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Él es mi príncipe!!! por YakumoCamui

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Capítulo 3. Comenzando

—Esta será tu habitación— pude alcanzar escuchar a Yunho decir eso desde el segundo piso, pero al percatarse que no me encontraba a su lado, enseguida bajo a buscarme, encontrándome aun en la puerta de la casa.

—¿Qué pasa?— pregunto él —Vaya… no me digas que, ¿este lugar no es del agrado de su majestad?— dijo con cierto tono de burla al mencionar la última palabra, este chico cada vez, me comenzaba a parecer más irritante.

—¿Cuál dices, es mi habitación?— pregunte enseguida, mientras me apresuraba a entrar a ese lugar. Este sitio, no era en lo más mínimo de mi agrado. Era un lugar tan pequeño y desordenado, al entrar podías divisar rápidamente TODA la casa. En serio, era tan pequeña!

—Por acá, su pequeña majestad— su voz era fastidiosa, decidí no caer ante sus provocaciones y seguirlo. Subí lentamente las escaleras, debido a que me encontraba cargando dos de mis maletas, al llegar deje en el suelo esas pesadas maletas; vaya que pesaban. Me pregunto qué tanto habrán metido mis hermanas en ellas, según yo, recuerdo solo empaque ropa.

—Y bien, ¿Qué te parece?—  Yunho entró con más maletas.

 

Me quede observando la pequeña habitación de lado a lado, mientras él abría la ventana del cuarto.

—Woh!— grite sorprendido al darme cuenta, que la hermosa imagen que vi al llegar a ese sitio, también se podía ver desde mi ventana; me emocione tanto que corrí hasta ella.

—Veo que te gusta— escuche sus risillas, pero no me importo —Perfecto!— camino rumbo a la puerta —Comienza a desempacar, en un rato más estará la cena.

En cuanto escuche el sonido de la puerta al cerrarse, comencé a inspeccionar todo a mí alrededor, la habitación donde me encontraba no era grande, ni siquiera la mitad de la del palacio. Enfrente de esa maravillosa ventana, se encontraba la que sería mi cama, lo cual pensé era perfecta dado la hermosa vista que proporcionaba, o fuera así, de no ser porque la cama se veía algo incomoda, me senté en ella para confirmar mi suposición. Y sí, efectivamente, no hay duda alguna, es muy incómoda…

Pase un rato más desempacando mis pertenencias, descubriendo las mil y un cosas que mis hermanas habían metido en mis maletas. No pude evitar atacarme de risa cuando iba sacando las cosas que había en una de ellas; al parecer empacada por Sulli. Primero encontré una bolsa llena de dulces y una pequeña nota que decía:

 

–Jjong, son tus favoritos, escóndelos bien, te quiere mucho, mucho, muchísimo tu bella y radiante hermana Sulli–

 

Claro eso hubiera sido algo lindo, de no ser porque termine sacando más de 20 cosas con notitas incluidas, una de ellas era una pala de arena de esas que se usan para plantar flores en los jardines, Sulli y yo las solíamos utilizar para jugar con la tierra del jardín o como nana lo llamaba “arruinar el jardín”, aunque Sulli es mayor que yo por cuatro años, ella se ponía a jugar conmigo, llegando a veces a ser considerarla muy infantil, por parte de mi hermana y nana. En la pala dejo una nota:

 

–Jjong espero puedas construir castillos de arena en los jardines del lugar al que vas, recuerda salir corriendo lo más pronto que puedas si te descubren-

 

Reía solo, esta hermanita mía estaba loca, seguía desempacando cuando escuche el grito de Yunho, que me llamaba para cenar. Estaba más que hambriento, así que deje lo que hacía para bajar al primer piso, pero mi hambre desapareció rápidamente al ver la comida que se me ofreció, yo estaba hambriento… pero esa comida… era extraña, parecía pegajosa y no muy confiable

—Vamos no seas quisquilloso, come. Al igual que a ti, no me parece nada apetecible, pero es lo único que podrás comer en este lugar— me sonrío y llevo un bocado a sus labios. 

—La verdad es, que no tengo mucha hambre— mentí.

—He de advertirte que tarde o temprano tendrás que comer esto, estando aquí, no podrás encontrar nada más de comer, mira aunque sea come este pan— extendió su mano ofreciéndome un pan, que al igual que ese platillo raro, no se veía nada rico.

—En serio, no tengo hambre— volví a mentir.

—Esta bien, si no quieres comer esta vez, no lo hagas. Solo no te excedas, que haría si su pequeña majestad se enfermara— decía en un tono burlón, mientras despeinaba mi cabello.

Como definitivamente no comería de eso, por lo menos no hoy, decidí regresar a mi habitación a desempacar todo lo que me faltaba, me encontré con un par de cosas más implantadas por mis hermanas, la verdad cuando termine me di cuenta, que quitando las cosas que mis hermanas metieron, realmente no tenía muchas cosas mías. Tan solo un poco de ropa, mi espada, y un peluche, y este ultimo aclaro no lo empaque yo, de seguro lo debió haber puesto Krystal, ya que si hubiera sido Sulli, de seguro también hubiera tenido alguna nota loca. Me dirigí a la ventana intentando ver aquel paisaje que tanto me había gustado, pero no logre verlo, ya era de noche, así que me recosté sobre mi incomoda cama para dormir.

—Kim Jonghyun!— alguien grito haciendo que me asustara y terminara cayendo de la cama —Kim Jonghyun— volvía a escuchar aquellos gritos —Jonghyun, es la tercera vez que te llamo, te quedaras sin desayunar, si no vienes— grito por último, me sentí desubicado por un momento, hasta que mire a mi alrededor y caí en la cuenta de donde me encontraba.

 

Baje corriendo, me senté en la mesa. En mi mente ya se había formado la horrible imagen de esa fea comida desde antes de llegar, pero en estos momentos estaba más que hambriento, si lo sé, di mi brazo a doblar muy rápido.

—Woah, no me digas que comerás, ¿Tan pronto te rindes?


—No soy tonto, sino como algo, terminare muriendo de hambre


—Vaya y yo que pensé que desde el primer día, estaría llorando por regresar a casa


—Yo no lloro, esas cosas no son de hombres— dije mientras comía de aquel insípido pan que una noche antes había rechazado


—Buh… haces que esto sea aburrido— se fue acercado hasta donde yo estaba —Yo imaginaba verte rogando por regresar al palacio, pero bueno, supongo ese es el comportamiento digno de un príncipe, ¿no?— me sonrío, mientras me daba unas palmadas en la espalda, aquel gesto de su parte me pareció realmente raro, ya me había acostumbrado a no agradarle.

Ese día, Yunho me mostró la aldea en la que nos encontrábamos, y me explico el porqué de mi estadía ahí. Me sorprendí al darme cuenta que él es hijo de uno de los nobles del palacio, me dijo que estábamos ahí para comprender como era la vida en una aldea, me platico como fue para él al inicio, creo que no comprendía mucho de lo que decía, pero de algo estaba seguro, con el paso del tiempo lo comprendería. Por otro lado, me agrada la aldea, era muy hermosa, me hacía sentir bien.

Llegaba la tarde, tenía ya una leve idea de que es lo que haría a diario en aquel lugar, el día de hoy había sido muy tranquilo, pero no sería así a diario, a partir de mañana lunes, empezaría a asistir a la casa del señor de la aldea, quien es el que me enseñara a ser un verdadero caballero, me entere que no sería el único que iría, sino también, había chicos de otros lugares, o incluso miembros de esta aldea que buscaban mejorarse, la verdad no me importaba mucho, de seguro que como en el palacio, sería el mejor.

 

 

 

 

 

En el reino me resultaba imposible conversar con alguien o tener amigos, fuera de mis hermanas no conocía a nadie más, que tuviera casi mi edad, sinceramente me sentía muy nervioso y no por conocer al señor de la aldea, como los demás ahí presentes, sino porque la presencia de ellos me inquietaba.

El señor de la aldea daba un poco de miedo, era alto y muy fornido, tenía una cara dura, y una voz que haría temblar a cualquiera-

—Así que ustedes han venido aquí para hacerse hombres— decía casi escupiendo las palabras,

 

Reí dentro de mi, creo que mi primera impresión desapareció en cuanto comenzaba a hablar corrido y caminaba, sentía que su cuerpo era tan rígido al caminar y esos gestos que hacia para intimidarnos, no pude evitar sonreír de oreja a oreja por mis pensamientos

 

—Tú—  me señalo —¿ Por qué tan feliz? Acaso quieres convertirte en mi discípulo favorito— se trono los dedos de sus manos —Ahora todos salgan al patio, que el show ya comenzó—  decía sin apartar su vista de mí.

 



Al parecer, ese señor solo quería vernos hacer el ridículo. Nos tenía en el patio de su enorme residencia haciendo diferentes ejercicios tontos, un grupo se encontraban corriendo desde la pared de la casa hasta la barda de la entrada, otros saltaban como conejos por todo el jardín, el grupo donde me dejaron tenía que estar cortando el pasto del jardín con las manos, la verdad todo eso se me hizo muy tonto así que decidí mejor irme a sentar debajo de un árbol que se encontraba al lado izquierdo del jardín,

 

Bostece mientras me recargaba en el árbol, estaba por perder el conocimiento a causa del sueño cuando de repente

Ay! Si no sabes hacerlo, mejor no lo hagas, Ash como me enojan las personas incompetentes

Veía como todos comenzaban a voltear y a dirigirse a donde se escuchaban aquellos gritos, pero ¿

Qué es lo que estaba pasando?, movido por la curiosidad, yo también me levante y camine hasta donde todos se dirigían y fue entonces..

—Si no sabes usar una espada, mejor no me hagas enojar, Já nadie es mejor que YO.

—KIBUM! De nuevo causando problemas!. Ven enseguida, vamos entra— gritaba el señor.

—¿Qué? No me llames Así!, ya lo he dicho, hum— en eso se volteo y comenzó a caminar rápidamente hacia la dirección que me encontraba.


—Kibum, si te vas de esa forma, terminare por prohibirte la entrada a este lugar.

—Bah! En serio, pues no es algo que me importe, nadie aquí merece mi tiempo— discutía mientras volteaba hacia atrás sacándole la lengua al señor.

—Suficiente enano, LARGOO y no vuelvas!!

—¿Yo? Ustedes, son los que será mejor no vuelvan a ponerse en mi paso— seguía gruñendo sin mirar al frente. Yo lo observaba sin mover un solo dedo.             No sé porque,  pero todo esto me impactaba, el seguía caminando y retando al señor, así que tropezó conmigo… 

—Ay!— a pesar que solo venía caminando, lo hacia con mucha velocidad; el golpe que se dio en mi cuerpo logro tirarlo hacia atrás, y yo también caí al perder el equilibrio.

¿Qué hago?

 

Él esta aun en el piso sobando su cabeza, yo me paro rápidamente, pero el sigue en el piso. Lo observo detenidamente, ese niño se ve como de mi misma o edad o quizás un poco más pequeño, su indumentaria es un tanto resaltante por lo colores tan vivos con los que viste, su cabello es rubio y su piel es blanca, su labios son rosados, quizás debido a sus demás rasgos es que se resalten tanto, continuaba observándolo, y aun no se paraba del piso.

—¿Eres tonto acaso?—  me pregunto, levantándose. En su rostro podía ver como su frente estaba algo roja a causa del golpe, tenía unos ojos cafés, muy claros y con algunas… ¿lagrimas?

—TONTOOO!— grito al pararse —Será mejor que no te vuelvas a atravesar en mi camino, porque si lo haces… te arrepentirás— se levantaba torpemente con las manos en su cara, en cuanto quedó por completo en píe; comenzó a correr, alejándose…

 

Notas finales:

PD: No se asusten si no encuentran los caps que siguen en los foro, los quite, para irlos poniendo conforme vaya revisando.

Me doy pena ajena, de verdad que no leía lo que escribía, la emoción de compartir la historia me ganaba x__x


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