- Ya no quiero seguir así… Nicolás ya no me habla y todo por una tontería…
Lucas estaba tumbado en su cama escuchando música, pasó sus dedos por su cabello demostrando desesperación.
- Mañana es el último día de clases… tengo que arreglar esto ¡YA! - Lucas puso sus dos manos en su cara.
El día siguiente, en la escuela, Lucas llegó muy puntual esperando encontrarse con su mejor amigo Nicolás. Llegó al salón, aventó su mochila en su mesabanco y salió del salón de clases a buscar a Nicolás.
- ¡Nicolás! - Lucas gritaba esperando encontrarlo - ¿Dónde diablos estará?
- Aquí estoy - Nicolás apareció detrás de él.
- ¡Nicolás! ¡Ya no puedo seguir así! ¡Por favor perdóname!
Nicolás se quedó callado un momento. Lucas pensaba lo peor, no volver a ver a Nicolás por algo tan estúpido. Nicolás se volteó y caminó calladamente a los baños. Lucas fue detrás de él. Llegaron a los baños, estaban todos vacíos, Nicolás abrió la puerta del último espacio y se quedó parado frente a él.
- Hablemos adentro - Nicolás hizo espacio para que Lucas pasara y este obedeció.
Nicolás cerró la puerta del baño.
- Nicolás, ¡yo solo quiero que todo sea como antes!
- No. Nada será como antes - Nicolás estaba cabizbajo.
- ¿Qué…? - Lucas no podía dejar ir al mejor amigo que ha tenido en su vida, no podía - Pero… ¿a qué te refieres? - El menor no quería no quería saber la respuesta, pero algo lo obligaba a preguntar.
Nicolás continuó sin decir nada y levantó la mirada.
- Me refiero… a esto - Nicolás con un movimiento rápido, abrazó a Lucas y lo besó.
Lucas abrió los ojos lo más que pudo, estaba a punto de llorar. Su mejor amigo lo estaba besando, no lo podía creer. Su corazón palpitaba muy fuerte, sus brazos, sus piernas, nada respondía. Lo único que hizo fue cerrar los ojos y dejarse llevar por Nicolás.
Nicolás se separó de Lucas y se le quedó viendo a los ojos profundamente.
- Con eso me refiero a que nada será como antes. Será mejor.
Lucas estaba perdido en su mirada, su mirada era su mundo, nadie existía más que ellos dos. Quería decirle que lo amaba pero algo en la garganta no lo dejaba hablar. Solo le respondió con un tímido y tierno beso en la mejilla. A lo que Nicolás sonrió y lo besó otra vez en los labios, pero esta vez mas apasionadamente, Nicolás abrazó a Lucas poniéndolo más cerca de su cuerpo sintiendo su calor. Lucas no hallaba las palabras para describir ese momento, solo creía escuchar fuegos artificiales alrededor de ellos dos, ese momento era mágico. Único. Perfecto.
Lucas se recargó casi por completo en Nicolás, no podía ni ponerse de pie, así que mientras seguía el beso, el mayor llevó a su amado a que se sentara en la taza del baño. No pudieron seguir con el beso por la falta de aire y se tuvieron que separar. Nicolás no conforme con eso, empezó a besar el cuello del menor, arrancándole unos tenues gemiditos.
- Lucas… - Nicolás musitó mientras abrazaba a su amado de la cintura - …Te amo…
Lucas se quedó en shock, lo hacía feliz que Nicolás lo amara, porque él también lo hacía.
- Y por esa…razón… - Continuó el mayor - Puedes confiar en mí…de que no te haría daño. Nunca.
- ¿A qué se refiere?
Lucas se preguntaba eso, pero pronto supo la respuesta, porque Nicolás abrió la bragueta y desabrochó los pantalones del menor. Sus manos fueron al pecho de Lucas y empezó a zafar los botones de la camisa que traía puesta su amado para acariciar su pecho. El menor se estremeció ante el contacto y se le erizaron los vellos pensando en lo que seguía, pero luego recordó las palabras que dijo Nicolás.
El mayor besó el pecho de Lucas mientras bajaba lentamente. Sus hábiles manos bajaron por completo los pantalones del menor junto con su ropa interior, dejando expuesto su miembro.
- N…Nicolás… ¿Qué…haces…?
Nicolás subió otra vez al cuello de Lucas para susurrarle en la oreja.
- Voy a hacer…lo que nadie te ha hecho…
Nicolás, con una de sus manos empezó a acariciar el miembro de su amado, el cual estaba erecto.
Lucas se limitó a ahogar su placer pero no pudo, se quejaba mudamente, en su espalda comenzaba a sentir descargas eléctricas, su corazón empezaba a palpitar más fuerte de lo que ya palpitaba.
- Vamos…gime…nadie te va a escuchar…solo yo…
- Ahh…
Eso provocaba a Nicolás todavía más, así que empezó a descender de nuevo y dejó de acariciar el miembro de su amor para introducirlo en su boca.
- Ahh! ¡¡Ni…co…lás!! AH!!
Nicolás con sus manos abría más las piernas de Lucas, con su lengua rozaba la cabeza de ese tan ansioso pene, provocando que Lucas gritara y gimiera aún más fuerte de todo ese placer.
- ¡AHH! - Lucas estiraba su cabeza hacia atrás no pudiendo contener más esa ola de sensaciones en su parte baja.
Nicolás se arrodilló para estar más cómodo, abrazó a Lucas por la cintura y comenzó a quejarse calladamente porque le excitaba demasiado el placer que sentía su amado. El mayor ya no podía contener ese placer así que se desabrochó los pantalones y se empezó a masturbar con una mano mientras que la otra estaba rodeando el miembro de Lucas.
Lucas comenzó a gritar y gemir más fuerte mientras estiraba sus pies al compás de las lamidas en esa zona tan vulnerable. Todo eso estaba a punto de acabar.
- ¡AHH! ¡¡¡NICOLÁS!!! ¡¡OHH!! ¡SI! ¡¡AHHHH!! - Lucas apretaba sus puños, sentía que su corazón iba a estallar, puso sus manos en las paredes y gritó para recibir a ese tan esperado orgasmo.
Nicolás se sentía orgulloso de ese logro, se tragó todo el líquido de su amante y dejó de masturbarse para ver a su amado el cual tenía los ojos cerrados y estaba recargado en el inodoro. Nicolás lo encontraba increíblemente sexy.
Lucas estaba jadeando, era evidente que le había gustado. El menor no dijo nada, solo cerró sus piernas, se enderezó y se recargó en la pared con una sonrisa en los labios. Nicolás se le quedó viendo esperando a que dijera algo, estaba ansioso de dar otro paso pero era mejor esperar la opinión de su amado.
Lucas volteó sus ojos a Nicolás el cual lo miraba con algo de ansiedad y de súplica. El menor no sabía que decir, no hallaba las palabras para decirle algo, lo que fuera, lo que dijera en ese momento era crucial.
- Y… ¿Te gustó…? - Nicolás no pudo resistir a preguntar, estaba desesperado para recibir una respuesta.
Lucas se le quedó viendo aun con la sonrisa en la cara, se enderezó y rodeó con sus brazos el cuello de Nicolás.
- Tu júzgalo… - Lucas valientemente se acercó a su amado y lo besó apasionadamente.
Se separaron, Nicolás abrazó a su amado por debajo de la camisa abierta y posó su cabeza en el pecho del menor.
- Te amo… Mucho…Lucas
El menor se sonrojó a más no poder.
- ¿Quieres ser mi novio? - Preguntó el mayor.
- ¿¡Pero qué clase de pregunta es esa!?¿¡Cómo no voy a querer!?
Lucas se limitó a no contestar y responderle el abrazo. Nicolás se puso a su nivel y puso su barbilla en un hombro del menor. Los dos cerraron los ojos disfrutando ese abrazo. Disfrutando su calor. Aunque Lucas sentía raro que estaba desnudo por debajo, nada le importaba. Solo le importaba Nicolás, y que quería estar con él por el resto de su vida.
- Tomaré eso como un sí.
Nicolás tomó a Lucas de las mejillas y lo besó románticamente. El menor se fue recargando en el inodoro mientras Nicolás seguía besándolo. El mayor se posó en las piernas de su amor mientras este se quejaba calladamente.
- Te…amo… - Suspiró Lucas.
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