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Una Vida Merecida por haru_98

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Este fic violento (en varias escenas) y contiene mucho humor pero eso depende del estilo del capitulo, cada capitulo es diferente, en algunos seran mas fuertes las escenas y en otros seran mas que todo comedia. Segun vaya avanzando puede cambiar un poco el estilo del fic de acuerdo a la historia.


Pequeño resumen EXTRA:

El amor es duradero e imperfecto, cosa de la cual Vanitas es muy consciente, después de estar esperando a Ventus, su amado, después de tanto tiempo y luego de descubrir la verdad sobre su hermano, Sora, y la extraña relación pura y hermosa que este llevaba con su mejor amigo, Riku, Van descubre lo mucho que da vueltas la vida y sobre todo… que la vida de todos estaba conectada, que ambos hermanos  dependen de ellos más de lo que creen como ellos dependieron de él hace tanto tiempo, pero en una vida llena de huecos dolorosos los romances son mucho más complicados de lo imaginado, ¿Cómo podrá encontrarse con Ven después de tanto tiempo, luego de que la distancia los separara? Roxas… ¿Qué tiene él que ver en ello?

Notas del capitulo:

Esta es la parte uno, el cap tendra 2 partes, despues sera el siguiente cap q tratara de otro personaje. Lo siento n.ñ siempre he sido mala con los primeros capitulos.... jamas transmiten lo que quiero y son... insignificantes... a comparacion con lo que es la historia al desarrollarse, o al menos yo lo veo asi... espero realmente mejore y sea de su agrado, me disculpo por este cap, es como un prológo.

 Cap. 1: Un Mal Día. Parte I

América Latina: Colombia – Bogotá

Almacén Abandonado. 3:15am

Todo estaba oscuro, el silencio reinaba en su totalidad pues nadie se atrevía a hablar, pero había una excepción, algo que rompía aquel silencio inquebrantable; gritos, gritos y llantos de agonía. Aquel que se arrepiente pero ya no puede hacerlo, sus pecados persiguen a esas pobres criaturas en agonía.

Aquellos que estaban destinados a vivir allí, no tenían futuro. Sí no les servían se deshacían de ellos. “Huyan”, fueron las últimas palabras del único científico que se atrevió a ayudarlos, “escapen todos” “no vale la pena desperdiciar sus vidas aquí” “huyan” era todo lo que repetía el pobre científico, y sin embargo, su sacrificio no valió.

Un hombre de bata blanca caminaba lentamente en dirección a una puerta, la abre. Al entrar hay otra puerta más al final del pasillo, pero ésta era de hierro forjado con seguridad máxima, la desactiva. Al pasar por ella encuentra a “alguien”, éste estaba sentado en su cama con la mirada perdida, abrasado a sus piernas y se veía muy herido. Corría mucha sangre por sus heridas y por las que no, estaban secas y sucias, eran de gran gravedad.

Apenas vio al doctor, rápidamente dejo de lado todo lo que hacia y se escondió debajo de su pequeña cama y se metió lo más al fondo que pudo, temblando. El doctor lo ignoro, pasando olímpicamente del “sujeto” y observo la habitación: las paredes eran blancas y estaban sucias y rasgadas; tenía un baño el cual solo consistía en un retrete y un lavado; afuera del baño el piso era desigual, de modo que podía bañarse con tobo sin inundar el cuarto; tenía una cama pequeña muy desordenada con una sola sabana y mesa de noche al lado, donde se comía; también había una lámpara pero no servía, por lo cual la habitación era por completo oscura.

 Nada especial, ya que todas las habitaciones eran iguales, al menos la de los “sujetos” de prueba. Lo único interesante e inusual, era aquel cuadro que sobresalía en aquella habitación, era único. Los sujetos de prueba tenían una cosa que sobresalía aparte de su importancia para el proyecto y es que cada uno tenia algo que sobresalía en su habitación, y estos eran únicos puesto que en el resto del almacén no había nada igual y esa era una forma importante de identificar sus habitaciones sin tener que depender de la luz.

Se dirigió a la única persona a parte de él qua había en la habitación, seguía escondido.

-          Nadie va a ayudarte, deja de lloriquear – Se agacho y lo agarro por el cabello, no fue difícil. Así lo arrastro hasta una silla que había en una esquina de la habitación, no era visible por la oscuridad, pero debido a las circunstancias y todo lo ocurrido ya no necesitaba verla para saber de ella. Y allí lo tiro sin ninguna delicadeza y lo amordazo como si de animal se tratase.

-          ¡Ah!, ¡suéltame!, ¡déjame en paz!, ¡maldito!, ¡sáquenme de aquí!, ¡ah! – Cállate – levanto la mano y golpeo su cara lo suficientemente fuerte como para tumbar y romper la silla.

-          Te enseñare modales – Se posiciono encima suyo y rasgo sus ropas, agarro unas cadenas de hierro con púas, que ya tenia antes de entrar, y se las puso alrededor del cuello. Después le sujeto sus muñecas atrás de su espalda con unas esposas, puesto que, estas se soltaron cuando la silla que lo amordazaba se rompió con la caída. Luego, coloco cadenas individuales en cada tobillo y separo sus piernas. Para que se sujetaran bien, las amarro a las patas de la cama de la habitación, luego…se fue.

-          ¡Maldita sea!, debo irme de aquí – Empezó a forcear pero el resultado fue sin éxito alguno. Intento engancharse a unos cuchillos que “él” dejo ahí y luego romper las cadenas con ayuda de las patas de la cama, pero igualmente no tuvo el resultado deseado.

-          ¡Ah! – Algo de repente golpeo su cabeza y todo se puso negro, y así…perdió el conocimiento…

Norteamérica: Canadá – Toronto

Casa de los Leonhart. 4:47pm

Perfecto… ¡Maravilloso!, ¡simplemente genial! Este oficialmente era: ¡el mejor día de su vida!, ¿se preguntan porque? ¡Pues por todo! ¡Desde el momento en que se despertó supo que su día seria horrible! ¿Por qué romper la tradición de…? <> bueno…él nunca fue una persona supersticiosa, él no creía en esas estupideces, pero su hermano sí… así que felizmente podía decir que le hecho mal de ojo, pero eso no era todo…no…su día aun no acababa ¡No! A estas alturas se preguntaran ¿Qué paso? Pues bien…allí va…

Todo comenzó desde el momento que se despertó. Ese día su mamá iría de compras ya que hacia falta comida, bueno, se suponía que iría a hacer el mercado sola… ¡Pero no! Entre Sora y él, el que solía pararse temprano era él, ¿Por qué?, pues porque primero: Sora duerme como roca, literalmente…pues se mueve tanto como un desesperado en el día de San Valentín, pero a la hora de despertarlo era imposible para todo aquel ser humano normal, a excepción de él…pero tampoco se podía decir que él era muy normal, así que la teoría no se rompía.

Volviendo a lo anterior…Su madre quería que Sora la acompañara a hacer mercado, pero claro…el chico es imposible de despertar, así que su madre opto por pararlo a él para que despertara a Sora. ¡Lo despertó!, ese era su único libre, no había clase por reunión de profesores y ese mismo día lo tenia libre en el trabajo. Justo había logrado que Xigbar le diese ¡justo! Ese día libre al enterarse de que no tendría clase. ¡Y justo! Ese día su madre lo osaba despertar a las 6:30am solo para que despertase a su gemelo. ¡En su único día totalmente libre!, ya de por sí su jefe era un explotador y ni los domingos los tenia libre, más la escuela y todas sus obligaciones. Además, ¡¿Quién iba a hacer mercado a esa hora?! Ya vale…Él sabia que Sora era vago a la hora de despertar y que dormía mucho, el chico dormía como un tronco, y de no ser por la hora diría que dejara de hacer el vago y se despertara de una vez…esta vez, no era el caso.

¿Acaso esa mujer sabia lo que era dormir?, o ¿Distraerse?, o ¿Salir…tal vez con algún amigo?, pues no. Su madre era de las les dedican tiempo completo y era bueno puesto que eran de familia grande, y también porque  necesitaban de ella pero…a pesar de ser muy dulce y buena, su madre también tenia su carácter, además, estaba “eso”. No es que ella no tuviese amigos (ya lo habían comprobado un día que la siguieron…pero eso no viene al caso) es que simplemente creía que debía dedicarle tiempo a sus hijos, como toda buena madre desocupada. Además, que ella creía que la necesitaban y tenía razón.

También había un enorme problema ella era excesivamente imperativa. Hablaba mucho, le encantaba divertirse <> y les avergonzaba, también…bueno, tenia unos arranques de locura por completo. Por ejemplo: el día que Axel y Demyx <> visitaron la casa pues…como normalmente jugaron una de sus bromas a Marlu y como siempre este tomo venganza haciéndoles otra nada amigable. ¿Se preguntaran como termino todo? Simple: un desastre.

Lo Ocurrido: Como siempre ellos molestaban a Marlu por su extraño cabello de rosa, y como siempre él daba una respuesta evasiva del porque de sus cabellos (a todas estas la conversación era estúpida, puesto que el cabello de todos era extraño, extravagante e igual de interesante) y otra vez como siempre Axel <> decía que su adoración por el fuego no tenia limites y que es totalmente distinto, y que no tenia porque reprochárselo; y Demyx que picudito quedaba mejor y que no se quejase que el de él también era así Y que a las chicas les gustaba así su adorado cabello (creído -.-).

Ya harto de todo ese teatro y de saber ya de por sí que ocurriría a continuación, Squall decide intervenir y tras a continuación un buen reproche y una advertencia que dejaba bien en claro todo <<sí destruían la casa o rompían algo, los mataba>>, se marchó. Y el hecho de que se fuera fue una sentencia a muerte, para la casa.

Marluxia propuso jugar a la botellita a pesar de ser solo tres personas, y los retos no se dieron a esperar, trayendo consigo, la destrucción de la casa…haciendo caso omiso a Squall ignorando las posibles consecuencias.

El problema llego cuando uno de los retos ocurre en la cocina y se salió de control, ellos hicieron trampa y se jugaron una broma no muy inocente…y para completar el escenario su madre se fue justo después de dejar el almuerzo en la estufa, cocinándose…con algunos ingredientes afuera…Resumen: nadie comió ese día, ya que el almuerzo se volvió…un desastre.

¿Consecuencias? Sí; Squall hecho una furia por no poder comer y por el desastre, también por no escucharlo; los gemelos menores, alias: hijos de Satanás, lloriqueando a pesar de estar grandecitos; Sora impresionantemente también molesto porque hoy tocaba su comida preferida: pizza horneada en casa con fruta paopu y dulces hecho a mano (muchos, de todo tipo: tortas y marquesas, galleta, helado…) como postre, y jugo de paopu; Él igualmente hecho una furia conteniéndose de golpear a Marluxia; y su madre…con un ataque de nervios…con todo incluido…Y de estar su papá…seria peor…

En fin. En cualquier caso volviendo solo unas horas atrás, en la mañana no fue su mejor despertar. Su madre estaba impaciente, exasperada y emocionada solo por la idea de salir a comprar. Al no poder despertar a Sora uso su segunda opción: Vanitas.

Él era la solución a todos sus problemas y de no tener a Squall que también es de gran ayuda, él seria su hijo preferido, ya que, por supuesto ya estaba acostumbrada al mal humor que sus mejores hijos siempre irradiaban.

Al entrar a la habitación de Vanitas, impacientemente se poso al lado de su cama, lo empezó a mover como si de emergencia se tratase y para colmo recitaba en voz alta <<¡Vani!, ¡Vani!, ¡Vanitas despierta!, ¡Vaniii!>> una y otra vez.

Por su parte él no estaba a gusto con ello. Él era de sueño liviano a diferencia de Sora y el solo sonido de la puerta lo despertó. Por otra parte el sonido de a voz de su madre era un zumbido molesto, y para completar lo movía bruscamente mientras seguía chillando.

A no ser que se tratase de otra persona, él se hubiese alarmado, pero era su madre. Y al ser su madre, triste y lamentablemente, eso era algo perfectamente normal. Así que desistiendo la tentación de:

1-. Sacarla a patadas y cerrarle la puerta en la cara.

2-. Gritarle: ¡lárgate y déjame en paz!, mientras soltaba mil y un maldiciones.

3-. Decirle: ¿Qué pasa te estas muriendo? ¡Cálmate mujer!

Y…la del millón…

4-.Romperle la cara.

Pero era su madre…y el era un buen hijo. Así que, a regadiñez la atendió.

-          ¿Qué pasa? – Su voz sonó carrasposa como cualquiera al levantarse. Se fue incorporando lentamente mientras con el dorso de su mano derecha se frotaba el ojo. Tenía el seño fruncido e intentaba adaptarse a la luz, puesto que, muy “amablemente” su madre le “hiso el favor” de prender la luz y abrir las cortinas dando paso al sol.

-          ¿Tú que crees, genio? ¡Vamos!, ¡párate!, necesito que me ayudes a despertar a Sora – Ella se divertía a su costa, lo hacia, conocía esa mirada y sobre todo…conocía esa sonrisa burlona.

Notas finales:

Nos leemos pronto!


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