Prólogo
Esta no es una historia común y corriente, no es uno de esas historias que marcan la vida, no es de esas historias que haz memorizado; es más esta historia ni siquiera sale en los libros de historia, no aparece en películas sean de acción, drama o ciencia ficción. Es solo una historia más, de esas que pasan tan rápido y a la vez pasan tan despacio que sientes enloquecer; es una de aquellas historias que no se han escrito, pero que han pasado de generación en generación, sea como un mito o una leyenda; que no tienen fundamento alguno, pero aun así la gente cree ciegamente en ellos, ya que tienen la necesidad de aferrarse a algo místico y extraordinario; que les de la sensación, sea vaga o cercana, de que no entendemos muy bien todo lo que nos rodea y que para aquello que no entendemos, necesitamos en ese instante; crear un nuevo cuento, sea basado en nuestra imaginación o en algo que nos paso.
Se que es un extraño comienzo pero toda historia comienza con un “había una vez” esa frase ya esta muy trillada y demasiado usada pero ¿como podemos expresar una historia, sin la necesidad de esa frase tan absurda y tan de cuentos de hadas?.... seria un buen inicio; de la manera en que lo estoy haciendo o simplemente me estoy enredando, bueno que mas da es mejor empezar con nuestra historia ¿no lo creen?
“Los apellidos famosos, en vez de enaltecer, rebajan a quienes no saben llevarlos”*
En una familia muy adineraba se encontraba reposando en su mullida cama una hermosa mujer, sus cabellos negros adornaban con sutil gesto su angelical rostro; estaba dormida mientras que reposaba en una silla en el cuarto de su primogénito, el cuarto tenia todo lo que un bebé pudiera necesitar o más al ser una familia de tan alto prestigio; su padre esperaba con ansias la llegada de ese ser que continuaría con su legado de sangre. En ese momento la dichosa madre siente un dolor sabe que es momento, para eso se estuvo preparando con una tranquilidad ajena a el dolor dice “es momento” el padre de un salto y con una sonrisa imperceptible para el resto de personas pero si para el amor de su vida toma a su esposa de la mano e inmediatamente la lleva hacia la carreta mientras que aun con una sonrisa en su rostro dice “al hospital por favor”.
Llegan tan rápido que ellos sintieron que fue en un parpadeo, inmediatamente la llevan hacia la sala de partos. Ese día el 9 de junio de 1863 exactamente a las 8:30 de la noche nace un hermoso niño sus pieles blancas y su cabello blanco lo hacen digno de admirar, una enfermera sale al pasillo se lo da al padre mientras que en un imperceptible susurro dice “Itachi; Itachi Uchiha”; desde ese mismo momento aquel pequeño no sabia la vida que de ahora en adelante iba a tener, una vida llena de perjuicios, una vida llena de “errores” a la vista de su padre, no tendría idea del peso que, desde el momento en el que el nació iba a llevar sobre sus hombros; al tener un apellido de tal renombre y de tal calibre pero ¿será que en algún momento de su “patética vida” fuera a dejar atrás todo lo que aprendió y solo utilizar su corazón?, nadie lo sabia ya que con solo una mala expresión en su rostro o con una mueca de insatisfacción podría decir más de lo que sus padres pudieran soportar.
El debía ser alguien sin sentimientos y que solo piense en lo mejor para los demás pero nunca en lo mejor para él, pero hay momentos en los que simplemente uno, con un simple acto; puede dañar todo aquello que construyó a base de mentiras y que poco a poco se va derrumbando hasta que solo queden retazos de una vida perfectamente imperfecta.
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“No existe la muerte, solo cambian las condiciones de vida”*
5 de mayo de 1865
Eran las 7 de la noche; las luces externas del hospital, titilaban con una fuerza abrumadora, se sentía el frió, que adornaba la ciudad; mientras miles de gotas de agua, acompañadas de pequeños fragmentos de hielo; chocaban de manera cruel contra el pavimento. Había una paz, en medio de esa tormenta; una paz, que a la que estaban mas que acostumbrados los habitantes de esa aldea, en realidad el hospital tenia muy pocos visitantes; ya que para ellos la salud, no era de carácter urgente. De pronto una persona irrumpe en la tranquilidad del hospital, llorando tiene fuertemente; su mano derecha se posaba en su estómago; mientras grita ¡ayuda! a todo pulmón; de pronto, ella ve acercarse a un doctor e inmediatamente cae rendida a los pies de él; inmediatamente el doctor se da cuenta, que es una mujer de no mas de 30 años y está embarazada.
Inmediatamente la llevan a donde la partera, pero por más que intentan despertarla; ella simplemente no responde, para esa época y especialmente ese año, eran muy raras las operaciones quirúrgicas; ya que tanto la madre como el hijo, tenían una gran posibilidad de morir, pero por más de que las estadísticas estuvieran en su contra; decidieron operar a la mujer para salvar a su bebe, ya que si no lo hacían el simplemente no sobreviviría. Ese día el 5 de mayo de 1865 nació exactamente a las 7:30* un hermoso bebe, su madre reacciono; cuando despertó estaba orgullosa del trabajo de los médicos y ellos a su vez estaban aliviados, ella con una voz entrecortada, alcanzó a pronunciar el nombre del bebe “deidara” dijo con lágrimas en los ojos, antes de caer en un shock, y posteriormente murió por un paro cardiaco. Los médicos no pudieron salvarla, el bebé salió sano y salvo pero sin ninguna familia a su cargo ¿seria una tragedia para ese niño encontrar familia o la encontraría con facilidad?
