Era un día normal, para todo el poblado de Grecia. Sus habitantes ayudaban a los caballeros en la reparación del santuario, el cual era muy común que sufriera daños por los dichosos entrenamientos de los futuros caballeros.
Si…era un día muy normal, menos para el santo de oro que custodiaba la onceava casa de santuario: Camus de acuario, quien mientras hacia su labor de “ayudar” observaba de lejos a cierto caballero que de solo pensar en él sentía una opresión en su pecho.
Aquel caballero era nada menos que Milo de Escorpión, su mejor amigo y de hecho el único con quien ha hecho una fuerte amistad entre todos los caballeros, ya que por su fría personalidad , no se llevaba muy bien con el resto.
-Hey! Milo, que tal si después de esto te animas a entrenar conmigo y con Aioria-
-[cargando un pilar de cemento] Jajaja, no, quizás en otra ocasión Aldebarán, de momento tengo asuntos importantes que atender-
-¡Bueno, bueno! Si cambias de parecer, te estaremos esperando en la casa de Leo-
-Esta bien., pero como te dije, no creo que pued-..
Milo desvía casualmente la vista hacia el frente y se percata que Camus lo observa desde lejos. A esto Camus se da cuenta que es descubierto por lo que rápidamente mira hacia otro lugar.
-* Rayos, se dio cuenta, mas torpe no puedo ser*- pensaba para sí, el caballero de acuario-
[A unos cuantos metros de él]
-* ¿Me pregunto porque miraba Camus hacia acá? Y ahora que bicho le pico a ese, desde hace un buen tiempo que me esta evitando…*- Se preguntaba el Escorpión
Al terminar la jornada, cada quien se dirigió a atender sus propios asuntos. Camus se había adelantado con el trabajo para ir rápidamente a su casa, ya que para seguir su respectivo camino tenia que pasar por la casa de Escorpión, y no quería toparse con el guardián de dicha casa.
Llegando a acuario, se quita su armadura, y se dispone a tomar un baño , queriendo despejar su mente un poco.
-[Bajo la ducha, mientras el agua recorre su cuerpo] Maldición, maldición
¡Maldición! ¿Por qué? ¿Por qué tú? (Unas pequeñas lagrimas se camuflaban con el agua) de todas las personas en el mundo…Argh! ¡Maldición!
Así continuo Camus gritando y maldiciendo largas horas en el baño, sabiendo que por mas que lo intentara, no podía sacarse de la cabeza al Escorpión ni por un instante. Aquel caballero era el dueño de sus sueños y el culpable de sus pesadillas,
Aquel que hacia que se derritiera su frío e impenetrable corazón de hielo, responsable de sus dudas, enojos, rabias, tristezas e ilusiones y un montón de sentimientos adjuntos en su frío interior.
[Sale de la ducha, Se viste y coge una toalla para secar su cabello]
-…-
Camus sale de Acuario y se sienta a observar las estrellas, mientras medita un poco sobre su situación y si esta bien seguir evitando a Milo.
-Hmm…-*esbozó una pequeña sonrisa* - Siendo un caballero, temerle a estas cosas, ser tan cobarde y vulnerable tan solo pronunciar tu nombre... Que patético… ¿Cuando fue la primera vez caí ante ti?...Ah si… lo recuerdo...La primera vez fue cuando te conocí…
*Flashbacks*
El pequeño Camus se encontraba entrenado en alguna parte de el antiguo santuario
Solitario como siempre dejando esculturas de hielo por cada rincón.
De pronto, arriba de un pilar, hay un niño observándolo mientras él entrenaba.
-Oye tú… Cuando vas a dejar de mirarme ¿eh?
-[comiendo manzana] que poco amigable –da un salto hacia abajo para llegar al pequeño Camus-
-¿Que quieres? ¡largo! Me estorbas-
-Hey solo te estaba viendo entrenar, y , por cierto eres muy fuerte, eres una persona muy genial-* estas palabras las decía con una gran sonrisa que por cierto a Camus le molesto un poco*[se acerca a las esculturas de hielo] en verdad es muy hermoso! De verdad ¿tu haces esto?-
-Si, ya vete-
- Hummm... .... ¡Ya se! Entrena comigo!-
- ¿Estas loco? Quieres morir congelado-
-Tsk… que presumido… no tonto solo quiero entrenar contigo-
-[¿¿¿Me dijo tonto???] oye niñito no estoy para bromas, vete ya-
-¿A quien le dices niñito? ¿Cuantos años tienes tu eh?-
-Tengo 6-
-Pues yo igual –
-De todas maneras largo de aquí! Estoy muy ocupado como para detener mi entrenamien...-
-Hablas demasiado...[calla a Camus dándole su manzana en la boca haciendo que este muerda un pedazo de ella] sabrosa no?-
-¿Que- que diablos crees que haces eh?- *hay esta con su estúpida sonrisa otra vez!!*-
-¿Que qué hago? Pues callandote, hablas mucho y pareces enojado, eso arruina tu bonito rostro-[posa su dedo en su frente]-¿ves? Pareciera que vives con el ceño fruncido, jajaja! Pareces un duende gruñón-
-*Que...Que directo...Hmpf*- acaso… ¿Acaso te estas burlando de mi?
Esta situación estaba incomodando al pequeño Acuario, ya que por algún extraño motivo se sentía nervioso por las palabras del pequeño Escorpión.
-Pues… eso no lo se jajaja! Dime… ¿Cómo te llamas?
-Ca-Camus…
-Oh, ya veo… pues yo soy el gran Milo, no lo olvides, amigo-[le coge sus frías manos]- Adiós cuídate ¿si? ¿Nos vemos!
-¡¡¡Es-espera no te-..!!!
*fin del flashbacks*
[Entre sus pensamientos]- *Seria estúpido arruinar una amistad de hace años por estos miserables sentimientos, Milo siempre me vera como un amigo…amigo…
Nada mas... ¡demonios! somos hombres después de todo y ante los ojos de los demás … realmente me importa el que dirán… en fin…jamás se lo diré*-
Sin darse cuenta las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.
-Oh no...Otra vez no…-
-Camus?
-¿Qui-quien es?
-Pues yo, Milo, dime… ¿estabas llorando?
-*Diablos, porque tenias que venir* ¿Me estabas espiando? Y como diablos viniste hasta aquí ¿eh?
- Pues Aioros y Shura me dejaron pasar, les dije que tenía un asunto pendiente con tigo-
-¿Con migo? Milo, ya casi es media noche y..-
-Dime porque me estas evitando-
Camus, a oír estas palabras, sintió que su corazón se detendría en cualquier momento.
-[mira a su alrededor y trata de parecer lo mas calmado posible] No…no se de que hablas [se da la media vuelta]-
-Camus! [Lo gira y lo toma del mentón haciendo que queden frente a frente] ¿Crees que no me he dado cuenta ¿ ya llevas mas de dos meses evitándome ¿Qué diablos te pasa?
-(detente…)- No me pasa nada-(No te acerque mas…)-Es solo tu imaginación-(si te acercas mas yo…)-
-¿Acaso no somos amigos? dime ¿Por qué estabas llorando? Siempre haces que me preocupe-
Milo abraza a Camus, no es de sorprender pues , al ser mejores amigos, no es mal visto que se abracen, pero en esta ocasión Camus ya estaba en su limite.
-No quiero que mi mejor amigo me evite de esta manera-
-suficiente... ¡SUFICIENTE!-[aparta bruscamente a Milo]
-Camus! ¿Qué te pasa?
-amigo…amigo esto… amigo aquello… amigo, amigo, amigo, ¡AMIGO! ¡ESTOY HARTO!
Camus estando a su limite, no pudo contenerse mas, y exploto dejándose llevar por las emociones que sentía en ese momento dejando verlo en un estado vergonzoso y para colmo, estaba siendo observado por la persona que menos quería que viera esa parte de el: Milo.
-*Sollozando* Tu…tu jamás me podrás ver mas allá de un simple amigo…-
-¿Que…qué quieres decir? Camus, yo… no entien-
-Durante años me he reprimido”sera imposible”, “jamás se lo diré”, “no tiene caso” siempre me decia estas cosas, pero … pero a lo largo del tiempo solo me he estado hiriendo a mi mismo y ya no puedo soportarlo mas .-
-Camus….-
-Durante estos dos últimos mese me he limitado en cumplir mi deber como el Caballero de Athena que soy , decidí evitarse y así concentrarme, pero …pero tu no colaboras nada en mis ideales y te acercas mas a mi, haciendo que mi corazón se desborde en un sinfín de emociones, hiriéndome y provocándome…pero al final…
No puedo seguir evitando a la persona que amo… Milo, ¡No puedo seguir evitándote! ¡Diablos! ¡porque el amarte es tan difícil, estúpido!-[Se dispone a llorar nuevamente]-
-…-
-Te he dejado sin palabras ¿verdad? , que mal –[se calma un poco] …yo no quería estropear esta amistad , quizás ahora me repudias por saber que tu “amigo” siempre te miro con otros ojos…Anda ¡VETE! –
-Yo…Camus, yo lo siento…-
Milo regresa a Escorpión, muy confundido tras haber escuchado semejante declaración de ….¿amor? Tan solo pensar en aquella palabra Milo se confundía aun mas, y se sentía culpable por ver en ese estado a Camus.
Los días pasaban, y sin darse cuenta se iban a cumplir tres semanas de aquel incidente, Milo ya no lo soportaba mas, así que hoy estaba dispuesto a hablar con Camus, pues ya había salido de aquella confusión, y tenia algo que confesarle al dicho caballero, así que se dispuso a ir a Acuario-
-[Ya es el lugar]- Hey Camus! ¡Necesito hablar contigo! *¿Dónde diablos se metió?*
Oye Ca-¡!
-Si buscas a Camus, él va camino a ver al Patriarca-
-eh quien... ¿Afrodita? ¿porque estas aquí?-
-Camus se veía angustiado, y quise venir a ver si algo ocurrió, pero veo que esta todo en orden, como sea, ya te dije donde esta ¿ no vas a ir a buscarlo?
-eh…si, gracias-
Milo llegó al lugar donde se encontraba el Patriarca, iba a abrir la puerta, pero se detuvo, al escuchar cierta conversación que le provoco intriga y preocupación.
-…He venido porque tengo una petición que hacerle, gran Patriarca-
-Camus de Acuario, dime ¿Qué es lo que necesitas?-
-Necesito que me otorgue su permiso de volver a Siberia-
Y al escuchar esto, detrás de esas enormes puertas, Milo sintió algo, derrumbarse en su interior…
---------------------Fin del Capitulo------------------