Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

..::Creciendo Juntos::.. por SeptimaKolera

[Reviews - 708]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

GRACIAS POR LOS REVS Y SUS DEDUKCIONES!



Catorce años: .-Café-.

—¡Por favor, sal conmigo!

La jovencita se inclinaba frente a Sasuke extendiendo una carta sellada con una pegatina con forma de corazón.

—Haruno, ¿no es así? —La aludida levantaba la mirada—. Te rechacé hace un año, ¿no?

—Sí, pero…

 

—Pero no me interesa —Interrumpió fríamente el joven—. No me molestes por cosas sin importancia, por favor.

Sasuke se retiró de la escena, dejando a la joven de cabello rosa completamente destruida. ¿Cómo un chico de su edad podía ser tan indiferente ante los sinceros sentimientos de una señorita? Eso se preguntaba su hermano, no muy lejos de ahí, quién había escuchado toda la conversación.

—¿Tenías que ser tan cruel, teme?

—Si no lo fuera, es muy probable que el próximo año también se acercaría a mí para volver a ser rechazada. Pienso que sería más cruel ser amable con ella y hacerle un poco de ilusión. Eso realmente no va conmigo.

—Sé que ser el malo es tu forma de ser amable-dattebayo… pero ellas no lo saben. Sólo intenta no ser tan despiadado, nii-chan. Papá se enfadaría contigo si te viera hacer esto.

—Pero lo entendería.

—Quizás… —Naruto miró en dirección de la muchacha a lo lejos; esta seguía llorando—. ¿Me esperas un segundo-‘ttebayo? Te dejo el casco y los patines, póntelos por mientras.

—Ok.

Sasuke sabía muy bien donde iba su hermanito. Habituado a lo de siempre, le hizo caso y empezó a prepararse para ser llevado a su casa jalado en bicicleta.

—¿Estás bien?

La jovencita levantaba la mirada para toparse con la imagen de Naruto, sonriéndole con esa cara de zorro tan típica en él y con las manos detrás de la nuca.

—¿Vienes a burlarte de mí? —La muchacha le encaró, con los ojos llorosos y muy enfadada.

—¿Por qué me burlaría? Pienso que eres muy muy muy muy valiente. ¡No todas tienen el coraje de declararse a mi hermano dos veces-dattebayo!

—…Y ser rechazada esas dos veces.

—Pero lo importante es que lo hiciste, ¿no? En realidad  onii-chan no es tan malo como parece, sólo es muy reservado y no le gusta hablar con la demás gente. El problema no es tuyo-dattebayo. Él es un poco frío, eso es todo. El sólo hecho de que tuvieras el valor de hacerlo ya es suficiente para que yo te admire. ¡Eres muy valiente-‘ttebayo!

 

—Eso creo…

La joven se tranquilizó. La impecable sonrisa de Naruto seguía ahí. Ella correspondió el gesto y sonrió con dificultad.

—¡Wow! ¡Qué linda eres-dattebayo! No me había fijado antes, es que soy un idiota. Pero si sonrieras más seguido te verías mucho mucho mucho más linda, te lo aseguro-dattebayo.

—¡Tonto! ¡No digas esas cosas tan de repente! —La muchacha se vio sobrepasada ante el inocente elogio de Naruto y lo golpeó directo en la cabeza.

—¡Hey! ¿Cuál es tu problema-dattebayo? ¡Sólo te dije que eres linda cuando sonríes!

—Lo siento, lo siento. Tengo problemas con la ira, eso es todo —La jovencita se acercó al rubio y le sobó en donde le había pegado—. Realmente lo siento... ¿Sabes? Eres un buen chico. Me llamo Sakura Haruno y soy de la clase junto a la tuya.

—Lo sé. Hemos estado juntos en otras clases-‘ttebayo, sólo que no lo recuerdas, creo.

—La verdad, no.

—Me tengo que ir, Sakura. ¿Hablamos otro día-dattebayo?

—¡Claro! Tú nombre es Naruto, ¿no? ¿Está bien que te llame por tu nombre?

—¡Claro, Sakura-chan! Adiós.

La chica se sorprendió de la soltura con que se desenvolvía Naruto, realmente era muy distinto al rictus frío que parecía llevar Sasuke. Le llamó la atención que dos personas tan diferentes se llevaran tan bien… tan... bien.

*****************************

Sasuke contemplaba absorto las estrellas mientras Naruto compraba las últimas cosas para la cena. Al salir del recinto, el rubio se encontró con la mirada perdida de su hermano mayor.

—¿Quién lo diría? Demasiado frío como para siquiera prestarle atención a las pobres chicas que están bajo tu encanto, pero muy romántico como para perderte en el cielo cada vez que te dejo sólo mucho rato-dattebayo.

—Cállate. ¿Me compraste un café?

—Como si no te conociera. Sin azúcar, poca crema —Naruto le extendió un vasito desechable con café mientras él se encargaba de todas las bolsas solo. Emprendieron el camino a casa caminando ligeramente uno al lado del otro.

—¿Tuviste problemas para comprar las cervezas que encargaron el par de idiotas?

—Ninguno. El vendedor me conoce tan bien que ya sabe que si no me da las cervezas Kakashi-nii hará un escándalo-datetbayo.

—Kakashi es muy callado en público, al igual que nii-san… pero cuando algo le molesta es mejor no estar cerca.

—Mira quién habla…

—¿Dijiste algo?

—Nada-ttebayo…

—¿No compraste nada para ti?

—No tengo hambre-‘ttebayo.

—¿Por qué? Desde hace días que te comportas raro, dobe.

—No. Sólo estoy pensativo.

—¿Pensar?... ¿tú?

—¡Yo también puedo pensar de vez en cuando, ¿sabes?!

—¿Y en qué piensas?

—En las chicas que rechazas.

—¿Por qué le has estado dando tantas vueltas a ese tema desde hace un tiempo? Antes parecía no importarte.

—Siempre me ha importado-dattebayo.

—¿Por qué?

—Porque me da celos.

Sasuke se detuvo. Naruto, con su soltura acostumbrada sólo se volteó hacia su hermano mayor con ambas manos en la nuca, dejando las bolsas en el piso con una expresión relajada; como si lo que acabara de salir por su boca no fuese tan ferozmente impactante.

—¿Celos? Te refieres a que te gustaría que las chicas te llovieran como a mí, ¿no? De todos modos no es gran cosa. Tampoco es muy útil.

—No me refiero a eso-dattebayo —El menor tenía el semblante robado por la seriedad, cosa muy extraña en él; sin embargo su voz no era otra cosa que la manifestación de la más pura serenidad—. Estoy celoso de ti.

—…¿Qué quieres decir?

—No lo sé. Simplemente que me molesta que todas esas chicas se acerquen a ti diciendo que te quieren sin siquiera conocerte un cuarto de lo que yo lo hago. ¡Yo te quiero de verdad-dattebayo! El día que alguien te quiera siquiera la mitad de lo que yo lo hago, podré reconocerla como la novia de nii-chan, antes de eso, no.

Sasuke calló. Miró a Naruto con desconcierto mucho rato. Su casa estaba a pasos de ahí y sin embargo, era como si ambos estuviesen anclados en ese lugar, debajo de ese foco de luz a un lado del camino.

Tanto fue el impacto que las palabras de su hermanito causaron en él, que Sasuke casi tiró el café que tenía en las manos. Naruto, por su parte se acercó lentamente hasta su hermano mayor, paso a paso. Sasuke no era de las personas que no encaraban las situaciones, ¡pero qué ganas tenía de salir corriendo en esos momentos! La azul mirada de su hermanito era cada vez más cercana, y no había distancia decente que le resguardara de la inocencia de sus ojitos calmados.

De pronto, algo se fijó en la mira del menor. De forma sorpresiva y sin ceremonia previa, el muchachito rubio se puso ligeramente de puntillas para alcanzar con su boca el rabillo de la de Sasuke. Sobra señalar que el afectado casi sufre un colapso nervioso. ¿Acaso Naruto le había dado un beso? No, claro que no, porque era un beso en la comisura izquierda de los labios pero… ¡era un beso al fin y al cabo! Su pulso se aceleró a niveles peligrosos y se puso tan rojo como un tomate.

—¡¿Qué mierda pasa contigo?!

—¿A qué te refieres-dattebayo?

—¡¿Qué se supone que fue eso de hace un momento?! —Sasuke se llevó una de las manos a la zona donde le habían besado.

—Tenías crema en la cara —La declaración del menor fue tan inocente que Sasuke sintió vergüenza de sí mismo por haber pensado otra cosa—. ¿Por qué te me quedas viendo como un idiota-dattebayo?

—¡¿No podías simplemente decirme que tenía algo en la cara, dobe?!

—¿Qué tiene de malo-‘ttebayo? Cuando éramos niños me sacabas los granos de arroz de la cara con la boca todo el tiempo.

—¡Tú lo has dicho!, “cuando éramos niños”. ¿Cuántas veces te tengo que decir que ahora las cosas son diferentes?

 —¡Pues no quiero que sean diferentes-dattebayo!

—¡Pues ya son diferentes! ¡Es demasiado tarde! ¡Ahora no podemos estar así de cerca! ¿Qué no lo entiendes?

—¡No me importa lo que no podamos hacer!, ¡me da igual-‘ttebayo! ¡Yo sólo quiero estar cerca de onii-chan!

—¡¿Tú crees que yo no tengo ganas de estar cerca de ti?!

—¡No lo parece!

—¡¿Qué sabes tú?! ¡Yo también quiero estar cerca de ti como cuando éramos niños!

—¡¿Y qué te lo impide-dattebayo?!

—¡Esto!

Sasuke simplemente explotó y se vio rebasado por todos los sentimientos que se agolparon en su corazón. Sin dejar mayor tiempo para pensar de manera fría, en aras de su desesperación, se abalanzó sobre Naruto hasta hacer posesión de su nuca con una de sus manos y así empujarlo hacia él. De un segundo a otro todo se había perdido. De un segundo a otro nada importaba. Sasuke estaba besando a su hermano menor en la boca, tal y como lo había soñado por mucho tiempo. Desde que Naruto alcanzó la pubertad esa noche hace dos años, había estado siendo acosado por infinidad de sueños que le perturbaban de manera muy dolorosa. Pero hoy, al enterarse que su hermanito sufría celos por él, había dejado atrás todas sus defensas.

Con posesividad, Sasuke profundizó el beso, mientras sentía que Naruto estaba hecho de piedra. Al intentar abrir un poco su boca para besarle con más pasión, se topó con que los labios del menor estaban sellados. No reaccionaban. A pesar de este hecho, Sasuke no se atrevía a despegarse de Naruto, tenía miedo que al dar un paso atrás y abrir los ojos, viera a su hermanito más enfadado de lo que jamás lo había visto. Sasuke Uchiha por fin tenía miedo; un miedo que lo mantenía exactamente sobre los labios rígidos de su petrificado hermanito.

Luego de unos segundos, el mayor pudo darse el valor de abrir los ojos para dar con la mirada vacía e impactada de su hermano. Se asustó al ver una expresión tan muerta en Naruto y de forma instantánea se alejó y lo soltó finalmente. Mirándolo bien, Naruto parecía estar en una dimensión paralela, como si ese beso le hubiese robado el alma. Se veía pálido y débil, pero completamente rígido, como un árbol.

—Naruto…

Sasuke iba disculparse con su hermano menor por lo que acababa de pasar, pero Naruto no lo dejó. En su lugar sólo le sonrió como un idiota, como siempre hacía, tomando las bolsas y riendo como siempre.

—¡Sasuke!, ¡vamos a llegar tarde a la cena! —Sin esperar respuesta, el menor empezó a iniciar el camino a casa tomando las bolsas del piso—. ¡Deben todos estar muy preocupados por nosotros!

—Naruto…

Sasuke vio a su hermano partir y a pocos pasos entrar a su residencia. No pudo mover ningún músculo por bastante rato. Estaba petrificado. Respiró fuertemente y profundo en un intento de oxigenar cada mililitro de su pálida sangre. El primer paso fue el más difícil de concretar, luego vinieron los otros por inercia. Al llegar vio como la cena ya estaba casi lista, Itachi estaba un poco molesto por la tardanza de los menores, pero en realidad no fue gran cosa.

—¿Y Naruto?

—Subió a lavarse las manos y la cara, venía un poco agitado. ¿No podías ayudarlo con las bolsas, hermanito? —Espetó Itachi a Sasuke—. Ahora, ayúdame a preparar la mesa. Kakashi aún no baja tampoco asique te toca a ti ayudarme.

Sasuke hizo caso, aún un poco aturdido por todo lo que había pasado.


************************

—¿Está bien que hagas todo esto? —Naruto se dio vuelta al escuchar la voz de Kakashi a sus espaldas.

—Kakashi-nii, me asustaste. Si te vas a parar detrás de mí trata de ser más ruidoso-dattebayo.

—¿Por qué lo haces?

—¿Hacer qué? ¡Como siempre estás hablando cosas complicadas y extrañas-‘ttebayo!

—Conmigo no es necesario que “pretendas”, Naru-chan. Siempre he admirado tu sinceridad tan pura… pero últimamente has cambiado.

—¿De qué hablas-dattebayo? Kakashi-nii, eres un raro. —Naruto pasó a su lado con la intención de salir hacia el pasillo y bajar para cenar, pero unas palabras de Kakashi lo detuvieron a medio camino.

—No tenía crema en la cara, y lo sabes —El menor se paralizó—. Desde mi perspectiva no se podía ver bien. La ventana de Itachi estaba lejos de donde ocurrió todo. Pero apostaría todo a que Sasuke no tenía crema en la cara. ¿Quién te enseñó a pretender que hay algo en la cara de tu hermano sólo para robarle un beso? ¿Por qué lo incitas a hacer algo como eso? ¿Por qué esperas a que él pierda el control?, ¿a qué estás jugando?

—…¿Itachi-nii vio algo?

—Nada. Estábamos escuchando música cuando todo eso pasó y luego él bajó a ayudar con la cena. No te preocupes, no se lo diré a él ni a nadie. No es mi problema.

—Gracias-dattebayo. Permiso. —Antes de que pudiera seguir caminando, Kakashi le tomó del brazo con firmeza.

—Aún no has respondido ninguna de mis preguntas, Naru-chan.

—Dijiste que no era tu problema-dattebayo.

 

—Ese niño que está abajo me preocupa, Naruto. Si tú sabes lo que le está pasando no deberías jugar tanto con sus sentimientos. ¿Cuántas veces ya has pretendido no saber nada sólo por acercarte y ver de lo que es capaz?

—Te equivocas, no lo hago por eso. —Naruto no pudo evitar recordar la primera vez que Sasuke lo masturbó y como pretendió que no sabía nada sobre el tema sólo por justificar el dormir a su lado como cuando eran niños.

—¿Acaso lo haces para sentirte mejor contigo mismo y ver como lo manipulas?

—¡Te equivocas-dattebayo! —El menor se libró violentamente del agarre y le dirigió una mirada adulta a Kakashi—. ¡No me trates como a un niño que no sabe el daño que puede hacerle a los demás!, ¡yo amo a mi hermano!

—¿Entonces… lo haces porque…. tú también sientes por él… eso?

—Te equivocas…—Admitió tristemente el menor.

—Si no sientes lo mismo por él que lo que él siente por ti ¿Entonces por qué?

—Kakashi-nii… hay gente que sólo necesita un pequeño empujón, una pequeña caricia, un ligero beso en la mejilla… para sacar todo lo que tiene dentro-dattebayo.

—Naruto… —Kakashi comprendió las palabras del menor. Supo que era una manera torpe de ver tan compleja situación, pero que se adecuaba mucho a la forma de pensar de Naruto—. Eres un buen niño, Naru-chan. Siempre lo he pensado. Si tu intención no es jugar con los sentimientos de tu hermano, está bien. Pero recuerda que tampoco debes jugar con los tuyos propios. Te puedes terminar hiriendo a ti mismo.

El mayor salió del pasillo y bajó la escalera dejando a Naruto completamente solo y pensativo. Sin apartar la mirada del  recoveco por donde se había ido Kakashi, los labios del jovencito rubio susurraron por lo bajo un secreto sólo para él.

—Lo sé… No tienes ni idea lo mucho que lo sé y lo siento.

Continuará…

Notas finales:

:)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).