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Junior Generation:(2) Re-Formando por SatuPro

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1. El festival de Navidad entre otras miles de cosas sin conexión aparente

Un bonito martes de noviembre, el profesor AhnChul llegó a su despacho, sacó las cosas de su cartera de piel y fue revisando sus actividades del día mientras canturreaba. Tenía una reunión más tarde, con la junta directiva. Tragó saliva ante aquello, pero preparó los papeles para entonces.

- Disculpe, profesor. – Se giró hacia la puerta y vio al conserje, que acababa de dar su vuelta rutinaria – B-buenos días

- Buenos días.

- Hay un... un problema con el Laboratorio, señor... – AhnChul dejó caer su archivo sobre la mesa, ruidosamente.

- Qué laboratorio.

- El de la segunda planta.

El manatí se quedó pasmado al ver que el hombre salía corriendo hacia el piso inferior. ¿Qué tiene de diferente ese laboratorio? Él no tenía ni idea, claro, pero hacia escasos tres días que el colegio había comprado varios microscopios nuevos que valían una fortuna, además de un muñeco anatómico a escala real desmontable; se le podían sacar los órganos y cambiarle de sexo. Todo un lujo.

Cuando sonaron las nueve se dirigió sin miramientos a la clase que tenia frente su despacho, la de primero C. Los chicos acababan de llegar y sacaban sus cosas tranquilamente.

- Sé que habéis sido vosotros. – La tutora de los chicos, YangMi, estaba sentada en su silla arreglándose el pelo. Eso divirtió mucho a KiBum.

- Pero profesor, ¿cómo sabe que hemos sido nosotros? – preguntó KyuHyun

- ¡PORQUE SIEMPRE SOIS VOSOTROS! – se tranquilizó y empezó a enumerar contando con los dedos- El destornillador del aula de tecnología, la pistola de grapas, los cables que habían para llevar a reciclar, pilas, bolígrafos, lápices, carboncillos, un ratón de informática; ¿Qué más? ¡Venga! ¡Decídmelo vosotros!  - Ellos se miraron unos a otros.

- La mini pizarra del aula G – dijo SungMin levantando el brazo. Casi se les escapaba la risa.

- ¿Os parece divertido? ¿¡EH!?

Últimamente a AhnChul le costaba mucho mantenerse sereno mientras les reñía. Por el contrario, YangMi cada vez se lo tomaba con más calma; era el pan de cada día.

- No acabáis un castigo y ya estáis metidos en otro... ¡YangMi!

- ¿Mm?

- Bah, es igual; ya lo hago yo.

Se acercó con brusquedad a la mesa sobre la tarima y sacó su expediente.

Cuando el día que expulsaron a Jung les dijo que estarían castigados hasta navidad habló en serio, pero poco a poco fueron reduciendo la fecha fin del castigo mediante un comportamiento ejemplar. De modo que en un par de semanas ya les había levantado el castigo. Pero tras la liberación, los problemas empezaron otra vez. Los de segundo les volvían a molestar, aunque poco a poco LeeTeuk fue imponiéndose sobre el resto de matones que molestaban a los delegados, pero no mucho. KangIn se pegó con ellos un par de veces, el hermano de SungMin no dejaba de meterse en líos y YeSung no hacía más que pedirle que pusiese orden con él, pero era inevitable. Al final volvió a pelearse un par de veces con los amigos del chico; a SungMin no le hacía gracia, pero había asumido que era la única manera de pararle los pies a su hermano.

KyuHyun, KiBum y SeoHyun se habían hecho bastante amigos, sobre todo KyuHyun y la chica. Jessy seguía con el de superior y SooYoung seguía alejada del grupo de chicas. En general no había cambiado nada, aunque el ambiente en clase era extraño. Ahora parecía como si se encubrieran todos a todos, y eso le molestaba muchísimo al profesor AhnChul.

No servía de nada castigarles; lo soportaban. Parecía que les daba igual ser castigados mientras pudiesen seguir con sus actos delictivos, robando a casi todas las aulas que pisaban. Lo peor de todo era el temor a “que harían con todo eso”.

- Todo eso tenía un pase, podría haber sido cualquiera, pero curiosamente fuisteis los primeros y, de momento los únicos, en poder disfrutar de los nuevos microscopios del laboratorio dos de modo que es IMPOSIBLE que haya sido otra clase, además, valen una fortuna cada uno, así que ¡YA LOS ESTÁIS DEVOLVIENDO! ¿¡QUIEN LOS HA ROBADO!?

De nuevo aquel silencio en toda la clase, y las miradas de unos con otros o la simple y asquerosa indiferencia, aquella que él ya no era capaz de mantener.

- KyuHyun, SooYoung, Tiffany, KiBum, HyoYeon, SooYeon, TaeYeon, Yuri, HyukJae, JooHyun, SungMin, a ese lado de la pared – señaló hacia la pared de la puerta, cerrándola. – Los demás a la pared del fondo.

Cuando estaban ya todos colocados, él pasó por detrás de todos ellos, mirándoles la espalda. Luego se acercó a las mochilas. Iba a registrarlas pero de repente se dio cuenta de que era una estupidez; eran demasiado listos como para esconderlos allí.

- ¿Has acabado ya? Tienen clase de matemáticas- el comentario de YangMi les hizo reír a todos.

- ¡CALLAD! Gracias YangMi, solo faltas tú. – A los que aún no callaron, les dio un capón con la carpeta que sujetaba en la mano.

- ¿De verdad crees que lo tienen encima? Lo habrán escondido en alguna parte del colegio. ¿Y cómo crees que han entrado al laboratorio?

- ¿¡Como quieres que lo sepa!?

La profesora se levantó tranquilamente y cogió su abrigo.

- Todos al patio trasero. Nada de abrigos

- ¡Pero si hace un frio que pela!

Les hicieron estar andando en fila india durante media hora bajo aquel frio insufrible, y cuando trataban de abrazarse venia el profesor AhnChul y pasaba entre los dos, colocándolos de nuevo uno tras otro.

Luego los pusieron en formación, en filas de cinco. SiWon y Hyo empezaban a estar cansados de todo aquello. Hyuk también, pero sabía que era mejor estar callados.

- Muy bien, chicos... Hace fresquillo ¿eh? – ellos le miraban indiferentes o con asco – SiWon, ¿tienes frio?

- Sí.

- Ven aquí y pide a tus compañeros que digan quien ha robado los microscopios. Cuando lo digan podrás subir a clase.

- ¿Por qué? No me van a hacer caso.

- Entonces, ¿Quién crees que ha sido?

Él dejó caer los hombros y ladeo la cabeza. Tenía mucho frio pero no podía traicionarles. Además realmente no tenía ni idea de quien los había robado, aunque se imaginaba que había sido KyuHyun.

- No lo sé...

- A mi me parece que sí lo sabes

- ¡Eh, déjalo en paz!

- ¡NADIE LE HA CONSULTADO, KIM HEECHUL! – se giró de nuevo a SiWon y lo cogió por los hombros – SiWon, tu eres un buen chico, ¿cierto? Vamos, di. – él seguía mirándole con cara de “tengo las manos atadas” así que le soltó y se alejó a mirarles a todos en conjunto.

- TaeYeon, Yuri, HyukJae, HyoYeon, SoonKyu, SiWon, podéis subir a clase.

- YangMi, qué haces. – le dijo mirándola severamente

- Ellos no han hecho nada. – Dijo mirándole, tranquilamente. – Los demás, separaos, señalar al suelo y a dar vueltas.

- ¡Genial! Es mi castigo favorito – saltó HeeChul, haciéndoles reír  a todos. AhnChul miraba a la chica negando con la cabeza.

- Se están divirtiendo.

- ¿Tú crees? – Se acercó a RyeoWook que acababa de derrumbarse mareado. – RyeoWook

- Yo...no...Sé nada...

- Tonterías; Di; quien los ha robado – saltó AhnChul, desesperado, pero YangMi le puso el dedo tapándole los labios. Él se sonrojó pero la chica no se dio cuenta.

- RyeoWook, quien ha robado los microscopios. ¿Lo sabes?

- No... No lo sé...

- Vale, sube a clase.

- ¿Estás loca? ¿Ya está?

- ¿De verdad crees que él lo robo? – Se le acercó mucho más, susurrando

- Claro que no

- Entonces no sirve de nada tenerlo aquí pasando frio.

SungMin y JungSoo se derrumbaron, pero volvían a levantarse. El siguiente en caer fue JongWoon. Negó saberlo tres veces antes de irse corriendo a vomitar.

AhnChul miraba atónito aquel extraño sistema. Parecía que había algunos chicos que aguantaban la tortura solo por placer, aunque evidentemente estaban pasándolo mal. SooYoung fue la primera chica en irse, tan dignamente como pudo, pero tras ella, Yoona y Tiffany cayeron. Solo quedaban SooYeon y JooHyun, y al final esta última confesó.

- Vale chicos, parad. – ellos fueron cayendo como moscas por ahí. – JooHyun, devuelve mañana los microscopios, ¿de acuerdo? – ella asintió, aún confusa. – AhnChul, mañana la castigas como quieras.

La profesora subió con el resto de niños hacia clase ante la mirada de desconcierto del profesor, que seguía sin entender nada de lo que acababa de ocurrir, aunque hubiese ocurrido delante de sus narices.

- Porque lo has hecho – preguntó KyuHyun. Subían por el pasillo junto con KiBum y DongHae

- Estabais a punto de vomitar. – dijo únicamente, y se adelantó para que no seguir discutiendo.

- Como si no hubiésemos vomitado nunca – dijo KiBum, aunque evidentemente lo prefería así.

- No ha sido ella ¿verdad? – Preguntó SungMin avanzándose – Agh... tengo el estómago aquí... –decía señalándose la gargant.  KyuHyun seguía mirando al frente, pero se sentía extrañamente mal.

Entraron en la clase como si nada, aunque seguían un poco tocados del estómago. Hyuk miró a DongHae, comprobando que estaba bien. Últimamente pasaban bastante tiempo juntos después de clase, muchas veces también con SungMin, pero aún así se sentía especial estando con él. Era algo que no había sentido jamás; no sabía ponerle un nombre pero tampoco le parecía necesario; le hacía sentir bien y eso era lo único que le importaba.

- ¿Estás bien? – Sunny agarró a KiBum por la espalda. Eso se le hacía un poco incomodo a Ryeo a veces, pero ya se había acostumbrado. Ahora todo el colegio sabía que estaban juntos, pues se les veía besándose por ahí algunas veces, o andando de la mano o cosas así. Muchos chicos le tenían envidia a KiBum.

- Sí. Seo ha confesado. – Sunny le miró extrañada, pues sabía que había sido cosa de Kyu, pero no dijo nada.

Se giró y le guiñó el ojo a Seo como símbolo de agradecimiento. Luego volvió a centrarse en KiBum. Iba a preguntarle si quería ir a su casa por la tarde o si podía ir ella. Se sentía bien, super bien, estando con él, sobre todo cuando se besaban o se estaban abrazados, aunque era igual de divertido si estaban jugando con los demás; KiBum siempre la miraba diferente y la hacía sentir especial. Iba a invitarle en ese preciso instante, pero entonces sonó el timbre y en lugar de seguir o más bien empezar, con la clase, YangMi les dijo que debían ir todos al auditorio-teatro, pues tenían una reunión con el resto de primero.

Tomaron asiento sin problemas, pues el teatro estaba pensado para albergar a toda la primaria entera más algunos padres, lo cual significa que era inmenso.

Había los cuatro tutores ahí arriba, y además dos personas más; una de ellas era Lee TaeYon, una profesora de preescolar que también daba las clases de teatro, música y a veces organizaba cosas del Club de Cineastas. Sunny y KiBum ya la habían tenido en teatro; la otra persona era SungKwan, el profesor de gimnasia, que no sabían que pintaba ahí arriba. La chica fue que cogió el micrófono.

- Buenos días chicos y chicas y variaciones posibles... Estamos aquí reunidos, oh, qué demonios, ya lo sabéis; pero lo voy a explicar igualmente para los nuevos, aunque eso debería ser cosa vuestra – KyuHyun esbozó una sonrisa y miró a Sunny y KiBum, a su lado, con una mueca.

- Es la profesora de teatro. Está un poco loca. – dijo KiBum

- ¡Si es la mar de maja! – Kyu sonrió a Sunny y luego siguió escuchando

- Ya sabéis que al estar en primero de la Media os toca hacer la representación de navidad de este año. – Todos ovacionaron, aunque Hyo no sabía a qué venía tanta sorpresa; había sido así desde que se fundó el colegio – Como ya sabéis los del Club de Teatro y los de Cineastas estáis “obligados”, y lo digo así porque se supone que esto os gusta, por lo que no debería ser una obligación, mientras que los demás podéis presentaros voluntarios. ¡Bien! Punto dos de la reunión, este año contaremos con la ayuda de nuestro querido profesor de gimnasia – él se inclinó a modo de salutación – para preparar algunas corografías y todo eso; Ya sabéis que los números musicales de las otras clases se van intercalando en la historia, pero este año al final de la obra vosotros también vais a cantar y bailaréis – Aquí ya, se organizó toda una rebelión, aunque, Hyo, seguía sin entender a que venía: era todo voluntario, ¿Por qué se ponían así? – Y bueno esto es todo por mi parte, ¿Profesor Shunsuke? – uno de los hombres a su lado, el tutor de primero A, se acercó y le cogió el micrófono

- No hace falta recordaros, - decía mirando a todos los niños – que, como cada año, los del Club de Tecnológicos participaremos en el attrezzo y los efectos especiales de la obra, ¿cierto? – dijo concluyendo, y le volvió a pasar el micrófono a su compañero, tutor de primero B, el profesor Jang

- Bueno, ahora iremos a clase; recordad que en el tablón de anuncios de la entrada del teatro tenéis una lista para apuntaros a hacer la obra. La participación es voluntaria pero el dinero que se recauda de las entradas y los refrescos es para las excursiones y los campamentos, así que espero que arriméis todos el hombro. ¡Ah! Los del Club de Químicos también ayudaremos – dijo mirando a su compañero, mientras estiraba un poco el cable del micro que se le estaba enredando en un pie

- Es cierto, - añadió el tutor de primero D, Lee JaeWon, a grito pelado - ¡Los que no participen en la obra como actores se encargarán de montar el escenario, vender las entradas, refrescos...!

- Este es un trabajo de todo primero; vendrán expertos y jueces del ayuntamiento; recordad que somos parte de un concurso del distrito; la mejor representación se lleva un premio en metálico así que ya lo podéis hacer bien, ¿estamos?

Y tras este discurso a tres voces, subieron todos para clase. A YangMi no la dejaron participar.

Así que no solo debían estar pendientes de los próximos exámenes y las de repente abrumadoras actividades extraescolares, los clubs, reuniones de asociaciones y demás actividades, sino que encima tenían que hacer ensayos extra para lo de navidad. HeeChul, Jessica, Yoona, KiBum, SooYoung y Sunny estaban hasta los topes con lo de teatro.

- Bien chicos, chicas y variaciones posibles – “¿Hace falta que diga esto? En serio” pensó KiBum mirando a Sunny. Luego ella le cogió de la mano y se sonrojó. – Este año la obra que nos mandan es la de Cuento de Navidad de Charles Dickens, ¿sabéis cual es? – Empezó a repartir los guiones. Estaban todos los sentados en el escenario, con el patio de butacas a oscuras. DongHee levantó el brazo. Al igual que Sunny, él se apuntó de voluntario.

- Es esa historia de un hombre avaro que es visitado por fantasmas durante la víspera de navidad

- ¡Exacto! Así que vamos a tener que repartir los papeles; ¿ok? A ver, ¿todos sabéis de qué va la historia? Bueno, ¿Quién quiere ser el protagonista? – KiBum y HeeChul levantaron el brazo y se miraron mal, pero no fueron los únicos.

- Bueno, bueno... haremos audiciones, ¿de acuerdo? Pero a parte... he pensado que vosotros dos, podríais hacer de Narrador y Ayudante del narrador. – Los dos chicos de primero D se miraron con una sonrisa.

Más conocidos como “The Woo-Woo due”, No MinWoo y Kang JungWoo eran dos buenos amigos que andaban siempre juntos desde preescolar. KiBum los conocía bien, pues estuvieron juntos en segundo de primaria. Luego lo cambiaron al A, pero ellos siempre estuvieron en el D.

Cabe decir que el colegio organizaba las líneas de forma no arbitraria, es decir, que estaba así expresamente. Por norma general, en el A y el B estaban los niños con capacidades matemáticas muy destacables, y  en el C y el D los niños con potencial, capacidades por explotar, sobre todo verbales u artísticas, “otras formas de ver el mundo”, artistas, escritores, músicos, esa clase de cosas sin sentido para el profesor AhnChul. Luego estaba primero C de ese año, que era algo completamente apartado, claro.

 

KiBum y Sunny se fueron al salir de la reunión para encontrarse con el resto de las chicas y KyuHyun. Jessy también debía ir, pero al parecer quería hablar con SooYoung.

- ¿Entonces vais a participar en la obra? ¿Los demás que haremos? Yo paso de vender bebidas – dijo Kyu

- Puesteaguantas; es loque tetocará hacer.

- Eso. – Añadió Tiffany. Se miraron sonriendo mientras Kyu dejaba caer la cabeza hacía delante, desanimado. Luego volvió a subir la vista por sus piernas.

- Ah... lejos quedan ya aquellas falditas cortas y los shorts, ¿eh? Es lo que más odio del invierno.

- ¡OH! ¡MALO! – le empezaron a pegar mientras él huía corriendo, también Sunny. Aunque luego se alejó hacia KiBum de nuevo y le estiró del brazo

- Kibunny... – empezó a decir con aegyo

- ¿¡BUEE!? ¿¡Kibunny!?* – gritaron los demás. Ellos dos, ya abrazados, se giraron lentamente sorprendidos

- ¿Qué pasa...? – dijo ella con su voz melosa

- ¿Es que le llamas así normalmente? ¿Es algún tipo de plan para quitarle la dignidad o algo? – dijo Kyu. KiBum echó la cabeza atrás sonriendo con los ojos cerrados pero ella pareció algo ofendida - ¿Y tú? ¿Vas a permitir que te llame así? Entonces ya no puedes ser mi amigo – concluyó riendo.

- Déjales, celoso – dijo Tiffany reteniéndole, al igual que Yoona. – ¡DongHae, HanGeng! Adiós chicos – se despidió corriendo hacía ellos.

Yoona la siguió con la mirada y luego empezó a juguetear con un muñequito que colgaba de la cremallera de su mochila.

- ¿Vienes a mi casa ahora?

- Eh... es que tengo que cuidar de mi hermana; mis padres iban a salir hoy a cenar con los amigos y creo que voy a tener que estar ahí pronto. – Yoona seguía allí mirándoles, esperando que Jessica saliese de una vez.

- ¿Entonces puedo ir yo? Tengo ganas de estar contigo... – él sonrió

- Bueno, como quieras. – dijo algo indiferente

- ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿No quieres que venga...? – dijo haciendo pucheros. Él rió y luego la agarró fuertemente desde la cintura, a lo que ella soltó un chillido, sonrojándose. Yoona también lo vio y se sonrojó, pero bajó la mirada al suelo rápidamente.

- No es eso; es que estará mi hermana que querrá jugar contigo todo el rato.

- Bueno... no pasa nada – dijo con una sonrisa.

- Yoona, Kyu, ¿Hacéis algo ahora?

- ¿Eh? No. – respondió ella

- ¡Bue! Que morro tenéis, nos queréis usar de aguanta velas y de niñeras. – Dijo él, descarado como siempre.

Al final, Kyu aún no se explica cómo, les convencieron para ir allí todos. Esperaron durante un buen rato a Jessy, pero ella seguía sin aparecer.

Estaba en el parque donde se reunían los chicos mayores, pero no iba en busca de su novio, sino de su amiga, que, tal como se imaginaba, estaba fumando con Jung y los otros chicos. Cuando la vio le sacó el cigarrillo de la boca.

- Que diablos haces fumando

- Oye, déjame, no eres mi madre. – se miraron con mala cara

- ¡Jessy! Cuanto tiempo sin verte

- Ni me mires, imbécil. – Jung se apartó riendo como una rata, mientras que ella volvió la vista a su... ¿amiga? – SooYoung, ven. Tenemos que hablar.

- Uy... eso suena como a que te va a dejar... – saltó Choi, uno de los amigos del chico, haciendo reír a los otros dos.

Jessica ignoró a los idiotas, y se llevó al a chica tirándola del brazo. Fueron andando, dando vueltas al parque.

- Que quieres

- ¿Qué te pasa? Pasaste de hablarme a mirarme mal en un solo día; ¿Qué pasó? ¿Qué te hice en la fiesta? ¡Dime! ¡Explícame como fue eso que dejamos de ser amigas, porque yo no lo entiendo!

- ¿¡Qué qué hiciste!? ¡Te fuiste con YoungWook, eso hiciste! – Jessica arrugó la nariz y la miró sin entender nada

- ¿Qué? ¡Pero si ni te gustaba!

- ¿Eso pensabas?

- No; ESO dijisTE. ¿Así que es por eso? ¡Si te gustaba habérmelo dicho! ¿Quieres que le deje? Lo dejo; no hay problema

- ¿Pero qué dices loca?

- ¡Me importa más nuestra amistad, estúpida idiota!

“¿Está hablando en serio?” SooYoung se la miraba y no sabía qué cara estaba poniendo, Jessica, por el contrario, era plenamente consciente de lo que sentía y de lo que estaba pensando. “Esta chica es tonta.”

- Chica, eres tonta.

- ¿Yo? ¿Cómo piensas en dejarle solo porque yo te lo diga?

- ¿Eh? ¡Yo que sé! ¡Porque tú me importas más que él...! Y yo... realmente no sé si él me gusta, ¿vale? Pero tú sí que me gustas; como amiga, quiero decir; me gustabas, éramos buenas amigas... – dijo mirando al suelo, pero luego alzó de nuevo la mirada, y la voz – hasta que de repente decidiste que ya no lo éramos.

- Vale, lo siento. – dijo algo arrogante. Sacó el paquete de tabaco y se prendió un cigarrillo, pero Jess se lo sacó tan rápido que ni lo vio venir.

- No fumes.

- No hagas eso. – volvió a colocárselo en los labios y dio una calada. – Sabes... en realidad me gusta KiBum...

- ¿Porqué fumas? – La miró torciendo el labio, pero luego empezó a abrir los ojos poco a poco - ¿Qué has dicho?

- Me gusta KiBum.

- KiBum está con Sunny

- Ya lo sé.

La miró negando lentamente con la cabeza, y luego la cogió del brazo. Se fueron andando y charlando directos a la casa de KiBum. Parecía que era ya una costumbre ir al parque que había prácticamente en frente de la casa después del colegio. Esta vez no estaban ahí, pero Jessy estaba segura de que estarían dentro, y así fue. KyuHyun abrió la puerta y se los encontró a todos allí comiendo cereales y viendo dibujos. Cuando repararon en la presencia de SooYoung se quedaron todas congeladas.

- KiBum, ¿Podemos usar tu cuarto? – le preguntó Jessica; y antes de que él respondiera, ya estaban las cuatro chicas allí encerradas. SaeHee miró a su hermano y a KyuHyun con una sonrisa.

- Oye Sae, ¿no eres muy pequeña para maquillarte? ¿Cuántos años tienes?

- ¿Cuántos quieres que tenga? – Kyu se quedó atónito ante aquella respuesta, mientras que la niña empezó a reír a carcajada limpia.

 - Ella es así.

- Comprendo.

Se empezaron a escuchar gritos en la habitación, así que mandaron a Sae a espiar mientras ellos seguían comiendo. Estuvieron discutiendo y llegaron la conclusión de que deberían hacer las reuniones post-claseriles en casa de Kyu, aunque, como apuntó él, sus padres no eran tan molones como los de KiBum.

- Teportaste comouna... noquierodecirlo

- Ya os he dicho que lo siento... Me enfadé por... muchas cosas; no teníais la culpa...

- Nos ha pedido perdón, creo que podemos perdonarla; ¿Sunny? – ella la miró con severidad y los brazos cruzados, lo cual le daba aún más fuerza para oponerse.

 - Sinceramente, no me hace gracia que le guste KiBum – SooYoung miró con petulancia a Jessica.

- A ver... no es que me guste... ¡Venga ya! A Yoona también le gusta, y a Jessy – Sunny las miró a las dos con la boca y los ojos muy abiertos (ahora ya no cruzaba los brazos), mientras que ellas de repente huían su mirada, así que se calmó

- Vale; asumamos que a todas nos gusta. ¡Pero ahora es mi novio!

- ¡LO SABÍA! ¡LO SABÍA!

- ¿SaeHee... que haces aquí?

La niña salió corriendo al salón y empezó a reírse de KiBum, mientras que Kyu se reía de ambos y casi tira los boles de cereales por el suelo.

- Vale; está discusión es absurda. – Dijo Jessica – No estamos aquí para discutir por... KiBum – dijo con cierto asco, no por que fuese él, sino por el hecho – Estamos aquí para perdonar o no perdonar a SooYoung. ¿Yoona? – Ella miró a las otras tres chicas, y luego asintió débilmente. – Dilo SooYoung

- Yoona, fui estúpida contigo y me arrepiento... ¿Vas a perdonarme a cambio de que no vuelva a ocurrir, y si ocurre puedas dejar de hablarme para siempre?

- Teperdono.

- Sunny, ahora tú; Dilo SooYoung – dijo Jessica. Kyu y KiBum estaban junto a la puerta, escuchando mientras SaeHee contaba a sus padres la gran noticia, pues acababan de llegar de comprarles la cena

- Sunny, fui estúpida contigo y me arrepiento, también me arrepiento de que me guste tu novio... ¿Vas a perdonarme a cambio de que no vuelva a ocurrir, y si ocurre puedas dejar de hablarme para siempre?

- ¿Estáis haciendo algún tipo de ritual satánico? – Dijo KyuHyun irrumpiendo allí - ¡SATANÁS, YO TE INVOCO! – KiBum se echó a reír, y rió aún más cuando ellas le echaron de la habitación de una patada. – Estas chicas dan un poco de miedo.

- Pues sí, un poco. Será mejor que las dejemos con sus cosas...

Se alejaron de nuevo al salón, y en seguida KiBum se encontró con la mirada perversa de sus padres y su diabólica hermanita.

- Yo lo supe antes que tú – le susurró el padre a la madre

- No, cariño... no fue así

- Claro que sí... – dijo con voz pornosa. KiBum y SaeHee fingieron un escalofrío y se sentaron en el sofá de nuevo

- Y hablando de grandes noticias, ¿Cuándo sabrás si te han cogido para lo de teatro? – KyuHyun también le miró interesado. Aunque le importase una mierda aquella obra, su amigo sí que le importaba

- Esta semana haremos las audiciones; la semana que viene dirán quién hará de qué.

 

Así que, una semana más tarde, a la hora del patio, todos salieron disparados hacia el teatro para mirar el tablón de anuncios.

- ¡Bien! Te lo dije – dijo Sunny acercándose mucho a su oreja – Haré del fantasma de las navidades pasadas; lo sabía.

- Claro... como no...

- Chúpate esa, Kim KiBum. – Se giró hacia HeeChul que de repente se puso a andar con la espalda encorvada hacia delante - ¿Kim KiBum de protagonista? ¡Paparruchas! – dijo alejándose y riendo con JungSoo y KangIn

- Ah... odio ese tío... – Sunny lo abrazó por la espalda y siguió buscando

- Aquí estás – dijo DongHee – Haces de Bob.

- ¿Quién es Bob? – Sunny y KiBum dieron un bote del susto

- K-kyuHyun... – él se apartó un poco y masajeó los hombros de KiBum

- Lo siento... Kibunny – dijo con una risita

- ¡Eh! Solo yo le llamó así... – respondió ella haciendo pucheros. DongHee los miraba con algo de indiferencia.

- Bob es el empleado de...Agh mierda; seré el subordinado de HeeChul – ellos estallaron a reír - ¿Tu de que haces, DongHee?

- ¿Bob? Oh... – miró a Sunny con una sonrisa – entonces vas a tener que besar a Lee EunSook, es del A

- ¿Un beso...? – dijo él algo tembloroso, sintiendo la sonrisa perversa de Sunny, un momento ¿perversa? - ¿Por qué haces esa cara?

- Es que me hace gracia que tengas que besar a otra chica... Me pregunto que cara pondrás... – “Será viciosa...”

- ¿Un beso? Hum... interesante giro de los acontecimientos...

- Kyu, calla. – Dijo KiBum algo molesto por la reacción de Sunny. – Ah, haces del fantasma de las navidades presentes

- Sí. – respondió DongHee. – Vaya, ¡Egh!

- ¿Qué pasa? – todos se acercaron a mirar, pero luego se giraron a ver el grupito de chicos que se había formado a su lado, también mirando las listas.

Eran seis chicos que habían ido siempre juntos en la clase del A, hasta ese curso, en el que los habían separado entre las tres clases. Los llamados “Enviados de Marte”

- ¿Quiénes son estos? Que raros se ven. – los siete chicos se giraron hacia KyuHyun, mirándole realmente raro. Uno de ellos, el que no conocían ni KiBum ni DongHee, se acercó, ladeando la cabeza.

- Vaya-vaya-vaya... – su vocecita hacia poner el bello de punta a KiBum, Sunny y DongHee. KyuHyun seguía mirando a aquel chico delgado de mirada perdida. Parecía mucho más pequeño que ellos – Kyu-kyuHyun... que sorpresa

- ¿Eh...?

- ¿Ese es ese chico...?

- ¿Es ese del que nos hablaste...?

- Extraño semblante – dijo el más alto

- Sí; estoy sor-prendido... ¿Es eso? Oh... qué curioso...

- Sí... él se ve como un chico popular... – respondió el pequeño

KiBum, Sunny y ShinDong estaban retrocediendo lentamente sin darse cuenta.

- Hola Lu. – el pequeño Lu Han sonrió afablemente, lo cual, daba muchísimo miedo.

HeeChul, KangIn y JungSoo aparecieron de repente. Venían a buscar a ShinDong para jugar a futbol. Estaban haciendo entrenamientos para la liga.

- KyuHyun, cuanto tiempo, que ilusión vernos. Tú también te cambiaste de colegio, por lo que veo. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

- Llegué este año – el niño sonrió - ¿Y tus nuevos amigos?

- Te presento a... Oh.... lo siento, no decimos nuestro nombre – uno de los chicos, repeinado con la raya a un costado, se acercó, cogiéndolo por los hombros. Tenían todos como un aura extraterrestre que daba muy mal rollo.

- Hemos aceptado a Lu a nuestro grupo, si quieres... tu puedes unirte también, y tú... KiBum... Por cierto, felicidades por el papel

- Eh... de nada...

- ¡Vaya! ¡Pero si son los raritos del espacio!

“¡WA.... qué horror!” Pensó Kyu escandalizado, aún sin mostrar nada exteriormente, al ver que los siete chicos giraron la cabeza al mismo tiempo, a la misma velocidad, hacia HeeChul, que se quedó algo helado, pero se descongeló enseguida.

- Parece... que tendrás que trabajar duro en la obra, ...Kim HeeChul

- Oye, deja de hablar así de lento – el niño sonrió mostrando los dientes y se hizo a un lado

- Nuestro amigo Baek va a hacer de Marley

- Genial, el papel de fantasma le pega mucho. – Dijo Chul, pero luego se giró hacia KiBum y los demás, incapaz de mirar a esos niños ratos ni un segundo más – Tenemos entrenamiento de futbol, ¿vamos?

Y se fue casi corriendo. Evidentemente ellos le siguieron, aunque KyuHyun se despidió de los niños con la mano. Ellos también lo hicieron; TODOS AL MISMO TIEMPO, COORDINADOS. Espeluznante.

 

Al entrenamiento también se unieron SungMin, Hyuk y DongHae, por supuesto. Al final también llamaron a JongWoon. No es que fuese un As pero necesitaban como más gente mejor, y no hacían ascos a nadie, bueno, a casi nadie; RyeoWook fue al único que no llamaron. Ni a él ni a SiWon, pero es que SiWon estaba en paradero desconocido.

RyeoWook estuvo escribiendo y haciendo esbozos de JongWoon jugando, pero viendo que él se fijaba de vez en cuando, decidió que era más prudente trabajar en el nuevo personaje de su secuela, Parker, el alumno de Fly; el nuevo ayudante.

Al volver a clase les esperaba el profesor AhnChul.

- Vale, esto es de risa, lo sé, pero ¿Quién demonios ha robado... Dios, no me creo que vaya a decir esto... el... aparato reproductor masculino del muñeco anatómico....? – evidentemente, la clase estalló a reír. El profesor miró a YangMi, que sonreía. - ¿Por qué te ríes?

- ¿No podías llamarle “pene” simplemente? – dijo, aún riendo más y sonrojándose.

- Vale, estoy harto de vosotros. Castigados sin recreo una semana

- ¡NO! – la clase dio un bote hacia delante.

- ¡Tenemos que prepararnos para la liga! – gritó HeeChul

- ¡AH! ¿¡Así que eso os molesta, eh!? ¡Pues a mí me saca de quicio que estéis robando todo el tiempo!

- Venga ya, ni siquiera sabe si hemos sido nosotros – dijo Jessy con desdén

- Claro que lo sé. Siempre sois vosotros. YangMi, - le hizo una salutación y salió del aula.

 

Es verdad, eran ellos. KiBum, Seo y KyuHyun estaban muy enfadados con el profesor AhnChul. Gracias a la ayuda de Jessy, habían hecho varias expediciones a su despacho, concretamente al archivo que ponía “Primero C: el proyecto”, y no les hacía ninguna gracia lo que veían allí. No les gustaba ser cobayas ni ratas de laboratorio. Su plan era simple: agotarlo. Tras esto, solo era cuestión de tiempo que el director deshiciese su estúpido plan.

- Has escrito algo, ¿verdad?

RyeoWook se giró de un salto hacía JongWoon y JongJin, que se habían adelantado para hablarle. Yeye se veía con una amplia sonrisa y una camiseta que él mismo le había regalado. Su madre no puso pegas porque dijo que lo había comprado con el dinero que le dio su padre.

- Estos días, en la clase durante el patio de la mañana, y mientras entrenamos al medio día, estás con tu libreta

- ¿Estás haciendo una historia? – Dijo el pequeño emocionado - ¡Yo quiero leerla! ¡La última que hiciste era super requeté guay, Wookie!

- ¡JongJin! ¡Háblale con educación que es mayor que tú!

- Ah, no pasa nada. – RyeoWook sonrió al niño – Sí; estoy escribiendo una historia nueva. – Él se emocionó mucho, al igual que el mayor, y RyeoWook disfrutaba mucho de tener su atención, así que siguió andando y hablando pomposamente – Y además he añadido un nuevo personaje; se llama Parker Biley, y es un chico que ayuda al profesor y al doctor; es... un alumno

- ¡Wa! Entonces son como nosotros tres, ¡yo soy Parker! ¿Parker va a tener superpoderes?

- ¿Eh...? – Dijo, aún en un leve estado de shock tras las peligrosas deducciones del niño – P-pues aún no lo he pensado...

- ¿Cuándo acabes de escribirla... podrás dejárnosla? – No pudo hace otra cosa sino enrojecer hasta las orejas ante la suplica de JongWoon. Luego asintió efusivamente.

- Ah... tengo algo de dinero, ¿Queréis tomar algo? – los dos hermanos se miraron serios y luego negaron con la cabeza. – B-bueno... de todos modos... yo quería comprarme algo para merendar...

Le acompañaron a una tienda de dulces y al final RyeoWook se lo partió con ellos, diciendo que no quería engordar más. Evidentemente ellos no pudieron negarse.

- Le caes muy bien a mi hermano.

- Gracias...

- ¿Por qué dices gracias...?

- Mm... n-no lo sé... no sabía que decir... ¿Quieres un caramelo? – Jong lo miró durante un rato, y luego empezó a acercársele, pero RyeoWook se apartó.

- T-tu... hermano... – se separaron aún más, mirando al niño que se columpiaba. Al parecer se había encontrado con unos amigos.

- No está bien, ¿verdad? – RyeoWook lo miró – Querer besarte – tragó saliva

- ¿Es...es que quieres...? – él pareció ofenderse, así que desvió la mirada de nuevo – Pronto me pondré a escribir la historia

- Vale.

- Cuando la acabe, serás el primero en verla – “Bueno, y el último...” – A-a mí... me gusta cuando me besas. Nunca antes me... habían besado, ¿a ti?

- Sí, una niña, en el patio.

- ¿Quién era?

- No lo sé; vino, me agarró y me beso. – RyeoWook no pudo evitar reír; la escena le parecía cómica. Jong pronto se contagió de su risa.

- ¿De qué estáis riendo? – de repente él estaba allí frente a ellos

- A tu hermano, le besó una niña

- ¡Agh! Qué asco

- ¿Por qué dices eso? ¿No te gustan las niñas, JongJin? – preguntó Ryeo, divertido. Él negó con la cabeza

- Las mujeres no me caen bien; son malas.

- ¿Y Ryeo te cae bien? ¿Te cae bien RyeoWook hyung?

- Pues claro. – respondió con una amplia sonrisa.

- ¿Te gustaría que fuese a vuestra casa?

- Eh... – el niño había borrado prácticamente del todo su sonrisa, y miró al hermano, que tampoco sonreía

- ¿Te gustaría venir a mi casa? ¿Os gustaría? Tu aún no has estado, JongJin

- ¿Podemos ir? ¿No nos van a reñir? – Yeye torció los labios mirando hacia el cielo

- Supongo que no.

Así que se fueron a su casa, y estuvieron jugando a varios juegos de mesa. Evidentemente, la señora Kim no podía estar más feliz, viendo a su solitario hijo jugando con sus dos amigos, que al parecer no eran imaginarios.

Estaban escondidos los dos dentro del ropero de la madre de RyeoWook. Era una especie de pequeña habitación cuadrada llena de colgadores y abrigos y más abrigos. Le tocaba buscar a JongJin, pero no le importaba, y no porque fuese “Super Parker, el acompañante de Fly y Jones” sino porque aquella casa era enorme, y a él le encantaba explorar.

- Tu casa... es alucinante... – Ryeo se sonrojó

- Gracias. – se repente Jong se hundió entre unos abrigos de piel altísimos, y cayó con él. Realmente fue muy oportuno porque JongJin abrió la puerta para mirar al interior. Como no vio nada, pasó de largo. – Tu hermano no es tan observador como pensaba – dijo sonriente. JongWoon le estaba mirando de aquel modo, otra vez.

Empezaba a sentir aquella especie de trance; era como si se le nublase la vista durante unos segundos, mientras empezaban a acercarse cada vez más; dejaba de verle y empezaba a sentir aquella sensación extraña en el estómago; como si algo tirase de él con mucha fuerza desde allí, llevándole contra JongWoon. Sentía sus labios de nuevo incandescentes mientras rozaban con los suyos.

De repente la puerta se abrió y entró su madre. Ellos se separaron un poco y RyeoWook sacó la cabeza, dándole un susto de muerte.

 

- ¿Bob, cómo tienes el trabajo?

- Listo señor.

-  Entonces ya puedes marcharte, bla, bla, bla... ¿Supongo que mañana querrás hacer fiesta...?

- Como todo el mundo... Por cierto señor Scrooge... ¿podría pagarme...? Agh, odio este papel – KiBum lanzó el libreto entre sus piernas.

Estaba con Sunny en su habitación. Él estaba medio tumbado medio sentado sobre su almohada, mientras que ella estaba algo alejada, también medio tirada medio sentada, apoyando la espalda entre el armario y la pared, a los pies de la cama.

- Eh... chicos... – la madre de KiBum abrió la puerta lentamente – Ah, ¿Porqué cerráis la puerta? ¿Qué estáis haciendo? – él levantó el libro, agitándolo

- ¿Ensayando? – respondió fastidiado.

- ¿Cuándo es la representación? – Sunny también dejó caer el libreto entre las piernas de KiBum

- En un par de semanas; el día 22, el último día de clases. – dijo ella con desdén, aunque luego miró a la madre forzando una sonrisa.

- Os veo desanimados, chicos

- Mamá... buf... tenemos los exámenes también la semana que viene, y los ensayos; además es un rollo de obra... Va a ser una mierda

- ¡Eh! No digas palabrotas, chaval. ¡Hola Sunny!

- Hola señor Kim.

- Supongo que la respuesta es no, pero, ¿Queréis venir a comprar al hipermercado...? – Sunny le sonrió, viendo como él señalaba y chasqueaba la lengua. – Tardaremos una hora o dos horas

- ¿Vamos a dejarlos solos aquí? – Dijo SaeHee, sacando la cabeza por la puerta – Uy que peligro...

- Tu sí que tienes peligro... – dijo el hyung. Sunny rió y los miró a los dos – Quizás no estaremos cuando lleguéis, hemos quedado con los demás

- Está bien, pero lava los platos antes de iros.

Se despidieron los tres pasando por la puerta. Era sábado y Sunny se había quedado a comer allí. Había venido a las diez de la mañana. Estuvieron estudiando hasta la hora de comer y luego se pusieron con lo de la obra, que era un tostón total.

- ¿Quieres ensayar tu parte? – ella hizo una mueca, resbalando poco a poco por la pared. – Que aburrido...

- Tremendamente aburrido...

- Aburridísimo...

- Asqueroso...

- ...Bochornoso...

- Claustrofóbico...

- Dantesco

- ¿Dantesco? – Sunny se incorporó de golpe y se quedó sentada sobre sus rodillas. – Ese niño, el extraterrestre, ¿Es amigo de KyuHyun?

- No lo sé. – de repente ella empezó a reír al mirarle: parecía un muñeco de trapo allí tirado de cualquier manera – Ah... – suspiró tratando de incorporarse, aunque lo único que hizo fue tumbarse del todo, recostando la cabeza sobre sus manos. - ...

- ... – Ella se tumbó a su lado; se sentía extraño. No sabía qué hacer así que miró su reloj - ¿Qué hora es?

- Em... – lo volvió a mirar porque realmente no había visto nada – Las tres y media... He-hemos quedado a las cuatro y veinte en el parque... – “Mierda; tengo la sensación de que alguien nos observa... incluso de que pueden leerme el pensamiento; que locura”

- ¿No tienes la sensación de que...?

- ¿Qué?

- Como de que alguien nos ha puesto aquí y espera que... hagamos algo... – “Mierda; ¿Por qué siento esto? Antes estábamos ensayando y era todo normal; sabiendo que estamos solos... parece que el aire es diferente; me estoy volviendo loca...” Él estaba de un color extraño; parecía que enrojecía y empalidecía al mismo tiempo

- Si, se siente todo muy raro.

- Sabes, nunca nos hemos besado así tumbados – eso le ayudó a decidirse: se puso rojo de pies a cabeza.

- ¿Quieres hacerlo? – “Joder, eso ha sonado tan mal...”

- Mm... No... Salgamos al salón, a ver algo

- No. – Sunny se giró y le miró sorprendida. Él también la estaba mirando, apartando las manos de su cabeza.

- ¿Eh...?

De repente él estaba echado encima, apoyándose solo con las manos, a lado y lado de su cabeza, confusa y nublada, como si entrase en trance. Se acercó recostando su cuerpo encima de ella, ayudándose de las rodillas para no aplastarla del todo. Estaba tan cerca que podía sentirlo; aquella especie de fuerza invisible tirando de su estómago, algo más abajo incluso, bajo su ombligo; ya no era la simple fuerza de la gravedad, era algo mucho más fuerte. Empezó a besarla suavemente y después cada vez más apasionado.

- ...estás ardiendo – dijo ella al separarse un poco

- y tu – respondió como si le acusara de algo. Iba a sacarse el jersey, pero de pronto le entró vergüenza. – Estas roja – ella se tocó las mejillas, y luego se quitó su sudadera verde. Viendo esto, él también se sacó el jersey, obvio.

- Vaya... – dijo divertida – se te marcan

Alargó los brazos hasta el pecho del chico, pero luego siguió subiéndolas hasta su cuello, agarrándole del pelo algo largo, acercándole de nuevo. Empezó a besarle usando la lengua; aquello añadía un plus de fuerza a la fuerza invisible que los atraía.

- Sunny, voy a hacer una cosa, no te muevas, ¿vale? – se acercó a su cuello y la beso. Eso estuvo bien, pero luego empezó a succionar

- ¡Ah! ¡Estás loco! – Chilló riendo - ¡Me haces cosquillas! – cuando se apartó riendo se tocó el cuello con la mano – Estas loco, esto es eso que marca, ¿verdad? Jin tiene un montón, se pone morado; fue divertido – KiBum reía de ver que cambiaba de parecer tan rápido. La verdad es que él también se estaba divirtiendo - ¿Quieres que te lo haga yo?

Seguía sonriendo, pero su mirada se había alejado el cuello de Sunny, estaba algo más abajo, en su camiseta. Ella lo vio y cruzó los brazos sobre su pecho. Le agarró las muñecas.

- Tú me los tocaste

- Es diferente; tú eres un chico – él sonrió y la soltó. Estaba sentado sobre sus piernas, pero volvió a dejarse caer hacia delante, apoyándose con las manos. Aún así ella no se fiaba – Además yo no soy SooYoung

- ¿Eh? ¿Y eso que tiene que ver? – Volvió a sentarse y le puso las manos en la barriga, por debajo la camiseta – Jo, estás ardiendo... Pero yo más, mira – le cogió la mano y se la llevó a su cuello. Rápidamente ella volvió a cruzar los brazos y él se quedó riendo – Venga...

- No... Me da vergüenza...

- ¿Por qué? – ella sonrió, empezando a separarlos. Los dejó muertos a lado y lado de su cuerpo, pero luego se tapó la cara. – Mujer, así no lo haré. Si no quieres no lo haré.

Ella se descubrió el rostro de nuevo, y se giró para mirarle, pues se había dejado caer a su lado. Parecía preocupado.

- ¿Por qué dijiste eso de SooYoung?

- Porque ella tiene unas tetas así de enormes – dijo gesticulando. KiBum rió echándose atrás

- Aish...

- No te rías, tonto.

Inesperadamente ella se alzó de un salto, lanzándose a marcarle el cuello.

- ¡AH! ¡NOO! ¡VAMPIRO; SUÉLTAME!

 

Sonó el timbre y todos dejaron ir un largo suspiro. Se acababa el tercer examen de la semana, era miércoles. HeeChul miró a SiWon salir del aula. “No sé a qué tanta comedia, si seguro que saca un diez o así”.

Al salir al patio se encontró con JungSoo y los demás.

- Vale chicos; primer partido. Es muy importante: de este dependerá nuestro ánimo para los demás partidos. DongHae – él le miró serio – Tu estarás de delantero, como en los entrenamientos, yo te ayudaré y KangIn también. Los demás... tratad de no hacer el ridículo, ¿vale? – dijo algo molesto. - ¡VAMOS!

Se lo tomaban muy enserio, realmente. Estaban casi todos allí viendo el partido, excepto SeoHyun, que lo veía desde el tercer piso con sus binóculos. Hacía bastante frio en el patio, no entendía como podían estar allí.

Amber, de sexto B, y unos cuantos más, también estaban allí para observar a DongHae. Desde que entró en el equipo de futbol del colegio que se había formado una especie de club de fans. De repente se había hecho bastante famosillo, aunque él lo ignoraba por completo. Las niñas lo seguían algunas veces al salir del instituto, pero como casi siempre iba con Hyuk y SungMin, y ellas adoraban a Mini también, jamás se le pasó por la cabeza que le siguiesen a él.

Tenían que estudiar para el próximo examen, pero muchos de ellos tuvieron que quedarse en el instituto para ensayar la obra o para hacer algo de los decorados.

JungSoo justo salía de la reunión de delegados, la última del año, cuando se encontró con KangIn y JongWoon llevando un tablón enorme de madera.

- Vale chicos, dejad eso por ahí – dijo el tutor del A, el japonés. - ¡Ah! Park, tu eres delegado ¿no? ¿Puedes llevar esto al director? – le entregó un sobre cerrado. JungSoo asintió y se despidió de los chicos.

- No, Mister Scrooge, soy el fantasma de las Navidades pasadas... – KiBum miraba a Sunny ensayando con HeeChul, desde los bastidores.

Tiffany y Yoona estaban junto a él, pues hacían de hijas suyas. SooYoung estaba también por ahí dando vueltas, charlando con Lee TaeMin, el chico que hacía del sobrino de Scrooge, pues era su esposa. Era un niño muy mono.

- TaeMin estanhermoso... – KiBum la escuchó pero pasó olímpicamente

- Tú más, KiBum – añadió Tiffany con una sonrisilla. Él hizo una mueca

- Ñe... gracias.

- Sunny noscontóel otrodía queosbesasteis tumbados – decía risueña. Tiffany le dio unos golpecitos en las costillas con el codo, mientras silbaba.

- Mm... Dejadme

- Ah, que mal humor tienes hoy KiBum

- Es que odio esta obra... además estarán mis padres para verla y todo el rollo... Además tendré que besar a esa niña del A; y lo peor de todo es que a Sunny le hace ilusión que la bese. Pues no pienso hacerlo

- KiBum, que inocente eres. – Los tres se giraron sorprendidos hacia Jessica. Ella no hacia ningún papel, pero ayudaba con el vestuario y el maquillaje – Ahora dice eso pero seguro que cuando lo vea se morirá de celos, así que ni se te ocurra besarla en los labios

- Tonta, ¿te crees que lo iba a hacer a caso? Por cierto, ¿Qué tal YoungWook? – dijo riendo, expresamente para que se sonrojara. - ¿Le besaste ya o estáis esperando a que se alineen los astros?

- Txt... Maldito superdotado

- ¡Agh! ¡Te he dicho mil veces que no me llames así! – ella se alejó riendo, así que volvieron a centrarse en el caos que había sobre el escenario.

- ¡KiBum! ¡Venga, que te toca! – gritó la profesora desde el otro lado.

- ¡P-perdón!

 

Desde que empezó noviembre tenía la sensación de estar cayendo en una espiral sin fin, cada vez más apretujada y con más pendiente; lo de la obra de navidad, vender entradas, ir de recados a los supermercados para comprar refrescos que vender, los exámenes; con tantas cosas por hacer en tan poco tiempo, Han tenía la sensación de que solo podía relajarse de verdad de verdad cuando se ponía a pelar patatas en el restaurante, y ni así estaba realmente tranquilo.

- Eh, Han... – el chico se giró hacia Hao, uno de los ayudantes de cocina. Le miraba con los ojos brillantes, señalando hacia fuera con el hombro – Mira que chica más guapa acaba de entrar

Han sacó la cabeza disimuladamente, y se encontró con la familia Kim, los de HeeChul y HeeJin.

- Anda frito, ¿Qué haces aquí? – Han se olió la camiseta. “Vaya, pues si que huelo a frito...” de todos modos se ofendió.

- ¿Sois amigos del colegio? – dijo la mujer entusiasmada. HeeChul se giró e hizo una mueca

- Hola – dijo HeeJin con un tono de voz que le erizó el pelo de la nuca. El hermano se dio cuenta y la llevó a que se sentase.

Han entró corriendo en la cocina, donde Hao lo esperaba pidiendo explicaciones sobre esa chica.

- ¿Pero eres amigo de su hermano o no?

- Pues... bueno, jugamos juntos en el recreo – “Claro que es porque es la liga...” Hao parecía mucho más emocionado que él

- ¡Genial! Entonces ve allí y charla con él; así ella se fijará en ti. No te preocupes por esto, yo acabó con el trabajo – dijo mostrándole el pulgar. Han le ofreció la mejor sonrisa que podía mientras se cambiaba de ropa.

Se acercó a llevarles unos cubiertos y demás, escuchando la conversación, bueno, el monólogo de HeeChul.

- ¡Es un fastidio! ¡Ni siquiera se defienden! – tanto los padres como la hermana parecían ignorarle bastante, así que él se puso a mordisquear un panecillo que acababa de traer Han – Es una mierda

- HeeChul – le advirtió su padre, haciendo que se mordiese la lengua. - ¿Sabéis ya lo que pedir? – preguntó educadamente a las dos mujeres.

- Así no tiene ninguna emoción ni nada; es un rollo total: ¡Incluso los de segundo! ¡Los de segundo! – repitió escandalizado. Al ver a Han allí lo miró con los ojos muy abiertos - ¿Verdad que sí? – de repente los otros seis ojos se posaron en él.

- ¿Eh?

- HeeChul dice que los otros chicos os están dejando ganar algo de la hora del recreo

- La liga, mama

- Ah, sí es cierto. – en menos de un segundo, todo interés por llamar la atención de la chica se esfumó de su mente. Era realmente humillante.

Al entrar en el campo los chicos parecía que les evitasen; apenas se acercaban a robarles el balón y rara vez se paraban los chutes a portería. Durante los tres primeros partidos les pareció algo “normal”, pues eran contra las otras clases de primero y todo el mundo sabía que tenían a DongHae en el equipo, que jugaba con los chicos mayores en el equipo del colegio, pero a partir del jueves vieron que aquello no era normal para nada; los de segundo también se apartaban de ellos.

- Es realmente humillante; nos tienen como miedo – dijo Han. HeeChul se exaltó viendo que le daban la razón

- ¿¡Verdad que sí!? ¡Es una mierda!

- ¡HeeChul! – le gritó esta vez. – Bueno, hablad con ellos y ya está

- Ah, ya lo hicimos. – dijeron ambos al mismo tiempo. Se miraron y luego prosiguió HeeChul – Yo hablé con los otros capitanes y me dijeron que les daba igual ganar o perder; que no querían meterse en problemas

- Sí... No sé porque nos tienen miedo – Mintió él. De repente su objetivo volvió a tener prioridad, pues HeeJin le estaba mirando con una media sonrisa. “Claro, tú lo sabes también...

- En fin; mañana será la final. Espero que al menos traten de oponer una mínima resistencia... – dijo fastidiado.

 

Tiffany terminó la redacción de invierno para lengua y se dejó caer en su mullida cama. Los gritos de Michelle y Leo se escuchaban por toda la casa; por suerte había cerrado la puerta con pestillo; era imposible que le dijesen nada. Pero quería salir de casa.

Las clases de baile, chino y japonés se habían acabado hasta volver de vacaciones, así que podía disfrutar de un poco de tiempo para ella. Tendría las vacaciones para seguir quedando con KiBum y el resto, pues parecía que no tenían intenciones de ir a ninguna parte. “Cuanto más tiempo esté fuera de esta maldita casa mucho mejor” Pensó algo entristecida, aún dominada por un pensamiento rebelde. “Deberíamos hacer alguna fiesta...Salir todos juntos...” Recordaba la fiesta de Jung; no fue lo mejor del mundo pero estuvo divertido; y ahora que serían más seguramente sería también más divertida. Pensaba proponerlo al resto de chicos al día siguiente.

Pero todos ellos estaban atacados con la idea de que, en menos de cinco días tenían esa maldita representación.

Los profesores trataban de adelantar temario o hacerles perder el tiempo, pues ya habían acabado todos los exámenes y lo único que quedaba por hacer era esperar a que acabase el trimestre. Aún así, AhnChul seguía visitando la clase regularmente, interrumpiendo las clases de otros profesores. Aunque en realidad no importaba, pues, como dije, no hacían absolutamente nada.

SeoHyun se fue de nuevo al aula vacía del al lado y sacó sus binóculos para mirar al patio. Había muchos niños allí reunidos: era la gran final, aunque de grande no tenía nada.

Jugaron sin ni esforzarse, y aún así, los de segundo D se dejaron arrasar. Al final se enfadaron y les dieron un par de patadas por dejarse ganar. No pensaron que eso era contradictorio.

- ¿Se ve bien desde la grada? – La chica dio un bote antes de girarse y ver a KyuHyun – Ha sido un rollo, nos dejaron ganar.

- Ya me he dado cuenta. – Luego se sacó un papel del bolsillo izquierdo y se lo pasó – Dile a Jessica que se encargue ella. – KyuHyun leyó “Carpeta de fichas” en el último puesto de una interminable lista de objetos que habían ido robando paulatinamente – Necesitamos que abra el despacho. Por cierto, ¿Qué haremos con todo eso?

Kyu y Seo esbozaron una sonrisa recordando el estado en el que se encontraba el último compartimento del baño de esa misma planta: parecía un trastero, lleno de objetos apelotonados uno sobre otro sin el menor cuidado. Arriba de todo, en un sitio bien visible, estaban las partes nobles de un muñeco anatómico que jamás volvería a ser un hombre.

- KiBum dijo que después de que AhnChul se aparte de nuestra clase, los podríamos ir devolviendo.

- Me parece justo. – Bueno, quizás sí que lo volvería a ser algún día.

 

El miércoles era el día de la entrega de notas, el día que el profesores dejarían de fingir que aún tenían temario que dar, ara entregarles el boletín y luego poder ir tranquilamente (es irónico) hacia el teatro o la cafetería o donde fuese que hiciesen falta para terminar de preparar el festival. Pero, como de costumbre, no fue un día tranquilo para primero C.

Primero entró AhnChul entró una furia, con YangMi siguiéndole y estirándole hacia fuera, diciéndole que se calmara. Estaban todos desperdigados por ahí; muchos de los chicos mentando lo irritante que fue lo de la liga, las chicas charlando de tonterías, Tae y Yuri haciendo apuestas sobre sus notas y las de Hyo y SiWon, y ellos dos lanzándose miradas amenazadoras.

- ¡ESTO HA SIDO LA GOTA QUE COLMA EL BASO! ¡LA GOTA QUE COLMA EL BASO! ¿¡ME OÍS!?

Evidentemente todos se apresuraron a ponerse un poco en orden, sentándose en el primer sitio vacío que encontraban junto a ellos, para dar la sensación de ser una clase de verdad, de las normales y tal.

- AhnChul, por favor... déjame a mí – le suplicó ella. Él la miró durante largo rato, y luego se hizo a un lado, por lo que la chica habló para todos – Vale chicos. Esta vez os habéis pasado, y de verdad. Estoy muy disgustada con vosotros. – decía toda seria. La mayoría no tenían la menor idea de lo que estaba hablando, así que se quedaron igual – Al profesor AhnChul le ha desaparecido la libreta donde tenía... apuntes sobre vosotros.

- ¡Ah! ¿Se refiere esa libreta en la que nos trata como a ratas de laboratorio? – La profesora y él se quedaron asombrados ante la respuesta de HyoYeon, hablando impertinentemente. Inexplicablemente para ellos, a ella se unieron otros niños

- ¿Esa en la que dice cosas horribles de nosotros y de cómo supuestamente va a reformarnos? – Saltó SungMin

- ¡Precisamente de usted no dice nada!

- ¿Encima nos lo echa en cara? ¡Qué morro tiene! – Dijo Jessica - ¿Va a castigarnos? ¡Adelante! ¡Hágalo! ¡Y cuando recupere su asquerosa libreta apunte todo esto!

- ¡Eso! Estamos en esta clase para eso, ¿no? Para estar castigados

- Sí, para tenernos enjaulados

- ¡Basta chicos! ¡N-no es eso...! – empezó a decir la chica, y miró al profesor, pero él estaba en estado de shock. – P-profesor, diga algo.

Pero él solo se fue de la clase sin más; ni les castigó siquiera. Evidentemente la chica no se vio con coraje para hacerlo, únicamente les pidió que devolvieran la libreta, aunque sabía que realmente tenían derecho a estar ofendidos, así que pasó por encima del tema y se puso a repartir las notas.

Estaban todos bastante contentos con ellas. SiWon lanzó una mirada a Hyo, ella le lanzó una a él, y luego empezaron a acercarse, tratando de parecer desinteresados.

- ¿Qué tal? – Dijo él, con la cabeza alta.

- Bien, ¿tu?

- No está mal. – se miraron durante unos instantes, ignorantes de que media clase les estaba observando a los dos; era como en los Westerns; pronto uno de los dos desenfundaría y ¡Bang! SiWon se aclaró la garganta – Em... ¿Qué tienes de media?

- ¿Tu? – Acarician el mango con los dedos...

- ¿Yo? Pues... – vacila, a punto de sacar la pistola... – Un nueve. – dice insegura; ¡Acaba de dejar su revólver al descubierto y le apunta directamente a la sesera! Pero SiWon tiene los brazos rápidos

- ¿Un nueve? No está mal. – “¡MIERDA!” Piensa ella. En la gran avenida sin asfaltar, llena de porches y bolas de paja paseándose por ahí de la mente de los otros chicos, HyoYeon está sangrando lentamente y se desploma a cámara lenta – Yo tengo un nueve y medio. - ¡BANG! Muerta y remuerta, HyoYeon se aleja apretando los puños.

KiBum fue a por su sitio a coger la mochila. KyuHyun y Seo se acercaron a él sigilosamente, como de costumbre.

- Seo ha pensado que podríamos pasar la libreta de AhnChul por la trituradora y luego lanzar los pedacitos a modo de confeti durante la obra. – Dijo con una sonrisa. La chica le miró y también sonrió. KiBum también.

- Estáis locos.

- ¡Gracias!

Se alejó hacia la salida; fuera le esperaban las chicas, cargadas con bolsas con su vestuario de la obra y demás.

SungMin y Hyuk recogían las cosas preparándose para irse a casa, al igual que DongHae. Estaban hablando sobre las vacaciones.

- Este año pienso quiero hacer esquí – decía el monito.

- ¿No sabes esquiar? – preguntó Hae. Él negó con la cabecita

- Todos los años hacía snow, así que no. Él sí que sabe – dijo señalando a SungMin, que lució su mejor sonrisa, haciendo reír a Hae

- Vamos todos los años desde que tenemos seis años; a los diez ya bajábamos la negra, ¿verdad? – Hyuk asintió entusiasmado - ¿Tu irás a algún sitio por las vacaciones?

- Pues... no. Iba a quedarme en casa

- ¿Por qué no vienes? – dijo Hyuk. Min enseguida se entusiasmó con la idea.

- ¿Vais de vacaciones, chicos? – Preguntó YangMi recogiendo unas últimas cosas. Ellos asintieron sonrientes

- Vamos a esquiar una semana a Bear’s Town – respondió SungMin. KyuHyun, a su derecha, se giró con los ojos como platos.

- ¿Vais a Bear’s Town?

- Sí. – dijo Hyuk

- ¿Cuándo vais? – ellos dos se miraron. DongHae seguía andando junto a ellos sin decir nada, iban hacia el teatro.

- Pues... El sábado por la mañana, ¿por?

- ¡Yo también voy! – eso les entusiasmó, más o menos. Mucho más de lo que esperaban, eso sí. Seo se adelantó para irse a casa, pues ella ya había vendido todas las entradas y no tenía más que hacer. – Me voy también el sábado, voy todos los años, ¿vosotros también? – Ellos asintieron enérgicos – Vaya; ¿Y cuando volvéis?

- El 29, después de comer en pistas. – Explicó Hyuk – ¿Vas con tus padres?

- Pues claro.

- Ah, nosotros también – dijo Mini – Y con los hermanos – añadió fastidiado. Kyu también pareció algo molesto con aquello. - ¿Te alojas allí?

- ¡DongHae!

Hyuk se adelantó corriendo, pues de repente DongHae estaba ya entrando en el teatro. Lo estiró de la sudadera para llamar su atención.

- Habla con tus padres; podrías venir, sería super si vinieras

- No sé...

- Si además viene KyuHyun; podríamos cambiar y coger una habitación para los cuatro; además nuestros padres lo pagarían partido; ¡saldría más barato!

- ¿Tú crees...?

- ¡Venga...!

- Es que no sé esquiar ni hacer snow...

- Bueno, yo este año haré esquí y tampoco no sé; iremos por las pistas fáciles. Va... será divertido ir juntos... – Hae lo miró mirándole con ojos de corderito, no, de monito, y apartó la vista rápido, pues sabía que era difícil negarse.

 

La actuación fue genial; había mucha gente en el público, sentados o de pie, y todos compraron bebidas calentitas porque habían dejado la temperatura algo baja expresamente para que compraran. AhnChul se llevó las manos a la cabeza cuando distinguió papel de libreta entre tanto confeti de colores, pero no tenía valor para protestar; de repente se sentía mal por todo aquello. YangMi también se dio cuenta, así que tras la obra, fue a los camerinos, junto con el resto de tutores, pero aparte de felicitarles por todo el trabajo les pidió que devolvieran las cosas robadas.

Ya pensaban hacerlo así, de modo que eso no alteró nada de nada.

Cada uno se despidió de sus amigos de la mejor forma que pudo, aunque iban a seguir en contacto. KiBum, Sunny y los demás iban a irse a cenar a casa de Jessica para celebrar el éxito de la obra; RyeoWook y JongWoon quedaron al día siguiente, pues ya había acabado de escribir la segunda aventura de Fly y Jones; HeeChul y SiWon tenían que verse sí o sí, pues los padres de HeeChul iban a salir, por lo que pasarían el día en casa de los Choi; Tae y Yuri iban a verse en la piscina, y SungMin, HyukJae, KyuHyun y DongHae habían quedado a las ocho de la mañana frente a la casa de Min. Al final irían las tres familias más DongHae. Su madre estuvo encantada de alejarlo de la casa y le animó enseguida a irse, además estaba contenta con sus notas.

La única que no estaba contenta con sus notas era HyoYeon, y por eso se hizo un plan de estudios para las vacaciones, pero eso ya es otra historia.

 

 

Notas finales:

La gente se levantaba para aplaudir y ellos no hacían más que inclinarse una vez tras otra, cogidos de las manos. HeeChul, KiBum, Sunny, ShinDong delante de todos los demás, junto con el Fantasma de las Navidades Futuras. Luego desaparecieron del escenario para ir a cambiarse. HeeChul ya no podía soportar ni un segundo más aquella barba que le picaba todo el tiempo, y tal cual llegó al camerino se la arrancó lanzándola al rincón más recóndito y oscuro. 

- Ah, ¡TaeYon! - gritó el japonés, el tutor de primero A alzando el brazo. La mujer fue hacia los cuatro tutores con una amplia sonrisa un llevando un ramo de flores entre sus brazos, por lo que tuvo que hacer equilibrios para coger el que ellos le entregaban - Ha sido una gran función, Tae - le dijo él sonriente

- Muchas gracias, el trabajo ha sido de los chicos en realidad - A ellos se acercó también SungKwan, al que le habían regalado también un ramo.

- Ah, Tae - la miró y luego ella asintió, volviendo la cabeza a los cuatro profesores expectantes - Tenemos que hablar con vosotros 

- ¿Han hecho algo los chicos? - Se anticipó YangMi, consternada. Pero TaeYon la miró con una gran sonrisa

- ¡Sí! ¡Especialmente los tuyos!

Ella se quedó perpleja mirándola. ¿Por que estaba sonriendo?

 

WOHOHOY! Esto ha sido antes de lo que esperaba porque aún no he logrado solucionar lo que queria solucionar xD una cosa de la imagen de la intro pero da igual; ya lo pondré bien más adelante ^^  Un cap un poco loco, pero en fin, es de "recordatorio" xD Saludos!! 


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