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Condones de sabores por HanSeungKyung

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Notas del fanfic:

Un fanfic cortito, seran solo 3 capis :33

Disfrutenll

Notas del capitulo:

Este es el primer capitulo, disfrutenlo ^^

 

 

YoungxKwang

Youngmin y Kwangmin son hermanos gemelos idénticos, pero a pesar de eso son muy diferentes. No solo por el hecho de que debido a que Young se tiño el pelo para su debut en Boyfriend lucen un tanto distintos físicamente, sino porque sus personalidades son muy distintas.

Kwangmin es alegre, enérgico e hiperactivo, tierno, tímido, penoso y cariñoso. Youngmin es serio, frío, flojo, carismático, un poco sensible, le cuesta expresar sus sentimientos y suele tener arranques de ‘adorabilidad’. Sin embargo, aquella distante y sobreprotectora personalidad del mayor no impidió que el castaño se enamorara de él.

Si, Kwangmin había cometido un pecado; enamorarse de un hombre, y no cualquier hombre sino ni más ni menos que su hermano, el cual lucia exactamente igual a él.

Pese a no ser una persona que se exprese mucho, Youngmin amaba a Kwangmin como a nada ni a nadie y se lo demostraba a su manera.

Youngmin había cometido un pecado aún mayor; desear carnalmente a su hermano. No eran besos, abrazos y caricias lo que él deseaba, no, él quería poseer el delgado y frágil cuerpo de su hermano, hacerlo sucumbir de placer; que gritara, llorara y gimiera porque entrará más en él, que le hiciera delirar de lujuria hasta llegar al orgasmo.

Cuando Yougmin tubo aquel arranque impulsivo y dejo bajo él sobre la cama a su hermano pudo sentir esa adrenalina de ‘’hacerlo si que los escuchen’’. Desnudándolo con paciencia, acariciando lentamente su piel de porcelana, besando cada rincón de su cuero ¿Cómo podía ser tan hermoso? Siendo hermanos gemelos idénticos ¿Por qué Kwangmin era más hermoso? Simplemente no lograba entender eso. Y es que ver el rostro sonrojado de su hermano, con la piel perlada por el sudor, los cabellos pegados a la frente por el mismo, mientras gemía dulce y excitantemente hacía de Kwangmin el vivo retrato del erotismo, una imagen erótica, bella, perfecta…

Para Kwangmin, Youngmin era simplemente perfecto. Era alto y muy guapo, sexy, con una mirada seductora, un aire sensual pero dulce y protector, esa sonrisa tan carismática y picara que le dedicaba cada que él lo provocaba des intencionalmente, su cuerpo era hermoso, un poco menos esbelto que el de él y vaya que sus manos sabían como hacer la cosas. Sus labios y lengua sabían exactamente que lugares de su cuerpo besar y lamer, sus dientes sabían con que fuerza debían morder y su respiración le calentaba enseguida.

¡Youngmin era un pervertido! Kwangmin lo confirmo cuando el rubio comenzó a decirle palabras sucias al oído mientras lo hacían en el baño.

***Flashback***

-¿Qué pasa Kwangminnie? ¿Por qué no gimes? –Mordió su lóbulo –Anda, gime para mi.

-N-no, hyung… nos escucharan. –Se mordió el labio inferior para acallar sus gemidos.

-Vamos, gime. –Acarició sus pezones -¡Gime! Quiero oír tus deliciosos gemidos, son tan dulces como tu interior… -sonrió pícaramente.

-¡Hyung! N-no digas e-esas cosas… ¡Ahm! E-es bochornoso… -Volteó su cara.

-¿Por qué? Si te encanta como entro y salgo de ti. –Dio un cruda embestida- Se siente tan rico cuando me aprietas el miembro con tus paredes ¿Por qué no las contraes ahora mismo? –Con su palma entera acarició el miembro de su hermano.

-¡Ahh! Hy-hyung… -El castaño no pudo contener aquel gemido y en el acto contrajo sus paredes logrando así apretar la polla de su hermano.

-¡Mhhhg! Así Kwangminnie, dale a hyung lo que pide, tú hyung te hará gritar como nunca. –Tomo más firme sus caderas mientras el menor sentía la opresión de los fríos azulejos del baño en su espalda.

***fin de flashback***

 

 

Ya era algo tarde, Kwangmin estaba sentado frente al televisor buscando y buscando algo bueno que ver. ‘’-Uhm, Star King, aquí lo dejare’’, pensó el castaño.

-¡Hyunseong, Hyunseong! –Jeongmin entro corriendo al departamento.

-¿Qué pasa Jeongmin hyung?

-¡Oh, Kwangmin! ¿Has visto a Hyunseong? –Preguntó parándose cerca del sofá donde yacía el menor.

-Si, pero salió hace rato con Minwoo al supermercado ¿Qué llevas ahí? –Su vista se poso en la bolsa de papel llamativo que llevaba el más bajo entre sus brazos.

-¡N-nada! –Se le coloraron las mejilla –Cuando llegue dile que lo espero en su habitación.

-Uhh, está bien.

Jeongmin salió corriendo del lugar sin percatarse de haber tirado un pequeño artículo en la alfombra, cosa imperceptible para Kwangmin.

-Este hyung tan misterioso como siempre… -Suspiró –Me dio hambre, ver que hay en la nevera. –Se levantó de su asiento y entonces lo vio. Vio ese pequeño paquetito que yacía tirado en el suelo, era de un color negro con rosa y tenía en el centro la imagen de una fresa. -¿Qué es esto? –Se agacho y tomo el paquetito –Mmmmmh~ Huele rico, a fresa. –Sonrió y miró con curiosidad el sobre y comenzó a leer para ver que era lo estaba entre sus manos. –Veamos… ¿Ah? –Su cara se puso de mil colores y tiro enseguida el paquetito -¡¿Un condón?! –Se alejó de aquello como si le fuese a dar lepra.

Kwangmin había visto condones solamente en imágenes ya sea en libros, revistas o en la televisión, pero nunca uno en la vida real pues cuando su hermano y él hacían el amor no utilizaban uno y es que ¿Para qué? Si a él le gustaba sentir el miembro de su hermano rozar directamente en su piel, con sus paredes, esos condones eran para las típicas parejas heterosexuales y él no tenia ni idea de como se sentía uno.

Pensó en devolverle aquello  su hyung pero entonces decidió que era mejor investigar al respecto,  es que ¿Un condón sabor fresa? Es decir ¿Para que coño un condón debe tener un sabor? ¿Acaso el pasivo debía hacer un oral al activo con el condón puesto? Esa pregunta le dejo una imagen mental un tanto no desagradable. Su curiosidad aumentaba a media de que la pc se encendía ¿Tendría buen sabor? ¿Y si el semen cayera entro sabría a fresa?

-¡¿Qué diablos estas pensando Kwangmin?! Youngmin te está volviendo un pervertido. –se golpeó mentalmente.

Comenzó a buscar información en la web y una vez que se sentía empapado sobre ‘el saber de los condones’ decidió leer un poco de manga.

-Hoy quiero leer yaoi, ayer leí shojo y fue lindo… -sonrió y comenzó a buscar en manga en línea, sería raro ir a comprar un tomo de algún manga yaoi a la tienda.

Empezó a leer entretenidamente a la par de que la historia comenzaba a tomar forma y se iba adentrando más y más llegando hasta el clímax, es decir, la parte más interesante de todo el manga: la escena de sexo. Kwang leyó y miró atento cada dialogo y escena y entonces lo leyó.

‘’-Quiero hacerte feliz así que, ahora deja que te ponga esto con mi boca…’’

-¡Oh por dios! –Su rostro enrojeció –L-l pone el condón con la b-boca… -Pese a lo vergonzoso que era eso siguió leyendo, aquello le llamo mucho la atención - ¿Se… sentirá bien que te lo pongan? ¡Vamos Kwang, deja de pensar estupideces!

Apago la pc y se echo sobre su cama ¿Qué jodidos le pasaba? Él no era una persona que pensara semejantes cosas ¿Youngmin ya le estaría contagiando? Aunque ser pervertido no es un virus o enfermedad, así que probablemente se estaba volviendo por sí mismo un completo pervertido que pensaba en ponerle con la boca un condón sabor fresa a su hermano.

Cerró sus ojos y se quedo dormido de tanto pensar.

 

-Ya llegué. –Anunció el rubio.

No recibió respuesta así que pensó todos habían salido. Caminó por el pasillo hasta llegar a su habitación a la cual entro. Al internarse pudo notar a su hermano durmiendo plácidamente mientras abrazaba una almohada ‘’-Que lindo…’’ pensó Youngmin mientras le contemplaba con ternura.

-Debiste estar cansado como para dormir a esta hora. –Suspiró y le acomodó los cabellos de la frente -¿Uhm? ¿Qué es esto? –Vio el condón en la mano entre abierta de su hermano, lo tomó y sonrió echando la cabeza hacia atrás -¿Qué diablos has estado haciendo en mi ausencia Kwangmin? –Murmuró –Hmmmm… ¿Sera que quieres jugar? Bien, te dejar y atormentaré un poco… -Se incorporó y Salió de la habitación. -¿Jeongmin hyung? –Tocó suavemente la puerta.

-Pasa, está abierto. –Escucho su voz desde el interior.

-Hola hyung. –Entró.

-Hola Young ¿Qué pasa? –Se sentó en la cama.

-Necesito que me hagas un favor hyung

-Tú dirás pequeño. –Se quitó los audífonos.

-¿Tú tienes condones de sabor? Necesito uno de fresa.

-¿Qué? –Se sonrojó -¿Por qué piensas que yo tengo esas cosas?

-No creo que el que Kwangmin traía en la mano lo haya comprado él. –Sonrió de lado –Seguro se te cayo a ti.

-Vale te daré uno… -s levantó con fastidio y busco en la bolsa de papel con la que había llegado –Toma. –Se lo entrego algo apenado –Y ni una palabra de esto.

-Tienes mi silencio comprado hyung. –Una risita se escapó de sus labios y dio media vuelta para marcharse.

 

Kwangmin abrió perezosamente los ojos y miró el reloj ¡Las 9:00 pm! Salió corriendo de la habitación y… nada ¿Dónde demonios estaban todos? Ni siquiera había algo para la cena y él estaba que moría por comer algo.

-¿Dónde diablos está Hyunseong hyung con las compras? No hay nada en el refrigerador. –Suspiró –Moo~ Tengo mucha hambre. –Su estomago gruñó.

-Entonces ven a cocinar algo.

-¡Hyung! –Le miró y corrió a abrazarlo –Que bueno que ya viniste. –sonrió.

-Sí, y he traído algunas cosas para que prearemos la cena para ambos.

-¿Y nuestros hyungs y Minwoo? -Miró a todos lados.

-Ellos salieron a cenar, me quede contigo porque dormías y no quise despertarte. –Acarició su mejilla.

-Lo siento hyung.

-No hay problema, ahora cocinemos algo que muero de hambre.

Lo llevó a la cocina y saco todas los artículos de la bolsa del mini-súper. Kwangmin tomó su delantal y lo amarró a su cintura para comenzar a preparar la cena para su hermano.

Saco el sartén y picaron verduras, carne… en fin el platillo empezaba a tomar forma.

-Ya casi estará lito esto. –Sonrió y miró la comida en el sartén.

-¿Sabes? –Le rodeo la cintura con sus brazos –Tengo muchas más ganas de ti… Tengo hambre, quiero comerte. –Lamió su oído.

-Hy-hyung… ¡mhg! A-aquí no… es peligroso… -cerró sus ojos.

-¿Por la estufa? Hmmm… a mí solo me pone más caliente. –Sus manos se colaron bajo la playera del menor.

-Hyung… y-ya estará la comida, detente por favor… -se mordió el labio.

-¿Por qué Kwang? ¿No quieres pasar la noche con tu hyung?

-No es eso… solo, aquí no… -apago la mecha de la estufa.

-Muy bien. –Caminó hacia atrás llevándolo consigo aún abrazado de la cintura –Entonces aquí. –Se sentó en una silla haciendo que el castaño se sentara en sus piernas.

-¿Qué haces hyung? No, ya debemos comer. –Trató de soltare de su agarre.

-¿Sabes? Te ves tremendamente lindo con este delantal rosa. –Se acercó nuevamente a su oído chupándole el lóbulo –Rosa como un helado de… fresa. –Sonrió con lujuria al decir aquello.

-Hy-hyung… -se sonrojó de inmediato -¿Qu-qué estás diciendo?

-Nada malo Kwangminnie… ¿Pero sabes? –Toqueteo su pierna –Quiero saber que es esto en el bolsillo de tu pantalón. –metió su mano tratando de sacarlo.

-¡N-no! Deja eso hyung. –Le quitó la mano y tomo el condón entre la suyas.

-¿Qué es eso? Enséñamelo, se ve curioso… -trataba de contener su risa.

-¡No es nada!

-¿Es un dulce? ¿Por qué no me das?

-Si, es un dulce ¡Y no te daré! –Abrió el condón –Ahora m-me lo comeré.

-¡Oh! No hagas eso Kwang, dale a tu hermano. –Su risa quería salir a flote.

-¡No! –Y dudándolo mucho engullo el condón.

-Vaya… Kwangminnie es malo ¿No me compartes directo de tu boca? –Le giró el rostro para encontrarse con él. Kwangmin negó sonrojado y comenzó. -¿Sabe mal? ¿Por qué no lo masticas o chupas?

Kwangmin no supo que decir por lo que decidió hacer aquello, no podía dejar que su hermano supiera que era lo que traía en la boca.  Comenzó a masticar el condón el cual tenía un rico sabor a fresa, era delicioso a decir verdad.

-¿Está rico? –Sonrió a lo que el menor asintió –Sabría mejor si lo compartimos… -Con sus dedos trato de abrir la boca del castaño, el cual se resistía a aquello. Con algo de fuerza Youngmin abrió la boca de Kwangmin y miró en su lengua; codón de fresa, en efecto, era rojo. –Vaya Kwagminnie ¿Por qué haces eso? –Sonrió con lujuria –Ahora por masticarlo ya no sirve, tendremos que usar otro… -Tomó el condón con dos de sus dedos y lo sacó de su boca.

-Hy-hyung… yo no… no era mío…

-No me importa eso Kwangmin, desperdiciaste un preservativo, tendré que castigarte. –Una de sus agiles manos desabrocho el pantalón de su hermano.

-Hyung, no… ¡Mhhhg! –cerró sus ojos tratando de detener las manos del mayor.

-¡Shhhh! No te estoy preguntando. –Masajeo a palma extendida su mimbro por sobre el bóxer.

-¡Ahh! –Gimió suavemente.

-Ven acá, te daré el castigo que mereces. –Se levantó de la silla con él y antes de que el otro pudiera salir corriendo lo tomo de la mano arrastrándolo a la habitación.

Llegaron al cuarto y poniendo el pestillo Youngmin le lanzo en la cama colocándose sobre él.

-Kwangmin… ¿Te gusta provocar a la gente? –Le miró fijo.

-No sé de qué me hablas hyung.

-Yo sabía que lo de tu pantalón era un condón y el verte masticándolo me puso a mil… no prometo que no te duela cuando te lo haga.

-Hyung… -desvió la mirada avergonzado por las palabras del mayor.

-Mírame. –Tomó su mentón -¿Quieres que usemos un preservativo al hacer?

-N-no traía el condón por eso hyung… y-yo lo encontré.

-Lo sé, no te lo estoy preguntando por eso Kwangmin ¿Quieres sentir mi mimbro aislado de tu piel? –Arqueó una ceja.

-N-no… -le abrazo del cuello –A mi me gusta sentirte directamente hyung.

-Me alegra escuchar eso Kwang. –Besó tiernamente sus labios.

Los besos fueron subiendo de tono hasta que sus lenguas comenzaron una danza húmeda. Se rozaban y enredaban, saboreando la saliva del otro. Por dios que la boca de Kwang sabía a gloria, su saliva tenía un sabroso sabor a fresa~  Bendito condón que había tenido la dicha de estar en su boca.

Youngmin salió un poco de su boca y mordió su labio inferior para después succionar el  superior. Kwangmin suspiraba y gemía suavemente, amaba la manera en que su hermano le besaba.

Young volvió a meter sus manos bajo la playera del castaño, acariciando su tersa piel, ese plano abdomen que le encantaba. Subió de a poco y acarició sus pezones con sutileza pero lo suficientemente perceptible para que Kwangmin sintiera un escalofrío y su piel se erizara.

-Hyung… ya te quiero dentro… -musitó casi en un gemido.

-No seas ansioso Kwangmin, quiero disfrutare. –Beso en corto sus labios.

Volvió a bajar su mano a la entrepierna del menor, acariciándole con fuerza y despojándole lentamente de sus pantalones los cuales arrojo a algún lugar de la habitación. Acarició sus muslos y subió sus dedos hasta el borde del bóxer ajeno y se deshizo de éste en un santiamén.

Su boca estaba pegada al pecho del más bajo, comenzó a lamer con sutileza y después a succionar su piel dejando así pequeñas marcas rojas. Aquello significaba ‘eres mío’ y perfectamente lo sabía Kwangmin. Sus labios fueron hasta uno de sus rozados pezones, el cual comenzó a chupar con devoción y esmero. Lo jaló un poco y con su mano libre estimulo el otro creando corrientes eléctricas que recorrían el cuerpo del más chico. Kwangmin se retorcía de placer y tiraba de los cabellos de su hermano, aquello se sentía tan bien que su miembro se ponía duro.

-¡Ahh! Hyung, por favor… ya no aguanto…

-Pues tendrás que hacerlo. –Se separó de su pecho -69 Kwangmin.

-¿Eh?

-He dicho que 69, eso haremos.

-¡No! Que bochornoso hyung… -se cubrió el  rostro.

-Kwangmin, conozco cada rincón de tu cuerpo, no puede darte vergüenza… -sonrió divertido.

-¡Pues me da!

-Anda, quiero hacerlo.

-Yo también quiero hacer algo y no te lo estoy diciendo.

-Dímelo, te puedo complacer. –bajo a besar su cuello –Solo quiero hacerte feliz.

-mhhhg~ No hyung, me daría mucha pena.

-Anda, soy todo tuyo. –Dio una suave mordida al blanco cuello.

-E-está bien… -se mordió el labio –Recuéstate.

Youngmin sonrió e hizo lo pedido por su hermano. Kwang se colocó entre sus piernas y miró atento el bulto en los pantalones del rubio, se veía excitado. Sin cohibirse acaricio el miembro por sobre aquel molesto pantalón, el cual segundos después comenzó a quitar.

-Hyung, estas muy duro… -se ruborizó –Realmente quieres estar conmigo ¿No?

-Kwangmin, yo siempre quiero estar contigo, de cualquier manera.

-Te hare disfrutar hyung…

Le sacó el miembro del bóxer y comenzó a lamerlo en toda su extensión. Enredaba su lengua en él y succionaba en la base mientras daba apretones en la punta. Al momento lo engulló comenzando a chuparlo con hambre, con ganas de sentir su caliente leche llenar su boca hasta desbordarse.

-Mhhhg, si, así Kwangmin… que bien lo haces. –echo la cabeza hacia atrás 6omando con una mano la cabeza del menor marcando el ritmo.

Kwang seguía succionando con fuerza y dando una leve mordida logro sacar un ronco gemido de la boca del mayor, haciéndole correrse en su boca, inundándola. El castaño trago la semilla del rubio y prosiguió a lamerse los labios.

-Sabes delicioso hyung…

-No tanto como tú. –se inclinó a besarle.

-Hyung… ¿Para qué es esto? –Le mostro el condón que había sacado de su pantalón.

-Solo lo traía…

-¿Ah sí? Pues, podemos utilizarlo. –Lo abrió con cuidado –Deja que… te lo ponga con mi boca. - lo llevo a su boca y acercándose al erecto miembro de su hermano comenzó a deslizarlo hasta subirlo.

-K-Kwangmin… ¿Por qué…? Tú… ¿Cómo…? –Los colores invadieron el rostro de Youngmin.

-Ese es un secreto. –Sonrió tímido.

-¡Tsk! Eres tan jodidamente hermoso. –Se aventó sobre él, dejándolo nuevamente debajo de él –Te haré gritar.

-Hazlo, lo haré con gusto. –le miró tiernamente.

-Pídemelo…

-Hyung… –le abrazo del cuello -Por favor, hazme tuyo. Necesito tenerte dentro de mi… -Lo pidió casi como suplica.

-Te hare mío porque lo eres Kwang. –Le besó.

                Bajo por su cuello dando besos y lamidas para después succionar con rudeza aquella tersa piel que le encantaba. Con agilidad comenzó a desvestirle y una vez lo tuvo desnudo masajeo suavemente su miembro.

Kwangmin comenzó a gemir, a bufar descontroladamente, Youngmin para acallar los gemidos de este, le besó con pasión sumado al amor y el placer del momento. Las lenguas se frotaban, se tocaban con amor y violencia a la vez. Se cansaron del beso, y pronto la cama se hizo poca para expresarse todo el amor que sentían ‘ocultamente’ el uno al otro.

 Youngmin comenzó a bajar por el cuerpo de Kwang besando cada rincón de éste, se detuvo un momento en sus pezones lamiéndolos y mordiéndolos delicadamente mientras Kwangmin gemía de manera alocada. Luego, bajó por su abdomen hasta llegar al miembro del castaño, lo lamió con desesperación, ya no aguantaba más, si Kwangmin seguía gimiendo tan eróticamente eso acabaría antes de empezar. El mayor procedió a insertar un dedo en la entrada de su hermano y luego de un buen rato, con mucha paciencia y amor, logro dilatarle por completo, Young se recuesta sobre Kwangmin, apoyando sus brazos al lado de la cabeza de su hermano y le besó.

- Te haré el amor como nadie nunca te lo hará. – Siguió con un fogoso beso y su enorme glande se posicionó en el ano, sin penetrar a Kwangmin.

-Te amo- dijo este último acariciando la espalda de su hermano. –Pero si has de hacerme el amor como nunca lo prefiero sin el condón.

-Está bien, lo quitaré. –Tomo su miembro y saco el condón volviendo a colocarse en la entrada del menor. –Te amo.

-Y yo a ti. -Y con esa última frase, de una suave estocada, logró insertar la mitad de su glande.

Ambos estaban envueltos en pasión, otra estocada para que la cabeza de su miembro estuviera dentro. Kwangmin respiraba y jadeaba, sentía que le partían, que el ano le iba a explotar… Pero tampoco quería parar.

- ¡Nhhg! Te siento… dentro, se siente… ah~  tan bien…- Dijo con euforia y amor, al sentir los latidos del miembro de su gemelo, el cual ya había entrado hasta la mitad.

Una última embestida para que entrara por completo, mientras se besaban con pasión. Así Youngmin comenzó una penetrada calmada, no quería lastimar a su amado. Iban sincronizaron en sus movimientos, incluso en los latidos de sus corazones, era solo amor lo que sentían.

Aquello se volvió tortuoso y de inmediato el rubio aumento el salvajismo de sus embestidas, a una rápida velocidad que provocaba cientos de gemidos al castaño. Su miembro era tan grande y le daba tan duro y profundo que Kwang sentía que al momento de explotar el semen de Young le llenaría el estómago.

-Me… ¡Ahh!  Me corro...- Dijo Kwangmin, Jadeando entrecortado por el movimiento del vaivén.

- Tam-también yo… ¡nnhg…!- Respondió el mayor, que encima de él le dio una penetrada hasta el fondo, lo más profundo que nunca había hecho logrando así tocar su punto G, llenando de semen el interior de Kwangmin, el cual sintió su tibieza.

-¡AHHH! ¡Yo-Youngmin!-Arqueó su espalda mientras clavaba sus uñas en la espalda del mayor, corriéndose entre ambos-

-Desde hoy, y para siempre eres mío… Amor- Continuo a darle un beso.

-Siempre seré solo tuyo Youngmin. –sonrió exhausto.

-Pero la próxima, si quieres un condón procura que sea de uva. – Cayó a lado del cuerpo de Kwang, que lo abrazó.

-¡Hyung! –se sonrojó.

-Es broma, solo no vuelvas a masticar uno… se me puede hacer costumbre castigarte. –sonrió travieso.

-¡Hyung babo! Malditos condones de sabores.

Notas finales:

Espero les haya gustado, nos vemos en 1 semana.

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