EPÍLOGO
En algún lejano lugar, tu voz se volverá el recuerdo para mi consuelo,
Tu sonrisa mi alegría y tu presencia mi tristeza…
Taemin ah… estoy enamorado de ti.
Choi Minho
Lleve, por cuarta vez, mi mirada al espejo, estaba tan nervioso y podía notarse a simple vista.
Camine sin hacer mucho ruido a la habitación de Taemin, me detuve en su puerta y toque suavemente, pronto un rostro sonriente se asomo.
- Hyung… ¿ya nos vamos?
Pregunto, ¿Cómo es que podía ser tan tierno? ¿Qué es lo me había echo? ¿Cómo es que fui tan ciego?
- Si.
Fue mi escueta respuesta, le miro un poco, apreciando su belleza, sin si quiera yo mismo anticiparlo, me acerco un poco a él y lo abrazo.
- Taemin… lamento haberme dado cuenta tan tarde, ¿lo sabes, verdad?
Sus brazos rodearon mi cintura y su cabeza se acomodo en mi pecho, se sentía muy bien.
- ¿lo qué pasará cuando se marche?
Su voz se quebró al decirlo y lo único que yo pude hacer fue apretarlo más a mi cuerpo.
- Lo siento, por no poder hacer nada, lo siento.
- No importa de acá a 50 años, ¿no puede regresar?
- Quisiera, pero lo prometí.
- Lo entiendo.
Susurro alejándose de mi, mire su rostro, esta vez, apagado y triste, su falsa sonrisa, mal disimulada.
- Vamos hyung, disfrutemos este momento.
Mientras caminábamos, cogidos de la mano, recordé la promesa que hice a mi padre de nunca volver a Corea cuando me vaya a ver a mi madre.
- Minho, hijo, siento tener que decirte esto, pero es necesario, ahora, cuando vayas a los EE.UU para ver a tu madre, debes prometer que nunca más volverás a Corea.
- ¿Por qué?
- Por que tu madre lo pidió así, sabes que ella fue desterrada de aquí y por mucho que quiera nunca podrá regresar, por ello me pidió que te diga eso… si quieres verla, debes prometer nunca volver.
- Lo prometo entonces.
Taemin se detuvo de repente, me miro y sonrío nervioso.
- Lo recordó ¿verdad? Su promesa ¿lo recordó?
- Tu…
- Ese día yo fui a buscarlo, tu nana me dijo que estabas en la sala, entre pero escuche tu voz y la de tu padre y preferí esperar, me escondí tras la puerta y escuche todo… ese día, sin verte y decirte la razón por la que estaba en tu casa me fui, llore por días, pero luego cuando viniste a verme y preguntarme por que no contestaba tus llamadas, decidí fingir, pero no sabe lo difícil que fue todo este tiempo y lo es más ahora que su partida esta muy cerca.
- Taemin…
- Antes que se vaya por favor, dígame, se lo suplico, que es lo que siente por mi.
- Te amo, te amo inmensamente.
- Yo también lo amo hyung y esto, para mi, es suficiente. Ahora por fin podre dejarlo ir, gracias por haber estado a mi lado.
- Aun tengo unos días…
- No hyung… ya no quiero que nos veamos, si todo esto continua… no creo poder dejarlo ir, por eso… ahora… esta es nuestra despedida, le amo hyung, no me olvide… adiós.
Su espalda desapareció tan rápido que sintió que nunca hubiese esta allí, con él.
¿Qué haría?
Su corazón dolía demasiado, sus lagrimas, aunque intentase no paraban de correr por sus mejillas. Había perdido a la persona que mas quería por una promesa, tal vez, sin sentido.
Quería estar al lado de su madre, pero también al lado de Taemin… nunca debió haber esa promesa, su vida se estaba destruyendo.
Los restantes días pasaron tortuosos y amargos, la soledad ahora era la compañía de Taemin y Minho.
Días después. October 31 th “the last day of snow”
Su padre acomodo sus cosas en el auto, entro nuevamente a la casa y llamo a su hijo.
- Minho vámonos, ya esta todo listo.
Unos pesados pasos empezaron a bajar las escaleras, su padre sonrió y él, Minho, dio un largo suspiro, intentando no volver a llorar.
El camino hacia el aeropuerto se había hecho tan corto, caminaron hacia el lugar de embarque.
Vuelo 15, destino a los EE.UU tengan el agrado de abordar el avión.
Miro a su alrededor desesperado, buscando a la única persona que le hacia sentir vivo, Taemin.
Recorrió hasta el último rincón pero no lo encontró. Ahora, sin tratar de ocultarlo lloro amargamente, camino al lado de su padre y abordo el avión, dando una última mirada, cerró los ojos y muy suave susurro:
“lo siento Taemin, te amo.”
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Abrió lentamente sus ojos rojos he hinchados. Se paro de su cama y se asomo a su ventana. Un brillante mañana era lo que veía.
Mirando al cielo, sonrió cansado.
- Minho hyung… en verdad se fue y hoy es un hermoso día… ¿lo volveré a ver algún día?
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15 años después.
- Madre en verdad lo siento, pero debo irme.
- No puedes, lo prometiste…
- Y me arrepiento haberlo hecho.
- ¡Minho!
- Adiós.
Esperaba que nada haya cambiado, esos 15 años en el extranjero habían sido un cruel martirio.
El avión aterrizo, salió nervioso y tomo un taxi, dio la dirección y espero ansioso llegar a su hogar y… al de Taemin.
Toco la puerta muy despacio… había esperado tanto por este momento, sabia que ya no era joven, ya iba por los 40 años, pero ese amor que sentía por Taemin, nunca había cambiado.
La puerta se abrió y por esta una cabellera negra apareció, un hombre apuesto y bien vestido lo miro asombrado.
Ambos se miraron… Taemin sentía que eso era una jugada de su mente, como lo había sido los últimos años.
Camino hacia el más alto y toco su rostro.
- ¿Minho, eres tú?
- Taemin, mi amor.
Se abrazaron con calidez, mientras ambos lloraban, había pasado tanto tiempo y nunca creyeron volver a encontrarse.
El mayor sintió algo caer en su rostro, miro hacia arriba y observo los copos de nieve caer por todo lugar.
- Te he extrañado tanto.
- Y yo a ti Minho, y yo a ti.
- No volveré a irme, nunca más te voy a dejar.
- Gracias por regresar, te amo Minho, te amo.
- Te amo Taemin, te amo mi pequeño honguito.
De esta manera, siendo testigo tan solo la nieve, se unieron en un tierno beso, tan puro y lleno de amor, el cual durante 15 años no se había extinguido.
Un amor verdadero, por muchas sean las personas que quieran separarlos, por las dificultades que se les presente e incluso el tiempo que los separase, nunca acababa, es más crecía día a día.
Y eso lo sabían muy bien, Lee Taemin y Choi Minho, prueba de un amor eterno y verdadero.
“Taemin- ah… ¿puedes escucharme? Te amo mi honguito”
“Minho hyung… ¿no se volverá a ir? He esperado mucho tiempo, lo amo hyung.”
FIN