Las memorias de aquella noche recorren mi cabeza en rápidos flashazos que traen las imágenes que me hacen recordar todo lo vivido en esa ocasión, en la cual me rendí a tus brazos, dejándome someter a tu brutal dominio y llegar al éxtasis para decirte:
“Necesito que lo sepas; eres el ser que mas amo en este mundo. “
Estas imágenes rápidamente son remplazadas por los recuerdos de noches de juerga en las que puedo verte llegar alcoholizado hasta decir basta y acompañado de varias mujeres, tomas a la que mas te agrada y comienzas tu juego de seducción con aquella chica besando sus labios desesperadamente colocando tus manos por debajo de su espalda. Al parecer has olvidado totalmente esa noche y el significado de mi frase, aunque probablemente fue mas estúpido de mi parte hacerte saber mis sentimientos hacia ti, rápidamente un impulso (por no decir que los celos) me obligan a escoger a otra de las chicas que habías traído, tomó delicadamente su mano pero esta mujer es mas lista de lo que pensé (para no decir que una perra muy rápida) y me jala de la hebilla de mi pantalón, para decirme patrañas como que tendría la mejor noche de mi vida y cosas así, una noche mas de sexo con una completa desconocida, al igual que otras mujeres de veces anteriores, (aunque acepto que en aquellas ocasiones no lo hacia por despecho; solo era pura diversión) esas mujeres que gustosas me ofrecían la misma promesa. Al final yo solo seguí a aquel impulso repentino (y también a la calentura) tomando a aquella mujer que se ofrecía a mi sin ningún tipo de condición solo por ser yo… aquella pequeña filmación de recuerdos, me desata una serie de sentimientos los cuales solo pueden ser expresados en la melodía que esta surgiendo de mi ser, en aquel teclado al cual parece que podría tirarle una de sus teclas con la brutalidad y rapidez con la que lo hago sonar. ¿Cómo puede ser posible? Por que a pesar de aquella noche y lo que yo te dije; tú sigues actuando como si no pasara nada y continuemos en ese extraño juego en el que con tus palabras me seduces y con tus actos me hieres y destruyes como una calamidad devastando una nación. Pero recuerdo tu sonrisa y las miradas que solo tienes para mí y regresa la calma, la cual anuncia el final de mi ira, en notas mas suaves y lentas…
- ¡¡ Wow!! ¡¡Que sonido tan sensual has creado Janne!! - La puerta del cuarto en el que me había metido para poder crear música en paz había sido abierta por Alexi, que con una cerveza en mano y sin decir nada mas se sentó en el pequeño sofá en el que yo estaba sentado frente al teclado que tocaba.
- Espera un momento, ¿Cómo has podido escuchar lo que tocaba si yo había conectado los audífonos… - no pude terminar de cuestionarlo al darme cuenta que en toda mi estupidez no había enchufado correctamente el cable de los auriculares. - … Como sea, lárgate no deseo compañía, me prometí que escribiría algo y es lo que estoy haciendo y… ¿Estas ebrio? - Le pregunte al ver que solo ignoraba mis palabras.
- Relájate Janne, tú todo bien alterado, ¿Qué si estoy ebrio? Realmente no, solo bebo un poco de cerveza, sabes que no me tumba rápido y no quiero que lo haga ya que hoy quiero un poco mas de “acción” por si sabes a lo que me refiero.- Esto ultimo me lo dice en un tono de voz con el cual cualquiera de sus groupies le diría que si en un santiamén. – Olvídalo Allu, no estoy interesado en tu oferta esta vez. ¿Acaso no ves que estoy un poco ocupado? - Por un momento me odie a mi mismo por responderle de esa manera, pero en ese momento estaba inspirado y me sigue molestando la idea que también lo olvidaría, además deseaba continuar para terminar aquella melodía.
- Pues que aburrido eres idiota, pero bueno si eso quieres tú prosigue yo me quedare aquí viéndote realizar la razón por la que te pagamos. - Me responde con un poco de desdén, pero bueno por lo menos ahora sé que no molestara por un rato, así que prosigo retomando la melodía que intentaba terminar antes de ser interrumpido, y a los audífonos los aviento a otra dirección ya que nunca los utilice en mi momento de soledad, nuevamente el sonido se hace presente y trato de concentrarme, pero el recordar que él esta al lado mío hace que mi mente rebusque en los momentos pasados, mientras llegan a mi las imágenes de su besos y sus caricias, su habilidad para dirigirme esa noche con una sola mano, el calor que emanaba su cuerpo y los gemidos que escaparon de mi ser al sentir como su miembro comenzaba a penetrarme… la música es truncada repentinamente con una nota hueca.
-¿Que pasa Janne por que te detuviste? ¿En que estabas pensando eh? Por que mira que rápido ha cambiado el color de tu rostro. - Ante el último comentario trate de ignorarlo y pensar en otra cosa, no quería mirarlo por que sé que si lo hago, caería rendido una vez más a su encanto. – No es nada grandísimo tonto, solo recordé que debía… - No puedo proseguir con mi frase, no me había percatado si quiera que se acerco más a mi y aprovecho su cercanía para acariciar mi pierna. – ¡¿Qué demonios pretendes Alexi?! - Reacciono ante tal gesto tratando de alejarme de él.
- No pasa nada Janne, solo que ya me aburrí de estar sentado y sinceramente, no voy a permanecer sobrio solo para escucharte tocar, y menos cuando tú ya sabes que es lo que deseo. - Al decir eso último su mano trata de colocarse en mí entrepierna.
El pánico rápidamente se apodera de mi, no deseo que la historia de hace unas semanas durante la gira se repita, por lo que con ayuda del forro del sofá en el que estábamos sentados me alejaba de él, lo cual no fue una idea brillante ya que fácilmente quede atrapado y a su merced, entre él y la pared, aunque no puede acercarse totalmente a mi; ya que mi teclado solo deja un diámetro pequeño que le impide hacer otro movimiento, cosa que a Alexi no le importa ni un poco; ya que lo avienta y se abalanza sobre mi.
- Estúpido Alexi, ¿como te atreves? ¿Pudiste haberlo roto? - Le reclamo de inmediato para lo que pone sus dedos en mi boca para callarme y contestarme:
- ¿Cuál es el problema? Sabes bien que podemos comprar los que tú quieras. - Y cuando termino de decir eso con sus brazos me había rodeado.
- Por favor detén esto, yo no quiero hacerlo. - Trato de alejarlo de mí, pero al tenerme contra la pared no puedo hacer mucho, sus manos rápidamente se colocan dentro de mi ropa, su tacto aun era frío por su cerveza y eso produce que salga de mi un suspiro, el cual Alexi no deja completarse ya que sus labios se unen una vez mas a los míos.
Y así él permaneció besándome por unos minutos mientras que con sus manos recorría mi espalda. Sentía como su temperatura comenzaba a subir al igual que la mía, proseguía aquel beso introduciendo su lengua en mi boca, sé que ya no puedo hacer nada me he rendido una vez mas a él, por lo que con mis brazos también lo rodeo por la espalda acariciando su cabello, ante mi reacción él se apresura a morder mis labios y hacerme jadear por eso, apretándome con más fuerza sobre él, y en mi pierna, por la extraña posición en la que estamos, puedo sentir que su miembro comienza a despertar y un escalofrío recorre todo mi cuerpo, lo que Alexi aprovecha para deshacerse de mi playera.
- Janne.- Dejo de besarme para decirme: - Esta posición esta jodiendo mis rodillas, levantémonos del puto sofá. - Al terminar de decir eso me toma por la cadera y me jala para quedar parados aún abrazados, aunque no me duro mucho aquel gusto ya que casi de inmediato me pone contra la pared, cosa que mi piel resintió al contacto.
- ¡¡La pared es muy fría idiota!! - Le grito al sentir el muro en mi espalda, pero él me ignora ya que se entretiene pasando una de sus manos por mi pecho, se detiene por un momento y para justo en el pezón el cual comienza a rodear con la yema de su dedo, a esa reacción la piel de esa zona comienza a endurecerse, lo que hace que Alexi suba su mirada y la dirija hacia la mía mientras notaba el rubor que cubría mi rostro en consecuencia a su roce. No puedo permitir que me siga tratando como si fuera un juguete (esa es la manera en la que me esta haciendo sentir) por lo que con mis manos jalo su rostro a mi para besarlo una vez mas, aunque esta vez trato de que sea mas corto y posteriormente con mis labios rosar sus mejillas y dirigirlos hacia su cuello, subiendo a su oreja para mordisquearla un poco, a esa reacción siento como se produce un pequeño temblor dentro de él.
Pero Alexi no piensa rendirse ante mí por lo que después de mi “ataque” de inmediato responde besando mi cuello, mientras que con una de sus manos prosigue masajeando los pezones, mi respiración comienza a acelerase ante sus actos. Ya hasta se me había olvidado completamente que ahora él me sometía con sus dos manos, por lo que su mano desocupada maniobra con lo restante de mi ropa, para poder liberarme de esta. (Demonios, si que es muy hábil con las manos).
En pocos segundos pude sentir como el ambiente comenzaba a rodear la parte baja de mi cuerpo, así como la tela de mis ropas atorarse entre mis rodillas, la mano con la que Alexi termino de desvestirme comenzó a pasearse por mi muslo rodeando lentamente y rosando mi trasero…
- A… Allu. - Mi voz se escucho mas bien como un jadeo, que fue producido por la sensación de escalofrió al sentir su rose en esa zona, pero él rápidamente subió su mano pasando por mi cadera para detenerse en mi pecho.
- No digas nada idiota. - Fue lo que respondió a aquella reacción, sus manos no duraron juntas en mi pecho ya que la que había permanecido la mayor parte del tiempo ahí, él la subió a mi rostro para jalarlo y besarme una vez más, en consecuencia a esto miles de descargas eléctricas surgían de mi cerebro viajando por mi espina dorsal, llegando a cada terminal nerviosa de mi cuerpo. (Suenan exageradas mis palabras, pero es así como se me ocurre describir esta sensación que me esta causando). Aquel beso parecía tener una fuerza torrencial tan violenta que impulso a que Alexi mordiera mi labio inferior tan fuerte que un quejido salió de mí, así como un pequeño sangrado producido por el filo de sus dientes, cosa que paso rápidamente cuando, nuevamente nuestros labios se unieron, casi fundiéndose y el sabor de su boca que se combinaba con aquellas insignificantes gotas de sangre, haciendo a este acto aun mas ardiente de lo que ya era.
Sus dedos pasearon por mis mejillas y mi mentón, introduciéndose lentamente entre nuestros labios y separándonos de aquella posición que duró algunos minutos, con uno de sus dedos, Alexi toca mis labios, y rosaba mi labio inferior como si con una pluma estuviera rellenando un espacio en blanco.
- Tus labios son muy sensuales Janne, como no iba a morderlos. - Esto último me lo dice con su sonrisa maliciosa sin despegar su mano de mi boca, yo ya estaba demasiado descontrolado y excitado por todo lo que esta pasado, por lo que con una de mis manos sujeto su brazo y comienzo a besar sus largos dedos desesperadamente. - ¡Vaya Janne! ¡Eres un cabrón muy retorcido! - Me comenta, en él seguía dibujada esa misma risa medio malévola que no se había borrado de su rostro, mientras yo continuaba en el juego de besar sus dedos uno a uno, la palma de su mano y regresar a los dedos, él con su mano seguía jugando con mis pezones, provocándome nuevamente un jadeo.
- Solo te pediré esta vez que no vayas a morderme Janne, idiota. - Me dice esto en un tono un poco burlón, como sé que se refiere a lo que pasó aquella vez, siento un poco de pena y dejo de besar sus dedos. – No te dije que pararas grandísimo idiota, es mas si quieres puedes lamerlos. - Ese maldito me provoca con sus frases, pero igual al final haría eso, así que prosigo con aquel juego que había iniciado al besar su mano.
Al poco tiempo Alexi dejo de tocar mi pecho, y de alguna manera extraña se jalo moviendo el brazo que yo sujetaba para quedar justo detrás de mí, a pesar de que él estuviese vestido puedo sentir el grado de su excitación detrás de mí, lo que me produce que me estremezca, aunque eso no fue nada a la sensación producida por su mano que ahora sujetaba y tiraba suavemente de mi miembro.
- ¿Qu… que pretendes Alexi? - Sale de mi esa interrogante después de mucho esfuerzo, mi razón ya no puede ayudarme, también ya estaba rendida ante el placer que me causa aquel estimulo que me brindaba al masturbarme lentamente.
- Shhhhhh… no pasa nada idiota, cálmate. - Al decirme eso mordisquea mi hombro mientras su otra mano se libera de mí con facilidad y se detiene justo donde termina mi espalda.
- Ah… a… realmente no entiendo que es lo que quieres. - Agónicamente puedo formular esa frase, estoy a punto de caer de rodillas del maldito placer que me esta produciendo al jalar mi miembro de esa manera. Mi temperatura corporal ya era muy alta, y la que se acumulaba en mi pene no se quedaba atrás, me cuesta trabajo respirar, al mismo tiempo que deseo liberarme y dejar de ceder ante ese tormento; quiero que prosiga, quiero llegar tan lejos a donde él quiera llevarme. Un quejido escapa de inmediato de mí al sentir algo en mi interior que provoca que comience a doblarme y caer poco a poco de rodillas al piso. Alexi había introducido uno de sus dedos en mi interior. - ¡Eres un pervertido! - Pude gritarle, pero el solo sonrió. - ¡JA! ¿Eso crees de mí? Entonces me conoces poco Janne. -
Podía sentir como él movía su dedo dentro de mí, provocando un vaivén de emociones, escuchando su risa maniática que se hacia mas fuerte ante mis jadeos, lo único que puedo hacer es solo retorcerme, es una situación vergonzosa, pero no negare que al mismo tiempo es malditamente placentera. Ahí estaba yo sobre mis rodillas en el piso, con ese idiota que no puedo dejar de amar detrás de mí, masturbándome con una mano, mientras que con la otra perforaba mi interior ahora con dos de sus dedos.
- Mi querido y sensible señor Warman, no puedo creer que solo con mis dedos, te este haciendo gritar y moverte de esa forma, imagina si así es ahorita ¿que harás con mi pene adentro? - En su tono de voz podía notar que esta disfrutando el tenerme de esa forma, a pesar del placer que me causa no puedo dejar de sentirme humillado, una vez más deje que él fuera quien tomara el control y me tratara de esa forma. Por la fricción en la alfombra del piso las rodillas me estarían matando por la mañana… pero ¿eso que demonios importa ahora?
Mis jadeos cada vez son más constantes, y mi respiración más agitada, mi pecho se convulsiona, sufriendo todo tipo de espasmos, ante esta situación Alexi libera lentamente a mi miembro que ya está demasiado inflamado y poco a poco retira sus dedos de mi interior, entro en un pequeño estado de calma, en el que creo que esto ya había terminado, pero esta falsa paz termina cuando escucho como él comienza a desabrochar su pantalón para descubrir a su ya muy evidente erección, y, abriéndose mas espacio en el piso pateando el teclado que ya había tirado anteriormente (ese maldito, ni el mas mínimo aprecio por las cosas de los demás tiene), de nueva cuenta se pone a mis espaldas para tirar de mi cabello y jalar mis caderas lo mas cerca a su miembro. – Responde Janne, ¿ya me quieres dentro de ti? - De mí no puede salir ni una sola palabra, apenas y podía respirar, pero tiraba tan violentamente de mí que sabía que tenía que responder de alguna u otra forma, y así como deseaba que este martirio terminara, también deseaba desesperadamente que me hiciera suyo una vez mas por lo que con mi cabeza asentí lentamente. – JA! Maldito enfermo, pero si así es como te gusta cumpliré tus deseos Janne. - Me dice al oído y muerde una vez mas mi cuello, mientras de la bolsa de su pantalón saca un tipo de aceite que comienza a untarse en todo su miembro, era como si hubiera adivinado en un principio que iba a ceder a lo que me planteo cuando me dijo que quería “acción” por lo que vino completamente preparado.
- Supongo que esta vez no te dolerá tanto, como en aquella noche. - Esa fue su última frase antes de penetrar mi interior nuevamente. Una vez mas el dolor se apodera de mi, en parte gracias a la fuerza de esa primera envestida, mientras que también me hacia prisionero un dolor emocional al darme cuenta que él recordaba totalmente todo lo sucedido en aquella primera vez, y sin embargo él seguía siendo un completo bastardo en su forma de tratarme con tanta indiferencia como si nada jamás hubiera pasado… mis pensamientos y mi razón dejan de recorrer mi mente cuando siento como él se mueve en mi interior, con una serie de embestidas rápidas que pasan de ser dolorosas a jodidamente placenteras a las cuales yo respondía con mis jadeos y algunos pequeños gritos ahogados que salían de momento.
Ya todo me había dejado de importar; el teclado, mis rodillas e incluso que probablemente él esta noche también la guardará para él como su: “pequeña aventura gay con un miembro de su banda” y al otro día comenzar a actuar como si nada de esto hubiese ocurrido. Solo me dejo llevar por el momento, la excitación y el placer, que Alexi me esta causando con todos y cada uno de sus movimientos, llegando una vez mas al clímax corriéndome entre sus dedos que de nueva cuenta estaban rodeando mi pene y en poco tiempo sentir como el hacia lo mismo en mi interior…
Despierto rápidamente, como si hubiese tenido una pesadilla reciente, no se como pero estaba tendido en el sillón y mi cuerpo solo era cubierto por una chamarra que no era mía, Alexi ya no estaba, solo estaba yo despertando tal vez como a las cuatro de la mañana, después de haberme rendido ante el capricho de ese imbécil. Me visto nuevamente, no podía quedarme así como había despertado y mucho menos en ese cuarto, al terminar de medio arreglarme la ropa, trato de levantar los destrozos causados. “Maldición el teclado.” Me dije a mi mismo cuando vi a mi pobre instrumento con varias teclas rotas así como también muy maltratado de algunas zonas por lo que había pasado, me apresuro a medio levantar los destrozos, para salir de esa maldita habitación.
Entre al baño para lavar mi rostro, deseo tanto el poder tomar una ducha pero no quiero despertar a los demás que tengo entendido que también estaban con nosotros en esta casa, así que por el momento me conformare con eso, aunque creo que un refrigerio nocturno no me caería mal por lo que me dirijo a la cocina para ver que puedo comer.
Tan pronto llego a la cocina me acerco a una de las alacenas, pero al parecer no me encuentro solo, ya que escucho a alguien que me dice:
- ¿Así que también tienes apetito nocturno Janne? –
Estuve a punto de morir del susto al oír esa voz, por lo que prendo la luz rápidamente para percatarme que es Henkka quien me hacia compañía en esta escabullida en la cocina, él estaba sentado en la mesa frente a la nevera con un vaso de leche su lado. – Lo… lo lamento Henkka no sabía que también estabas aquí. - Respondí aun asustado.
- Pues en si no iba a estar, me hubiera ido con Jaska y Roope cuando Alexi nos grito que quería estar a solas, no recordábamos que tú también estabas y eso que estabas de escandaloso presumiendo tu nueva composición en el teclado, pero como bien sabes, ese imbécil es tan gritón y berrinchudo que hizo que los otros dos se fueran tan rápido de la casa que me dejaron aquí olvidado y oyendo todo. - Me relataba Henkka con su serenidad de siempre, su última frase de inmediato me causo mucha vergüenza.
– En verdad lamento eso Henkka. - Le respondo apenado.
- No te preocupes Janne. - Me sonríe serenamente. – Solo dime una cosa, ¿acaso tú y Alexi estaban teniendo sexo en aquél cuarto? - Su pregunta fue tan directa y extraña, pero de ninguna manera altero su expresión.
- ¿Cómo es posible que me preguntes eso? - Respondí rápidamente. – Creo que ya tenías que haberlo entendido con lo que había pasado entre él y yo desde aquella vez.
- ¿Entonces esa vez también lo hicieron?... Vaya de lo que se entera uno, créeme Janne lo que paso por mi cabeza en aquella ocasión fue que se les había ocurrido hacer una fiesta que termino en orgía y que habían amanecido juntos después de la acción. – Me responde con una risa boba.
- No Henkka ¿de verdad pensaste eso? ¿Cómo es posible, si todavía tú me dijiste burlonamente que si había disfrutado mi noche? - Le replique rápidamente, aun estaba incrédulo a sus palabras.
-Jeje lo que pasa es que yo solo lo dije como carrilla, ni si quiera estaba seguro de lo que había pasado. - Me responde un poco avergonzado y continúa diciendo: - Déjame decirte que ambos hacen demasiado ruido, intente subir el volumen del televisor o de mi reproductor de música y aun así podía oír sus gritos y jadeos, vaya que son unos salvajes. - Esto ultimo hace que ponga mi cara sobre la mesa, intentando mostrarle que tan avergonzado estaba por la situación que él me relata en completa calma, como si se tratase de algo que él ya había dado por hecho desde hace mucho tiempo.
- Y cuando finalmente deje de oír su barullo, me acerque cuidadosamente al cuarto del cual vi salir a Alexi mientras se abrochaba la bragueta y acomodaba sus pantalones. Eso si que fue impactante para mis ojos, que suerte que ese tonto no me vio si no, creo que hubiera sido capaz de matarme o algo así, pero bueno, pues al ver dichosa escena me convencí totalmente de por que quería que los dejáramos a solas. – Termina su relato y bebe del vaso que esta a su lado.
- N… No sabes en verdad como lamento esto Henkka. - Le digo aun con la cara contra la mesa.
- No deberías ponerte así Janne digo… eso era algo que los demás y yo imaginabamos que terminaría de esa forma, no me mal entiendas, pero para decir que lo que hay entre los dos es un simple “Bromance”… Por dios, ustedes ya estaban en otro nivel en el que parece todo menos una broma, no me sorprende ni me asusta, era algo que de alguna forma ya me esperaba. Así que no tienes nada de que preocuparte, además ¿quién soy yo para juzgarlos? - Responde Henkka serenamente, mientras que su mano se coloca en mi hombro en señal de consuelo y comprensión, no puedo dejar de sentirme un poco incomodo por el tema de la charla, por lo cual de mi sale un suspiro.
- Entonces me imagino que has de saber que estoy enamorado de él… ¿verdad? - Respondo con un nudo en la garganta.
- Puedo verlo en tu rostro, con cada una de las expresiones tienes solo para él, así como en tu comportamiento y en la forma en que lo miras, y sospecho que él siente algo similar por ti su rostro y su forma de ser lo delatan. – Prosigue con sus palabras de aliento. - Solo recuerda que Alexi es muy lento y algo bruto para expresar sus sentimientos, puede que se tarde en comprenderlo y asimilarlo, así que también dale tiempo para que lo entienda, pero esto no quiere decir que tiene derecho a dañarte o a forzarte a hacer algo que no te parezca, si tu no quieres hacerlo con él solo grítale que no quieres, y si él se niega a escucharte, debes encontrar la manera de obligarlo a que te escuche. - Con esas palabras da por finalizado el consuelo, ya que se levanta de la mesa y termina de beber el contenido de su vaso, pasa su brazo por su boca para limpiar el residuo de su bebida, después me mira nuevamente y me sonríe diciendo:
- Bueno ya estoy cansado, gracias a ustedes no he podido dormir bien, ya que todo esta en calma otra vez, intentare descansar, implorándole a dios o a cualquier divinidad que me hagan olvidar los sonidos y las imágenes que vi, deberías hacer lo mismo Janne, descansa ve a dormir, recuerda que estaremos ocupados en los próximos días.- Al terminar de decir eso sale de la cocina y se dirige a su habitación.
Permanecí recargado en la mesa unos instantes más mientras, por mi mente se cruza la última frase que me dijo: “Oblígarlo”, ¿cómo conseguiría eso? Aunque no creo que eso sea necesario… tal vez no aun, o… ya no se.
Henkka tiene razón debo intentar descansar.