Capitulo 1
New York, 23 de Diciembre:
─Si quieres volver a ver a tu hermana con vida, tráeme la cabeza de Namikaze─dijo Orochimaru mientras le daba una calada a su cigarro y miraba a Sasuke con impaciencia. Cuando el vampiro exhaló, Sasuke pudo ver su desalmada sonrisa a través de la nube de humo─. Y en una bandeja de plata, si puede ser.─ Continuó mirando a Sasuke con ojos brillantes mientras tomaba un sorbo del líquido carmesí oscuro que tenia en su copa frente a él. A su alrededor, las luces intermitentes de su club de baile se reflejaban en su cabello y en la piel pálida.
Sasuke lo miró fijamente, el odio latía en su ser. Sólo Dios sabía lo que el maldito bastardo le había hecho a Hinata. A través de la conexión psíquica que tenía con su hermana, ella le había asegurado que Orochimaru no la había tocado, pero Sasuke sabía que Orochimaru estaba jugando con ellos. El típico juego del gato y el ratón; el juego que a todo tipo de vampiros sádicos les encanta jugar a la hora de manipular a sus víctimas. Hinata era fuerte, como todo vampiro, aquella fuerza física que todos los inmortales poseían. Pero no era lo suficientemente fuerte para escapar de una manada de vampiros sin ayuda.
En el fondo, el sinuoso golpeteo de la música de baile vibraba a través de su pecho, precipitando el ritmo de su ya acelerado corazón. ─ ¿Por qué yo Orochimaru? Hay muchísimos cazadores de vampiros aparte de mí. No he cazado por siglos. No desde que un Coeur Eternel, (un vampiro cuyo corazón aun late y sólo se alimenta en un acto de asesinato misericordioso) humanamente sacó a Sakura de su miseria durante la revolución Americana.
Sakura. La mujer a la que él había amado más que a ninguna otra, habría sufrido una muerte lenta y dolorosa si el Coeur Eternel no la hubiese encontrado. Gracias a él, sus últimos momentos de vida fueron agradables, murió sin sufrir terriblemente por la herida que aquella bayoneta le causó en el estómago.
En ese momento, Sasuke había visto a aquel oscuro personaje inclinarse sobre la debilitada Sakura y había corrido hasta ellos con la intención de asesinar al vampiro. Estaba apunto de clavarle una estaca por la espalda a éste cuando vio algo que lo dejó paralizado.
Los gemidos de Sakura emitía no eran de dolor sino de placer y la expresión de su rostro ya no reflejaba agonía sino deleite. El vampiro no estaba lastimando a Sakura, le ofrecía una muerte pacífica e indolora.
Desde entonces nunca volvió a tocar a un vampiro Coeur Eternal, corazón eterno o Sans Ame, sin alma. No con la intención de asesinar, por lo menos.
──La respuesta es simple, Uchiha.──Orochimaru dejó la copa y tomó otra bocanada de su cigarro tranquilamente ──. Porque alguna vez fuiste uno de los mejores.
Sasuke apretó los dientes. Orochimaru no poseía una cualidad redentora, algo que incluso el peor de los vampiros tenía. Este hijo de puta era la criatura más cercana a la pura maldad que Sasuke hubiese conocido. Y él había conocido a tipos malos, como era inevitable cuando eras un ser inmortal que se había olvidado de Dios y habitaba este planeta desde el Imperio Romano.
Un mechón del pelo negro de Orochimaru se desprendió de su coleta. Y la mujer que se encontraba detrás de su silla se adelantó con una uña larga de color rojo ya la acomodó otra vez en su lugar. Orochimaru cogió la mano y raspó un colmillo en la palma. Ella gritó sobresaltada y trató de dar un tirón a su mano, pero Orochimaru agarró fuertemente su muñeca y pasó la lengua a través de la piel lesionada. Pasó un momento alimentándose de aquel corte, y, finalmente, girándose nuevamente hacia Sasuke, éste pudo ver sus pupilas dilatadas y brillantes, con sed de sangre. Sasuke estaba contento de no tener los agudos sentidos de un vampiro, porque habría tenido que oler el hedor de la sangre que sin duda llenaba el espacio alrededor de la mesa de Orochimaru. Ser empático era bastante malo la mayor parte del tiempo.
El dolor de la mujer y la angustia ya estaban sobre él haciéndole eco. Ella había creído que estar con Orochimaru sería una experiencia placentera y emocionante. Pero estaba a punto de descubrir que se había equivocado. Pobre criatura.
──¿Por qué quieres a Namikaze muerto?── Sasuke no sabía las motivaciones de Orochimaru y tampoco le importaban. Odiaba perder el tiempo con esta clase de preguntas mientras Hinata estaba en las garras de Orochimaru, peros cuanto más se supiera acerca de la situación, mayor era la oportunidad que tenía de encontrar los puntos débiles de Orochimaru. Cada vampiro, al igual que todos los seres humanos y todos los inmortales, al menos tenía uno. Si planeaba sacar a Hinata de Orochimaru, necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener.
Orochimaru entrecerró los ojos, el brillo de la lujuria en su iris se estaba intensificando.
──No es que sea de tu jodida incumbencia, pero una vez él mató a alguien muy especial para mí. La asesinó. Bebió hasta la última gota de su sangre, hasta que ella murió.──El vampiro lo miró como si fuera a conducir su apasionado odio directamente al alma de Sasuke.
<<Venganza. Genial. >> La vida de Hinata estaba en las sucias manos de Orochimaru por una venganza. Los vampiros vengadores siempre han sido los peores.
Sasuke sabía que corría un riesgo muy alto de enfadar a Orochimaru si le preguntaba lo que la duda que le estaba rondando por la mente. Pero tenía la sospecha de que esa información podría serle de alguna utilidad. Se cruzó de brazos. Su cuerpo era cálido en su chaqueta de cuero negro, pero a él no le importaba. No iba a estar en aquel jodido club por mucho más tiempo. Tenía que cazar a Namikaze.
── ¿Por qué no lo has matado tu mismo?
Un escalofrío de ira se deslizo a través de los ojos de Orochimaru, el iris volvió a su color amarillo. Su labio superior, se torció.
── ¿Crees que puedes avasallarme, Uchiha? Pero soy el único que tiene el dispuesto cuerpo exuberante de tu hermana para mí.
Sasuke apretó los puños fuertemente en un esfuerzo para reprimir el impulso de clavarle el cuchillo en el corazón al maldito bastardo. Por mucho que quisiera no podía hacerlo porque significaría la muerte de Hinata.
──Si quieres saber, lo quiero humillado. Si yo, o cualquier otro vampiro lo matara, sería una lucha justa. Sin embargo, si muriera a manos de un inmortal, bueno, no hay honor en eso.
Sasuke miró el rostro de Orochimaru, esperando que las reverberaciones del vampiro le dieran la verdadera esencia de Orochimaru. Incluso aquellos sin alma, podían ser leídos.
Por varios segundos, no ocurrió nada. El corazón de Sasuke se encogió de miedo de que su habilidad empática le fallara. Pero no. Al momento siguiente, ondas de calo penetraron su mente. El conocimiento se liberó. Luchó para mantener el rostro inexpresivo.
Orochimaru le temía a Namikaze
<<Hmm…>>
Sasuke suspiró, notando que de verdad no importaba. Miedo o no, Hinata era la prisionera de Orochimaru. Su preciosa hermana era todo lo que le quedaba en el mundo. Los inmortales se encontraban dispersos por el mundo. No eran dados a formar clanes como los vampiros. Desconfiaban unos de los otros y permanecían aislados. No eran como los inmortales representados en la famosa película, en el sentido que debían matarse unos a otros. En realidad, la inmortalidad era demasiado dolorosa y no podían soportar verse entre ellos, siendo los agonizantes recuerdos su destino sin fin. Milagrosamente, Hinata era diferente. Ella adoraba a su hermano. Era mutuo. Se cuidaban entre ellos, manteniendo compañía.
Perderla lo dejaría completamente solo por la eternidad. Sin mencionar, que su muerte a manos de Orochimaru, haría de la tortura medieval una alternativa deseable.
── ¿Dónde puedo encontrar a Namikaze?
Orochimaru se sonrió, sus ojos brillando con evidente anticipación por ver cumplida su venganza contra Namikaze.
──Boston. Beacon Hill.
── ¿Cómo puedo reconocerlo?
──Alto, rubio, con una linda y profunda cicatriz en una mejilla. Un regalo de mi parte, hace unos cientos de años.
<<Extraño. >> Los vampiros no tenían cicatrices. Al menos no los Sans Ame. ¡Cristo! ¿Namikaze era un Coeur Eternel? Diablos, la misma especie que había jurado nunca matar. Pensó en Hinata, de o que podría sufrir a manos y garras de Orochimaru. La resolución golpeó a través de él. A la mierda. Por Hinata mataría a cualquiera. Asistió.
──Lo quiero para el Año Nuevo, Uchiha. O bueno…ya sabes.
La sangre de Sasuke se congeló.─Maldito bastardo──murmuró.
La risa de Orochimaru se acentuó.──Si, lo soy, ¿cierto?
Antes de descontrolarse totalmente, Sasuke dio la vuelta dispuesto a marcharse. Cuanto antes abandonara el club, mejor.
──Oh, y Uchiha.
Sasuke se detuvo, apretando sus dientes nuevamente. Pero no se giró.
Orochimaru se rio por lo bajo.──Feliz Navidad.