Acabo de mudarme a este departamento, es cansador tener que llevar y traer cajas pero es aun más cansador tener que poner todo en su sitio, pediría ayuda pero realmente prefiero hacerlo por mi mismo, los otros dejan las cosas peor que como estaban, sí soy un ordenado compulsivo.
El lugar es agradable, tiene un balcón con vista al mar y es bastante céntrico, ideal para mí.
Sigo ordenando y al darme cuenta ya está todo oscuro, el reloj marca las 10:30 pm, debería tomar un descanso.
Me dirijo a mi nueva habitación para deshacerme de la ropa y poder tomar una refrescante ducha, en un rincón veo un pedazo de papel de colores que llama mi atención, me acerco y al levantarlo me doy cuenta de que se trata de una foto, es un chico que yo diría es mas o menos de mi edad, pelo castaño oscuro y ojos… muy tiernos… es un chico bastante lindo. No le doy más importancia, dejo la foto sobre la cómoda y me dirijo al baño.
Ya pasaron un par de días desde que me instalé en esta vivienda, mis días son apacibles pero rápidamente me sumerjo en la rutina así que estoy un poco aburrido…
Me encuentro viendo una película cuándo un rayo resuena en el horizonte, las luces parpadean un poco así que apago la televisión para evitar que se me quemen mis preciados equipos. Afuera acaba de empezar una lluvia torrencial y al poco tiempo el timbre suena.
-¿alguien a estas horas?- pienso para mi mismo mientras me dirijo a la puerta -¿quién es?- nadie responde así que abro con cautela.
-Ho…hola lo siento… por molestar a estas horas…-
Al ver que se trataba de un inofensivo muchacho termino de abrir la puerta, noto obviamente que está bastante mojado y… creo que puedo reconocer su rostro…
-Eh… verás soy el anterior ocupante de este departamento y me olvide un par de cajas importantes en la mudanza, ¿será que puedo pasar a recogerlas?-
-si… pasa- digo haciéndome a un lado
Él se adentra en el closet que ahora tiene algunas cajas mias. Tengo una extraña sensación de él pero no parece ser malo.
-Esto es todo, siento la molestia- dice intentando mostrar su rostro a través de las cajas
-oye, ¿Por qué no te quedas un poco más hasta que calme la lluvia? Porque por lo que veo no viniste en coche…- digo extendiéndole una toalla
-ah… bueno… tienes razón…- dice dejando las cajas a un costado para aceptar mi toalla y pasarla por su pelo mojado
-Por cierto soy Lee Donghae- me dice con una sonrisa de agradecimiento
-yo soy Lee Hyukjae, mucho gusto- digo invitándolo a tomar asiento mientras pongo su chaqueta a secar sobre una silla
-por lo que veo tendrás un duro trabajo ordenando…- dice echando un vistazo a algunas cajas que quedaron por allí si abrir
-si… no me había dado cuenta de la cantidad de cosas que tengo…- dijo esbozando una sonrisa, este chico parece agradable
Hubo un pequeño silencio incomodo así que empecé a buscar un tema rápidamente.
-entonces… ¿solías vivir aquí también? ¿Por qué te mudaste?- digo extendiéndole una taza de chocolate caliente, él me la acepta con una sonrisa.
-si, me cambie por un departamento que me queda más cerca de mi universidad… aun que me dio pena dejar este lugar, la vista es maravillosa-
Yo solo consigo sonreír, su voz es calmada pero bastante masculina.
-¿y tu? ¿Cómo llegaste a este lugar?- me dice con mirada curiosa
-soy fotógrafo y mi estudio queda cerca de este lugar, además es céntrico y bonito…-
-entonces eres fotógrafo? Con razón hay tantos marcos por todos lados…- dice algo embobado como un niño pequeño que se deja deslumbrar fácilmente, yo solo puedo reír suavemente ante su mirada tan dulce.
-así es, todas estas son mías pero… ¿sabes? Cuando llegue vi una foto muy buena en este lugar-
-¿ah si?- responde con una duda en su rostro
-voy a traerla- me levanto para coger la foto que había encontrado de él –mira, es una buena foto, la iluminación es agradable y el modelo parece uno profesional ¿no crees?- le digo con una sonrisa mostrándole su foto.
-oye… ¿dónde estaba esto?- dice arrebatándome la foto de la mano
-estaba tirada en la esquina de aquella habitación-
-ah… que pena… que la hayas encontrado- dice con un leve sonrojo en los cachetes, solo puedo reír mientras respondo
-que dices, a mi me parece que sales muy bien. Deberías pasar a mi estudio un día de estos- digo con mi mejor sonrisa
-no es para tanto…- su sonrojo acaba de hacerse mas evidente y mi corazón empieza a latir mas rápido de lo normal ante esta visión.
-si te gusta… te la puedes quedar…- me dice sin mirarme a los ojos extendiéndome ese papelito con su rostro.
-de verdad? No te da miedo dejarla con un desconocido?- digo tomando la foto entre mis manos
-no… además ya no eres un desconocido- volvió a la luz aquella tierna sonrisa que en esta ocasión me eleva la temperatura a mi. -bueno creo que ya paró de llover, será mejor volver. Gracias por permitirme estar aquí- dice levantándose y haciendo una reverencia-
-ya veo… oye… ya que no viniste en auto y tienes cajas que llevar, ¿no prefieres que te lleve en mi coche?- digo apresuradamente con aquel leve calorcito en mi ser, no estoy pensando bien últimamente…
-no… no quiero ser una molestia- dice tímidamente tomando sus cajas
-no es ninguna molestia, además me aburro aquí adentro, te acompaño- digo tomando mi chaqueta y las llaves del auto.
-ok…-
Llevamos en el coche algunos minutos, no hemos hablado en todo el trayecto pero no siento la necesidad de hacerlo.
-es justo en esta calle- dice señalándome una reja de color blanco, me detengo en frente y aparece una pausa en el ambiente
-bueno… muchas gracias… por todo Hyukjae…- se nota timidez en su voz pero me parece totalmente adorable, sus ojos viajan hacia mi de nuevo retirándolos en seguida al ver que también lo estoy mirando
-ah… si… no es nada, y puedes llamarme Hyuk… es mas corto…- digo también con cierto grado de timidez
-Ok… Hyuk… nos vemos pronto- dice tomando sus cosas y bajando del auto, puedo verlo entrar a aquella casa e inicio mi marcha de regreso a mi departamento.
Aquella noche no pude dormir nada pensando en ese muchacho, Donghae… hasta su nombre es bonito…
Al no poder conciliar el sueño abro el cajón de mi mesa de luz encontrándome nuevamente con la imagen de ese roba sueños, la tomo en mi mano acercándola a mis ojos para verla mejor.
-es hermoso…- susurro para luego dejarla apoyada contra el marco de mi familia que reposaba en la mesita de luz, ahora tengo una cara mas que ver antes de dormir…
Me encontraba como cada mañana trabando en mi estudio cuando una presencia en la puerta me hizo dirigir la mirada hacia ella.
-Hola- era aquel chico castaño que conocí hace un par de días, me mira con una sonrisa inocente. –¿Puedo pasar?- pregunta como si fuese a decirle que no
-claro, ¿vienes por una foto?- digo mostrando mi mejor sonrisa
-eh… bueno… en realidad me encontraba cerca y pensé que podría hacerte una visita, tenia curiosidad sobre tu estudio…- dice posando la mirada en las paredes llenas de marcos –espero no haberte molestado, soy un inoportuno- dijo al caer en cuenta casi como si quisiera huir
-¡no! No te preocupes…- digo prediciendo sus movimientos –no tengo mucho trabajo hoy de todas formas…-
El silencio vuelve a reinar el espacio entre nosotros
-oye… ¿no quieres que te haga una foto?- digo señalando la cámara lista en el trípode –no te cobraré nada…- digo desviando mi mirada al ‘interesante’ piso.
-eh… claro…- dice sonriendo como un niño tomando asiento en el banquillo frente a la cámara.
Veo a través del lente un par de veces y no me creo que sea así de lindo tanto en persona como en la maquina. Me acerco para acomodar algunas luces, echo un vistazo y nuevamente me acerco pero esta vez a él para arreglar unos mechones de cabello con delicadeza, su mirada se convierte en una nerviosa pero no la retira de su lugar como hubo echo anteriormente.
No estoy pensando claramente, solo arreglo su cabello y posiciono su cara en ciertos ángulos, no puedo evitar morderme el labio inferior, es una manía que tengo cuando me concentro demasiado en algo. Él se roba toda mi concentración.
-bien, quédate ahí, voy a tomar la foto- me posiciono detrás de lente y cuento, disparo un par de veces. –Listo, parece que has quedado perfecto- mi sonrisa esta a mil mientras las repaso una y otra vez
-¿cómo quedaron?- dice aun sentado en el banquillo
-acércate a verlas- digo sin dejar de pasarlas
En un instante siento su cuerpo cerca del mio, entonces es cuando me erizo y giro mi cabeza solo para encontrarme con un sonriente Donghae
-wow, realmente eres bueno- dice todo sonriente mirándome con un brillo de inocencia
-creo que el modelo también hace mucho de su parte-
-he visto muchos tipos de fotos pero no he visto ninguna tuya-
-no soy un gran modelo, además un buen fotógrafo no puede retratarse a si mismo- respondo con simpleza
-yo creo que te da vergüenza tomarte fotos a ti mismo- dice con un tono de burla bastante inocente y divertido
-jaja… ¿te parece? ¿¡Cómo podría darme vergüenza si soy tan guapo!?- digo siguiendo la corriente de la broma
-¿ah si? Es verdad… entonces ve al banquillo y yo te tomo una foto- me empuja al lugar donde antes se encontraba él y yo inseguro me quedo parado donde estoy
-tampoco te creas que podrás hacerlo bien, no eres fotógrafo- digo acercándome tímidamente al banquito ése.
-jaja te estas sonrojando, ¿acaso tienes miedo?-
-solo acaba con esto de una vez-
-3, 2, 1 di queso!- dice con una sonrisa mientras presiona el obturador. Su sonrisa se paraliza al ver la foto que acaba de tomar, luego regresa la vista hacia mí para llevarla nuevamente a la cámara
-¿ocurre algo?- digo preocupado acercándome hacia él
-no… es que…- se hace a un lado levemente mientras yo me pongo a observar la foto que acaba de tomar –es que… te ves realmente bien…- dice detrás mio con esa tímida voz suya de la primera vez que nos vimos
-¿te parece?- personalmente me parece una foto muy común, para lo que soy yo…
-si… eres realmente lindo Hyuk…- lo ultimo que acabo de oír me deja helado y la temperatura regresa inmediatamente provocándome un pulso acelerado.
-después de todo… eres bueno en esto…- digo tratando de restarle seriedad al asunto. Giro mi cuerpo para ver en dirección a Donghae pero él se encontraba mucho mas cerca de lo que había presentido, quedamos a centímetros de nuestras bocas, nuestras miradas se encuentran y quiero tirarme de un puente del nerviosismo.
-Ah… debo irme…- dice de repente desviando su rostro para localizar su abrigo, lo toma y me sonríe tímidamente haciendo una reverencia. –Creo que vendré mas seguido- dice finalmente abandonado el local.
Mi corazón queda en parálisis mientras aun observo el espacio que solía ocupar su presencia, esto es demasiado para mí…
continuara...