Conozco a Donghae desde hace varios años, siempre fuimos muy amigos, muy cercanos, demasiado tal vez…
No sé como podría definir nuestra relación, la verdad es que él me gusta mucho, estoy enamorado de él pero… quisiera sé lo que significo para él.
Al principio era una amistad normal, nos fuimos haciendo más cercanos. Tomarnos de la mano, abrazarnos, darnos besos en la mejilla (e incluso a veces en los labios) se había convertido en algo completamente normal entre nosotros, cuando estábamos juntos podíamos llegar a ser bastaaante cariñosos pero nunca cruzamos aquella línea que… ustedes saben…
No sé que piensa él al respecto… nunca tratamos este tema abiertamente, a pesar de que alguna vez intenté hacerle confesar siempre algo nos interrumpía, al final simplemente lo dejé ser, después de todo amo estar con él, aun que sea de esta forma…
-¡Feliz cumpleaños pececito!-
Hoy era el día en que mi pececito Donghae cumplía 18 años, acabamos de graduarnos de la secundaria y aun no sé que quiero hacer con mi vida, en cambio él parece estar seguro, quiere irse a Seúl para convertirse en un gran bailarín y cantante, ciertamente yo no aparezco en esos planes futuros…
-¡Gracias monito! ¿Ya tienes preparado mi regalo de cumpleaños?- dice abiertamente con una sonrisa que me derrite el corazón de tan solo verla
-Ah… bueno no sabia que te gustaría así que… aquí estoy para lo que quieras- tras lo dicho hizo un puchero pequeño con sus ojos brillantes miraba en dirección al suelo.
-Hay dos cosas que quiero más que nada para mi cumpleaños…- dice algo dudoso mientras sigue viendo las baldosas de mi habitación.
-¿Ah si? ¿Dime que pueden ser esas dos cosas?- lentamente aquel chico que me roba los sueños empezó a acercarse a mis labios saboreándolos con ternura y delicadeza
-te quiero a ti…- dice deteniéndose un segundo para luego seguir con los dulces besos
-Hae…-
Debo admitir que esta situación me molesta de vez en cuando, el tenerlo a él sin saber que significo para él, me duele y no puedo evitar hacerme a un lado dejando nuestro beso.
-Hyukkie…-
Entonces me doy la vuelta tratando de alejarme unos pasos
-Hyukkie, ¿que pasa?-
-Hae… cómo puedes pedirme algo así… sabiendo que te vas a Seúl y me dejas aquí solo, ni siquiera sé si todo este tiempo haz estado jugando conmigo, ¡dime! ¿¡Que significo para ti ah!?
-Eres mi novio hyukkie! Y yo soy tu novio… y te amo…- escucho decir detrás mio mientras en seguida puedo sentir su tibio cuerpo abrazándome desde la espalda –siento no habértelo dicho nunca pero… te amo mucho…-
Entonces me di la vuelta dándole la cara y besando sus labios nuevamente, no puedo evitar caer siempre entre sus brazos, ahora el beso se intensifica mucho más y caemos sobre mi cama continuando las caricias.
-yo también te amo mucho mi pececito, te adoro- le digo dejando suaves besos sobre su cuello, él toma mi cara entre sus manos y la acerca lentamente a la suya
-hazme tuyo hyukkie…- ante aquel comentario siento un calor subir rápidamente por todo mi ser –hyukkie no sabes cuanto tiempo llevo esperando esto… quiero que me hagas tuyo y solo tuyo- dijo finalmente posando sensuales besos sobre mi rostro y cuello
-Ok…- digo dejándome llevar y posicionándome mejor encima suyo para comenzar a quitarle la camisa y mandarla a volar lejos.
Las caricias, los roces, todo se vuelve mas intenso. Una vez despojados de nuestras ropas me dedico a lamer sus pezones dejándolos erectos mientras él se sujetaba de mi cabello lanzando uno que otro gemido.
Entonces empecé a bajarle los pantalones dejándolo solo en boxers, con mi mano pude acariciar suavemente su miembro que comenzaba a despertar, nuestros labios se movían salvajemente excitándonos aun más. Aquellas suaves manos de mi novio se colaron por debajo atacando mi pantalones liberando mi ya despierto y excitado miembro, lo tomo entre sus manos masajeándolo con movimientos irregulares, no pude más con el placer y deje sus labios enterrando mi rostro en el espacio de almohada cerca de su cuello.
Empecé a sentir el característico cosquilleo en mi entrepierna por lo que retire su mano de mi longitud y le bajé los molestos boxers que me impedían llegar directamente a su erección. Una vez que pude tenerla recorrí con mi lengua rápidamente desde la base hasta la punta para luego volver a subir a sus labios, mis movimientos se hacían más rápidos para él, que enredaba sus dedos a lo largo de mi cuero cabelludo, jadeando y gimiendo de la forma más sensual que oí en mi vida.
-Ahh ahh… Hyukkie…- decía entre suspiros que solo ocasionaban excitarme más y más –sigue así monito…- decía con una ternura y sensualidad únicos
No pude aguantar mas y acerqué mis caderas a las suyas rozando nuestras longitudes mientras simulaba movimientos de coito encima suyo, sus gemidos empezaron a aumentar por lo que me sujeto de los hombros clavándome las uñas y recorrió toda la piel expuesta en frente de él con besos, lamidas y pequeños mordiscos que me volvían loco.
-Amor… te quiero dentro mío…-
-¿estás seguro Hae?- pregunte preocupado, había oído que la penetración resulta dolorosa para el que esta abajo, no quiero ver a mi pececito sufrir
-si Hyukkie… ¡hazme tuyo…!- decía con la voz llorosa como si se tratara de un maldito niño sensual
-no te quejes más tarde- dije con mi voz ronca debido a la excitación que traía encima.
Llevé mis dedos a su boca para que los lamiera, él tomo mi mano y comenzó a dar lengüetazos como si se tratara de una paleta en verano. Una vez bien lubricados dirigí el primer dedo a su entrada expuesta, lo introduje lentamente viendo fijamente sus expresiones, al principio mostraba un poco de incomodidad y molestia pero se fue relajando en cuanto empecé a moverlo lentamente haciendo círculos, luego metí el segundo dedo y Hae lanzo un suspiro mas agitado, finalmente introduje el tercer dedo y en esta ocasión Hae lanzo un pequeño alarido.
-Cariño puedo detenerme si lo deseas…- dije aun preocupado
-no, no… si…sigue hasta el final… sigue- comenzó a respirar mas agitadamente llevando su cabeza hacia atrás.
Siguiendo con sus indicaciones empecé a mover mis tres dedos dentro de él simulando una penetración y cuando lo consideré los retiré, me acerqué al cuello de mi amante y susurrando en su oído le avisé lo que estaba por venir
-Hae voy a hacerte el amor ahora mismo…-
-hazlo Hyukkie…- me respondió entre jadeos
Tome mi longitud y la dirigí a su entrada, a penas lo rocé con su parte pero él ya había dejado salir un pequeño gemido así que lo metí lentamente, Dios su estrechez me esta volviendo loco. Seguí adelante hasta el final pero cuando volví mi rostro para verlo pequeñas lágrimas caían de sus ojitos
-cariño…-
-Hyukkie…- dijo entre sollozos. Yo no sabia que hacer así que me acerqué a su carita mojada en lágrimas sin salir de su entrada.
-¿estás bien mi amor?-
-Hyukkie, te amo…- tras decir esto rodeo mis caderas con sus piernas indicándome que quería continuar con esto.
Y así fue, empecé a mover mis caderas entrando y saliendo lentamente de él, sus expresiones empezaron a volverse mas placenteras y excitantes, ciertamente ya no siente dolor.
-Ahh… Hyukkie, mas rápido… más-
Yo solo obedecía, después de tantos años deseándolo puedo estar con él, compartir nuestros cuerpos, fundirlos en uno solo. De un momento a otro mis movimientos se volvieron más rápidos y bestiales mientras los gemidos de Hae gritaban de placer.
-Ya casi…- digo arrugando las sabanas a sus costados entonces reaccioné y tome su olvidado miembro recorriéndolo con rapidez igualando a la potencia de mis embestidas.
Ambos nos corrimos al mismo tiempo cayendo rendidos, con la respiración agitada y entrelazando nuestros dedos.
-Amor… eres perfecto…- le digo jadeante a costándome a su lado mientras nos cubro con las delgadas cobijas de mi cama.
-Siento haberte echo esperar tanto… quería que este momento sea ideal…- decía con ternura acariciando mis labios y mentón con sus dedos
-entonces espero que tu regalo haya sido lo que esperabas-
-claro que lo fue…-
-pero… dijiste que querías dos cosas para tu cumpleaños-
-si… ya me cumpliste una pero la otra…-
Yo miraba expectante a su rostro buscando alguna pista o indicio de su segunda petición, no me esperaba lo que dijo después.
-ven conmigo a Seúl- dijo directamente mirándome a los ojos con ese brillo especial que me enamoró la primera vez que lo vi
-¿que?-
-me doy cuenta de que… no quiero vivir sin ti, no puedo alejarme de tu lado por eso… incluso si no aceptas venir conmigo… yo me quedo aquí contigo…-
-Hae…-
-Te amo monito mio… sin ti no tengo razones para soñar…- sus ojitos suplicantes me comen el alma y sin pensarlo más respondo
–Si mi amor! Me voy contigo a Seúl!- sus ojos brillaban mas que nunca -cariño no te permito que renuncies a tus sueños, aun que no me hubieses pedido ir contigo igual terminaría siguiéndote hasta donde vayas, por eso… no necesitas rogarme mas, nos vamos juntos-
-Mi Hyukkie!- una sonrisa afloro en sus hermosos labios y me beso con toda la ternura y amor de su ser.
-No me dejes solo…-
-Jamás te dejare, pececito de mi corazón-
Y de esta forma nos fundimos en un beso lleno de amor y pasión, cosas que siempre tuvimos guardadas dentro de nosotros pero que finalmente se dejaban ver a la luz de la luna, prometiéndonos un futuro hermoso y perfecto.
FIN.