Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡¿Me QUE?! por Arkady Nekozukii

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Episodio 6: Un día japonés. El Domingo de Duo-kun.



El sol se filtro por la ventana, sus rayos iluminando la apacible figura acostada sobre el futon. El chico se removió, molesto. Su mente, aun nublada por el sueño, le informaba que ya era de día y que al ser su sueño interrumpido tenía dos opciones: o se levantaba o escondía la cabeza bajo la almohada. Escogiendo la segunda opción, Duo estiro el brazo, buscando a tientas la almohada y al encontrarla el chico escondió su rostro en ella.

"Huele a Heero" fue el fugaz pensamiento que paso por la cabeza del muchacho. "¿Uh?"

Sentándose letárgicamente Duo noto que se encontraba en el futon de Heero, si bien el ojiazul no se encontraba en la habitación.

"¿Dónde demonios esta?" se pregunto, gruñendo para si mismo. Duo suspiro. Creía que la tarde y noche pasadas habían sido un sueño, pero al verse hallado en la habitación de su prometido comprobó que no era así.

Bostezando el chico tallo sus ojos, tratando de despabilarse. Se levanto y recogió los futones, guardándolos en el closet con cuidado. Luego de peinarse bajo las escaleras aun algo adormilado pero oliendo la comida casera siguió adelante. Perezosamente llego hasta la cocina y abrió la puerta, pero estando aun demasiado adormilado luego de abrirla cayó al suelo. Al levantar la cara vio ojos azul cobalto que lo veían entre sorprendidos y divertidos.

- Heero... – murmuro quejumbrosamente, no siendo capaz de levantarse por su cuenta.

Heero pestañeo, viendo con diversión al chico frente a él, pero pronto resumió su usual expresión impávida y meneo la cabeza.

- Debiste de ver por donde ibas – murmuro, ignorando al trenzado y colocando un plato sobre la mesa.

Duo, ya mas despierto se indigno al ver que su prometido ni siquiera se dignaba a verlo, mucho menos ayudarlo. Con un suspiro se puso de pie él solo y fue a la mesa a sentarse.

- ¿Qué es esto? – hablo, inspeccionando el plato con curiosidad.

- Comida. – fue la cortante respuesta.

Heero sonrió al ver a Duo olfatear graciosamente la comida, su nariz moviéndose como la de un conejo. Colocando otro plato para si mismo, el chico por fin se sentó, tendiéndole a Duo un par de palitos chinos.

Duo los tomo sin replicar, pero se les quedo viendo como si nunca hubiera visto algo así en su vida, demostrándole a Heero que el chico no estaba en sus cinco sentidos aun. Viendo que pese a que ya más de diez minutos que había servido la comida el trenzado seguía sin comer, Heero suspiro.

- ¿No los sabes usar? – pregunto directamente.

- Pues no – admitió Duo, algo sonrojado. – Y aun no se que es esto. – dijo, frunciendo el ceño y con un palito comenzó a remover la comida.

- Es pescado, arroz y pulpos – contesto Heero - ¿Nunca había visto esa comida o que? – agrego con algo de burla.

Duo lo fulmino con la mirada.

- Si, pero nunca había desayunado esto – y volviendo as fruncir el ceño señalo el arroz con el palito – Y este arroz esta crudo.

- No, no lo esta. – refuto Heero

- Si, si lo esta.

- Que no.

- Que si.

- Que no.

- Que si.

- Que no.

- ¡Que si! – grito Duo – Esta duro, así es que esta crudo. – afirmo con convicción.

- Esta duro, pero no esta crudo, simplemente no lo deje tanto tiempo hirviendo.

- ¿Por qué? – quiso saber el trenzado.

- Porque de esta manera sabe más dulce. – fue la simple respuesta – Pruébalo. – animo el ojiazul.

- Pero yo no se... – murmuro, viendo con duda sus palitos chinos.

Heero rodó los ojos y tomando sus propios palitos tomo un poco de arroz y lo puso frente a la boca de Duo.

- Anda, que no tengo todo el día – urgió al ver que Duo solo lo miraba con la cara roja. – y mastica, no lo tragues, que sino te ahogas. – Duo le lanzo una mirada de advertencia, pero acerco el rostro de todos modos.

- Tienes razón, sabe mas dulce – admitió el chico luego de probar lo que le ofreciese el otro. – ¿Y tu mamá en donde esta? – pregunto al no ver a Kaori por ningún lado.

- Salio a comprar unas cosas, no debe de tardar.

Después de un rápido curso de cómo sostener los palitos y de haber terminado de desayunar, Duo finalmente vio el reloj.

- ¡¿Las nueve de la mañana?! – grito escandalizado al ver la hora – Con razón me costo levantarme...

Heero levanto una ceja.

- Si... se ve que eres del tipo holgazán.

- ¿Qué se supone que significa eso? – farfullo, cruzándose de brazos e ignorando como los palitos le picaban las costillas.

- No es tan temprano – dijo, pasando un bocado – Y no se de que te quejas si no has hecho nada mas que comer. Yo me levante antes y prepare el desayuno.

- ¿Tú? – se sorprendió su prometido.

- Si yo. Y cierra la boca que pareces pescado.

Y por primera vez esa mañana, Duo obedeció al instante. Heero solo sonrió.

- - -

Era una normal tarde de verano, lo que se traducía como una endemoniadamente caliente y húmeda tarde que ponía a todos irritables...

- ¡Juguemos Twister! – sugirió con entusiasmo Kaori.

... o a casi todos.

- Madre, en realidad no tengo ánimos para ello – rechazo Heero, concentrado completamente en su laptop.

- Al menos estaríamos haciendo algo... – murmuro Duo – Estoy aburrido de la tele, nada mas están pasando repeticiones de películas viejas.

- Oh... “Lo que el Viento se Llevo”. Sip, esa es del tiempo de mi abue – comento Kaori al ver lo que veía su futuro yerno.

Duo apago el aparato.

- ¿Por qué no salimos o algo? – pidió quejumbrosamente.

- Salimos ayer – recordó el otro, sin siquiera dignarse a verlo.

- Lo se, pero... – hablo ligeramente incomodo. Con un suspiro derrotado meneo la cabeza – Olvídalo, tienes razón. Ahora vuelvo, voy a llamar a Quatre – les dijo antes de subir las escaleras e ir por el teléfono inalámbrico de la habitación de Heero.

Viendo ir al decepcionado muchacho, Kaori hizo sonidos de desaprobación.

- Heero, Heero, Heero... me decepcionas hijo, de verdad que me decepcionas. – hablo como si su hijo hubiera cometido un acto reprobable. – Después de la cita de ayer y de lo que por sus rojas caras pensé había sido una maravillosa noche ahora dejas que tu prometido vaya a buscar atención de otro hombre.

Para el observador común Heero seguía tecleando rítmica e indiferentemente, pero Kaori, quien no por nada había criado al chico, había notado la brevísima pausa en el sonido del tecleado de su hijo luego de que ella pronunciase esas palabras.

Sonriendo con malicia la mujer siguió hablando con voz melodramática.

- Oh, pero que se le hace. Es natural que Duo-chan se sienta más cómodo con ese simpático amigo suyo. – dijo, haciendo énfasis en ‘amigo’ – Después de todo es dulce, educado, atento y siempre escucha pacientemente todo lo que le cuenta Duo-chan...

Pero ella se vio interrumpida cuando Heero cerró la laptop de golpe.

- Me voy a mi cuarto – anunció fríamente.

Viendo la forma tan rígida (aun mas de lo normal) en que caminaba su hijo, Kaori meneo la cabeza.

"Que necio eres, muchacho..."

- - -

Duo se llevo una tremenda sorpresa al ver a Heero entrar a su habitación abruptamente, con cara de estar buscando algo con desesperación. Al verlo sentado sobre su cama leyendo una revista pareció relajarse. Un poco.

- Creí que hablarías con Quatre – dijo y si bien el trenzado no percibió ese enunciado como pregunta aun así contesto.

- No estaba, me tuve que conformar con la revista para no morir de aburrición. – y dicho esto regreso a su lectura. – Esta rara, pero algo interesante.

Heero se removió incómodamente. ¿Y que se supone que hiciera para entretener al trenzado? Él no era buen conversador. Y francamente tampoco le gustaba salir. En todo caso ahora menos que antes le gustaría salir, aun estaba algo avergonzado por lo que él mismo casi hacia la noche anterior. Mordió su labio inferior con nerviosismo.

- Y... de que querías hablar con Quatre? – pregunto Heero, su tono un tanto inseguro. Pero Duo estaba tratando de descifrar los kanjis y no lo noto.

- Del festival que habrá en un mes. El muy desdichado me inscribió junto con Hilde como voluntario. – explico, haciendo un gesto fastidiado.

- ¿Festival de que? – cuestiono con extrañeza Herro.

- Pues de la organización esa que invierte en la escuela. Va a haber puestos de comida y algunas actividades. Creo que nuestro salon va a hacer una obra de teatro o algo así no lo se.

- ¿Vas a actuar?

- ¿Que? No, claro que no. – se espanto Duo – Yo nada mas iba a asistir con el escenario, pero como ya dije Quatre andaba algo corto de gente en cuanto a voluntarios y nos inscribió a mi y a Hilde para ayudar con los otros detalles del festival. Repartiendo camisas azules, dibujando el escudo de la escuela, pintando cabello, cosas así...

- ¿Por qué azules? Nuestro uniforme es verde... - se confundió Heero al oír sobre las camisas.

- Porque el gobierno es del partido... ¿oyes de veras no sabes nada de esto? – Heero meneo la cabeza. – Que raro, ¿acaso no hay festivales en Japón? – pregunto Duo, levantando una ceja escépticamente.

- No como estos. – responde el otro neutralmente – En realidad por estas fechas solo esta el Natsumatsuri. Y en esa clase de festivales no usamos playeras de colores conmemorativos a algo. Simplemente usamos yukatas.

- ¿Yukatas? – repitió con confusión su prometido.

- Son como kimonos, pero menos ornamentales y mas cómodos. Se usan en verano. – viendo la cara de ‘no te entiendo, me hablas en otro idioma’ Heero suspiro – Imaginate batas pero mas formales.

- Ah – murmuro Duo, comprendiendo un poco. – Como estas – dijo, enseñándole la revista que leyera hace unos momentos.

- Si... – dijo y viendo con detenimiento la revista se dio cuenta de algo que apenas y había notado - ¡Esa revista es mía!

Duo pestañeo.

- Pues claro, todas las mías están en mi casa. Y anoche insististe en venir directo para acá, así es que...

- ¡Pero las cosas se piden primero! – reclamo Heero.

Duo frunció el ceño.

- Claro – comenzó a hablar en tono sarcástico – Como me haces tanto caso una vez que te pones frente a esa maldita maquina – reclamo, refiriéndose a la laptop.

- El mismo que tú me pones cuando pruebas los juegos de video.

- Si a esas vamos, yo salgo ganando, ya que tú también los juegas. – soltando un bufido lanzo la revista hacia Heero – Olvídalo, no importa. Hace demasiado calor como para discutir.

El otro tomo la revista y se la dio en las manos. Duo lo vio confundido y Heero desvió la vista.

- Solo quiero que la próxima vez me la pidas – murmuro, ligeramente sonrosado.

- Ah... ok.

"Que raro..." pensó Duo, pero no dijo nada.

Cuando Heero conecto su laptop al escritorio Duo casi suspira, pero sonrió al pensar que en realidad si al otro le molestara su presencia se hubiera quedado abajo con Kaori...

- - -

- Estuvo rico señora Yuy, gracias por la comida – agradeció Duo, con una feliz sonrisa

- Por favor Duo, si me tiras de a vieja al menos no uses ese apellido – rogó Kaori – Dime de a perdis señora Kobayashi.

- ¿Eh? – musito Duo - ¿Por qué?

El trenzado noto con curiosidad como Heero desviaba la vista, pero Kaori sonrió

- Kaori Yuy suena muy raro – fue todo lo que dijo y se puso de pie. – Los dejo un momento, voy a salir.

- ¿A dónde va, Madre? – cuestiono Heero.

- La chismosa de la vecina Miridell quiere hablar conmigo. Parece que ha notado que ustedes dos siempre andan juntos y me quiere 'informar' de ello – Kaori esbozo una sonrisa gatuna – No puedo esperar para decirle que están comprometidos – dijo, lanzando una risita infantil.

Los dos chicos sudaron una gotita.

- Ah – murmuro Heero – Pues que le vaya bien.

- ¡Adiós!

Luego de recoger los trastes, Duo se fue a la sala mientras Heero lavaba los trastes. Al terminar de hacer su deber el ojiazul volteo para encontrar que en vez de estar viendo la tele, Duo miraba fijamente hacia el cielo desde la puerta del patio trasero.

El chico de ojos violeta lucía sereno, tenia una apacible sonrisa en el rostro y por primera vez desde que lo conoció no parecía un hiperactivo niño de cinco años, mas bien lucia como un joven tierno y se veía muy...

- Kirei... – susurro para si mismo Heero.

- ¿Que es esto? – pregunto su prometido.

- ¿Uh? – salió de su ensoñación el otro. - ¿Qué es que?

- Esto – respondió Duo, señalando los muñequitos de papel que colgaban de la puerta que daba hacia el patio.

- Teruteru Bouzu – contesto automáticamente el ojiazul, ignorando el hecho de que su acompañante no sabía japonés – En Japón son muy comunes en las puertas, Madre quería poner unos en la puerta principal, pero como siempre esta cerrada no tiene caso.

- Son curiosos – rió Duo, jugando con ellos.

- Supongo – concedió el otro, mas interesado en ver como el viento movía el cabello del trenzado dándole un aire angelical que en los muñequitos de papel.

- Oyes, sino es indiscreción preguntar, ¿por qué tu mamá no se apellida Yuy?

Con esa pregunta Heero fue regresado abruptamente a la realidad.

- El señor Yuy no se caso con Madre, aunque si me reconoció hijo suyo – explico Heero – Hasta esta tarde, creí que ya lo sabias. – dijo al ver como los ojos de su prometido se abrían enormemente.

- N-No – tartamudeo el otro, agachando el rostro – Perdona, no quería ser metiche.

- No importa, de todos modos es algo que ya paso. Si ese hombre no me hubiera dado su apellido, simplemente me apellidaría Kobayashi.

- Heero Kobayashi – trato el nombre el trenzado, soltando una risita – Suena chistoso – comento aun entre risas.

Heero rodó los ojos. Duo sonrió suavemente.

- Me pregunto... si papá no hubiera tenido tiempo de registrarme bajo su nombre y algo le hubiera pasado... ¿me llamaría Duo C. Price?

Silencio. Entonces...

- ¿C.? – pregunto inquisitivamente Heero - ¿Tienes otro nombre?

"¡Bestia!" se recrimino mentalmente el trenzado.

- No, yo creo que estaba pensando tonteras, no hagas caso.

- Siempre estas pensando tonteras...

- ¡Hey! – reclamo el otro, ofendido.

- ... pero esto es curioso. ¿Tendré que preguntarle a Madre? – dijo, sonriendo arrogantemente.

- ¡No! – grito Duo - ¡Que Dios se apiade de mi alma, no! ¡No le preguntes!

- Que hombre tan religioso – soltó con un poco de sarcasmo Heero – Pero no creo que te escuche dios, así es que olvídalo. En cuanto regrese Madre le preguntare... y si no

Duo gimió al ver que sus esfuerzos de años enteros iban a ser rotos en unas horas, en el mejor de, los casos en un día. Oh, la humillación...

Su madre de veras lo odiaba...

- Heero... vamos, no seas así, ¿Qué de interesante puede tener mi segundo nombre? Además, los otros me conocen como Duo de todos modos, no serviría de nada que conocieras el significado de la C.

- Quien sabe. – dudo el otro – Tal vez imponga la moda y te empiece a llamar por tu segundo nombre.

Un gesto horrorizado fue su respuesta, el cerebro de Duo dándole una clara imagen mental de las caras burlonas de Wufei y Hilde mientras gritaban a todo pulmón "¡Buenos días Casimiro!"

Por su parte Heero sonreía, entretenido al ver las emociones pasar por la cara de Duo.

"Hablar con Duo... no es tan difícil como creía" fue su pensamiento antes de que sonara el teléfono.

- - -

- ¿Te divertiste, hijo? – pregunto Chris apenas entraron a la casa.

- Aja – contesto Duo con una gran sonrisa – La señora Kobayashi es muy cotorra, y Heero hablo conmigo un rato así que no me aburrí. Además me ayudo un poco con la tarea – admitió lo ultimo un tanto avergonzado de necesitar la ayuda de su prometido para la escuela.

"¿Cotorra? JA, se porta bien contigo entonces..." pensó Chris, sabiendo bien que tan des..papayosa podía ser su amiga.

- Voy a hablarle a Quatre, papá. Tengo que reclamarle por varias cosas y no puedo esperar hasta mañana.

- ¿Qué cosas? – pregunto con extrañeza pues sabía que el rubio era casi un ángel.

Para su sorpresa Duo se sonrojo escarlata de inmediato.

- ¡Urgh! Créeme, no querrás saber. – farfullo y subió a su habitación de inmediato, apenas y viendo a su confundido padre.

- - -

- Mañana.

- Si, ya lo se.

- No me importa lo que pienses, no me daré por vencido.

- Si... ya lo se. – un suspiro – Solo pienso que no lo mereces, incluso si te da una oportunidad.

- ¡Calla! Esta vez será diferente.

- No lo creo y te aseguro que si yo hubiera sabido esto antes, cuando aun estabas aquí, le hubiera advertido a mi amigo no entrometerse contigo. Si yo hubiera sabido...

- Pero no supiste, nos relacionamos y él me ama.

- Tu padre...

- ¡Ya no me importa!

Pasos molestos se alejaron.

- Pero se que tarde o temprano lo volverás a lastimar... Farid.

- - -

Trowa suspiro cuando sus clases finalmente terminaron y comenzó a recoger sus libros. No podía esperar ni un segundo mas para salir de la escuela... era un día demasiado agradable como para pasarlo encerrado.

"Quizás debería ir al parque" considero por unos instantes.

Saliendo del salón tuvo que esquivar a una veloz rubia.

- ¡¡Heeeroooo!! – grito felizmente la chica, subiéndose encima de la espalda del aludido, quien simplemente suspiro.

- Peacecraft – reconoció el muchazo con resignación.

Trowa sonrió. Aunque la rubia estaba haciendo el ridículo constantemente y ella supiera del compromiso entre el ojiazul y Duo, ella seguía tratando de ganarse el amor de Heero. Sin duda tenía gran voluntad, si bien nada de cerebro. Pero Trowa admiraba ese valor de hacer cualquier cosa por la persona amada...

"Duo..." pensó tristemente.

Desgraciadamente él no era así. Cuando descubrió sus sentimientos por el chico trenzado, no pudo sino esconderlos tras poemas anónimos. Cuando descubrió que no solo Duo era gay, sino que además tenía un prometido que había anunciado su relación a diestra y siniestra, Trowa se deprimió bastante, pero sabía que bien se lo merecía por haber sido un cobarde. Por eso ni siquiera había intentado conquistar a Duo luego de enterarse de que el trenzado era gay. ¿Cómo podía él, un cobarde que había ocultado ser gay por tanto tiempo competir con alguien como Heero, quien al apenas haber ingresado lo había declarado a toda la escuela sin temer el posible rechazo de todos? Simplemente no era posible.

Pero si algo había aprendido de la experiencia era a tener más valor. La próxima vez que le gustara alguien iba a decirlo abiertamente, sin miedo ni reservaciones, pese a que fuera posible que lo rechazaran.

Estaba tan enfrascado en sus pensamientos que no noto a la persona frente a él hasta que choco y ambos trastabillaron para luego caer al piso, libros y papeles desparramándose.

Recuperándose rápidamente, Trowa volteo a ver a la persona que había tumbado.

- Lo siento, estaba algo distraído... – se disculpo en un murmullo, algo tímido de hablarle al rubio que apenas y conocía.

- E-Esta bien. Eso pasa, yo también andaba algo distraído – respondió Quatre, sonriendo despreocupadamente.

Trowa, quien había comenzado a recoger sus cosas, cabeceo.

- Ten, esto debe de ser tuyo – le dijo tendiéndole las cosas que no había reconocido como suyas.

- ¡Si! – sonrió Quatre - ¡Muchas gracias! – sonrosándose un poco el rubio lo vio a los ojos – Oyes Trowa... solo quería felicitarte por lo que has hecho en el periódico de la escuela... todos los números desde que tu eres el editor han sido muy interesantes. En particular me gusto el articulo que sacaste sobre el Museo de la Ciudad... has mantenido activo el periódico.

Trowa sonrió levemente.

- Gracias, pero no es nada. Las personas que escriben los artículos y quienes compran el periódico son los que lo mantienen activo, no yo. – hablo un tanto fríamente. – Bueno, me tengo que ir, adiós.

- ¡E-Espera! – pidió Quatre, deteniéndolo de inmediato.

- ¿Si? – pregunto algo confundido.

- Um, um... yo.. yo quería saber si te gustaría salir a algún lugar.. conmigo – hablo nerviosamente el rubio.

Trowa pestañeo.

- E-Es decir. – continuo el chico – No tienes que hacerlo, por su puesto y si estas ocupado lo comprendo perfectamente – aclaro de inmediato Quatre – Es solo que con Duo y Hilde ocupados en la tarde y ahora que te veo yo pensé...

- Esta bien – lo interrumpió Trowa – Y no estoy ocupado. De hecho estaba pensando salir a algún lugar... es un día muy bello.

- Si, es verdad. – sonrió el rubio, sus ojos brillando con alegría puesto que Trowa había aceptado.

"Que tierno" Trowa sonrió ante el pensamiento.

- Pues entonces te veo en la tarde, ¿cómo a que horas?

- No lo se... – murmuro el chico nerviosamente. - ¿A las tres nos vemos en el parque? – pregunto dudoso.

- A las tres esta bien y será en la entrada del parque. – especifico el chico de ojos color esmeralda.

- Ok.

Sin más el rubio se siguió su camino, Trowa observándolo por unos instantes antes de irse él también.

- - -

Duo, Heero, Quatre y Hilde salieron calmadamente de la escuela, Duo y Hilde platicando animadamente mientras los otros dos solo escuchaban.

- ¡Sip! Luego de eso iremos a la tienda que esta por el poniente de la ciudad.

- ¿La de computadoras?

- Si... digo, tiene softwares para que los vea Heero y también esta el hardware así es que me interesa a mi también.

- Eres un maniático de la computación, ¿cierto Heero?

- Hn – gruño una afirmativa el chico.

Duo rodó los ojos.

- Heero, no eres neandertal, por favor habla.

- ¿No deberías de decir ‘no eres animal’? – corto una profunda voz – Solo los animales se comunican con gruñidos, mi niño.

Todos levantaron la vista para apreciar frente a ellos a un joven alto, de cabello negro y ojos ámbar que sonreía burlescamente.

- Duo. Tanto tiempo. – dijo el joven.

Los ojos de Duo se abrieron enormemente.

- ¡Fa-Farid!



Esta historia continuará... (N/A: Ay, que de telenovela se oye eso)



Explicaciones Japonesas:

* Los típicos desayunos japoneses consisten en arroz, pepinillos y pescado. A veces incluye sake. No me gustan los pepinillos y como en Japón almuerzan pulpos pues...

* Kanji es escritura japonesa (los símbolos que vemos). No entro en detalles porque no vale la pena...

* Natsumatsuri.- Festival de Verano.

* Teruteru Bouzu.- Ya se explico, pero aquí va de nuevo. Son los muñequitos de papel con cabeza de bola que se cuelgan en las puertas de las casa japonesas (a veces en algunas sombrillas también lo hacen) y sirven para ver la dirección del viento.

* Kirei.- Hermoso. Mucho más significativo que kawaii (lindo)

Notas de Arkady Nekozikii:

Alguien me reto a meter un poco de 3x4 luego de comentarle yo a esa persona que nunca escribiría un 3x4 porque no me gustaba como la mayoría de la gente los escribía, con Trowa siempre sufriendo en silencio y Quatre demasiado ingenuo, sintiendo lo mismo por él pero nunca haciendo nada... ¡ejem! En fin, el punto es que me retaron meter la pareja en el fic y he ahí la primera dosis de 3x4. Se que a casi nadie le molestara ya que muchos me preguntaban por esta pareja, así que.... no espero reclamos, pero si los tienen adelante.

Según yo (ajem, según yo) el fanfic se terminara en el décimo capitulo. Esperemos que las cosas no se me vuelvan a alargar....

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).