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Eterno por Akiko_y_Shizuka

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Notas del capitulo: Si pensaron que las iba a dejar sin extra, ya ven que no es asi.
Advertencia, tener pañuelos ^^

Resumen: Issa ha adoptado a Léopold Terryrs ya que sabe que nadie más podría hacerse cargo de ello. Es dos años después de tener al niño en casa, que comprende que no es enteramente la verdad, pese a que la situación del huérfano no cambia en absoluto.
EXTRA 1








Un mensaje urgente llegó a la Unidad Central del computador, anunciándose con un pitido constante difícil de ignorar. Issa acababa de llegar, luego de dejar a Léopold en la escuela y se encontró con ese mensaje justo cuando se preparaba para volver a salir.

Fue extraño, la verdad, ya que el equipo de investigación le llamaba directamente al transmisor, sin embargo pensó que se trataría de alguna excepción y accionó la grabación, mientras se apresuraba a terminar su almuerzo.

- Soy Ian, Khull - se escuchó e Issa frunció el ceño, ya que el nombre no lo conocía; eso le hizo voltear hacia la pantalla del transmisor y jadeó -; el padre de Maury. Sé que mi hijo murió hace dos años. Deseo saber la situación en la que mi nieto vive.

La grabación se detuvo, luego de que se mencionasen las coordenadas para contactar a Ian, dejando a Issa sumido en un tenso silencio. El hombre terminó por avisar que no iría al laboratorio ese día y decidió dejar en claro las cosas a ese individuo.

Issa sabía lo de los padres de Maury, por eso le pareció extraño que hubiera dejado ese tipo de mensaje, aunque la verdad hubiera preferido que no hubiera dejado ninguno. Si habían decidido desentenderse del todo de su nieto, fueran cuales fueran las excusas o las circunstancias, deberían de haber terminado por cumplir esa decisión y no aparecer ahora, cuando por fin Leo estaba más estable emocionalmente y no necesitaba otro golpe sentimental por parte de nadie.

El hombre emitió un gruñido pensando en lo mucho que Maury había lamentado no tener a sus padres con él, el día en que formalizó su unión con Seth. La verdad es que Issa no tenía detalles de la causa, pero no podía ignorar la mirada opacada del joven, al momento de enlazarse con la persona que amaba.

Issa se trasladó a las coordenadas que habían sido dejadas en su mensajería y pensó una y otra vez en lo que debía decir a esos individuos. Para nada pensaba permitir que le arrancaran a Léo de su lado; legalmente era a quien Maury le había dejado la tutela del niño y pensaba pelear con todo, para que así siguiera siendo.

Sin embargo fue sorpresivo llegar a un asilo. Issa corroboró las coordenadas y suspiró al comprender que no había error, así que bajó del transporte para dirigirse a la puerta donde una bella enfermera le guió hasta el jardín, protegido por una cápsula especial, donde se podía percibir un excedente de oxígeno.

Ahí, sentado en una banca, estaba un hombre de apariencia serena.

El pakhupra divisó a Issa. Le sonrió con esa expresión que produjo un pinchazo en el pecho al africano que apretó los labios para avanzar.

Por mucho que quisiera no darse cuenta, era igual a Maury. Podría ser casi como un espejo aunque se le notaba la edad al hombre, pero igual Maury heredó sus genes.

Issa terminó de acercarse, notando esa mirada atenta en el pakhupra, quien le estudiaba con descarado interés. El africano pareció sentir ese incómodo pinchazo en su mente, lo que le hizo fruncir el ceño, ya que sabía perfectamente lo que significaba.

- ¿Té? - susurró el pakhupra. Que voz tan suave y bondadosa tenía.

"La misma voz que rechazó a Maury por haber amado a Seth" se obligó Issa a recordar e hizo un ademán negativo, colocándose frente a ese hombre y agradeciendo que los genes de Seth ganaran en la apariencia de Léopold; " A que eso les jode, ¿verdad?" se atrevió con una sonrisa.

Ian enarcó una ceja, dejando ver que había leído eso mismo y se permitió una sonrisa más.

- No tiene que ponerse a la defensiva - dijo Ian son un suspiro -. No pretendo quitarle a Léopold - le miró significativamente -. Un viejo como yo no tiene nada qué ofrecerle.

- ¿Y por qué precisamente ahora parece cambiar de opinión a saber de su nieto? - atacó Issa, sin ningún miramiento.

- Porque estaré más tranquilo si sé que Léopold está bien. Eso limpiará mi consciencia, antes que llegue el momento de mi muerte - murmuró -. Maury se lanzó a los brazos de la muerte demasiado pronto - hizo un ademán negativo -, jamás pude aceptarlo, pese a que sabía que era su felicidad; aún ahora me creo incapaz de hacerlo - deslizó su mirada hacia el modesto edificio -. Steven le ha perdonado. Le comprende... y ahora lamenta estar a punto de hacer lo mismo que ese jovencito que nos ha robado a nuestro único hijo.

- Bien, en ese caso ya pueden estar tranquilos ambos - ironizó Issa con una media sonrisa -. Leo está muy bien.

- ¿Maury fue feliz? - musitó Ian, sin atreverse a regresar la mirada a Issa -. Su... muerte... ¿Cuantos días...? - tragó con dificultad.

Issa comprendió. Había tanto dolor ahí que se sintió alegre al haber protegido a Léopold de ello. Seguramente ambos padres estaban enfadados con Maury al lanzarse a enamorar a un hombre que estaba condenado a un a muerte prematura, especialmente por la naturaleza de los pakhupra.

No habían arreglado nada enfadándose con Maury, pero era hasta ahora que ambos lo comprendían y lamentaban.

Issa no lamentaba que Maury hubiese amado a Seth. Maury logró hacer que la felicidad de Seth fuera verdadera. Maury fue feliz con Seth y punto.

- Maury fue muy feliz - dijo Issa -. Murió el mismo día que Seth; fueron enterrados juntos y no hubo sufrimiento innecesario.

Issa parecía que hablara con frialdad, pero había tenido que superar el día que tuvo que matar a su amigo con sus propias manos, por el bien de Leo.

Por eso se sentía tan jodidamente enfadado con sus padres.

- No había otra manera de hacerlo - aceptó Ian - ¿Puedo... conocer a Léopold?

- ¿Para qué? - Issa era cruel, pero no le salía ser de otra manera.

Era duro ver ese gesto dolido en un rostro tan parecido al de Maury, sin embargo había una sabiduría en ese hombre que tranquilizó a Issa, quien le vio buscar entre sus cosas, hasta dar con un chip de información que le ofreció.

- Este es nuestro legado - dijo a Issa -. Léopold debería conservarlo, ya que es su herencia. No es necesario que sufra por la pérdida de unos abuelos que no supimos comprender a sus padres, pero sé que esta información le será útil, dada su naturaleza. Sólo pido eso. Por mucho que ames a mi nieto, necesitará de este conocimiento.

Issa tomó la memoria que el padre de Ian le estaba tendiendo.

- Se lo daré - prometió el hombre -. Al menos el resto de los pakhupras no tienen la culpa como para que Leo no les conozca.

Ian apretó un poco los labios, pero no dijo nada a eso.

- El resto de los pakhupra no tuvieron problemas para gestar a un hijo - murmuró -. Maury fue concebido muy tarde... lo suficiente como para sentir que se iba muy pronto - miró a Issa con enfado -. Cuide de Léopold, ya que tanto le ama. Steven y yo no podemos pelear por él, de todos modos. …l se muere. No le haremos pasar por eso a nuestro nieto.

- No hace falta que me diga que tengo que cuidarlo; ya lo hago - suspiró Issa. Ian trataba de darle explicaciones innecesarias; cosas que no quería saber porque le daban igual.

Podrían tener sus razones pero Issa no las respetaba. Podría parecer egoísta pero era como lo sentía.

Ian miró a ese hombre hasta que terminó por salir del lugar. Con un gesto suave se puso de pie y avanzó hasta el edificio del asilo, a la habitación donde las máquinas trabajaban, procurando mantener tranquilo a Steven, quien descansaba sobre la cama.

Ian sonrió a su esposo y se sentó en la cama, tomando la arrugada mano que descansaba sobre el pecho del hombre, subiendo y bajando suavemente.

Su amado Steven había envejecido. Era un proceso inevitable, entre los humanos; especialmente a los 80 años.

Ian sabía que no había más tiempo, pero lo había aceptado. Lo había hecho, como su hijo Maury.

No tenía caso lamentar que Maury eligiera a una pareja que moriría joven. Eso no les regresaría al pequeño. Lo mejor era colocar todas las esperanzas en Léopold, quien se había convertido en el último.

- Hey... - saludó Steven e Ian le sonrió, antes de inclinarse a besarlo - ¿Nuestro nieto está en buenas manos?

- En las mejores manos - aseguró Ian -. Ha conseguido un padre más.

- Es mejor a tener dos abuelos viejos y achacosos - rió Steven.

- Tú no eres achacoso, Steven - rió Ian y acarició esa mano con reverencia.

- Y tú no eres viejo...

- Sabes que es sólo por mi genética alienígena - reprochó Ian -. En realidad tengo tu edad...

- Eres un apuesto jovencito - rió Steven -. Si pudiera moverme de esta cama, te demostraría cuan atractivo eres.

Ian rió al coqueteo de su esposo y volvió a besarlo.

- Debemos irnos, Steven - susurró el pakhupra -. Ya es tiempo.

- Sí, sí - Steven hizo un puchero y apretó la mano de Ian -. No se te quita lo mandón, ¿sabes?

- Lo sé, Steven - admitió Ian y acercó el tablero donde las funciones de su esposo eran monitoreadas; tecleó la orden y la habitación se cerró herméticamente, iniciando el proceso que terminaría con la vida de ambos -. Tan sólo... déjate llevar por el sueño... Yo estaré a tu lado, viejo coqueto, así que hazme un espacio en esa cama.

Steven volvió a soltar una risita y dejó un hueco donde Ian se acomodó.

- Te amo, Ian.

- Sé eso, Steven - correspondió el pakhupra y se acurrucó junto a su esposo -. Y sabes que te amo también.

Ian deslizó la mirada hacia el exterior, a través del grueso cristal de la habitación. el día era hermoso, pese a que el ambiente había sido creado artificialmente.

Fue hasta que dejó de sentir la presión de la mano de Steven que Ian cerró los párpados y se acurrucó más a él.

Habían sido felices. Sólo eso importaba.

Maury se atrevió a buscar la felicidad. Era tiempo de que Ian hiciera lo mismo.

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