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Amigo por Agnes-San

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Notas del fanfic:

Este shot es por el cumple de mi diva preciosa *0* lo hice con todo mi corazón, en cada letra esta grabado el amor que siento por tan maravillosa persona, Es cierto que a muchas chicas no le cae bien, que por que es berinchudo, caprichoso, regañon etc, pero por cada uno de esos defectos es por los que yo lo amo, para si mi cada deferco suyo es perfecto así que le deseo lo mejor y espero que continue encandilandome con esa luz de mil quilates que emana su ser.

Espero con todo mi corazón que lo disfruten

Notas del capitulo:

Siento que la historia es un tanto clichéada pero aun así trate de darle mi personalidad o algo que la distinga y espero que realmente les guste :)

Pero sobretodo la hice con mucho amor 

HAPPY BIRTHDAY KEY!!!!

 

Key es tan cute *0*

Amigo.

 

 

 

El celular comenzó a sonar con una melodía bastante molesta, no, la molesta no era la melodía, era la persona que lo estaba llamando, sabía de sobra de quien se trataba, odiaba cuando un rompimiento de su mejor amigo ocurría. Siempre era lo mismo, decenas de chicas le rompían el corazón, y el muy imbécil solo dejaba que ese pedazo de musculo y venas se destrozara una y otra vez, lo recogía y los pedazos se los entregaba a otra chica con bonitas piernas y curveado trasero y luego esta lo pateaba dejándolo de nuevo tirado, con nada más que solo trozos inertes.

 

—¿Qué quieres? —contestó sin el mínimo de paciencia.

 

—Kibum, ¿puedes venir a mi casa? — vociferó mientras la voz se le cortaba.

 

—Jong, estoy a punto de dormirme. ¿Qué ocurrió? —dijo aun medio molestó por ser interrumpido a las dos de la madrugada.

 

—Solo ven —volvió a decir el dueño de su molestia, el dueño de los insultos que más tarde le daría.

 

Colgó de golpe, cogió una chaqueta y se la puso antes de salir en busca de su mejor amigo. Tomó un taxi, le fue muy difícil coger uno, ya que eran altas horas de la noche y solo algunas personas noctambulas circundaban la ciudad, entre ellas él.

 

Con cada escalón que subía un bufido de coraje salía de su cuerpo, sabía donde estaba la habitación de Jonghyun, esa casa era como su segundo hogar, ahí paso parte de su adolescencia, jugando con Roo el perro de Jonghyun, ahí en la habitación donde estaba su amigo lo había besado por primera vez, aunque este jamás lo supo y se juro nunca decírselo; era un momento preciado para él, lo guardaba egoístamente en su memoria.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

Era un lunes en la tarde, Jonghyun tenía quince años y Kibum catorce; el primero invito a Kibum a comer con él y su madre, quienes generalmente siempre estaban a solas pues su padre se dedicaba de lleno a su trabajo olvidándose de su propia familia.

 

—Jong, ¿crees que las nubes sepan que existimos? —preguntó curioso mientras veía hacia afuera por el gran ventanal que daba hacia el balconcito, por el cual entraba una fresca brisa anunciando lluvia.

 

Ambos estaban tirados en el suelo con los brazos en la nuca.

 

—No se, ¿Por qué no les preguntas? —se mofó el mayor arrancando una mirada furiosa de Kibum.

 

Jonghyun se quedó dormido en el pedazo de suelo frío y Roo le hizo compañía en la siesta, Kibum trató en vano de hacer lo mismo. Pequeñas gotas comenzaron caer, el cielo se torno de un pagado gris muerto, los truenos se hicieron presentes y los relámpagos dejaron la casa a oscuras, con miedo al igual que Roo se acercó hasta el cuerpo inmóvil de Jonghyun, quien estaba muy sumido en sus sueños que ni siquiera se dio cuenta de cuanto llovía afuera.

 

El calor que desprendía el cuerpo de Jonghyun comenzaron cegarlo, se abrazó a la cintura pequeña de ese chico, que en ese tiempo aun era más alto que él, acomodo su cabeza en el brazo de Jonghyun y se refugio en su axila, respirando su varonil desodorante.

 

Después de que la lluvia menguara y su miedo junto con ella, decidió sacar la cabeza de su escondite, Jong seguía muy dormido, totalmente fuera de la realidad, lo miró por largos minutos, debatiéndose entre darle un besito o no, lo pensó seriamente, desde hacia bastante que deseaba hacerlo, nunca había besado a nadie y quería que alguien de su confianza se quedara con su primero. Miró ese mentón que apenas empezaba llenarse de vello delgado, indicando que la adolescencia estaba presentándose en ese cuerpo delgado.

 

Los labios de Jonghyun estaban entre abiertos y la respiración se colaba entre sus dientes y salía al exterior, finalmente respiro muy hondo y exhalo con la misma fuerza, en ese suspiro encontró la valentía necesaria para cumplir su deseo.

 

—Perdóname puppy —musitó.

 

Se abalanzo sobre esos labios, dio un beso sumamente rápido y sintió que la sangre se le subió a la cara y se concentro en sus mejillas, tenía catorce años y su primer beso se lo había dado a un chico que solo hablaba de videojuegos y alguno que otro comentario acerca de hacerse famoso cantando.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

Cerro los ojos con pesadez ahí se encontraban Jonghyun sentado en el piso con una botella de whisky aun lado, viendo hacia fuera con la ventana abierta y el agua de la tina inundando la habitación.

 

Sus pies pisaron es agua y lo primero que hizo fue correr hasta el cuarto de baño y cerrar la llave que dejaba escapar el liquido.

 

—¿Qué te ocurre?¿perdiste la cabeza acaso? —le reclamó con mucha razón.

 

No obtuvo respuesta alguna. Se aproximó a un Jonghyun maltrecho que mostraba señas de haber bebido demás. Ese cuerpo dejo de ser el de un puberto, el Jonghyun enfrente suyo poseía una ancha espalada, unos hombros viriles, y seis cuadros se mostraban al frente, seis cuadros perfectamente marcados y definidos, sus brazos flacos pasaron a ser mucho más fibrosos después de horas y horas en el gimnasio.

 

Los ojos llorosos de Jonghyun lo voltearon ver suplicantes, a Kibum se le atoraron toda la sarta de regaños que traía preparada, todos sus insultos se quedaron de inquilinos en su garganta seca.

 

—Dijo que jamás me amo, que solo fui un juego, algo para darle celos a su ex novio y que yo lo había hecho muy bien —notifico con la voz carrasposa.

 

Kibum suspiro.

 

—Jong, no se que decirte, ya se me acabaron las palabras de consuelo. —era cierto, todos las frases consoladoras ya hacia tiempo que eran caducas, todas y cada una ya las había utilizado con Jonghyun, todos sus pañuelos ya había sido manchados por las lagrimas de este.

 

—No me interesan las palabras, eres el único que nunca me ha dejado y me basta con que estés aquí —Kibum sonrió melancólicamente, ya había escuchado muchas veces esas palabras y aun así seguían siendo hirientes.

 

La madre de Jonghyun falleció a causa de un cáncer de pulmón metastacico, murió con los peores dolores jamás descritos, ahogada en su propio esputo, delgada como una momia, con nada en el estomago, en sus venas solo corría suero y medicinas. Jonghyun se paso metido en el hospital dos semanas enteras y Key (como llamaba a Kibum de cariño) lo iba a visitar a diario, le llevaba comida y ropa limpia, para que se cambiara. Mientras su padre solo se enfrascaba en su trabajo ignorando que su familia se desquebrajaba de apoco.

 

Después de la muerte de su madre, Jonghyun entro en un grave conflicto existencial, no encontraba nada por lo cual vivir, son embargo lo aterraba la idea de morir; Se encerró en su habitación y no dejo pasar a nadie, Kibum no lo supo pues andaba de viaje, cuando regreso el primero en entrar esa pocilga a la que Jong llamaba habitación fue él, Kibum, su mejor amigo, quien ya lo había superado en tamaño, y cada vez se hacía mucho más femenino, tanto que algunas veces lo confundía.

 

Salió de ese cuadro depresivo y posteriormente su padre se suicidó, dejo una carta donde lo nombraba heredero de todas las poseciones. Key de nuevo fue participe de esa encrucijada y nunca lo dejo solo.

 

—Jong, la próxima semana tengo que irme a estados unidos, tengo un negocio pendiente. Promete que no cometerás alguna estupidez —habló tranquilo.

 

Sostenía el cuerpo desfallecido de su mejor amigo, al cual amaba y jamás se lo dijo por miedo a que lo rechazara, por miedo a asquearlo. Jonghyun parecía tan vulnerable así, tan sumiso, algunas veces se comportaba como un cretino, excepto con Kibum.

 

—Kibumie, prometo que me portare bien —dijo aunque Kibum sabía que eso no era cierto, sabía que Jonghyun iría de nuevo a cometer la misma estupidez una y otra vez. —no te vallas mucho tiempo, no me dejes solo durante mucho rato. —suplico lanzándole ese aliento de borracho en el rostro.

 

Esa noche como todas después de que Kibum pasara de ser su mejor amigo al pañuelo donde secar sus lagrimas durmió abrazando a ese cuerpo perfumado por fresas, a esa cadera casi femenina, Kibum era sin duda alguien irremplazable para él, a veces deseaba tenerlo para siempre así, prepárale alguna posión y dársela a beber para mantenerlo a su lado.

 

—Kibum —habló.

 

—¿mm?

 

—Gracias por estar conmigo, rubio bonito —lo alagó, recibiendo como recompensa una sonrisa.

 

—eso no te servirá de nada, tienes que comprarme algo por despertarme y quitarme horas de sueño —lo chantajeo a sabiendas que Jonghyun no se negaba a nada de lo que su rubio amigo le pidiera.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

Kibum estaba en el aeropuerto, esperando su vuelo; Jonghyun lo había acompañado, cargaba sus maletas solo por que ese niño bonito con aires de princesa se lo ordenaba, también lo había despertado temprano para que lo llevara al aeropuerto. Lo iba extrañar mucho esas dos semanas que se marchaba, solo eran dos semanas.

 

—Te llamare todos los días —le advirtió su ya castaño compañero.

 

—Me gustaba más el rubio —comentó haciendo que Kibum se enojara de nueva cuenta con él.

 

—Kim Jonghyun, ¿escuchaste lo que te dije?— lo reprendió.

 

—Cállate, no digas mi nombre, que no vez que hay gente aquí que puede descubrir mi identidad. —le tapo la boca con las manos.

 

Jonghyun se había convertido en un idol de la música pop, un irresponsable idol. Con unas tres casas de ensueños, pero ninguna la ocupaba, pues la mayoría del tiempo se la pasaba de juerga con alguna de sus novias, y cuando estaba soltero se iba hospedar al departamento de Kibum. No era extraño que por un tiempo se corrieron rumores sobre ellos, sin embargo la empresa para la que Jonghyun trabajaba se encargo de hacer callar a los medios.

 

—Estúpido, ni que fueras tan importante —dijo quitándose ambas manos de la boca.

 

—Soy importante, dime que harían millones de jovencitas si yo no existiera, que harías tu sin mi. — bromeo con aires de superioridad.

 

—Más bien ¿Qué harías tu sin mi? —dijo con tono diva.

 

—blanca nieves esta vez si me dejaste mudo — a Kibum le fastidiaba mucho que su amigo lo refiriera con ese sobrenombre, lo odiaba, pero aun así lo extrañaría mucho.

 

La hora de abordar se llegó más rápido de lo que esperaban, Jonghyun claramente estaba triste por la partida de ese ser extraño que lo dejaba por dos semanas.

 

—Cuídate mucho bonito —lo despidió, apretándolo entre sus brazos.

 

—cállate, no me digas así, la gente lo malinterpretaría —lo regaño, pero Jonghyun lo apretó más.

 

—que piensen lo que se les venga en gana, tu siempre serás mi amigo más bonito — finalizó, su amistad era una rara mezcla, pero ambos congeniaban de maravilla por lo tanto no les interesaba mucho, en especial al mayor.

 

Los ojos de Kibum se comenzaron a aguar, solo eran dos semanas y no quería despedirse de su compañero, esas pestañas afiladas se remojaron mientras se separaba de su amigo, su compañero de juegos, de travesuras, su cómplice en los regaños, su primer y único amor y que jamás lo sabría.

 

—No llores, solo serán dos semanas y yo vendré a recogerte cuando regreses, te lo prometo. —dijo trazándose una “x” sobre el corazón. Kibum soltó una risita.

 

Las personas ya comenzaban a verlos raro, así que Kibum tomo su laptop y emprendió su marcha, agitando la mano en dirección de Jonghyun.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

—Diga —habló con la oreja pegada al auricular.

 

—Hola Kibumie, como hoy no me llamaste yo me digne a hacerlo. —habló Jong con voz de niño hiperactivo.

 

—Que gran honor. —se burlo, dejando salir un sonrisa que Jonghyun no vería.

 

—Como sea solo te aviso que ya tengo novia, su nombre es Victoria, es modelo y es muy guapa — comentó entusiasmado.

 

Kibum ya sabía como terminaría todo, esa historia ya la había vivido cientos de veces antes, desde que Jonghyun salió con la primer novia que le conoció, a sus dieciocho años.

 

—Te la presentare en cuanto regreses — le notifico, aunque el corazón de Kibum se achicara, y sus arterias lo estrangularan, se sentía patético por que aunque Jonghyun fuera el ser más idiota en el universo aun quedaba un mínimo de esperanza con él en su corazón una esperanza que poco a poco decaía, cada novia que desfilaba en la pasarela de Jong se robaba un pedazo.

 

—Si, me muero de ganas de conocerla —dijo con sarcasmo.

 

—Kibumie soy tan feliz, cuando la conozcas sabrás la razón. Te caerá muy bien.

 

Un “si como no” se formo en su cabeza.

 

—puppy, lamento dejarte pero ya me debo ir, estoy muriendo de sueño y debo presentar un proyecto, mañana. — finalizó la charla.

 

Ya había pasado una semana desde que dejo Corea, el equipo era impresionante, los modelos eran hermosos, muy altos, y varoniles. Ya más de uno se le había insinuado descaradamente, sin embargo él dejo condurrir la oportunidad de pasar un buen rato con alguno de esos chicos que lo doblaban en musculatura y lo sobrepasaban en tamaño. Algunos más morenos que él y otros más blancos, con ojos de color y otros comunes, se sentía en una dimensión desconocida, aunque ya había estado varias veces en los Estados Unidos de América nunca terminaba de acostumbrarse.

 

—Kibum, esto me queda algo apretado, ¿habrá algo de mi talla? —habló su modelo un guapo italiano.

 

—Si, quítaselo y lo hago arreglos, mientras póngase este. —le dio otro pantalón, del mismo conjunto pero unas tallas más grande.

 

—¿así que eres coreano? —le preguntó a Kibum sin nada de respeto.

 

—Si. —dijo de manera sencilla, odiaba que le hicieran esa pregunta cuando iba a los EUA.

 

—Mi hija está enamorada de un coreano, es un cantante. —habló tratando de romper el hielo, Kibum no le presto mucha atención.

 

—¿Tiene una hija? —preguntó Kibum interesado, pues le parecía extraño que un joven de un año mayor que Jonghyun ya tuviese una hija.

 

—Si, tiene nueve años y no para de hablar de ese Kim Jonghyun y lo increíble que es —notificó el modelo de más de uno noventa.

 

—No sabía que Jong se escuchara por acá —habló sin pensar y luego se mordió la lengua por haberlo hecho.

 

—Pues créelo, veo que si lo conoces. —hizo la afirmación.

 

“no sabes cuanto” quiso responder pero antes de hacerlo decidió atragantarse con ese pensamiento.

 

Durante la próxima semana Kibum lo único que recibió en la noche fueron las llamadas de Jonghyun, presumiéndole a su novia, diciéndole lo maravillosa que era, mientras él se ahogaba con su llanto contenido. Carlo el modelo italiano se convirtió en alguien con quien platicar e incluso ya le había presentado a Margaret su hija, quien no paraba de acosarlo y siempre llevaba una foto de Jong en su bolso naranja.

 

—Kibum, no quiero que te vallas —le habló la niña.

 

—Pero tengo que regresar pequeña —le revolvió el cabello, dejándola completamente despeinada y arrancando un bufido de coraje que después fue sustituido por lagrimas de la pequeña.

 

—No te preocupes, te di me celular… siempre estaremos en contacto —le dijo mientras le mostraba su celular con caratula rosada.

 

—Le puedes dar esto a Jonghyun —le tendió la foto que guardaba celosamente en su campera, y atrás llevaba un escrito con la letras muy fea y con faltas horrendas un mensaje.

 

Carlo rio ante la ocurrencia de su niña, sin saber que el diseñador de verdad conocía al hombre de la fotografía.

 

Se despidió de sus nuevos amigos y partió rumbo a su lugar de nacimiento.

 

La noche anterior le había avisado a Jonghyun que debía ir por él a aeropuerto, este asintió y luego colgó por que debía irse a recoger a su novia para llevarla al trabajo, pues con la diferencia de horario ambos estaban volteados, mientras que para uno ya era de noche para el otro estaba amaneciendo o era de día.

 

 

 

Llegó como por eso de las once de la noche, estaba totalmente exhausto y para colmo no encontró a Jonghyun por ninguna parte, y su celular lo mandaba al buzón de voz, suspiro cansado, esperaba a que se apareciera mostrando una sonrisa idiota, sin embargo paso una hora y de Jonghyun ni sus luces, hablaba constantemente a su celular y nada, de nuevo contestaba el buzón.

 

 Suspiro con cansancio, le dolía mucho que Jonghyun no cumpliera su promesa, pero ya lo había esperado mucho tiempo, con su equipaje a un lado, sentado en las incomodas bancas que la sala ofrecía, tomo todo y salió a tomar un taxi, estaba muy molesto con Jong, sentía odiarlo por dejarlo abandonado, por romper su promesa, y muy en el fondo se detestaba a si mismo por que siempre le perdonaba todo, una sonrisa y unas palabras bonitas bastaban para hacerlo feliz aunque no lo demostrara.

 

Arrastro sus maletas hasta la habitación, y las dejo arrumbadas en una esquina, fue a su estudio de diseño, y solo encontró una notita pegada a la lámpara.

 

 

 

“Bonito, perdón por no poder irte a buscar a aeropuerto, pero tuve que ir con victoria a un coctel y creo que tendré el celular apagado, si no conteste es por eso. Perdón.

 

Discúlpame mucho y luego iré a visitarte.”

 

Arrugo el maldito papel y lo aventó al cesto de la basura con mucho coraje, las entrañas le hervían, decidió que tomaría un baño para que la molestia y el cansancio salieran, solo un poco, necesitaba relajarse.

 

Tomó el celular y vio las fotos que tenia con la familia italiana, Carlo y Margaret, estaba abrazando a la niña y ese hombre le revolvía el cabello a él, cosa que de verdad le molesto pero era un buen recuerdo.

 

Se puso la bata de baño y salió con el cabello goteándole, fue por una gaseosa y de nuevo a su habitación, sacó la fotografía de su bolso y la noto algo maltratada, al reverso se leía un mensaje un tanto extraño.

 

“Kim Jonghyun, cuando sea grande me casare contigo, así que espérame:

 

Atte: Margaret”

 

Kibum sonrió y luego vio a ese chico que estaba la frente y su enojo volvió, puso la fotografía en la mesita y se recostó.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

 

 

—Kibumie despierta —susurró Jonghyun en su oído.

 

Desde que llegó de los estados unidos no había recibido la visita de Jonghyun, a veces lo llamaba pero Kibum no respondía, y para Jonghyun eso solo significaba un a cosa: Key continuaba enfadado con él.

 

Arrugó los ojos, ya había amanecido y un intruso había interrumpido sus sueños. Aventó un manotazo dándole de llenó en la cara de Jonghyun.

 

—Key, eso dolió.  —se quejó el cantante.

 

—Eres un imbécil, no me despiertes si no quieres que reaccione mal —lo regañó, pero aun no se le olvidaba que lo había dejado tirado.

 

Se levantó con mucha fatiga, se dio un baño rápido dejando a Jonghyun con las palabras en la boca, para cuando salió ahí se encontraba sentado a la horilla de la cama con su celular en mano y una expresión seria en el rostro.

 

—Sabes que no me gusta que hurguen en mis cosas — lo reprendió.

 

—¿Quién es? —mostro su fotografía con Carlo. La sangre le hirvió cuando vio las fotografías de ese hombre moreno al lado de Kibum, SU Kibum, ambos parecía muy felices y casi en todas aparecía una niña igual de sonriente. Key se miraba tan pequeño en comparación con ese ser gigante y que decir de la niña.

 

—Que te interesa Jonghyun. —contesto seco el diseñador, algo que sin duda molesto a el cantante.

 

—Valla no perdiste la oportunidad de ligarte con un estadounidense —no quería sonar molesto pero no pudo evitarlo, simplemente  le dolía ver a un Kibum sonriente junto con otra persona que no fuera él.

 

—No es estadounidense es italiano, y si me lo ligue a ti no debe de importarte. Puede que seamos amigos pero ya es hora de que yo tenga mi vida y tu la tuya —Era cierto durante horas lo meditó, ya estaba cansado de ser la niñera del irresponsable de su amigo, esa era la mejor opción por mucho que eso lo lastimara, pero ya se había cansado de ser solo el mejor amigo y el pañuelo que limpia las lagrimas de Jong.

 

—Tienes razón, ya estoy harto de tus caprichos, de tus chantajes de verte día con día mientras tu solo vas por el mundo despreocupado y coqueteándole a todos. —Esas palabras le dolieron en el alma, incluso su medula lo resintió y las lágrimas amenazaron con salírsele de los ojos al escuchar cada frase, pero su orgullo no se lo permitió.

 

—yo también creo que es lo mejor, además si eso es lo que piensas de mi no veo por que continuar con esta mistad —habló por ultimo antes de salir de la habitación y meterse a su estudio a llorar su dolor, a dejarlo en las hojas de papel o desquitarse en el cesto de la basura.

 

Jonghyun espero un “te odio” o alguna otra palabra ofensiva, unas cuantas lagrimas de parte de ese niño que había permanecido a su lado toda la vida o gran parte de ella, pero no fue así Kibum solo dijo frases normales, pero más dolorosas que cualquier insulto, no quería perderlo, pero su egoísmo había hablado, se arrepentía y las lagrimas se le derramaron, pesadas y tibias, quemándole las mejillas y empañándole la vista. Se marcho del apartamento tragándose todo su dolor, intento tocar a la puerta donde sabía que estaba Kibum, pero no escucho nada, solo murmullos.

 

Un “yo también te quiero mucho” le quebró lo que aun tenía de corazón, Kibum se lo había dicho a alguien, a una persona que no era él, nunca le afectó tanto que alguien lo hiciera a un lado. Pero Kibum tenía toda la razón ya era hora de seguir rumbos distintos.

 

Volanteo hasta que llegó a casa de su novia, ella se parecía un poco a Kibum, nunca paraba de compararla con él, a ninguna de sus novias; en todas y cada una solo buscaba una imitación de su niño bonito, pero es imitación jamás llegaba, nadie se le comparaba.

 

 

 

 

 

—Espera, así no lo hace Bumie — le dijo a una de las tantas chicas con las que había salido, ella era muy bonita lastima que era muy torpe para la cocina.

 

—Jong, ya deja de hablar de ese tal Bumie, yo no se quien sea y no me interesa… yo te quiero mucho pero si continuas comparándome con ella esto se termino —le advirtió la chica.

 

En las noches aunque se encontrara con novia lo único que pensaba era en su mejor amigo y luego irremediablemente terminaba por marcarle al celular aunque solo fuera para saludarlo o desearle buenas noches.

 

Cuando descubrió que Kibum tenía novio, quiso morir, por que ya no le prestaba la atención que necesitaba y solo se desquito con la chica que jugaba a ser su pareja, por que ambos sabían que lo único que hacía bien juntos era meterse a la cama.

 

—Yo ya no puedo seguir con esto Jonghyun, ya me canse de vivir recibiendo solo las sobras de tu cariño; yo te quiero mucho, te amo pero el sentimiento no es mutuo y tu solo vez a una persona en el mundo. — fueron sus palabras antes de dar por terminada la relación.

 

A Jong le dolió mucho, se tomo una botella entera de Vodka, le hablo a Kibum y este fue en su auxilio, se abrazo a ese cuerpo y durmió sin soltarlo, Key era lo mejor que le había pasado, lo apreciaba mucho y muy, muy en el fondo sabía que estaba enamorado de él, pero jamás lo admitiría por miedo a que lo creyeran homosexual.

 

Después de el escándalo donde lo figuraban pareja de un hombre (de Kibum) el que lo creyesen homosexual ya no le importo en lo más mínimo, pero solo le gustaba un hombre solo uno, él toda su vida dependió de ese chico femenino y bonito y lo amaba por ser la persona que era,  pero por no espantarlo solo siguió saliendo con chicas que tuvieran algún actitud o algo que le recordara a Kibum.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

 

 

Solo una semana paso y Kibum ya había recibido mil llamadas de un numero desconocido, que imagino era Jonghyun por lo tanto no contesto ninguna de las veces, seguía manteniendo contacto con Margaret, quien muy entusiasmada le contaba una y otra vez las novedades de su artista favorito.

 

—Sabes hace poco lo captaron un poco bebido, creo que terminó con la fácil de su novia… espero que así haya sido. —vociferó  la chiquilla, mientras Kibum asentía no muy contento con las nuevas noticias que le daba su reportera de nueve años.

 

—Probablemente así haya sido. —dijo más para si que para la niña.

 

—¿Qué tienes Kibumie? —preguntó su voz aniñada.

 

—No es nada, solo no he estado bien del estomago últimamente —mintió para no preocupar a la niña.

 

—Descansa y te dejo para que no vallas a enfermar más —posterior a eso colgó.

 

El celular comenzó a sonar insistentemente, verifico el numero y de nuevo era ese desconocido pero que ya se había aprendido de memoria, suspiro cansado y dejo que sonara, una segunda vez lo hizo y también lo dejo pasar, estaba muy fastidiado y para cuando sonó por tercera ocasión contesto .

 

—Dígame.

 

— ¿Kibum? —se escuchó detrás de la line la perfecta voz femenina.

 

—Si, ¿Qué ocurre? —bostezo haciendo ruido.

 

—Perdona que te interrumpa, mi nombre es Victoria, es sobre Jonghyun — habló la chica, con voz un tanto preocupada. Kibum apenas escucho el nombre de su ex amigo y las entrañas se le revolvieron, sus manos sudaron frio y esperaba que no le hubiese ocurrido nada malo.

 

—¿Qué sucede con él? — pregunto tratando de no mostrarse muy ansioso.

 

—creo que te necesita, ha estado encerrado y no le abre a nadie; ni siquiera a mi. —se quejó la mujer.

 

—no te preocupes se pone así cada vez que corta con alguna chica. —le informo a la fémina tratando de no darle mucha importancia —en un par de días se le pasa y es el mismo de siempre. Seguro es por que lo cortaste. —dio por hecho que eso había sucedido.

 

—Yo no lo corte, y ya tiene una semana así… la ultima vez que lo vi fue llorando a mi casa diciendo que la una persona muy importante para él lo había abandonado. —Kibum no se lo imagino así, de hecho creyó que no le importaría.

 

—¿Y como sabes mi numero? —preguntó curioso.

 

—Jonghyun te tiene como el primer contacto, y dice “Kibum mi bonito” —Kibum sonrió ante esa declaración. —sabes él siempre habla de ti,  de que lo haces gastar mucho y que siempre estas con él. Si es así por favor ve a verlo. —suplicó la mujer.

 

—Voy para allá — dijo finalmente cortando la conversación.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

 

 

Como siempre subió las escaleras hasta la habitación de Jonghyun, toco repetidas veces la puerta y no recibió respuesta alguna.

 

— Jong, ábreme — le ordenó.

 

Giro la perilla y encontró que estaba sin seguro, Jonghyun estaba en la cama con la misma ropa de hacía una semana, olía a alcohol a sudor y otras cosas más, en el piso descansaban dos botellas de licor y otra se derramaba en la cama manchando las sabanas, Jonghyun estaba dormido, su barba se comenzaba a asomar en pequeñas estacas.

 

Se acercó saltando esas botellas dormidas en el piso, y fue hasta donde estaba Jong, cubriéndose la nariz.

 

—puppy, ¿Qué has hecho de ti? — le pregunto a ese olor pestilente.

 

Caminó hasta el baño, llenó la tina con agua tibia, le puso algo de perfume y avanzó hasta Jonghyun, lo movió para que despertara, pero no lo hizo por completo.

 

—odio que tengas el sueño así de pesado — se quejo.

 

Comenzó a quitar esa camisa anteriormente blanca, dejando al aire sus pectorales y sus oblicuos. Desabrocho el pantalón y también lo removió, lo mismo sucedió con los zapatos cuando lo hubo dejado solo en ropa interior, apoyo un brazo pasándoselo por los hombros y lo condujo a rastras hasta la tina.

 

—¿Por qué demonios tienes que pesar tanto?

 

Con mucho esfuerzo lo metió en el agua haciendo que el otro medio despertara pero todavía estaba estúpido por los efectos del alcohol en su organismo.

 

Con sus manos comenzó a mojar ese mugriento cabello que lucia el mayor, puso mucho champoo en él y comenzó a frotarlo tratando de sacar toda la suciedad, despertó al mayor con esa acción.

 

—Valla, despertó la bella durmiente —ironizó Kibum, haciendo que Jonghyun lo viera un tanto confundido. Al ver que aun no salía de su trance enjabono una esponja y la paso por la espalda de Jong de manera brusca.

 

—¿bonito? —preguntó sacando una mano del agua para palpar ese rostro que se le ponía enfrente, con claras muestras de molestia.

 

—Cállate idiota, juro que si te pones así de nuevo yo mismo te mato — dijo mientras lagrimas de angustia se le salieron de la vista y del corazón.

 

El agua de las manos de Jong terminaron de empaparle el rostro.

 

—No llores… eres más bonito cuando estas feliz. —comentó tratando de secar las lagrimas de su amigo, su niño bonito, el amor de su vida.

 

Por primera vez no le intereso en lo más mínimo su ropa, se lanzó a abrazar el cuerpo fibroso de Jonghyun, no le importo parecer débil o idiota, solo quería mantenerlo cerca de él, su ropa se empapo en segundos y Jonghyun lo abrazo de igual manera, lo acercó tanto como pudo pero la cerámica de la tina no se los permitió del todo.

 

—¿Cómo pretendes que no llore, si mira lo  que te estas haciendo? —le dijo aun abrazado a su cuerpo.

 

—Nunca me dejes de nuevo, no se que aria sin ti… Kibum, tu siempre vas a ser mi mejor amigo — Las lagrimas le cayeron aun con más intensidad después de aquellas dos ultimas palabras.

 

—Si, yo siempre seré tu mejor amigo —comentó con decepción, mientras se separaba del cuerpo de su “mejor amigo”.

 

Le volvió a tallar el cabello y luego lo dejo a que se bañara el cuerpo, busco un cambio de ropa limpio y el rastrillo para afeitar esa barba insipiente y horrenda. Dejó una múcura con agua en el piso, se arrodillo, tomo la espuma y la embarro en todo el mentón de su amigo y luego con suaves movimientos lo rasuro, este muy sumiso dejo que lo hiciera sin perderse detalle alguno del rostro de su niño bonito, sus ojos delineados se concentraban en su tarea de afeitado, sus manos delicadas tomaban el rastrillo de manera fina.

 

Una vez que dejo a Jong totalmente libre de bello facial, buscó a tientas el tapón y de la tina y dejo que toda el agua se fuera, abrió la regadera y comenzó a rosear agua para enjuagar ese cuerpo desnudo enfrente suyo, trataba de no ver demasiado a Jong para no incomodarlo.

 

—¿Estas saliendo con ese hombre gigantón? — le preguntó  ante la mirada atenta de Kibum.

 

—No, solo es un buen amigo y compañero de trabajo; además tiene una nena preciosa que te ama — le dio la noticia de su admiradora de nueve años.

 

—¿te gusta?— no le hizo caso a lo ultimo pero lo había escuchado claramente Kibum lo comenzó a frotar con una toalla.

 

—Jonghyun no estas en condiciones de hacerme esas preguntas, aun este ebrio y no, no me gusta —afirmó. Seco su cabello y el rostro de Jong.

 

La felicidad se esparció por todo su cuerpo al escuchar ese “no me gusta” proveniente de la garganta de su Kibum.

 

—Ten ponte esto —le dio la ropa antes de proponerse salir del cuarto de baño.

 

Una mano mucho más grande tosca que la suya le detuvo el paso, se dio la vuelta para encarar a su sujetador y solo encontró un sereno rostro moreno.

 

—Kibumie, perdón por lo que te dije el otro día. Realmente no es eso lo que pienso —confeso tratando de mantener a Kibum más tiempo con él, en su compañía.

 

—Si, no te preocupes, yo ya lo olvide —esbozo una sonrisa melancólica que no paso desapercibida para el mayor.

 

Lo atrajo a su cuerpo y estrecho su cuerpo delgado, envolviéndolo con su temperatura, acariciándole los cabellos castaños; no le gustaba verlo triste, en especial por que Kibum siempre se había caracterizado por ser extrovertido, decir lo que pensaba sin importarle lo de más, regañarlo por todo y por su amistad incondicional.

 

—Key, no seas así conmigo. Me duele que hagas esto. —lo separo de él apenas y vio como se agolpaban las lagrimas en sus ojos de gato.

 

—Victoria esta esperándote en su casa, así que vístete —le dijo mientras trataba de retener esas gotas saladas. —ella se preocupa por ti, fue quien me habló para que viniera.

 

—Si ella no te hubiese hablado ¿no abrías venido? —el cambio de papeles se mostro, Jonghyun estaba confundido e irritado, pero sobretodo dolido ante la falta de respuesta. —contesta Kibum.

 

—Sabes que mientras tú me llames yo siempre vendré, sin embargo no llamabas, solo había ese número desconocido y luego cuando escuche que te encontrabas mal y me necesitabas sentí mi cuerpo desquebrajarse. Pero tu solo nunca te das cuenta de cuan importante eres para mi, nunca vez más allá de tu propia nariz. —por fin dijo lo que durante mucho tiempo cayó, por ese horrible miedo de ser repudiado.

 

Las lágrimas por fin le ganaron a su orgullo y se cayeron, mientras Jonghyun en vano trataba de hacer que pararan, le limpiaba las mejillas con sus pulgares viéndolo hacia arriba por que ese niño si que había crecido, pero seguía igual de sensible que antes.

 

Su boca se fue a parar hasta su frente donde puso un beso casto y sin rastro de maldad, le gustaba el perfume de Bumie, era como cegador e hipnotizan te. Apenas se separo de es amplia frente adornada de mechones largos de cabello fijo su vista en los labios entre abiertos de Kibum, los saboreo.

 

Si saber en que momento Jonghyun ya tenía los labios pegados a los suyos, en un beso totalmente estúpido, Jong fue el primero en dar el primer paso succiono el labio inferior de Kibum, y esto solo abrió los ojos separando al mayor.

 

—Espera, tu novia jamás me lo perdonaría —dijo una excusa estúpida ya que ni siquiera conocía a la mujer.

 

—Kibum, no me rechaces solo será un beso. —suplicó a su amigo.

 

—pero… después me sentiría extraño Jong… ya no te vería como siempre.

 

—¿Cómo me has visto siempre?

 

—Como mi amigo —dijo con un hilo de voz, pues sabía que estaba mintiendo.

 

—Kibum, me gusta que siempre me consueles. Me gustan tus abrazos sinceros. Yo siempre te cumpliría cualquier capricho, solo por que eres tú; si fuera alguien más el que me los pidiera lo mandaría a la mierda — tomo el rostro de su niño bonito entre ambas manos y lo vio directo a los ojos —Te amo.

 

Kibum sintió el corazón agrandársele de golpe, y un dolor se le clavó ahí, sabía que eso no era verdad, Jonghyun estaba sufriendo los efectos del alcohol ingerido, pero aun así se sentía muy feliz.

 

—Estás borracho —dijo él sacando los ojos de los de su amigo.

 

—probablemente, pero aun así te amo, no quería decirlo por temor a que te apartaras de mi lado, ¿lo harás verdad? —finalizo su confesión mostrándose apático ante la posible reacción de su amigo más bonito, según sus ojos.

 

Para su sorpresa los labios pequeños y húmedos de Kibum se posaron en los suyos, los beso con mucha hambre, quería devorarlos, engullirlos para que le pertenecieran; casi se caen cuando Kibum se enredo en sus caderas aun besándolo.

 

—Yo también te amo, desde que tenía catorce —confeso, Jonghyun se sentía idiota, como era posible que Kibum se hubiese guardado ese secreto durante diez largos años, él hacía solo un par de años que lo había descubierto.

 

Feliz volvió a degustar esos labios bonitos e hinchados, sus manos se enterraron en las caderas pequeñas de Kibum, subieron la polera de bolitas que lucia el diseñador y tocaron su piel blanca y suave. No podía creer que durante tanto tiempo se había perdido de esa sensación tan placentera. Su erección se dejaba ver y rosaba los glúteos perfectos de Kibum, quien por podía dejar de sentirse incomodo estando así con la persona que durante diez años le robó el aliento.

 

Jonghyun comenzó a desvestir ese cuerpo bonito, lechoso y elástico a una velocidad casi olímpica mientras Kibum frotaba sus erecciones para complacerse ambos, lo llevó a la cama a hurtadillas, lo recostó encontrándose con la imagen más erótica que jamás había visto, su Kibum sonrojado al extremo, su piel ardiendo, los pezoncitos rosados alzándose orgullosos y ese maldito pantalón no dejo que continuara apreciándolo. Los quito de un jalón, luego le siguieron los bóxer, la cama apestaba a alcohol pero a ninguno de los dos les importó, Jonghyun se aproximo a ese cuello y lo mordisqueo sacando suspiros y gemidos de ese cuerpo delgadito debajo suyo. Aun seguía preguntándose si su niño bonito aun era un puberto, pues no tenía musculatura alguna.

 

—Te amo bonito —le susurró al oído mientras metía su lengua haciendo que la figura de Kibum convulsionara.

 

—Yo también, pero si me lo dices en medio del sexo creeré que solo juegas conmigo —esa idea lo estaba consumiendo, ya se la había planteado varias veces pero el calor que sentía no lo dejaba pensar con claridad.

 

El liquido preseminal hacia más resbaloso todo y de pronto las manos de Jonghyun se situaron en el pene de Kibum y comenzó a bombear otorgándole placer, Kibum repitió la acción solo que con el miembro ajeno, jadearon, sudaron, se dijeron palabras de amor, gimieron sus nombre y finalmente eyacularon.

 

 

 

—La próxima vez, lo aremos bien —dijo Jonghyun.

 

—¿Quién dijo que habría próxima vez? —comentó Kibum jugando como niño pequeño con el agua de la tina.

 

El olor al alcohol los había impregnado así que con toda confianza tomaron un baño juntos, Kibum entre las piernas de Jonghyun, y este solo le regalaba besos en sus mejillas o a su espalda blanca. Key seguía sin entender como demonios habían cabido en esa tina.

 

—Tengo algo para entregarte —vocifero Kibum.

 

—¿Qué es?

 

—Ven a mi casa y lo sabrás —propuso dejando un beso en los labios de Jonghyun quien ante la acción infantil de Kibum solo sonrió, por primera vez se sentía realmente dichoso.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

—Toma es para ti —le tendió la fotografía que Margaret le había mandado.

 

—una foto mía, que original — comentó el cantante con ironía en la voz.

 

—Margaret te la envía. Tiene nueve años y es tu fan —informó.

 

Como por curiosidad volteo la fotografía y encontró un mensaje escrito en ingles y con letras espantosa.

 

“Kim Jonghyun, cuando sea grande me cazare contigo, asi que esperame:

 

Atte: Margaret”

 

Sonrió ante el mensaje de esa niña.

 

—Kibumie, creo que tienes una rival en el amor —se burló del diseñador.

 

—De todas maneras yo no peleare con una niña. Tú ya me perteneces aunque lo niegues. —besó esa boca que se amoldaba perfecto con la suya y se colgó al cuello.

 

—¿Quién dijo que quería negarlo? —habló dejándole un beso muy rápido a ese labios rosas.

 

 

 

~*~*~

 

 

 

 

 

 

 

Jonghyun terminó con su novia Victoria aunque la chica no se sorprendió de que estuviera saliendo con un chico, de todas maneras ella ya intuía algo así. Desde que vio ese “Kibum mi bonito” lo presenciaba.

 

 

 

—Kibumie —lo llamó.

 

—¿Mande?— dijo este totalmente ajeno entre los brazos de su novio.

 

—¿Quién te dio el primer beso? —preguntó tras ver una película que no paraba de mencionarlo.

 

—tú. —Jonghyun se sorprendió ante la confesión hecha.

 

—entonces ese de la ducha ¿era tu primer beso?

 

—claro que no idiota. Me lo diste cuando tenías quince — le dijo metiéndose un puño de palomitas a la boca.

 

—¿De verdad?

 

—Si, pero nunca te enteraste hasta hoy, solo Roo lo supo —terminó su confesión dejando a Jonghyun con una sonrisa adornándole el rostro. Su juramento de jamás decirle se había roto.

 

Lo abrazo celosamente, jurándose que jamás dejaría que ese ser se fuera de su lado, Kibum sería por siempre suyo, y jamás lo haría sufrir de nuevo, tampoco sería su pañuelo donde limpiar sus lágrimas otra vez.

 

—Te amo Kibumie

 

—yo también, ¿Qué otra película quieres ver? antes de que te marches a dar tu  concierto. —Jonghyun por primera vez le rezongo a la vida por ser famoso, tenía que privarse de muchas cosas por culpa de las cámaras.

Notas finales:

Espero que haya gustado y no saben lo feliz que me siento por fin mi baby Kibummie esta cumpliendo años *0* Tan bello por siempre :)

HAPPY BIRTHDAY *0*

Kisses y dejen reviews please :B


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