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Tsuki no Hikari por Hoshi no Hikari

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Les dejo el segundo capítulo de mi historia ahora que tengo algo de tiempo, espero no tardar mucho para volver a publicar.

Este es básicamente un capítulo para ver un poco como es el contexto de lo que se vive en ella, algunos por qués, sobre todo acerca de Inuyasha.

Espero no marearlos con tanto bla, bla, bla pero me parece que las aclaraciones son importantes para comprender mejor los hechos.

Agradezco mucho sus reviews, me emocionó mucho recibir sus opiniones y el saber que les ha gustado el primer capítulo.

¡¡ Gracias por su compañía !!

Capitulo  2

"Amargos recuerdos"

 

 

 

 

 

 (Flash back)

 

- ¿No vas muy rápido mamá? - pregunta un más joven Inuyasha a una mujer de cabello castaño y bella mirada  que conduce el vehículo en el que viajan.

 

- ¡Vamos tarde hijo!   Debemos llegar a entregar éste pedido a tiempo, debe estar todo  listo  justo antes de que inicie la conferencia, es un pedido determinante para nosotros  del resultado dependen otros más a futuro.

 

 

Van por una autopista por la vía rápida, llevan en su camioneta arreglos florales para un evento, un pedido importante para su pequeña florería  que con animada labor han ido haciendo prosperar, no se han desanimado aún cuando todos les decían que era un mal negocio o un  esfuerzo inútil, ellos han seguido trabajando duro yendo contra corriente, tras lo cual ya comienzan a ver los frutos de su arduo esfuerzo.

 

 

Izayoi  la madre de Inuyasha, después de todo no se deja vencer tan fácil, ha estado luchando sola para que salgan adelante  su hijo y  ella. Cuando el padre de su hijo los dejó o mejor dicho ella no quiso saber nada más de él, pues le perdió totalmente la confianza debido a una traición, se juró a si misma que no volvería a  buscarlo, Inuyasha era muy pequeño, así que simplemente creció con la idea de que su madre era toda su familia y su padre... simplemente se había desvanecido casi como un suspiro en el aire  y ahora de grande no es algo en lo que se detenga a pensar, su madre y él hacen un buen equipo y así están bien.

 

Ahora son dueños del local donde se ubica la florería, así como  del pequeño apartamento en el que viven, localizado éste en la planta alta de la florería. No ha sido fácil, pero como ella dice:     

 "Con trabajo y esfuerzo todo se puede".

 

Todo ha marchado bastante bien… hasta ahora…

 

Jamás  lo vieron venir, al menos no hasta que ya fue demasiado tarde, sólo sintieron el brutal impacto del camión que chocó contra ellos del lado del conductor.

Todo fue  estruendo, gritos, angustia, dolor y luego... silencio.

 

 

- ¡Se quedó sin frenos! - Alcanzó a escuchar Inuyasha  poco antes de sumirse en una profunda inconsciencia de la que se temió no saldría, perdió el conocimiento extendiendo la mano hacía su madre que yacía inmóvil a su lado.

 

Se pensó que él no sobreviviría...  ¡Pero lo hizo!   Sin duda su espíritu aguerrido se aferró a la vida; despertó después de 15 días, pero sólo para llevarse una amarga, muy amarga y dolorosa noticia.

Su madre, su única compañía y a la que amaba entrañablemente, había muerto instantáneamente, él fue rescatado muy  mal herido, todo el lugar era un desastre...rodeado tristemente de flores esparcidas por el lugar.

Después de esto Inuyasha empezó una caída hacia un profundo y obscuro pozo, del que por instantes no tenía la más mínima intención de salir.

 

 

 

---------------------------------  Hoshi  ----------------------------------

 

 

 

- ¿Doctor, cuándo me quitará éstos vendajes de la cabeza? -preguntaba un muy triste Inuyasha a los pocos días de recibir la noticia, los cuales le cubrían parte de la cara, los ojos inclusive.

 

- Mañana  a primera hora - le había contestado el médico.

 

Esa noche casi no pudo dormir, las horas  fueron muy largas para él, al día siguiente cuando al fin amaneció, ya estaban con él Miroku y Byakuya, sus amigos inseparables de la escuela y de la infancia.

 

Llegó el doctor y después de avisarle lo que haría,  con hábiles manos le fue  quitando con cuidado los vendajes.

 

 

- ¿Por qué no me los quita todos de una vez? - preguntó confundido el chico cuando sintió que el médico se apartaba un poco de su lado.

- ¡Ya lo hice! - exclamó serio el médico.

-Es... es que está todo muy oscuro - contestó muy nervioso Inuyasha    ¿Acaso es de noche?  En todo caso… ¿Por qué no encienden las luces? -

 

 

El médico se acercó a él para examinar su mirada, no mostraba reacción alguna, ante los movimientos que éste hacía con su pluma frente a él, sus hermosos ojos ámbar además  habían  perdido su brillo.

 

Miroku y Byakuya se quedaron mudos al comprender que sucedía, luego la enfermera los  hizo  salir por orden del médico, para realizar  más pruebas y exámenes a Inuyasha, pero el diagnóstico fue contundente:

Inuyasha había perdido la vista irremediablemente.

 

Tras ese alud de inesperados acontecimientos todo se volvió más difícil para él, desde lo más trivial hasta lo más complicado, muchas veces incluso creyó que no seguiría adelante. Sus amigos fueron su soporte, su ayuda y su consuelo en los peores momentos, pero finalmente volvió a intentarlo y así desde entonces aunque a veces siente flaquear su voluntad.

Pero ha ido rehaciendo su vida poco a poco.

Decidió conservar el negocio de su madre, era como tenerla con él ya que  ella amaba enormemente las flores y le había transmitido ese gusto y sensibilidad.

Al paso del tiempo una vez recuperado, regresó a la escuela decidido a concluir sus estudios, aunque sabía que su mayor sueño ya era imposible.

 

Amaba pintar por sobre todas las cosas, dio muestras de ello desde muy pequeño tenía un talento nato solía decir su madre orgullosa, ella podía suponer que su hijo  dedicaría sus estudios  profesionales a ello. Pero eso era ahora simplemente imposible ya que ese día en que perdió a su amada madre, murieron con ella también muchos de sus sueños y anhelos de Inuyasha, dejando una oscura marca de frustración, tristeza y amargura en su interior. 

Estudiaría otra cosa, finalmente  es muy testarudo y  terco y  no se dejaría amilanar tan fácil, pero muy  en lo profundo de su ser al ver truncadas sus ilusiones sentía un dolor en lo más hondo del alma, aún cuando  muchas veces el mismo se negaba a reconocerlo.

Lloraba amargas lágrimas ante la tumba de su madre, sin hallar consuelo, siempre a solas.

 

Ahora distraído por el trabajo, los amigos y la escuela trata todos los días de no naufragar física y emocionalmente, de no hundirse por completo en el oscuro mar tormentoso que le rodea. Cubre todo con su carácter afable, rebelde a veces y testarudo en otras ocasiones, rasgos auténticos de su personalidad que le han ayudado a enterrar en su interior sus tristezas,  aunque...  ¿Cuánto tiempo es capaz de engañarse uno mismo aunque se logre hacer  con los demás?

 

Afortunadamente sus dos amigos inseparables le han ayudado mucho, aunque él sabe que ellos mismos traen a cuestas sus propias penas y alegrías, siempre se han apoyado e incluso consolado unos a otros, tal vez no tengan todo resuelto pero juntos sienten que pueden lograrlo todo.

 

Miroku, su inseparable amigo, vive con su abuelo que custodia un templo, su madre murió cuando él nació y su padre poco tiempo después. El piensa recluirse en un monasterio, lo ha ido aplazando pero ya no podrá hacerlo por mucho tiempo más pues ha sido una tradición en su familia y deberá seguir ese camino para honrar a sus padres y a sus antepasados, su abuelo no se cansa de decírselo, así como de recordarle lo orgulloso que él se sentirá cuando lo haga, aunque ahora y tras ver pasar el tiempo, su abuelo empieza a impacientarse y él mismo sabe que ya  debe sacarse las múltiples dudas que le rondan la cabeza desde un tiempo acá, haciendo que interponga pretextos para evitarlo.

 

 

Byakuya,  " el delicado y frágil Byakuya " , como le llaman sus amigos cuando lo quieren hacer rabiar, él ama la música, desea estudiar en el Conservatorio, vive solo con su madre pues su padre los abandonó cuando él era muy pequeño, pasan  algunos apuros económicos por lo que le vino bien el trabajar con Inuyasha.

 

 

- Siempre que no descuides lo estudios - suele decirle siempre su madre.

 

 

Es un leal  amigo y a pesar de su aparente debilidad y sensibilidad y de los problemas que ello le ha ocasionado con su padre al cual ve en escasas ocasiones y el que le hace sentir su profundo desprecio por esos rasgos de su personalidad. Byakuya le guarda rencor a su progenitor por haberlos abandonado y desentenderse de ellos, sabe así mismo que éste sólo busca a su hijo cuando necesita acallar a su conciencia aún cuando al hallarse juntos muestre tan poca tolerancia hacia la manera de ser de su hijo, así que actualmente Byakuya se pregunta cada vez más frecuentemente  si no se hallarán mejor así sin él.

A pesar de su aparente fragilidad, el chico  ha tenido el valor y la fortaleza de admitir ante Inuyasha y Miroku que es homosexual y aunque no le han conocido ninguna pareja en forma, confían en que encuentre a alguien con quien halle su camino y la felicidad que se merece.

Ellos lo respetan y lo aprecian, pues dicen no ser homofóbicos, lo han asimilado muy bien, aunque él tiene algunas sospechas de sus motivos y su completa comprensión al respecto, sin embargo guarda silencio prudentemente y lo atribuye sólo a la sincera amistad que los une.

 

(Fin del flash back)

 

 

La sirena de un auto de la policía que pasa por las cercanías de la florería  hace volver a Inuyasha de golpe al presente.

Pero sólo para recordar el molesto instante con Naraku,  quien es un cliente de la florería  desde que su madre vivía, dejó de ir  por un tiempo  aunque ha vuelto a frecuentar el lugar desde no hace mucho.

Ya en varias ocasiones ha podido sentir la insistente mirada de éste hombre sobre él, jamás le ha simpatizado  pero nunca había dado muestra de llegar a lo que hizo hoy.

Inuyasha empieza a cuestionarse la dichosa frase " Un cliente, es un cliente" .

 

"Sin duda alguna debo ponerle un alto, se ha atrevido a tocarme pero será  la primera y la última vez "- piensa un ingenuo  Inuyasha haciendo una mueca de desagrado con tan sólo recordar.

 

 

-¡Ya basta! - exclama molesto sacudiendo la cabeza - Esto es una pérdida de tiempo - reflexiona rápidamente  tras lo cual se apresura con sus tareas escolares poniéndose sus audífonos para escuchar la grabación de la clase y empieza a  pasar apuntes con calma.

 

 

Ya es tarde cuando termina, se estira lentamente mientras lanza un enorme bostezo, apaga su computadora con pesadez y para cuando finalmente se deja caer rendido en la cama no pasará mucho tiempo en quedar profundamente dormido, con unas sensaciones abrumadoras que ha querido acallar a base de mantenerse ocupado hasta sentirse agotado, ha tratado de no pensar demasiado en lo que ha percibido, en los hechos del día, los cuales involucran a sus agudos sentidos,  invadiéndolo de forma intermitente toda la noche inquietando un poco sus sueños.

 

¡Esa voz, esa grave y cadenciosa voz!       ¡Ese fugaz roce de esas finas y delicadas manos!    ¡Ese delicioso aroma que le ha envuelto de forma tan exquisita!

 

Le han despertado algo en el interior, una nueva forma de sentir, de percibir su realidad, una  desconocida para él, tal vez descubriendo algo que no creía ser. Es como estar sumido en la más absoluta negrura y ver como si una tenue luz se encendiera disipando un poco la oscuridad. Suspira profundamente y sin darse cuenta  ahora ya medio adormilado y solo en su habitación susurra un nombre que nadie escucha:

 

 

"Sesshoumaru"

 

 

 

 

 

Continuará...

 

Notas finales:

Espero les guste, prometo más acción para el próximo pues éste aunque informativo creo que me quedó un poco lento .

Nos leemos por aquí.

Bye. bye.  :D


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