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..::Creciendo Juntos::.. por SeptimaKolera

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Notas del capitulo:

:)

Seis años: -Apodos -

Un techo extraño. Al mirar a su lado vio un bulto extraño en una cama extraña. Sintió ganas de llorar. “Papá”, gritó su pensamiento; grito que en cualquier momento se concretaría por su garganta. No quería estar ahí. ¿Dónde está su habitación?, ¡esa no era la suya!, quería volver a casa, con todas sus ganas, ¡necesitaba volver a su casa!

La impulsividad de su mente le ordenó a sus pies que emprendieran la carrera de huida en busca de su padre. Su cuello alojaba por dentro un llanto. ¡Que alguien lo llevara a casa! Abrió la puerta pero no pudo salir, alguien le bloqueaba el paso. Chocó directamente en el estómago de quien estuviese frente a él. Un olor muy dulce… como el de los dangos con salsa de judías carmín. Sí, ese era el olor de esa persona. Caminó hacia atrás para poder alejarse siquiera un poco del cuerpo extraño y alzar la vista en busca de su identidad… lo recordaba… era aquél chico amable… ¿Itachi era su nombre?

—Buenos días Naru-chan. ¿Dormiste bien? —Sí, esa era la voz dulce del mismo chico de ayer… su nuevo hermano mayor… por alguna razón, se sentía muy cómodo en su presencia, la urgencia de salir corriendo en busca de su padre quedó completamente anulada ante su aparición. —Vine a despertarles, pero veo que te adelantaste. Abajo el desayuno está listo. ¿Necesitas ayuda con el uniforme?, es nuevo asique debe ser complicado para ti ponértelo.

—Itachi-nii… buenos días… eeeeh… no, yo puedo solo-dattebayo… creo. Sé vestirme. Eeeeh… ¿mi papi está abajo-‘ttebayo?

—Sí, claro. Iba él a venir a despertarte, pero quise hacerlo yo. —¿Por qué las palabras de su nuevo hermano mayor le hacían sonrojar?, ¿eso se sentía tener un hermano?... no es tan malo… de hecho… para nada malo… ¡es genial! El regocijo del alma de  Naruto al ver como Itachi se preocupaba por él se vio manifestado en sus palabras.

—¡Gracias Itachi-nii!

—¡No le llames así! —Esa voz es de… era de Sasuke, quien miraba la escena desde su cama, con su ya acostumbrada mirada asesina. —Itachi es mi hermano, ¡no tuyo!

—¡Sasuke!, me tienes harto con tus celos hacia Naru-chan.

—¡No estoy celoso!, ¿Por qué sentiría celos de un enano con cara de zorro como él?, ¡Sólo no lo quiero cerca de mí!

Palabras muy crueles para tan menuda boca. Naruto escuchaba aquello, con una mezcla de tristeza y frustración, pero todo sentimiento negativo, indistinto del formato en que proviniera, era sintetizado por su escueta alma como rabia; ¿rabia?, rabia de no saber qué decir. Rabia de no tener la valentía para decir cualquier cosa. Rabia por… suscitar el odio de alguien… que… debería ver como a un hermano, o al menos así lo quería su padre.

Naruto no quería explotar en barbaridad nuevamente frente a Itachi. Su lado pendenciero no era precisamente el más… “bonito”, por así decir, y quería seguir manteniéndose bajo el alero de compasión por parte de su nuevo hermano mayor, asique tragó sus quejas y simplemente salió de la habitación.

—Naru-chan… —Itachi estaba preocupado. Miró como el niño se alejaba con mucha tristeza. —Espero que estés satisfecho, Sasuke.

—No… no lo estaré hasta que ese par de idiotas salgan de esta casa.

—Ya tuve suficiente Sasuke. Ya no te soporto… Hablamos de esto antes de que ellos llegaran… ¿qué pasa contigo? —Itachi se acercaba a la cama donde se hallaba su pequeño hermano, acurrucado, evitando el contacto visual con el mayor.

—Son tontos. No los quiero, eso es todo.

—Sasuke… no hablas en serio. ¿Acaso ya no confías en mí como para decirme qué es lo que realmente te pasa? —Sasuke escondió la cabeza dando la espalda a su hermano, sus ojos se llenaron de lágrimas de forma repentina.

—Yo… yo… no quiero que mi familia cambie…

—Sasuke eso no tiene por qué pasar.

—¡Quiero que papá vuelva!, ¡no quiero que ese tipo sea mi papá! —Sasuke explotó en llanto. Itachi lo abrazó desde atrás; al sentir los tibios brazos de su hermano rodeándole el menor le encaró para acurrucarse en su pecho. —Nii-san… dile a mamá que deje volver a papá… por favor.

—Sasuke… papá no va a volver.

—Yo quiero que vuelva. Él va a volver si lo dejamos.

—Sasuke… las cosas no son tan simples.

—¡Él nos ama!, él no nos va a cambiar por una familia nueva, ¿por qué nosotros si lo vamos a cambiar a él? ¡No es justo!

—Sasuke…—¿Qué podía hacer?, no quería decirle la verdad a su pequeño hermano. Sasuke aparentaba ser un niño muy fuerte y frío… pero él más que nadie sabía de lo sensible y lo frágil de su corazón. No le quedaba otra que tratar de apelar a su bondad. —Sasuke, papá no va a volver porque fue muy lejos. Ya hemos hablado sobre esto. Papá tuvo que irse, pero él está bien, y él espera que nosotros también estemos bien. Mamá necesita a alguien que la cuide, y yo ya no puedo seguir cuidando de ella, y tú eres muy pequeño. Minato-san es un hombre muy bueno, él cuidará de nosotros. Y Naru-chan es un niño muy gracioso cuando lo llegas a conocer, pero como su papá ahora va a cuidar a nuestra madre, necesito que tú seas su hermano mayor ahora. Así Minato-san cuida de mamá, mamá cuida de mí, yo cuido de ti y tú cuidas de Naruto… y él cuida que todos riamos a la hora de la cena.

Era extraño, pero una sonrisa se dibujó en el pálido rostro de Sasuke. ¿Podía él ser un hermano mayor?, aunque técnicamente tenían la misma edad. Sasuke reaccionó en ese momento.

—Nii-san… Naruto y yo tenemos la misma edad.

—Si, pero él es más bajito y débil que tú, por eso te pido que sea su hermano mayor…

—No me refiero a eso… Naruto… ¿estará en mi grado?

—Sí.... ¿algún problema con eso?

¿Sí?...¡¿Sí!?. ¡Eso era terrible! ¡Todo el mundo se enteraría que eran hermanastros!, ¡eso no podía pasar! Sasuke odiaba los rumores, por eso prefería mantener en secreto que su padre se había ido de casa… ¿cómo explicar un nuevo hermano que ni siquiera sus sombras se asemejaban? No, eso estaba mal; eso estaba muy muy mal.

Raudo, sin tomar en cuenta a Itachi y casi pasando por encima de él, se levantó de la cama de un sólo brinco. Bajó las escaleras a toda prisa hasta llegar al comedor. Ahí pudo ver a su madre saliendo de la cocina con el desayuno para él y su hermano, a Minato tomando café y a Naruto con la cara llena de granitos de arroz. Todos le miraron cuando llegó hasta el comedor agitado.

  —Sasuke, hijo, ¿estás bien?

—¡Tú! —Dijo entre su agitado aliento señalando con el índice a Naruto. — ¡Naruto!, si llegas a decir que somos hermanos, hermanastros, amigos, “camaradas” o siquiera que me conoces en la escuela… ¡date por muerto!

Desde el segundo piso Itachi pudo escuchar las palabras de su hermano menor. Dio un suspiro muy grande, con un poco de frustración, pero luego al segundo recapacitó y una ligera sonrisa se dibujó en su rostro. “Al menos ahora le llama por su nombre. Es un gran avance, Sasuke”

*********************************************

—Su nombre es Naruto Namikaze. Viene desde Kyoto. Se acaba de mudar aquí con su padre y espero que todos sean respetuosos con él. —Todos los niños miraban al recién llegado como si fuese un muñeco. Su cabello rubio, sus ojos azules y las extrañas marcas en sus mejillas llamaban la atención de todo el salón, exceptuando a cierto niño de pelo oscuro, que miraba por la ventana con indiferencia. Ebisu-sensei, un hombre joven que usaba lentes oscuros observó que muchos niños parecían inquietos en dudas a solventar con respecto al niño nuevo. —¿Alguien quiere hacerle alguna pregunta a Naruto?

—¡Yo profesor! —Una niña con pelo de un rubio más opaco que el de Naruto,  hablaba. El profesor le hizo el ademán de que prosiguiera. —Namikaze, me llamo Yamanaka Ino, y quiero saber si eres realmente japonés. ¿Sabes? Mi padre es descendiente de alemanes, y por eso soy taaaaaaaaaaaaaaaaan linda. ¿Y tú?, no estoy diciendo que seas taaan lindo como yo, pero tienes el cabello y los ojos parecidos a los míos. ¿De casualidad parte de tu familia también es del extranjero?

—Eeeeh… no… que yo sepa... —Naruto respondía tímido. No quería poner en evidencia su acento de delincuente juvenil.

—¿Profesor, está seguro que Namikaze tiene la edad de estar aquí?… es muy bajito. Sería problemático que estuviera equivocado de grado. —Manifestó con preocupación un niño de cabellos castaños oscuros, con cara de realmente no importarle.

—Si la tiene. Todos tenemos características diferentes, después de todo.

—¡Profesor quiero preguntar algo! —Hablaba una niña de pelo rosa. El profesor le indicó que continuara con su pregunta. —Namikaze, ¿qué es lo que tienes en la cara?, son graciosas y lindas, parecen bigotes de gato.

—¡Más bien de zorro! —La acotación de uno de los niños hizo que todos realmente cayeran en cuanta que el chico nuevo tenía cara de zorro, lo cual provocó una carcajada general de todos los presentes. Sasuke por su parte, por vez primera dirigía la mirada hacia lo que estaba pasando, pero no emitió comentario alguno.

—¡Niños! ¡Eso fue muy descortés!

—¡Pero si tiene cara de zorro!, ¡no es culpa nuestra! Ja ja ja.

—Además, ¿se llama “Naruto”? Eso es comida, no un nombre.

—¿Tu mamá estaba comiendo ramen cuando naciste? Ja ja ja ja.

“Mamá”… Esa palabra, que retumbó en los oídos de Sasuke. ¿Por qué de todas las cosas en el mundo tenían que mencionar a su mamá? Dirigió con preocupación su mirada hacia donde se encontraba Naruto… este estaba con la cabeza gacha, ocultando su mirada de tristeza bajo el flequillo de su pelo. La sutileza de su bravo mirar le permitió percatarse del ligero temblor que hacían los cerrados puños de Naruto a cada lado de su frágil cuerpo. “Va a explotar” predijo de forma acertada. De la nada, dejando atrás  toda su vergüenza por su acento, dejó escapar al pandillero que llevaba dentro.

—¡¡¡Vuelve a burlarte de mi nombre y te parto la jodida cara en mil pedazos hijo de la gran puta!!!, ¡¡me gusta mi nombre-dattebayo!!, ¡¡me gusta el ramen-dattebayo!!, ¡¡me gustan los zorros-dattebayo!! ¡Que alguien sea tan gallito como para volver a reírse de mi nombre!, ¡le golpearé tanto que va a necesitar una maldita aspiradora para recoger todos sus jodidos pedazos-dattebayo!

Ahí estaba. El silencio del impacto de ver a un ser tan diminuto e indefenso soltar palabras de tal envergadura. ¿Qué pasaba por la mente de aquél niño?, obviamente mucha rabia. Sasuke entendió, ahora que veía todo desde lejos, cómo era que funcionaba la psiquis de  su pequeño hermanastro. Él podía dejar que con él trapearan el piso, pero cuando aludían a un ser amado… sacaba al yakuza que llevaba dentro. El profesor calmó aquella conmoción, y aún un poco desorientado por lo que sus oídos acababan de escuchar, indicó al recién llegado pupilo sentarse al fondo del salón, donde había un asiento libre.

Naruto, contra todo pronóstico, no dirigió sus ojos hacia Sasuke. Pasó cerca de él, pero le ignoró. Su mirada se veía triste. Sasuke estaba sentado al lado de la ventana, asique tenía que voltear para poder ver a Naruto. El pequeño rubio, apenas se sentó, entrecruzó los brazos apoyados en la mesa y posó su cabeza ahí. En esa posición dejó su rabia dormir junto con sus ojos. Cuando despertó la clase ya había terminado… cuando despertó recordó que este año escolar iba a ser igual de duro como el anterior en su antigua escuela… cuando despertó comprendió que hiciera lo que hiciera… jamás le agradaría a nadie.

Continuará…

Notas finales:

bye bee


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