Fantastic Baby.
“Play again”. ¿Cuántas veces le habrían dado ya a ese botón? Pero era normal, el videoclip había quedado fantástico, nunca mejor dicho. Y ahí se encontraban los cinco mirándolo como bobos. G Dragon increíblemente carismático hacía que sus compañeros lo vieran como un auténtico rey, Taeyang mostrando su lado más agresivo sorprendía a los demás, la parte de TOP era perfecta para él y estéticamente preciosa, Daesung mostraba su cuerpo sacando su lado más sexy y Seungri, cómo no, mostró su lado más mujeriego, rodeado de gatitas que lo toqueteaban. Jiyong no podía evitar sentirse celoso, estaban tocando a su panda de una manera que ni él había podido (y no era porque no lo hubiese intentado) y, por otro lado, maldecía al pequeño por salir tan jodidamente sexy. Taeyang y TOP comenzaron a vacilar a Seungri sobre su cuerpo, sabían bien que no se sentía del todo orgulloso ya que tenía a los bien formados Dae y Yungbae siempre a su lado.
-Si lo vas a enseñar, tienes que trabajar más tu cuerpo.- decía Tae.
- Esos abdominales son pintados, no engañas a nadie.- se burlaba el rapero.
El maknae se quejaba y se defendía.
-¡Mi cuerpo es así de sexy!- decía.
“Uff... no hace falta que lo jures…” pensaba Jiyong, entre las risas de Dae. Los chicos, para fastidiar a su dongsaeng reproducían el vídeo a cámara lenta, justo en las partes donde se enfocaba su torso. Ese cuerpo irresistible… ese era el cuerpo de Seungri, el que tanto había querido tocar siempre… ¡Agh! Y lo estaban tocando esas zorras de bailarinas! “Seungri es mío! MÍ-O!” pensaba. Ya no lo pudo aguantar más y se levantó bruscamente para irse, entre la excitación que le causaba el pequeño y los celos por las tías se iba a volver loco.
-Me voy a casa, Gaho está solo y ya estoy cansado.
Se despidieron de él, un poco preocupados por la súbita marcha, pero pronto lo olvidaron volviendo a meterse con el maknae.
Jiyong volvió a casa cansado, Gaho lo recibió alegremente. Se hizo algo de comer, se sentó en el cómodo sofá que había en medio del salón apoyando las piernas sobre una pequeña mesa que estaba entre el televisor y el sofá, y encendió la tele. Ponían un programa de videos musicales, lo que le hizo recordar el videoclip. “Aysh… a ver cómo me duermo hoy con estos pensamientos en la cabeza”.
-Gaho, tu dueño es un pervertido.- dijo echando su cabeza hacia tras y poniéndola sobre el respaldo. El perro ladeó la cabeza, Jiyong le hizo subir al sofá con él y apoyó la cabecita sobre las piernas de su dueño.
Poco después sonó el móvil, Jiyong dio un salto ya que se estaba quedando dormido. Medio sonámbulo, lo cogió sin mirar el número.
-¿Diga?-
-¿Hyung?-
-¿Seungri?-
-¡¡¡HYUUUUUUUUNG!!!- gritó alegremente el maknae.
-¿Se puede saber para qué llamas a estas horas?- le preguntó algo molesto mirando el reloj de pared que estaba sobre el televisor.
-Estaba preocupado, te fuiste tan rápido…Hyung, ¿estás bien?
El líder se quedó un momento callado, pensativo.
-…¿Hyung?
-Sí, perdona. Estoy bien. - Unos segundos de silencio después, Jiyong volvió a hablar.-Eh… Seungri.
-¿Sí?
-¿Vendrías a mi casa ahora? – su voz sonó ronca y frustrada.
De nuevo silencio. Ji estaba seguro de que lo evitaría, no era la primera vez que lo invitaba a su casa por la noche y las ocasiones anteriores siempre le había intentado hacer “cosas”, así que el pequeño se negaba a ir de nuevo. Finalmente respondió.
-Está bien, estaré ahí en quince minutos.
El mayor se sorprendió. Por la manera en que se lo pidió, no hacía falta ser un genio para saber que quería en realidad: sexo. Seungri conocía bien esa voz y siempre que sonaba salía huyendo, algo que el líder tampoco entendía muy bien. Ji sabía que el maknae sentía algo por él, y eso no lo podía negar, pero era incapaz de aceptarlo y huía del mayor cuando quería algo más que abrazos o caricias.
Sonó el timbre y abrió la puerta para descubrir al pequeño panda con una botella de licor en la mano, le dio un corto abrazo y le hizo pasar. Empezaron a hablar sobre el nuevo disco y sobre las promociones mientras picaban algo para acompañar el dulce licor. Gaho se acercó a Seungri y éste le acarició tímidamente la cabeza, nunca le habían gustado demasiado los perros. Jiyong lo observó pensando en lo mono que era, de repente le volvieron esas imágenes de su torso desnudo a la cabeza. Los pensamientos impuros comenzaron a inundarle la cabeza y el alcohol le ayudó a atacar más rápido que de costumbre. Normalmente empezaría con muestras de cariño o a vacilarlo con frases subiditas de tono, pero esta vez fue directo a él, a sus labios. Seungri notó que algo se le acercó velozmente y se alejó, de un salto se recostó hacia atrás en el sofá. El atacante se sintió decepcionado y suspiró ante la atenta y vigilante mirada del pequeño.
-Ah… no te entiendo, Seungri. - el panda no se movía.- Me quieres, lo se, pero en cuanto intento hacer real lo nuestro, ya sea por sexo o por intentar hablarlo, huyes.- seguía sin moverse, pero al menos su expresión cambió, parecía prestarle atención.- ¿Cuántos años llevo enamorado de ti? ¿Cinco? Oh, Dios… lo sabes perfectamente. – el pequeño mostró una cara de preocupación.- Y no me digas que no me correspondes, por que se lo que sientes. Esa manera de mirarme, esa adoración que me tienes, eres muy poco discreto sobre tus sentimientos, Ri. Sólo porque los dos seamos hombres… ¿qué más da?–el maknae se incorporó un poco.- Además…
Jiyong recordó frustrado algunas cosas de su pasado con Seungri, cosas que les habían sucedido, momentos especiales que no se podía decir que cualquier par de amigos compartieran. Lo volvió a mirar y vio esa expresión que tanto le gustaba, sin duda la cara de confusión del panda era la que más le excitaba, el pequeño se mostraba tan vulnerable… Sintió que su temperatura subía, lo miró con deseo mordiéndose los labios y se abalanzó sobre él de nuevo, esta vez hacia su oreja. La mordió delicadamente mientras sus manos inspeccionaban el cuerpo del joven.
-Hy…hyung! – el pequeño intentaba deshacerse de su violador entre algún que otro gemido reprimido.
Seungri notaba la húmeda y caliente lengua de Jiyong, no podía negar que le excitaba, incluso los pantalones empezaban a apretarle.
El mayor sonrió y le susurró en la oreja, acariciándola con los labios:
-No te resistas… ¿crees que no te he oído? Muchas veces, mientras te masturbabas me nombrabas débilemente. “Ji… mmmh… Jiyong….”- las últimas palabras las pronunció como en un orgasmo.
Seungri se sonrojó por la vergüenza y por la excitación que le provocaba la voz de su hyung. El mayor siguió gimiendo en su oreja y bajó la mano hasta la entrepierna de su dongsaeng masajeándola suavemente.
-Hyung! No! Por favor… yo… mmmh…
-¿Ves? Te gusta… - el líder parecía divertido.
Seungri seguía resistiéndose, parecía que trataba de decir algo.
-Será nuestro secreto.- el mayor tenía una voz profundamente sensual.
-Hyung… esper-mmhh!! – el joven estaba desesperado, necesitaba decir algo, pero las manos de Ji no se lo permitían, ya era bastante difícil decirlo en condiciones normales, en esa situación era mil veces más complicado- Hyung, para… yo…yo… so.. soy… virgen.
El mayor paró en seco y se quedó paralizado intentando asimilar las palabras de Seungri ¿Virgen? ¿ÉL? Imposible, no había pasado pocas noches celoso perdido porque su dongsaeng había salido de fiesta con alguna o algunas. Pero por otro lado, Seungri era tan malo mintiendo… y esto sonó tan sincero…
-¿Me estás vacilando?
-…no.- dijo agachando la cabeza.
-Si me estás vacilando te violo sin vaselina ni nada.
-¿Eh?- preguntó como si no lo entendiese.
¡No sabía de lo que le estaba hablando! ¡Era virgen! Seung Hyun Lee, Seung Ri, Victory… ¡Virgen! Le hizo falta muchísimo tiempo para asimilarlo, el pequeño estaba avergonzado con la cabeza baja.
-¿Nunca lo has hecho con una chica?
-No...
-¿Ni siquiera juegos?
-Me… me han metido mano, pero nunca he… - bajó la mirada más aún.- …llegado por otra persona…
Jiyong estaba estupefacto.
-Pero, ¿por qué? si oportunidades no te han podido faltar.
-Yo empecé a tener más oportunidades al segundo año, ya que al principio me controlabais mucho… pero… no podía…
-¿Por qué?
Seungri cogió aire y se quedó en silencio cinco segundos.
-No quería hacerlo más que contigo. Pero cuando tú te me acercas no me siento seguro…
Jiyong sentía que moriría de felicidad, pero a la vez estaba preocupado.
-¿Por qué?
-Porque… siento no poder complacerte y que luego… te decepcione.
Al líder se le iluminaron los ojos, el maknae era aún más lindo de lo que creía. Jamás pensó que lo pudiese querer más, pero se equivocó.
-Oh, Ri~ Tu jamás me decepcionarás. Te amo tal y como eres… y ahora, sabiendo que me has sido fiel tantos años, te quiero más aún.
Le cogió el mentón y le hizo mirarle a los ojos, se acercó despacio y depositó un suave y largo beso sobre esos dulces labios. Se separó lentamente y le dijo:
-Y si no tienes experiencia en el sexo, yo te enseñaré…
Seguidamente le agarró del cuello para volver a besarle pero esta vez movió más sus labios y, poco a poco, su lengua se fue abriendo paso para encontrarse con la del dongsaeng, fundiéndose en un profundo beso. Cuando necesitaron recuperar la respiración se separaron y se quedaron inmóviles mirándose a los ojos. Jiyong sonrió y le acarició con dulzura.
-Hyung, te amo.
El mayor se sorprendió.
-Yo también te amo, Ri.- dijo con una sonrisa adorable.
Volvieron a besarse, Jiyong enredó sus manos en el pelo de menor y éste abrazó su cintura. Después de un rato, Jiyong recordó el porqué de todo eso: el videoclip. El cuerpo de Seungri, el que tenía bajo su ropa el dueño de los labios que besaba. Se separó, notando que empezaba a subir la temperatura de su cuerpo, Seungri se quejó con una mueca en su cara.
-El video de Fantastic Baby me puso celoso, por eso me fui hoy. Bueno, también me alegró, en otro sentido…
-¿Te... puso?
Se miraron. “Vaya con el virgen…” pensó GD.
-¿Tú que crees?- dijo mientras se colocaba sobre el makane que se recostaba en el sofá.- Lo único que pensaba era en tocarte, cómo esas mujeres…-
-Tócame…- le suplicó.
Jiyong volvió a pararse un segundo.
-¿Estás listo?-
-No eres el único que se puso con ese video… Ese plano en el que se te veían los hombros… y sobre el trono, tan poderoso…- suspiró.- Hazme tuyo, mi rey.- rio.
El mayor sólo sacó una idea en claro de eso “Me desea.” Así que decidió concederle a su súbdito el capricho. Primero le besó, después lamió un poco su cuello y se incorporó de nuevo. Empezó a levantar la camisa del maknae lentamente, descubriendo su suave piel y disfrutándola con cada caricia. Cuando se la hubo quitado quiso probar ese cuerpo, pasó sus labios por todo su torso hasta llegar al pantalón y, como éste incordiaba su camino, comenzó a desabrocharlo. Todas estas acciones iban acompañadas de pequeños gemidos de Seungri, quien se incorporó antes de acabar completamente desnudo para desvestir a su amante. Le quitó la camisa desesperado y le besó apasionadamente, mientras se quitaban los pantalones. Jiyong no se quedó contento solo con eso y le quiso quitar los calzoncillos, pero Seungri le paró, le daba pudor.
-Mi pandita, deseo tu cuerpo más que a nada en el mundo, es lo más bello que jamás podré tener, y lo se sin mirarlo. Déjame disfrutarlo.
Tras decir esto, se levantó del sofá y comenzó a bajar su propia ropa interior, lentamente, para que el pequeño se acostumbrase, aunque más que eso, estaba consiguiendo volverlo loco. Después terminó de desvestir a Seungri, despacio, también, disfrutando de cada nueva zona que descubría.
Jiyong saboreaba el cuerpo del menor mientras posaba su mano sobre su miembro erecto y comenzaba a masajearlo. El maknae gemía, por fin después de tanto tiempo estaba pasando, pero sentía que él también tenía que hacer algo. Se armó de valor y atacó el cuello del mayor, bajando por su hombro hasta su pecho… sin duda era la mayor delicia que había probado nunca. También se atrevió a tocar el miembro del mayor, lo que hizo que este gimiera. Le gustó, así que empezó a mover la mano, y el líder volvió a gemir, así que continuó con su trabajo.
Jiyong se detuvo y se arrodilló en el suelo.
“¿Qué hace?” se preguntaba Seungri, pero no tardó mucho en descubrirlo, su hyung chupó la punta de su miembro y jugueteó con él lamiéndolo. El pequeño soltó un gemido increíblemente sensual que hizo a Jiyong querer darle más, se metió el miembro en la boca y comenzó a moverse, entre los excitantes gemidos de su dongsaeng.
-Jiyongie…-
Jiyong cada vez iba más y más rápido.
-Ah… mmhh… espera Ji… voy a…
“Lo se” pensaba el líder, pero no paró, haciendo que el maknae llegase gritando su nombre e inundándole con su hombría. El mayor se levantó y se sentó a su lado para abrazar a Seungri. Le besó dulcemente y se quedó en silencio acariciándolo, deleitándose de ese momento que por fin se hacia realidad.
-Oye, -le dijo después de un corto descanso.- yo también necesito lo mío…
Seungri le miró sonrojado.
-¿Qui… quieres que te haga eso?- dijo nervioso, refiriéndose a la felación.
- Jajajaja, no… quiero entrar en tí.- las últimas palabras las susurró en su oído.
El menor no tuvo tiempo de reaccionar, Jiyong se le abalanzó, devorándole. Seungri no tardó en volver a ponerse, así que su hyung comenzó a tocarle para aumentar la excitación. El menor no se quedó atrás, proporcionándole placer a Jiyong mientras lamía los dedos de la mano que el líder tenía libre.
-Confía en mí… te amo.- susurró Jiyong.
Se besaron apasionadamente y el mayor metió un dedo sobre el orificio de su dongsaeng, cuando éste se acostumbró metió otro dedo, y así hasta que creyó que estaba listo. Al pequeño no le dolió mucho, porque lo hizo con sumo cuidado, pero esta vez metería su miembro. Jiyong penetró con cuidado, gimiendo al notar la presión. Seungri se quejó un poco, pero no tardó mucho en acostumbrarse. Jiyong empezó cada vez a ser más brusco y rápido, lo que al menor le gustaba.
-Hyung, más...- decía entre gemidos.
El mayor se ponía escuchando las peticiones de su amante, así que envestía de una manera más salvaje. Seungri sentía algo que le gustaba demasiado y le hacía gemir muy alto, Jiyong lo notaba así que seguía su trabajo, pero no se conformaba con eso y agarró el miembro del panda, masturbándolo al ritmo de sus caderas. Cada vez más fuerte y veloz, y los gemidos más altos, gritos de placer. Y llegaron al clímax, entre escandalosos gemidos, primero Seungri se corrió en la mano de Ji, después éste explotó en el interior de su pareja. El mayor cayó sobre el maknae, agotado y se abrazaron.
Tras unos segundos de silencio para recuperar el aliento, Jiyong rió.
- Wow! fantastic, baby! - dijo haciendo que Seungri se riera y le diera un tierno beso en los labios.