(pov de Biancka)
-ni se te ocurra...--después de hablar me arrastró hasta la heladería más cercana, simplemente me dejé llevar, la curiosidad que sentía era muy grande, al fin se detuvo, tomó asiento e hiso un gesto para que hiciese lo mismo, con total confusión me senté justo frente a ella, quien, como si nada acabase de suceder, se pidió un helado de coco con chispas de chocolate.
-qu..qué quieres??-- pregunto con enorme curiosidad.
-oh! cierto...te ayudaré--habló mientras se relamía los labios debido al helado
-ayudarme?...cómo?
Poniendo los ojos en blanco--con la situación entre tú y mi hermana, obvio
-y.. ¿porqué harías eso?
-no negaré que el hecho de que mi hermana salga contigo me haya shockeado bastante--hablaba con bastante naturalidad--sin embargo...desde hace unas semanas la veo sonreir como nunca...todo...gracias a tí
No pude evitar sonrojarme, sentí como si me quitasen un gran peso de encima, al fin tendría ayuda y sobre todo de la persona menos esperada.
(end pov Biancka)
De nuevo el pesado lunes, al parecer el día más odiado por los estudiantes, solo basta ver sus rostros para saberlo, algunos hasta con cara de funeral van al colegio, otros apurados por llegar temprano y ver quien le pasa la tarea que olvidaron hacer, en fin, lo detestan, mucho más si es el primer día en el cual se verán cara a cara las personas que no midieron sus actos y cometieron un par de locuras en cierta fiesta.
(pov Malena)
Demonios! los nervios me carcomen por dentro, y ni siquiera entiendo muy bien el porqué, bueno.... quizás un poco, pero aún así, digo...después de todo, la estupidez que cometí se debieron a la influencia del alcohol.......¿o no?
Mejor voy pensando en qué le diré a Sandra, aunque conociéndola lo entenderá a la perfección, ya que ella es una persona con la suficie...
-auch--estaba tan concentrada en mis pensamientos que no pude fijarme por dónde caminaba, por ello tampoco me fijé en que choqué con una tipa, algo pequeña por cierto, esperen...ese cabello se me hace familiar, ¿es Sandra? imposible, ella me hubiese saludado, talvéz me esté equivocando y no sea ella.
(pov Sandra)
Espero que no me haya visto, aunque sé que no debería comportarme de éste manera, pero no me siento lo suficientemente capaz de hablarle a la cara... aún no.
(pov Marcia)
Siempre super que mi madre era un poco intolerante a ciertas cosas, pero nunca creí que tanto, atreverse a gritarme de esa manera, como si fuese una completa extraña, encerrarme y todo lo demás, lo único bueno es que hoy me veré con Biancka.
Me dirijo hasta el salón en donde quedé con ella, llego y está allí cruzada de brazos, un pequeño escalofrió por mi espalda.
-Por fin llegas Marcia – me dice seductoramente en mi oído.
-Oye....yo.....- -shhh....-dicho esto envuelvo mis piernas a su cintura, me carga y me lleva hasta la mesa grande, me sentó un poco brusco cosa que me hizo dar un pequeño chillido- Cuidado Biancka … eso me dolió -dije haciendo un puchero.
-Lo siento...-me besó y obviamente yo le respondí, amaba como me daba los besos, mientras lo hace me doy cuenta de que estaba desabrochando mi blusa , pero me perdí tanto en sus besos que ni siquiera pude fijarme en qué momento se deshizo de ella, dejándome solamente con mi sostén negro; sus besos van descendiendo hasta mi cuello en donde se quedó un rato, con sus manos acaricia cada centímetro de mi espalda hasta que pudo desabrochar mi sujetador dejando mis pechos al aire.
-Bi..Biancka ...-dije con dificultad
-mmm???
-Mejor no…nos pu..pueden ver
-No te preocupes, ya nadie viene por esta aula, no nos verán,.....ya no hablemos más Marcia ...por favor …- Siento como mordió mi pezón derecho haciendo que soltara un sonoro gemido , con su mano izquierda levanta mi falda y empieza a masajear mi parte intima haciendo que diera incontrolables suspiros, al parecer conocía con exactitud la mejor manera de complacerme.
-mmmm.... Biancka...ya te quiero dentro-
-shhh...no te desesperes...-dijo sin dejar de masajear mi parte intima, ella disfruta el hecho de que yo le pida que me haga suya, pero también le gusta que me desespere.
-ya no..no aguanto más … - en vano le suplico
-solo un poco más Marcia-
Ella rápidamente tira de mis bragas, que de hecho ya estaban estorbando, y mete dos dedos en mi intimidad, comienza a sacarlos y meterlos de forma algo brusca, como estoy muy mojada no me dolió mucho, es más me gusta cuando lo hace así.
-estás muy mojada... -dijo sin dejar de mover sus dedos
-MMM...!!!! Biancka...!!! AAHHHHHH!!!! -gemí demasiado fuerte.
-shhh.....Marcia un poco más bajo...~ -dijo mordiéndome un pezón.
-AHHHHH...!!!!!! más ...fu-fuerte-
Biancka cumplió mi petición y aumento la velocidad de sus dedos, yo por otro lado estaba que rompía la mesa de tan fuerte que la apretaba y producto del placer mi espalda se arqueaba.
Por otro lado Biancka saca sus dedos y se quita toda la parte de abajo dejando al descubierto su parte intima, se sube a la mesa me tira hacia atrás y junta su intimidad con la mía, me pone la mano en la espalda haciéndome gemir, con su otra mano se afirmó en la mesa para que no cayéramos de golpe, ya bien puestas empieza con el vaivén de sus caderas contra las mías, yo con mucha dificultad le saco la camisa junto con el sostén, masajeo sus pechos, mientras que ella funde sus gemidos con los míos.
– Bi..Biancka estoy que llego – dije con mucha dificultad.
-Solo un poco más y llego Marcia ,aguanta un po-poco más -dijo con dificultad.
-AHHH….BIANCKA…!!!-prácticamente me desplomé sobre la mesa, totalmente agotada, teniendo leves espasmos por lo fuerte del orgasmo.
–¿Por qué eres tan desobediente?– dijo molesta Biancka.
No respondí, solo se escuchaba mi pesada respiración. Molesta, Biancka retoma sus movimientos pero con más velocidad. Yo quien aún estaba sensible comencé a gemir, casi llorando suplico que se detenga, pero así como no escuché a Biancka, ella tampoco me escucharía ahora.
-Bi..Biancka…para por favor-supliqué
Trato de detenerla, pero Biancka se inclinó más hacia mí, capturando mis manos contra la mesa, y mi pierna la subió hasta su hombro, se dobló tanto hacia mí que casi toca mi propio hombro. Debido a la ferocidad con la que se movían las caderas de Biancka, ella pronto terminó junto conmigo en un gemido ahogado, .
Quedamos muy cansadas y aturdidas, tratábamos de tomar aire para recuperar nuestra respiración normal.
-Estuvo genial, Marcia
-Lo sé, estuviste increíble Biancka-le digo mientras junto de manera dulce nuestros labios, descansamos un rato en la mesa para luego poder ir a clases.
-vamos a clases..ya nos saltamos una hora ...vamos-
-Está bien -las dos nos paramos algo adoloridas, nos vestimos y fuimos a retomar nuestras clases. Ahora qué le vamos a decir al profesor…..
continuará??.......