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Esto es más difícil de lo que parece por amudoki

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Notas del capitulo:

holaa ^^

lamento la tardanza pero...finalme llego el dia tan temido...he comenzado las clases!! TT^TT no se que tan segido voy a poder subir ya que las clases me exigen mucho tiempo 

bueno dramas aparte espero que os guste la contii~

 

Había pasado dos semana desde que Tsuna salió del hospital. Este y Kyoya apenas se veían ya que ,por la mañana, el moreno salia a trabajar mientras el castaño se quedaba cuidando de Hikari (se ha tomado un año sabático en la universidad) y al llegar la noche el mayor volvía a casa muy cansado, así que cenaba temprano y se acostaba. Al tomarse unos días libres del trabajo, al moreno, se le había amontonado el papeleo y tenía que hacer horas extras, por lo que el castaño se pasaba la mayoría de las noches en vela levantando se para alimentar a la bebé. Estaban al límite de sus fuerzas. Uno por exceso de trabajo y el otro por falta de horas de sueño. Además a eso había que incluirle que el menor notaba que el moreno le ocultaba algo (otra vez) y estaba un tanto nervioso. Sabía que era imposible que el mayor lo estuviese engañando ya que si fuese otro a lo mejor cabía la posibilidad pero siendo él, el castaño tenía la certeza de que era imposible. El ojimiel tenía varios defectos, como lo torpe que era y lo malo en matemáticas, pero sabía con seguridad cuando una persona le mentía o decía la verdad con respecto a sus sentimientos y cada vez que Kyoya le decía que lo amaba sabía que lo decía sinceramente. Así que siempre descartaba casi de inmediato la posibilidad de que lo engañase. También sabía que la mayoría, no todas, de las veces lo que tramaba terminaba en algo bueno para los dos. Como lo de las pastillas de jabón, solo que no estaba en el plan de ninguno de los dos que acabase en embarazo. Pero que al final fue bueno ya que habían tenido una bellísima hija que querían con todo su corazón. Así que no había razones para preocuparse, al menos no demasiadas, ya que si era plan del moreno que era de la misma índole que Reborn sería un plan extremista que acabaría, casi siempre, como él había planeado. Tsuna salió de repente de sus pensamientos al escuchar el llanto de un bebé. Se dirigió al origen del llanto y sacó a una bebita de pelo castaño,piel como la nieve y de no mas de dos semanas de edad.

-¿Qué te ocurre Hikari?-Preguntaba el castaño como esperando una respuesta de la infante.-¿Tienes el pañal mojado o tienes hambre?-Seguía preguntado le.-¡Oh! Ya veo...Ya es la hora.-Decía mientras sonreía y envolvía a la niña en una manta mientras se dirigía al recibidor.

Desde que Tsuna había vuelto a casa con la bebita se había dado cuenta de que normalmente comenzaba a llorar sin explicación alguna al rededor de la hora en la que llegaba Kyoya. No sabía exactamente que pasaba pero tenía la corazonada de que la niña había heredado la súper intuición de su “madre” y su ex-tutor le decía que era probable. Por esa razón se encontraban frente a la puerta de entrada. Dos minutos después de estar esperando frente a la puerta el castaño la abrió dejando ver tras abrir la a un moreno vestido con un traje negro junto con una camisa morada y un pajarito sobre la cabeza. Este se encontraba con cara de asombro y la mano sobre el timbre que nunca llegó ha hacer sonar.

-¡Bienvenido!-Decía el ojimiel mientras sonreía cálidamente.

-¿Eh? ¿Como...?-El moreno iba a preguntar como había echo para abrir la puerta antes de que llamara pero mejor prefirió preguntarle cuando estuviese más cómodo.-Estoy de vuelta.-Dijo finalmente mientras depositaba un beso el la comisura de los labios de su pareja y otro en la frente de su hija.

El menor le volvió a sonreír y enseguida se dio la vuelta y se adentró en la casa. El mayor lo siguió al interior de la casa pero este, en vez de dirigirse al dormitorio de la bebe (que se había vuelto a dormir) se dirigió a su habitación para cambiarse. Salió ya cambiado y fue al salón solo para ver que no había nadie. A continuación pensó que estaría en el cuarto de Hikari. pero tampoco estaba allí. Por último se dirigió a la cocina y allí, por fin, encontró a Tsuna cocinado. Levaba un delantal de un color naranja claro sobre una camiseta de manga larga blanca y unos pantalones azules. Se veía adorable con el delantal que, por cierto, tenía unos lindos volantes al todo al rededor y se ataba por detrás a la altura de la cintura haciendo que se marcara. Kyoya al ver esa cinturita estrecha se le esfumó totalmente el cansancio convirtiendo lo en una maquina sexual. Se acercó sigilosamente a su presa por la espalda para poder atraparlo sin que tuviese tiempo a reaccionar. Pero el ojimiel sintió una presencia...¿Cómo definirlo...Sexualmente excitada? Y se volteó rápidamente, pero ya era demasiado tarde. El moreno ya estaba demasiado cerca y atrapó al menor por la cintura dejando lo sin posibilidades de escape. Este se revolvió levemente para soltarse del agarre pero rápidamente dejó de oponer resistencia al sentir los labios del mayor sobre los suyos. Se dejo llevar por el beso, que era dulce pero a la vez demandante. Kyoya metió las manos por los lados del delantal hasta llegar al pecho del castaño y sin romper el beso comenzó a frotar sus pezones con las yemas de los dedos sobre la ropa.

-Mnn...Kyoya...-Decía con un leve gemido el ojimiel que había apoyado la cabeza al el hombro del moreno, provocando le un estremecimiento al notar el cálido aliento sobre la piel de su cuello.

-Tsuna....-Llamó el moreno sensualmente mientras bajaba una de sus manos hasta la entrepierna del menor.-¿Eh? ¿No te huele a quemado?-Preguntaba a la vez que detenía sus acciones en seco.

-¿Quemado?-Decía confundido. Olisqueó el aire como si de un sabueso se tratase y de repente abrió sus ojos como platos.-¡SE QUEMA LA TORTILLA!-Exclamaba a la vez que se soltaba de los dulces brazos que los apresaban y se dirigía a la sartén donde se podía ver una masa negra de la que salía humo negro.-¡Mierda! ¡Se quemó!-Decía mientras hacía un puchero y fulminaba con la mirada al moreno.

-Esto...Tsuna yo...-El mayor intentó disculpar se pero fue nuevamente fulminado por la mirada del menor, lo que le indicó que si decía algo más no viviría para contarlo o al menos pasaría mucho tiempo hasta que el castaño le volviese a dejar hacerse lo (sexo).

Por que el castaño era la cosa mas buena y dulce que había sobre la Tierra. Siempre que estuviese de buen humor, que era la mayoría del tiempo, o no estuviese enfadado con alguien. Ya que si era lo segundo ten por seguro que esa persona conseguiría un trauma por las experiencias que le haría pasar el dulce ojimiel. Para hacer enfadar al menor solo había dos formas, que eran: O bien, lastimar/intimidar/amenazar a alguien de su “Familia” o meterse con su cocina. El castaño se tomaba muy en serio la cocina y en general los deberes de la casa y cualquiera que osara interponerse con sus labores lo pagaría caro (nadie sabía exactamente porqué). Y el mayor había osado entretenerlo cuando estaba cocinando y además había hecho que se le quemara la comida...El moreno lamentaría el momento en el que entro en la cocina.

-¡¡¡¡¡¡¡SAL DE AQUÍ EN ESTE MISMÍSIMO MOMENTO O NO VUELVO A DEJARTE HACERME LO EN LA VIDA!!!!!!-Gritaba a la vez que su dedo índice señalaba la puerta indicando le salir.

Kyoya se puso pálido, aun más de lo normal, después recupero su tono habitual y por último suspiró mientras salía por la puerta de la cocina. Pocas eran las veces en las que el moreno hacía caso de las órdenes de alguien pero la amenaza de una vida entera junto al menor en la que no había absolutamente nada de sexo, era la peor que la pena de muerte. Por que, debía admitirlo, Pecaba de lujuria cada vez que veía al lindo castaño. Ni el mismo sabía como no se pasaba el día metido en casa, reteniendo al ojimiel en la cama, mientras le daba bien duro. Tsuna lo traía loco desde hacía ya bastantes años. Y lo seguiría trayendo en el futuro ya que el maldito condenado se hacía más y más hermoso con los años. ¡Maldita fuera su suerte por no ser el único que viese al castaño! Por que notaba que cada vez que salía a la calle la gente se comía con los ojos al menor (Y a él, aun que este no lo notase) y también notaba las miradas lujuriosas que le enviaba más de un sujeto. Estos, a su vez, también se daban cuenta de la mirada asesina que les mandaba el moreno cada vez que alguien osaba poner sus ojos en el castaño. Volviendo al tema principal. Él admitía pecar de lujurioso, pero ¿Quien no lo haría al ver ese hermoso, frágil y violable cuerpo? Que si se juntaba con su cara de bebe, su tierna sonrisa y sus grandes ojos lo hacía ver como si tuviese un cartel colgado en el cuello en el que dijese “violame”, junto con una flechita que apuntase a su trasero. Ahora decid me sinceramente ¿A cuantos de vosotros no se os pasaría por la cabeza hacer lo?

El hilo de pensamientos le llevó a Kyoya a recordar la primera vez que lo hicieron. Recordó que era una noche de septiembre y que se encontró a un lindo conejito bagando por la escuela a altas horas de la noche y, como cualquier lobo hubiera hecho en su lugar (después de hacer lo mataría a la persona que le hubiese puesto las manos encima al conejito) se lo “comió” con gusto. El recordar eso le provocó una erección así que se dirigió al baño a encargarse de ese “problemilla”. Salió de la sala y se dirigió al baño para desfogarse ya que, con lo que había pasado, pasarían unos cuantos días hasta que el castaño le volviese a dar permiso para tocar lo. Pero justo cuando se dio la vuelta para salir unos manos lo detuvieron. Se giró completamente para ver a su opresor y encontrarse con Tsuna agarrando lo del brazo.

-¿Tsuna?-Preguntaba un tanto confundido por la reciente acción del menor.-¿No estabas enfadado conmigo?-Preguntó al ver que el ojimiel se aferraba más a su brazo.

-Hmp...-Giro la cabeza para mirar a otro lado. Acto seguido fue empujando levemente al mayar hasta sentarlo en un sillón. El menor se arrodilló en el suelo y se colocó entre sus piernas mientras desabrochaba el pantalón.-Dije que tu no podías hacerme lo...pero nunca dije que yo no podía hacerte lo a ti...-Susurró bajito como para si mismo pero fue oído a la perfección por Kyoya, a lo que sonrió.

Sin nada más que decirse el menor sacó el miembro erecto del mayor y comenzó a masturbarlo suavemente, de arriba a abajo y viceversa, con un ritmo tan lento que desesperaba al mayor que, agarró la mano del castaño y le hizo acelerar el ritmo. Momentos después comenzó a salir el pre-semen por lo que Tsuna acercó su lengua y lo recogió degustando lo en su boca. El mayor al notar el roce ligeramente áspero y caliente de la lengua del menor, se estremeció y soltó un leve gemido. El ojimiel sonrió al haber logrado su propósito pero, sin estar aun satisfecho, metió el miembro caliente y palpitante en su boca engullendo lo. El moreno, ahora si, gimió en todo el sentido de la palabra al sentir la húmeda y cálida boca de su pareja al rededor de su pene. Sin ya aguantarse más agarró la cabeza del castaño y comenzó a moverla sacando y metiendo su miembro de la boca de este. Poco después soltó la cabellera castaña y movió sus caderas para penetrar la boca del menor entre sus piernas. Minutos después se corrió en la boca de este dando un fuerte gemido. El ojimiel se levantó del suelo a la vez que tragaba el semen de su pareja y limpiaba un hilito de liquido blanquecino que se escapaba de su boca. Este miró fijamente al moreno unos minutos como examinando lo y tas unos segundos suspiró.

-Como castigo vas a tener que rehacer la cena tú solo y además vas a limpiar los platos durante una semana.-Le dio un golpecito en la cabeza al moreno y a continuación se adentro en los cuartos.

Por su parte el mayor se encontraba un tanto confundido por lo que acababa de pasar pero, tras unas milésimas de segundo confundido, sonrió al comprender que lo había perdonado (milagro) y que no lo castigaría sin sexo. Preparó la cena con tranquilidad y cenaron con la misma. Se quedaron levantados un poco mas ya que se les había hecho tarde y faltaba poco para que fuese la hora de comer de Hikari. Treinta minutos después la bebita se despertó a la hora exacta, como si fuese un reloj. Tsuna la alimento y la volvió a dormir mientras el menor hacia eso el mayor solo los miraba embelesado. Un poquito más tarde que eso se iban a acostar cuando Kyoya detuvo al menor antes de que cerrase sus ojos para dormir.

-Tsuna.-Lo llamó el moreno llamando su atención.

-Dime.-Dijo somnoliento.

-Mañana no quedes con nadie más. Manté todo el día desocupado.-Dijo firmemente el moreno dando a entender que no podía negarse.

-Esta bien. Pero...¿Por qué?-Pregunto algo más despierto por la reciente conversación.

-Es un secreto pero tienes que venir mañana a las 7 p.m a mi oficina ¿De acuerdo?-Lo miró con una cara seria, como diciendo “o vienes por tu propio pie o te llevo a la fuerza.

El menor solo asintió al ver tremenda cara de seriedad. ¿Por qué quería Kyoya que dejara todo el día libre? ¿Y por qué tanto secretismo?

Eso lo descubriría al día siguiente...

 

 

 

CONTINUARA...

Notas finales:

bueno eso es todo~ ¿que sera lo que quiere kyoya? y ¿Por que tsu-chan no puede quedar con nadie ese dia? ¿Que tiene de especial?

Todo eso y mas en la contii~ (que no se si sera el ultimo o el penultimo cap)

Pido que las lindisimas personas que me dejan reviws lo sigan haciendo y si alguien mas me quiere dejar reviews mejor!!! ^O^

Por cierto tengo en mente un nuevo fic sobre esta lindisima pareja que nos encanta a tod@s!! Asi que en cuanto termine el primer cap (y mi beta le de el visto bueno) lo subireee

eso es todo! besitos >3<


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