Taemin sonrió aliviado cuando miro en la televisión, que el dorama de Minho estaba próximo a su fin, se acomodó mejor en el sillón y miro de reojo a sus hyungs, esperando que ninguno notara la felicidad plasmada en su cara.
Habían sido meses sin Minho, largos y tortuosos meses sin su tacto, sus labios, su voz ronca y su colonia masculina, el menor sentía que se iba a volver loco por la falta de su novio y celos, porque Sulli se estaba robando sus miradas y besos- aunque no lo hacía a propósito- aun así a él le molestaba.
Alzo la mirada hacia el reloj que se encontraba justo arriba de la tele, esperando impaciente a que las manecillas se movieran más rápido, Minho había prometido volver a las 11 de la fiesta por el final del dorama.
No escucho cuando el resto del grupo se retiró a sus respectivos cuartos, ni siquiera estaba seguro si les había respondido y deseado buenas noches. Su corazón salto cuando escucho el sonido del cerrojo, el ‘clic’ resonó por todo el apartamento, dejando ver a un Minho con la corbata desarreglada, el pelo revuelto y una sonrisa. Taemin frunció el ceño, ¿Qué había estado haciendo Minho para que llegara en ese estado?
-Hola bebe- saludo Minho quitándose los zapatos y el saco, Taemin solo hizo un puchero y el mayor dejo salir un suspiro, algo había echo y era mejor que lo arreglara rápido- ¿sucede algo?
-¿Por qué vienes así?
-¿Cómo es así?
-¡Yah! Choi Minho, no intentes engañarme- Taemin se paró del sillón y camino hasta estar frente a Minho, sin decir una palabra más, comenzó a desabrochar la camisa de Minho. Buscando indicios de mordidas o marcas de labial en su cuello, Minho soltó una carcajada.
-Minnie, ¿Qué haces?- pero de nuevo obtuvo un silencio por respuesta, Taemin continuaba enfrascado en su búsqueda, una vez que reviso cada rincón, se retiró con una mezcla de vergüenza e ira.
-Es que llegaste tan… Argh, no sé como pero parecía que venias de revolcarte con alguien- Minho se soltó a reír mas fuerte, Taemin le pego en el brazo y se dio la media vuelta, buscando llegar a su habitación, pero unos brazos fuertes le detuvieron por la cintura.
-Taebaby sabes que sería incapaz de engañarte- hablo Minho en su oído- ¿Qué no te ha quedado claro cuánto te amo?- el rubio cruzo los brazos sobre su pecho e ignoro a su novio- Min, Min- el alto comenzó a repartir besos por todo el cuello del otro, Taemin sonrió maliciosamente, cuando pensó en la venganza ideal.
Se giró para corresponder a los abrazos y besos del alto.
Minho sonrió entre los besos y alzo al rubio en brazos para llevarlo a la habitación. Cerró la puerta sin soltar al menor que ahora repartía besos por su cuello, chupando, mordiendo y jalando piel, buscando desesperadamente marcarla. Lo dejo caer en la cama, provocando que rebotara un par de veces, se acercó lentamente, relamiéndose los labios al observar la piel fina y blanca de Taemin, el cuerpo del menor tembló ante la mirada.
Minho se inclinó para volver a reclamar los labios del rubio, mordiéndolos con suavidad, la sinhuesa inquieta paseándose, delineando los labios para después introducirse y pelear con la contraria, hasta ganar una victoria sin sentido.
Por un momento Taemin estuvo a punto de dejarse llevar, pero recordó que aún tenía una venganza pendiente con su novio, sonrió y empujo con su pecho el de Minho, para que así quedaran sentados, frente a frente, sus labios sin separarse un centímetro.
Sus dedos se deslizaron suavemente por los brazos bien formados, para después recorrer con cierto aire travieso la espalda ancha, clavando sus uñas en los omoplatos, las puntas de sus dedos siguiendo la fina curvatura de la columna.
Cuando la boca de Minho se movió a su cuello, sus dedos abandonaron la espalda para avanzar hasta encontrar los botones de la camisa, desabrocho uno por uno, luchando por concentrarse y a la vez disfrutar de los besos húmedos en su cuello. Empujo a Minho ligeramente obligándolo a separarse, para quitarle la camisa, el alto también le quito la camisa que usaba y las palmas anchas trazaron los muslos al descubierto por el pequeño short, saboreando la suavidad y la blancura de la piel.
Disfrutando la forma en que se erizaba bajo su toque. La sonrisa se ensancho al ver los pezones rosados y completamente erguidos, su lengua trazo con suavidad el derecho y sus dedos jugaron con el izquierdo, retorciéndolo, jalándolo suave pero a la vez con seguridad, cambio de pezón y continuo hasta dejarlos rojos y húmedos. Taemin solo podía gemir y enredar sus manos en el cabello castaño, jalándolo, buscando aferrarse a algo.
Se apoyó en los hombros de Minho para retirarlo y colocar a Minho a espaldas sobre el colchón, colocándose el a horcajadas sobre las caderas delgadas, maravillándose con la vista bajo el; Minho con el cabello revuelto, los labios rojos y la ropa totalmente desarreglada, si en ese momento hubiera tenido una cámara, sin dudarlo hubiese capturado el instante, pero sus pensamientos se desvanecieron cuando el toque áspero de las manos del mayor, volvió a recorrerle el cuerpo.
Se mordió el labio inferior y tomo aire, asegurándose que él tenía el valor para lo que iba a ser a continuación, sin retirar las manos de Minho, comenzó a desabrocharle el pantalón, levantándose ligeramente para quitarlo por completo y también deshacerse de sus shorts.
Estaba desesperado, la sangre le hervía y avanzaba furiosa entre sus venas, así que decidió no jugar más y retiro el resto de la ropa interior para quedar ambos desnudos, tomo el miembro de Minho y comenzó a bombearlo, su dedo pulgar tanteaba la ranura, dejando que el líquido pre- seminal inundara sus dedos.
Minho se aferró a las sabanas y cerró los ojos, ¡Dios! Había extrañado tanto a su novio, esos meses durante las grabaciones habían sido un total infierno sin él, especialmente él está fingiendo amar a alguien, Sulli era una chica hermosa, pero nadie podía ni compararse con su Taemin.
Taemin observo con satisfacción las reacciones de su novio, tomo su propio miembro y lo junto con el de Minho, compartiendo el calor, dejando que su dureza se frotara contra la contraria, los fluidos combinándose, volviendo todo más resbaloso y caliente.
Aumento la velocidad, necesitaba más fricción, necesitaba más del calor asfixiante que le proporcionaba Minho.
Se inclinó para besarlo sin dejar de mover las caderas, era un beso flojo, sus bocas totalmente abiertas, degustándose sin pudor. Sin retirarse, estiro su mano y tomo el lubricante que se encontraba en su mesa de noche, Minho ignoro el movimiento asumiendo que se preparía el mismo, pero un sonido tintineante y un ‘clic’ le hizo girar la cabeza
-¿Taemin?- pregunto nervioso, cuando noto que este el había esposado a la cama- ¿Qué planeas hacer?
-Castigarte por dejarme tantos meses solo yeobo~- canturreo la última palabra y sonrió maliciosamente al ver el nerviosismo en la mirada de Minho- Relájate, dolerá menos y lo disfrutaras más.
-Taemin, en serio, ¿Qué planeas hacer?- el castaño claro coloco un dedo sobre los labios de Minho, obligándolo a guardar silencio.
Deposito un último beso en los labios temblorosos y bajo hasta estar, cara a cara con el miembro erguido y caliente de Minho, sin avisar lo introdujo en su boca, su lengua saboreaba la punta, mientras sus manos se encargaban de lo que todavía no podía tomar, abrió el bote de lubricante y coloco un poco en sus dedos, se retiró un poco para tomar aire y dejo que un dedo se deslizara por la entrada de Minho.
-No, detente, duele- suplico Minho, enterrando sus uñas en sus propias palmas, echando la cabeza hacia atrás.
-Ya te dije que te relajaras, si yo puedo aguantarlo, estoy seguro de que tú también.
Minho toma aire, y frunce el ceño en molestia, pero deja escapar un gemido cuando siente que todo su miembro es succionado, sentía la punta tocar la parte trasera de la garganta de Taemin.
Gruño de placer y deseo que sus manos estuvieran sueltas solo para poder aferrarse al cabello color miel, solo para poder aumentar la velocidad, llevar el ritmo que él deseaba.
Pero el tener las manos amarradas y con un dedo dentro de él, dificultaba bastante las cosas. Los dedos de sus pies se doblaron de inconformidad cuando otro dedo entro en él, se movían en forma de tijeras, buscando dilatar y evitar el dolor.
Taemin continúo succionando el miembro de Minho, intentando distraerlo del tercer dedo que seguía. Coloco un poco más de lubricante y ahora introdujo tres dedos, Minho siseo de dolor.
-¡Joder Taemin! Sé más cuidado
-Créeme Minho, estoy siendo cuidadoso
Jadeo intentando soportar el dolor que le había recorrido como un rayo, a través de su cuerpo.
Taemin se retiró y ahora puso lubricante en su miembro
-Respira y no te desesperes, o te dolerá mas- Minho asintió con los ojos firmemente cerrados, temblando por lo que seguía.
Sintió como el miembro de Taemin se deslizaba lentamente, los dedos eran pequeños comparados con el tamaño del miembro del menor.
En cambio Taemin había encontrado una nueva afición, la estrechez que rodeaba su pedazo de carne hirviente, era impresionante. Espero a que Minho se relajara, pero honestamente se estaba poniendo impaciente, necesitaba moverse.
Al ver que Minho no reaccionaba, decidió moverse por su cuenta, salió por completo y volvió a empalarse con fuerza. Minho abrió sus ojos de golpe, soltando un jadeo sorprendido, aunque le dolía, el placer era demasiado.
Taemin comenzó a embestir con fuerza, buscando en Minho el punto que a el lo hacía morir de placer, probo diferentes ángulos, y cuando el mayor casi grita, supo que lo había encontrado.
-¡Si, ahí!- había exclamado y Taemin cumplió inmediatamente con sus exigencias. Aunque le fascinaba la sensación de poder que le provocaba tener al mayor así, extrañaba tener a Minho dentro, así que se lubrico un poco la entrada y salió del mayor, solo para regresar a las caderas.
Con su mano derecha tomo el miembro de Minho apuntándolo a su entrada, y con la izquierda se sostuvo del pecho del mayor, mordió sus labios hasta sentir el sabor metálico en su boca.
Lo monto lento y profundo, memorizando la fricción de piel contra piel, el calor, la forma en que lo llenaba, ¡Oh Taemin creía que se iba a volver loco de puro placer!, lo había extrañado tanto. Lo beso con fuerza mientras se corría entre sus estómagos y sentía como Minho, lo llenaba con su semilla.
Se dejó caer sobre el pecho del mayor, intentando recuperar el aire y escuchando los latidos agitados de Minho
-¿Taemin?
-Mmmh
-¿Puedes desatarme?- soltó una carcajada y asintió con la cabeza, buscando la llave para soltarlo.
Una vez que lo soltó, se separó y se tumbó junto a él, abrazándolo de nuevo.
-No volvamos a repetir esto, fue doloroso
-¿Ahora me comprendes?
-Si un poco- Minho rio entre dientes
-¿Minho?
-Dime
-Si no quieres volver hacerlo, piensa dos veces antes de volver a protagonizar otro dorama- con esto el menor cayo profundamente dormido, mientras Minho trago saliva pesadamente, y haciendo una nota mental de no volver a hacer otro dorama.