POV.JONGHYUN
Había recibido una llamada del señor Kim, probablemente la llamada más extraña del mundo. Llevaba mi guitarra colgada en la espalda y corría desesperado por los pasillos, asustado por si le había pasado algo grave a Key, ya que una llamada de su padre no era para nada normal.
Cuando la puerta de la habitación se abrió al contacto con mi mano, me quede sorprendido de que allí no hubiese nadie con él, excepto Onew, que me miraba con los ojos muy abiertos desde que había aparecido por la puerta.
-¿Qué haces aquí?- Alterné la mirada entre él y el cuerpo de Key, tendido en la cama, en la misma posición en la que había estado todo este tiempo- ¿Le ocurre algo?- Deje la guitarra de cualquier manera y corrí al lado de Key.
El corazón me daba fuertes golpes en el pecho y notaba como mi sangre dejaba de circular por mi cuerpo, temblé y cerré los ojos porque no quería mirar, ese chico, no podía ser mi Key. El muchacho que había en esa cama había perdido el brillo dorado de su pelo y tenía grandes manchas enfermizas bajo los ojos. Me dejé caer en la silla junto a la cama y tape mi rostro con las manos.
-¿Tan grave esta?- Mi voz se opacaba porque se chocaba con mis manos.
En respuesta Onew puso su mano en mi hombro y me apretó suavemente.
-He hecho lo que he podido, solo queda el tiempo…- Soltó mi hombro- Estaré por aquí si me necesitas, no me moveré de la planta, es más, creo que no me iré muy lejos de este pasillo.
Oí un par de pasos detrás de mí y la puerta cerrándose a sus espaldas. No me atrevía a quitar las manos de mi rostro, noté mis calientes lágrimas formando pequeños charcos en las palmas de mis manos y como discurrían como ríos por mis brazos. Prácticamente me estaba ahogando cuando separé lentamente los dedos para que pasara aire entre ellos, vi su rostro y mis manos se movieron solas. Aparté lentamente un mechón de su pelo de sus ojos y me quedé allí, acariciando su rostro, la suavidad se había ido, había manchas moradas alrededor de la goma que sujetaba la máscara de oxígeno a su cabeza, le estaría demasiado apretada, seguramente era molesto. Aun con lágrimas en los ojos cogí el trozo de plástico que cubría su nariz y sus labios, pasé la goma por encima de sus orejas y dejé colgando aquel cacharro de su cuello, en el mismo sitio que el colgante.
Acaricié aquel trozo de plata y las lágrimas salieron con más fuerza, maldito romanticismo, me sorprendía que aun lo llevara colgado de su frágil cuello, creí que lo habría perdido entre tantas cosas y tanto movimiento.
Miles de agujas se clavaban en mi garganta, impidiendo que las palabras fluyeran con facilidad.
-Key, sé que no puedes oírme, pero, yo…- Me mordí los labios intentando contener otra oleada de lágrimas- Lo siento, quería disculparme por no haber venido en tanto tiempo, pero me duele verte así- Me sentía estúpido hablando solo- Vine lo antes que pude en cuanto tu padre me llamo, me sorprendió muchísimo que me suplicara que viniera a verte- Fallé en aguantar las lagrimas en mis ojos y comencé a gotear- Te quiero- Esas palabras me recordaron la guitarra que había dejado tirada a un lateral de la habitación.
Me separé de Key unos segundos para ir a recogerla y acomodarla en mi regazo, la destapé por completo y rasgué algunas cuerdas. Las paré en seco, podía molestar a los demás internos, y además no estaba muy seguro de su efectividad, miré mis dedos sobre las cuerdas y después el rostro de Key. Y una vez más mis manos se movieron solas.
La débil fragancia de las lágrimas en mis mejillas empapadas por la lluvia…
POV.KEY
La música y esa voz… dulce, melodiosa y hermosa, se metía por mis oídos llenándome de una calma absoluta, mis manos semienterradas en la arena no me respondían. No sabía cuánto tiempo llevaba tumbado en esa posición que debía de ser incomoda, pero no me molestaba, ya que si mi cuerpo quisiera moverse ya se habría movido.
Pero con estas diminutas alas que en mi sueño desplegué
Volaremos juntos hacia cielos y mares distantes, hacia un lugar donde prevalezcan los recuerdos.
Deja de cantar eso, esas palabras, demasiado tristes e hirientes como para seguir escuchando, además su voz no se iba por mucho que intentaba cerrar mi sentido del oído, como si estuviera encerrado en una habitación pequeña, con altavoces incorporados en cada una de las esquinas y el volumen a tope.
Tú iluminas mi camino en la negrura de la noche
Ese cálido aspecto en tu rostro…
Comencé a llorar como si no hubiese mañana, mi pecho dolía horrores y solo podía soñar estar allí con él, mirándole a los ojos y diciéndole que no hacían falta esas palabras tan tristes y que le estaba escuchando y ¿Por qué no? Que le amaba.
Una lágrima me dolió más que las anteriores, mientras cerraba los ojos, supe que sería la última.
POV.JONGHYUN
… lo echo de menos
Las últimas notas salían de las cuerdas, que temblaban al pasar mis dedos sobre ellas, mantenía mis ojos cerrados controlándome, por si perdía los nervios de nuevo. Con el último toque dejé de tocar, y dejé que la nota final se alargara, levante la vista para mirar su cuerpo, sus brazos, su pecho y su rostro.
Algo me llamó la atención, algo brillante y muy pequeño, residía en sus pestañas y poco a poco se deslizó por su mejilla. Me quedé paralizado con cosquilleos en las piernas, sin saber qué hacer, hasta que la lágrima cayó a la almohada, Key estaba llorando, una euforia me apretó el corazón de tal manera que creí que explotaría.
Tiré la guitarra a un lado, haciendo que las cuerdas rozaran el suelo y probablemente rompiéndolas, pero, en ese momento no me importaba, temblaba demasiado fuerte como para no poder mantenerme en pie mucho tiempo.
Coloqué las manos a ambos lados de la cabeza de Key, no quería limpiar aquella estela brillante, prueba de que me había escuchado y era una buena noticia… ¿No?
-Key… Vamos…-Le supliqué con la voz más esperanzadora que había oído en años- Por favor Key… ¿Me oyes, verdad?
Pero nada cambiaba en su rostro, me alerté recordando lo que se hacía en esos casos, llamar al Doctor. No quería separarme de él, pero solo serían unos segundos.
Salí de la habitación y me asomé al ajetreado pasillo, con más gente de la normal, mi vista se nublaba de nuevo, no iba a ponerme a llorar delante de todo el mundo, aunque fueran lágrimas de alegría. Me uní a la corriente de personas después de cerrar la puerta, mi estatura un poco más baja de lo normal me impedía buscar a Onew entre tantas personas con bata blanca, ¿Qué era el día de puertas abiertas?
-Jonghyun- Me giré sorprendido por la repentina voz casi en mi oído.
Podría decir que Onew me encontró a mí antes que yo a él.
-Onew, Onew, Onew…- Repetía sin parar, como una descontrolada grabadora- Por favor...
-¿Es Kibum?- Al ver mi asentimiento, su rostro cambió- ¿Qué ocurre?
-Él… él estaba llorando- Casi pude ver como comenzaba a reírse.
-Es imposible Jonghyun- Perdí su atención por unos momentos, pero la impotencia que sentía en aquel momento no era para ser ignorada.
Le cogí del cuello de la bata blanca y lo acerqué a mi rostro.
-Key estaba llorando, Onew- Sonreí, todo esto me provocaba sentimientos demasiados confusos- Me ha escuchado… ¿Eso es bueno no?
Me miró un par de segundos aguantando los ojos en su sitio, para después cerrarlos de golpe, apretándolos mientras se mordía el labio inferior.
-No estás bromeando ¿Verdad?- No podía creerlo
-Pero… ¿Qué?... ¿Enserio piensas que puedo bromear sobre una cosa como esa?
Se soltó de mi agarre, su rostro estaba serio, no entendía como siendo doctor no podía compartir la felicidad que sentía por tal hecho. Onew dirigió unas miradas rápidas a unos médicos que esperaban impacientes, lo habrían escuchado todo, acto seguido me miró a mí y no aparto la vista de mi rostro.
-Vamos a hacer tres TACs y una resonancia- Habló después de unos segundos, pero aunque me miraba, las palabras no iban dirigidas a mi- Despejen la sala nueve- Los médicos a su espalda comenzaron a moverse- Sungmin- Un chico no mucho más mayor se acercó.
-¿Si Doctor?
Apartó la mirada.
-Prepara el quirófano para una operación craneal…
El chico llamado Sungmin salió corriendo en dirección a alguna parte.
-¿Q…q…que? – Tartamudeé sin poderme creer lo que acababa de escuchar - ¿Cómo que operarle?
-Jong…
-¡¿No es lo que querías?!- Le grité interrumpiéndole- Ha respondido a un maldito impulso… eso es bueno… ¡Me dijiste que era bueno!
-Jonghyun, si lo que dices es cierto, no lo es- Comenzaba a moverse-Una respuesta aislada, como llorar, cantar o hablar son producto de una presión en la zona cerebral que hay que liberar de inmediato para evitar una parálisis- Solté un sollozo- Por favor no obstaculices el pasillo- Me golpeó suavemente el hombro al pasar pero fue lo suficiente para que me pegara a la pared y dejara caer mi cabeza en ella dejando correr las lágrimas de nuevo.
POV.ONEW
Mi ajetreada respiración me jugaba malas pasadas, no podía creer lo que estaba pasando, Kibum y Jonghyun me necesitaban.
En mi peculiar carrera hacia la habitación de Kibum me crucé con Minho, obviamente no tenía tiempo para pararme a charlar, una vez más el tiempo contaba demasiado.
Me adentre en la habitación de Kibum y pude certificar lo que había dicho Jonghyun, un pequeño pero notable caminito húmedo creado por la lágrima que ahora descansaba en la almohada.
Segundos después empujaba la camilla por el pasillo con ayuda de algunas enfermeras y enfermeros, no vi a Jonghyun de nuevo, o por lo menos no lo quise ver hasta que llegamos a la puerta de la sala de resonancias.
Todo pasó rápido, las pruebas solo eran un pequeño soplo de esperanza, para poder desmentir lo que era obvio, que se desvaneció con la misma rapidez con la que había aparecido.
En cuanto tuve los resultados de urgencia mandé que llevaran a Kibum a quirófano, que en unos minutos estaríamos operando.
Cuando salí, Jonghyun se abalanzó hacia mí, pero no preguntó nada, estaba visiblemente preocupado y malherido por dentro. Decidí hablar yo.
-Es lo que temía, haremos lo que podamos- Pareció que mis palabras le afectaron, entendía su impotencia y preocupación, cuando una persona a la que amas le pasan cosas terribles e incurables, lo único que quieres es cambiar los papeles y ponerte en su lugar.
POV.JONGHYUN
Pues ahí estaba yo, deshidratado de tanto llorar, avergonzado por hacerlo en público y adolorido por la razón por la cual lo hacía. La molesta luz roja arriba de la puerta doble me sacaba de quicio, solo esperaba a que se apagara de una maldita vez y que saliera Key, ileso. Pero sabía que era imposible, oh, lo sabía muy bien, Onew me dio a conocer los riegos de la operación, tengo derecho a saberlo, la cabeza es una zona muy delicada y probablemente queden secuelas de ello.
Los señores Kim vendrían de un momento a otro y me esperaba otra bronca incomoda con el señor Kim, porque había tenido que entrar yo y empeorar las cosas, meter el dedo en la llaga, fastidiar el asunto… y aun me dolía más porque se trataba de Key, mi Key.
Apoyé la cabeza en el respaldo de aquel asiento incomodo y cerré los ojos con fuerza, no podría dormirme, me resultaría imposible, llevaba todo este tiempo sin pegar ojo, y sin beber una gota de agua, mi garganta quemaba y sentía que si volvía a hacer un movimiento brusco con los ojos acabaría perdiéndolos.
-Mira quien se ha dignado a aparecer- Esa voz…
Me levanté lentamente mirando su figura, le había crecido el pelo y llevaba recogidos algunos mechones en una coleta detrás de su cabeza.
-Hola- Mi timidez de nuevo.
-¿Estás bien? Me he enterado…- Me encogí de hombros.
Se acercó rápidamente y me abrazó por los hombros, de repente su cálida esencia llego a mis sentidos y me abrumo entero, solo pude responder enterrando mi nariz en su cuello y rodeándole con mis brazos en busca de consuelo, las lágrimas salieron de nuevo, pero ahora había alguien que me las limpiaba.
Minho acariciaba mi espalda, supuse que intentando animarme o calmarme, apreciaba su esfuerzo, pero ni siquiera él podría con este dolor.
-No llores…- Sus palabras en mi oído me hipnotizaban, mis lágrimas seguían cayendo, pero deje de sollozar y temblar como un niño pequeño- Ven, quiero enseñarte una cosa- Me tomo de la mano y jaló de ella.
Yo empecé a negar con la cabeza, creí que se me saldría del sitio, intentaba mantener resistencia a los tirones de Minho.
-Aun tardarán un rato- Me sonrió- Y lo mío será solo una horita como mucho.
-No puedo Minho…
-Vas a rechazarme otra vez- Miró al suelo y recordé nuestra primera conversación.
Volvía a mirar a la lucecita roja y después a la puerta detrás de la cual estaba Key siendo operado por Onew, si me quedaba allí por mucho tiempo enloquecería y caería muerto.
-¿A dónde vamos?- Me miró con los ojos abiertos…- No pienso salir del hospital- …Y los rodo
-Eres un aguafiestas
-No estoy para eso…
-Lo sé, ven- Me cogió de la muñeca y definitivamente me dejé llevar.
Comprobé que Minho se conocía el hospital de arriba abajo y todos sus rincones apartados del tumulto pero me sorprendió el sitio donde me llevó, abrió una puerta en la última planta del hospital, de ella salió una brisa un poco fría, pero no lo suficiente como para sentirse incomodo. Subimos unas escaleras que llevaban a otra puerta de metal más arriba, Minho se paró unos segundos soltó mi mano y con un golpe algo fuerte la puerta se abrió, salí a través de ella a un cielo oscuro y con algunas estrellas, observe mi alrededor. Una gran terraza se extendía ante mis ojos, algunas luces se distinguían en el horizonte, aquella parte del hospital estaba totalmente a oscuras, ninguna luz iluminándonos
-Vaya, hay mas estrellas de las que esperaba- Me giré a ver a Minho que levantaba su cabeza en dirección al cielo
-¿Te gustan las estrellas?
-Taemin me obliga a verlas a veces, siempre he pensado que son hermosas, pero son incluso mejores cuando las observas con una persona que te importa- Me miró- Deja de llorar o llorare yo también…
Mi rostro estaba mojado y no parecía querer secarse, limpie como pude las lágrimas con el dorso de mi mano, pero volvían a acumularse, observe como caminaba y se sentaba en el suelo, me dirigió una sonrisa y palmeó el trozo de cemento liso a su lado, probablemente no era lo mas cómodo, pero nada lo era en esos momentos.
Me senté, estaba más frio de lo que pensaba y mi camiseta de manga corta no ayudaba mucho.
-Puedes tiritar, no pienso darte mi chaqueta…- No reaccione a ese comentario, solo podía sorber mi nariz y limpiar mis mejillas.
Miré al cielo, las estrellas eran pocas, pero hermosas y brillantes.
-¿Sabes?... todo esto es una mierda- Ya lo sabia
Oí un sollozo y sin dudarlo me giré a verle, creía que había sido yo, pero él también lloraba, lloraba mirando al cielo, dejando que las lágrimas recorrieran su cuello y se metieran por la costura de su camiseta.
-¿Por qué lloras?- Verlo llorar me había entristecido- ¿Le ha pasado algo a Taemin?
-Taemin está bien- Dijo entre sollozos, le tenía un poco de envidia, bueno en realidad le tenía mucha envidia.
-¿Entonces por qué?
-Te he dicho que si llorabas, lloraría yo también- Sollozamos los dos a la vez, era bueno compartir el dolor que sentía- Además todo es una mierda
-Eso ya lo has dicho…
-Se que no tengo derecho a contarte mis problemas, porque bueno… tu novio
-No lo digas- Le interrumpí
-Pero saber que el sucio psicópata que le hizo eso a Taemin esta suelto por la ciudad me está matando- Me sorprendió que se abriera tanto, pero su historia no estaba completa
-¿Pero… que le pasó a Taemin?- Me sentía mal por preguntar eso pero ya era tarde para corregir.
- Le violo- Me paralicé- Ese maldito hijo de puta se atrevió a arrancarle la virginidad, simplemente no pude llegar a tiempo.
- Vaya… lo siento mucho- Los dos llorábamos mucho
-Me tendieron una trampa, me amenazaron con hacerle daño y yo caí como un estúpido… le apartaron de mi lado y él se lo llevo.
-Minho, no hace falta que me lo cuentes…
-Sí que hace falta, porque ahora me vas a contar tú tu historia- Pausó unos segundos- Estaba medio muerto sobre esa cama, actué como un egoísta, no quería pisar este sitio de nuevo, solo lo empeoré…- Pasé un brazo por sus hombros, ambos necesitábamos algo que nos calentara, tal vez el tenia a Taemin, pero necesitaría contarle eso a alguien.
-Yo, bueno, me despiste al volante- Miré al suelo- Quería darle una sorpresa y devolverle ese estúpido colgante…
-Esa noche fue cuando nos chocamos ¿No?- Dijo con una sonrisa.
-Sí, pero mi estupidez ha sido cobrada… -Dejé una pausa para otra oleada de lágrimas- Me dormí conduciendo, y chocamos con un camión enorme- Noté su mirada en mi cara- El coche se descolgó y cayó al vacío…
-¿Tu estas bien?
-Si… yo estaba fuera, Key estaba herido y no podía moverse…- Cerré los ojos con fuerza al recordar esa escena- Lo último que me dijo fue que no me separase de él… y no hago más que hacerlo…
-No te preocupes… algo me dice que se pondrá bien- Mentiría si dijera que no me sorprendió ese comentario…
No hubo ninguna palabra mas, compartíamos nuestro dolor, nuestras lágrimas, no hubo ya mas historias, ni más lamentaciones, no recuerdo lo tarde que era… pero apoyé mi cabeza en el frio suelo de aquella terraza y me dormí abrazado a Minho.
POV.MINHO
El sol llevaba molestándome, tal vez, un par de horas, no sentía nada de lo que había a un milímetro de mi cara, dejando fuera de rango a mi nariz y mis orejas… abrí los ojos pesados lentamente y vi donde me había dormido, pero aun me sorprendió más con quien me había dormido.
Me incorporé rápidamente ignorando el dolor de espalda que me había producido aquel lecho tan incomodo y miré el rostro pacifico del que podía llamar mi amigo Jonghyun, la noche anterior habíamos compartido mil cosas, y me sentía mejor.
Ignorando sus ronquidos y murmullos volví a tumbarme, esta vez más lejos, sin cerrar los ojos, quería disfrutar de aquel amanecer, pero una pequeña brisa me invadió y me apegué inconscientemente a su cuerpo.
POV.TAEMIN
-Taemin- Una voz suave y dulce invadía mi sueño- Taemin despierta
Abrí los ojos poco a poco, solo una tenue luz iluminaba mi habitación, vi las cortinas un poco corridas y el sol asomándose tímido entre ellas, aún era pronto, pues de él solo se veían los primeros rayos.
Giré lentamente la cara para ver quién me estaba zarandeando del hombro
-Doctor Lee- Mi voz sonaba ronca y enferma- Es muy pronto…
-Lo sé- Su rostro no se veía bien, bajo sus ojos se marcaban enormes ojeras- Y lo siento por eso…
-¿No ha dormido bien?- Le pregunte mientras me refregaba los ojos
-No he dormido- Me sonrió triste.
Me di cuenta de que no llevaba su bata blanca característica, si no una camiseta ancha blanca y unos vaqueros, aunque seguía llevando su placa de doctor.
Me acomodé sentado mientras estiraba mis brazos.
-¿Por qué?
-Tuve una operación tarde- Su falsa sonrisa se desvaneció dejando a su paso un rostro descompuesto por el cansancio.
-Vaya… ¿Estuvo toda la noche?
-Fue una intervención difícil nada más- No quería preguntar quién era el paciente ni si había salido con éxito, su rostro lo decía todo, su sonrisa triste, algo desilusionada.
Me destapo cuidadosamente, yo estaba demasiado dormido como para oponer resistencia o ayudar, cuando estuve completamente destapado dio la vuelta a la cama.
-Vamos a quitar esos puntos, así podrás levantarte ya.
POV.ONEW
Me sentía drogado, el café rápido de máquina que me había bebido después de la operación de Kibum me había salido caro, cafeína… ¿Para qué? Me sentía peor que nunca. Tenía miedo de clavarle las tijeras a aquel chico mientras le descosía los puntos, a veces mi mirada se perdía y llegaba a ver doble, en ese caso paraba y continuaba cuando se me pasaba.
Lo que pudo ser un par de minutos acabo siendo media hora, era un profesional, debía cumplir los plazos, Taemin debería comenzar con la rehabilitación cuanto antes.
Mi mente vago lejos de aquella maniobra, Jonghyun y Minho no habían aparecido en toda la noche, tal vez ambos huyeron, ojala pudiera hacerlo yo, si no fuera por mis pacientes hubiera salido corriendo más de una vez.
La operación de Kibum había salido más o menos bien, la cabeza es una zona delicada y espero no haber desatado ningún efecto secundario que pueda perjudicarlo, ya lo estaba bastante, tal vez eso era lo que le faltaba para seguir adelante.
Corté el último hilo y me dejé caer en el respaldo de la silla suspirando, palmeé el trasero de Taemin, una forma de decirle que era completamente libre, el ladeó la cabeza con una sonrisa al mirarme y volvió a sentarse recto en la cama. Me alejé de la cama.
-Anda, levántate, vamos a dar una vuelta por el hospital- Me miró atento- Se que no es el lugar más bonito del mundo, pero aun no puedes salir de aquí.
Primero se sentó en el borde de la cama, y apoyó sus pequeños pies en el suelo, que rápidamente encogió.
-El suelo está frío- Reí y le entregué unas zapatillas suaves, las típicas de ir por casa, a juego con el pijama del hospital.
Una vez las zapatillas puestas, se irguió, sus piernas temblaron un poco y me acerqué para ayudarle a ponerse recto del todo. Cogí sus manos y le miré a los ojos, el bajó la mirada tímido, di un paso hacia atrás arrastrando al chico conmigo y con un tambaleo puso un pie delante del otro y dio un paso.
-¿Te duele?- Él negó con la cabeza, aun cabizbajo- Un gran paso para Taemin- Se rió.
Un pasito tras otro, llegamos a la puerta…
-Pareces un abuelo- Me miro desafiante e intento pegarme, pero le esquivé y le cogí de la muñeca, después pase la mano a la suya y salimos de la habitación. En dirección a alguna parte.