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El Amor Toca A Tu Puerta Cuando Menos Te Lo Esperas por sakuralipotter

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Notas del fanfic:

Espero que les guste :D

 

EL AMOR TOCA A TU PUERTA CUANDO MENOS TE LO ESPERAS

 

Autora: Sakura Li Potter

 

 

Dedicado a Helena, la única dueña de mi corazón,

la mujer a la que amare por siempre sin importar lo que pase,

y la que me inspira día a día ser mejor persona para ella,

porque ella es perfecta para mi. Te amo princesa.

 

 

Mire una vez mas aquella fotografía y la abrace como si de mi vida se tratase, mire al mar, las olas golpeaban las rocas suavemente, el viento soplaba sutilmente en mi rostro mientras un hermoso atardecer se apoderaba del cielo… atardecer… como la primera vez… no, no tenia caso recordarlo, rompí la fotografía en 4 partes y la arroje hacia las olas, los segmentos se separaron y perdieron mar adentro. Tome con fuerza mi maleta y mire una ultima vez ese mar donde todo había comenzado, despidiéndome para siempre de quien una vez fue mi gran amor pero que ahora no era mas que un fantasma que quería con todas mis fuerzas olvidar, ella tomo mi corazón, jugo con el y después lo desecho, no tenia caso desperdiciar una lagrima mas en quien no lo valía.

 

Aun faltaban un par de horas para mi vuelo, decidí caminar una vez mas por el lugar, pero cada lugar me la recordaba, este extraño sentimiento de odiarla y extrañarla me estaba matando, por eso decidí que lo mejor seria poner tierra de por medio y alejarme lo mas posible de sus recuerdos y de ella misma, era inevitable encontrarnos alguna vez por la calle, y peor aun seguramente me buscaría con alguna estúpida excusa para volver, si, la extraño y a veces deseo revivir aquel hermoso amor, pero recuerdo que de ese hermoso amor ya no hay nada porque posiblemente por su parte nunca existió.

 

Camine hacia el aeropuerto para matar tiempo, de cualquier modo no estaba demasiado lejos. Me sentí tentada a visitar a mis amigos una vez más, pero ya me había despedido de ellos, tal vez si los veía cambiara de opinión. Llegue al aeropuerto e hice todos los tramites para finalmente abordar.

 

Con algunos minutos de retraso el vuelo despego, mire por la ventana aquella ciudad que hoy dejaba para emprender una nueva vida y empezar desde cero en otro lugar. Busque en mis bolsillos la dirección del que seria mi nuevo hogar, me quedaría en casa de mi tía al menos hasta que encontrara un trabajo estable y un departamento a buen precio que rentar. Saque de mi maleta aquel libro, no es que fuera una persona que acostumbra leer pero aquel libro era especial, las palabras ahí vertidas despertaban mi roto corazón y aquella dulce historia de amor me inspiraba a luchar por encontrarlo yo también, el libro estaba ya un poco maltratado de tanto que lo había leído pero no me cansaba de hacerlo.

 

Termine de leer la última página del libro justo cuando aterrizamos. Lo guarde en la maleta y baje del avión. Mi tía esperaba en la sala como había prometido, me recibió con un fuerte abrazo; a pesar de que tenía cerca de 5 años sin verla no había cambiando ni un poco, era la misma mujer elegante y un tanto estrafalaria que recordaba.

Durante el camino en auto conversamos sobre lo que había sido de nuestras vidas los últimos años, ella había tenido varios amoríos pero aun nada serio, le conté un poco de mi ex pero omitiendo algunos detalles. 

 

La casa de mi tía era realmente muy hermosa, ubicada en una de las mejores zonas de la ciudad, la fachada era moderna y elegante, contrastaba con la casa de enfrente… parecía como un castillo, como el castillo de la princesa pensé recordando la historia que apenas hace unos minutos había leído por enésima vez. Mi nueva habitación era el doble de grande que la que tenía en casa. Desempaque las pocas ropas que había llevado, mi tía me advirtió que el clima aquí era muy diferente así que tendría que comprar nueva. Moví algunos muebles pues no me gustaban como estaban. La casa era grande pero no tanto como para perderse así que rápidamente encontré a mi tía en la cocina que preparaba algo de cenar.

Cenamos mientras me explicaba algunas reglas de la casa y me comentaba de algunos sitios donde podría encontrar trabajo. El viaje me había dejado agotada así que apenas termine de cenar regrese a mi habitación y me quede profundamente dormida. Esa noche, dentro de mis sueños veía aquella casa que mas parecía un castillo y una hermosa doncella de blanco me sonreía tras una de las ventanas, dormí profundamente, cosa que tenia bastante tiempo sin pasar.

 

Desperté casi a medio día, me di un baño y baje a desayunar… o mejor dicho comer algo. Me encontré con una nota de mi tía “me fui a trabajar, hay macarrones en el refrigerador o puedes prepararte lo que gustes, nos vemos por la noche”. Calenté los macarrones y freí un bistec. Comí con rapidez pues quería conocer un poco el lugar, ya tendría tiempo mañana para buscar trabajo. Mire una vez mas aquella casa, desde un ventanal  una chica me observaba, no era para nada la hermosa doncella de mi sueño, era una chica muy extraña, unas enormes gafas cubrían gran parte de su rostro, el cabello rizado, corto y despeinado y aquella mirada indescifrable tras las gafas, corrió por completo la cortina, vestía un suéter que le quedaba seguramente 2 o 3 tallas grande y unos jeans algo arrugados, no era muy alta, a simple vista no pasaba del metro y medio, y aparentaba poco mas de 16 años. Seguía mirándome y yo a ella, pero nuestras miradas no se cruzaron hasta que ella cerro la cortina de nuevo y me miro directamente a los ojos… oscuros y pequeños pero con una chispa de luz que los hacia bastante lindos. Camine lentamente observando las casas y algunos establecimientos de los alrededores. De verdad que era un muy bonito vecindario, regrese a casa al cabo de una hora después de haber recorrido varias calles a la redonda. Mire de nuevo aquella casa, la chica ya no estaba, solo se veía iluminado el ventanal, indicio de que seguía ahí.

 

Pase el resto de la tarde decorando mi nueva habitación y ordenando un poco la casa, a pesar de tener dinero mi tía no confiaba en pagar a una desconocida para que hiciera el aseo. Cuando mi tía llego yo ya tenia toda la casa limpia y la cena en la estufa, cenamos juntas y platicamos un poco de lo que hicimos durante el día, ella trabajaba en una editorial donde le pagaban muy bien. Estaba cansada así que se fue a dormir después de cenar. Para mí el día había sido tranquilo así que solo regrese a mi habitación, abrí las grandes ventanas sentándome en el borde de una de ellas. Desde aquí era inevitable mirar ese castillo, me imagine que realmente era el castillo de la princesa Hartzler y que seguramente tras sus puertas se vivía aquel tórrido romance entre la princesa y aquella joven y valiente guerrera. ¿De verdad podría encontrar la felicidad aquí? De nuevo paso por mi mente aquella idea, mi corazón dolía insoportablemente y la decepción aun inundaba todo mi ser ¿De verdad valía la pena seguir viviendo? Mi habitación estaba en el tercer piso… ¿Cuanto podía doler? Después de todo solo seria un golpe y después por fin la paz. 

Me subí al borde de la ventana, mire el piso, estaba lo suficientemente alto como para no sobrevivir. El viento golpeaba mi rostro, solo dos, quizás tres personas me extrañarían, pero podrían seguir sin mí. Estaba a punto de lanzarme al vacío cuando una voz me detuvo.

 

-DETENTE-me gritaba la chica de la casa de enfrente desde su ventanal-no sé que problema tengas, pero estoy segura que ninguno merece que te quites la vida

 

-¿tu que sabes de problemas?-le pregunte molesta y con dolor, ¿y a ella que le importaba que hiciera yo?-hay veces que el dolor es tan profundo que es mejor la muerte a seguir sufriendo

 

-te equivocas, por muy fuerte que sea el dolor, vale la pena seguir viviendo, porque tal vez no lo creas, pero tarde o temprano lo superaras-me grito como si no pudiera escucharle-vale la pena porque el momento mas oscuro es antes del amanecer, y cuando amanezca y veas lo hermosa que puede ser la vida no te arrepentirás de seguir aquí

 

-¿y si te equivocas? ¿Y si para mi no hay amanecer?-pregunte alejándome un poco del borde

 

-siempre hay amanecer, yo pensaba como tu, estuve a punto de quitarme la vida, pero sigo aquí y no me arrepiento-me dijo mirándome a los ojos, a pesar de la distancia que nos separaba podía sentir su mirada leyendo la mía-espera ahí, no te muevas por favor

 

La chica desapareció del ventanal y segundos después salió por la puerta de su casa y cruzo la calle, entre de nuevo a mi habitación y baje para encontrarme con ella.

 

-mira, se que en estos momentos debes sentir que la vida no vale la pena-me dijo agitada por correr desde donde estaba-pero te aseguro que vale toda la pena del mundo.

 

-yo… es que de verdad… siento que ya nada tiene sentido-respondí mientras las lagrimas empezaban a resbalar por mis mejillas-deje que una persona se convirtiera en el centro de mi universo cuando yo era solo una mas en la lista de esa persona, jugo conmigo y cuando ya no me necesitaba se alejó de mi, yo de verdad la amaba-me envolvió en un reconfortante abrazo y me ofreció su hombro para derramar todas las lagrimas que aun seguían ahí

 

-no te diré que todo va a estar bien, porque el dolor que sientes ahora no se ira de la noche a la mañana-me dijo abrazándome de una manera protectora-quizás nunca se vaya del todo, pero si te diré que este mundo es enorme y hay una persona esperando por ti, una que si valorara la maravillosa persona que eres. El amor toca a tu puerta cuando menos te lo esperas

 

Esa frase… como olvidarla, se la dijo Abril a la princesa Hartzler cuando se conocieron, ¿seria que esta chica también había leído esa historia?  No recuerdo cuanto tiempo estuve en ese abrazo pero el viento soplaba más fuerte, la invite a pasar y puse una cafetera.

 

-creo que aun no me presento-me dijo extendiéndome una mano-soy Andrómeda Correa-una risa se me escapo, es que… que nombre mas extraño-¿así que mi nombre es gracioso? Pues no eres la primera que lo piensa, por eso mis amigos y familiares me llaman Andy, mi padre era un loco obsesionado con la astronomía y mi madre perdió el volado a la hora del registro.

 

-pues mi nombre tampoco es muy bonito que digamos, me llamo Selene, no se ni que significa-respondí sirviendo el café en las tazas

 

-yo si sé que significa-me dijo tomando un sorbo de café-Selene es una diosa lunar griega

 

-vaya, soy una diosa y yo sin saberlo-dije con fingida seriedad, ambas reímos como si lo que había pasado hace unos minutos no hubiera sido sino una pesadilla o producto de nuestra imaginación

 

-entonces… ¿te acabas de mudar, no?-pregunto después de un incomodo silencio-nunca te había visto por aquí

 

-si, llegue ayer por la tarde, mi tía, la dueña de esta casa me ofreció asilo temporal-respondí para después beber un poco mas de café, ella asintió-¿tiene mucho que vives aquí?-pregunte para no dejar que el silencio se apoderara de la situación

 

-desde que nací-respondió mirando su casa castillo por la ventana de la cocina-antes era de mis padres, después un trágico accidente se los llevo y me quede ahí desde los 16 años

 

-vaya lo siento mucho-dije temiendo haber tocado un tema difícil, pero ella negó con la cabeza y sonrió-desde los 16 años, entonces no hace mucho, lo siento

 

-¿Cuántos años crees que tengo?-me miro divertida ante mi anticipada afirmación

 

-pues por mucho 16 años-confesé apenada pues seguramente era mayor que eso

 

-tengo 20 años-respondió riendo-aunque me alaga que me consideres mas joven, eso me da algunas ventajas, aun recibo dulces en las fiestas infantiles-dijo riendo nuevamente, reí también, eso seria muy conveniente

 

-soy solo dos años mayor que tu-comente después de las risas-me imaginabas mas grande supongo

 

-no realmente-respondió dejando claro que no bromeaba-las chicas de por aquí desde que están en la secundaria se maquillan y arreglan tanto que parecen tener mas de 20, así que tu no aparentas mas que eso

 

Sonreí ante el comentario, bebí el resto de mi café y deje la taza sobre la mesa, la acababa de conocer no sabia de que mas podríamos platicar.

 

-hace un momento dijiste una frase-recordé lo que me había dicho-“el amor toca a tu puerta cuando menos te lo esperas” ¿de donde lo has sacado? Es que yo lo leí en un libro, pensé que tal vez lo habrías leído tú también

 

-¿ah si? ¿De que libro?-me pregunto con una mirada bastante extraña

 

-se llama “historia de un eterno amor”, lo escribió Annie Corelli- respondí con una sonrisa en el rostro al recordar ese libro que tanto me gustaba-es mi libro favorito

 

-ya veo, ¿y es bueno?-me pregunto con una sonrisa enigmática

 

-excelente, me encanta-respondí sonriendo-pensé que lo habrías leído, como sabias esa frase

 

-bueno, a decir verdad es una  frase muy popular-respondió terminando su café-lo siento pero se hace tarde, debo irme, pero prométeme que no intentaras otra vez quitarte la vida

 

-lo prometo-respondí poniendo mi mano sobre mi corazón-no volveré siquiera a pensar en ello

 

-¿te veo mañana?-propuso pero segundos después se sonrojo dándose cuenta que parecía una propuesta de cita-es decir, vivo en frente, seguramente nos veremos pronto, tu sabes, somos vecinas y eso-su sonrojo aumentaba delatando una dulce torpeza

 

-nos vemos mañana-afirme sonriendo y aumentando su sonrojo, la acompañe a la puerta y me quede observando hasta que entro a la suya, era una chica dulce detrás de esa apariencia tan extraña

 

Tal vez Andy tenia razón, tal vez aun había cosas que valían la pena, quizá la primera era una linda amistad con esta peculiar chica. Regrese a mi habitación, cerré la ventana que seguía abierta y me quede profundamente dormida. Esa noche soñé casi lo mismo que la noche anterior, solo que esta vez no era doncella en vestido blanco, sino Andy en su enorme suéter y sus jeans arrugados caminando por su castillo.

 

Esta vez me desperté mas temprano, eran apenas las 9 am. De nuevo la misma rutina de siempre, tomar un baño y desayunar. Salí de casa a las 9.30 con la esperanza de encontrar un empleo. Visite todos los lugares que dijo mi tía pero en ninguno hubo suerte, resignada regrese a casa cuando en el camino me encontré un cartel afuera de un restaurante. Se solicita mesera… bueno trabajo era trabajo, además era un restaurante elegante, probablemente no lidiaría con pervertidos que solo iban a mirar a las meseras. 

 

Entre a pedir información, la paga era muy buena, además de las propinas y un muy buen horario. Tal vez hasta podría estudiar la universidad o por lo menos algún curso, era incluso mejor que en algunos de los sitios que pregunte. Llene una forma con mis datos y al parecer era urgente porque me contrataron de inmediato, empezaría al día siguiente. Regrese a casa a disfrutar del resto del día. Me encontré a Andy en su jardín podando el césped. Vestía unos jeans sucios de tierra y una larga camiseta blanca que ahora estaba manchada de tierra.

 

-¿te ayudo?-ofrecí amablemente dejando mi bolso al pie de su puerta, ella me saludo animadamente y asintió

 

-¿te parece si yo corto el pasto y tu cortas las ramas mas largas de los arboles?-pregunto limpiándose la tierra de la cara, consiguiendo solo ensuciarse mas, yo asentí, así que me dio unas tijeras, antes no lo había notado pero sus arboles formaban figuras de ángeles, por eso necesitaban que se cortaran las ramas largas. Trabajamos en silencio varios minutos hasta que su voz rompió el silencio.

 

-¿te gustaría hablar sobre lo de ayer?-pregunto leyéndome el pensamiento-si no quieres lo entiendo, te acabo de conocer

 

-la verdad si me gustaría hablar-respondí dejando las tijeras en el césped, y sentándome en un escalón, ella dejo la podadora y se sentó a mi lado-yo… estoy muy dolida por lo que paso, a veces siento que ya no quiero seguir viviendo que el dolor de la muerte será solo un momento, el dolor por lo que me hizo quizás nunca se ira… yo estaba muy enamorada de ella, era todo para mi, se convirtió en el centro y razón de mi universo, todo lo que hacia lo hacia por ella, hasta que descubrí que no era la única en su vida, que la compartía con un chico, en un arranque de valor la deje arrepintiéndome a los dos segundos, pero creo que fue lo mejor. Aun así el dolor es demasiado, yo de verdad la amaba, creo que aun la amo… pero no tiene caso sufrir por algo que ya termino, o que quizás ni siquiera sucedió-reprimí el llanto, me prometí no llorar mas por ella

 

-cuando tenia 16 años me enamore perdidamente de una chica-empezó a decir mirando el piso-ella era mi mundo, era todo para mi, aunque jamás me engaño el destino puso a prueba nuestro amor… hace dos años tuvo que marcharse de la ciudad, le propuse intentarlo, vencer la distancia, o vivir juntas, pero ella se negó, supongo que después de todo no me amaba tanto como decía… ahora vive con una chica a la que tiene muy poco de conocer, pero sé que no tiene sentido lamentarlo… alguien me enseño que vale la pena seguir viviendo porque en este mundo hay personas que hacen que valga la pena, no me arrepiento de no haber tirado del gatillo aquella vez, porque… si lo hubiera hecho no te hubiera conocido.

 

La mire y sin saber porque o como sonreí, ella también sonrió, nos quedamos mirándonos a los ojos varios segundos. La lluvia nos sorprendió sin previo aviso, Andy abrió la puerta de su casa, recogimos con rapidez las cosas de jardinería y entramos. Aquel castillo era tal como lo imagine, era como salido de aquel libro. A pesar de que entramos con rapidez nuestras ropas estaban empapadas pues la lluvia era intensa. Un sonrojo cubrió su rostro de golpe… mire hacia donde ella miraba y me di cuenta que la lluvia había pegado la ropa a nuestros cuerpos, también me sonroje.

 

-será mejor que nos sequemos-dijo Andy indicándome que la siguiera, entramos a lo que supuse era su habitación me dio una toalla para secarme y algo de ropa-no se si te queden los jeans, pero la playera si te quedara, yo me cambiare en el baño

 

Me quede sola y me deshice de mi ropa mojada para ponerme la ropa seca que me había prestado, como Andy predijo los jeans me quedaban bastante cortos, era por lo menos 20 cm mas alta que ella, la camiseta me quedaba grande pero no tanto como a ella.

Después de unos minutos ella salió del baño, saco del armario el suéter que llevaba cuando la vi por primera vez y me ofreció uno. También me quedaba grande, ¿Qué nunca compraba ropa de su talla?

 

-hace frio, ¿te gustaría una taza de chocolate caliente?-ofreció acomodándose las mangas del largo suéter para poder usar las manos.

 

Asentí y la seguí hasta la cocina, no solo por fuera parecía un castillo, aunque tenía electricidad, estufa y todas esas cosas, los muebles, los muros, los cuadros, toda parecía como salido de un castillo. La mire mientras preparaba el chocolate, se había subido a un banco que tenia en el pie de la estufa para poder alcanzar las cosas. Pocos minutos después me dio una taza de chocolate caliente con malvaviscos nadando en el, esto solo lo había visto en películas, nunca pensé tomar el chocolate así. Bebí un sorbo, estaba delicioso, mi mamá decía que a los chicos se les conquista por el estomago, si uno probara este chocolate quedaría enamorado, aunque creo que no aplica solo para los chicos, esta chica era especial

 

-esta muy rico-dije ante su expectante mirada bebiendo un poco mas, ella sonrió con una dulzura inimaginable

 

-¿te gustaría que nos sentáramos junto a la chimenea?-me propuso y sin mas respuesta camino a la sala y la seguí, puso la jarra de chocolate sobre una mesa y encendió la chimenea, el chisporroteo de las llamas y su tenue luminosidad llenaron la sala, me senté a su lado en la alfombra. De repente me surgió una pregunta... no la había visto salir a trabajar ni nada de eso, ¿como se pagaba su estancia en esa casa?

 

-sabes… ¿puedo hacerte una pregunta?-ella asintió bebiendo de su taza-¿estudias o trabajas?-demonios, frase de galán patético, ella rio por lo bajo

 

-trabajo-respondió aun riendo-termine la universidad hace poco y actualmente trabajo para la misma editorial que tu tía

 

-vaya, no lo sabia-dije realmente sorprendida-¿y que haces ahí?

 

-ahm bueno, tu sabes, algunas cosas, escribir esto, enviar aquello-respondió sin saber como definir lo que hacia

 

-ah, ya veo-respondí terminándome de un sorbo mi chocolate-¿me darías mas?

 

-si, claro-respondió llenándome la taza-parece que esta lluvia no parara en un buen rato, ¿Qué te parece si platicamos para conocernos mejor?

 

-si, me parece genial-respondí con una sonrisa-¿Qué es lo que mas te gusta hacer?

 

-creo que escribir, me encanta plasmar en un papel todo lo que pase por mi mente y darle forma de algo lindo-sus ojos brillaban mientras hablaba-creo que hay sentimientos que son tan difíciles de expresar que es necesario dejarlos salir de alguna otra forma, la forma en que salen los míos es en forma de literatura. ¿Y a ti? ¿Qué es lo que mas te gusta hacer?

 

-la verdad es que nunca lo había pensado-dije mirando mi taza de chocolate-me gusta caminar y mirar las casas, los arboles, la gente… en mi antiguo hogar me gustaba caminar por la playa; también me gusta escuchar música e incluso cantar, toco la guitarra, no soy una persona que lea mucho, pero cuando leo es porque la historia realmente me atrapa y me apasiona…

 

Y así pasaron varias horas, platicando de esto o aquello mientras bebíamos chocolate junto a la chimenea. Cuando mire el reloj eran casi las 10 de la noche, llevábamos más de 6 horas platicando.

 

-creo que debo irme, mi tía esta por llegar y se preocupara si no me encuentra-dije levantándome del piso y estirándome, Andy también se levanto y me acompaño a la puerta, la lluvia había cesado hace horas pero no lo habíamos notado.

 

-gracias por la ayuda en el jardín… me divertí mucho hoy… me gusto platicar contigo-dijo con un tenue sonrojo, le di un beso en la mejilla y regrese a casa pero pude ver que su sonrojo aumento.

 

Prepare algo rápido de cenar, no me había dado cuenta que moría de hambre, no comía desde el desayuno. Un mensaje en la contestadora me aviso que mi tía llegaría tarde así que le deje la cena en el microondas y me fui a dormir. Esta noche no hubo sueños, quizás el día fue tan lindo que no hacia falta mejorarlo con ensoñaciones.

 

Llegue puntual a mi primer día de trabajo y me di cuenta de que no se me daba mal, le agradaba a los clientes, trabajaba rápido, recordaba bien los pedidos y me agradaba trabajar. 

 

Los días pasaron poco a poco. Por el día trabajar y por la tarde salir con Andy, íbamos a museos, al parque o simplemente nos quedarnos en casa o de vez en cuando en su castillo. Cada día nos conocíamos mejor, en apenas unas semanas ya sabíamos prácticamente todo de la otra, excepto lo que mi corazón siente. No puedo decirle de buenas a primeras que mi corazón empieza a sentir cosas por ella, cosas que no puedo permitirme sentir, es demasiado pronto para algo así, la acabo de conocer y sin embargo mi corazón ya siente que la quiero. Pero de alguna manera me gusta verla y pasar todo el tiempo posible con ella, me gusta escucharla leer, verla cocinar, me fascina perderme en esos ojos pequeños y oscuros que brillan tan intensamente, me enloquece su espontaneidad, me estoy enamorando y no puedo, no debo hacerlo. Jamas pensé que me enamoraría de ella, es decir, es una chica muy linda, pero creo que se sale de los estereotipos, tal vez era eso lo que mas amaba.

 

Exactamente un mes después de habernos conocido lo que mi corazón siente salió a la luz. Como todos los sábados, me levante cerca de las 10 am, me di un baño y desayune sola. Mi tía salía con “amigos” todos los fines de semana. Le prometí a Andy acompañarla al planetario, yo jamás había estado en uno pero parecía muy interesante.

Pase por ella a su casa, por primera vez la veía con ropa de su talla, aunque seguían siendo jeans y camiseta el cambio de talla hacia una gran diferencia y la daba una apariencia mas arreglada. Su cabello corto y ligeramente peinado y esa sonrisa en su rostro me hacían querer estar con ella para siempre.

 

-¿podemos ir en mi moto?-me propuso señalando la motocicleta aparcada en su jardín, no la había visto antes-la compre ayer-explico al ver mi sorpresa-tranquila que si se conducir, tenia otra solo que la vendí poco antes de que te mudaras para comprarme una nueva. Vamos, te aseguro que no pasara nada malo.

 

-esta bien… pero no vayas muy rápido-dije demostrando mi miedo a los vehículos de dos ruedas. Me puso un casco en la cabeza, se puso el suyo y me ayudo a subir tras ella

 

-agárrate fuerte, ¿vale?-me dijo arrancando, a esa velocidad no me quedaba de otra, la abrace con fuerza, podía oler su cabello, aquel olor me hipnotizo, por un momento olvide que estaba encima de una motocicleta y pensé que estaba flotando, su cuerpo despedía una calidez confortante, aquella concentración y determinación en su mirada me hizo saber que tras la apariencia de chica dulce estaba también una chica valiente y fuerte.

 

Llegamos al planetario en unos 15 minutos. Aparcamos y compramos los boletos de entrada, no sabía muy bien que esperar de un planetario, ya que nunca he estado en uno pero preferí no preguntarle a Andy para sorprenderme de verdad. Por fuera solo parece como un iglú gigante pero eso no dice mucho. Al entrar note que es lo mismo que cualquier sala de cine, pero no vi la pantalla por ningún sitio. Andy me indico donde sentarnos, las luces se apagaron y de pronto un cielo estrellado se apodero de todo nuestro alrededor, la pantalla esta en todo el domo. Una voz explico cosas de los planetas que no entendí bien, pero la vista me maravillo, realmente me parecía algo hermoso. Andy también estaba absorta en aquel panorama, la presentación duro poco más de media hora. Al salir de la sala  le insistí a Andy como niña pequeña que pasáramos por la tienda de recuerdos. Compre un libro de astronomía y una linterna con tapas intercambiables que proyectaba los astros en la pared.

 

-me alegra-dijo Andy de pronto, la mire sin entender-me alegra que te haya gustado el planetario y que la estés pasando bien

 

-gracias por invitarme-respondí mirando un puesto de helados fuera del planetario para esconder mi sonrojo-¿quieres un helado?

 

-si, claro, me encantaría-pedimos un par de helados, caminamos a un parque cercano y nos sentamos en una banca bajo la sombra de un árbol

 

-me alegro mucho de haberte conocido…-empecé a decir sin saber porque-me alegra no haber hecho lo que planeaba hacer esa noche, me alegra seguir viva y estar a tu lado, pero aun le temo a la vida, aun le temo al amor, lo siento…

 

Me levante y empecé a caminar pero me tomo del brazo deteniendo mi avance, pensé que diría algo pero solo me beso, se paro sobre sus puntas y tiro del cuello de mi blusa para poder unir sus labios con los míos, la sujeté de la cintura para que no cayera, cerré los ojos y me deje envolver por la calidez de ese beso. La besé también… lentamente, disfrutando del dulce rose de sus suaves labios y supe que ya no había escapatoria, quería a esa chica, la amaba mas de lo que llegue a imaginar y en tan poco tiempo. Nos besamos por varios minutos hasta que el frio del helado derritiéndose en mi mano nos separo.

 

-lo siento… yo… no debí…-me dijo notablemente sonrojada, puse el índice sobre sus labios y la bese nuevamente con extrema ternura

 

-te quiero-le susurre a escasos milímetros de sus labios

 

-te amo-me respondió besándome de nuevo, esta vez con mas intensidad-¿te gustaría ser mi…

 

-ssh, no hacen falta preguntas-le dije interrumpiéndola-mi corazón es solo tuyo así como yo soy solo tuya

 

Regresamos a su casa y como aquella vez nos sentamos frente a la chimenea, pero esta vez abrazadas y bebiendo chocolate de la misma taza alternadamente con besarnos.

Esa noche me quede a dormir con ella, pero no hicimos nada pervertido, solo quería dormir abrazándola, sentir el calor de su cuerpo junto al mio, ver su rostro antes de dormir y al despertar. Soñé que estábamos en ese mismo castillo muchos años antes, como en la historia del libro, que yo era una princesa y ella mi valiente guerrera.

 

Apenas desperté, abrí los ojos para ver su dulce rostro, pero me encontré sola, recorrí la habitación con la mirada en su busca pero nada. Me senté en la cama asustada de que todo fuera un sueño, pero… no era mi habitación, era la de ella, estaba por levantarme cuando entro a la habitación aun en pijama, con una taza en la mano y una dulce sonrisa.

 

-me asustaste-le dije  haciendo un puchero cuando se sentó a mi lado-pensé que todo había sido un sueño

 

-¿Cuál todo?-me pregunto ella con una expresión de sorpresa en el rostro

 

-bueno pues tú y yo… ayer… ¿no lo recuerdas?-le pregunte ya dudando de mis recuerdos

 

-ayer fuimos al planetario, comimos helados, regresamos a mi casa, llovió toda la noche, por eso te quedaste y te preste una pijama-me respondió bebiendo de su taza

 

-¿Qué? No, pero yo… demonios… todo fue un sueño-dije enojada y triste escondiéndome entre las sabanas

 

-solo bromeaba preciosa-me dijo tirando de las sabanas y abrazándome fuerte-te amo Selene-dijo para luego besarme en los labios, deje que el peso me venciera y caímos en la cama, sentir el peso de su cuerpo sobre el mio despertó en mi algunas sensaciones, la abrace por la cintura para acercarla mas a mi, quería sentirla mas, tocar mas de su cuerpo, quería mirar mas de su piel y recorrerla con mis labios

 

-aaah-un dulce gemido salió de los labios de Andy y me hizo consiente de lo que estaba haciendo, mis manos habían ignorado mi afán por controlarme y estaban acariciando su cuerpo mientras mis labios probaban su blanco cuello

 

-lo siento-me disculpe dejando de acariciarla y besándola con dulzura en la frente-es que yo…

 

-tranquila, te entiendo-me dijo abrazándome con dulzura-pero ahora no, espérame un poco, por favor-algo en su mirada demostraba miedo

 

-todo el tiempo que quieras-respondí abrazándola también, nos quedamos abrazadas un largo rato hasta que el hambre pudo más y nos levantamos para preparar el desayuno

 

Desayunamos juntas y en pijama, era domingo, no planeaba salir a ningún lado y al parecer Andy tampoco. Se nos fue todo el día entre abrazos, besos y te amos. Sin duda era el día mas feliz de mi vida, no recordaba ni uno mejor.

 

-quédate…-me pidió al caer la noche, pero yo sabia muy bien lo que pasaría si me quedaba, no podría controlarme

 

-me encantaría, pero mañana tengo que trabajar-le respondí desviando la mirada, si la veía a los ojos no podría decirle que no

 

-esta bien, pero vendrás mañana después del trabajo ¿verdad?-me pregunto con una mirada encantadora-te preparare de comer

 

-claro que si-respondí besándola en los labios-nos vemos mañana, te amo hermosa

 

Cruce la calle y entre a mi casa, escuche la puerta de Andy cerrarse. Me metí en la ducha disfrutando del agua caliente chocar contra mi piel, me había jurado a mi misma jamás volver a enamorarme, no confiar otra vez en ese estúpido sentimiento que solo acarrea sufrimiento y aquí estaba otra vez, enamorada de una chica que jamás imagine, de pronto el temor invadió mi mente…

 

¿Y si se repetía la historia? Si… ella jugo conmigo y me rompió el corazón, debió ser por algo, quizá algo me faltaba ¿Y si Andy también después de un tiempo piensa lo mismo? ¿Y si ella también termina dejándome?  No, eso era imposible, Andy me ama, yo lo se, lo noto en su mirada, cuando me ve… parece que viera el tesoro mas inmenso y maravilloso, cuando me besa me entrega el alma y cuando me abraza puedo sentir su corazón latir con fuerza por mi.

 

Salí de la ducha y observe mi cuerpo en el espejo… delgado y pálido… pechos pequeños y nada de trasero ¿Por qué le gustaba tanto a Andy? ¿Por qué dejo de gustarle a… a ella? Me prometí jamás mencionar siquiera su nombre. ¿Qué tenia yo que Andy me ama con locura, si no soy más que una chica normal? ¿Por qué me ve como a una diosa? Retire la mirada del espejo, quizá a Andy le gustara mi cuerpo, pero a mi no me gustaba. Me puse el pijama, me seque el cabello y me recosté en mi cama, pero no podía dormir, una mezcla de imágenes se arremolinaban en mi mente, por un lado recordaba esta mañana, el cuerpo de Andy sobre mi y el sabor de su cuello, por otro lado la incertidumbre y el miedo de que yo fuera para ella solo un capricho o un amor adolescente. Me quede dormida un par de horas después con esos pensamientos en mi mente.

 

Me desperté temprano para ir a trabajar con la esperanza de que fuera una excelente semana, y lo fue, así como el resto del mes. Las cosas seguían como antes, por las mañanas trabajar, por las tardes estar con Andy solo que ahora era mi novia y cada día me enamoraba mas de ella. Lo que no sabía aquella mañana de lunes era que pasado un mes la paz y la felicidad serian sustituidas por la duda y el dolor.

 

Fue un viernes cuando mi jefe me informo que la distinguida escritora Annie Corelli comería en el restaurante ese día y como yo era sin duda y por mucho la mejor mesera del lugar seria la encargada de atenderla. Era una gran oportunidad pues podría recomendarnos. Además a mi me encantaba su libro, seria todo un honor conocerla, hasta podría pedirle un autógrafo.  Varios empleados limpiaban a conciencia mientras me era entregado un uniforme nuevo por ser una ocasión especial. Me lo puse descubriendo que si era de mi talla, no como el anterior que me quedaba un poco pequeño, yo no tenia la culpa de ser mas alta que la mayoría de las chicas. Mi jefe golpeo la puerta del baño indicándome que la señorita Corelli ya estaba aquí.

Salí del baño para encontrarme a Andy vistiendo un traje sastre azul, unas zapatillas que le obsequiaban 10 cm de altura y el cabello perfectamente peinado, a su lado un hombre de unos 30 años, alto, rubio y delgado. Conversaban animadamente sin notarme. Me acerque a ellos y carraspee para llamar su atención.

 

-buenas tardes y bienvenidos-dije extendiéndoles las cartas, evitando mirar a Andy-si me permiten recomendarles la especialidad de hoy, pasta gratinada con queso y bañada en crema de espárragos acompañada de uno de nuestros mejores cortes.

 

-Selene…-murmuro Andy con un hilo de voz-no sabia que trabajabas aquí

 

-disculpe señorita Corelli pero no me esta permitido hablar con los comensales y menos aun si son tan distinguidos-dije con dolor en la voz

 

-¿se conocen?-pregunto el acompañante de Andy con extrañeza

 

-si, es Selene, mi vecina-murmuro ella mirando el piso, su vecina, ¿así que solo era eso? ¿Después de tantos besos y abrazos, y tantas veces de decirnos te amo solo era su vecina?

 

-bueno, yo tomare la especialidad del día-dijo el hombre regresándome la carta-¿y tu Annie?

 

-también la especialidad-respondió evitando mi mirada, entre en la cocina para indicar los pedidos al chef y de paso calmarme un poco. ¿Por qué Andy nunca me dijo que ella era Annie Corelli? Hasta fingió no conocer el libro que ella misma escribió. Salí de la cocina llevando una botella de vino y dos copas, el tipo tomaba la mano Andy mientras la miraba a los ojos.

 

-eres la mujer mas maravillosa que he conocido-le dijo el tipo besando su mano-me encantaría que fueras mi novia-dijo con presunción y sin nada de amor

 

La bandeja cayo a mis pies derramando el vino entre los trozos de copas rotas. Salí de ahí sin importarme perder mi trabajo ni nada, eche a correr, quería olvidarme de todo, sacarme el corazón y no saber nada mas, desaparecer de este mundo de una vez y dejar de sufrir.

 

-¡SELENE!-escuche a Andy gritar tras de mi, se escuchaba agitada, seguramente corría tras de mi-Selena por favor espérame, necesitamos hablar

 

-ve y habla con el maldito estúpido ese-grite corriendo con mas fuerza deseando llegar pronto a casa

 

-Selene no es lo que tú piensas, te lo aseguro-me dijo con la voz más entrecortada

 

-vete al demonio Andrómeda-estaba por llegar, apure el paso y entre a mi casa, eche el seguro por si traía la llave que le había dado. Poco después la escuche golpear la puerta con fuerza, pero no iría a abrirle. ¿Por qué jugo conmigo de esa manera si ya tenia un enamorado? Me encerré en el armario para dejar de escuchar los golpes en la puerta, deje que las lágrimas salieran a raudales, me permití gritar y maldecir. Salí cuando los golpes cesaron, habían pasado cerca de 2 horas en las que Andy no dejo de golpear la puerta, me recosté en mi cama y llore hasta quedarme dormida.

 

Desperté al mediodía del día siguiente, era obvio que no tenia ya trabajo así que pasaría a regresar el uniforme mas tarde. Me di una ducha y baje a la cocina pensando en desayunar pero no tenia hambre. No dejaba de darle vueltas en mi cabeza, ¿Por qué nunca me lo dijo? ¿Por qué en ese momento dijo que solo éramos vecinas? ¿Tiene algo con ese tipo? ¿De verdad me ama? ¿Al menos siente algo por mí? Las lagrimas resbalaron por mis mejillas de nuevo a pesar de que creía se habían acabado todas ayer de tanto que llore. Lave y seque el uniforme del restaurante, cuando estaba por salir vi el sobre que deslizaron bajo la puerta. La letra no podía ser de nadie más, pero… no quería leerlo, no quería saber nada que tuviera que decirme, después de todo es una escritora, sabe inventar cosas y enamorar con las palabras. Seguramente todo lo que me dijo a mi era mentira. Rompí la carta y la tire al cesto de basura. Camine con pesadez a mi trabajo, me disculpe con mi jefe y regrese el uniforme.

Volví a casa sin levantar la mirada del piso, cualquier cosa me recordaba a ella.

 

-Selene-grito Andy en cuanto me vio acercarme, estaba sentada afuera de mi casa-Selene necesitamos hablar, por favor

 

-no tenemos nada de que hablar señorita Corelli-respondí con dolor-¿no tiene un libro que escribir? ¿O algún chico con quien encontrarse?

 

-Selene, si me dejas explicarte-dijo con un nudo en la garganta-cometí un error al no decirte que yo era Annie Corelli y uno todavía peor al presentarte solo como mi vecina… porque eres mucho mas que eso

 

-¿ah si? ¿Y que soy?-pregunte ya con lagrimas en los ojos-¿tu diversión del momento?, ¿tu conejillo de indias de palabras dulces para los libros?-dije esquivándola y entrando a mi casa cerrándole la puerta en la cara.

 

Pasaron varios minutos de silencio, pensé que se habría cansado y regresado a su casa pero poco después su voz resonó con potencia por un altavoz

 

-ya que no quieres escucharme, no importa lo que hagas, con esto me escucharas aun dentro de tu hogar-dijo a través del potente altavoz que no se de donde rayos saco-Selene eres mi mundo, eres mi vida, lo eres todo para mi Selene, de verdad-me dijo gritando a pesar del altavoz, quería creerle pero…-sé que hice mal y de verdad lo lamento, pero te juro que voy a demostrarte lo mucho que te amo Selene , por favor perdóname y dame la oportunidad de enmendar mi error, TE AMO SELENE

 

Abrí mi ventana y la vi en mi jardín con el altavoz en mano y lagrimas contenidas en los ojos-cuando me lo demuestres hablamos-dije cerrando la ventana nuevamente sin saber bien por que había dicho aquello, es decir, la amo y mas de lo que llegue a imaginar, pero… tengo miedo, no quiero salir herida una vez mas y menos por su culpa, quiero que las cosas sean como antes, pero sé que es imposible.

No pasaron ni 5 minutos cuando el teléfono sonó, pero no respondí, lo hizo la contestadora, su inconfundible voz sonó a través del aparato

 

-Selene, te amo te amo te amo te amo te amo…-perdí la cuenta a los 20 te amo y no pude evitar sonreír-te amooooooooooooooooooooooooooooooooo hermosaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

 

No pude evitarlo y repetí la grabación, su voz, la manera en que lo dice, tiene que ser cierto, necesito que sea cierto. Escuche la grabación 2 o 3 veces más. Y encendí la computadora. Un mail en la bandeja de entrada, obviamente de Andy, me sentí tentada a borrarlo pero lo abrí:

 

TE AMO SELENE

 TE AMO SELENE

  TE AMO SELENE

    TE AMO SELENE

     TE AMO SELENE

     TE AMO SELENE

    TE AMO SELENE

  TE AMO SELENE

 TE AMO SELENE

TE AMO SELENE

TE AMO SELENE

 TE AMO SELENE

  TE AMO SELENE

    TE AMO SELENE

     TE AMO SELENE

     TE AMO SELENE

    TE AMO SELENE

  TE AMO SELENE

 TE AMO SELENE

TE AMO SELENE

TE AMO SELENE

 TE AMO SELENE

  TE AMO SELENE

    TE AMO SELENE

     TE AMO SELENE           

     TE AMO SELENE

    TE AMO SELENE

  TE AMO SELENE

 TE AMO SELENE

 

Sencillo pero encantador, alguien que se toma el tiempo para hacer esas cosas debe amarme, ¿no? Entre a mi perfil de Facebook y encontré un video de su parte en mi muro, estaba claro que en gustos musicales no coincidíamos pero la letra decía cosas tan hermosas que me fue imposible no emocionarme.

 

http://youtu.be/-MdYoE_USXM

 

Apague la computadora un par de horas después tras ver algunos videos y comentarios de mis amigos en mi anterior ciudad. Tenía hambre pero no ganas de cocinar, así que ordene una pizza. Me senté en el sofá a mirar televisión mientras esperaba, pero mi atención se desviaba de la pantalla a la indecisión. Maldije a mi ex por volverme tan insegura pero también a mi misma por permitírselo y por no poder cambiar ahora.

 

El timbre de la casa sonó, ¿Cómo lo hizo? No tengo idea, pero la repartidora era nada más y nada menos que Andy, solo sonrió, me entrego la pizza y se fue en su motocicleta.

La caja tenia escrito con marcador rojo en todos lados “te amo Selene”  y sobre la pizza, escrito con salsa cátsup “perdóname amor”, tome una rebanada deshaciendo las palabras y comencé a comer, la pizza sabia normal así que seguramente no le hizo nada.

 

Los días pasaban lentamente, pero cada día era una nueva muestra de amor, cartas bajo mi puerta, mensajes en la contestadora, correos electrónicos, comentarios en Facebook, dibujos hechos por ella, carteles pegados por toda la manzana, canciones por teléfono o en mi comida. Al cabo de una semana llego la última carta.

 

Esta noche mira  el noticiero de las 8:00 pm, necesito que veas algo. Te amo preciosa.

 

¿El noticiero? ¿Y para que necesitaba que lo viera? Aun faltaban unas horas para eso, mire hacia su jardín y su motocicleta no estaba. Salí de casa en busca de trabajo prometiéndome regresar antes de las 8. Recorrí gran parte de los alrededores pero no había puestos disponibles.

 

Me detuve a comer en una pequeña fonda, ya había pasado el horario de comida en las empresas así que estaba prácticamente vacía, solo una chica sentada en la mesa del fondo con un libro enfrente, ¿La autora? Annie Corelli. El mismo libro que aun ahora es mi favorito, esa historia que me mostro sobre el papel un amor hermoso que supero todas las barreras. 

 

La chica me sorprendió mirando su libro, no debía pasar de los 15 años se veía en sus ojos una inocencia y una alegría ya casi extinta en otras chicas de su edad.

 

-puedo prestárselo si quiere-ofrecí levantando el libro-ya lo he leído

 

-gracias, pero yo también ya lo he leído-respondí con una sonrisa

 

-A que es genial, ¿verdad?-pregunto con los ojos brillando-es la historia mas hermosa que he leído, la autora debe ser una chica increíble

 

-ya me lo imagino-respondí conteniendo una sonrisa

 

-bueno, tengo que irme o se me hará tarde-dijo guardando el libro en su bolso y dejando un billete sobre la mesa

 

Regrese a casa al punto de las 8. Encendí el televisor. El presentador con una voz monótona y algo aburrida anunciaba los titulares… inundación en no se donde, capturado no se quien, demando el alcalde de no sé que país y la visita de la autora Annie Corelli presentando su nuevo libro. Eso era lo que quería que viera. Mire el resto de las noticias esperando su aparición.

 

-buenas noches Annie, es todo un honor tener a una autora tan joven y a la vez tan famosa con nosotros-saludo el presentador a Andy

 

-al contrario, muchas gracias por invitarme-respondió ella con una sonrisa, pero esta vez no estaba con las ropas de aquella vez, vestía un sencillo pantalón de vestir color gris, unas botas negras con un poco de tacón y una blusa blanca, el cabello ondulado acomodado con algo de gel, mucho mas parecida a Andy y no a Annie Corelli

 

-con apenas un libro te ganaste al publico aunque también algunas criticas-comento el presentador-ahora regresas con tu segunda entrega ¿También abordas el amor entre mujeres?

 

-por supuesto, seria como mentirme a mi misma y a lo que soy si escribiera otro tipo de amor-respondió ella con mirada segura

 

-¿entonces tu… a ti te gustan las mujeres, no es así?-pregunto el presentador sabiendo el nivel de audiencia que seguramente alcanzaría con aquella confesión-¿tienes pareja, alguna chica a la que ames?

 

-es mas que mi pareja, es mi vida-respondió ella directo a la cámara-aunque cometí un error y en parte vengo a enmendarlo hoy, en mi afán por proteger mi imagen hace unos días la presente ante mi agente solo como mi vecina, no sabes lo mucho que me arrepiento de eso, pero ya no mas, quiero gritarle al mundo que la amo y sin ella mi vida no tiene ningún sentido, Selene, por favor perdóname, te amo y nunca dejare de hacerlo

 

-y este libro Annie ¿es para ella?-pregunto el presentador mostrando el nuevo libro a la cámara

 

-en ese libro están todos los sentimientos que me provoca, todo lo que despierta ella en mi corazón esta ahí-respondió ella con un leve sonrojo en el rostro

 

-bueno Annie pues agradezco mucho tu visita, lamentablemente llegamos al final de este noticiero, pero nos vemos mañana en este mismo canal-se despidió el presentador

 

Había confesado su amor por mí ante miles de televidentes sin importarle nada ni nadie. Era más que suficiente para dejar de dudarlo. Me ama, pero que idiota soy, ¿Por qué lo dude tanto?

 

Salí de mi habitación y me senté en su jardín a esperarla, tras los 30 minutos mas largos de mi vida llego en su motocicleta.

 

-yo… lo siento… no debí dudar de ti, debí esperar a que me explicaras-dije sonrojada

 

Por toda respuesta tiro de mi blusa para que me inclinara y poder besarme con pasión, me abrazo con fuerza y me empujo hacia su casa.

 

-te amo Selene, mas que a nada en este mundo, te has convertido en lo mas importante para mi y yo hare lo que sea necesario por tu amor-me dijo una vez dentro de aquel castillo-te amo y no quiero perderte nunca Selene, por favor quédate a mi lado para siempre

 

-solo si tu también te quedas a mi lado y nunca me dejes-respondí muy sonrojada, ella sonrió y asintió para volver a besarme esta vez mas intensamente, con mas pasión, sus besos me dejaron sin aliento y sus manos en mi cuerpo me hacían pensar que quería mas. Correspondí acariciándola lentamente pero esta vez no se negó, la despoje poco a poco de su ropa y ella se deshizo de la mía torpemente, hicimos el amor sobre una manta junto a la chimenea, entregándonos por un sentimiento puro y sincero, demostrándonos el amor que sentíamos.

 

Nos quedamos acostadas sobre la manta cobijadas por el fuego de la chimenea sin dejar de abrazarnos ni mirarnos a los ojos. De pronto Andy se levanto y tomo un libro de la mesa, tomo un bolígrafo y escribió algo en el, después me lo entrego. Era el nuevo libro que había presentando en el noticiero, lo abrí y en la primera página había escrito:

 

Para el amor de mi vida, la musa que me inspiro a escribir esta historia, la razón de mi 

 

existir, la mujer que mas amo en este mundo y amare por siempre. Te amo Selene, no 

 

quiero pasar ni un segundo de mi vida sin ti, no puedo vivir si no estas a mi lado para 

 

siempre  ¿Te casas conmigo?

Annie Corelli, tu Andy

 

No pude evitar que un  par de lágrimas recorrieran mis mejillas ante la emoción, la abrace con fuerza y la bese en los labios con intensidad

 

-lo digo muy en serio Selene-me dijo tomando mi mano y deslizando en mi anular un anillo de oro blanco adornado con un pequeño diamante-Selene, eres todo para mi, eres mi sol, mi corazón, mi vida entera, desde que te conocí solo tengo algo en mente, solo hay un deseo que quiero cumplir, quiero vivir a tu lado el resto de mi vida, no me importa si todos creen que soy sola una niña, no me importa si creen que no tengo la madurez necesaria para un compromiso, yo se muy bien lo que quiero Selene, se muy bien lo que deseo e n esta vida, quiero formar una familia a tu lado, quiero envejecer a tu lado, quiero que hasta mi ultimo suspiro sea para ti, y se muy bien que si hay algo mas allá de esta vida, estaré a tu lado ahí también, así que por favor Selene, concédeme el honor de convertirte en mi esposa

 

Me habría encantado decirle que yo sentía lo mismo, que también deseaba formar una familia a su lado, que la amaba mas que a nadie en este mundo y que es gracias a ella que estoy viva y que soy feliz, pero solo logre articular un “si”, la abrace fuertemente y desee no soltarla nunca mas, nos quedamos abrazadas largo rato.

 

-ten-le dije devolviéndole el libro minutos después, ella me miro extrañada-léemelo-añadí con una tierna mirada, recosté mi cabeza sobre su pecho y comenzó a leer.

 

Ese libro era la historia de amor mas hermosa que había escuchado, era tan intenso, tan real, tan lleno de sentimiento, era lo que salía de su corazón, cerca de 3 horas después término de leer su historia, yo tenia lagrimas en los ojos por el conmovedor final.

 

-eres tan dulce-me susurro Andy al oído para después darme un tierno beso en los labios-vamos a dormir amor

 

Esa noche sin duda fue la más feliz de mi vida.

 

Nos casamos una semana después en una pequeña ceremonia civil a la que asistió mi tía y un tío de Andy como testigos, además de un par de amigos de mi antiguo hogar. Quizá la celebración fuera sencilla y poca gente se entero pero poco importaba, porque lo que realmente nos unía no era una firma en un papel, sino el amor de nuestros corazones. Ese día jure dar todo de mi para hacerla feliz, para demostrarle mi amor y para seguir conquistándola cada día. Además ese día me mude a su casa y comenzamos nuestra vida juntas, acordamos que puesto que Andy ganaba mas ella se encargaría de trabajar y yo de mantener en orden la casa, no es demasiado complicado pues me gusta hacerlo, además me di cuenta de algo que jamás note, Andy realmente se esfuerza mucho y trabaja bastante, yo pensé que escribir novelas seria sencillo pero Andy además hace una columna en el periódico y aunque trabaja en casa, pasa largo rato dedicada a su trabajo, yo trato de hacer lo mejor que puedo, y apoyarla en medida de lo posible… me encanta verla sentada frente a computadora y mirar como sus dedos se mueven con rapidez sobre las teclas para segundos después borrar párrafos o hasta paginas completas, me fascina ver su frente arrugarse cuando no sabe que o como escribirlo, amo su expresión de alegría al releer algo que le deja satisfecha y amo consentirla con algo rico de cenar o un relajante baño caliente, todas esas cosas que parecieran innecesarias tienen tanto significado para mi y dicen tanto y sé que ella también lo nota y sabe que lo hago por amor, una vez hace mucho tiempo me prometí que al casarme no dejaría que pasara lo que en tantas parejas vi, que yo jamás dejaría que se esfumara el amor, que colmaría a mi pareja de detalles pequeños, pero enormes para su corazón, Andy no solo me detuvo de hacer una estupidez, me regreso la alegría, la sonrisa, el gusto por vivir y me enseño lo que es el verdadero amor, así que pase lo que pase no pienso dejar de amarla y hare todo porque ella tampoco deje de amarme.

 

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses y como toda relación llegaron algunos problemas, pero nada insuperable. Un día mis amigos llegaron de visita y como era de esperarse los lleve a conocer la ciudad, prometí regresar a casa para cenar pero entre risas, cervezas y mis amigos regrese después de la media noche. Cuando abrí la puerta Andy me esperaba con una taza de café en la mano y notablemente molesta. La cena aun en la mesa debía llevar por lo menos 3 horas servida

 

-lo lamento-dije mirando al piso-creo que se me hizo un poco tarde

 

-yo diría que 3 horas tarde Selene-respondió con notable molestia

 

-lo siento, es que me estaba divirtiendo y no me di cuenta de la hora-admití sin levantar la mirada

 

-es que no entiendes Selene, me preocupo demasiado por ti y a ti nada parece importarte-me respondió reprimiendo las lagrimas-parece que te da igual lo que yo piense o sienta si no llegas

 

-no es verdad amor-dije tratando de abrazarla pero me evadió-me importas también

 

-sabes Selene, cuando llegas tarde mi mente se llena de tonterías, ¿tuviste un accidente? ¿Te asaltaron?¿Se descompuso el auto? Y la peor de todas y que menos puedo evitar-ya no se esforzaba en retener las lagrimas, brotaban de sus ojos sin control-tengo tanto miedo de que un día salgas por esa puerta y no regreses, y no vuelva a verte nunca jamás, tengo tanto miedo de que me dejes ¿tienes idea de lo horrible que se siente…dar tu vida por alguien y que parezca que a esa persona le da igual?

 

Me quede mirándola sin saber que decir, regreso a la habitación dando un portazo… genial, mi primer noche en el sillón, tome una manta y me quede dormida sin poder dejar de pensar en que tal vez lo que Andy dice es verdad, no que no me importe, sino que no se lo demuestro, le cocino, lavo su ropa, le ayudo, le preparo el baño, pero después de todo estoy cayendo en el estereotipo de esposa dedicada al hogar y esas cosas no bastan para demostrarle mi amor, tengo que ir mas allá. Como ella hace por mi, no hay día que Andy no diga que me ama, todos los días sin falta me recuerda las cosas de mi que la enamoraron e incluso con una mirada me puede decir tantas cosas. 

 

Estaba por amanecer cuando el frio me despertó, iba a levantarme por otra manta cuando me di cuenta de que dormida en la alfombra junto al sillón estaba Andy tomándome de la mano y temblando de frio.

 

-¿Qué pasa amor? ¿Qué haces aquí?-le pregunte despertándola

 

-es que…-me miro sonrojada-si no estoy a tu lado no puedo dormir… y no quiero pasar ni una noche lejos de ti… perdóname por lo de hace unas horas… fui egoísta, solo pensé en mi

 

-perdóname a tu a mi, tenias razón, no pensé en lo preocupada que estarías-le respondí cargándola de regreso a la cama

 

Las cosas mejoraron, yo me esforcé mas por demostrarle mi amor y ella empezó a ayudarme en las cosas de la casa. Y así paso un año. El nuevo libro de Annie Corelli se vendía como pan caliente, cualquiera pensaría que lo tenemos ya todo para ser felices, pero aun no, falta algo que siempre desee, algo que a pesar de mis preferencias siempre ha estado dentro de mis planes. No podemos quejarnos de la economía, tenemos dinero suficiente  y de todos modos cualquier costo nos parece bajo en comparación con la alegría que eso nos traerá.

Buscamos la mejor clínica de la ciudad y tras varios intentos quede embarazada, es emocionante saberme la madre de un pequeño bebe y sé que en cuanto nazca ese pequeñín será responsabilidad de Andy y mía.

 

Andy me cuido y consintió durante todo el embarazo, sin duda Andy será una gran madre, le lee al bebe desde antes que nazca, platica con el y le hace saber que ambas somos sus madres y lo amamos. El pequeño Saúl nació  una hermosa mañana de primavera, después de él vinieron 3 mas, no fue fácil pero los educamos de la mejor manera y llego el momento en que ellos crecieron e hicieron su vida. 

 

Y yo supe que la vida podía tener altas y bajas, pero descubrí que se puede ser feliz sin importar cuan malo haya sido el pasado, que vale la pena arriesgarse por amor y vale la pena luchar por ser feliz con la persona que amas porque verla despertar a tu lado todas las mañanas, abrazarla toda la noche, besarla y abrazarla hasta conciliar el sueño, cuidar juntas del fruto de nuestro amor, ver la vida pasar año con año sabiendo que nuestro amor se hace mas fuerte cada vez y envejecer juntas, son las mayores alegrías de la vida y todas las cosas buenas de la vida son por las que debemos luchar. No me arrepiento de haber conocido a Andy ni me arrepiento de que me detuviera en aquel momento, incluso agradezco a mi ex hacerme tanto daño porque si no, jamás hubiera tenido la dicha de vivir el verdadero amor ni habría podido ser tan feliz como lo soy ahora con Andy y sé que lo seremos para siempre.

 

FIN

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, gracias por leer, por favor comenten, nos vemos el proximo fanfic :D


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