habló el médico al emocionado padre que solamente le miró asombrado, viendo a la pequeña bebé en las manos del doctor, aun cubierta por liquido y sangre. A pesar de todo, a YunHo no pudo parecerle más hermosa y más perfecta.
El moreno tomó las tijeras que le ofrecían y con el pulso tembloroso, cortó aquella última unión entre Umma y bebé.
Fue entonces que el doctor entregó la bebé a la enfermera para los primeros cuidados neonatales y que él pudiera empezar con la sutura de la herida aun abierta en el cuerpo de JaeJoong.
YunHo se acercó a su novio y le besó la frente.
- ¿La viste? ¿Cómo es? ¿Está bien?- preguntó el pelicastaño con angustia.
- Es… Es perfecta, Boo.- se inclinó a darle un tierno beso en los labios.- perfecta.
Justo en ese momento, la enfermera se acercó, llevando a la pequeña bebé en brazos, para dársela a su Umma. JaeJoong abrió mucho los ojos y una lágrima se deslizó por su mejilla cuando la sostuvo contra su pecho por primera vez. Sintió su corazón latir con fuerza, como si quisiera escaparse de su pecho y no dudó en acariciar esos dedos tan pequeños, comprobar que esos piecitos estuvieran ahí y mirar ese rostro dulce que, con ojos cerrados se había acomodado contra él.
- ¿Lo ves, amor? Es perfecta.- YunHo acaricio el rostro de la bebé son ternura, mientras la observaba con amor.
- Lo es… lo eres, mi amor… mi JiYool… bienvenida, amor, bienvenida al mundo, a nuestra vida. No sabes cuanto te amamos y cuanto te deseamos. Mi JiYool… Jung JiYool.- murmuró entre lágrimas el pelicastaño antes de besar con ternura la frente de su bebé.
YunHo Sonrío y beso la mejilla de JaeJoong con ternura.
- Yunnie-ah…. Feliz cumpleaños.- murmuró el castaño con una sonrisa.
- Feliz cumpleaños, Boo.