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¡¿Me QUE?! por Arkady Nekozukii

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¡¿ME QUE?!

Episodio 2: Belleza ojiazul. La frustración de Duo-kun.



- Que debilucho.

- Hee-kun, se amable.

*gruñido*

- Bueno, en realidad Duo siempre ha sido fácilmente impresionable.

- Yo pienso que la reacción fue linda.

- Madre, usted pensó que el que una mujer muriera aplastada por una limpiadora de calle fue 'lindo'.

- Solo dije que fue una fortuna que la pobre viejecita muriera limpia.

*suspiro*

- Ay Kaori, se ve que con los años no has cambiado nada

*silencio*

- Yo opino que le echemos un vaso de agua en la cara y ya.

- Hee-kun...

- O bien le podemos dar una bofetada.

- No creo que eso le agrade a Duo.

- Pues sería su culpa, ya perdimos veinte minutos que deberíamos de usar en desempacar en vez de ver a un debilucho dormido.

- ¿Me dirás que no disfrutaste la vista?

*silencio*

- ¡Ja! ¡Lo sabía!

- ¿No puedo regresar a la casa? Aún falta mucho por desempacar, Madre.

- Hee-kun, debes de conocer a tu prometido.

- Ya lo vi, ya lo conozco. ¿Puedo irme?

- ¿Eso significa que si te casarás?

*silencio*

- Creo que esta despertando.

Duo abrió los ojos lentamente, sintiendo como le palpitaba el cerebro. Se sentó con esfuerzos en el sillón en el que estaba acostado.

- ¿Papá? – musito algo ronco. – Urgh, ¿que pasó?

- Te desmayaste cuando Kaori te dijo que ella y su hijo eran nuestros vecinos. – le recordó Chris tendiéndole un vaso de agua.

El muchacho volteo a ver a su padre y suspiro al ver a Kaori.

- Creí que era una pesadilla – gruño antes de tomar el agua. Fue entonces que noto al otro muchacho.

El joven frente a Duo era un poco más alto que él, tenía la piel ligeramente bronceada, cabello rebelde y ojos azul cobalto.

"Sus ojos son muy bonitos" admiro Duo.

- ¿Y tú quien eres? – pregunto frunciendo el ceño – No, espera, no me digas. Tu eres mi mentado prometido, ¿cierto?

- Tu inteligencia me sorprende – dijo fríamente el muchacho.

- Dame un descanso, ¿quieres? Prácticamente acabo de despertar.

Heero se encogió de hombros.

- Ese no es mi problema.

Kaori rió escandalosamente.

- Que bueno ver que se llevan tan bien. – declaro alegremente.

- ......

- ......

- Hee-kun, lleva a tu prometido a casa para que te ayude a desempacar, yo me quedare a platicar con Chris un rato, hace tiempo que no nos veíamos.

- ¿Disculpe? – se indigno Duo al ver que la mujer ya lo estaba corriendo de su propia casa.

- Si, Madre. – fue todo lo que contestó Heero.

El ojiazul tomo de la muñeca a Duo y comenzó a jalonearlo para que se parara. El trenzado se zafo del agarre y lo miro con molestia, levantándose por su cuenta. Heero se encogió de hombros y emprendió la retirada, dejando que el otro chico lo siguiera. Con un bufido, el trenzado lo siguió con tanta dignidad como le era posible con lagañas y baba seca en su rostro.

=^-^=^-^=^-^=

- Tu mamá es rara – comento Duo al salir del baño y secarse el rostro con una toalla. Ciertamente fue vergonzoso que su supuesto prometido le señalará el estado de su cara tan indiferentemente, pero Duo supuso que al menos le dijo y no lo dejo pasar humillación pública mas adelante.

- Yo creo que tu Padre es mas raro – replico tranquilamente el ojiazul – Madre siempre ha sido extraña, pero tu Padre parece normal. No comprendo porque hizo semejante pacto.

Duo frunció el ceño.

- Ni me recuerdes – farfullo con molestia. – No se en que pensaban. – fue entonces que miro con curiosidad a su acompañante – Luces bastante tranquilo, por lo que nos dijo tu mamá pensé que estarías... pues no se, homicida.

Heero se encogió de hombros.

- Ya no le doy tanta importancia – explico, comenzando a sacar cosas de unas cajas. Algo ausentemente, Duo también empezó a desempacar. - Estoy seguro que esta es solo una de las etapas de mi madre... tarde o temprano desistirá, así es que no le doy mucha importancia.

La ceja de Duo tembló al oír la odiada frase.

- Ese tarde o temprano esta pero si bien tarde. – farfullo con sarcasmo el joven trenzado – ¿Sabes que hicieron esa estúpida promesa hace casi 16 años? Además, mi papá es muy serio y lo que dice, lo cumple. – agrega, finalmente desesperado.

Heero se volvió a encoger de hombros desinteresadamente. Duo lanzo un bufido frustrado. Ese gesto del ojiazul comenzaba a sacarlo de quicio. Además no entendía como Heero no compartía su angustia. El muchacho actuaba como si el que tus padres decidieran su futuro apenas y nacieran fuera algo de todos los días.

El trenzado se abstuvo de lanzar otro bufido y se concentro en seguir desempacando. Fue entonces que el otro muchacho se decidió a hablar.

- Te molestarás más al saber a que escuela me ha inscrito esta mañana tu Padre.

Congelándose completamente, Duo volteo a ver a Heero con los ojos muy abiertos.

- ¿Bromeas, cierto? – pregunto con un hilillo de voz.

Heero se encogió de hombros.

- ¡Argh! ¡Deja de hacer eso y habla!

Heero rodó los ojos.

- Me inscribió a la misma preparatoria a la que asistes tú. Pero no te preocupes, no estaremos en el mismo salón, de eso me encargue ya. – informo, sus ojos brillando con satisfacción – Sospecho que nuestros padres tratarán de obligarnos a convivir lo suficiente como para tener que vernos también en la escuela.

- Ya veo – hablo Duo apreciativamente. - ¿Pero como lo hiciste? – pregunto con curiosidad.

- Me infiltre en la computadora de la escuela. – confeso el otro chico, su mirada declarando claramente que si le decía eso a alguien sufriría una muerte lenta y dolorosa.

- Ergh... – murmuro el muchacho – Ok.

Heero suspiro.

- Mira, yo tampoco estoy de acuerdo con esta tontería, pero como ya dije esta fase pasará. Y si no pasa, en realidad no pueden obligarnos a nada. En cuanto cumplamos la mayoría de edad seremos independientes. Hasta entonces tendremos que soportarnos.

- Gee, que linda manera de conversar las cosas – soltó con sarcasmo el trenzado – Pero tienes razón, solo espero que esto de verdad sea una fase.

Para irritación de Duo, Heero solo se encogió de hombros.

¬¬* ¬¬* ¬¬*

- ¿Y que tal te fue hijo? – pregunto Chris esa noche. Unos momentos antes Duo se había enterado de que su padre había pedido el día libre en su trabajo para ayudar a Kaori a sacar las cosas de las cajas. Los muebles habían sido llevados en la tarde por los señores de la mudanza, pero en las cajas la mujer guardaba muchísimas cosas. La mayoría eran chucherías inservibles, pero Kaori las quería conservar. - ¿Heero y tú tienen algo en común?

Duo rodó los ojos.

"Que amable en preguntar" pensó sarcásticamente el adolescente.

- Si, ambos pensamos que nuestros padres están locos – contesto por fin.

- ¿Algo mas? – cuestiono sin inmutarse Chris.

Su hijo suspiro. Ahora sabía lo que sentía su padre cada que él hacia algo malo y no se arrepentía de ello en lo absoluto, pese a ser obvio que era malo.

- Unos grupos de rock, pensamos que están locos, la computadora, pero a él le interesan más los softwares y mi interés es el hardware, así que no cuenta mucho, ambos pensamos que están locos. Mmm, como dos programas de tele, pensamos que están locos. Y pues... creo que nada mas – declaro el muchacho. – Oh, y, por supuesto, pensamos que están locos.

- Si, ya lo has mencionado – asintió Chris.

Duo ahogo un grito frustrado.

- Papá, no puedo creer que en realidad estén haciendo esto. Creí que tú eras el que tenía sentido común en esta casa.

- ¿Mencione que estas castigado por dos semanas? – hablo en un tono conversacional su padre – A menos de que salgas con tu prometido y eso si Kaori lo acepta.

Duo lanzo las manos al aire en un gesto exasperado.

- Me rindo – mascullo, dando media vuelta y subiendo a su habitación.

En la cocina, los labios de Chris se curvaron en una divertida sonrisa. Eso es venganza paternal...

=) =) =)

A la mañana siguiente cuando Duo bajo las escaleras le esperaba una gran, gran sorpresa.

- ¡GYAAA! – exclamo el trenzado al ver a una persona al pie de la escalera.

Heero rodó los ojos.

- Tonto – murmuro por lo bajo – Apresúrate que ya vamos algo tarde. – dijo en un tono mas normal. Seco y frío, pero eso era normal en el ojiazul.

Duo se le quedo viendo con la boca muy abierta.

- ¡¿Qué demonios haces aquí?! – exclamo señalándolo acusadoramente con su dedo índice.

- Ya que vamos a la misma escuela, nuestros padres decidieron que fuéramos juntos. – explico Heero.

- ¡¿Ah?! ¡¿No les basta con lo que ya han hecho?!

- No te quejes conmigo, ni que yo tuviera la culpa.

- ¡Estas siendo demasiado pasivo! – replico Duo - ¡Así que si tienes algo de culpa!

- Como si gritar y gemir hicieran tanto bien – susurro el otro chico. – No importa, solo apresúrate.

Como era de esperarse, a Duo no le agrado para nada el tono de su prometido y comenzaron a discutir acaloradamente. Pero pronto apareció Chris para señalarles calmadamente que ya faltaba muy poco para que entraran a clases. Duo descubrió que, afortunadamente para ambos, Heero tenía carro y se lo iba a llevar a la escuela.

- Es muy raro que tengas carro – comento Duo cuando ya se encaminaban a la escuela, su molestia olvidada – La mayoría de los chicos de nuestra edad no poseen uno. Algunos ni siquiera saben manejar.

Heero se encogió de hombros desinteresadamente.

- A decir verdad yo no salgo mucho, pero Madre insistió en que aprendiera a manejar a los doce años.

- ¿Doce? – se sorprendió el trenzado. – Tu mamá es única, sabes.- comento con una hermosa sonrisa mientras pensaba en el carácter de la mujer.

- Claro – casi sonrió el ojiazul. – Pero he de admitir que cuando me convenció para aprender tenía un punto valido: argumento que si algo llegaba a sucederle era mas rápido que yo la llevará a llamar a una ambulancia – recordó – Pero en realidad ya a los trece le servía de chofer.

Duo soltó una carcajada.

- Sip, tu mami es única.

Esta vez Heero sonrió sinceramente.

Ambos siguieron platicando hasta que llegaron a la escuela en donde tuvieron que separarse pese a que aun no había sonado la campana, más que nada porque el ojiazul debía de arreglar unos asuntos con la directora primero. Pasando por debajo de las escaleras Duo se encontró con Hilde.

- Buenos días, dormilón – saludo la chica – ¿Emocionado por mañana?

- ¿Eh? – murmuro sin idea alguna de lo que hablaba su amiga.

Hilde coloco ambas manos en su cadera.

- Honestamente Duo, eres un despistado.

- ¿Qué pasará mañana? – pregunto el trenzado, frunciendo el ceño.

- Pues que el periódico escolar saldrá mañana – recordó Hilde.

- ¿Y eso que?

- ¡Ugh! Publicarán un nuevo poema de tu admiradora secreta – agrego al ver que su amigo aun no entendía.

Duo rodó los ojos.

- Ni siquiera sabemos si esos poemas son para mí y ya toda la escuela lo asume.

- Hello, ¿hay alguien ahí? – rió su amiga mientras le daba golpecitos a su cabeza - ¿Qué otro chico con trenza y ojos violetas ves por aquí?

- Púrpura – corrigió él.

- Todos saben que los poemas son para ti. Lo malo es que nadie sabe de quien son. – Hilde hizo un puchero – Ya he hablado con el editor del periódico, pero se niega a revelarme la identidad de tu admiradora. Dice que hay que respetar los deseos del autor en permanecer de incógnito. ¡Bah! La chica es romántica, pero ya quiero saber quien demonios es.

- Me da igual – se encogió de hombros el trenzado y al notar su propia acción soltó un bufido irritado – Mira, ya me tengo que ir o si no si llegaré tarde. Nos vemos en el almuerzo. ¡Bye!

- Ok. ¡Bye!

^-^ ^-^ ^-^

Apenas salio de su salón al receso entre clases, Duo se topo con Heero.

- Oh. ¿Me esperabas?

Heero se encogió de hombros. Duo simplemente rodó los ojos.

- De veritas eres bien comunicativo – murmuro sarcásticamente, pero luego siguió caminando, con Heero tras él. – Yo voy a la cafetería a almorzar y a ver a unos amigos, ¿quieres venir?

- Supongo.

- Genial.

Al llegar decidieron que Duo iría a separar una mesa mientras Heero compraba las cosas para comer. El trenzado separo una mesa lo suficientemente grande para que todos cupieran y se sentó a esperar a que Heero regresará o a que alguno de sus amigos llegará. Comenzó a pensar en que les iba a decir a sus amigos sobre su 'prometido' cuando apareció Relena, que, sin siquiera pedir permiso, se sentó a un lado de Duo.

"Genial, que este día se vuelva aun peor." pensó oscuramente el joven.

- Hola Duito. – saludo alegremente la rubia. - ¿Cómo has estado?

- Estaba bien hasta que llegaste – fue la cortante respuesta.

Relena soltó una risita.

- Ay Duito, tan gracioso como siempre.

- No fue una broma. – mascullo él, solo para ser ignorado.

- No encontré ese pudín de chocolate que querías – los interrumpió una fría voz, haciendo que ambos voltearan en su dirección. – Te traje esta tarta. – dijo, poniendo dicho postre frente a Duo – La señora que estaba sirviendo dijo que te gustaba también – el tono de Heero dejaba en claro que se le hacía raro que la encargada supiera los gustos de su prometido.

- Pues si. Gracias Heero. – contesto, ignorando el tono inquisitivo del ojiazul. Volteándose para mandar a volar a la tonta rubia, Duo se quedo sorprendido al ver que Relena tenía la vista clavada en el chico a su lado y casi babeaba.

- ¿Relena? – llamo con curiosidad. - ¿Te sientes bien?

- ¿Eh? – musito la muchacha. – Ah, si. – finalmente la chica salió de su ensoñación. – Ejem, pues como te decía Duito, lamento mucho tener que romper nuestra relación, pero es hora de que expandamos nuestros horizontes. – el trenzado abrió enormemente los ojos – No, no intentes detenerme – prosiguió la rubia con gestos dramáticos, posando ambas manos sobre su pecho – Se que te he herido profundamente, pero créeme que es por tu bien. Espero que tu corazón pueda amar nuevamente – levantándose del asiento la chica deposito un beso en la mejilla de Duo con familiaridad. Duo estaba en un shock tan profundo que ni siquiera intento detenerla. – Chao Duo. – volteando a ver a Heero coquetamente la chica le lanzo un beso y se retiro contoneándose exageradamente. El ojiazul se abstuvo de rodar los ojos.

- ¿Eran novios? – pregunto Heero un tanto extrañado. – Creí que eras gay.

Duo se volvió rápidamente hacia él con los ojos muy abiertos, saliendo de ese shock solo para entrar a otro.

- ¿Yo, novio de esa maniática? ¡Que la boca se te haga chicharrón! – dijo, persignándose mientras un escalofrió lo recorrió. – Antes me meto a un convento.

- Monasterio – corrigió Heero.

- Será el sereno, pero prefiero casi cualquier cosa, énfasis en *cosa*, que a Relena. – Duo frunció el ceño – Aparentemente ya se le paso esa enfermiza obsesión que tenía conmigo. – el trenzado sonrió – Al menos algo bueno me tenía que pasar. Si bien dicen que Dios aprieta pero no ahorca. – fue entonces que Duo vio a sus amigos entrar a la cafetería - ¡Eh! ¡Gente, por acá! – grito agitando un brazo e ignorando la mirada que le mandaba Heero por ser tan escandaloso.

- Vimos que Relena salía luciendo algo ofuscada – fue lo primero que dijo Hilde, muy interesada en saber la razón del comportamiento de la rubia. - ¿Sucedió algo?

- Na, lo que pasa es que ya se olvido de mi – explico su amigo – Acaba de 'cortar' conmigo hace unos momentos.

- Gee, eso si que es raro. Creí que seguiría afirmando que tendrían hijos aun cuando ya estuvieran setentones y en un asilo de ancianos.

Quatre escuchaba a sus amigos platicar de la rubia cuando noto a Heero y lo vio con inocente curiosidad. Le sonrió ligeramente antes de volverse hacia Duo.

- ¿Quién es tu amigo, Duo? – pregunto inquisitivamente.

El trenzado apenas y había abierto la boca para responder, cuando Heero pasó un brazo detrás de sus hombros en un abrazo flojo, sorprendiendo al muchacho. Pese a lo inocente de la acción, Duo no pudo dejar de sentir cierto toque posesivo en el gesto – que de por si era extraño porque apenas y conocía al chico. Mas todo esto fue olvidado en el momento que Heero hablo.

- Mi nombre es Heero Yuy. – se presento el ojiazul al escuchar al rubio – Soy el prometido de Duo-kun. Es un placer.



Notas (laaargas) del autor@:

Fue corto, pero salió rápido así es que no se pueden quejar (al menos no mucho). Ok., contestando ciertas preguntas: Trowa saldrá en el capítulo que viene, quizás sorprendiéndolos un poquito con su participación en este fic (o no si es que ya lo descifraron, pero quien sabe). Wufei también sale, pero no saldrá mucho (y no se en que capitulo será), créanme que si sale por más de un episodio me sorprenderé. En cuanto a los demás personajes... solamente digamos que no es seguro que salgan. Así es que si desean que salga otro personaje, aunque sea de extra, manden sus sugerencias.

Comentando otra cosa, al releer el primer capitulo de nuevo me quede completamente confundida al ver que no mencione a Hilde (Arkady esta sorprendida). Hubiera jurado que había puesto cierta escena entre Duo y Hilde, pero al parecer mi subconsciente la cambio al tercer capitulo, porque ahí la encontré (eso o mi computadora tiene vida propia...)

Y no es por hacer publicidad (al menos no completamente) pero les recomiendo que si van a copiar este fic para su uso personal, lo mejor será que bajen la versión que hay en mi sitio, ya que en fanfiction.net pongo la primerita versión del fic (y eso porque el publico lo exige) y a veces tengo unos errores de tipeo horribles o, peor aun, Word me corrige cosas que nada que ver (en mi otro fic siempre me cambia “Yuki” por “Auki”).

Bueno, ya saben escríbanme si desean ver alguna escena, ver a algún personaje o simplemente por aburrición =P

Bobadas de Arkady (aka “Nada que ver con el fic”): He visto el primer capitulo del anime de “Gravitation” y he de decir que ya ni la Chi...flan los muy desdichados. ¡¿Ese es Shuuichi?! ¡Parece niña de 15 años! Ugh, me gustan los bishonen, pero creo que si la regaron. Además quitaron esa escena en la que Hiro y él fingían ser “pareja” para chantajear a un grupo de fangirls. Y el primer capitulo corta muuucho del primer volumen del manga, la chava apareció muy rápido y... creo que mejor le paro. El punto es que me decepciono un poco y no se si cazar los siguientes episodio (en realidad este me salio en una revista, así que...)

¡Pregunta sorpresa!: ¿Cuántas veces se encogió de hombros Heero en este capítulo?

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