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[TaeKai/HunHan] ¿Te estás riendo de mí? por Ire-Rei

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Notas del capitulo:

¡¡Hola~~~~!! ¡Encantada de conoceros a todos! Aquí os dejo mi fanfic, es la primera vez que publico y espero que os guste mucho :) de momento he subido un par de capítulos, ¡espero vuestros comentarios para que me contéis qué os está pareciendo!

 

Últimamente ando obsesionada con el Taekai y el Hunhan...si estáis como yo, seguro que os gusta jaja :D

Era el primer día de clase y Kai ya llegaba tarde al instituto. Bajó corriendo a la cocina ya con la mochila colgada, se bebió de un trago el vaso de leche que su madre le había preparado, cogió un sándwich y salió de su casa después de una despedida fugaz.

 

Tras una pequeña carrera hasta la parada de autobús se encontró con que sus amigos ya estaban esperándole.

 

-Joder, Kai, ¡siempre tarde! – Exclamó un chico de pelo castaño y con un peculiar acento.

 

-Espero que este año te lo tomes más en serio o nos vamos nosotros dos por nuestra cuenta…que no queremos llegar tarde por tu culpa. – Añadió el otro chico un poco más bajo que ellos y con el cabello más rubio.

 

-Vale, vale. ¡Lo siento! – Exclamó Kai mientras veía al autobús llegar y subió una mano para que parara. – Es que no sé qué le pasa a esta mierda. – Decía sacando su móvil y dándole un golpe con la mano.

 

-La misma excusa de siempre… - Rió el castaño dirigiéndose a su amigo con el que llevaba diez minutos esperando y dejándole paso para que subiera primero.

 

-¡Sehun! – Se quejó Kai, pero también empezó a reír y subió al autobús tras ellos. Una vez dentro, los tres amigos se sentaron al final del autobús.

 

-Todavía vamos bien. – Dijo el rubio mirando su reloj.

 

-No digas eso, Luhan, a ver si se lo cree y mañana repite la misma escena. – Contestó Sehun.

 

-Ya os vale… - Dijo Kai mirándoles con cara de odio pero sus dos amigos rieron de forma adorable y Sehun le revolvió el pelo con su mano.

 

-Bueno, a ver qué tal nuestro penúltimo año de instituto… - Habló Luhan mientras se peinaba un poco mirándose en un espejo de bolsillo que había sacado de su mochila.

 

-Espero que hoy no den mucho la lata, es sólo la presentación. – Kai se recostó en el asiento y pensó en lo bien que lo habían pasado los tres chicos con más amigos durante el verano. Ahora tocaba volver a la rutina…

 

-Por cierto, ¿os apuntáis este año conmigo a fútbol? – Preguntó Luhan emocionado.

 

-Pffff… - Sehun resopló mirando de reojo a Kai. Siempre había sido un poco vago y su amigo llevaba ya tres años repitiendo lo mismo.

 

-Yo no sé Luhan…sólo espero que este año por fin hayan metido “Baile” como actividad en el insti, si no pienso buscarme una academia extraescolar. – opinó Kai muy convencido. – Echo de menos el ballet.

 

-¿En serio? – Sehun, que estaba sentado en medio de los dos, se volvió hacia él muy ilusionado. – Yo voy contigo.

 

-¿Y el fútbol…? – Luhan empezó a hacer pucheros y sus amigos se miraron.

 

-Joder, Luhan, es que…yo prefiero bailar y no puedo apuntarme a todo, que el año que viene es nuestro último año y tenemos que sacar buenas notas. – Explicó Kai mientras veía cómo Luhan volvía su cara hacia el cristal y hacía oídos sordos. El moreno miró a su amigo y se encogió de hombros.

 

-Luhan… - Sehun le agarró del brazo pero su amigo lo apartó un poco mosqueado.

 

-Da igual chicos, llevo años solo en el equipo. Supongo que ya es muy tarde para que os unáis…

 

Sehun y Kai suspiraron. Sabían que cuando su amigo se ponía así no había quien le hiciera cambiar de humor hasta que pasara un rato, por lo que el resto del trayecto lo pasaron en silencio o comentando si habría muchos alumnos nuevos ese año, mientras Luhan seguía mirando el paisaje de la ciudad a través de los cristales del autobús pensando en lo mucho que le habría gustado que sus amigos se apuntaran con él para así poder pasar más tiempo juntos.

 

 

 

En menos de veinte minutos ya habían llegado a su instituto, uno de los más famosos de Seúl. Como todos los años, se dirigieron al gimnasio que estaba típicamente decorado con pancartas de bienvenida, al igual que en todos los institutos coreanos hacían, y donde había un atril enfrentado a hileras de sillas que llenaban el gimnasio, y que minutos después serían ocupadas por los jóvenes estudiantes de Secundaria ordenados por curso y letra.

 

Kai, Sehun y Luhan esperaban con la que sería su tutora de ese año en la puerta para que les dieran la señal de que ya podían entrar.

 

-Quiero silencio y respeto mientras habla el director, ¿habéis entendido? – Dijo la profesora. Parecía un poco exigente.

 

-Sí. – Se escuchó en general mientras todos los alumnos asentían.

 

-Llevas esto un poco torcido. – Le dijo Sehun a Luhan ajustándole bien el cuello de la camisa del uniforme escolar. Luhan le sonrió y el castaño comprendió que ya se le había pasado lo del autobús.

 

-A veces pareces el más mayor de todos, Sehun. – Rió Kai, y es que aunque no lo pareciera Sehun era el menor de los tres.

 

-¡Quizás de mente sí que lo sea! – Exclamó indignado mientras le daba un codazo a su amigo de broma.

 

Justo en ese momento la profesora les dio la señal de que ya podían entrar por lo que ordenados en fila entraron uno tras otro, tomando asiento. La ceremonia de apertura del curso duró cerca de una hora en la cual el director dio un discurso de bienvenida y presentó a los tutores de cada clase, para luego terminar dando un último discurso de ánimo a los alumnos. Kai no paraba de bostezar disimuladamente y miraba el móvil de vez en cuando para ver qué hora era.

 

-Señor Kim, ¿ya? – Escuchó susurrar la voz de la profesora que se asomaba a su fila mientras le hacía un gesto con la mano de que apagara el móvil. Kai se disculpó con una reverencia y guardó el cacharro mientras sus dos amigos aguantaban la risa.

 

-Anda que empiezas bien… - Luhan rió divertido.

 

Tan pronto como terminó la presentación, cada tutor salió del gimnasio con su clase dirigiéndose hasta el aula en la cual impartirían las clases. Los tres chicos iban hablando animadamente de camino al edificio central y saludaron a sus otros compañeros que hacía tiempo que no veían.

 

-Mira, parece que Suho ha crecido, ¿no? – Dijo Luhan con un poco de mala idea.

 

-¡Qué malo eres! – Le increpó Sehun pasándole un brazo por el hombro mientras reía y el mayor ponía esa cara de inocente que sólo él sabía poner. – Sulli sigue teniendo la misma cara de triste que siempre. – Añadió Sehun mientras reía escandalosamente porque él también había cogido la carrerilla de meterse con sus compañeros.

 

-En nuestra clase no hay nadie nuevo, vaya rollo. – Comentó Kai un poco decepcionado viendo que todos eran los mismos compañeros de todos los años.

 

-¿Ya quieres abandonarnos? – Preguntó Luhan divertido.

 

-¡Ni se te ocurra! – Exclamó Sehun amenazándole con la mano como si fuera a darle una colleja, pero Kai le esquivó.

 

-¡No es por eso! – Se defendió riendo.

 

De repente Kai, Sehun y Luhan se dieron cuenta de que se habían quedado un poco atrás e iban por el pasillo hablando en un tono un poco más alto de lo normal además de reír escandalosamente. Las puertas de las aulas por las que pasaban estaban abiertas.

 

-Y me dijo Luhan “Jugamos a lo que quieras, total, si yo siempre gano”. – Explicaba Kai a Sehun poniendo un tono de voz arrogante imitando a su amigo. – Y al final le dí tal paliza que no creo que se atreva más a jugar conmigo a eso.

 

-¡No vale! No sabía que me ibas a retar al Dance Dance Revolution… - Luhan se ponía rojo hasta las orejas. Odiaba perder.

 

-Joder, ¿por qué me perdí yo eso? – Reía Sehun muy fuerte.

 

-¡¡Señores!! – Se escuchó de repente a un profesor que salía justo de la clase por la que estaban pasando. – Bajad el tono y corred a clase, o tendré que hablar con vuestra tutora.

 

-Lo sentimos. – Se disculpó Sehun separándose de Luhan y haciendo varias reverencias, mientras sus amigos le imitaban. – Ya nos vamos. – Sehun seguía reverenciándose pero Kai vio que había un chico de pie al principio de la clase y empezó a asomarse por encima del hombro del profesor para ver quién era. De repente el chico miró hacia afuera y sus ojos se encontraron, aunque duró un segundo hasta que Luhan le agarró del brazo y tiró de él.

 

-Vamos, tío, que los demás van ya muy adelantados. – Dijo y los tres chicos empezaron a correr por los pasillos mientras escuchaban más maldiciones por parte del profesor que les había llamado la atención y que había visto cómo salían corriendo por los pasillos cuando aquello estaba prohibido.

 

-Kim Jongin… ¿Kim Jongin? – La profesora estaba pasando lista cuando llegaron los chicos agobiados.

 

-¡Yo, yo! – Exclamó Kai entrando y recuperando el aliento, seguido por sus dos amigos. La profesora le miró por encima de sus gafas.

 

-Ya van dos hoy, espero que no me dé mucho la lata durante el curso…

 

-Es que se encontraba mal y le acompañamos al servicio. – Explicó Luhan señalando a Sehun que al principio puso una cara extrañado pero después su rostro cambió de expresión, mostrando una cara de dolor. Lo cierto es que era muy creíble.

 

-Bueno…tomen asiento, estoy pasando lista. Oh Sehun y Xi Luhan, si no me equivoco. – Dijo la profesora mirando sus fichas con las fotos y los dos asintieron mientras tomaban asiento.

 

 

 

La mañana pasó muy rápido, puesto que en las aulas simplemente se dedicaron a pasar lista y explicar un poco cómo iba a ser el curso, además de dar las instrucciones a los alumnos para apuntarse a las distintas actividades que ofertaba el centro. Pronto llegó la hora de comer y, después de ésta, abriría la secretaría para poder inscribirse en las actividades extraescolares. Los tres amigos se encontraban comiendo en una de las mesas con varios chicos más de su clase.

 

-La tutora de este año tiene pinta de ser un coñazo. – Dijo Luhan.

 

-Y que lo digas…y a nosotros ya nos ha mirado con mala cara el primer día. – Suspiró Sehun mientras bebía de su té de burbujas preferido.

 

-No te preocupes, somos excelentes estudiantes de diez, pronto cambiará su opinión. – Comentó Luhan pavoneándose, aunque tenía razón en que los tres eran estudiantes sobresalientes.

 

-A mí me ha encantado la actuación de Sehun cuando habéis llegado, ¡casi me lo creo! – Exclamó un compañero de su clase riendo. Tenía cara aniñada y parecía haberse pintado un poco los ojos.

 

-Oídme, chicos, me voy a acercar a la secretaría para pedir la lista de actividades y así ver si está lo que quiero, y si no pues pensare qué hacer… - Dijo Kai mientras se levantaba con su bandeja.

 

-¿¿Ya has comido?? – Preguntó Luhan sorprendido. Él todavía tenía la mitad del plato.

 

-Tú es que eres peor que un pajarito para comer… - Decía Kai – A ver si engordas, que si no en el fútbol te van a comer, ¡tienes que ponerte fuerte!

 

-Já, já… - Rió Luhan de mala gana, mientras su amigo le guiñaba un ojo y se alejaba.

 

Luhan volvió a su plato y ahora parecía un poco decaído. Sehun se dio cuenta y supuso que era porque había vuelto a salir el tema del fútbol y se había acordado de la conversación de aquella mañana temprano.

 

-Oye, Luhan…no te enfades si no nos apuntamos contigo, ¿vale? – Le dijo Sehun bajando un poco el tono de voz y volviéndose hacia él, para conversar de forma un poco más privada mientras el resto de sus compañeros seguían charlando activamente. Luhan dejó de comer y se quedó mirando al vacío, con la mirada perdida.

 

-Es que no sé si os creéis que os lo pido por egoísmo o porque me guste obligaros.

 

-No he dicho eso…

 

-No es así. – Le cortó Luhan. – Me gustaría que os apuntarais para estar juntos, por hacer algo los tres. Sabes, entiendo que Kai quiera seguir con el baile porque siempre le ha apasionado pero… ¿tú? Me da la impresión de que sólo lo haces por seguirle.

 

-No es verdad, Luhan. – Contestó Sehun un poco molesto por las palabras de su amigo. – A mí también me gusta, y lo sabes.

 

-Bueno, ya os dije que sin problema. También tengo mis amigos en el equipo, no voy a estar solo. – Luhan siguió comiendo sin mirar a su amigo y éste se quedó observándole un poco picado por su contestación. De verdad, Luhan podía ser peor que un crío cuando quería.

 

-Haz lo que quieras… - Contestó mientras se volvía hacia sus demás compañeros y se metía en la conversación animado intentando pasar de Luhan, quien le miró de reojo un poco entristecido.

 

 

 

Mientras tanto, Kai se dirigía a la secretaría para pedir el folleto.

 

-Disculpe, ¿el folleto de las actividades, por favor? – Pidió educadamente a la secretaria que alargó un brazo hacia un lado cogiendo un papel de colores que estaba amontonado y se lo extendió sin mediar palabra y casi sin dirigirle la mirada. – Gracias. – Kai hizo una leve reverencia sonriendo falsamente y se dio la vuelta haciendo muecas e imitando a la mujer por lo seca que había sido. De repente, al estar distraído poniendo caras y mirando el folleto, chocó con alguien y perdió un poco el equilibrio pero gracias a su suerte no se calló.

 

-Ah, perdona… - Dijo el chico con el que había chocado. - ¿Estás bien?

 

-No es nada… - Respondió Kai muerto de vergüenza por haber chocado de forma tan brusca con alguien, mientras se peinaba bien su cabello negro un poco alborotado por el choque y seguía andando rápido mirando hacia el suelo, siendo perseguido por una mirada divertida por parte del otro joven contra el que había chocado.

 

 

 

Kai llegó a la mesa donde sus amigos ya habían terminado de comer y estaban de cháchara, dándose cuenta de que Luhan estaba un poco apartado jugando con su móvil pero se hizo el tonto y llegó un poco desanimado.

 

-Pues no, no hay ni baile ni nada que se le parezca… - Fue lo primero que dijo mientras se sentaba frente a ellos. – Y encima me he metido una ostia contra alguien…qué vergüenza, he salido pitando.

 

-Jajaja eres de lo que no hay… ¿A ver? - Sehun echó un vistazo rápido a la lista y frunció los labios. - ¿Qué vas a hacer entonces?

 

-No lo sé, supongo que me buscaré una academia fuera. En cuanto llegue a casa busco por Internet.

 

-¿No te vas a apuntar a nada aquí en el instituto? – Seguía preguntando Sehun, ya que Luhan pasaba un poco de la conversación.

 

-Pffff, no sé qué hacer… - Kai miró la lista de nuevo. La verdad es que le gustaría pasar más tiempo en el instituto, pero a lo mejor era demasiada carga y a la hora de estudiar le iba a suponer un esfuerzo. – Supongo que lo pensaré esta tarde y mañana me apunto si acaso. – Kai miró a Sehun y le hizo un gesto extrañado, señalando a Luhan con la cabeza preguntándose qué habría pasado ahora para que estuviera tan ausente. Sehun se encogió de hombros preocupado y alargó un brazo para sostener la lista entre sus manos de nuevo. Estuvo un rato pensándolo y, después de una efímera mirada de reojo hacia Luhan que estaba inmerso en su juego, habló.

 

-Yo espero que me hagan un hueco en el equipo de fútbol… – Dijo de repente, como quien no quiere la cosa. Luhan volvió su mirada bruscamente hacia su amigo, abriendo los ojos de par en par y sin poder esconder una sonrisa de oreja a oreja. – Pero, ¿tú no estabas jugando a eso? – Le dijo Sehun con intención, sabía que el mayor estaba con una oreja puesta en la conversación de ellos y lo había dicho queriendo.

 

-¿¿¿Te apuntas conmigo??? – Preguntó Luhan ilusionado, haciendo caso omiso a la pregunta del menor.

 

-Síiii… - Contestó Sehun como si su amigo fuera un niño pequeño.

 

-¡¡Bien!! – Luhan exclamó emocionado y abrazó a su amigo mientras éste reía.

 

-Vale, vale… - Dijo Sehun avergonzado por los arrebatos que le daban al rubio de vez en cuando. Kai les miraba divertido, sabía que Sehun siempre terminaba haciendo lo que Luhan quería, tenía una especie de debilidad por él desde que se conocían. Luhan pensaba que Sehun era como un niño pequeño al que había que cuidar, pero lo cierto es que muchas veces era completamente al revés.

 

-¿Y tú? – Luhan dejó de abrazar a su amigo y volvió la vista hacia Kai emocionado, por si de repente al moreno también se le había ido la cabeza y había decidido apuntarse.

 

-Mañana te diré… - Contestó Kai sonriendo y Luhan se dio por satisfecho con esa respuesta.


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