Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Celular por blackrain

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Le admitiré que no me gusto el fic.

Pero tengo mucha tarea este fin de semana así que no tuve tiempo de hacer algo mejor.

Mis sinceras disculpas, yo también tengo días malos (más malos que buenos, últimamente)

Notas del capitulo:

La semana que sigue haré algo mejor...

Les prometo que les compensaré, por desgracía esto fue lo mejor que pude hacer en unas horas ya que hoy sabado tuve que trabajar :(

No es un lemon... creo que más bien es un lime, no sé, sigo sin estar segura de entender la diferencía.

Me fui al uso de los celulares desde una visión europea-americana, ya que no me dio tiempo de investigar la manera japonesa en que usan los celulares/moviles si han notado su manera de cominicarse es un poco diferente ya que lo hacen por mail y esas cosas.

Naruto es de Kishimoto

Y todo comenzó por el mismo celular.

Lo vio jugando con él, un juego que su celular no tenía, paso de largo, no era la clase de persona que se atrevía a saludar a cualquiera…

:::

–¿Cómo haces eso? –se encontraba sentado en una banca, navegando por internet con su celular, lo volteó a ver, era un chico pelinegro de piel blanca, lo estaba mirando interesado, inclinándose un poco sobre él, lo que Sasuke consideró un poco invasivo, tardo un poco en identificarlo, hasta que recordó que era el chico que jugaba con el celular.

–Pues…

–Espera– le interrumpió de pronto, buscó en su mochila y sacó su celular, sentándose junto a Sasuke, pegándose mucho a él para ver bien lo que hacía– listo, dime.

Sasuke se sintió un poco incomodo con su cercanía, pero se dedicó a enseñarle al pelinegro.

–No sabía que podías navegar en internet con éste, gracias– le sonrió agradecido.

–¿Es nuevo?

–Sí, lo compré hace una semana ¿y el tuyo?

–Mi hermano me lo regaló hace tres días.

–Y sabes manejarlo muy pronto– su gesto era de admiración sincera.

–Siempre he sido bueno con eso– su eterno gesto de altanería no pudo evitar salir a flote, a pesar de arrepentirse de inmediato.

El pelinegro no pareció darse por enterado y le tendió la mano.

–Me llamo Sai– Sasuke estrechó su mano.

–Sasuke Uchiha.

Sai empezó a hablar sobre el teléfono, algo confundido Sasuke sólo asentía, el pelinegro seguía hablando emocionado.

–Perdona– dijo de repente– te estoy molestando.

Sasuke soltó una carcajada, Sai había estado hablando demasiado, incluso había invadido su espacio sin consideración alguna.

–¿Qué? –por un momento el pelinegro pareció ofendido.

–No es nada, ¿le agregaste juegos o venía con ellos?

–Los compré– había vuelto a sonreír– pero es posible compartirlos, ¿lo quieres? Te los puedo pasar.

El peliazul aceptó, Sai se dispuso a enviarlos, pero pareció confundido de pronto.

–¿No se puede?

–No es eso… amm– se apenó de pronto– no estoy seguro como usar el Bluetooth.

Sasuke sonrió,  tomó a Sai de la muñeca, acercando el móvil a él lo manejó con su mano libre.

–Así, ¿entendiste?

–Sí muchas gracias. ¿Eres Sharingan?

–Sí.

Sasuke aceptó el archivo que le mandaba.

–Ammm– Sai sonó un poco incomodo.

–¿Si?

–Me regresas mi mano– agregó con una sonrisa, señalando la mano en la que aún le sostenía de la muñeca.

–¡Oh! Claro, lo siento.

:::

–¡Sasuke! –Sai lo llamó cuando iba por el pasillo, deteniéndose de inmediato le permitió alcanzarlo.

–¿Tienes ya esta nueva aplicación? –le preguntó mostrándole el celular.

–No– Sai se vio un poco desanimado.

–¿Sucede algo?

–Esperaba que pudieras explicarme como funciona –admitió desanimado.

–Te prometo revisarla cuando llegué a casa– Sai apretó con suavidad sus labios, parecía considerar algo.

–Te presto mi celular– se atrevió a decir, tomando una mano de Sasuke se lo entregó– por favor, revísalo por mí.

–No temes que le pueda pasar algo…

–No– sonrió animado– sí eres tú estoy seguro que estará bien… bueno, debo ir a clases– se retiró corriendo antes de que pudiera agregar algo.

–¿Ese era Sai-chan? – un rubio moreno se acercó a él, se veía desconcertado.

–Sí ¿lo conoces, dobe?

–Bromeas, soy fan del chico de hielo, nunca creí llegar a verlo sonreír, me siento el más afortunado de los mortales

–¿Te gusta?– Sasuke sabía de las preferencias sexuales de su amigo, por lo que no se inmutaba con esa plática.

–Ahora puedo admitir que estoy enamorado. Nunca lo había visto así de comunicativo

–Conmigo siempre es así. Siempre he pensado que habla demasiado, no tanto como tú, pero habla.

–¡¿Es broma?! Quisiera matarte… por cierto, ¿por qué traes dos celulares idénticos?

–Uno es de Sai, quiere que revise una aplicación.

–Tienes que prestármelo, necesito tener ese número.

–¡No! –Sasuke siempre le habían dado igual los gustos de su amigo, a quien se llevaba a la cama le daba igual, pero pensar en que saldría con Sai, por alguna extraña razón le molestaba, “debe ser porque lo considero ya mi amigo”

–¿Por quééééé? –Naruto hacía el intento de agarrar el teléfono, pero Sasuke lo evitaba arrempujándolo por el rostro.

–Porque le prometí que tendría mucho cuidado con él, eso implica evitar que personas a las que tal vez nunca les daría su número lo tengan.

–Bien –el rubio se resignó –pero tendrás que presentármelo.

–No te lo prometo.

:::

–Hola– era hora del descanso y Sai se encontraba en el pasillo.

–Vamos al techo– Sasuke lo tomó del brazo, jalándolo con él antes de que pudiera responder.

–¿Por qué la prisa?

Sasuke no podía responder que no quería que Naruto lo viera…

–Solo necesitas mover esto y entonces ya te podrás registrar y usarlo.

–Gracias, Sasuke– la campana para volver a clases sonó, Sai puso mala cara.

–¿Qué sucede?

–Quería ir a comer algo, no tuve tiempo de desayunar.

–Lo siento– Sasuke le había estado preguntando de las nuevas aplicaciones que encontró en el celular de Sai, por lo que pasaron hablando todo el descanso, había sido su culpa.

–No importa, iré por algo de comer a la salida de clases… me la he pasado muy bien, así que no me molesta, si hubiera ido a comer de seguro no me acompañabas, así que fue lo mejor.

–¿Qué te hace creer que no te acompañaría?

–Pues… – las mejillas de Sai se colorearon, en un gesto que Sasuke consideró  “¿bonito? Naruto comienza a meterme ideas raras en la cabeza”– como tenías mucha prisa en subir… pensé que no querías que nos vieran juntos– ante la mirada sorprendida de Sasuke agregó– no me molesta, de hecho lo entiendo… bueno, debo irme ya, con permiso, Uchiha-senpai – hizo una rápida reverencia y se marchó corriendo.

:::

–¿Sai es más pequeño que nosotros?

–Pero es obvio en su apariencia, baka, ¿Cómo no lo notaste? acaba de entrar este año.

–Bueno, es obvio que se ve más pequeño– Naruto y Sasuke se encontraban en el club de karate, veían una competición de sus compañeros– pero es que me hablaba con demasiada confianza que pensé que solo se veía pequeño.

–Bueno, él es nuevo, supongo que no esperaba que fueras su senpai– el rubio hizo un puchero –¿Por qué no me lo presentas? Sería tan lindo que Sai me llamara Uzumaki-senpai.

Naruto recibió el golpe de una sandalia justo en su cabeza, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se sobaba.

–Los que molestan deberían de irse de aquí– el joven que hablaba era un chico pelirrojo de ojos verdes, su piel blanca estaba mojada por el sudor de estar practicando, su keikogi  (este es el nombre de la ropa que usan para practicar karate y otros deportes, la chaqueta se llama uwagi y el pantalón zubon, el cinto es un obi, los llamaré chaqueta pantalón y cinto porque me parece muy engorroso estarles llamando por su nombre)permitía ver su blanco pecho.

–Gaa-chan, ¿Por qué sólo me golpeas a mí? Sasuke-baka también platicaba.

–Kakashi-sensei se enojaría si golpeó a nuestro competidor estrella.

–¿Competidor estrella? –el rubio se vio algo ofendido.

Sasuke sonrió, Gaara acababa de entrar ese año, nunca había visto practicar a Naruto, al contrario de lo que muchos pudieran creer él no era el consentido del profesor, el profesor peligris adoraba al rubio, de ahí que le permitiera no participar en las practicas, tanto el profesor como el propio Sasuke conocían la clase de entrenamientos a los que el padre de Naruto lo sometía, Minato lo quería, pero no por eso era menos duro con su hijo que consigo mismo, las tres marcas de cada mejilla de su amigo habían sido debido a los entrenamientos con su padre, “un mal día” solía decir Naruto sin preocupación.

–Sasuke-senpai, ¿practicarías conmigo?

–¿Por qué Gaa-chan no puede ser un lindo kahai conmigo? –Naruto se puso de pie, sacudiendo el pantalón de su keikogi.

–¿Practicaras? –preguntó el peliazul sorprendido, su amigo sólo participaba cuando había competencias– que no tienes practicas con Minato-san hoy.

–Sí– la sonrisa zorruna de su amigo mostró lo feliz que se encontraba– esto no me tomará más de un minuto ¿quieres ir a practicar con nosotros?

–Bromeas, no quiero estar a punto de morir debido a su ritmo, ustedes son unos demonios.

–Pero Minato estaba muy feliz de tu nivel.

Mientras los dos hablaban Gaara se veía molesto.

–Yo le pedí practicar a Sasuke-senpai… no a ti.

–Bueeeeeeeno –la sonrisa de Naruto se hizo más amplia– entonces considérame un calentamiento antes de pasar por Sasuke, ¿de acuerdo, Gaa-chan?

Ante el sobrenombre el pelirrojo se sonrojo.

–Te lo advierto, no seré blando contigo porque eres mayor.

–No lo espero –Naruto se puso en posición, su sonrisa seguía molestando a Gaara que tomó también su posición.

No era normal que Naruto practicara, por lo que todos dejaron lo que hacían para correr a ver. Gaara hizo el primer ataque, una patada, Naruto se hizo hacía atrás en un rápido paso, y al instante avanzó, dando una patada alta que lanzó a Gaara al suelo. La competición no duró más de un minuto, cuando Gaara cayó todos soltaron el aire que habían contenido debido al rápido movimiento de Naruto. La gran mayoría estaban decepcionados, esperaban al menos ver dos golpes por parte de Naruto.

–KO –comentó el rubio con una sonrisa, se acercó a Gaara para ofrecerle una mano para levantarse– me contuve lo mejor que pude, espero no haberte lastimado.

Gaara golpeó la mano con fuerza, cuando vio a Naruto al rostro el rubio vio sus  verdes ojos inundados de lágrimas que pronto se desbordaron, su sonrisa desapareció al hincarse a su lado.

–¿Te hice daño? –trato de quitarle la chaqueta a Gaara para ver la herida pero el pelirrojo lo alejó

–No me toques –se levantó sin permitirle ayudarlo, llevando una mano a su costado.

–Necesitas ir a la enfermería –agregó Sasuke acercándose a ellos.

–No lo ocupo– su tono se suavizo al llegar Sasuke, mientras que se apuraba a limpiar sus lágrimas.

–Ya vuelvo– el rubio tomó a Gaara en brazos, sujetándolo de manera que sus piernas no pisaran el suelo, Gaara trató de soltarse, pero le fue imposible, Naruto era más alto que él y, para su molestia, más fuerte– no vayas a ver a Sai-chan sin mí.

–No seas tonto, él hará horas que salió– Gaara trataba de soltarse, pero ambos jóvenes mayores ignoraban sus quejas.

–Bueno me voy

El rubio se retiró, todos continuaban en sus cosas como si nada, estaban acostumbrados a los escándalos que ocasionaba Naruto.

Sasuke salió a tomar el aire, parado en el pasillo se encontró a Sai, se veía algo nervioso, y notaba como si intentara decidir si quedarse o irse.

–Sai-kun –lo llamó mientras se acercaba a él.

–Uchiha-senpai –Sai se vio avergonzado, Sasuke por su parte suspiro, se había acostumbrado a ser llamado Sasuke con mucha facilidad por Sai.

–¿No te has ido a casa? ¿No me digas que aún no has comido nada?

–Lo he hecho, pero tuve que volver al club– Sai miraba el pecho al descubierto de Sasuke, se sonrojó un poco al notar que Sasuke lo había descubierto mirándole, para su suerte no se veía molesto.

–¿Quieres que llame a alguien?

–¿Por… por qué? – el peliazul no entendía la timidez de Sai, pero le estaba gustando esa nueva faceta.

“Maldición, ¿por qué de nuevo pienso que es bonito?”

–Pensé que venías a buscar a alguien.

–No ¡SÍ! –Sasuke rió.– te venía a buscar a ti, senpai –se atrevió a decir.

–Pero por qué te apena, no es la primera vez que me buscas, muchas veces me esperaste a la salida de la escuela para hablar del celular.

–Sí, pero…

–No me avergüenza que me vean contigo –agregó recordando la plática con Sai en la tarde –no quería que te molestara un amigo, eso es todo.

Sai sonrió, quitándose la mochila buscó algo en ella, sacó una pequeña bolsa de una tienda y se la ofreció a Sasuke.

–Ya tienes dos semanas con tu celular –Sasuke tomo la bolsa, sacando un paquete que contenía un colgante para celular– aún no tenías uno, senpai.

–Me gusta mucho– el diseño era un ala de metal en color negro, era de un diseño exquisito.

–¿Te gustaría usarlo?—se vio esperanzado, pero de repente su rostro se vio preocupado– si es que no significa un inconveniente.

–¿Por qué lo sería?

Sai sacó su celular, mostrando muy apenado un ala idéntica que colgaba del suyo.

–No significa ningún problema– agregó con amabilidad– ¿pero no fue caro?

–No lo fue– Sai sonrió– muchas gracias, senpai.

Para sorpresa de Sasuke se retiro corriendo antes de que pudiera agradecerle.

:::

–Hay algo que quiero que veas– Naruto tenía días serio, desde el día de su práctica en el dojo, a Sasuke le preocupaba que fuera por que había visto a Sai darle el regalo, ya que su amigo no le había preguntado nada del colgante de su celular.

–¿Qué es?- ambos caminaban por los salones de primer año, Naruto iba adelante, estaban libres por una hora.

–Te dije que Sai-chan me gustaba mucho –Sasuke comenzaba a preocuparle el rumbo que tomaba esa plática –es aquí.

Estaban parados afuera de un salón, gracias a la ventana podían ver al interior.

–Esos tontos cristales espejos por fin tuvieron un uso útil– su escuela había puesto cristales que evitaban ver desde un lado, pero era posible ver desde el otro lado, de esa manera los estudiantes no se distraerían y los maestros los verían desde afuera en caso que tuvieran que salir. – Aquí venía a ver a Sai.

–¿Venías?

–Mira– le pidió Naruto, colocando un dedo en sus labios (los de Naruto, no los de Sasuke) para que guardara silencio.

Sasuke vio que el salón de Sai no tenía maestro, todos se encontraban platicando en grupos o haciendo escándalo, sólo Sai se encontraba solo en una banca, sus compañeros no parecían notar su presencia, el pelinegro estaba mirando su celular, alguien lanzó una bola de papel que golpeó a Sai, éste sólo volteó y ante la disculpa sonrió con falsedad.

–Es increíble –a Sasuke le hubiera gustado mandarle un mensaje para pedirle que saliera y hacerle compañía un rato, fue en ese momento que notó que no tenía su número.

–No, increíble es tu Sai, sí sus compañeros lo conocieran lo amarían como yo lo hago –Naruto miraba a Sai, pero su ceño se encontraba fruncido, como si algo le preocupara, dio una palmada en su hombro– así que aprécialo un poco más –después de eso se retiró, dejando a Sasuke ahí mirando.

:::

Naruto estaba algo preocupado, prácticamente había lanzado a Sai a los brazos de Sasuke, sabía que su amigo sólo necesitaba un empujón para notar sus sentimientos, y lo había hecho, a pesar de decir que sentía amor por Sai. Se desconocía a sí mismo, molesto se dirigió al dojo a entrenar un rato, sabía que Kakashi le ayudaría con los maestros si se lo pedía.

:::

–Sai-kun – el pelinegro se sorprendió al encontrar a Sasuke fuera de su salón, nunca le había dicho al peliazul en que clase iba.

–Uchiha-senpai –Sai se dirigió a él– pensaba ir a buscarte al dojo.

–Hoy no tendremos…–Sasuke se veía algo preocupado, Sai no tardó en notarlo, mientras ambos caminaban juntos para salir de la escuela.

Caminaron en silencio porque Sai no se atrevía a terminar con el silencio que había caído sobre ambos, y Sasuke estaba bastante distraído para notarlo.

–Te enteraste –Sai se vio triste, caminaban sin rumbo por los jardines– te aseguro que no lo hice a propósito, no sabía qué era eso, de lo contrario no te lo daba –cada vez se veía más deprimido, Sasuke acarició su cabeza.

–No tengo idea de que me hablas– le dijo sonriendo.

–Yo…– se puso rojo al tener que explicarlo– el colgante que te di… no era casualidad que fueran  dos, son una edición especial para parejas, no lo sabía.

–¿Parejas?

–Lo siento –Sasuke se inclino un poco, acercó sus labios a los de Sai, acariciando con timidez, Sai se sorprendió, pero para sorpresa de Sasuke pasó sus manos por su cuello, besando sus labios con deseo, los mordía un poco, pidiéndole quizá que abriera la boca, cosa que no tardó en hacer.

Le gustaba su deseo, pasó su brazo por la cintura de Sai, jalándolo al piso,

–Nos podrían ver– le susurró, jugando con la lengua del pelinegro que se dejó arrastrar al pasto.

La lengua traviesa de Sai era bastante diestra en lo que hacía, envidió a la persona que le había enseñado con tal habilidad, pero él también era bueno, Sai estaba sentado sobre su pierna, le sorprendió sentir un bulto duro, no podía tener tanta experiencia si se ponía duro con un beso, Sasuke movió su pierna, rosando a Sai a propósito, lo que logró que un gemido escapara de sus labios. Fue en ese momento cuando Sai se dio cuenta lo lejos que había llegado y se alejó horrorizado, sabía que Sasuke lo iba a odiar, su senpai era heterosexual, había oído la cantidad de chicas que había salido con él, lo había besado seguro por curiosidad, pero una chica no tenía “eso” no podía fingir que ese beso se los daba a unos labios femeninos.

–Perdona, senpai– se levantó dispuesto a correr, pero Sasuke lo sujetó de la muñeca, jalándolo él mientras buscaba algo en su bolsa.

–No te puedes ir así.

–Se me pasará –seguía horrorizado.

Sasuke lo jaló, volviéndolo a poner en la misma posición, solo que esta vez no estaba sentado en su pierna, solo hincado con su pierna entre las suyas. Sasuke había sacado un pañuelo de su bolsa, sujetó con su mano el cierre de Sai.

–¡No! –el pelinegro se apuró a sujetar  su muñeca  con su mano libre –¿Qué haces?

–Encargarme de eso– Sasuke logró sujetar las dos manos de Sai con una suya, bajando el cierre hurgó dentro el pantalón, liberando su miembro, lo sujetó con el pañuelo – esto lo hago para no ensuciarte, ¿entendido?

Sai asintió, no era capaz de hablar o pensar con claridad, su cuerpo se estremeció cuando Sasuke comenzó a masajear.

–Por favor, aunque quisiera oírte no hagas mucho ruido, alguien podría oírnos, recuerda que no estamos solos en la escuela.

Sai mordió sus labios y asintió, Sasuke empezó a masturbarlo con lentitud, Sai empezó a sudar, sus labios se veían rojos.

–¿Te puedo soltar?

Sai asintió, Sasuke soltó sus muñecas, Sai apoyó sus manos en el pecho de Sasuke, al igual de su frente para evitar verlo al rostro, notó como apretaba con sus manos su uniforme, seguía temblando debido al placer.

–No… ah… –Sai trataba de ahogar sus gemidos mientras hablaba– no lo disfrutas.

–¿Cómo? –Sasuke se detuvo para que pudiera explicarse.

–No te encuentras… excitado– apretó con fuerza el miembro de Sai, por lo que el pelinegro se vio obligado a morder sus labios de nuevo, y ocultar su rostro de Sasuke.

Sasuke levantó el rostro de Sai tomándolo de barbilla, la humedad que confundió al principio con saliva se reveló como sangre ante sus ojos.

–Deja eso, quiero oírte gemir –lo hizo ladear su rostro, comenzando a lamer su cuello, Sai gimió, Sasuke movía muy bien su mano, lo estaba llevando a un nivel de placer que él no conocía.

–No… ¡ah!, no tienes… mmmm… que hacerlo –Sasuke tomó su mano, haciendo que la deslizara por su torso la bajo hasta su miembro.

–Sientes– Sai se sorprendió al notar la erección– lo estoy disfrutando tanto como tú.

Las manos de Sai temblaron al bajar el cierre, Sasuke movió su mano con mayor velocidad, logrando que Sai terminara cuando trataba de liberar su miembro, arqueó su espalda, permitiéndole a Sasuke ver su rostro excitado y fue algo que sólo logró volver más dolorosa su excitación.

Sai se derrumbó sobre su pecho, respiraba un poco agitado Sasuke lo rodeó con una mano, atrayéndole más a él.

–Senpai… déjame regresarte el favor –su susurro fue tan excitante que no le pudo decir que no, de hacerlo terminaría corriéndose sólo con oírlo hablar.

Sai le desanudo la corbata, quitándosela lo colocó en sus ojos de Sasuke.

–Perdona, senpai– le dijo mientras vendaba sus ojos– si no hago esto no seré capaz de mirarte al rostro nunca.

Al quedar todo oscuro sus sentidos se volvieron más agudos, permitiéndole volverse más consciente de las sensaciones. Sai liberó su miembro, sintió la humedad que pudo reconocer como la lengua de Sai, un gemido escapó de su boca sin poder evitarlo, Sai metió el miembro dentro de su boca, no parecía haberlo hecho con anterioridad pero lo estaba disfrutando, se quitó la corbata que cubría sus ojos, viendo a Sai inclinado sobre él, se excitó ante la sugerente posición del pelinegro. Lo tomó de los hombros jalándolo hacía él.

–Basta– besó sus labios, limpiando con su saliva cualquier rastro que pudiera haber en su boca– tu herida, no quiero que se infecte o algo por mi culpa.

Sentó a Sai sobre sus piernas, volvió a sacar su miembro, abrazándolo más cerca de él comenzó a friccionar ambos miembros, Sai gimió sorprendido, si Sasuke seguía así volvería a excitarse…

:::

Naruto volvió a golpear con fuerza, siempre se preguntó que hacía ese saco de box en el dojo, pero en ese momento lo agradecía, de lo contrarió no sabría en quien desquitar su frustración. Dio otra patada con fuerza, para su sorpresa notó que no estaba sólo, Gaara lo miraba sorprendido.

–Eres impresionante, Naruto-senpai – sus ojos verdes estaban abiertos sorprendidos, no lo había visto desde la vez del incidente de la patada.

–Pensé que no querías verme, Gaara-kun– el chan con que siempre lo llamaba había desaparecido de los labios de Naruto, lo cual entristeció un poco a Gaara.

–Quería disculparme –admitió con una repentina humildad.

–Yo soy el que debería hacerlo, no debí haber peleado contigo sabiendo que no podías vencerme, fue irresponsable como senpai, además no debí ofenderte – Naruto recordaba las palabras que le habían impedido volver al dojo en toda la semana “Dijiste que te contuviste, ¿quieres decir que ni siquiera soy digno de tu fuerza?”

–Yo fui quien lo hizo– Gaara se acercó a él, deteniéndose al llegar al saco de boxeo.– Yo… deseaba vencerte, pero no por los motivos que crees– sus mejillas se sonrojaron– quería impresionarte, siempre estás con Sasuke-senpai, quería que me miraras como digno. Me dijeron que nadie, excepto Sasuke práctica contigo, debería estar feliz con eso, al menos me miraste lo suficiente para golpearme

–Tonto, Gaa-chan– Naruto estuvo frente a él en dos pasos, sujetado su mejilla con dulzura besó sus labios– yo te miró lo suficiente –Gaara se aferró a la chaqueta de su keikogi, cerrando sus ojos mientras su rostro se encendía por la pena.

:::

–Perdón– Sasuke estaba hincado frente a Sai que se encontraba de pie, limpiada lo mejor que podía el pantalón del pelinegro.

–Yo soy quien debería disculparme, fui yo el que hizo que te mancharas.

–Pero tú también estas sucio, senpai.

–Sasuke, llámame Sasuke, Sai.

–Lo siento.

–Ya te dije que no te preocupes, si me desfajo la camisa no se me nota. ¿Tu labio está bien?

–Sí– Sai lo lamió para confirmarlo, ante el gesto Sasuke no pudo evitar levantarse para besar sus labios, succionando con suavidad el labio herido.

–El colgante –Sasuke tomó a Sai se la mano, sujetando la mochila comenzó a caminar – supongo que ya no habrá problema si me lo quedo.

Sai se vio feliz, como única respuesta sólo se atrevió a asentir.

–Sai, me pasarías tu número de celular.

–Claro…

Mientras lo hacía seguía sonriendo, Sai no era para nada el chico introvertido que todos conocían. Recordó las palabras de Naruto que todos amarían a Sai si lo conocieran como él lo conocía “tu Sai”

–Por favor –Sasuke lo abrazó en un repentino ataque de posesividad –se así solo conmigo, no sé qué haría si alguien más llega a notar lo encantador que eres.

–No… lo haré– Sai agradeció que Sasuke lo abrazaba, de esa manera logró ocultar el intenso sonrojo de su rostro.

:::

–Ahora por donde saldremos– Naruto aún sujetaba la mano de Gaara.

–Es más tarde de lo que esperaba –el pelirrojo no se veía molesto por sujetar la mano del rubio, los uniformes de ambos chicos estaban desaliñados, como si hubieran sido puestos con prisa.

–¡¡SASUKE!! –Naruto llamó a su amigo al ver acercarse a los dos pelinegros, notó como Sasuke movió su mano hacía atrás para ocultar a Sai se él, divertido murmuró para sí –celoso posesivo.

Sasuke sonrió  al estar lo suficientemente cerca a su amigo y ver que tomaba de la mano al pelirrojo.

“Sabía que terminarían juntos” Sasuke había notado la preocupación de Gaara cuando el rubio no volvió al club.

–Veo que ustedes también estuvieron ocupados… –Sai sonrió sutilmente al ver el sonrojo de Gaara.

–¿Ahora qué hacemos? –preguntó el rubio.

–Pues saltar –Sasuke tomó a Sai de la cintura, sorprendiendo al pelinegro se colgó a la pared, ayudando a Sai a salir.

Riendo Naruto ayudo a Gaara a saltar al otro lado.

–No vamos a dejar que nos ganen –besó los labios del pelirrojo cuando estuvo sentado sobre la pared y saltó al otro lado…

Notas finales:

Me retiró a hacer tarea...

Les reitero mis disculpas, la semana que viene compenzaré con algo mejor, lo de género fantastico siempre me anima, así que ya tengo tema para la semana que viene...

"No tengo el corazón tan frío como tú... aunque quisiera..."

Blackrain


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).