La clase había dejado de ser entretenida desde hacia mas de 15 minutos, y apenas eran las 7:35 de la mañana, lo realmente triste? Es que la clase comenzó con 10 min de retraso, pero asi era para el si no lograba interesarle… ni siquiera se molestaba en prestarle atención.
Las nubes le parecían mil veces mas interesantes, el cielo se veía tan azul pero aun había pequeños cúmulos de nubes, la entera imagen se le figuraba como si el mar fuera el cielo y las nubes sirenas que nadaban en las cristalinas aguas de ese mar que era el cielo, sonrió para si mismo…volvió la mirada al interior del salón, se sentía privilegiado de sentarse al lado de la ventana, eso le permitía darse el lujo de esas pequeñas “escapadas”. El maestro escribía una especie de problema en la pizarra todos copiaban sin muchos ánimos, se recostó sobre su pupitre estirando las manos y los pies bajo este moviéndolos al ritmo de la canción que acababa de inventar acerca de las sirenas del cielo.
-deberías estar copiando maya
Escucho la voz de su amigo en un susurro.
-sabes que me aburro aiji
Contesto de la misma forma, dando inicio a un intercambio de susurros al que le llamaremos conversación.
-lo se lo se-suspiro cansado- tu solo cópialo luego te hago un resumen de la clase
-gracias –canturreo enderezándose en su asiento comenzando a copiar lo que había en la pizarra-nee, y como esta ryuutaro-chan?
-mejor, solo fue un resfrió.
-seguro lo extrañas eh –hablo de forma juguetona mientras su lápiz ahora servía como objeto para picar la espalda de su amigo.
-claro que lo extraño, es mi novio- contesto ignorando el tono de burla que su amigo utilizo en un inútil intento para molestarlo y asi poder entretenerse un rato.
El rubio bufo, su amigo sabía como córtale la diversión
El maestro hablaba algo acerca de los distintos métodos para resolver algo pero su mente divagaba, miraba el techo tratando de mantener en equilibrio su silla solamente con las patas trasera apoyándose de los pies para mantener un ángulo de 45° contra el suelo.
Sin darse cuenta el maestro fue interrumpido por uno de los prefectos, nada fuera de lo común a su parecer, no merecía su atención, por lo que siguió en su tarea de hacerla de equilibrista
La voz del maestro hizo eco en sus oídos pero no era mas que eso, su concentración estaba en el techo como si eso le ayudara a mantener un mejor equilibrio pero algo llamo su atención, una voz profunda y algo grave totalmente diferente a la rasposa y amargada de su maestro; bajo la mirada encontrándose con un chico con el cabello teñido en dos tonos de castaño.
-takanoria matsumoto, un gusto.
Sus ojos lo miraban fascinado, e incuso le pareció ver los hermosos labios del chico moverse en cámara lenta al pronunciar su nombre, el profesor dijo algo mas pero paso totalmente de lo que sea que haya dicho su maestro perdido en las facción del chico que ahora parecía acercarse hacia el, y con cada paso notabas mas y mas detalles, como el chasquido metálico proveniente de los piercings de sus orejas, que eran muy bien ocultados por sus cabellos o la sutil sombra negra sobre sus parpados y el ligero delineado con el que estaban decorados sus ojos o el pequeño lunar que tenia cerca de el mentón, le parecía tan lindo.
Una sonrisa se dibujo en su rostro sin que se diera cuenta.
Es esto lo que llaman amor a primera vista?
El chico paso a su lado, sonriendo de vuelta al notar la sonrisa que era dirigida a su persona, nuestro rubio protagonista siguió al castaño con la mirada, olvidándose que aun mantenía el equilibrio sobra las patas traseras de su asiento y olvidando que sus pies debían mantenerse en el piso para lograr tan impresionante proeza y olvidándose por completo de esos pequeños detalles; la gravedad hizo de las suyas.
-ite!!!!- grito de dolor cuando su espalda topo contra el suelo, miro a su alrededor todos reían mientras el profesor lo miraba de manera desaprobatoria, busco con la mirada al chico que había ocupado el asiento detrás suyo y este le dedicaba un sonrisa cómplice. Sabía que esa caída fue en parte su culpa.
-señor yamazaki me permite continuar con mi clase?
El rubio se levando colocando su asiento de forma correcta y con una ademan un poco exagerado le indico al profesor que era prudente continuar con la enseñanza de los alumnos ahí presentes.
Pudo escuchar la risilla del castaño detrás de él; Una risa demasiado melodiosa a sus oídos.
La hora del receso fue anunciada con la acostumbra campana, todos salían con prisa de sus salones como si llevaran días sin comer.
-vienes?
Sin molestarse en levantar la cabeza de su pupitre le hizo un movimiento con la mano a su amigo, indicándole que se adelantara; esas siestas sobre el pupitre le impedían estar listo para el almuerzo.
-te duele?
Esa grave y burlona voz llego a sus oídos
-estoy bien.
Respondió de la misma manera pero estaba vez hizo una señal con el pulgar arriba y levantando el rostro para mirar a aquel chico, sonriendo de oreja a oreja logrando que un par de adorables hoyuelos se marcaran en sus mejillas.
-no es la primera vez que me pasa.
-por las risas de los demás puedo estar seguro de que es verdad, cualquier otro se hubiera alarmado y te hubiera enviado a la enfermería
-supongo que están acostumbrados
-heh…tan raro eres?
Pregunto el castaño con curiosidad a lo que nuestro modesto protagonista respondió simplemente levantando los hombros
-hambre?
-supongo
-vamos? –el rubio le tendió la mano, justo como cuando un caballero invita a una dama a bailar con el.
-por que no –rio ante el gesto del rubio poniendo la mano sobre la palma del otro, justo como cuando una dama acepta bailar con un caballero
Había algo en el…que realmente le interesaba.
-maya-tan eres realmente alto te lo había dicho antes?
-mmm…o tal vez tu eres demasiado pequeño –contesto sin mas sin dejar de abrazarle, era como un pequeño oso de peluche y a veces un panda, cuando se emocionaba con el delineador y las sombras negras.
-ustedes dos- escucharon la voz firme de aiji dirigirse a ellos- es tarde, la clase comienza en cinco minutos.
-pero…
-nada de peros maya, si soltaras a ruki llegarías mas rápido
-tiene un punto maya-comento serio el pequeño castaño atrapado en sus brazos
-bien…-y como alguien que no quiere salir de las sabanas en una fría mañana de invierno soltó a su pequeño “panda-oso-de-peluche”.
Miraba aburrido como sus dos amigos se dedicaban a ordenar unos papeles que les había encargado el maestro, todos se habían ido hace tiempo, pero como presidente y sub presidente - era sorprenderte lo popular que llego a ser takanori alias ruki para ser nombrado el nuevo sub presidente- ambos chicos debían quedarse…y maya…simplemente le gustaba pasar tiempo con sus amigos.
-maya deja de comerte la mesa por favor.
-mghghh-
-no importa si llevas tres días sin comer, es propiedad de la escuela
-mghmhgh!
-no estoy siento injusto, te dije que no era necesario que esperaras
El rubio frunció el ceño, liberando a la mesa de sus fauces mientras que ruki reía ante las ocurrencias de su rubio amigo.
Cualquier molestia que pudo haber sentido en algún momento, se esfumo al ver sonreír al castaño.
Desde hace cuanto era asi?
Desde la primera vez que lo escucho reír de esa forma tan cristalina el primer dia que llego a al escuela.
El rubio miraba fijamente el reloj colocado estratégicamente sobre la pizarra justo en el medio de la pared, no se había dado cuenta de lo fascinante que era el movimiento de las manecillas, es decir, todo esta calculado!, se mueve una y las demás se mueven de acuerdo a la unidad de tiempo que representan, realmente fascinante si lo piensan o si están demasiado aburridos, que en este caso era lo segundo.
La manecilla grande había pasado por cada uno de los números que decoraban el reloj unas 30 y tantas veces cuando por fin sus amigos terminaron con sus responsabilidades, pero los movimientos de las manecillas lo había cautivado tanto que no se había percatado de esto.
-maya-tan!...maya-tan!
Un ligero movimiento, logro que su mente se despabilara un poco.
-maya-tan te estoy llamando!!!!
Un movimiento brusco lo volvió de nuevo a la realidad.
-ya, ya estoy despierto!-miro a su pequeño amigo que tenia dibujada una sonrisa en el rostro, seguramente el rostro de espanto que tenia en ese momento le causaba gracia, el rubio sonrió también; miro a su alrededor notando la ausencia de alguien
-aiji se fue- cuando volvió la mirada a donde antes se encontraba el rostro de ruki este ya no estaba –dijo que como terminamos antes podría alcanzar a Ryutaro-san antes de que el taller de arte termine con su reunión.
-ya veo-miro a ruki recoger sus cosas, las suyas…prácticamente no veían la luz del sol en todo el curso.
-me acompañas?
-siempre te acompaño taka-chan
-pero…-noto algo extraño en su tono de voz y en la forma en que desvió la mirada hacia el piso. ese no era el perspicaz y seguro ruki que conocia-tengo…tengo algo que decirte, lo vio sonreír tímidamente.
Trago en seco con los ojos completamente abiertos perdido en las expresiones y gestos de su amigo, esta escena el chico tímido a solas con un “amigo” y diciendo “tengo algo que decirte” la había visto miles de veces en mangas y en los animes BL que tanto le gustaban a su hermana, trago de nuevo tratando de mantenerse frio, no es como si le gustara el pequeño castaño, que tenia la risa mas hermosa que haya escuchado y que estaba frente a el.
-claro- trato de sonreír como siempre lo hacia y al parecer lo logro, por que ruki se acerco a el y espero a que se pusiera de pie para salir junto a el.
Iban caminado por los pasillos desolados de la escuela, a través de las ventanas de los pasillos entraba una tenue luz naranja que al dar contra el rostro del castaño, solamente lograba hacerlo lucir mas hermoso de lo que recordaba; cada vez se sentía mas y mas nervioso…todo eso realmente lucia como un anime shojo o algo asi.
Pero de nuevo, no es como si le gustara el castaño a su lado, que poseía la voz de un ángel y que, incluso se atrevía a decir, era mucho mas hermosa que la de un ángel.
-maya-tan.
-di…-carraspeo un poco- dime taka-chan- “trata de sonar fresco trata de sonar fresco”
-después de todo el tiempo que llevo aquí, a ti y aiji…incluso a ryuutaro-san los considero mis amigos.
-nosotros también taka-trato de sonar con naturalidad
-pero…a ti...bueno –sonrió tímidamente-yo yo te considero como un amigo muy especial y pues –se detuvo justo a unos pasos de la entrada de la escuela donde una leve brisa le agrego mas dramatismo a aquella escena- yo quería decirte que…-el pequeño comenzó a jugar tímidamente con sus dedos y sus mejillas comenzaron a teñirse de un leve color carmín.
Pero no era como si le gus… aghh!!!! a quien engañaba! Le gustaba! Claro que le gustaba! Y no recordaba desde cuando había pasado eso, pero eso era lo de menos en este momento.
Era ahora, este era el momento culminante, un momento que inconscientemente se había imaginado en mas de una ocasión incluso sin haberse dado cuenta de que ese pequeño castaño le gustaba…este era el momento en el que le diría…
-…que…que tengo novio.
Eh?
-se que, a ustedes no les importa mucho las apariencias pero, pero….yo quería decirte a ti primero
-eh?-era incapaz de pronunciar algo mas inteligente o coherente
-fue muy repentino sabes? Lo conocí en una reunión de amigos de mi otro colegio, resulto ser el primo de mi mejor amigo en mi otra escuela-lo escucho reír- pero su risa sonaba tan lejana ahora-luego empezamos a hablar y pues una cosa llevo a otra y…-lo escuchaba hablar pero el típico zumbido que produce el ruido del silencio le lastimada los oídos y le dificultaba prestar atención a las palabras de su amigo-lo recuerdas?, ese dia se me declaro…estaba confundido y luego me robo un beso –eso era todo, quería que se callara, pero no encontraba la manera adecuada de decirlo, solo trataba de disimular al repentino dolor que se instalo en su pecho poniendo su mejor mueca que simulara ser una sonrisa- y luego le dije que si.
Dolía.
Dolia mucho.
-maya-tan?
-mayaa!
-eh? ah?
-“eh?”...solo eso me diras
-lo..lo siento…-se despabilo un poco y fingió lo mejor que pudo, como nunca lo había hecho antes!-felicidades taka-chan!!!-y lo estrujo entre sus brazos, sintiendo además del dolor en su pecho un nudo en su garganta.
-gracias maya-tan!-correspondió alegre al abrazo, ignorando toda la gama de emociones por la que su amigo había pasado, en menos de 15 minutos.
-ahora seré el solterón del grupito-trato de reír, pero se negaba a soltar a su pequeño amigo y ahora, amor no correspondido
-no seas tonto, eres adorable lindo y todo un caballero seguro encuentras a una chica linda…o aun chico lindo y cuando lo o la encuentres no la dejes ir.
Cada palabra, cada silaba le dolía como los mil demonios, y ahí estaba abrazando a ese chico lindo que se negaba a dejar ir.
-ru-chan!
Una voz grave y alegre llego a sus oídos.
-aki-chan!
Y sin planearlo y con un leve movimiento, el chico se alejo de sus brazos.
-Maya-tan!...el es akira…lo tomo del brazo prácticamente jalándolo a la calle donde un chico montado en una motocicleta y con el uniforme de de la escuela al otro lado de la ciudad le sonreía de forma dulce a taka.
-un gusto maya-san!-saludo con un leve movimiento de la mano- ru-chan siempre me habla de ti.
-akira idiota! No digas esas cosas- se rasco la nuca algo apenado.
-je, enserio?...es que soy muy popular-trato de actuar con normalidad, nunca antes una sonrisa le había costado tanto.
-bueno maya, tengo que irme, otro dia nos reunimos y nos juntamos los cinco-lo miro sonriente
-cinco?-hablo ese tal akira lanzándole el otro casco a taka que alcanzo atraparlo al aire.
-mis otros amigos baka!-le reprendió colocándose el casco y ocupando su lugar a espaldas del tal akira.
-nos vemos el lunes maya!, disfruta el fin de semana.
Un estruendo hizo eco y detrás de una leve cortina de humo pudo ver como taka se iba abrazado a la espalda del tal akira.
Le dolía, nunca nada le había dolido tanto, nunca antes había sufrido por alguien, nunca antes…había llorado por alguien.
Y la noche callo…junto con la primea lagrima de muchas.
Al dia siguiente, el sol no volvió a brillar sobre ese cielo tan azul, no de una forma metafórica…si no de una forma literal un repentino chubasco callo sobre la ciudad impidiendo que el sol se pasara por el cielo de la pequeña ciudad; que adecuado clima para su estado de animo…ese fin de semana el sol no volvió a brillar sobre ese cielo azul y esta vez si era una metáfora.
Un mes! Un mes había pasado, había fingido tan bien durante ese tiempo pero le dolía, odiaba mentir y eso era lo que hacia…no soportaría mas la carga de ese sentimiento no correspondido, pero no quería molestar a aiji con sus cosas y taka, taka se veía tan feliz.
Que tenia ese tal akira que no tuviera el!, su cabello se veía mas natural que el de ese tipejo y era mas alto que el!
Suspiro pesadamente y se recostó sobre su pupitre como era de costumbre, volteando el rostro hacia la ventana encontrándose con un cielo gris, una mueca se dibujo en su rostro.
-estas bien?
-por que no habría de estarlo- contesto sin apartar la vista del grisáceo cielo-
-no seas tonto te conozco nunca habías tenido que fingir, asi que no eres muy bueno en eso.
Una leve risa se escapo de los labios de aiji al ver la rapidez con la que el rostro de su rubio amigo se despego del pupitre y sus ojos se clavaron en su persona.
-además…eres mi mejor amigo desde hace años, incluso si nadie lo nota yo me daré cuenta
El rubio bajo la mirada apenado por ignorar ese pequeño detalle y haber subestimado las habilidades de amigo de aiji.
-tranquilo maya, todo estará bien.
La cálida sonrisa que le dedico le hiso sentir que verdaderamente todo estaría bien además, aiji nunca lo había defraudado, pero no sabia si podría aplicar el mismo principio a problemas de amores.
Otra mañana otra semana había pasado y como siempre se encontraba en su siesta pre-clases con el rostro oculto entres sus brazos apoyados sobre el pupitre cuando unas rápidas y fuertes pisadas, que seguro sonaron en el salón del piso de bajo, pasaron junto a el y un fuerte golpe sonó tras suyo haciéndole levantar la cabeza aturdido por tan repentino despertar.
-paso algo taka?- Miro a aiji que demostraba preocupación en el rostro, al voltear atrás se encontró con un takanori que lucia mas que furioso.
Este soltó un largo suspiro dejándose caer sobre su asiento y recostándose sobre sus cosas que habían sido bruscamente colocadas sobre el pupitre con anterioridad por el mismo
-nada aiji, nada –apoyo el rostro sobre los brazos y miro hacia la misma ventana que el alto rubio acostumbraba mirar.
Este abrió la boca con intenciones de hablar con su amigo pero el portazo que dio el maestro y sus gritos de “mas vale que hayan estudiado asi que bajen sus mochilas y solo quiero ver un lápiz y un borrador sobre sus mesas! “ le impidieron poder decir algo.
Los problemas y los jeroglíficos que si mirabas mas de cerca resultaban ser números combinados con letras no le importaban para nada, marcaba una opción cualquiera mirando de reojo a taka que estaba perdido en la inmensidad del examen frente a el y aunque pareciera que leía con atención los problemas, lo conocía y lo había observado lo suficiente como para saber que esa no era la expresión que tenia cuando se concentraba en el examen, por la inexpresion de su rostro podía apostar que la mirada de taka era triste y melancólica aun sin ser capaz de verle directamente a los ojos desde ese ángulo.
-masahito –kun! –volvió la vista enfrente encontrándose con la mirada llena de ira del profesor de matemáticas- le recuerdo que el examen es individual!
-si fuera en equipo seguro nos toma la mitad del tiempo –susurro entre dientes tratando de concentrarse en eso jeroglíficos sobre el papel, una leve risa a sus espaldas le hicieron mirar a tras con cuidado para no recibir otro regaño del profesor, encontrándose con la sonrisa de taka, a la cual respondió con una sonrisa boba, totalmente enganchado de esa bella sonrisa.
Una sonrisa que llevaba casi un mes sin ver dibujada en su rostro.
Se había hundido tanto en su amor no correspondido que no se dio cuenta de en que momento taka había dejado de sonreír, se notaba distraído y hoy, había llegado de mal humor estaban a finales del curso y nunca en todo ese tiempo lo había visto enojarse, berrinches miles, pero nunca lo había visto enojarse realmente por algo.
Realmente ese akira lo estaba haciendo feliz?
-espero hayas contestado al menos la mitad del examen de forma correcta- se acerco aiji notando como maya no despegaba la mirada de ruki que con parsimonia guardaba sus cosas
-que poca fe me tienes aiji- lo miro haciendo un puchero y cruzando los brazos
-la campana sono hace un rato- hablo al aire aiji mirando el salón de clases prácticamente vacio a excepción de ellos tres y el profesor que acomodaba la pila de exámenes
-los resultados estarán la siguiente semana mizui-san, nos vemos jóvenes.
Los tres se despidieron con una leve reverencia y miraron salir al profesor, sumergiéndose en un momento de silencio aiji y maya de pie apoyados en sus respectivas mesas y ruki sentado mirando fijamente sus cosas ordenadas sobre la mesa.
-bueno-hablo aiji dando una palmada para después tomar sus cosas -Ryutaro me espera, los veo luego-se despidió con un movimiento de mano al que solo maya respondió de forma desganada
Miro a ruki que mantenía la mirada fija sobre sus cosas, se recargo un poco sobre su asiento apoyando las manos a sus espaldas y redirigiendo la mirada a sus converse que tenian dibujados unos cráneos que ruki había hecho la vez que los tres se escaparon y junto con Ryutaro habían ido a un parque cerca de la escuela a pasar el rato recostados sobre el pasto bajo la sombra de un enorme árbol, sonrió al recordarlo, ese fue uno de tantos momentos que compartió con ellos, especialmente con takanori.
Soltó un suspiro como tratando de darse valor para tratar de decir o hacer algo, realmente no tenia idea pero sabia que algo andaba mal con taka, ese semblante triste no era propio de el, volvió la mirada sobre su pequeño amigo.
-taka…
-akira..el ha estado evadiéndome últimamente – se paralizo al escucharlo soltar eso como si nada, no le sorprendió esa confesión si no la forma en que lo había dicho, cualquiera esperaría escuchar tristeza en su voz al soltar aquella frase, pero el rubio no detectaba nada de eso…nada.
-seguramente ha estado ocupado también con lo exámenes-se aparto de la mesa dirigiéndose a su amigo, poniéndose de cuclillas aun lado de su pupitre para mirar mas de cerca a ruki-…no creo que realmente este evitándote o algo asi –trato de sonreír, como un gesto que demostrara que apoyaba a su amigo, pero este simplemente negó con una sonrisa que se le hizo demasiado amarga.
-estoy seguro uruha…el – volteo el rostro encontrándose con el de maya que se recargaba graciosamente sobre sus manos que, a su vez, se apoyaban sobre la orilla de su pupitre-…el me dijo que reita, que akira,
Sin poder evitarlo una lagrima resbalo por el rostro de ruki, no es que estuviera tratando de retenerlas en su interior, pero asumir la situación por la que estaba pasando había dado como resultado ese desahogo silencioso.
-que akira que? – pregunto expectante por las palabras de ruki tomando entra la suya una de las manos que ruki apoyaba sobre sus piernas.
-el ya no siente nada por mi.
El rostro de ruki con unas lagrimas solitarias deslizándose sobre sus mejillas y el ruido sordo propio del silencio le hacían pensar que estaba en un sueño o en una pesadilla; dependiendo de la forma en que pudieran verlo, apretó levemente la mano entre la suya que a pesar de ser masculina, resultaba mas pequeña en comparación a la suya.
-yo…yo creo que apenas acabo de aceptarlo –el castaño comenzó a limpiarse las lagrimas con el dorso de su mano libre.
Soltó una leve risa.
-he estado pensando que…tal vez, nos apresuramos con nuestra relación.
-que, que quieres decir? –frunció ligeramente el ceño, sin realmente tener idea de que decir
-de que tal vez realmente no estaba enamorado de el.
Sintió un golpeteo en su pecho, indicándole que su corazón aun seguía con vida y que una leve esperanza se había alojado en el con las palabras de ruki.
-esta mañana estaba molesto, frustrado conmigo mismo por no darme cuenta de eso antes, creo…que lo mejor es que termine mi relación con el –sentencio dejando salir un suspiro de sus labios.
Y con eso, esa pequeña esperanza en su interior crecia, ahora tendría una oportunidad, no la desperdiciaría! Esta vez no, si lo había perdido una vez fue por despistado y no darse cuenta antes de sus verdaderos sentimientos hacia ruki, por no darse cuenta de que la forma en que trataba a ruki era diferente de cómo trataba a cualquiera de sus otros pocos amigos, esta vez lo conquistaría.
-y si no lo estabas…por que saliste con el?
-ahora que lo pienso –una sonrisa se dibujo en sus labios-…tal vez fue para olvidarme de alguien.
Y tan rápido como su corazón dio señales de vida, la misma sensación de semanas atrás se albergo en su pecho otra vez, esta vez…estaba seguro que no saldría de esta, pero debía seguir siendo un buen amigo…un buen amigo hasta el final.
-y…aun estas enamorado de esa persona?- la mirada de un azul artificial de su amigo se poso sobre el y pudo notar un brillo en ellos, sabia lo que eso significaba.
-si…-una afirmativa y la flamante sonrisa en su rostro fueron la confirmación de que realmente estaba enamorado de esa persona.
Acaso este seria uno de esos amores platónicos que están destinado a nunca pasar?
-ya veo…-bajo la mirada no sintiéndose capaz de seguir manteniéndole la mirada a esos ojos llenos de amor, un amor que estaba mas que seguro no era para el, comenzó a soltarse del efímero agarre que mantenía con la mano del castaño -esa persona debe ser realmente importante para que trataras de olvidarla con otra persona- no era su intención sonar tan insensible, pero estaba llegando a su limite! solamente quería irse y sumergirse en otro fin de semana con un cielo nublado y sin rastros del sol.
-realmente lo es…y esta vez no huiré de lo que siento, no dejare ir a esa persona-
Escucharlo decir eso y con tal seguridad, fue la gota que derramo el vaso, se levantaría de la forma mas dramática y correría a su casa rezando por que un auto no lo atropellara en el trayecto, aunque eso prometiera terminar con su sufrimiento; pero no era un suicida como para realmente querer eso, se encerraría en su habitación a llorar sobre su almohada y al dia siguiente practicaría su sonrisa para que esta vez nadie notara que fingía.
Con el plan perfecto trazado en su mente, hizo el ademan de irse pero una mano fuertemente sujetada a la suya le impido emprender su graciosa huida, un nudo se atoro en su garganta.
-maya…-a sus espaldas escucho la voz de ruki, la dulce voz de taka
-ru…que, que estas haciendo?- sin desearlo su voz sonó entrecortada anunciando el llanto que estaba reteniendo.
-estoy cumpliendo con mi palabra.
-con…con tu que?-trato de controlar su llanto siendo incapaz de voltear para encontrarse con el rostro de taka.
El ruido de la silla, le hizo saber que ruki se había puesto de pie, se mordía el labio inferior en un intento de hacer retroceder las lagrimas que amenazaban con salir, mientras la cálida mano que tomaba la suya hacia mas fuerte su agarre.
-no te dejare ir maya.
-eh?-el nudo en su garganta retrocedió, aunque un par de lagrimas lograron ver el hermoso atardecer que pasaba por la ventana –eh!? – y como en camara rápida, entendió las palabras de ruki…pero había entendido bien?
Volteo encontrándose con un ruki que lo miraba sonriente, seguro por la expresión que se dibuja en su rostro pero es que realmente estaba confundido, acaso ruki….acaso el
-Eh!?
-eres muy distraído maya- aun con esa sonrisa en el rostro se acerco a un confundido maya secando con delicadeza las lagrimas rebeldes sobre sus mejillas
-entonces?....tu?...estas…en…en enamorado de de mi? –hablo de forma atropellada, tal vez no era la escena mas romántica del mundo, pero por dios! su sentimientos eran correspondidos!?
el pequeño simplemente asintió con un leve sonrojo en sus mejillas apenado por su reciente confesión.
-pero si tu no…
-NO!!!! …es decir- se corrigió al ver el rostro asustado del menor- yo…yo!...yo…-un sonrojo se apodero de sus mejillas al darse cuenta de lo tonto que seguro debía lucir, justamente en este momento tenia que trabársele la lengua!!??
Ceso cualquier intento de decir algo coherente, y armándose con el poco valor que conservaba tomo el rostro del castaño entre sus manos inclinándose levemente para rosar sus labios en un efímero e inocente beso.
–yo…yo tampoco te dejare ir esta vez –susurro contra los labios del pequeño al separarse de estos, atrapándolos nuevamente entre los suyos disfrutando del tierno roce al que ambos estaban mas que entregados, embriagándose y dejándose llevar con las sensaciones que ese beso les provocaba, cuando el aire comenzó a hacerles falta se apartaron para sonreírse tontamente con la mirada clavada en el otro.
El rubio extendió la mano al castaño en una muda invitación a la cual el pequeño acepto ensanchando mas esa hermosa sonrisa mientras soltaba aquella risilla cristalina de la que el rubio se había enamorado; y sin mas, se dirigieron a la salida cubiertos por ese color anaranjado propio de los atardeceres…
….como en esos mangas o animes shojo cuando al final, el amor del protagonista es finalmente correspondió.
Pero estaba mas que claro que este no era el final…