Amor.
Declaración.
El cariño, la adoración y el amor, manifestados de forma pura sin que sean directos…
¿Eso es platónico?
Quizás lo sea, pero ha sido la única forma que siempre he tenido para permanecer cerca suyo; tal vez me estuve conformando con muy poco todo este tiempo, tan solo porquesabía que no iba a obtener mas que su amistad.
¡Y yo estaba más que feliz de ello!
Estaba siempre a mi lado, y no dejaba de ser mi mejor amigo, con un amor que yo le profesaba diferente, enorme, pero en silencio. Bastaba con eso, con que solamente yo lo supiera; me conformaba con que fuera así, sin importar con quien estuviera día a día, si cuando quería encontrar verdadera compañía volvía a mí.
Aunque tuviese que aguantar celos, mordiéndome los labios hasta hacerlos sangrar, la rabia y la angustia al verlo con muchas mujeres, amigas o no. Si bien jamás estuve triste a su lado, pues siempre era capaz de sacarme una sonrisa en mis días más difíciles.
Años completos pase a su lado, desde la primera vez que me enamore de él, como se dice, fue amor a primera vista, hasta que acabe por resignar ese sentimiento tan hermoso que había nacido en mí.
Un día simplemente lo acepte, jamás seria mío. Luego de las indirectas más directas de toda mi vida, de pasar cada segundo con él, siempre a su lado… solo dije basta.
No podía forzar algo que no existía, porquemásallá de lo mucho que yo lo deseara, no sentiría lo mismo por mí.
Luego de días de enojos por celos obvios, y noches de lágrimas interminables… ¡Una tarde, él mismo se encargó de acabar con lo que quedaba de mi corazón!
Siempre lo acompañe a donde él quisiera, gustoso de estar a su lado, y ese día no había sido la excepción. Luego de dar vueltas sin rumbo, buscamos asiento y comenzamos a hablar, de cosas simples, nuestras y también cosas privadas. Yo hablaba de lo que conocía, que no era mucho, pues mi mundo en ese entonces giraba a su alrededor. Él me hablaba de amigos y amigas, de mujeres que conocía en la noche de algún baile.
Pero ese día… fue mi culpa, al hablarle de aquella noche, recordándole los hechos que habían acontecido cuando, entre todos le habíamos ayudado a cortejar a una señorita.
En verdad, recordarlo a mí, me molestaba mucho; pero era una broma recurrente entre nuestro circulo. Pero ver el rostro crispado de Hyoga, hacia que el dolor desapareciera y valiera la pena bromear con ello.
Esa noche, junto con Seiya mesclamos varias bebidas que justo fue a caer en sus manos, por lo que acabo embriagado en muy poco tiempo, y por lo cual no recordaba mucho de lo que en verdad había pasado, y por lo cual entre todos habíamos llegado al acuerdo de convencerlo de que había llegado muy lejos con aquella damita.
El chiste parecía no causarle gracias a Hyoga, quien juro y perjuró que nada había pasado con aquella chica, por lo menos antes de enojarse con todos nosotros.
Lo mismo que repitió cuando volví a tocar el tema, y tal como al día siguiente a esa noche, negó todo lo que nosotros habíamos dicho, incluso más enojado que nunca.
Quizás por eso, yo no pude seguir la broma… porque, desde allí ya no hubo más de que reírse.
Con la casualidad con la que se dice ‘llegue’ al volver a su casa, Hyoga cometió el peor error que pudo cometer… o tal vez, la mención de una verdad que debióguardarse para sí mismo.
Y yo no tuve reacción entes sus palabras. ¿Cómo iba a reaccionar a eso?
“Te vuelvo a repetir que no hice nada con ella… ese día, yo intentaba acercarme a ti”
Era todo el calor subido a mi rostro, el enojo por un lado y la vergüenza de haberme quedado completamente mudo, lo cual me delataba.
Y su rostro inexpresivo, hizo que la sonrisa que se dibujó en mis labios, fuera aúnmás delatora. Con él tan solo parado, y observándome… ¡Tan cruel!
Después de resignar todos esos años, de ocultar sentimientos en lo más profundo, y guardarlos bajo siete llaves, de tragarme dolores y celos… él confiesa que era a mí a quien había estado buscando, la misma noche en que yo lo arroje a los brazos de alguien más.
Porque el destino siempre sigue su curso. Aquella noche, y algo más repuesto de su borrachera, él se encargó de acompañar a la joven a su casa, y aunque no había pasado en verdad entre ellos, ella fue la encargada de presentarle a su amiga. Con ella si paso todo, al poco tiempo se puso de novio, y aun en menos tiempo rompió con ella… manteniendo una relación de amantes, ‘amigos con derechos’; con la cual estaba por demás cómodo, puede tener sexo y cariño cuando lo dispone, y por lo que demostraba no estaba dispuesto a cambiar eso.
Yo lo sabía, porque él mismo me lo había dicho cuando su noviazgo se dio por terminado: “No voy a buscar más a quien amar, si ha de venir… que venga”
Y no se bien a que se debieron esas palabras. Me había dicho que me amó, según lo que salió de sus labios, y jamás hizo nada para buscarme, incluso después de decirme que esperaba a alguien, y resulta que ese alguien era yo. Quizás si hubiera hablado en el momento justo, o yo no me hubiera prendido en la broma de Seiya… quizás, hoy estaría a mi lado.
Y aun no salgo de mi asombro, de mi ensimismamiento y silencio; porque a esta altura preguntar el: ¿Por qué?, sería muy estúpido de mi parte, y muy iluso también. Tal vez lo único que me quedaba, era el hecho dehablar a mi tiempo también, aunque fuera tarde, y a costa de abrir una nueva herida, pero hablar a pesar de todo… y desahogar el hecho de callar.
Quizás ahora pienso que merezco a alguien que me ame de igual forma, pero es el enojo que corre por mis venas.Quiero a alguien que esté a mi lado, por másintrínseca que sea esta.
No me servía de nada pensar en lo que hubiera hecho para cambiar los hechos de esa noche… en verdad no me sirve de nada, pues el pasado, pasado es.
Ahora me quedaba pensar en el ‘presente’ y el futuro, en cómo reaccionar de una vez por todas; sin dejar que lo que yo creía ‘destino’ siguiera su curso, y tomar las riendas de mi propia vida… ¿Esperar? Ya me había dado cuenta de que esperar no me había servido para nada.
No pienso seguir resignando.
Si no tengo su amor, o su amistad… estará bien, en verdad ya no importa. Es hora de romper los lazos de su cariño, que hasta ese momento no me había dejado madurar, ni encontrar otra clase de amor.
¡Está decidido!
Hablare con él, y aunque sea difícil, y complicado iniciar la charla, ya no estoy dispuesto a quedar callado. Estoy cansado de ahogar mis lágrimas contra la almohada, tan solo por pensar en él.
Solo quiero que sea sincero al contestarme algo, y luego de eso no habrá más cuestionamientos.
Porque si es verdad que me quiso alguna vez, o por lo menos que intento acercarse a mí, a intentar algo a mi lado… yo también quiero intentarlo.
¿O es mejor preservar nuestra amistad?… no importa la respuesta, pues en pocos minutos, y con tan pocas palabras, habremos logrado avanzar mucho luego de tantos años de silencios.
Porque cualquiera que sea esa respuesta, será definitiva, al menos para mí. Pues hará que deje de sufrir al pensar en lo que pudo ser y no fue.
¿Dime si alguna vez me has amado?