Naruto Namikaze era sin duda el chico más afortunado que podrías ver, envidiar y admirar, buenas calificaciones, bueno en deportes, tenía una familia amorosa, un buen padre y gran empresario, una amorosa madre e idol y objeto de admiración de cada joven de su país, un hermano mayor que además de ser su mejor amigo era el pintor más conocido del momento, si una familia envidiable. Agregando a esta perfección estaba su mejor amiga Sakura Haruno en quien podía confiar incondicionalmente y su novia Hinata Hyuga la chica más dulce y amable además de ser extremadamente popular y estar locamente enamorada del rubio. Si definitivamente todo era dicha en su vida o debería serlo, sin embargo había un pequeñísimo problema él no era feliz con todo esto, y ¿por qué?, muy simple sentía que todo era falso, sentía que su novia no lo amaba como ella decía, que su amiga no era tan confiable, y principalmente tenia la seguridad de que el no amaba a su pelinegra, pero tenía que seguir con ella por las apariencias ya que todo el mundo creía que eran la pareja perfecta, y que se amaban incondicionalmente. Pero el sabia que todo era falso, que hacer por acabar toda aquella farsa.
-Naruto me estas escuchando, ¿qué tienes amigo?- pregunto un preocupado Shikamaru Nara
-Nada es solo que estaba pensando- respondió restándole importancia
-Todavía te sientes mal porque el Uchiha volvió a estar en primer lugar en los exámenes y tú quedaste en segundo como siempre en todo lo que hagan- pregunto un insensible Shino Aburame
-Tú como siempre un insensible, no puedes tener tacto Shino- contesto un despreocupado Kiba Inuzaka.
-No es eso, no sé ni de quien me hablan, lo que pasa es que note un poco rara a Hinata y Sakura me está evitando, no sé qué les pasa a esas dos llevan así por meses- dijo con un suspiro de cansancio el rubio
-mmm Naruto no se si debería decírtelo pero acabo de ver… yo…- dijo una rubia con cara de culpabilidad Ino Yamanaka
-Oh, hola Ino, no te había visto, que querías decirme, que tienes luces preocupada- le respondió el rubio al regresarla a ver
-Bueno te lo voy a decir y listo, tu sabrás que haces con ello, vi a Sakura y a Hinata entrando en uno de los cuartos Vip del bar, y si tú me entiendes no es un lugar al cual van dos chicas solas, además ya ha pasado varias veces, como desde hace unos dos meses tal vez, no sé- dicho esto se dio media vuelta y se fue con sus amigas a seguir bailando.
-Soy solo yo, o ella quiso decir algo mas con lo de que dos chicas no van solas a esos cuartos- pregunto Shino a sus amigos
-Bueno ciertamente es raro, pero no creo que haya realmente un doble sentido aunque me incomoda que tú también lo sintieras- dijo más preocupado que conciliador Shikamaru
-que lo dicen porque en esas habitaciones hay camas y normalmente va allí las parejas, saben he oído que a veces hay parejas homosexuales- dijo sin entender lo que decía Kiba
Naruto no espero a mas comentarios se levanto y se dirigió a los cuartos Vip, sus amigos lo siguieron sin decir nada, estaban preocupados de que sucediera lo peor, mientras su amigo abría la puerta de los cuartos Vip cada vez más nervioso e irritado, interrumpiendo a las parejas que allí se encontraban recibiendo insultos. Cuando abrió la penúltima puerta de aquel lugar encontró a una pelirosa y una pelinegra besándose mientras la una le quitaba la blusa, la otra le quitaba la falda, cuando lo vio no supo cómo reaccionar. Su mejor amiga se estaba besando con su novia, si sabía que algo no iba bien con su relación y que su querida amiga no era tan confiable, pero jamás se imagino que sucedería algo como aquello, no una traición de semejante calaña. Suspiro intento reprimir su odio, y ganas de gritarles, era la oportunidad perfecta para terminar con Hinata y seria limpio y rápido, no volvería a cruzar palabra con alguna de ellas y listo se alejaría de esas maliciosas personas. Aunque el sabia que tenia la mayor parte de la culpa por esta situación, había arrojado prácticamente a Hinata a los brazos de Sakura y el la conocía sabía que estaba enamorada de la pelinegra, pero eso no quitaba que le doliera y lastimara la traición de aquellas dos, si hubieran hablado con el respecto a su situación las cosas terminaría de otra manera, pero no fue así decidieron apuñalarlo por la espalda y ya todo estaba perdido.
-Hinata Hyuga- la llamo para que le prestara atención con voz firme y clara, en ese momento la pelinegra se percato de su presencia y se alejo de la otra lo miro con cara de terror -hemos terminado, no quiero volverte a ver en lo que me resta de vida, en cuanto a ti Sakura espero no me vuelvas a hablar si sabes lo que te conviene, jamás te perdonare por esto, no a ti, a quien creí mi amiga incondicional- su voz destilaba odio, suspiro se tranquilizo –espero puedan hacer su vida en algún lugar donde yo no las puedo ver, no quiero ni saber de su existencia, nunca se me acerquen y continúen con sus vidas como si yo no existiera eso es todo- cerró la puerta con mucha fuerza y salió dejando a un par de chicas aterrorizadas por la expresión asesina que tenía su rostro.
Se detuvo en mitad de un callejón al percatarse que el molesto zumbido en sus oídos eran sus amigos tratando de confortarlo, no entendía nada de lo que ellos le decían y no le interesaba en esos momentos no quería un amigo, no después de que su mejor amiga lo traicionara con su novia, lo que le deseaba casi con desesperación era estar solo.
-Déjenme solo- fue lo único que dijo dejándolos atrás, sus amigos entendieron que el realmente necesitaba estar solo, y así lo dejaron, vagó sin rumbo fijo durante horas, ya al anochecer termino en la puerta de un antro un poco oculto de la vista al cual entro sin importarle nada en el mundo, se sentía lastimado y vacio, se sentía quebrantado, se sentó en la barra -una botella de Whisky y otra de Vodka por favor- dijo con la voz ronca de tanto llorar, sus ojos aun derramaban lagrimas silenciosas, que se deslizaban por sus mejillas, tomo mucho alcohol, más de lo que debió, con el paso de las horas las dos botellas se convirtieron en docenas, ya no podía ni consigo mismo, le pago al bartender y se sentó en una de las mesas con la mirada perdida.
-Estas solo, quieres jugar conmigo, pareces deprimido, tu novia te dejo, vamos te consolare- le dijo alguien que era sumamente hermoso de cabellos negros y una sonrisa picara, lo miro, tratando de saber a quién le recordaba pero no podía, no reconocería ni a su propia madre en ese estado de embriaguez, solo asintió y se dejo llevar, tubo las relaciones sexuales mas alocadas y excitantes que jamás imagino tener, su pareja le dijo una y otra vez que lo amaba, el no entendía nada y como un tonto borracho le dijo al oído, -si te gusto tanto, porque no sales conmigo, por mi no hay problema, es mas con una belleza como tú quien no lo querría, sal conmigo- dicho esto se corrieron juntos y el rubio borracho se durmió abrazando a su pareja sin saber en realidad quien era.
Continuara....