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Shhhhh is a Secret por yucenkio

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Notas del fanfic:

Hola, este la verdad es que es mi primer fanfic de One piece, lógicamente aunque quiera los personajes no me pertenecen, menos el Oc  de Erika, espero que les guste y gracias por leer.

Notas del capitulo:

Si me equiboque en escribir el nombre de ussop pues perdon, a veces cambio la manera en que lo escribo jajaja, emmm solo descubran cual es la pareja de este fic, no lo pongo para que haya más intriga

Se desarrollaba una cena normal en el barco de los Mugiwara, en una noche normal en mar abierto, a solo una noche de desembarcar en una nueva isla. Y como digo, la cena en la familia de los sombreros de paja transcurría normal: con las peleas entre Sanji y Zoro, la conversaciones triviales de Nami y Robin, las risas de Luffy y los gritos enojados de Usopp y los demás tripulantes que luchaban porque su comida no fuera robada por el pozo sin fondo del capitán, y así, transcurría tranquilamente la velada hasta que…

-Riiiiiiiiiiiiiiiiiiing- sonó un  mini Den den mushi desde el bolsillo de la navegante, que hizo que todos callaran por la curiosidad de saber quién era el que llamaba a la hermosa pelirroja, bueno, todos menos el capitán que aprovecho la distracción de sus tripulación para devorar la cena de sus amigos ¡Así! También Robin no se impresiono, y es que es difícil que eso suceda, ella solo seguía con su cena

-¿Aló? –Contesto la navegante- Sí,  habla Nami – hubo un silencio mientras la pelirroja escuchaba lo que el desconocido para la tripulación al otro hablaba- Entiendo, bien, muchas gracias,  eso nos fue de mucha ayuda, de verdad gracias, Adiós, cuídese- y cortó

Todos callaron por unos segundos  mirando a la navegante con cara de pregunta (menos Robin y Luffy quienes seguían en su mundo) , pero enseguida se rompió el silencio, con lo que esperaban la pregunta que todos tenían en la punta de la lengua:

-¿De dónde mierda sacaste ese Den den Mushi, Bruja usurera?- era Zoro quien preguntaba, ceñudo- ¿Con que mierda de dinero te pudiste compran un Den den Mushi portátil? ¿He? – reclamaba  Zoro hacía el supuesto descaro de la pelirroja.

-¡¿Pero qué dijiste?!- la navegante ya se levantaba de su asiento furiosa, iba a golpear al descarado peli verde  pero un sexy rubio se le adelantó

- ¡Cállate marimo de mierda! – Bramó enfadado Sanji- ¡no te atrevas a tratar así a mi Nami-Chwan!

-Gracias, Sanji-

-No es nada mi hermosa Damisela- dijo con corazones en los ojos

-Navegante- san se ganó Den den Mushi cambiándoselo a un viejo pesquero por una copia del último Archipiélago por el que pasamos, en la última isla que estuvimos,  así que no hay nada de lo que preocuparse espadachín-san – pronuncio al terminar de comer la arqueóloga

-¿Y porque quería ese vejo el mapa?- pegunto inocente Luffy

-¡Luffy! ¡Ese no es el maldito punto!- Regaño Sanji al capitán- Lo que quiero preguntarle desde el principio y que estos idiotas me dejaron, mi hermosa flor de verano, es que, aunque no quiero ser un entrometido pero, puedo saber ¿Quién la llamó?- siempre con sus halagos y educadas palabras hacía sus damas

-No te preocupes  Sanji, el que me llamo fue el mismo viejo a quien le cambie el mapa, la verdad es el único que puede tener el numero jaja- respondió divertida la navegante- y es que le pedí que me averiguara que si en la próxima isla en la que estaremos hay base de la marina

-Awwww mi Nami-Chwan ¡Siempre tan inteligente y práctica! ¡Y es que sin ti mi damisela, nosotros fieles sirvientes no viviríamos un día!- Clamó Sanji con sus típicos bailecitos y corazones en los ojos

-¿Puedes dejar de ser un baboso empedernido por un momento cejas de sushi? No me hagas vomitar tu asquerosa comida…-  bufó Zoro alterando al rubio

-¡¡¿Quién mierda te crees tú?!! ¡¡Alga reseca!!  ¿¡Para insultar mi deliciosa comida?!!- y así comenzaron una más de sus peleas, y en eso,  mientras se movían entre patadas y combos, Zoro se acerco a Nami y robo el Den den Mushi de sus manos, detuvo al furibundo cocinero con una patada y llamó a Dios saber quién…

-¡¡Oye!!- gritó sorprendida Nami

-¿Aló?- contesto el espadachín- Sí, soy yo ¿Cómo estás?-no se podía escuchar lo que pasaba al otro lado del caracol, pero se escuchaban mucho ruidos salir desde el caracol-  Ya, ya. ¡Tranquilízate!- dijo para sorpresa de todos muy divertido el espadachín-  Sí, yo bien, Sí, Sí, lo siento, es que no había podido, ahora lo hago porque me le quitado el Den den mushi a la usurera, sí, sí, de verdad lo siento…

Estaban todos babeando por los pegados que estaban a la conversación de Zoro, y es que con la impresión ni siquiera podían cerrar la boca… ¡Y es que quién se lo esperaba! Aquellos  gestos, sonrisas, risas  en el marimo eran desconocidos para muchos, si no decir todos, ya que ese tipo de actuar era casi inimaginable en alguien como Zoro, además  el amor en las palabras que el  marimo entregaba al hablar con el desconocido  del otro lado hacía ruborizar un poco las mejillas de los presentes.

-De todas maneras, te tengo una sorpresa, alístate para el mediodía de mañana, ya que llegare por esas horas a la isla, sí- se escucho un fuerte gritó desde el otro lado y se reveló la identidad del hablante; una mujer, tal vez joven por lo agudo del grito- ¡¡No grites!!- dijo aún más divertido- Sí, además me toca vigilar el barco así que te esperare justo aquí, Sí…para no perderme- el  cabeza de alga se ruborizo un poco y nuestro embobadas caras cambiaron a pequeñas risillas ahogadas- Ok, te espero, cuídate... Sí, yo también-

Aquellas palabras impactaron a casi todos, haciendo que gritos de burla enamorada llenaran la sala, todos molestaban a Zoro con sus preguntas luego de cortar el Den den mushi ¡incluso la navegante! Quien había olvidado ya el hurto temporal del espadachín, pero algo no cuadraba, no todos molestaban felices por descubrir una nueva faceta del peli verde ya  que un sexy cocinero rubio  callaba en un rincón sin saber porque sentía en su interior  algo que  se trisaba.

 

Al llegar la siguiente mañana todo transcurrió con normalidad, por lo menos eso era lo que Sanji  quería que creyeran. El rubio no pego pestaña en toda la noche, preguntándose porque en su interior algo dolía tanto, preguntándose porque le había comenzado a doler cuando el marimo se comporto de esa manera tan nueva para todos, tal vez era porque creía conocer  todo del cabeza de césped, y es que,  pesar de llevarse como perros y gatos (siendo Sanji el lindo gatito y Zoro el perrito rebelde)  creía ser el mejor amigo del espadachín, ya que, con él el cabeza de alga podía ser el mismo sin aparentar esa aura de chico malo y que no le importa nada que llevaba siempre, pero lo que vio el día anterior mostraba todo lo contrario, el no era el que mejor conocía al espadachín, había alguien más que conocía incluso esa parte amorosa que el  peli verde ocultaba tan bien hasta de él…y al pensar eso, algo en su interior volvió a doler. ¿Le dolía porque alguien conocía con pelos y señales es aspecto que no conocía? El era su amigo y le dolía que no mostrara ese tipo de amor y ternura con él  “¡¿Pero qué demonios decía?!  ¡¡Los amigos no se demuestran amor y ternura!!  Son rudos y se demuestran el cariño a golpes…. ¡¡Exactamente como hace el marimo conmigo!! –Pensaba- O por lo menos es así como debería ser… pero Por qué quiero…no ¡deseo! ¿Qué él sea de esa manera conmigo?” – el cocinero se retorcía en su hamaca y apretaba contra su pecho  fuertemente la almohada para así callar aquello que le gritaba desde su interior la respuesta, pero que él no quería escuchar por nada del mundo…

Ya todos desayunados, divisamos la nueva isla a conocer y faltaba todavía un poco para el mediodía, llegaríamos justos a la cita del marimo, cosa que sin saber porque me molestaba

-¡uuuuuy cabeza de alga! Pronto llegaremos para ver a tu noviecita, ¿Me pregunto cómo será? ¡Qué tipo de mujer se puede enamorar de un alga como tú! Jajajaja- sí, descargaba mi enfado contra él ¡Pero es que era su culpa!

-Jajajajaj ya verás cejillas de caracol, nadie se puede resistir a MÍ Erika…- el espadachín se quedo mirando el horizonte, como nos acercábamos más al puerta de aquella isla, y yo pasmado por aquellas palabras, dibujaba en mi cara una muy dolorosa expresión, que borre en el instante que él se volteo- lanzándole la lengua y yéndome a  otro lado “¡Mierda! ¡¿Pero qué mierda es lo que me sucede?!” solté en mi mente, bien alejado de todo ojo humano, sin poder contener algunas lágrimas rebeldes que escaparon de mis ojos.

Notas finales:

pronto subire la proxima parte, tal vez en un rato más luego de dormir un ratito e ir a la escuela jajaja nos vemos y espero que les haya gustado


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